Los personajes no me perteneces, son creación de Hiro Mashima
-Lo que dicen-
-Lo que piensan-
Yo pertenezco a esta familia
Yo no entendía porque la gente me miraba de manera distinta al resto, no entendía porque las personas actuaban de diferente manera conmigo, no entendía porque me trataban diferente a los demás, no sabía porque me consideraban diferente a ellos, pero una cosa si sabía, yo era distinta ellos, el haber nacido dentro de una familia de mafiosos me convirtió en alguien especial y por tanto diferente a todos los demás. En un principio no entendía mucho lo que sucedía, y bueno, era entendible que fuese de esa manera puesto que cuando era pequeña mis padres me mantenían alejada de ese mundo, pero el que yo no supiese lo que significaba llevar el apellido McGarden no significaba que los demás no lo conociesen. El llevar ese apellido significaba en ese momento para mí un gran martirio… pero… como la vida es impredecible y el destino incontrolable las cosas cambiaron rápido para mí, tan rápido e impredecible como cuando el llego a mi vida… Mi vida, mi aventura, mis pesadillas y alegrías comenzaron hace 12 años, cuando yo era solamente una niña de 10 años y no entendía el precio de la vida.
-Levy… despierta quería- decía mi madre acariciándome el rostro delicadamente ayudándome a despertar- hoy es tu primer día de clases, no querrás llegar tarde ¿verdad?-
Al oírla decir aquello abrí mis ojos rápidamente y me senté en mi cama – Es verdad- dije felizmente, me levante de la cama y tome mi uniforme- Me iré a bañar madre-
-No te demores mucho, te esperare abajo para desayunar, luego de eso el chofer te llevara a la escuela- dijo mi madre antes de retirarse de la habitación
Mi casa era bastante grande, no era una mansión pero si era una casa bastante grande, con muchas habitaciones y un jardín enormemente hermoso, las empleadas lo mantenían en un buen estado, lleno de flores y algunos árboles, y los hombres vestidos de negro, me explico mi padre que estaban allí para que nadie estropeara el lugar. Esperaba poder invitar a mis nuevos compañeros algún día a mi casa. Esta era la tercera vez que me cambiaban de escuela, no me llevaba mal con mis compañeros, no me trataban mal nunca, pero si hablábamos poco, mis padres decidieron cambiarme de repente, lo cual me puso bastante triste, no me gustaba cambiarme de escuela a menudo ya que no podía tener amigos por mucho tiempo, pero ellos me decían que era por mi seguridad y que no importaba la distancia, los amigos siempre te acompañarían en tu corazón, pero yo no sentí eso en ningún momento con mis compañeros que deje atrás. Decidí no darle importancia, si mis padres dicen que es por mi seguridad está bien, pero no entendía que podría ser tan peligroso en aquel colegio. Baje las escaleras y tome desayuno junto a mi madre para luego irme a la escuela, el chofer de mi familia me dejo fuera de la escuela, era muy bueno, siempre me llevaba a todos lados y me hacia reír mucho, era muy amable y energético.
-Bien señorita Levy hemos llegado- dijo bajándose del auto para dar la vuelta y abrir mi puerta
-No me digas señorita Natsu-san, tus eres mi amigo- lo mire dedicándole una sonrisa
Natsu rio y luego dibujo una sonrisa algo incomoda en su rostro- si te llamo solo por tu nombre seguramente tu padre me mata- su sonrisa se hizo ahora amplia, me extendió la mano para ayudarme a bajar del auto
-No bromees, trabajas hace mucho tiempo para mi padre, el confía en ti, no pasara nada si me llamas solo por mi nombre- dije poniéndome la mochila a la espalda para luego mirarlo, estaba sonriendo, me agrada verlo sonreír, con mis compañeros de mi otra escuela no compartía demasiado y nunca pude reír con ellos- Bueno me voy, nos vemos- me voltee para caminar hacia la entrada del colegio, pero su voz me detuvo
-No vemos Levy, suerte en tu primer día- lo mire y me alzo la mano para despedirse de mi, le respondí alzando mi mano hasta que él se fue, no me había dado cuenta que muchos me miraban hasta que el auto de Natsu-oniisan desapareció. Fue incomodo, el tiempo se detuvo mientras todas las miradas recayeron sobre mí, no quise darle importancia pero era muy difícil ignorarlas. Llegue a la sala de profesores y pregunte por la que sería mi profesora a cargo, era una mujer alta y muy bella, su pelo era largo y color escarlata, me vio y sonrió con ternura
-Mucho gusto soy Erza, seré tu profesora a cargo ¿Cuál es tu nombre?- me pregunto animadamente
-Le… Levy McGarden- su sonrisa no desapareció de su rostro, pero pude notar el ambiente tenso, algunos de los profesores que estaban en el lugar voltearon a verme –aquí también…- pensé al recordar mi primer día en mi otra escuela, los mire con algo de pena, pero no puedo negar que sentí odio por aquella situación. La profesora al parecer lo noto puesto que me tomo de la mano para que la volviese a mirar a ella
-No te preocupes Levy- dijo sin dejar de sonreírme- cualquier cosa que necesites puedes buscarme… bien ya es hora de ir a clases, vamos- se puso a caminar y yo la seguí hasta que llegamos a un salón, al abrir la puerta todos los niños comenzaron a sentarse es sus respectivos lugares, yo seguí a la profesora y quedamos al frente de la clase- Bueno alumnos, ella es su nueva compañera, su nombre el Levy McGarden cuiden bien de ella-
Agradecí mentalmente a la profesora por no hacer que me presentara yo, levante mi vista hacia mis nuevos compañeros –aquí también- pensé al ver como todas esas miradas caían sobre mí, algunas algo confundidas, otras con desprecio, algunas con miedo y solo una con una sonrisa en su rostro, me sorprendí al ver aquello, una niña de cabello rubio tomado con una coleta al lado me estaba sonriendo, no supe que pensar
-Bueno Levy toma asiento- me dirigí al único lugar vacío en ese momento, era un pupitre al fondo del salón al lado de la ventana –muy conveniente- así no sentiría las miradas sobre mi espalda. Las clases transcurrieron normalmente, había llegado la hora del almuerzo, saque mi comida y la puse sobre el pupitre, estaba acostumbrada a comer sola, pero no era algo que me incomodara, lo único que me molestaba en ese momento era un grupo de niñas reunidas unos puestos más adelante que el mío, que hablaban y me miraban con desconfianza
-Debemos hacer que se vaya de este lugar- dijo una de ellas
-No intentes hacer nada, si le haces algo mataran a tu familia- respondió otra, no entendía que querían decir con eso, a lo mejor solo buscaban molestarme y tratarme como bicho raro por ser la nueva
-¿Por qué dices cosas tan raras?- pregunto la primera
-¿No lo sabes?, ella es la hija de los McGarden, mis papás me dijeron que esa familia era peligrosa- dijo una tercera
-Son los dueños de una empresa muy conocida ¿no?- Eso era verdad, mis padres eran dueños de una gran empresa dedicada a la informática
-Mis padres dijeron que era solo una fachada, ellos pertenecen a la mafia y son de la familia Fairy Tail-
-¿Qué? ¿Pero qué cosas están diciendo esas niñas?-
-Es verdad, un tío mío tuvo problemas con ellos y lo dejaron en la calle-
-Eso es porque tu tío traficaba drogas- dijo la niña rubia que me había sonreído, estaba al lado mío y había llamado la atención de las niñas que estaban hablando de mí.
-¿Qué… que estás diciendo Lucy? Déjate de bromas- las niñas que habían estado hablando de mí ahora estaban calladas, miraban a Lucy sin saber que decir.
Esta las ignoro y se sentó frente a mi pupitre poniendo su comida sobre esta- ¿Te molesta que coma contigo?-
No dije nada, mejor dicho no pude responder, ella se puso a comer conmigo, no dije ninguna palabra mientras comíamos, ella solo me hablaba de la escuela y que le gustaría pasar tiempo conmigo los próximos días, yo en cambio tenía en mi mente las cosas que las niñas habían dicho- Lucy…- me miro- ¿Qué es Fairy Tail?-
-Mi familia- dijo sin dudar con una sonrisa en su rostro- y también es tu familia- la mire algo sorprendida y confundida al mismo tiempo, eso quería decir que lo que habían dicho esas niñas era ¿Cierto?
-Eres de la mafia- pregunte sin querer realmente escuchar la respuesta
-No sabría decirlo, mi familia lo es, mis padres lo son, yo nací en esa familia, pero aun soy muy pequeña como para pertenecer a ella oficialmente- no quise decir nada más, no quería preguntar nada más, en su rostro había una sonrisa, no entendía que la hacía feliz después de lo que me acababa de decir con tanta confianza. La campana sonó y las clases comenzaron, el resto de las clases terminaron sin que yo me diese cuenta, miro por la ventana hasta que Lucy llego a mi lado –Es hora de irnos Levy- Lucy me acompaño hasta la salida en donde Natsu me esperaba
-Hola señorita Levy- dijo para luego mirar a la niña que estaba a mi lado, se tensó al verla- se… señorita Lucy…- Se notaba nervioso -¿Cómo ha estado señorita Lucy?- pregunto intentando ocultar lo incomodo que se sentía, me miraba a cada momento, al parecer se había dado cuenta de que algo no iba bien
-Hola Natsu-san- una sonrisa sincera se dibujó en su rostro, se notaba feliz de verlo
-¿Por qué se conocen? Hablan con mucha confianza y ella se nota muy feliz de verlo, no entiendo lo que está pasando- mire a Natsu y este me estaba mirando, en sus ojos podía ver que estaba algo triste, pero no por haberse encontrado con la niña que ahora me acompañaba, me miraba con pena a mí. Un auto se estaciono frente al de Natsu y dos hombres se bajaron de este, uno tenía el pelo corto y oscuro, una cicatriz adornaba su frente, me causo algo de temor, el otro hombre tenía el pelo largo, era alto y moreno, me miro, en su rostro vi indiferencia, sus ojos color rojos estaban posados en mí y eso me incomodaba, pero no me miraba como los demás niños de mi escuela ni como los profesores, solo me miraba de manera indiferente, se apoyó en la puerta del auto mientras el otro joven se acercaba a nosotros.
-Señorita Lucy, hemos venido por usted- dijo muy amablemente con una sonrisa en su rostro
-¡Gray! Qué bueno que estas aquí, mira, mira es Natsu- el joven miro a Natsu y su sonrisa se amplio
-Cabeza de flama, que bueno verte ¿Qué haces por aquí?- dijo mientras Lucy tomaba la mano del joven de cabello oscuro mientras sonreía sin dejar de mirar a Natsu, yo cada vez estaba más confundida, mire nuevamente hacia el otro auto y el joven de ojos escarlata me seguía mirando, me atemorizo un poco y sin poder evitarlo me sujete de la chaqueta de Natsu.
Natsu me miro con ternura y puso su mano sobre mi cabeza- Vine a buscar a la hija de mi jefe, creo que hoy tendremos que hablar- dijo y Gray pareció entender a lo que Natsu se refería porque puso un rostro algo incomodo
-Bueno entonces nosotros nos retiramos- dijo el joven de cabello oscuro
-Nos vemos pronto Levy, adiós Natsu- se despidió mi compañera animadamente. Al llegar a su coche el joven de cabello largo le abrió la puerta y la ayudo a subir, no me fije cuanto tiempo me quede mirándolo pero al parecer fue bastante ya que Natsu tuvo que llamar mi atención
-¿Nos vamos ya?- dijo, lo mire avergonzada para luego volver a mirar al joven de cabello negro y largo, me miraba con una sonrisa burlona en su rostro, me molesto y me avergonzó, desvié la mirada y subí al coche sin mirar a Natsu, No hablamos nada la mayor parte del trayecto de vuelta a casa, se notaba incómodo y me miraba de vez en cuando por el retrovisor –Levy yo…-
-¿Sabes que es Fairy Tail?- lo interrumpí, el silencio se hizo presente, parecía estar pensando en algo, lo presione más- Lo sabes… ¿No es así?-
Suspiro con pesadez –Lo se…-
-Mi familia pertenece a esa "familia"- pregunte con mi voz algo rota, no sabía si quería escuchar la respuesta, pero si era así… eso explicaría el como todos me miran
-Levy no sé si yo…-
-Mi familia… ¿Mi familia pertenece a la mafia?- una lagrima recorrió mi mejilla hasta caer en mi mano que reposaba sobre mi regazo. No me miro, su vista estaba fija en el camino, no sé qué estaría pasando por su mente en ese momento pero se notaba que estaba pensando muchas cosas con respecto a lo que yo le pregunte, seguramente no sabía si debía contarme o no –Natsu-oniisan- dije en un susurro en forma de suplica
-Así es señorita Levy- dijo sin despegar su vista del frente. Habíamos llegado a mi hogar, baje rápidamente del auto entrando a mi casa -¡Levy!- lo escuche gritar mi nombre y salir del auto para seguirme. Ente a la casa, mi madre me vio pasar con el rostro lleno de lágrimas
-Levy- volvió a repetir entrando a la casa encontrándose con mi madre. Lo ignore y subí a mi habitación, escuche a mi madre preguntarle que sucedía, al parecer mi padre también se encontraba en casa puesto que lo escuche gritarle a Natsu preguntándole si me había hecho daño. No escuche más, me metí a mi cama y no quise salir de ahí, me sentía protegida por las mantas de mi cama. Ahora entendía el comportamiento de los niños de mi escuela, en la antigua nadie me molestaba, tampoco me ignoraban, pero no se me acercaban mucho, de vez en cuando compartían conmigo, pero ninguno se daba el tiempo de conocerme, eso era porque me tenían miedo, si me trataban mal seguramente creían que les mandaría a hacer daño a sus familias o algo parecido, eso explica todas las miradas que caían sobre mi hoy en la escuela, eso explica porque me sentía sola, el porque vivo donde vivo y tengo lo que tengo, los hombres vestidos de negro que siempre están por mi casa…, esto lo explica todo.
-Hija- escuche a mi padre entrar a la habitación, no respondí- tenemos que hablar- En ese momento mi padre me explico todo. Ellos formaban parte de la mafia, dentro de un grupo llamado "Fairy Tail", dijo que en algún momento lo debía saber pero que creía que era muy pequeña aun para entender. Formar parte de la mafia era algo que en ese momento siendo tan pequeña encontraba lo peor del mundo, no me había criado para eso, seguramente a Lucy si, seguramente ella creció en este mundo, yo no, a mí me lo habían ocultado, mi padre no quería que yo estuviese dentro de ese mundo, peligroso y arriesgado, pero una cosa comprendí, la familia es la familia, y sean lo que sean mis padres yo los quiero, si ellos pertenecen a ese mundo yo también quiero estar a su lado.
Pasaron 7 años, había comprendido que el mundo no era tan pacífico y hermoso como yo creía cuando era una niña, seguramente hubiese tenido una vida completamente distinta a la que tengo ahora si no me hubiera enterado de nada, pero pertenezco a una de las familias más poderosas de esta ciudad, al principio tuve miedo, pero, aunque no lo quisiera admitir, era excitante toda la adrenalina que sentía, aprendí a vivir con las miradas sobre mí, aprendí muchas cosas que ahora me parecen fascinantes dentro de este mundo, pero no por eso dejas de ser arriesgadas .
Los hombres de mi padre habían llegado a mi casa, se dirigían a la oficina de mi padre, se habían ido a encargar de unos prestamistas que estaban actuando dentro del territorio de mi familia. Yo me encontraba en la sala principal leyendo uno de mis muchos libros cuando los sentí pasar, no les dirigí la mirada más que nada porque estaba pegada en mi libro.
-¡Levy!- dijo emocionado Natsu entrando en la sala y sentándose en mi lado
-Natsu ¿Cómo les fue?- pregunte con una sonrisa en mi rostro
-Nos encargamos de ellos sin ningún problema- respondió Gray. Mire al joven de ojos rojos que se encontraba detrás de ellos, me estaba mirando, rápidamente desvié la mirada algo incomoda
-Es verdad, sinceramente pensé que nos demoraríamos más, pero el jefe de ellos no opuso resistencia para retirarse de nuestro territorio- comento Natsu
-Eran unos cobardes- agrego Gajeel con una sonrisa de superioridad, siempre ponía esa sonrisa cuando hablaba de los trabajos que le encargaban. Me pregunto si alguna vez habrá salido lastimado en alguno de sus trabajos, de nuevo me había quedado mirándolo mucho tiempo sin darme cuenta
-Bueno iremos a avisarle a tu padre como ha salido todo- dijo Gray saliendo de la habitación seguido de Natsu
-Nos vemos- se despidió Natsu, fue cuando me di cuenta que estaba mirando a Gajeel, desvié la mirada nuevamente. Él no se había ido de la habitación, me pare de mi lugar y fui a dejar el libro a su sitio
-¿Por qué siempre me miras tanto enana? ¿Te doy miedo?- pregunto, ahí estaba de nuevo su sonrisa arrogante, como la odiaba cuando la utilizaba conmigo
-Ya te he dicho que no me llames enana- me molestaba que usara esos apodos conmigo, disfrutaba molestarme, lo sé, por esa sonrisa que estaba dibujada en su rostro en ese momento, el solo rio
-Bueno… camarón- dijo en tono de burla
Mis mejillas se pusieron rojas, así es como me decía mi papa cuando era pequeña – ¡Gajeel!- el rio más fuerte
-Gihi- se acercó a mí y se cruzó de brazos- es tan divertido molestarte- vi en su rostro una sonrisa, pero no era la de siempre, no era la arrogante sino una más tierna, puso su mano sobre mi cabeza y me despeino – Bueno enana me voy, aun debo trabajar- dijo sacándome la lengua y dándose la vuelta
-Que infantil eres- dije para mí, pero al parecer el escucho
-Estando al lado de un bebé si, generalmente soy infantil con los niños pequeños- nuevamente esa sonrisa, cuanto me molestaba
-No soy un bebé- ahora yo sonaba un poco más segura al hablar, es verdad, si bien Gajeel me conoció siendo pequeña, ya no era más un bebé, no era más una niña pequeña
-Pues lo pareces-
-No lo soy, ya tengo 17 años y pronto cumpliré los 18 así que debes respetarme- ahora que lo pensaba, no tenía la idea de cuantos años tenía Gajeel, de la primera vez que lo vi yendo a buscar a Lucy no ha cambiado mucho
-Sigues siendo un bebé enana- dijo y siguió su camino a la salida
-Pues tú actúas como uno- dije cruzándome de brazos, esta vez no perdería contra él, sabía que era fácil provocarlo, tengo muchas oportunidades de molestarlo. Él se giró y se acercó a mi imponiendo su gran altura, ahora entiendo porque siempre termino perdiendo contra alguien como él, me intimida, aunque no quiera admitirlo
-¿Yo? ¿Un bebé?- dijo acercándose más a mí, yo retrocedí unos pasos -¿Quién es la que se asusta cuando la quedo mirando?- dio un paso más, yo retrocedí otro
-Era pequeña… y no dejabas de mirarme… no te conocía… parecías peligroso…- no pensaba que aún se acordaría de la vez que me protegí en Natsu cuando sentí su mirada sobre la mía el día que fue a buscar a Lucy a la escuela
-Entonces… ¿Parezco peligroso?- no era eso lo que le quise insinuar, cuando era pequeña si me intimido su mirada, y había veces que aún lo hacía, más cuando se enojaba -¿Te doy miedo señorita Levy?- dijo dando otro paso hacia mí, yo retrocedí aún más tropezando con el sofá en el cual me encontraba antes leyendo, por reflejo me agarre de la chaqueta que llevaba Gajeel haciendo que perdiera el equilibrio y cayera sobre mí en el sofá, sentir su peso sobre el mío me puso nerviosa, muy nerviosa, no sabía que pensar ni decir, mi corazón se aceleró, seguramente por lo incomodo de la situación, si, debía ser por eso. Gajeel al instante puso sus dos brazos al costado del sofá para no aplastarme - ¿Te encuentras bien enana?- su rostro estaba frente al mío, mis ojos estaban fijos en su murada, el me miro con un rostro confundido –Hey ¿estás bien? ¿Te golpeaste con el respaldo del sofá?-
Sentir su aliento sobre mi cara hizo que el pulso se me acelerara aún más podía sentir mi corazón latir –está muy cerca- pensé en ese momento, de repente escuche la voz de Natsu y Gray viniendo por el pasillo, por un acto reflejo me levante chocando mi frente con la de Gajeel
Ambos gritamos por el dolor del golpe, Gajeel se sentó en el sofá quejándose por el dolor y sujetando su frente con una mano, yo hice lo mismo, solo que me levante del sofá y comencé a caminar por la sala esperando que de esa forma el dolor se me pasara tocando mi frente con ambas manos -¿Qué paso aquí?- pregunto Gray entrando al lugar, seguramente se encontraba confundido
-Gajeel me golpeo- dije en forma de venganza por haberme dicho enana
-¡¿Qué?! Yo no…- intentaba explicar la situación
-Bastardo- dijo Natsu tomándolo por la espalda haciéndole una llave. No pude evitar reír al verlo de esa forma
Gray rio por la escena -¿Ya estaban peleando? ¿Verdad?- pregunto mirándome. Gray me conocía bien, sabía que si encontraba alguna oportunidad para vengarme de Gajeel la utilizaría sin dudar
-Él me estaba molestando- respondí cruzándome de brazos
-Tu eres la que es fácil de provocar- respondió semiinconsciente Gajeel cuando fue soltado por Natsu a quien le pego un empujón por haberlo ahorcado el cual solo le respondió riendo- Deberías respetar a tus mayores- dijo bufando
-Solo eres un poco mayor que yo- dije mirándolo retadoramente- y algún día terminaras trabajando para mi
-Primero que todo, tengo 27 años, soy mayor que tú por 10 años, me debes respeto y segundo trabajo para tu padre no para ti niña- me respondió retadoramente
-Bien, bien- dijo Gray rompiendo la tensión- ¿No pueden estar 5 minutos sin discutir?, y tu Gajeel, es la hija de tu jefe, no busques problemas- En ese momento sonó mi celular
-Oh, es Lucy- dije llamando la atención de Natsu quien me miro enseguida –Hola, si ¿Qué pasa? ¿Natsu? Si está conmigo, mmm… si, estaba con mi padre hace un rato, ok, le diré, está bien, nos vemos pronto- colgué el teléfono y Natsu me miraba esperando que le dijese algo- Lucy dice que te necesita, ira a una reunión de negocios y necesita un guardaespaldas, te llamo a ti pero no respondiste- Lucy se encargaba de algunos de los negocios de su familia, al igual como lo hacían los hombres de mi padre, yo no iba nunca porque mi padre no quería que me involucrara en cosas peligrosas, en ese sentido envidiaba un poco a Lucy, decían que ella era fuerte y muy habilidosa y por tanto respetada. En cambio a mí me veían como a alguien que debían cuidar en todo momento, alguien delicada, está bien, no era tan fuerte como Lucy, pero no me agradaba tener que depender de tanta gente y que cuidasen tanto de mí.
-Bien, iré enseguida- dicho esto Natsu desapareció de la habitación. Yo igual me retire del lugar sin decirle a nadie, fui al jardín y me senté en un columpio que colgaba de uno de los árboles.
Quería mucho a Lucy, desde el primer día de clases estuvo conmigo apoyándome y ayudándome a superar la escuela, de ella aprendí muchas cosas, pero me deprimía un poco que ella perteneciese al mismo mundo que el de todos los que me rodeaban, me sentía un poco excluida además de débil, suspire con pesadez- ¿Qué pasa enana?- Gajeel apareció a mi espalda y me dio un poco de vuelo haciendo que el columpio se moviese, una risa nostálgica escapo de mis labios, siempre que me sentía deprimida cuando era más pequeña venía a este lugar, casi siempre era porque él me molestaba, otras por sentirme distinta y Gajeel siempre aparecía y me daba empujones en la espalda haciendo que el columpio comenzara a moverse, cada vez más rápido haciéndome gritar y luego reír junto a él, esta vez fue mucho más delicado
-No lo sé- le respondí con la mirada en el suelo- hay veces que siento que mi padre me excluye de esta familia, me siento tan distinta todos ustedes, más débil, más lejana- Gajeel estaba a mi espalda, me daba suaves empujones haciendo vaivén con el balancín
-Eso no es cierta pequeña- dijo con una voz suave, no eres débil, no eres distinta y definitivamente formas parte de esta familia-
-Pero sigo estando lejana a ustedes- mi voz sonaba apagada, creo que quería llorar, pero no lo iba a hacer en ese momento, no en frente de Gajeel, ya me había visto llorar muchas veces cuando era pequeña por cosas sin sentido, si me veía llorar ahora diría que soy una bebé- Mi padre me quiere alejar de su mundo- sentí una lagrima recorrer mi mejilla y posteriormente la mano de Gajeel sobre esta, limpiándola de mi rostro, se puso frente mío deteniendo el movimiento del columpio
-Tu padre solo quiere lo mejor para ti, no quiere que pertenezcas a algo tan peligroso, él quiere tu protección, no te alejara de este mundo ni de la familia, solo evitara que corras peligro, crecerás sabiendo de este mundo, sabiendo lo que pasa, pero no involucrándote directamente en los asuntos de los cuales nosotros nos encargamos, no quiere que te ensucies las manos, tu crecerás dentro de este negocio y seguramente te casara con un hombre respetable de la familia- su rostro se tensó cuando dijo aquellas palabras- tendrás hijos y vivirás tu vida sin que tengas que pasar por momentos amargos- no entendía la expresión de su rostro, era una mezcla de angustia y molestia
-Si mi padre me aleja de lo que significa pertenecer a la familia también me aleja de ti- no pensé en lo que había dicho, solo lo dije, el significaba mucho para mí, ha estado desde que era pequeña a mi lado, acompañándome siempre, molestándome, haciéndome reír, perteneciendo a mi mundo, pude notar en el rostro de Gajeel un poco de sorpresa, mis mejillas las sentí calientes, aún estaba la mano de Gajeel sobre mi rostro. No entendía lo que pasaba, sentía como si el tiempo se hubiese detenido, veía a Gajeel frente mío mirándome con asombro, su rostro se acercó lentamente al mío, pude sentir su respiración sobre mi cara, el solo me miraba a los ojos mientras se acercaba a mí, cuando estuvo más cerca, por instinto cerré los ojos, no sentí nada, no pasaba nada -¿me estaba mirando?- iba a abrir los ojos cuando sentí como Gajeel me daba un golpe en la frente con su dedo
-Aun eres muy pequeña para entender lo que tu padre está haciendo por ti- dijo dedicándome una sonrisa- pero déjame prometerte una cosa, jamás te alejaran de mí, yo trabajo para tu padre y también estoy encargado de tu seguridad, te protegeré siempre- diciendo esto se retiró del lugar, dejándome sin entender lo que acababa de suceder y con el corazón latiendo fuertemente.
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Hola a todos, espero que les haya gustado esta historia, está recién empezando, se podría decir que es un prólogo bastante largo para introducirlos un poco en el mundo de Levy xd
En fin, espero que haya sido de su agrado. Y para los que conocen mi otra historia ("Cuando te conocí") les pido disculpas por no poder subir el otro capítulo, están arreglando mi computadora y todos los avances de esa historia los tengo en esa computadora no en esta lo siento mucho :s
Bueno, volviendo a esta, realmente espero que les haya gustado, sino espero sus opiniones, recomendaciones, etc. Nos estamos viendo pronto, intentare subir luego el próximo capitulo
Saludos
