Bueno, esta es una historia que surgió después de leer un one-shoot de Artemisgirl (feminity, a quien le interese) y gracias a no haber dormido bien en más de una semana.

Ya saben, pero lo repito: Death note es propiedad de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, yo sólo tomé los personajes y los distorsioné un poquito.


Se estaba retorciendo en su asiento, literalmente.

Los dolores parecían estar acrecentándose con cada segundo que pasaba, y no tenía ni idea de cómo iba a hacer para pedirle a Watari una mendiga pastilla, aunque estaba planeando enviarle un mensaje de texto, uno muy disimulado, para que se la disolviera en el próximo té que le sirviera; sería completamente estúpido de su parte irse a pedirla personalmente, sobretodo porque tenía a alguien que inevitablemente le seguiría por el jalón que le daría con la cadena.

Ahora bien, no se explicaba del todo como había logrado que Yagami Light no se diera cuenta de nada, si desde hacía dos días que andaba con un humor de perros que ni siquiera las cantidades industriales de chocolate que consumía lograban atenuar, con dolores cada dos segundos, y con un pequeño problema que era más observable que los anteriores.

Suspiró, y medio observó su reflejo cansado en las pantallas del computador.

Por el aspecto no tenía que preocuparse; sus facciones no denotaban nada, las ropas que usaba cubrían todo lo que quería que cubriera, y su comportamiento no dejaba ni entrever la verdad, sin duda, en eso sí tenía suerte, o, en este particular caso, cerebro, y mucho.

Se llevó inconscientemente un dedo a los labios, pensando en que tal vez, sólo tal vez, debía descansar un poco, decirle a Yagami que era suficiente lo que habían hecho en el día no estaba de más, pero la verdad, no deseaba usar el modificador de voz que últimamente le había estado dañando la garganta. Otra cosa con la que tendría que molestar a Watari, cuando todo lo de la cadena terminara.

Maldito el momento en el que había decidido implantarse tan demoniaco aparato.

L cerró los ojos por un instante, intentando recordar cuando se le había ocurrido semejante idea.

Si mal no estaba, y dudaba caer en un error tan básico, fue cuando encontró, por casualidad, una breve reseña sobre las mujeres que habían entrado a la iglesia camufladas como hombres, para poder acceder al conocimiento, y al reconocimiento, del que los varones podían hacerse, sin ser discriminadas por ser homocigotas en el par veintitrés.

Aprovechó entonces que no estuviera en la edad media, y se hizo cargo de todo lo que podía dejarle al descubierto.

Seguía sorprendiéndose de que ni siquiera en Wammy´s house se hubieran dado cuenta, y de que sólo Watari supiera del secreto que tan bien escondido tenía.

"Elle" viene del francés "ella" ¿Por qué nadie se había dado cuenta?


Lo siento, quedó raro, lo advertí al comienzo, sólo que siempre me intrigó el significado de "Elle" (¡¿eso es un nombre de hombre?!)