Beyblade no me pertenece, y tampoco me pertenecen sus personajes.

Hace dos días, mi mejor amigo y yo, caminabas por la playa, era una noche de luna llena, hablábamos tranquilamente, hasta que nos sentamos en la arena para descansar, entonces las vimos, dos sirenas un tenía una preciosa color rosa, tenía el pelo castaño corto y ojos celestes. La otra, tenía la cola azul, su pelo también era azul, y sus ojos azules como el mar. Los dos nos quedamos quietos, o más bien admirándolas. Nunca vimos algo tan hermoso, ellas no se dieron cuenta de nuestra presencia, cantaban una hermosa canción al mismo compas. Era como si lo hubiesen practicado, su voz era hermosa, pero cuando nos vieron se fueron de allí. Desde entonces hemos estado yendo a la playa por la noche, buscándolas, pero no las encontramos, por suerte mi mejor amigo Ryuga vive al lado del mar, y ya me he quedado dos días a dormir en su casa, en busca de las sirenas, pero no tenemos suerte. Hoy Ryuga tenía universidad por la noche, así que no puede ayudarme a buscarlas, así que tendré que ir solo. Mientras camino mirando el mar, la veo esa sirena de cola rosa, pelo castaño y ojos azules. Ella me vio pero esta vez, no ha huido, más bien se me quedo mirando fijamente a los ojos entonces, le empecé a hablar.

-Hola ¿cómo te llamas?-Le pregunto emocionado al ver que no huye.

-Me llamo Madoka ¿Y tú?-Me pregunta Madoka, un poco temerosa.

-Yo soy Ginga, Madoka es un lindo nombre.-Le digo a Madoka mucho mas emocionado.

-Ginga también es lindo.-Me responde un poco roja, yo me acerco hasta la orilla poco a poco, porque no la quiero asustar.

-¿Enserio? No pensé que fuese lindo, oye como se llama la otra sirena que estaba contigo, es que un amigo y yo, os estábamos buscando para hablar.-Le digo a Madoka muy emocionado.

-Se llama Hikaru, Ginga me tengo que ir, mañana volveré con Hikaru a esta hora, os estaremos esperando.-Me dice Madoka y se va de allí, yo me quede un rato mirando el mar, hasta que decidí irme a la casa de Ryuga, para ver si estaba, cuando llame a la puerta me abrió su hermana gemelo Ryuto. Este me hizo pasar casi obligado, una vez dentro Ryuto me dio algo para comer, y al rato llego Ryuga. Este se extraño al verme, pero no dijo nada solo dejo su mochila en el cuarto y se sentó en el sofá.

-Ryuga, la he visto.-Le digo a Ryuga muy emocionado.

-¿El que has visto?-Me pregunta Ryuga medio dormido.

-A la sirena.-Le digo a Ryuga, y se sorprende al oír que había visto a la sirena.

-¿Cómo se llama?-Me pregunta Ryuga interesado.

-La de pelo castaño, Madoka y la otra Hikaru, dice que mañana, vayamos a la playa a la misma hora que fui hoy.-Le digo a Ryuga, aun emocionado, recordando la pequeña conversación que tuve con Madoka. Pero me doy cuenta de que Ryuga, se ha quedado dormido en el sofá, lo muevo para ver si se despierta, pero no se despierta, bueno lleva desde las nueve de la noche en la universidad, y ya son las cinco de la mañana. Así que me despido de Ryuto y me voy a mi casa, entro sin hacer ruido, porque si mi padre se entera, que llevo desde las once de la noche fuera de casa, de seguro me castiga. Una vez dentro cierro la puerta con cuidado y me dirijo a mi habitación, allí me tumbo en la cama y me duermo. Me desperté sobre las diez de la mañana, mi padre ya estaba despierto, me estaba preparando el desayuno, de mientras yo me fui a duchar. Cuando salí del baño, ya vestido, me fui a desayunar. Cuando acabe de desayunar, Ryuga, Ryuto y Dei-shan. Me vinieron a buscar, para irnos a dar una vuelta, los cuatro hablábamos alegremente, ya que nos llevábamos muy bien, fuimos a comer a casa de Dei-shan ya que mi padre se fue a trabajar, y Ryuga y Ryuto vivían solos, así que no nos dirían nada. Despues de comer quedamos los cuatro en la playa a las doce de la noche. Cuando llegue a casa, empecé a ordenar un poco la habitación, ya que me había ido sin ordenarla. Cuando acabo de ordenarla viene mi padre, que me saluda muy alegre, y me dice que unos amigos suyos irían a cenar a casa. Y eso era un problema, porque no podría ir a ver a Madoka, así que me puse a idear un plan para poder ir a verla. Pero me tengo que escapar sin que mi padre se dé cuenta. Me encerré en mi cuarto toda la tarde, para poder idear el plan tranquilamente, ya eran las nueve de la noche, los invitados habían llegado, sobre las diez cenamos. Cuando acabamos de cenar yo, logre escaparme por la ventana, sin que me viesen. Cuando llegue a la playa ya eran las doce, allí me esperaban mis amigos. Y las sirenas, pero habían cuatro, eso fue lo que me sorprendió.

-Ginga, llegas un poco tarde.-Me replica Ryuto, ya que para él es muy importante la puntualidad.

-Lo siento, teníamos invitados y me tuve que escapar por la ventana.-Le digo a Ryuto disculpándome.

-Bueno eso no importa ahora, Madoka trajo a unas amigas, para que las conociéramos.-Me dice Ryuga.

-Ya veo.-Le respondo a Ryuga mirando, a las demás sirenas.

-Ginga estas son mis amigas, ella es Hikaru, esta es Motty y ella es Mei-Mei.-Me dice Madoka presentándome a las demás sirenas.


-Bueno, espero que les haya gustado este primer capítulo, aparte de que este fic se lo prometí a una persona. Sugerencias, ayuda para ser mejor escritora, amenazas de muerte, tomatazos…Todo eso va para mi la autora, bueno nos vemos en el siguiente capitulo adiós.