Disclaimer: Los personajes y el potterverso pertenecen a J.K Rowling.
Este fic participa en el minireto de mayo para "La Copa de las Casas" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Primera cita
Goyle entró con lentitud en el bar, que a esas horas ya estaba casi vacío, y se acercó con nerviosismo a la barra.
Dos señores mayores, que ya iban por su sexto vino, se giraron para mirarlo, y es que su aspecto llamaba un poco la atención. Vestía sencillamente, con unos vaqueros y un jersey azul marino, adornado por una corbata de color rojo. Su pelo engominado estaba peinado de lado y en su mano derecha sujetaba un ramo de rosas rojas.
— ¿Lo de siempre, no?— la camarera una mujer joven con acento extranjero se había acercado a atenderle.
—Sí, por favor.
Con un movimiento ágil la muchacha cogió una botella de whisky y vertió su contenido generosamente sobre un vaso de tubo.
— Te veo muy elegante, ya me contaras que piensas hacer esta noche—le guiño un ojo y le acercó la bebida.
Goyle azorado miro al suelo, iba a empezar a hablar, pero al final se lo pensó dos veces apuró su copa y salió del lugar con dos amplias zancadas, dejando en la barra el ramo de flores.
La camarera desconcertada las cogió y leyó la tarjeta.
"Gracias por todo lo que has hecho por mí estos meses. Creo que ya no podría vivir sin ti. Te quiero mucho Flavia".
Con una sonrisa lastimera, la mujer apuró el cierre del bar, arrastrando a la salida a dos viejos borrachos.
Cuando por fin pudo salir a la calle, miro en todas las direcciones en busca de Goyle, lo conocía bien y sabía que no se habría alejado demasiado.
Efectivamente, lo encontró apoyado en un soportal con la vista clavada en el horizonte.
—Gracias por las flores, las he dejado en un jarrón con agua para que no se estropeen.
Goyle enrojeció, pero no dijo nada.
—La tarjeta era muy bonita.
—Es lo que siento—murmuró aunque ya sé que tú…
La muchacha le puso el dedo índice en la boca y le hizo callar, acercó sus labios a la oreja de su interlocutor y muy despacito susurró.
— ¿Así es como piensas conquistarme? ¿Con un ramo de rosas en un bar de mala muerte?
—No se me da muy bien esto, nunca me había gustado ninguna chica.
—Un honor ser la primera, pero eso no es excusa. Eres mago, aprovéchalo. Hay miles de lugares que me gustaría conocer.
Goyle la cogió de la mano y los dos se desaparecieron.
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He odiado el límite de palabras, tengo una historia creada para estos dos, y aunque aquí solo quería plasmar un momento me ha costado mucho ajustarme.
Algún día escribiré un dic más largo sobre estos dos. Pueden comentar lo que quieran
