La leyenda del busca digimons ¡Sin cabeza! (lo de sin cabeza es broma)
por: Alvaro Sanchez
Capítulo 1.- La llegada al baño...
Taichi era un joven delgado de apariencia mas bien infantil
pero un poco atlética.
Nadie podía adivinar en él el valor y fuerza suficientes para
salvar dos mundos.
Su padre le esperaba afuera de la cancha de futbol soccer,
abstraído y con la mirada perdida en el tumulto de padres que se había
hecho.
Por fin, de entre el montón de cansados y alegres muchachos,
salió a la vista Taichi, con la ropa de práctica sucia de tierra y
gruesas gotas de sudor corriendo por su frente.
- Mira que sucio estás- dijo su padre, el Sr Yagami- será mejor que
vayamos a casa a que te dés un baño.
- Si papá- asintió, después de todo, que mejor premio que la comodidad
de su casa, terminada una agotadora tarde de prácticas. De pronto vió a
Sora, una jovencita que también estaba en su equipo- papá, ¿te molesta
si voy a hablar con Sora un segundo?
- No, pero apúrate, porque tengo que pasar a recoger a tu madre y ella
no es tan paciente como yo.
-Si papá- después de todo lo que necesitaba decirle solo abarcaba dos
palabras... mismas que no mencionaría nunca, pensó.- Claro está- dijo
en voz baja y más para sus adentros- no hay duda que lo nuestro no
tiene futuro...
- Tai- dijo una simpática muchacha algo mas baja que Taichi, de pelo
castaño claro y de ojos del mismo color- espero que no haya rencores...
Eso le había recordado a Taichi la razón por la que dejaron de
hablar el resto del día, en el comienzo de la práctica Sora había
lesionado gravemente a Taichi y ella, creyendo que él no la había
perdonado se escondió de él el resto de la práctica.
- Claro que no- apuro en decirle Taichi- no tiene importancia.
En realidad, el había creído que Sora lo había hecho a
propósito al principio, puesto que estaban en equipos diferentes
durante la práctica. Pero, al ver el sufrimiento de Sora pasado el
incidente, se convenció de que no, y lo había ya olvidado hasta ese
instante.
Mientras su padre se había vuelto a abstraer en el continuo
balbuceo de la gente.
- No es que quiera fama y fortuna- pensó- es que a veces siento que la
gente se ha olvidado que mi hijo- siguió pensando mientras miraba a un
sudoroso pero sonriente Taichi- estaba dispuesto a sacrificar su vida
con tal de salvarlos- ahora miraba a su sonriente amiga, ella también
había estado allí...- así es la gente, un día sales en la televisión en
transmición a nivel mundial traduciendo tu voz a 45 idiomas, y al día
siguiente se han olvidado de ti...
A Taichi la felicidad lo inundaba a pesar de todo, y no le
incomodaba ser olvidado, como decía su padre, sino que tenía una
sonrisa imborrable, misma que duraba desde el día que se entero que
Sora comenzaba de nuevo a practicar el soccer, aunque dejando tiempo
también al tenis, deporte en el que era ya bastante experta, pero que
había dejado de lado por un tiempo mientras se recuperaba de una
fractura de su brazo.
Taichi se apresuró en despedirse de Sora, y corrió al lado de
su padre, que para ahora estaba algo inquieto e impaciente, en vista
del tiempo que le había tomado balbucear con el rostro sonrojado un
adios a Sora. Taichi se fue junto con su padre a recoger a su madre
para irse después a su casa.
-----------------------------------------------------------------------
Si Taichi y su padre hubieran puesto mayor atención a lo que
pasaba en medio de la multitud se habrían dado cuenta que en medio de
toda la gente hablando había una persona que no sostenía una
conversación más que con un grueso y desgastado libro de apuntes, el
cual se había convertido en su amigo más cercano desde hacía más de dos
años...
-----------------------------------------------------------------------
-¡Tai!- dijo Hikari al ver a su hermano llegar.
- Kari, como estás- dijo Taichi que ya estaba más repuesto- ¿llegaste
temprano?
- No, lo que pasa es que TK tenía algo que hacer y no vino...- en ese
momento, y en frente de todos, se le escapó un suspiro, profundo, como
de alguien que extraña la compañia de alguien...
- Mira mamá, ¡¡¡Kari está enamorada de TK!!!- dijo en tono burlon
Taichi, después de todo, ya había recuperado su humor.
- Hijo no digas esas cosas- dijo la señora Yagami con un tono como de
regaño, pero, en realidad le asustaba la idea de que fuera cierto, de
que su pequeña niña ya esté enamorada, y peor de Takeru, puesto que con
él habían pasado tantas cosas que se sentiría muy unida a él y... no
quería ni pensarlo.
Hikari no dijo nada al respecto, lo que aterrorizó aún más a la
señora Yagami, ¿sería su hija victima de un patán?, ¿estaría enfrente
de su primer amor?, esas dudas acosaban a la señora Yagami mientras se
dirigía de vuelta a su habitación.
- Tai, ¡como pudiste decir eso!- Hikari no parecía enojada, sino
preocupada- sabes lo delicada que es mamá respecto a ese tema, y tú
vienes a levantarle sospechas...
- ¿Sospechas fundadas o infundadas?- Taichi nunca había esquivado la
oportunidad de indagar sobre algo, esta no sería la exepción...
- Tai... mejor hablemos mañana, que hoy tienes un olor terrible...-
cambió de tema de forma tan acertada que Taichi apresuró a defenderse,
olvidandose inmediatamente del asunto.
- Oh si, se me olvido que tenía que tomar una ducha al llegar- se fué
corriendo al baño mientras le gritaba a su madre- mamá ¿a qué hora
estará la cena?
- Dentro de 1 hora Tai!!- le gritó su madre.
- Está bién mamá, si alguien me llama dile que estoy en la ducha.
- Asegurate de lavarte bien, creo que hoy tendremos visitas.
- Si, mamá- entonces pensó- ¿quién podrá ser? no hay ningún amigo de
mis padres en la ciudad.
- Si...- siguió pensando mientras se desnudaba para entrar en la ducha-
a ellos les pagaron bién para que concedieran entrevistas a los
medios...
Y es que, era para no creerlo, la gente que solo le habia visto
una vez, en alguna fiesta de sus padres o le habían mostrado fotos de
ellos, ahora son peritos en el tema de los niños elegidos...
- No- siguió pensando, de pronto algo lo asusto, lo asusto
tremendamente, y, con los ojos desorbitados, murmuro todavía extrañado-
no es posible...- a Taichi la sorpresa lo había tomado bastante
desprevenido...
Allí, en una esquina de su baño, tapándose los ojos, estaba
Mimi, que en cuanto notó que Taichi se tapaba con una toalla y
apresuradamente se aproximaba para disculparse, alargó su tembloroso
brazo con un pequeño papel amarillento. Taichi, que primero se sintió
un poco intimidado por la presencia de la bella señorita, luego recobró
un poco el valor al recordar que él no era el culpable de nada, puesto
que ella estaba en su baño y nadie le había dicho de su presencia.
- ¡Por qué nadie me dijo que...
En ese instante Mimi le tapó la boca.
- Shhh... no saben que estoy aquí, vine desde América, tenía que
decirles de la leyenda...
- Mimi, sal en silencio, entra en mi cuarto y espérame allí, no estoy
en condiciones para escucharte ahora...
Mimi no siguió hablando y salió en silencio del baño. Taichi se
quedó tremendamente intrigado, no solo por la presencia de su amiga en
su casa, si no por que ella, como había dicho, estaba en América, era
cierto que ahora se podían transportar al digimundo y, por medio de
este, a Japón, pero ¿como había llegado hasta su baño? ¿qué era todo
eso de la leyenda?, ¿tendría esto que ver algo con el digimundo?, todo
en su mente apuntaba a que sí, por que si no hubiese sido así, Mimi no
hubiese acudido a Taichi, estando él tan lejos de ella.
"Vine desde América, tenía que decirles de la leyenda..."
Taichi, después de tomar rápidamente un baño, se dirigio
silenciosamente a su cuarto.
_______________________________________________________________________
Bueno, este fic lo tenía desde que hacía el capítulo 3 de mi fic
"Querida Mimi" (allá por septiembre u octubre del año pasado, 2001),
pero me había atascado en una parte por asuntos de tiempo e
inspiración. Ahora que le he pensado hasta el capítulo 3, mas o menos,
ya irán llegando los demas con regularidad. El siguiente capítulo se
titula: "La confesión de Mimi". Esperando que este, como el próximo,
les gusten me despido.
Alvaro Sanchez Y.
Pd: Se me olvidó, si ven algo que no les gusta o tienen algún
comentario, escribanme a: alssus@hotmail.com
por: Alvaro Sanchez
Capítulo 1.- La llegada al baño...
Taichi era un joven delgado de apariencia mas bien infantil
pero un poco atlética.
Nadie podía adivinar en él el valor y fuerza suficientes para
salvar dos mundos.
Su padre le esperaba afuera de la cancha de futbol soccer,
abstraído y con la mirada perdida en el tumulto de padres que se había
hecho.
Por fin, de entre el montón de cansados y alegres muchachos,
salió a la vista Taichi, con la ropa de práctica sucia de tierra y
gruesas gotas de sudor corriendo por su frente.
- Mira que sucio estás- dijo su padre, el Sr Yagami- será mejor que
vayamos a casa a que te dés un baño.
- Si papá- asintió, después de todo, que mejor premio que la comodidad
de su casa, terminada una agotadora tarde de prácticas. De pronto vió a
Sora, una jovencita que también estaba en su equipo- papá, ¿te molesta
si voy a hablar con Sora un segundo?
- No, pero apúrate, porque tengo que pasar a recoger a tu madre y ella
no es tan paciente como yo.
-Si papá- después de todo lo que necesitaba decirle solo abarcaba dos
palabras... mismas que no mencionaría nunca, pensó.- Claro está- dijo
en voz baja y más para sus adentros- no hay duda que lo nuestro no
tiene futuro...
- Tai- dijo una simpática muchacha algo mas baja que Taichi, de pelo
castaño claro y de ojos del mismo color- espero que no haya rencores...
Eso le había recordado a Taichi la razón por la que dejaron de
hablar el resto del día, en el comienzo de la práctica Sora había
lesionado gravemente a Taichi y ella, creyendo que él no la había
perdonado se escondió de él el resto de la práctica.
- Claro que no- apuro en decirle Taichi- no tiene importancia.
En realidad, el había creído que Sora lo había hecho a
propósito al principio, puesto que estaban en equipos diferentes
durante la práctica. Pero, al ver el sufrimiento de Sora pasado el
incidente, se convenció de que no, y lo había ya olvidado hasta ese
instante.
Mientras su padre se había vuelto a abstraer en el continuo
balbuceo de la gente.
- No es que quiera fama y fortuna- pensó- es que a veces siento que la
gente se ha olvidado que mi hijo- siguió pensando mientras miraba a un
sudoroso pero sonriente Taichi- estaba dispuesto a sacrificar su vida
con tal de salvarlos- ahora miraba a su sonriente amiga, ella también
había estado allí...- así es la gente, un día sales en la televisión en
transmición a nivel mundial traduciendo tu voz a 45 idiomas, y al día
siguiente se han olvidado de ti...
A Taichi la felicidad lo inundaba a pesar de todo, y no le
incomodaba ser olvidado, como decía su padre, sino que tenía una
sonrisa imborrable, misma que duraba desde el día que se entero que
Sora comenzaba de nuevo a practicar el soccer, aunque dejando tiempo
también al tenis, deporte en el que era ya bastante experta, pero que
había dejado de lado por un tiempo mientras se recuperaba de una
fractura de su brazo.
Taichi se apresuró en despedirse de Sora, y corrió al lado de
su padre, que para ahora estaba algo inquieto e impaciente, en vista
del tiempo que le había tomado balbucear con el rostro sonrojado un
adios a Sora. Taichi se fue junto con su padre a recoger a su madre
para irse después a su casa.
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Si Taichi y su padre hubieran puesto mayor atención a lo que
pasaba en medio de la multitud se habrían dado cuenta que en medio de
toda la gente hablando había una persona que no sostenía una
conversación más que con un grueso y desgastado libro de apuntes, el
cual se había convertido en su amigo más cercano desde hacía más de dos
años...
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-¡Tai!- dijo Hikari al ver a su hermano llegar.
- Kari, como estás- dijo Taichi que ya estaba más repuesto- ¿llegaste
temprano?
- No, lo que pasa es que TK tenía algo que hacer y no vino...- en ese
momento, y en frente de todos, se le escapó un suspiro, profundo, como
de alguien que extraña la compañia de alguien...
- Mira mamá, ¡¡¡Kari está enamorada de TK!!!- dijo en tono burlon
Taichi, después de todo, ya había recuperado su humor.
- Hijo no digas esas cosas- dijo la señora Yagami con un tono como de
regaño, pero, en realidad le asustaba la idea de que fuera cierto, de
que su pequeña niña ya esté enamorada, y peor de Takeru, puesto que con
él habían pasado tantas cosas que se sentiría muy unida a él y... no
quería ni pensarlo.
Hikari no dijo nada al respecto, lo que aterrorizó aún más a la
señora Yagami, ¿sería su hija victima de un patán?, ¿estaría enfrente
de su primer amor?, esas dudas acosaban a la señora Yagami mientras se
dirigía de vuelta a su habitación.
- Tai, ¡como pudiste decir eso!- Hikari no parecía enojada, sino
preocupada- sabes lo delicada que es mamá respecto a ese tema, y tú
vienes a levantarle sospechas...
- ¿Sospechas fundadas o infundadas?- Taichi nunca había esquivado la
oportunidad de indagar sobre algo, esta no sería la exepción...
- Tai... mejor hablemos mañana, que hoy tienes un olor terrible...-
cambió de tema de forma tan acertada que Taichi apresuró a defenderse,
olvidandose inmediatamente del asunto.
- Oh si, se me olvido que tenía que tomar una ducha al llegar- se fué
corriendo al baño mientras le gritaba a su madre- mamá ¿a qué hora
estará la cena?
- Dentro de 1 hora Tai!!- le gritó su madre.
- Está bién mamá, si alguien me llama dile que estoy en la ducha.
- Asegurate de lavarte bien, creo que hoy tendremos visitas.
- Si, mamá- entonces pensó- ¿quién podrá ser? no hay ningún amigo de
mis padres en la ciudad.
- Si...- siguió pensando mientras se desnudaba para entrar en la ducha-
a ellos les pagaron bién para que concedieran entrevistas a los
medios...
Y es que, era para no creerlo, la gente que solo le habia visto
una vez, en alguna fiesta de sus padres o le habían mostrado fotos de
ellos, ahora son peritos en el tema de los niños elegidos...
- No- siguió pensando, de pronto algo lo asusto, lo asusto
tremendamente, y, con los ojos desorbitados, murmuro todavía extrañado-
no es posible...- a Taichi la sorpresa lo había tomado bastante
desprevenido...
Allí, en una esquina de su baño, tapándose los ojos, estaba
Mimi, que en cuanto notó que Taichi se tapaba con una toalla y
apresuradamente se aproximaba para disculparse, alargó su tembloroso
brazo con un pequeño papel amarillento. Taichi, que primero se sintió
un poco intimidado por la presencia de la bella señorita, luego recobró
un poco el valor al recordar que él no era el culpable de nada, puesto
que ella estaba en su baño y nadie le había dicho de su presencia.
- ¡Por qué nadie me dijo que...
En ese instante Mimi le tapó la boca.
- Shhh... no saben que estoy aquí, vine desde América, tenía que
decirles de la leyenda...
- Mimi, sal en silencio, entra en mi cuarto y espérame allí, no estoy
en condiciones para escucharte ahora...
Mimi no siguió hablando y salió en silencio del baño. Taichi se
quedó tremendamente intrigado, no solo por la presencia de su amiga en
su casa, si no por que ella, como había dicho, estaba en América, era
cierto que ahora se podían transportar al digimundo y, por medio de
este, a Japón, pero ¿como había llegado hasta su baño? ¿qué era todo
eso de la leyenda?, ¿tendría esto que ver algo con el digimundo?, todo
en su mente apuntaba a que sí, por que si no hubiese sido así, Mimi no
hubiese acudido a Taichi, estando él tan lejos de ella.
"Vine desde América, tenía que decirles de la leyenda..."
Taichi, después de tomar rápidamente un baño, se dirigio
silenciosamente a su cuarto.
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Bueno, este fic lo tenía desde que hacía el capítulo 3 de mi fic
"Querida Mimi" (allá por septiembre u octubre del año pasado, 2001),
pero me había atascado en una parte por asuntos de tiempo e
inspiración. Ahora que le he pensado hasta el capítulo 3, mas o menos,
ya irán llegando los demas con regularidad. El siguiente capítulo se
titula: "La confesión de Mimi". Esperando que este, como el próximo,
les gusten me despido.
Alvaro Sanchez Y.
Pd: Se me olvidó, si ven algo que no les gusta o tienen algún
comentario, escribanme a: alssus@hotmail.com
