Disclaimer: Harry Potter, su mundo y sus personajes no me pertenecen. (Por desgracia)
Este fic participa en el Amigo Invisible Invierano del foro "Amor de Tercera Generación"
Mi amigo invisible es: (redobles de tambor) ¡ Aurora Caelestis! ¡Espero que te guste!
Primera petición:
Primera Generación - Merodeadores: Un momento de amistad y humor entre Remus, Sirius y James. Fanart: .com (/) clubs (/) marauders (/) images (/) 317807 (/) title (/) marauders-fan-art-fanart.
Ligando a lo perruno.
-Lo digo totalmente en serio, tíos. Podría ligarme a esas dos tías, ¡incluso en mi forma de perro! –dijo un joven y totalmente confiado Sirius Black.
Con un pelo algo largo, un tanto despeinado, acentuando ese aire rebelde y de malote que el chico tenía ya de por sí solo. Con unos ojos grises que parecían brillar eternamente con picardía y diversión.
-¡Venga ya, Canuto! ¡No seas tan fantasma! ¿Tú las has visto bien? –dijo James Potter, con las gafas algo torcidas y con un pelo que parecía más un desastroso nido de pájaros que otra cosa. Y es que aunque el chaval lo intentara con todas sus fuerzas, no había encontrado peine ni magia alguna que pudiera lograr que su pelo estuviera decente.
-¿Qué si las he visto? ¡Claro que las he visto! ¡Cómo para no verlas, con lo buenas que están! –exclamó Sirius mirando a dichas chicas con una mirada demasiado lujuriosa, si las chicas se hubieran dado cuenta de su mirada…se habrían sentido violadas…
Remus Lupin rodó los ojos intentando, en vano, prestar atención al libro que sostenía entre sus pálidas y delgadas manos. Era un joven de cuerpo frágil, con un par de cicatrices, aunque dichas cicatrices no lo hacían ver menos atractivo, no por nada las chicas lo habían colocado en el quinto lugar de los chicos más guapos de Hogwarts.
Sí, las chicas se reúnen para eso, pero esa es otra historia…
James negó con la cabeza.
-Siendo un perro ni se te acercarían. ¿Sabes por qué? –le dijo James, con una sonrisa burlona que no presagiaba nada bueno.
-¿Por qué? –preguntó Sirius entrecerrando los ojos.
-Porque tienes pulgas, ¡muchas pulgas! –Remus volvió a rodar los ojos ante el infantilismo de tal comentario.
-¡Eso fue solo una vez! ¡Pero ya no tengo pulgas!
-Ja, eso no te lo crees ni tú…
-Chicos, ¿por qué no paráis de discutir? En cualquier caso, no tenéis forma de comprobar quien tiene razón. –intervino Remus, sin saber a lo que aquellas palabras conllevarían.
Sirius y James se miraron, con sonrisas igual de traviesas y malignas.
-Oh, no. –Se lamentó Remus –No pensaréis hacer lo que pienso que vais hacer ¿no?
-Bueno, si lo que piensas que pensamos hacer es que Sirius se transformé en el perro pulgoso que es…-Sirius asintió, para luego darse cuenta de lo que James había dicho y poner cara de ofendido – y que vaya junto a esas chicas e intente ligar con ellas…
-¡Estás en lo cierto! –exclamaron ambos, a la vez que se ponían espalda contra espalda y hacían una, muy ridícula, pose.
Remus suspiró con cansancio.
-¡Guau! ¡Guau! –ladraba un enorme perro negro, al que dos chicas estaban acariciando, mientras reían.
-Aww, ¿quién es un buen perro? –decía una de las chicas, acariciándole debajo de la cabeza. El perro ladró. -¡Sí, tú eres un buen perro! –exclamó la chica, abrazando al perro contra sus pechos.
-Odio reconocerlo, pero…joder, que bien liga siendo un perro. –le decía James a Remus, viendo, no sin cierta envidia, la posición de Sirius. –Ojalá la pelirroja me abrazara así. –suspiró James.
-No me lo puedo creer. –dijo Remus, negando con la cabeza. -¡Se está aprovechando de esas chicas! ¡Solo le falta montarlas en su forma de perro!
Ambos hicieron cara de asco.
-Tío, eso es muy…espeluznante. –dijo James fingiendo un escalofrío o tal vez no lo fingió, vete tú a saber.
-Espeluznante es ver como Canuto está lamiendo las bubis de esa pobre chica. –dijo Remus frunciendo el ceño.
Ese día Sirius se lo pasó en grande y les demostró a sus amigos que incluso siendo un perro era capaz de ligar.
