Fanfic participante del aniversario del Foro i´m Sherlocked (Slash)
Era una copiosa tarde de finales de noviembre, llovía a mares, Sherlock había quedado con su hermano mayor, había quedado en el muelle número 10 del puerto de la ciudad. Mycroft esperaba a su hermano con el paraguas abierto a que su hermano pequeño llegara, miró la hora, aún quedaban 5 minutos para la hora señalada, era raro que no estuviese ya por allí.
Al horizonte Mycroft avistó a su hermano, iba como siempre con su peculiar abrigo largo azul marino, su bufanda azul y unos guantes negros, iba muy guapo o eso pensó Mycroft.
Sherlock divisó a su hermano que estaba esperándole debajo su paraguas, siempre iba con ese paraguas, era como su compañero fiel. Aceleró el paso para encontrarse con su hermano, quería verle, necesitaba poseerle, necesita sentir a su hermano enlazándose con él y fundiendo cuerpo con cuerpo.
Cuando ambos estuvieron cerca, Sherlock se refugió en el paraguas con su hermano, le miró a los ojos y luego le besó en la mejilla, sabía que besarle era raro, pero quería hacerlo.
Sherlock, ¿y este repentino cariño hacia mí? – preguntó Mycroft sorprendido.
Pues quería que vieras que siento afecto hacia ti – respondió Sherlock mirando a los ojos a su hermano mayor, los ojos tan bonitos y que tanto amor le despertaban.
No seas tonto, por tú repentino cariño sé que quieres algo – Mycroft le había calado enseguida y Sherlock lo sabía.
Pues quiero tu amor, tu cariño y tu lívido sexual – cuando dijo lo último, Mycroft miró asustado a su hermano – quiero sentirte en mí.
Sherlock, ¿estás borracho? No pareces tú – preguntó Mycroft – échame el aliento.
Sherlock hizo lo que su hermano le pidió, no había bebido aún, aún le parecía pronto para hacerlo. Siguieron allí un rato más mirándose sin decir nada, solo se podía escuchar debajo del paraguas la respiración de ambos, fuera del paraguas se podía escuchar la lluvia que caía fuerte, los barcos que entraban y salían del pequeño puerto y las gaviotas que revoloteaban en busca de pescado.
Sherlock sonrió, su hermano no había dicho nada después de que le oliera el aliento y eso no le gustaba.
Y bien, ¿me darás tu lívido sexual? – preguntó Sherlock intrigado, quería el lívido sexual de su hermano por encima de todas las cosas en ese momento.
No sé, sabes que estoy casado – respondió Mycroft, Sherlock al escuchar como su hermano hablaba de su marido bajó la cabeza y miró al suelo, al mojado suelo – tendría que pensármelo, no es algo que se piense de un momento a otro, tendría que ver los pros y los contras.
Ya veo, tómate tu tiempo, quiero que lo pienses bien – dijo Sherlock sin levantar la cabeza del suelo, no podía ver a su hermano a la cara, no, después de decirle que quería su lívido sexual.
Mycroft miró como un barco atracaba en puerto, vio como los hombres se ayudaban entre ellos a descargar el pescado que sería vendido en unas horas en la lonja del puerto. Miro a Sherlock y le dijo que no estuviera así, que no se derrotara tan fácil mente.
