LINAJE
Demos gracias a Ark system Works por crear Blazblue :'3 jamás será mío.
Bueno ya dejemos fluir mi imaginación xp
ADVERTENCIA: Habra personajes ficticios y de alguna manera el protagonista será un personaje OCC si les llama la atención adelante y si no pues que se le va a hacer.
CAPITULO 1: NACE UN ANGEL DE LA MUERTE.
-Ragna…- Susurro una pequeña chica rubia en la oscuridad de una gran y lujosa habitación. -¿Qué ha pasado? –
-Rachel…a pesar de haberte dicho adiós en aquel momento…quise verte una vez más, ya no tengo prisas así que quiero despedirme de ti tranquilamente. – Dijo tranquilamente mientras sonreía.
-Ragna…¡¿Entonces en verdad lo harás?!- Pregunto un poco exaltada. –Convertirte en el núcleo de la unidad maestra…¿Sabes qué significa? –
-Por supuesto y ese es mi destino, debo permanecer al lado de Saya y terminar con su sueño o de lo contrario el mundo jamás avanzará su historia y la paz no existirá…tú más que nadie deberías entenderlo y comprender la situación ya que tú a por más que disimules, se lo mucho que amas este mundo y todo lo que posee. – Suspiro para luego decir. – Yo quiero proteger el mundo que tanto amas Rachel… ¿Eso está mal? – Pregunto mientras ponía su mano en la mejilla de la pequeña vampiro.
Rachel mantenía su fría expresión pero las pequeñas lágrimas salían de sus ojos.
Al diablo, ella no podía esconder más su yo interior que solo estaba dispuesta a mostrarle al idiota insensible frente a ella.
Nadie nunca había sido capaz de ver más allá de la barrera de hielo que Rachel Alucard poseía alrededor de su corazón.
Haber conocido a Ragna había hecho un poderoso cambio en ella, sabía que él era especial y lo supo al verlo aquel momento cuando tan solo era una niña y su padre Clavis Alucard aún vivía.
"Bloodedge" quien en realidad era aquel Ragna con amnesia, había despertado su interés y fue hasta cuando Terumi casi había acabado con el niño rubio de aquella iglesia en el que volvió a verlo pero él no sabía quién era ella.
Ella había salvado para entonces a Jin Kisaragi quien se convertiría en Hakumen pero sintió aún más deseos de salvar a Ragna y aquel sentimiento la llevo a brindarle no solo la vida sino la fuerza para enfrentarse al mundo.
Él lo sabía y siempre le estaría agradecido por ello, pero la chica jamás se perdonaría el no haberse sincerado antes con él. Si bien habían tenido diferencias, discusiones pesadas y enfrentamientos, en el fondo Rachel solo deseaba que Ragna no se involucrara en actos peligrosos y como era de esperarse en la ignoro y siguió luchando contra lo que se atravesara en su camino.
Aunque le costara aceptarlo, la perseverancia y voluntad inquebrantable del chico era parte de las cosas que la habían cautivado desde que lo conoció.
Estaba segura de que esta sería la última vez que se verían ¿o no? Como sea no importaba ya que ahora mismo lo tenía enfrente sosteniendo su mejilla la cual se humedecía por las pequeñas gotas que recorrían sus bellos ojos rojos.
-idiota…- Y sin más que decir dio un pequeño salto y abrazo el cuello del chico para luego poner sus labios en los de él.
Ragna rio internamente pues ella nunca cambiaria y así es como ella le gustaba, mandona, enojona, arrogante y orgullosa pero por sobre todo noble y amorosa.
Así era ella, así era su amado conejo.
El beso tomaba más intensidad y finalmente dejo sin aire a ambos haciendo que se alejaran más sin en cambio el chico sostuvo a la chica de la cintura para mantenerla a su altura.
-Rachel tu…- Trato de decir mientras que Rachel ponía un dedo en sus labios.
-No hables…normalmente esto te haría ver como el pervertido lolicon que eres. –Dijo haciendo gruñir a Ragna mientras se le hinchaba una vena ¡valla que esa chica no cambiaba!
-Maldita coneja. –
-Fu fu fu bueno de igual forma yo soy mucho mayor que tu pequeño Ragna.-
Ragna prefirió evitar otra discusión sin sentido con esa mujer y callo sus labios dándole otro beso a la vez que la recostaba en la cama carmesí de la chica.
La fragancia a rosas inundaba la habitación y hacia la atmosfera más apasionada para los jóvenes.
-Incluso si desaparezco, siempre velare por ti.- Susurro el medio vampiro entre besos de pico.
-Si mi cabeza te olvida, ten por seguro que mi corazón no lo hará y estés donde estés te encontraré…no te libraras de mi así de fácil idiota…recuerda que tú siempre serás mi esclavo…solo mío. – Termino de decir para continuar a lo suyo.
Rachel no podía evitar sollozar en silencio, había decidido mandar al demonio su orgullo y dejar salir sus emociones. Ragna al notarlo opto por llegar más lejos y comenzó a desatar los listones del vestido negro de Rachel y esta a su vez decidió no quedarse atrás y con sus delicadas manos hizo a un lado la chaqueta roja de Ragna llegando a su hakama.
Poco a poco la vestimenta de ambos cayó al suelo incluyendo los característicos listones de Rachel dejando caer como cascada su largo cabello rubio.
Ragna no podía sentirse más feliz, veía por primera vez el lado tan vulnerable de esa orgullosa y arrogante mujer.
La piel pálida de ambos contrastó con el brillo de la luna que en ese momento era llena y estaba en su punto más alto, los ojos de Rachel tomaron brillo al igual que el ojo derecho de Ragna.
Una vez tomada la pureza de la chica, Rachel acercó sus colmillos al cuello de Ragna para clavarlos en el dándole a entender que él era de ella. Ragna hizo lo mismo lo cual era un poco raro ya que el en su vida había utilizado sus propios colmillos a pesar de ser un mitad vampiro, el no necesitaba de la sangre.
Ambos dejaron su marca en el cuello del otro y posteriormente el chico capturo los labios de su ahora mujer.
Los gemidos y suspiros de Rachel era lo único que podía escucharse en la habitación, ambos liberaron sus instintos sin importarles nada más mientras se convertían en uno.
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Valkenhayn se encontraba regando los jardines de rosas pues aunque un poco inseguro hace poco había dejado a Ragna entrar a ver a Rachel.
Por otro lado Amane el joven observador tomaba una tasa de te mientras esperaba pacientemente a Ragna pues él mismo le había dicho que aun podía hacer una última cosa como su último deseo, sin pensárselo dos veces Ragna se dirigió a la mansión Alucard y pidió a Amane que esperara ahí.
El joven de pelo violeta sabía que el medio vampiro quería mucho a la heredera Alucard así que ¿porque no cumplirle su deseo? Y ahí estaba.
-Señorita Rachel…Ragna the Bloodedge solo le traerá dolor, pero no hay nada que yo pueda hacer si usted en verdad lo ama…usted es una persona muy fuerte y espero que esto no la afecte en el futuro…mocoso más te vale que la hagas feliz y que tu partida no cree un vació en su corazón. – Dijo mientras soltaba un suspiro.
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Más tarde Rachel se había quedado dormida, Ragna se vistió completamente y antes de irse deposito un beso en la frente de la chica.
-Te amo…adiós.- Dijo en un susurro para luego irse.
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Luego de unas horas Rachel despertó muy agotada pero lo que le extraño fue verse así misma desnuda ¿Qué había pasado y porque se sentía tan cansada y triste?
Echando un vistazo a su alrededor vio su ropa acomodada a un lado en su sillón.
Al levantarse vio gracias a su espejo las pequeñas marcas en su cuello y entonces lo supo, ella paso la noche con alguien y debido a la calidez que sentía oprimiendo su pecho, estaba segura de que no fue con cualquiera.
Cayó al suelo de rodillas mientras derramaba una pequeña lágrima.
-¿Por qué no puedo recordar a esa persona?-
Al pasar los días Valkenhayn notaba muy rara a Rachel pues no se veía muy bien de salud y ya no comía o tomaba casi nada e inclusive se desmayaba de vez en cuando, hasta que un día se enteraron de una noticia que afecto en gran medida emocional a la chica.
Y no fue para mal…
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5 años después.
-Valkenhayn.- Llamó la señora Alucard a su mayordomo quien le servía una típica taza de té en su comedor.
-Dígame mi señora.-
-¿Dónde se ha metido?-
-El joven amo está paseando por los jardines de rosas mi señora.- Dijo tranquilamente el anciano.
Mientras tanto afuera en medio del mar de rosas que crecían en el jardín, se encontraba parado un pequeño niño de playera blanca y shorts azules, su piel era muy pálida y contrastaba con su cabello rubio ceniza, y sus ojos verdes esmeralda.
El pequeño observaba la luna arriba de él mientras estaba absorto en sus pensamientos.
-"¿Podré ser capaz de encontrarlo?"- Pensaba con una mirada calmada.
Sin darse cuenta una Rachel un poco más alta y con su cabello cambiado puesto que ya no llevaba coletas, su cabello estaba peinado en cola de caballo por medio de un listón negro, aún conservaba su vertido clásico.
-Hijo.- Dijo la vampiro al pequeño quien volteo un poco sorprendido pero en seguido sonrió.
-Buenos días mamá.- Saludo haciendo una pequeña reverencia.
Rachel no pudo evitar sonreír, su pequeño era travieso pero poseía un lado serio y muy educado tal como ella, no por nada era su hijo.
Rachel en algún momento supo que estaba embarazada mas no sabía de quien por más extraño que sonase, sabía que había amado a alguien pero por algún motivo sus recuerdos desaparecieron y al ver a su pequeño sentía que veía a alguien mas en el pero seguía siendo inconcluso.
-Valkenhayn ira a buscar especias para el té, ¿no deseas acompañarlo?-
-¡Si! – Y dicho esto el chico fue en busca del mayordomo.
Rachel amaba a su hijo, jamás había sentido algo así y estaría dispuesta a todo por protegerlo y verlo crecer.
La maternidad cambia a ciertas mujeres…
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13th Hierarchical City "Kagutsuchi"
El chico iba a lado de Valkenhayn mientras caminaban en medio de la gente.
Ya había estado ahí antes pero siempre le parecía sorprendente ver la enorme ciudad y lo diferente que era la mansión donde vivía.
Por otro lado Valkenhayn negociaba con un mercader hasta que cayó en cuenta de que el niño ya no estaba con él.
-¡Maldición! ¿Dónde está?-
Se maldecía así mismo, el niño era tranquilo y civilizado pero poseía un lado rebelde que lo convertía en un aventurero.
Debía encontrarlo o la señora Rachel lo reprendería severamente.
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En otro lado de la ciudad caminaba el pequeño rubio de cinco años, sabía que estaba haciendo una travesura pero valía la pena si podía explorar ese lugar tan increíble.
Llego a un callejón un tanto abandonado donde pudo ver a un sujeto grande encerrando a una mujer rubia de vestido blanco que le llegaba a sus rodillas, no parecía asustada pero si un tanto incomoda.
El pequeño no era muy maduro pero sabía detectar peligro o la maldad en una persona pues su madre y Valkenhayn le habían enseñado de todo y según las palabras de ambos él era un "niño genio" aunque no podía entender bien a que se referían.
Sin algún tipo de miedo el niño hablo.
-Disculpa señor, ¿podría dejar de molestar a la señora?-
El grandulón y la chica voltearon impresionados al ver al niño.
-Ey mocoso, esto no tiene nada que ver contigo así que lárgate.-
-No te preocupes pequeño no pasa nada mejor vete.- Dijo la mujer sonriéndole.
-No me voy, exijo que deje a la señora en paz.- Dijo al instante el niño sin emoción alguna.
El grandulón obviamente molesto se apartó de su "victima" para acercarse al niño.
-No permito que un mocoso me hable así.- Dijo furioso dispuesto a golpear al niño.
-¡Espera! Tu asunto es conmigo déjalo en paz o te juro que te arrepentirás.- Amenazó la mujer de cabellera rubia.
Las cosas fueron rápidas pero desde luego impresionantes, la chica corrió hacia el delincuente para detenerlo mientras este lanzaba un puñetazo al pequeño.
A su vez los ojos del niño se tornaron rojos y su pequeño brazo se vio envuelto en energía oscura, en un parpadeo el grandulón fue derribado por un puñetazo de parte del niño dejándolo así fuera de combate y haciendo a la chica presente quedarse con la boca abierta.
Un pequeño niño como el ¿poseía semejante fuerza?
Además por alguna razón se le hacía extremadamente familiar. ¿Quién era él?
-¿Está bien señora? – Pregunto inocentemente volviendo a la normalidad.
Volviendo en si la mujer rescatada decidió dejarlo de lado un momento y le sonrió al pequeño.
-Por supuesto, estoy bien y te lo agradezco mucho.- Dijo con una bella sonrisa.
El pequeño al verla sonreír sintió una extraña sensación y supo que no solo había sido su moral lo que lo había orillado a salvarla, sentía que ella era algo cercano a él pero no identificaba que.
-Me alegro mucho señora.- Respondió sonriendo también.
-No me digas señora…me haces sentir vieja.-Dijo un poco sonrojada. –Ya que eres mi rescatador llámame por mi nombre, me llamo Noel Vermillion ¿y tú?-
-Me llamo Michaelis Alucard…Es un placer Noel-san- Dijo haciendo una reverencia.
CONTINUARA…
Avances:
-Me llamo Mitsuki Kisaragi y ella es mi prima Subaru Mutsuki.
-Soy Michaelis Alucard…espero que nos llevemos bien.
Próximo capítulo: Familia.
Eso es todo por ahora creo :v nos vemos.
