Quiero destrozarla
Cuando ella abre los ojos sus pupilas se dilatan de una manera tan encantadora que me revuelve el estómago. Se extiende sobre las mantas y bosteza como un niño pequeño, se queda mirando la nada y sonríe, ah esa media sonrisa que se extiende por sus finos labios y brota de sus mejillas un adorable y virginal rubor, siento la boca seca cuando la veo sonreír así. Aunque muero de ganas por saber que le ha producido esa sonrisa tan encantadora me quedare con la duda, no puedo estar completamente seguro de que ella sonríe por haber soñado conmigo de nuevo, me he metido en sus sueños para darle pequeña pruebas de lo que podría tener conmigo y aunque finjo no darme cuenta realmente disfruto cuando esta pensativa y al mirarme se sonroja levemente.
Ella es tan fuerte como un castillo, sus palabras son claras y precisas y aunque es la líder quien siempre tiene la última palabra me deleita saber que mi opinión siempre es bienvenida y aceptada, incluso la he hecho dudar de sí misma dando mi propia opinión. Es tan fuerte y tan frágil al mismo tiempo.
Ella es luz pura, ella es tan grácil, su esbelta figura es fuerte y hermosa como el corazón que la protege, ese núcleo invencible y resistente, sus cabellos de oro brillan cuando salimos al jardín y el sol los ilumina mientras el viento agita los mechones sueltos, es tan… Perfecta, no dudaría si fuese un ángel enviada por mi castigador para hacerme pasar por las más duras pruebas sabiendo que es mi ama, que deseo poseerla solamente para mí y que no podre a menos de que ella me lo autorice. Lo deseo realmente, aborrezco ver como los hijos de algunos hombres de la mesa redonda miran a mi ama, como si fuese un trozo de carne a su entretenimiento, ella es más de lo que podrían aspirar, quisiera arrancarles la cabeza.
Sus ojos de hielo pueden perforarte al punto de no saber si te dará las gracias en forma tranquila o te convertirá en un colador sangriento, o al menos conmigo es así.
Escuchar tus inocentes "Sal de mi cabeza maldito chupasangre" solo me hace desearte más.
Ella es la presencia que disipa las sombras, siempre tan apacible y tan fuerte, jamás se desmorona. Quisiera destrozarla. Tomarla sin su permiso, clavar mis colmillos en la fina piel de su cuello, que mis garras tomen su anatomía y la transformen en mi segunda piel. Quiero poner a prueba tu fortaleza, quiero ganar este juego en donde solo soy una pieza más.
Déjame abrir esa puerta tras la cual escondes tu sentir, déjame por fin ser el dueño absoluto de tus más oscuros deseos, sé que lo niegas pero no podrías ocultárselo al hombre que te conoce mejor que nadie ¿verdad? si conozco ya tu mente y tu corazón ¿Por qué no conocer tu anatomía y los hermosos secretos que en tal belleza se esconde?
Y sin embargo aquí estoy, fantaseando con algo que me negaras por ser tu siervo, no importa. Eres capaz de robar mi corazón helado cuando al llegar me recibes con un "bienvenido a casa" y esa sonrisa apenas marcada. Te seguiré hasta el momento en que decidas escaparte de mis dedos y cederle el paso a la oscuridad y ahí amada maestra me arrojare a lo más profundo del limbo para traerte a mi lado nuevamente. Porque nada, ni mi castigador, ni el demonio en persona podría arrebatar de mis garras a mi corderillo.
"¿Puedo acompañarte esta noche a dormir?"
"Tal vez, solo si prometes portarte bien"
Oh mi amada, bien sabemos que eso no será posible ni esta noche, ni nunca más.
