Sigo en la obscuridad, la luz no me tocara jamás, aunque me pare frente al sol, este me evitara, pero no porque la luz no pueda tocarme, no quiere, la luz me teme, las tinieblas me respetan, pero la obscuridad, me ama. Mi mirada queda fija en un lugar algo lejano, todo está cubierto de verdes praderas bañadas en luz de sol, el esmeralda brilla de una manera casi poética, siento mi interior llenándose de esa belleza en el aire, pero al exhalarla se convierte en sombras y caos, avanzo de manera errática al lugar, solo para ver como la luz intenta evitarme, ya sea creando nubes por encima de mí, creando una tormenta de arena de la nada incluso de plano hacer que no me toque, me encanta, no puedo negarlo. Sigo avanzando, audazmente sin mover mis pies dejo las colinas atrás en segundos. Nunca dije que fuera caminando ¿verdad? Avanzo por esta tierra, llego al borde de la creación, un acantilado cósmico delante de mí, puedo ver los universos las galaxias y las estrellas creándose y destruyéndose en ese abismo, me hace sentir tan poderoso. Justo enfrente de ese precipicio se encuentra una superficie de un blanco impoluto, es tan complicado explicar lo que es que lo resumiré, es espacio en blanco, un lugar en donde el espacio es tan puro y virgen que el más simple de los toques o pensamientos que se hagan en su interior podría crear multiversos enteros, en otras palabras, es la vacante para un nuevo dios, eh visto todos los universos por tanto tiempo, que creo que estoy listo… pero no sé cómo puedo hacerlo, cruzarlo es fácil, todos los demás se han lanzado al abismo, prefieren ser dioses en un lugar que conocen, pero eso no me basta, quiero crear a partir del conocimiento que tengo, no quiero crear en ese conocimiento. Piense lo que piense o diga lo que diga, mi decisión ya está tomada, no estoy hecho para el abismo, ni el abismo está hecho para mí, llego la hora de crear un lugar nuevo, uno en el que se pueda crear a gusto, sin que me digan cómo debo hacerlo, la máxima expresión de libertad. Lentamente comienzo a flotar sobre el abismo, veo a algunos de los míos mirándome, con miedo, respeto, felicidad, curiosidad, desprecio, tantos ojos como estrellas están sobre mí, pero nadie esperaba que hiciera lo que hice… cruzar, así comenzó la reacción en cadena, yo le digo “síndrome de conflicto interno”, al ver a alguien haciendo algo que creías demasiado difícil o imposible, las dos partes de tu cerebro entran en un constante conflicto, la parte creativa empuja e imagina lo que habría pasado si él lo hubiera intentado, la parte racional empuja intentando devolverte a la realidad, y así ambas partes se empujan cada vez con más fuerza, haciendo la incertidumbre cada vez más fuerte. Aun así, no puedo arriesgarme a que entren conmigo, el espacio en blanco parece notar eso, crea una barrera completamente transparente pegada en el borde blanco, el “síndrome de conflicto interno” pasa a su siguiente síntoma, la acción, los míos parten rápidamente al muro blanco, pese a las distancias que tienen unos de otros llegaron todos al mismo tiempo, pero no podían pasar, sus cuerpos apoyados en la barrera me otorgo una curiosa vista de todos. Los que no me conocían me miraban de manera fría o rogaban para que los dejara entrar, mis conocidos o amigos miraban con la esperanza de que abriría, pero mis verdaderos amigos sonreían y miraban sin apoyarse en la barrera, lo hacían a modo de despedida, porque sabían que, si no pudieron pasar, es porque no pasaran jamás, sonreí de vuelta, y les di la espalda a todos, avanzando por la blancura de mi nuevo espacio, mi nuevo lienzo para llenar y a cada paso con el simple hecho de imaginarlo la materia obscura comenzaba a extenderse por debajo de mis pies, hasta que me encontré en la absoluta obscuridad, pero sentía el caos en algún lado, sentía que se creaban y destruían cosas, me acerco lentamente al punto de fuga, y noto que es un agujero hacia el magniverso ya creado, el magniverso es todo lo que se encuentra en el abismo cósmico, y noto algo raro, pese a que estoy ahí, ellos no me sienten, destruyo un par de galaxias, pero ellos solo se ven confundidos por un momento, luego vuelven a crearlas justo en el momento que fueron destruidas, eso quiere decir que soy un dios incluso entre dioses, no solo manejo el espacio en blanco…. Manejo todo, además, esto significa que puedo tomar cosas de ese universo y traspasarlas a mi nuevo lienzo, por “ese universo” me refiero al que habitan los humanos de tipo “dios” no explicare por que se llaman así, pero… me encanta su manera de crear, a muchos de los míos no les gusta visitarlos, los encuentran primitivos y por eso ese universo se encuentra muy descuidado… supongo que no les importaría si lo arranco… después de todo hace mucho tiempo que nadie lo revisa. Sin más preámbulo arrastro el universo por el punto de fuga, estoy tan emocionado, las posibilidades son infinitas, desde una total aniquilación hasta las creaciones máximas, miro atentamente mi nueva adquisición, no es difícil encontrar la luz de los humanos, no para mí al menos, me adentro a gran velocidad, encuentro la “vía láctea”, me adentro en el sistema solar y me detengo sobre la tierra, en el espacio no se puede sentir el ruido, porque el sonido no viaja en el espacio, aun así puedo sentir su fulgor, su ruido, sonando de manera tan vivaz, son como un constante choque de ideas, creando sonidos y luces, para los míos es molesto, a mi… me encanta. Pienso en que no debería entrar, porque va contra las reglas de los nuestros, jamás intervenir directamente, pero luego recuerdo… para eso crucé el abismo, para dejar las reglas atrás. Sobrevuelo el planeta, jamás había estado tan cerca, siento como me emociono, como mi euforia se alza por sobre mi calma. Su ruido me empapa más que nunca, miro por los alrededores, solo quiero explorar. Lo hice, en tiempo humano fueron… segundos, para mí una eternidad de emoción y descubrimiento, amo la tierra y cada una de las mentes que la habitan, desearía poder estudiarlas y experimentarlas a fondo… Ya sé lo que tengo que hacer, ya no queda duda alguna, salgo del universo, jamás en mi existencia había estado tan emocionado, después de todos estos tiempos, podre hacer algo nuevo… algo que no pueden crear los demás. Y jamás podrán ahora que tengo la fuente humana, flotando frente a mí se encuentran todas las luces de conciencia humana, hago que se eleven, todas son un universo en la mente de sus dueños, pero yo las hare reales, las luces se alejan unas de otras al tiempo que comienzan a agrandarse y toman forma esférica, se alejan unas de otras, engrosándose cada vez más, envolviéndose en luz, los humanos las llaman estrellas primigenias. Cuando las luces estuvieron lo suficientemente alejadas estallaron, expandiéndose a una enorme velocidad, pero esperar millones de años para la creación de un universo es aburrido, así que congele el tiempo en el universo humano y acelere el tiempo en las otras. La espera se me hacía interminable, pronto frente a mí se encontraban todos los universos creados a partir de las mentes humanas, creando un complicado mecanismo de la realidad, cree un sistema que sirve para que los cambios que yo hago en los universos, no cambien las mentes de los humanos a los que les pertenecían. Temblando, me acercaba al multiverso recién creado… ardía de la emoción, pero eso queda hasta aquí… supongo que podría exponer mis experiencias en un lugar que sea fácil de encontrar, busque por el medio humano más frecuente de comunicación creativa, y encontré este lugar. |