—Lázuli…— dejo escapar mi nombre de sus labios mientras se formaba una sonrisa en su rostro. — Amatista habla mucho de ti. — comento sin borrar esa preciosa sonrisa que de seguro me atormentaría en las noches. Entre en pánico cuando escuche que Amatista le había hablado de mi… esperaba que omitiera las partes ridículas. (AU)

Lapis decide mudarse a Ciudad Imperio para obtener un poco de independencia y cumplir sus objetivos a futuro. Todo lucía bien…hasta que conoció a su pequeña, molesta y extravagante compañera de cuarto, Peridot. (AU).

—Soy como un ángel… Salvo a las personas de relaciones en las que no quieren estar… además, les ahorro el incómodo momento en donde no tendrán que decir el típico 'No eres tú, soy yo. ' — comenté guardando los doscientos dólares que había ganado por una ruptura más elaborada, Garnet simplemente negaba con la cabeza. (AU)

—Garnet… Lapis debe saberlo. — dijo Perla, con voz apenas audible, frotando su brazo con nerviosismo. —Debiste ver como estaba, ella en verdad cree que podemos reparar a Peridot. —Suspiro con frustración. —Hablaré con ella. — respondió la fusión acomodándose sus gafas tomando su camino hacia el portal.

—Debo ser muy importante como para que hayas dejado de jugar. — comentó Lázuli soltando una pequeña risa mientras jugaba con el cabello rubio de su novia. —No me dejabas terminar la partida. — respondió Peridot con el ceño fruncido. —Ahhh… pero minutos antes no te quejabas de eso. — contestó con una sonrisa coqueta.

El amor era como la ley de Murphy… 'Si algo malo puede pasar, pasará. ' Así de sencillo, pero ese enamoramiento la distraía, solo veía pasar a la Bióloga Marina cerca de su escritorio y era motivo perfecto para dejar lo que estuviera haciendo y seguirla con la mirada hasta perderla de vista. (Lapidot)

Ella no podía vivir de este modo. Si no fuera porque había perdido mucha energía estando en esa fusión en este momento pondría a dormir a Peridot con los peces. Mañana hablarían de esto, le diría a la gema técnica que si iban a vivir las dos en el granero debían tener algunas reglas que respetar. (Lapidot!)