Conocida en este pequeño mundillo de escritores como Lola. 14 etiquetas que pican, irritan y molestan. ¿Qué palabras emplear al momento de describirse a sí mismo? ¿Cómo saber que decir, cómo expresarse? Varios tienen diferentes opiniones de mi, la propia es aún inconclusa. Por el momento estoy escribiendo la historia de mi vida, quizás algún día por fin acabe por entenderme a mi misma. Sin embargo, hay algunos hechos que puedo afirmar con total claridad; uno de ellos podría ser que adoro escribir. Es increíble que una palabra puede ser más potente que una lluvia de misiles. Una palabra dicha, o no dicha, gritada o susurrada puede desatar una revolución. Uno no se da cuenta de todo lo que tiene para decir hasta que empieza a decirlo. Las palabras están ahí, atrapadas en tu cabeza, quieren salir, quieren ser dichas, quieren ser gritadas. Uno cree que las palabras dan respuestas, pero dan algo más poderoso: preguntas. Decir algo es muy potente, pero más potente aun es no decirlo. Porque el silencio también tiene palabras, pero son palabras guardadas, elegidas, que esperan pacientes el momento de ser reveladas. A veces solo hace falta abrir la boca para que se desate un huracán. Pero las palabras cuando llegan te despiertan. Las palabras pueden distraer, engañar. Las palabras son pensamientos que se convierten en acción, por eso actuar es mi palabra favorita, porque no se dice, se hace. Las palabras están ahí, vírgenes, listas para ser usadas. Provocan, inquietan, movilizan. ¿De quién son las palabras que decimos? ¿A quién pertenecen? ¿A uno, a varios o a todos? ¿De qué sirven las palabras si uno las dice y nadie del otro lado las recibe? ¿Qué valor tiene una palabra si nadie la escucha? Sin palabras no hay silencios. Y sin silencios no hay palabras. Muchas veces no sabemos por que callamos, y muchas más no sabemos por qué hablamos. Estamos en silencio, guardándonos las palabras hasta que algo, alguien nos hace hablar. Y sin embargo muchas veces nos quedamos mudos, sin saber que palabra usar. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero cuando una palabra tiene valor puede contener mil imágenes.
Pero no hay tal crisis, la palabra vale. ¿Acaso hay una expresión que sea más hermosa, llena de sentido y amor que “te doy mi palabra”? Te doy mi palabra es un acto de entrega, de amor, de confianza, es más que una expresión de deseo, es un compromiso de vida, es un acto de fe. Yo le doy mi palabra a mis lectores, de que siempre me tendrán aquí para participar de la maravillosa experiencia de la escritura. Qué increíble lo mucho que nos puede unir un par de palabras ¿no? Hoy les doy mi palabra.
twd, ahs. bethyl. Nirvana. Rock & books.