Albert necesita una esposa para legalizarse como patriarca de los Andley. Candy necesita casar a su hermana para irse al convento. Pero Annie se enamora de Archie, el apoderado legal de su tío Albert y se fugan a París. Candy tiene que ir a dar la cara por su hermana con Sir William Albert Andley antes de irse al convento. ¿Cómo se arreglará este embrollo?

Candy iba a encontrarse con su gran amor, sin embargo extraña mucho a Albert y decide regresar a su lado para seguir cuidándolo de su amnesia, pero Albert sufrirá un accidente que cambiara la vida de ambos.

Debía pensar en que quizá era una broma absurda del destino el darse cuenta de que su mejor amigo era una persona distinta a la que creía conocer, sobre todo porque nunca le había dicho que velaba por ella silenciosamente... necesitaba reconstruir su vida si acaso tuviera una oportunidad de ser feliz, pero se preguntaba si Albert estaría allí.