Comimos en la terraza del restaurante del hotel, había una hermosa vista, podía distinguir el jardín en el que habíamos estado anteriormente, los colores de las flores formaban un hermoso mosaico agradable a la vista.
La noche volvió a caer sobre nosotros, las estrellas iluminaban el cielo, sentados en el balcón de nuestra habitación, mi cabeza en su pecho, hablamos en voz baja, susurramos nuestro amor mientras nos acariciamos con suavidad sin prisas, recordé entonces aquel sueño que tuve la noche anterior.
-tuve un sueño.- dije pasando mis dedos sobre su pierna.
-qué clase de sueño?.- preguntó interesado.
-bueno… no creo que haya sido un sueño.
-entonces?
-creo que fue como un recuerdo.
-un recuerdo?
-si, yo era pequeña e intentaba alcanzar una galleta de la mesa pero no podía por que era bastante pequeña, entonces tu reíste, te vi sentado a mi lado, me tomaste por la cintura, me pusiste en tus piernas y luego me diste la galleta.
-vaya, creo que si debió ser un recuerdo.
-eras muy lindo.
-ahora ya no?.- dijo haciendo un gesto gracioso y de desaprobación.
-siempre has sido muy lindo, pero si mi recuerdo es real, debiste tener muchas novias o chicas persiguiéndote.
-un poco pero la verdad es que era un poco tímido, cuando conocí a meredith me olvidé del resto de mujeres.
-pensabas en mi?, cuando te fuiste, pensabas en mi?
-siempre.
-por que no me buscaste?
-no lo sé, supongo que me enfoqué en otras cosas, pensé que debías hacer tu vida, yo hacía la mía.
-eso lo sé, pero creo que bien pudiste aparecerte alguna vez.-mire al techo entonces fingiendo un poco de molestia.
-usted no cambia señora castle, eras así de pequeña y sigues siendo así, si lo piensas bien, eso habría cambiado nuestro destino?
-no lo sé, quizás.
-quizás si, quizás no, no lo sabremos nunca solo creo que ambos tuvimos que recorrer nuestros propios caminos antes de volvernos a juntar y hacer lo que hacemos ahora, además si tu madre casi quiso matarme ahora que somos adultos imagínate si me hubiese enamorado de ti cuando tenías 15 o 16, estaría en la cárcel ahora.- ambos reímos mientras nos abrazamos.
Ambos bebemos un par de cervezas, seguimos sentados en el balcón mientras él me cuenta historias de su juventud, me parece un tanto increíble todo lo que ha hecho, sin embargo él parece estar muy orgulloso incluso de las locuras que alguna vez llevó a cabo.
Cuando miro el reloj es casi medianoche, Rick me propone ir a la cama, aunque no precisamente para dormir, mientras caminamos con lentitud puedo sentir sus manos intentando deshacerse de mi ropa.
En la cama mis piernas rodean su cadera, con mis dedos recorro su espalda y mis labios besan su cuello, lo escucho suspirar un par de veces, lo siento poner una de sus manos en mi cintura mientras se apoya en el codo del otro brazo para besar mis labios, me observa unos segundos y luego sonríe.
-eres hermosa, lo sabias?.- dijo pasando sus dedos sobre mi vientre.
Sonrío tímidamente ante su afirmación, paso mi mano por mi mejilla y me incorporo un poco para besar sus labios una vez más.
La siguiente vez que veo el reloj, Rick tiene la cabeza en mi pecho, duerme profundamente, lo se por que al moverme él no lo hace, son las 5, el sol aun no se asoma, la brisa fresca se cuela por la ventana, Rick me rodea con su brazo impidiéndome hacer otro movimiento.
Beso la cima de su cabeza, sus manos me acarician aun dormido y luego de suspirar vuelve a quedarse quieto.
Cierro los ojos una vez más, vuelvo a soñar con Rick, pero esta vez es diferente, esta vez, solo veo su rostro sonriente.
-el aroma del café me hace despertar.- lista para un nuevo día?.- Rick me mira mientras sostiene dos tazas de café en sus manos.
-que hora es?
-casi las 9.
-vaya.- me acerca la taza de café.- que rápido se ha ido la noche.- digo después de dar un sorbo.- está delicioso.
-no mas que tú.- dice sentándose a mi lado en la cama.
Me hace sonrojar con su comentario, sin embargo no hablamos más, disfrutamos de un pequeño desayuno y luego de un par de horas salimos de nuevo, Rick quiere dar un último recorrido por las principales calles.
Dejamos la habitación poco antes del mediodía, caminamos, comemos y luego de un par de horas nos dirigimos a la terminal para de nuevo subir a un autobús que nos lleve a nuestro siguiente destino.
Una vez más estamos sentados en un autobús, Rick había comprado los pasajes con anterioridad lo que le ayudó a mantener el secreto de nuestro destino, Rick sonríe como un niño travieso, sabe que me molesta en cierta medida no saber hacia donde nos dirigimos sin embargo insiste en mantener el secreto.
No puedo negar que me gusta sentir la intriga de saber lo que sucederá, esta vez el sol luce radiante cuando llegamos a nuestro destino, el aire fresco, el cielo azul, el brillo del sol sobre el agua, el olor del mar se cuela por la ventana, aun es temprano, aun tenemos tiempo de caminar, de ver el lugar.
Rick me ayuda a bajar, toma mi mano y espera mientras yo no puedo evitar sentirme sorprendida, me gusta el lugar, me gusta como se ve todo, aunque hace calor, mucho calor.
Miro a lo lejos, puedo escuchar las olas del mar, siento la brisa tibia en mi cara, este en definitiva será uno de mis mejores recuerdos.
La recepción del hotel no está muy lejos, caminamos por la calle mientras observamos todo, la vida aquí parece ser mas tranquila que en la ciudad, hay un pequeño restaurante al costado, la gente camina por la calle y sonríen para saludarnos.
-Rick esto es increíble.
-sabia que te gustaría.
Él toma mi mano cuando termina en la recepción, la camiseta se le pega al pecho, partes de su cara brillan debido al sudor, su mirada es cálida tanto como el clima en este lugar y yo no puedo dejar de sonreír, es simplemente maravilloso.
-debería descansar un poco.- dice sentándose en un sillón dentro de la habitación.
-claro, quieres beber algo, iré a pedir algo al bar.
-si, eso estaría bien.
Salgo de la habitación con rapidez, en el bar pido algunas bebidas y vuelvo tan rápido como puedo, Rick sigue sentado en el sillón, sonríe cuando me ve, le acerco el vaso mientras doy un par de sorbos a mi bebida.
-cielos Rick, esto es maravilloso.
-parece que atine.
-cuanto estaremos aquí?
-el fin de semana, el lunes viajaremos a nuestro último destino y volveremos a casa.
-vaya, se ha ido tan rápido.
-solo disfrútalo.
-eso haré.
Observo a Rick algunos segundos, lo veo cerrar los ojos mientras apoya la cabeza en el respaldo del sillón, me pregunto una vez mas como sería tener un hijo con él, si lo llevaríamos bien o si por el contrario perderemos la cabeza, sonrío entonces sin dejar de mirarle, suspiro y luego sin pensarlo más, lo digo.
-deberíamos tener un bebé.
-si lo sé, algún día será.- dice él sin mirarme.
-ahora.-digo en voz baja.
-Rick entonces me mira con curiosidad.- ahora?... creí que querías esperar, creí que…
-es que lo he pensado mucho, y… yo… me gustaría intentarlo ahora.
Rick me miró unos segundos, parecía analizar mi propuesta en silencio, por un momento supuse que me diría que no estaba listo para eso, sin embargo su mirada no se apartaba de la mía, comenzaba a sentir vergüenza de mi deseo, que debería hacer, mire al suelo sintiéndome apenada, los segundos avanzaban lentamente, Rick seguía mirándome, podía sentir su mirada sobre mi, pero ahora no quería mirarle, no quería sentirme mal por haber hablado de algo a lo que yo me había negado ya una vez.
-esperaremos.- dijo Rick de pronto.- ahora estoy cansado, pero… por la noche… podríamos… hacer… hacer, no sé… un primer intento.-sus labios besaban los dedos de mi mano mientras su otra mano acariciaba mi mejilla con suavidad haciéndome girar lentamente para mirarme a los ojos.
Sonreí tímidamente, besé sus labios y luego apoye la cabeza en su pecho, sentí su respiración, lenta, su calor y su mano acariciando mi cabello esta vez.
-estas llena de sorpresas.- dijo suavemente.
El resto del día Rick durmió, di un paseo, caminé meditando sus palabras, imaginé como cambiaría todo cuando sucediera, me sonroje al pensar en lo que esa noche sucedería.
Rick estaba sentado en la cama cuando volví, estiró sus brazos hacia arriba y luego sonrió, tenía una hermosa sonrisa, tenía un brillo en su mirada, me acerqué para besar sus labios.
-deberíamos ir a buscar un lugar donde cenar.- dijo después de bostezar.
-claro.
El reloj marcaba las 9 cuando volvimos, comencé a sentir una especie de vacío en el estómago, podía sentir la anticipación en mi vientre, Rick al contrario parecía muy calmado, tranquilo.
Sus labios besaron la base de mi cuello cuando recogí mi cabello, sus dedos juguetearon con el borde de mi ropa, acariciaba la piel de mi cadera con sus pulgares, iban tan lento y se sentía bien, muy bien.
Me di la vuelta para mirarle de frente, suspiré cuando toqué sus labios suavemente, rodee su cuello con ambos brazos y luego me dejé llevar por sus caricias, me entregué completamente a sus deseos.
lamento la tardanza, espero que les haya gustado el capítulo, pronto habrá algunos cambios en esta historia, nos leemos en el próximo