— Shotaro, madre... Yo... Bueno... Él...

Insegura y tartamudeando a veces, Kyoko le contó más detalladamente a su madre la historia sobre cómo fue que se fugó con él a Tokio, cómo la convenció, cómo fue su tiempo a su lado, cómo ella fue tonta y prácticamente se sacrificó totalmente por él mientras él solo se aprovechaba de ello, le contó cómo fue su entrada al mundo del espectáculo para destruir a Sho, mientras su madre solo tenía una expresión neutral. Una que de vez en cuando se fruncía o se ponía aterradora, asustando un poco a Kyoko, haciendo que se intimide. Sin embargo, luego se relajaba y le invitaba a continuar, y terminó de narrar hasta la parte en la que filmaron Prisioner.

— Desde entonces no han pasado muchas cosas entre nosotros —mintió—, pero eb realidad es lo usual, él solo quiere molestarme... Y bueno, eso en resumen es lo que viste: quiere que pierda —se dio cuenta que casi habla de más e intentó disimular—... O algo así, no lo comprendo, creo que está loco... O no tiene nada mejor que hacer que perturbarme la existencia...

"No creo que ese sea el único motivo..."

Saena miró fijamente a su hija. Con lo que le contó y sumado a esa escena, ella sabía que Sho quería "recuperar" a Kyoko, y si la atormenta era porque era demasiado inmaduro cómo para intentar enamorar a su hija de forma más decente. Aunque hablando de indecentes... Aún de su mente no salía la comprometedora forma en la que sorprendió a Kyoko con Ren.

— ¿Qué hay de él? —Kyoko dio un salto del susto y por accidente se golpeó el codo con la puerta y comenzó a sobárselo y a quejarse mientras Saena pensaba.

— Él... ¿Quién él? —Kyoko habló al fin, intentando hacerse la desentendida.

— Tsuruga Ren.

Saena recordaba lo que le dijo el presidente.


— Ese muchacho está enamorado, Mogami-san, está totalmente enamorado de su hija. Pero créame, él nunca se atrevió y no creo que se atreva a hacer algo, porque... Mogami-kun no quiere enamorarse más, a ciencia cierta no se la razón pero sé que —suspira y da una pausa— Tiene que ver con Fuwa-kun, el sobrino de su jefe...

Saena asintió con algo de pesar, ante lo cual Lory no pudo más que intrigarse. Saena vio en la expresión del hombre que ahora tenía muchas ansias de averiguar lo que pasó, por lo que le invitó a continuar con una mirada que a la vez le dejaba en claro que era inútil tener esperanzas de que ella le dé más información de la que su simple asentimiento le brindó. Entonces, decepcionado, Lory continuó.

— Solo puedo decirle que ese muchacho nunca lastimaría a su hija, y se lo puedo asegurar porque lo conozco desde antes de su nacimiento. Ese muchacho nunca antes se había sentido así, es un joven demasiado enamorado como para su propio bien. Tiene miedo de hacerle daño a su hija, por eso la está esperando... Esta esperando a que este lista para abrir de nuevo su corazón.


—¿Con Tsuruga-san? ¿Qué con Tsuruga-san? —preguntó nerviosamente, hasta un gallo se le salió.

— Hasta ese entonces no parecían tener una buena relación... Y ahora... Parecen muy —carraspea—... Íntimos —ante esa palabra hubo un silencio.

A Kyoko casi se le salía el corazón por la boca, y varias imágenes se le venían a la mente con esa palabra.

«¡Ja! ¡Y como no tienes idea, mamá!»

Se burlaban los demonios mentales de Kyoko mientras observaban todo comiendo palomita de maíz.

— No... No... Bueno... Pasaron muchas cosas... Pero, luego de que se aclaró que mis motivos para actuar ya no tenían que ver con Shotaro, las cosas entre nosotros mejoraron considerablemente —soltó una risa—. Y ahora él es la persona que más admiro, mi meta a alcanzar, si llego a actuar como él o superarlo —sonríe embelesada—, sería como alcanzar el cielo...

Saena se quedó en silencio, miró a su hija atentamente, suspiró y regresó su vista al camino.

"Suficiente... Suficientes preguntas... Por hoy..."

Kyoko entonces se vio en el reflejo de la luna, se dio varias reprimendas mentales.

"¡Por favor! ¡¿Es en serio?! ¡¿Y así te haces llamar actriz?! ¡No! No debo bajar la guardia... No debo hacerlo... ¡Si sigo así...! Lo perderé todo..."

Se concentró, carraspeó y decidió arreglar como pudo ese error. Finalmente lo hizo bien, actuó de forma muy convincente a juzgar por la expresión de su madre cuando terminó de" arreglar su error".

"Tal vez fue mí imaginación... Tal vez... Pero, será que... Dentro de poco ese respeto se convierta en algo más..."

— Entiendo.

Saena siguió conduciendo y Kyoko volvió a sus preocupaciones... ¡¿Qué le diría a él?!

"No, él entenderá... Fue solo trabajo... Solo fue trabajo... ¡¿Pero cómo le explicaré que me deje besar porque imaginé que Sho era él?! ¡¿Cómo explicar eso?!"

Kyoko ya se daba de cabezazos en la puerta del auto, mientras Saena la miraba extrañada y, sí, preocupada. Kyoko ya se había calmado, se lo contaría con calma y le diría que fue culpa del presidente, le echaría toda la culpa al presidente, pues al final en realidad sí era su culpa, pero también se sentía nerviosa, se sentía responsable, culpable y con algo de temor a que se moleste con ella.

¡Volvió a romper la promesa!

Y así fue como la voz de Corn le vino a la mente.

«¿Por que le hiciste una promesa como esa cuando ni si quiera es tu novio? Vaya que ese Tsuruga es un desvergonzado... »

Pero recapitulando, cuando él contó que beso a Corn, no se molestó. O sea que...

"¿La regla se limitaba a Sho?"

Pero la regla del corazón del actor decía que era usada entre actores... Sho no era actor pero con Sho era el trabajo, así que su nueva pregunta era:

¿Se limitaba a Sho incluso en el trabajo?

Y entonces recordó cuando lo tuvo que besar en esa escena de "Demons Heaven"... No se molesto con ella.

Entonces he aquí la conclusión a la que llegó finalmente: al ser ese desagradable beso un accidente del trabajo no se iba molestar, por lo cual no tenía nada de qué preocuparse y de todas maneras le explicaría con tranquilidad y normalidad.

"Ah, qué alivio, qué vergüenza hubiera sido si me hubiera puesto dramática de más cuando para él no tendría importancia alguna este asunto... ¡Ten más cuidado, Kyoko, tus sentimientos están nublamdo de más tu mente!"

Luego de un interminable viaje, llegaron por fin al Daruma-ya. Kyoko se despidió de su madre con una reverencia, corrió hasta su habitación como si su vida dependiera de ello y se dio una ducha para quitarse la tensión.

Una vez que salió del baño, luego de haberse relajado releyendo Hana Yori Dango para imaginar cómo reaccionaría su propia Makino, o Sora, en aquellas situaciones, se puso su piyama, sacó su móvil y se tiró a su futón. Una vez cómoda, con decisión tomó el móvil.

"Bien, vamos...Tú puedes... ¡Marca!"

Pero no llegaba a marcar ningún número pues se arrepentía a último momento.

Suspiró, se levantó y se paró frente al espejo, luego puso el móvil en su oído y comenzó a... Ensayar.

— ¡Buenas noches, Tsuruga-san! ¿Cómo le va? ¿Bien? Oh... Por aquí, más o menos... Por cierto... Pasó algo sin importancia —ríe nerviosa—... Besé a Shotaro hoy —su risa nerviosa se intensifica y empieza a parecer más un llanto—... No fue nada, sólo fue por trabajo —se miró al espejo y empezó a darse puñetes en la cabeza—... ¡No! ¡No! ¡No! Bien, intentemos de otra forma —mira fijamente al espejo con el móvil pegado a su oído— Tsuruga-san, besé a Shotaro pero fue por trabajo, así que no incumplí la regla del corazón del actor —se mantuvo firme y entonces volvió la frustración— ¡No! ¡No! No podría... Pero...

Se quedó en silencio, las palabras de Corn volvieron a pasar por su cabeza, al igual que el artículo que leyó "Señales de estar en la Zona de amigos" y las palabras de Honoka:

«Para él eres como una hermana»

"¿Por qué me preocupo? No... No somos nada... ¿Cómo pude...? Cielos... ¡¿Cómo pude creerme tan importante...?! Pensar que él se molestaría porque besé a Sho... A él... No... ¡Qué ilusa! Y si se lo explicaba y a él... ¿Y si en realidad no le interesa para nada? Qué vergüenza... Y si... Y si él se da cuenta..."

Y entonces se tocó los labios, la sensación de los suyos seguía ahí. No importaba cuanto quería convencerse de que no sucedió, su corazón le evitaba negarlo.

"Pero... ¿Por qué lo hizo?"

Miro su reflejo.

"¿Podría ser que...?"

No, ella al instante se deshizo de la idea y regresó a su teoría, todo era por trabajo, pero de todas maneras no se sentía satisfecha.

"Sé... Sé que probablemente no le importe... Pero, aun así... Quiero que lo sepa... ¿Soy patética, verdad?"

Tomó su celular, ya estaba decidida, iba a llamarlo e iba a clarar todo con él, pero entonces esa desesperante voz de la operadora le anunció que su línea había expirado y ya no podría hacer llamadas, solo contestarlas.

Maldijo su suerte y comenzó a caminar en círculos por su habitación, pensando en qué iba a hacer entonces.

"Se lo... ¿Se lo digo por mensaje? No... No sé... ¿Le digo que me llame?... ¡No! Y entonces... ¡¿Qué?! ¡¿Qué hago?!

Ella estaba tan absorta en su búsqueda por una solución para hablar con Ren, que casi se muere del susto cuando su celular comenzó a sonar. Como si fuese un objeto en llamas, Kyoko lo lanzaba al aire y lo atrapaba intentando contestar, hasta que lo logró. Sin ver la identidad de quien la llamaba, contestó inmediatamente.

— ¡Buenas noches! —hubo un silencio del otro lado de la línea— Tsu... ¿Tsuruga-san? —no recibió respuesta— ¡Tsuruga-san!

Kyoko ya se empezaba a preocupar hasta que escuchó una risa más que conocida.

— Perdón, Mogami-kun... ¿Esperabas una llamada de Ren?

— Presidente... No... Yo no...

— Mogami-kun, no tienes que fingir, recuerda que lo sé...

— Sí...

Kyoko se quedó pensativa.

— ¿Has hablado con Ren desde ayer?

— No...

— Bien —iba a decirlo, el verdadero motivo de su llamada, pero no se sintió preparado—... ¿Mogami-kun, sucedió algo extraño ayer verdad? Antes de que llegue...

Al instante Kyoko regresó del mundo de sus pensamientos y se puso nerviosa.

— ¡No! ¡No! No pasó nada... Solo... No... O eso creo

Kyoko contuvo la respiración, esperando encontrar respuesta a la pregunta que ni ella misma había respondido hasta el momento. O al menos no de una forma satisfactoria, puesto que sus miedos le decían una cosa y sus sentimientos —y su razón— otra. Entonces se dio cuenta de que Lory estaba muy callado, casi parecía sentirse culpable por algo.

"¿Por qué?"

Kyoko al instante recordó, se molestó y comenzó a reclamar.

— ¡Cierto! ¡¿Por qué, presidente?! ¡¿Por qué me hizo eso?! ¡¿Es que acaso le gusta ponerme en situaciones difíciles?!

— Mogami-kun...

— ¡Primero con "Demonds Heaven"! ¡¿Ahora esto?! ¡¿Por qué?!

— Mogami-kun —suspira—, con lo de "Demonds Heaven" ya te explique los motivos, ¿recuerdas?

—... Sí —pensativa se dejó caer en su futón.

El presidente se refería a la charla que tuvieron al día siguiente de la reunión de "Demonds Heaven" en la que contra todo pronóstico, o lógica humana, presentaron a Sho como uno de los protagonistas.

《Lo mejor para superarlo es enfrentarlo. Solo así podrás ponerle un punto final y cerrar el libro... Serás libre del pasado.》

— Bien, qué bueno que comprendas, Mogami-kun.

— Pe-pero... Ay —suspira—, ¿no era suficiente con lo del drama?

— Mogami-kun, es justo por el drama. Tú mejor que nadie sabes que en gran parte del drama lo qué hay entre tu personaje y el de Fuwa-kun es odio, y eso lo han estado haciendo muy bien solo porque es fácil para ambos representar una relación que es justo como la que tienen en la vida real... Pero hay un punto en el drama en el que ese odio y desagrado fuerte por el otro se mezcla con otros sentimientos fuertes, y uno de ellos es el amor —pausa un momento y suspira—, y esos sentimientos tan intensos, tan abrumadores... ¿Crees acaso, Mogami-kun, que podrían hacerlo sin tener esta experiencia previa? —Kyoko ladeo la cabeza, agotada y luego tomó un respiro profundo—. Además, Asami me contó que aprendiste a usar mejor tu truco particular y ya sabes usar con más fuerza tu corazón hasta en situaciones extremas, como el beso —suelta una risita—. Buen trabajo, Mogami-kun, y no te preocupes, Fuwa-kun no trabajará contigo más que en "Demonds Heaven" a partir de ahora, además ya no va a molestarte, conseguí encontrar a la persona perfecta... La persona que será tu representante, Mogami-kun...

— ¡¿Qué?! ¡¿Representante?! ¡¿Mi representante?!

— Sí, pero faltan de tres a seis meses para que arregle todos sus asuntos y pueda empezar a rendir...

— ¡Gracias!

— Sí —Lory se quedó en silencio.

— Presidente... ¿Eso no es todo por lo que me llamó, verdad?

— Mogami-kun —suspira—, esto es algo que tengo que pedirte —tosió por los nervios y fumó—... Nadie tiene que saber del ingreso de Fuwa-kun a nuestra empresa —pausa, claramente más incómodo—... Nadie, excepto los directamenre involucrados con el proyecto, tiene que saberlo hasta el estreno del primer PV del álbum —Kyoko ya entendió que rumbo tomaba esa petición— No le cuentes a nadie sobre lo sucedido hoy, ni que el cantante con quien hiciste el video es Fuwa, Mogami-kun, ni si quiera a... Él...

— Pero qué... ¿Qué...? ¡¿Qué?! —se quedó sin aire, respiró y al fin pudo hablar— Pero, presidente, ¿por qué no puedo? —hizo un grito ahogado al no recibir respuesta— Yo... Necesito...

"Necesito decirle..."

— Sé como te sientes, Mogami-kun, en verdad lo lamento, pero así son las cosas —Kyoko se quedó en silencio y desde el lugar donde estaba Lory se sentía mal por ella— Dicho esto, no queda nada más, buenas noches...

Afligida dejó el móvil en su regazo y sumergió su cabeza en una almohada.

"¿Qué...? ¿Qué debería hacer...? Él sabe que hoy fui a trabajar... Si pregunta... Yo... No quiero... No quiero mentirle..."

Tiró su almohada a un lado y con pesar se miró al espejo.

"Lo siento, presidente, pero no voy a acceder a su pedido..."