Capítulo 30

Dividirse


La mugiwara seguía preguntándose como funciona ese poder misterioso, quería arrancarse el pelo, porque luego de que le ofreció un trago de agua al camello de la cantimplora este la vio y la mugiwara no lograba comprenderlo, tenía que haber gato encerrado con su poder, esa era la única forma, la otra madre había estado manipulando, ella misma lo dijo, en la isla de los extraños cactus ¿no?, y luego cuando enfermo el poder dejo de funcionar y por esos todos en Drum la vieron como es en realidad ¿no?, en verdad odiaba eso, le hacía pensar demasiado, es más saludable asumir que es un poder misterioso, nada más.

Mientras Lu se frustraba por sus habilidades, los demás le daban una golpiza al camello por abuso de confianza, pues se bebió varios sorbos de agua. El que Lu no se quejara por este hecho hizo que más de uno de los presentes le dirigieran una mirada discreta.

El resto del camino hacia Yuba, Lu se la paso montando a Pestaña junto a las otras chicas su comportamiento resulto ser demasiado estoico para la mugiwara, y los demás con excepción de Chopper que era el más nuevo dedujeron que eso solo podría indicar que la chica se sentía frustrada. El medico en cambio pensó que el calor también debía de estar afectando a la mugiwara.

La ciudad de Yuba estaba irreconocible para Viví, tal como lo había estado la ciudad verde, con la única diferencia de que aquí todavía había una persona viva, un viejo en los huesos, al cual la princesa solo pudo reconocer por su peculiar estilo de bigote.

El tío honorario de Viví, Toto san resulto ser el padre del líder de los rebeldes, Koza. El anciano defendió ante la presencia de la princesa y los mugiwaras, su lealtad y fe hacía el Rey. Viví sintió un mayor aprecio por su tío, y más ira en su nombre por lo que estaba haciendo Crocodile con el reino. La princesa no se percató, pero su sentimiento era compartido por los demás.

Un momento después apareció una gran tormenta de arena, hizo que todos se tuviera que refugiar en algunas de las casas que les ofreció Toto san. Él le explico que los rebeldes ya no se encontraban ahí, lo que alarmo a Viví, pero enfrente de Toto san nadie se atrevió a discutir.

Chopper aprovecho la situación para darle un chequeo médico al hombre, notando todo lo que estaba mal en el anciano, padece de una gran desnutrición, posiblemente anemia por el color de las uñas, una obvia deshidratación confirmada por el color de su lengua y su estado físico, el reno también midió la presión arterial del viejo y esta era más baja de lo normal; sí el hombre seguía viviendo en esas mismas condiciones podría presentarse más complicaciones que le llevarían a desarrollar otras enfermedades crónicas, que más temprano que tarde lo llevaría a una falla multiorgánica. El anciano tendría que marcharse de este lugar, el reno lo sugirió y el hombre se negó a marchar dijo que esta eran las tierras que el padre de Viví le había confiado. Eso molesto a Chopper, este cabron no era consciente del daño que se estaba autoimponiendo, pero antes de que pudiera decir o hacer algo más Sanji lo aparto del grupo y le pregunto:

–Enano dime lo que notaste para poderle dar una comida más balanceada esta noche –apretó el hombro de Chopper– dímelo para que le pueda dejar sugerencias para que mejore su dieta.

Chopper dijo a quién llamas enano y se trasformo por un momento en la versión hombre-reno, toda monstruosa, lo que hizo retroceder un paso al cocinero, pero después se encogió y le explico a Sanji lo que noto, le dijo que el también prepararía unos suplementos para el hombre.

Sanji entendía que Chopper está molesto con la falta de cuidado del viejo.

–No es tu culpa –contesto el cocinero –es la decisión del viejo la tienes que respetar, aunque no nos guste –Sanji sonrió mientras prendía un cigarro –pero si se niega a comer, lo que ponga en el plato, lo obligare a comer –el cocinero recordó cuando Zeff y él tuvieron que acostumbrarse nuevamente y de manera paulatina a que sus estómagos recibieran nutrientes de forma diaria –aunque sea una porción pequeña –sonrió antes de fumar.

–No fumes aquí adentro –protesto Chopper mientras pensaba que la situación de ese hombre debía de mejorar.

–Hay una tormenta de arena afuera, comida de emergencia…

–¡No me digas comida de emergencia!


En el palacio real, el rey Nefertari Cobra estaba sentando en su trono releyendo varias veces la carta que su hija le había enviado con el informe de su auto impuesta misión, Cobra no pudo evitar sonreír por tener noticia de su hija, pero el contenido de la carta es demasiado inquietante por todo lo que implica y por el sacrificio de Igaram. El principal culpable de este desastre fue él mismo por su ingenuidad, al permitirse confiar en un shishibukai.

Cobra miro a sus dos guardias personales y les explico lo que harían –si el pueblo quiere destruir el palacio déjelos–.

Los guardias protestaron, pero el rey dijo –lo importante ahora es capturar al Crocodile, partiré a primera hora de mañana.

Los dos guardias intentaron seguir debatiendo con Cobra, sin embargo, el Rey, no les dio esa opción y los despidió de la habitación, sabía que para sus guardias reales él era la prioridad principal por desgracia, pues ellos estaban en un error, para Cobra la pieza más importante de Arabasta es su gente.

Su majestad siguió sentado en silencio un rato más, pero eso no impidió que sus pensamiento dejaran de fluir, así que partió y mientras recorría uno de los solitarios pasillos del palacio, pensó Viví no lo menciono, esa niña podía haberlo olvidado o no saberlo, pero es posible que tenga espías en mi ejército, entre los civiles y los rebe…


En medio de la noche, Lu se despertó y al ver que el viejo hombre se proponía a extraer el agua de la arena cavando lo ayudo, un rato más tarde se unió Ace, después Zoro, Usopp, Sanji, Sabo y para consternación del viejo huesudo se unió Viví, aunque el insistió en que ese no era el trabajo de una princesa. Más tarde se unió Nami y Chopper, este último estaba preocupado porque Toto san llevara a cabo esta actividad tan extenuante, y lo mando a descansar sin reparo, Chopper no cedió en este punto a ver la mirada de apoyo que Sanji le dio, le dijo al viejo que si no hacia lo que el médico le indicaba el mismo se encargaría de darle un sedante. Lu silbo, por la acción de su médico, y Zoro se dio cuenta que sería un poco más complicado de lo que pensó ignorar las ordenes de descanso del pequeño mapache cuando fuera atendido por él.

Para la mañana siguiente gracias a la competencia de ego entre Sanji, Zoro, Sabo, Ace y Lu habían destapado la mayoría de las aguas termales para gran sorpresa de Toto, aunque Zoro tenía la tendencia de tapar uno que otro agujero, lo que hizo que Nami lo mandara a descansar y Sanji se riera de este hecho, al igual que Lu y el resto de los demás nakamas, aunque a diferencia de Lu y Sanji, los demás era más discretos.

–Si es gracioso, pero yo que tu no me reiría Lu –susurro Ace, solo para que Lu lo escuchara– de hecho, me sorprende que tú no hagas lo mismo, eres igual o peor de desorientada que él.

Lu encogió los hombros, pero pensándolo bien ahora sentía que era fácil golpear algo, o alguien si tener que concentrase tanto, supuso que al fin le parecía sencillo, porque desde que partió de su isla había tenido que pelear con gente más fuerte, era parte de crecer.

Esa mañana el viejo no podía parar de llorar de felicidad y agradecerles. Lu sonreía, Chopper y Ace se sentía incomodos, aunque solo Chopper hacia denotar su incomodidad al máximo con su extraño comportamiento en cambio Ace sonreía como Lu, Usopp lo tomaba de muy buena forma, demasiado bien, Nami fue amable al igual que Sanji, Sabo y Viví, y Zoro actuó imperceptible.

–Si esos niños hicieran esto en lugar de acusar a nuestro rey… son unos tontos–dijo el anciano sollozante.

Sabo no pudo evitar dejar de sonreír ante las palabras del viejo hombre, sabía que la opinión del viejo hombre en este caso era válida, pero en muchas otras situaciones, esos hombres, que, ante los ojos de este vejestorio, eran niños, luchaba por lo que creían… aparte si nosotros pudimos hacer esto en una noche es probable que esa gente también, pero debido a las constantes tormenta de arenas que estaba sufriendo esta zona todo el trabajo se perdía continuamente pensó el revolucionario mientras tensaba un poco la espalda.

Ace le dio una palmada en la espalda a Sabo –déjalo ser.

–Lo sé –contesto Sabo y Ace lo miro mientras levantaba una ceja–no es momento.

Los dos hermanos se sonrieron al darse cuenta de que aún se entendía mutuamente, aunque pasaran muchos años separados.

Ya apartados de Toto san Lu miro a todos antes de mirar a Viví– ¡vamos a por Crocodile!

–Pero…

–No guíanos a él, Viví, tú eres la que más debe querer destrozarlo…

–Sí, pero tengo un deber…

–Ni siquiera sabes donde esta los rebeldes, Toto san no lo sabía…

–Podemos buscar…

Lu le dio un puñetazo a la princesa en la mejilla, que hizo enojar a Nami, extraño a Usopp, y asusto a Chopper; Sanji detuvo a esos tres de interferir con la mirada y diciéndoles que se detuvieran y esperaran. Este comportamiento extraño a los demás mugiwaras.

El joven fumador admitió para sí mismo que no le gustaba ese método de parte de Lu chan, pero no podía evitar entender la postura del capitán al igual que el Marimo que miraba la situación permaneciendo atento en silencio y con los brazos cruzados, solo le dirigió la mirada por un segundo, esa cabeza de pasto, seguramente por esa mente con ningún sentido de orientación, el idiota llego a la conclusión de que esa era la forma en que los piratas resolvían sus conflictos.

Una de las cosas más nueva que molestan a Sanji, a parte de quedarse sin cigarrillos por estar en el mar largos periodos de tiempo, era que esa planta verde y él estuviera de acuerdo en algo, o pensara de manera similar, se molestó más al recordar lo relajado que había estado cuando les tocaba lavar los platos juntos, Lu chan menciono que hacían un gran equipo.

Los hermanos de Lu no se inmutaron ante la situación solo se miraron y negaron con la cabeza. Sabo pensó que lo que proponía Lu era válido desde la postura de un pirata, pero Viví que es un pirata en su corazón al igual que princesa tenía que jugar el juego de la vida de una princesa, por desgracia.

La princesa contesto el golpe del capitán, de forma continua o al menos eso hubiera hecho, pero ella estaba en presencia de los dos hermanos de dicha chica que solo le dejaron regresarle un mísero puñetazo, que no le importaba a la mugiwara, Sabo le agarro las manos y Ace la levanto de los pies. Lo que molesto a Sanji:

–eh ustedes dos desgraciados no agarre a Viví chan así.

Chopper y Usopp corrían nerviosos, el mentiroso exclamaba que todos se había vuelto locos por culpa de calor y que debían tranquilizarse.

Nami tienes sus manos sobre su boca pensando como proceder, por la mirada de Lu no era momento que ella levantara su voz, porque su capitán no lo aceptaría, pero que exagerados era ese par de orangutanes que Lu tenia como hermanos, lo podía esperar de Sabo, el se mostró así desde el principio, pero Ace, en verdad ese par tiene un complejo protector con su hermana.

–¡Sabo!¡Ace!¡suéltela! –dijo Lu frunciendo el ceño, no necesitaba que sus hermanos la protegieran, como si el golpe de Viví le causara daño, ella podía descargar su ira con ella– ustedes…

–Ero cook, ni siquiera en este momento…

–Marimo…

–¡Suélteme! –exclamo Viví sacudiéndose con toda su fuerza –¡ustedes no entienden! ¡para ustedes es solo una aventura más! ¡pero mi gente morirá! –se le quebró la voz –¡sino los detengo!

–Viví san, recuerda lo que hablamos –dijo Sabo con un tono diplomático y un agarre firme.

Un momento después la princesa dejo de sacudirse, miro al revolucionario pesadamente –tienes razón, Sabo –suspiro hondo –pero es tan difícil entender que yo no quiero que nadie más muera. ¿Por qué tiene que morir la gente inocente?

–En la guerra la gente siempre muere –contestaron los tres hermanos al mismo tiempo, los tres se miraron, pero no sonrieron, esa era una declaración que a nadie le gustaba y todos los presente lo sabían.

Ahí en medio de la nada se dijo eso y todos se quedaron por unos momento escuchando la calurosa brisa del desierto que podría estar avisándole de que más tarde abría una tormenta de arena en esa zona, tenían que avanzar. Por desgracia eso solo significaba que las aguas que desenterraron volverían a perderse pensó Sabo.

La princesa fue bajada al suelo. Ella sabía que no era lo más razonable hablar con Koza, nunca pensó muy bien las cosas cuando se trataba de él, pero tenía que detener al ejército rebelde, esa armada que estaba tan decidido a dar su vida para salvar a su gente, que debía hacer, que haría su padre, luego de leer la carta… si se equivocaba y todos morían por eso jamás se lo perdonaría.

–No voy a discutir Viví, hasta yo me doy cuenta –dijo Lu señalándose, para después señalar a Viví –tú eres la que más deseo de derrotar a Crocodile tienes y para eso tienes que apostar nuestras vidas –Lu apunto a Viví –¡acaso no somos nakamas!

La princesa se dejó caer al suelo y de su garganta escapo un sollozo.

El camello estaba tocando con su pesuña el hombro de Chopper…

–¡Eh!... ¡Que tú sabes donde se encuentran los rebeldes! – dijo Chopper mirando a su amigo de dos jorobas–¡porque no lo mencionasteis antes Pestaña!


Smoker sabía que todo en Arabasta estaba mal, tener un pirata como principal protector, acusar a un rey, que tenía fama de ser uno de los más justos en los pasado Revieres, ahora se revela como un tirano, todo apestaba mal, hediondo olor a sucios piratas, y los civiles eran tan ignorantes y ciegos, su supuesto salvador pirata tiene una akuma no mi de arena, y ellos viven en un desierto… porque los pueblos son tan idiota e ignorante, diablos, porque no existe un sistema que eduque a la gente sobre las akuma no mi.

Desgraciadamente Smoker no pudo sacarle casi nada de información al tal míster 11, porque fue asesinado, lo que debía de indicar que el tipo sabia más cosas… bien en el fondo Smoker lo dudaba ese tipo era un idiota, solo un idiota trabaja para alguien que no conoce. Un movimiento muy inteligente de parte de ese hediondo Crocodile. Sin embargo, lo que más le molestaba al Marine era la aparición de Puño de fuego y su supuesta relación con Mugiwara y ese chico de sombrero de copa. Smoker podía jurar que lo había visto en otro lugar, pero no lo podía ubicar aún…

El marine decidió dividir a sus hombres, la mitad de ellos irían a Rainbase con él a interrogar a Crocodile y la otra irían con Tashigi a Alubana a proteger al rey y a los civiles porque era obvio que la situación se saldría de control en cualquier momento.

Smoker tenía la certeza de que en Rainbase podría deducir como estaban involucrados toda esta panda de piratas, el marine dudaba firmemente que Barbablanca estuviera involucrado en este asunto, pero viendo a uno de sus hombre aquí no podía permitirse descartar esa opción.


En medio del desierto grupo de Viví, Sabo y Pestañas se dirige a Katorea para hablar con el ejercito rebelde:

–Lamento la forma en que te hablé –dijo Viví mirando la arena desde lo alto de lomo del camello.

Sabo se detuvo en medio del desierto sintiendo que estaban siendo vigilados –no te disculpes, otra vez princesa –sonrió, y Viví noto que ese gesto ya no lo hacía lucir amenazante; la princesa pensó que realmente una cicatriz hacia toda la diferencia, estando segura de que si el revolucionario quería ser intimidante lo lograría. Esa habilidad de Lu era toda una bendición, al menos se noto que le acaba de quitar, hace un rato, un gran peso de encima a Sabo, cuando desapareció la gran cicatriz del rostro del joven. Viví sonrió al recordar las palabras del reno, estaba segura de que el podría lograr eso.

–Viví recuerdas todo lo que te platiqué el otro día, sobre la gente que está construyendo un puente inmenso desde hace unos setecientos años en el East…

–Solo porque no están asociado al gobierno mundial –dijo Viví dejando de sonreír y suspirando con desilusión –veo tu punto… Sabo. Ni siquiera tenía idea…

–Dudo que el querido gobierno mundial le informe eso a sus reinos aliados –dijo Sabo frunciendo el ceño, algo se estaba moviendo sería mejor que siguieran su camino –después de todo… no importa solo avancemos.

–Gracias por….

–No tienes que darme las gracias, eres demasiado cordial… lo que es una gran cualidad –Sabo pensó y logro para una mujer de tu estatus –necesito que te mantengas atenta….

–Si, pero no puedo dejar de pensar en que me falta experiencia para esta situación –dijo Viví mirando la arena a su alrededor sintiéndose muy torpe.

–Nada te prepara para esta situación, se tu historia Viví, eres demasiado cruel contigo misma –dijo Sabo mientras la presencia que los asechaba se alejaba, definitivamente no había sido un humano, era más como algún animal enorme posiblemente un depredador del desierto.

–Deja de pensar en los demás. Ellos podrán con Crocodile, confía, los has visto en mi entrenamiento–había otra presencia que se estaba centrando específicamente en ellos, esta venia desde el cielo. Sabo levanto la mirada analizando qué diablos era.

–Tu entrenamiento del demonio, lo sé –remarco Viví, inflando las mejillas, un gesto que solo había podido hacer algunas veces en su infancia con sus amigos, algo que hacía reír a Koza, un gesto que debía está prohibido cuando ella paso a ser una princesa heredera oficial, pero nunca se presentó a su pueblo de esa manera debido a la infiltración en Baroque Works.