"Este fic participa en el minirreto de marzo para La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Beta: Nea Poulain
Objeto: Hilo del destino, Las Moiras
Las Moiras
—¿Mamá qué hacemos aquí? —dijo Bellatrix, ceñuda.
—Un ritual importante; cuida a tus hermanas.
Tres niñas de ocho, seis y cuatro años. Las primeras palabras que le dijo su madre tras el parto fueron: «La primera de las tres». Ella siempre había tenido cierto arte para la adivinación. Cygnus se enfadaba con cada parto, quería un heredero, pero ella tenía que disimular su alegría. Aunque su madre había abandonado Grecia hacia años no se olvidaba de sus raíces. Le había enseñado la cultura y rituales de su tierra. Dionne Rosier había acudido esa noche para seguir esa tradición.
Cuando el caldero estuvo preparado las niñas se colocaron a su alrededor. Todas llevaban unas túnicas blancas. La habitación estaba llena de velas y símbolos antiguos. Dionne las miro, una a una antes de hablar. Bellatrix parecía aburrida, Andromeda curiosa y Narcissa un poco asustada; las tres se daban la mano.
—Mis pequeñas αστέρια, habéis de saber que provenís de una gran saga de brujas griegas. Grandes profetisas que veían el destino de muggles, magos y hasta dioses. Vosotras sois algo muy especial que no se ha producido desde hace más de un siglo, sois Moiras. —La abuela comenzó a remover el caldero, estaba lleno de lo que parecen ser gruesos hilos flotando en niebla, y siguió explicando—: Hay quien cree que vienen de mitos. Solo las más grandes familias griegas de magos conocen la verdad que hay en ellos. Extiendan las manos. —Las niñas las pusieron sobre el caldero; con un cuchillo la abuela les hizo un corte. Después de dejar caer unas gotas la abuela concluye—. Las Moiras siempre serán tres brujas griegas de la misma sangre. Debéis saber que tenéis un don mucho más fuerte que cualquiera de nuestros antepasados.
Las niñas se miraronan emocionadas. Bellatrix contestó, desafiante:
—¿Y cómo se usa?
Druella miró a su madre y explicó:
—Según la historia aprenderéis sobre el destino con los hilos. Necesitaréis una gota de sangre de quien queráis saber, coger un hilo y probar a decir lo que veis.
Bellatrix se encogió de hombros y cogió uno, lo examinó ceñuda y dijo:
—Es negro y fuerte. Por el final parece algo roto y quemado, además es un poco corto.
Andromeda se mordió el labio y le temblaba la mano cuando sacó el suyo:
—El mío es más largo, pero parece distinto. Tiene un tacto áspero, como la lija. Tiene muchos colores por arriba, pero se van apagando.
Narcissa era pequeña, pero entendió que eras su turno, se puso de puntillas para llegar al caldero:
—Es finito pero bonito; parece de oro. —Se lo metió a la boca por instinto—. Puaj, sabe fatal.
Las tres observan curiosas los hilos, cada una de un color, forma y tamaño. Druella le preguntó a su madre qué significaba, ella las miró preocupada.
—No lo sé. Son ellas, las Moiras, quienes han de interpretarlos. Su intuición es la mejor guía de todas. Lo que está claro es que tendrán vidas muy distintas.
Nota: según el traductor, αστέρια era la palabra griega para estrellas.
La protagonista de la historia es Druella Black, madre de Bellatrix, Andromeda y Narcissa. Su madre Dionne Rosier, me la he inventado, igual que sus raíces griegas. Pero me ha gustado que en las familias de magos griegas se vincule la magia a los mitos y leyendas. Me ha dado mucha pena el límite de palabras, ya he gastado un extra ese mes. Puede que retome esta idea porque me gusta, gracias por leer.
