Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.


Después de darle órdenes su padre se alejó sin decir más, Lily no comprendía para nada la actitud de Harry Potter, ¿sabía algo o no sabía nada sobre su relación con Ted? Porque estaba actuando raro, pero no había hecho nada en contra de Edward, ni la había echado de casa y dejado de pagar la matrícula de la universidad, no sabía que traía entre manos, y eso la aterraba.

Fue hasta la cabaña, para hacer que los sirvientes colocarán ropa de cama nuevas, y volvieran a arreglar el lugar, no era como que estuviese poco presentable, pero a su familia le gustaba que todo estuviese perfecto, para que no pudiesen decir nada de ellos.

Su celular comenzó a vibrar, el nombre de Ted apareció en la pantalla, así que contestó.

Estoy afuera –comentó.

—Bien, haré que te dejen pasar, te veré en la segunda entrada.

Colgó y fue hasta el pequeño carro de golf estacionado fuera de la cabaña, llegó primero que él, así que se dedicó a controlarse, no quería actuar de forma que su padre tuviese a tener idea de lo que pasaba entre Lupin y ella.

Sonrió cuando lo vio acercarse, así que se bajó del carro de golf, fue hasta la puerta, donde el guardia estaba tranquilo, la observó y se puso de pie de inmediato.

—Descuida –le sonrió.

Salió del otro lado de la caseta y se cruzó de brazos cuando Ted se detuvo, llevaba su automóvil convertible, tenía gafas puestas y un suéter tejido de color gris claro, haciéndolo lucir terriblemente atractivo, pero tuvo que comportarse, se giró al guardia y asintió, para que abriera la reja, así que lo hizo.

—Deja el auto aquí, ellos se encargarán de llevarlo a la cabaña.

—Bien –soltó Ted, tomó una pequeña maleta y bajó del auto.

La chica le indicó que subiera al carrito, y condujo bastante a prisa por el lugar hasta la cabaña, sonrió cuando vio al hombre sujetarse fuertemente a causa de la velocidad, y lo brusco que conducía.

—Llegamos –informó.

Bajaron, la cara agradecida de su novio se reflejó de inmediato, pero ella prefirió ignorar eso, abrió la puerta y le hizo seguirlo hasta la habitación principal, ya estando ahí, él dejó su pequeña maleta sobre la cama, y se giró hasta ella, dando un paso en su dirección, para besarla, pero se detuvo a mitad de su camino.

—Señor Lupin –saludó Harry Potter –venía a preguntarle a mi hija si ya había llegado, este lugar será donde se quedará, creo que es lo más apropiado, tendrá su propio espacio y privacidad, principalmente porque no conoce a la familia, y no queremos hacerle sentir incómodo.

—No se preocupe, señor Potter –contestó tranquilo.

—Aunque, como le dije a Lily, si al final, llegamos a un acuerdo de negocios, posiblemente comenzará a pasar más tiempo con mi familia.

—Primero tenemos que llegar a un acuerdo –respondió tranquilo.

—Lily, el señor Lupin y yo, tenemos asuntos que tratar, ya puedes marcharte, tu presencia no es necesaria.

—Desde luego –le dedicó una sonrisa a Ted, beso la mejilla de su padre y salió del lugar.

—X—

Lily se unió a los demás que estaban en la piscina, los niños nadando, los adultos charlando y bebiendo un poco, se recostó en el camastro más cercano a cuidar de Ada, a pesar de que las niñeras ya los cuidaban, pero después de una hora, se puso de pie para beber un poco de jugo de arándano.

—Ah, no puedo creerlo –se quejó su prima Rose junto a ella, buscando algo en sus bolsillos.

— ¿Qué pasa? –Preguntó Lily.

—Deje mi celular en el buró de la habitación, y quería tomarle una foto a Tracy, se ve adorable.

—Mi teléfono está en el camastro.

—Bien ¿cuál es la clave?

—1952

— ¿En serio? –Se burló Rose de ella, que solo se encogió de hombros.

La pelirroja se acuclilló a la orilla de la piscina para tomarles fotos a los niños y a su hija, que estaban muy felices en la piscina, después de lo que fácilmente hubiesen podido ser unas diez mil fotos, se acercó a ella.

—Me las envías, por favor –sonrió.

—Ya lo traes ¿por qué no las envías de una vez?

—Floja –sonrió Rose al ceño fruncido de su prima.

La pelirroja Weasley comenzó a enviarse las fotos, mientras Lily volvía a servirse jugo de arándano, las fiestas familiares tenían sus contras, cuando no podía beber alcohol, o su padre se enfadaría.

— ¡Oh, por Dios, Lily! –chilló Rose, con los ojos abiertos –pero ¿quién es él?

— ¿Quién?

Lily se acercó a su prima y echó un vistazo, tragó saliva al ver las fotos que Ted le había enviado, afortunadamente, no estaba desnudo, pero si en bóxer, y toalla enredada en sus caderas, desde Alemania, habían estado intercambiando fotos así, claro que ella borraba las fotos que se tomaba.

—Bueno, es… Solo alguien –se encogió de hombros.

—Ah, por los cielos, está tallado por los dioses –soltó incrédula.

—Eh –hizo un mohín.

— ¿Quién le tomó las fotos? Porque no son selfies –elevó una ceja –no me digas que tú.

—No lo sé –y hasta antes de que Rose le preguntara, no se había puesto a pensar en eso.

La boca de Rose se abrió de nuevo, así que se giró, Ted acababa de llegar junto con el padre de Lily, a la piscina, así que ambas se observaron, esperando que Rose no dijera absolutamente nada.

— ¡Papá! –Gritó Ada, feliz de verlo.

— ¡Hola, cariño! –Le sonrió a Ada.

—Familia, les presento a Edward Lupin, mi nuevo socio.

—Mucho gusto –sonrió encantado, saludó con la cabeza.

Harry Potter le presentó uno a uno a todos los presentes, se detuvieron delante de ellas, y le presentó a Rose, que bloqueó el teléfono de inmediato, para que su tío no viera nada, y como pensó que era el celular de Rose, no exigió saber lo que ocultaban.

—Ella es mi sobrina Rose, la primogénita de mi cuñado Ronald, y mi mejor amiga Hermione, hermana mayor de mi sobrino Hugo.

—Es un placer –sonrió la pelirroja, estirando la mano.

—El placer es todo mío –contestó en ese tono amable, que usaba para los negocios.

—A mi hija ya la conoces –sonrió.

—Sí, ya –río divertido.

—Bueno, las dejamos platicar tranquilamente.

Ted se alejó de las tensas pelirrojas, siguiendo al padre de Lily, y aunque pensó que regresarían a la oficina, se quedaron ahí, en el patio, viendo a la piscina, en dirección a donde Lily y Rose estaban.

—Tengo que admitir que hice una amplia investigación de usted, antes de decidir hacer este negocio –aceptó Harry.

— ¿En serio? –Cuestionó, fingiendo ignorancia –dígame ¿qué lo motivó a decidirse a aceptar? –pregunto.

—Bueno, encontré un par de cosas que no me agradaron para nada, sobretodo sus decisiones antes de su matrimonio con Laura Flint.

—Bueno, era joven –se encogió de hombros.

—Y te casaste con una mujer mayor que tú.

—Bueno, nunca me ha importado la edad, siempre y cuando los dos seamos mayores de edad –aclaró.

—Sí, después de todo, veo que le agrada bastante mi hija.

Ted se tensó ante las palabras de Potter, no quiso mirarlo, porque eso despertaría más aquella sospecha que él estaba teniendo, o eso suponía Ted, así que miró a Lily, ya que veía en esa dirección.

—Y que usted le agrada bastante a ella.

—Bueno, ella es una chica agradable, y muy inteligente –aceptó –y mi hija la adora.

—Es la primera vez, que dejó que mi hija influya en mis negocios, esos arrestos señor Lupin, toda esa violencia de su juventud, me hacían dudar, pero cuando Lily dijo que era un excelente padre, que no había nada más importante para usted, que su hija, sin duda tiene la clase de valores que mi familia aprecia, no hay nada como los hijos ¿cierto?

—Así es –admitió, viendo a su hija –Ada es todo para mí, desde que su madre murió, me he dedicado a ella y a lo que será su legado.

—Dígame ¿no ha pensado en rehacer su vida? ¿Volver a casarse? Después de todo, es joven todavía.

—Eh, bueno, no voy a mentir, lo he pensado bastante, pero Ada es mi prioridad.

—Mmm…

La respuesta de Harry lo hizo voltear a verlo, los ojos esmeraldas del hombre estaban fijos en su hija, que estaba charlando con Ada desde la orilla de la piscina, y un segundo después que pareció una eternidad para Ted, lo observó serio.

—Cuando cambie de opinión, búsqueme, hay más clases de negocios que podemos tener, me agrada, Lupin, es una persona que logró madurar, que su hija es lo primordial, he buscado a un hombre así por un tiempo –lo observó de reojo –y dado que le agrada a mi hija, no creo que haya inconveniente –dado que también le agrada ella a usted.

Ted se quedó quieto, no siguió a Potter cuando se alejó de él para ir con un varón pelirrojo que si mal no recordaba, era Ronald Weasley.

—Lily –habló en un tono severo Harry Potter –el señor Lupin está solo ¿puedes hacerle compañía? Ada está jugando con los demás, podrías darle un recorrido por el lugar.

Los ojos olivo de Lily fueron hasta su padre. —Ah, sí tú lo mandas, bien.

Teddy le sonrió a Harry Potter y al resto, y siguió a Lily lejos de las personas en el jardín, notó como ella se relajó visiblemente cuando nadie más los observaba.

—Ah, cielos, ha sido una tortura, a veces pienso que papá sospecha algo de nosotros.

—Posiblemente, pero no como lo que piensas, de lo contrario, tendría un balazo en los testículos, y no un negocio por firmar con su compañía.

—Cierto –se burló la pelirroja –pero dime ¿qué te interesa más de la casa de mis tíos?

—Tú, nada más que tú.

Ted la sujetó de la cintura y la acercó a él, con una sonrisa divertida en los labios, ella observó a los lados, para asegurarse de que no hubiese alguien viéndolos, que pudiese ir con la noticia a su padre.

—Hablaba de que parte de la propiedad te interesa conocer –sonrió.

—Bueno, se ve que son bastantes acres, así que supongo que podemos perdernos en algún lugar donde tarden en encontrarnos, pero que de alguna forma, no sospechen.

—No podemos, papá tiene ojos y oídos en todos lados.

—Creo que eres un poco injusta con él, me dijo que se animó a hacer negocios conmigo, por tu intervención.

—Pues yo lo dudo, para ser honesta.

—Lo juzgas mal, dale la oportunidad.

—Ah, lo que sí tiene, es encanto, las personas logran conectar con él, suelen justificarlo, pero no, en serio, no sé cómo le hace, pero puede saberlo todo.

—Bueno, pues –se acercó a ella –no es todo poderoso, cariño, te recuerdo –acercó sus labios al oído de la pelirroja –hemos roto la promesa de castidad, una infinidad de veces, y él no se ha enterado de nada.

—Solo Audrey y James lo saben, y ellos jamás se lo dirían a mi padre, eso es de mi parte, por tu parte, se lo dijiste a tu amigo, Sebastián, que no conoce a mi padre, así que… No se ha podido filtrar la información.

—Y no lo hará, comenzaremos a salir en cuanto descubra porque Ada se pone así contigo, cuando se trata de que salgas conmigo, y no cuando tiene que convivir contigo, y cuando se lo informemos a tu padre, habrás terminado la universidad.

—Nos tomará tanto descubrir el rechazo de Ada –negó –Teddy ¿no se te ha ocurrido pensar que ella simplemente no quiere un remplazo? No digo que me impondrías como su madre o madrastra, sin embargo, ella no quiere que te olvides de tu esposa.

Teddy suspiró, sabía que Lily estaba tocando el tema de Laura porque no tenía de otra, no como en la otra ocasión, donde quería sonsacar información, de todos modos, Victoire ya se lo había dicho, tenía que hablar de ella con Lily.

—Lily, Laura está muerta, murió hace algunos años –informó incómodo.

—Yo… Lo lamento tanto, Ted, pero tienes que entender, con mucho más razón, que Ada no quiera que reemplaces a su madre con otra mujer.

—Pero te adora –soltó Ted.

—Sí, porque solo soy Lily, no una figura autoritaria como lo que pasaría a ser con ella, es obvio que no la dejarías tratarme como lo hace ahora, y las cosas cambiarían por completo entre nosotras.

—Tienes razón –la observó –quiero decirte que, Laura murió en un accidente vial, y contrario a lo que los Flint creen y muchos otros también, yo no tuve nada que ver, pero me siento tan culpable como si lo fuera.

—Pero… ¿Por qué?

—Laura y yo teníamos tiempo mal, habíamos estado peleando, cuando Ada nació, ella tuvo depresión post parto, y aunque se trató, las cosas no fueron muy buenas, en un momento, ella decidió que se quedaría en casa y trabajaría desde ahí, pero Ada enfermó, así que me llamó por teléfono, pero estaba ocupado y no contesté –suspiró, observando el cielo –ella condujo en dirección a su empresa, donde yo estaba haciéndome cargo a su petición, perdió el control del automóvil, murió en el lugar.

—Ted, lo siento tanto, la verdad, no sé qué decirte –aceptó.

Dio un par de pasos hasta él y lo abrazó tan fuerte como podía contra ella, besó su mejilla y le sonrió en consuelo cuando se alejó de ella.

—Lo mejor será no despertar la ira de tu padre –informó él.

—Supongo que tienes razón –suspiró –es cruel, sabes, poder estar juntos en el mismo lugar, y tener que ocultarle a las personas que más queremos, que estamos juntos.

—Personas que queremos, que no nos quieren juntos, por el momento –la sujetó de la mejilla –te prometo que hablaré con Ada, y… solo porque no has estado de acuerdo en ello, pero, de seguir con esa actitud, no me importará, te amo, Lily.

—Lo sé, pero Ada tiene que seguir siendo tu principal interés, es tu hija, Ted, mujeres habremos muchas, no arruines las cosas con Ada tan pronto, espera al menos a que se una adolescente rebelde –le sonrió, lo abrazó de nuevo para alejarse al final.