… CUATRO
HANGE
Con diferentes objetivos, envueltos en pensamientos oscuros, positivos o confusos. Sus posturas resueltas o dudosas, algunos con asuntos sin resolver o que necesitaban arreglarse. Con algunas aflicciones, noticias buenas y malas; y algunos con sus propios demonios con los que tratar en el día a día se reunieron al completo el Escuadrón de Operaciones Especiales con la comandante Hange en la costa de la isla para iniciar el operativo llamado Expedición Más Allá del Mar.
Expedición No. 63
Más allá del mar
Objetivo: Determinar si las civilizaciones más allá del mar, en especial Marley, suponen un potencial y futuro peligro para la isla.
Nota: el Escuadrón de Operaciones Especiales bajo la supervisión de la comandante Hange Zoe deberán explorar, reconocer, estudiar, regresar e informar sin comprometer la existencia de la isla.
Entreguen sus corazones,
General del ejército de las murallas - Darius Zackley
Transporte: una barcaza modificada y discreta con hélices a sus costados, propulsado por el gas liberado de las Piedras Explosivas de Hielo. Infiltración: el capitán Levi y Eren Jaeger serán los guías para su infiltración en la ciudad. Inventario: comida, recursos, vestimenta de civil adecuadas, brazaletes rojos de identificación eldiana, esquemas de la ciudad, alhajas y joyas para intercambiar por dinero marleyano…
Cuando todo estuvo listo para zarpar uno de los puestos de control ubicados en la costa dio el aviso por primera vez, al menos para aquellos soldados, del avistamiento de algo.
Un navío se acercaba a la isla.
Una colosal embarcación como nunca antes vista por Hange, estaba atracada en el puerto de la isla. La nave era ridículamente grande, por todas sus dimensiones. No importa desde que lado Hange la mirase. Ni siquiera los buques exploradores que habían interceptado hace tiempo atrás, se comparaba con esa bestia. Hange de nuevo sentía la punzada de decepción al confirmar nuevamente lo subdesarrollados que eran. Ni siquiera su intento de barcaza barata le fue de consuelo.
Recién avistado el navío y superado del terror momentáneo que recorrió el cuerpo de ella al recibir el informe había tomado cartas en el asunto antes de que las tropas de la costa empezaran a dar la alarma y comenzaran a prepararse para dar fuego al intruso. Fue algo difícil, ya que, como cualquier mito urbano, los soldados aún no habían asimilado por completo la verdad de que no eran los únicos seres humanos existentes. Y cuando ven el mito materializarse en la forma de un monstruo de metal inimaginable pues… digamos que el golpe de realidad fue una bofetada a la ilusión de seguridad.
Levi y ella, tuvieron que hacer el uso de su autoridad y rápida reacción para mantener las cosas bajo control. Primero que todo, si la intención de Hange en esta nueva realidad era dar la imagen al mundo de que la gente de la isla era una civilización virtuosa y decente que solo buscaba tener beneficiosos tratos comerciales y quizás más adelante alianzas y amistades con otros reinos, no era un buen augurio de su propósito recibir a su primer visitante a cañonazos. Claro que no.
Segundo, aun tenían que verificar el efecto de la amnesia en otras personas fuera de la isla, y ya que sus primeros sujetos de observación venían hacia ella, tenía que tomar la oportunidad.
Tercero y tal vez la razón más importante por la que no podía dejar que las tropas entraran en fuego abierto, era que no tenían el poder necesario para abatir esa máquina. Literal y figurativamente. Sus cañones y lanzas no bastarían ni alcanzarían para suprimir la nave. Y ya no contaban con la ayuda de un titan de quince y sesenta metros de su lado para hacer una efectiva captura del navío.
Hange junto con Levi y otros soldados de rango de la legión se hicieron cargo de recibir a quien quiera que hubiera llegado hasta ellos. Los chicos del escuadrón de Levi y otros soldados estaban en cubierto, y listos por si las cosas se salían de control. Después de todo, era el primer contacto con extranjeros en esta nueva realidad.
Cuando un grupo de gente bajo desde la cima del navío sobre una plataforma que descendía establemente a través de unos cables suspendidos a ambos lados con un leve rumor acompañándolos en el descenso confirmando la automatización de aquel ascensor, Hange sintió de nuevo una bofetada en el atraso tecnológico.
Un grupo variopinto de gente que incluía niños se acercaron a ellos.
- Saludos – un hombre de piel oscura, un tono nunca imaginado por Hange fue el primero en hablar – Primero que todo, ¿entienden lo que digo? – expreso él lentamente procurando que sus palabras fueran claras para ellos.
- Hablamos la misma lengua – fue la única respuesta de Hange.
- Genial – palmea el hombre antes de girarse y asentir a un hombre bien vestido que estaba a unos pasos más atrás.
El hombre con buen porte se acercó a ellos y le extendió la mano a Hange sin vacilación.
- Un gusto, me llamo Willy Taiba. Gracias por tomarse el tiempo de recibirnos. -se presentó el hombre rubio mientras observaba con interés la extensión de la isla más allá de ella - ¿A dónde tengo el placer de ser recibido? -pregunta concentrando su atención nuevamente en ella.
Ahí entraba en juego los resultados de la Expedición Mas Alla del mar. Claro, si hubieran podido ejecutarla antes de ser cogidos por sorpresa. Hange no sabía si estaba siendo probada o no. Tenía que jugar bajo el supuesto de que eran un reino desconocido para los demás. Llamarse a sí mismos Paradis o Eldia, era muy arriesgado. Así era como el mundo los llamaba antes.
- Está en Las Murallas.
- ¿Las Murallas? -pregunta con sincera curiosidad Willy al no visualizar más que unos pabellones en la costa - ¿A qué nación pertenecen? Nunca he escuchado ese nombre.
- No pertenecemos a ninguna nación. Somos un reino independiente.
- Es una suerte entonces.
- ¿Por qué lo dice?
- Soy embajador de Marley. Sería un honor ser el conector entre ambas naciones.
- Miente – fue la observación que le dio Levi una vez estuvieron solos.
Willy se presentó como un miembro distinguido de la sociedad de Marley y líder de una de las familias más ancestrales existentes en la historia. El título de embajador era uno autoimpuesto por él, confeso en un momento. Ya que, al ser una figura reconocida en la aristocracia, podía fácilmente influir en la opinión pública. Por lo que su declaración de ser un conector entre ambas naciones no fue lanzada tan deliberadamente como sonó. Parecía toda una oportunidad presentada en bandeja de plata.
¿El por qué estaban allí? Willy que viajaba junto con su familia, servidumbre y escolta habían sido sorprendidos por una sucesión de desafortunados incidentes que se cruzaron en su camino cuando venían de vuelta a casa de un evento social con un país norteño. Incidentes tales como una desacertada pronosticación del clima que los llevo al ojo de una tormenta tropical en medio del océano, lo que fue el comienzo de una experiencia de muerte ya que la inestabilidad del agua, el choque de las olas y la tempestad tuvo rolando de lado a lado el navío. Solo la pericia del capitán al timón como las constantes plegarias de la tripulación lograron superar lo peor. Ya cuando la nave dejo de estar a merced de la naturaleza, inesperadamente avistaron a la isla. Un lugar donde atracar y dar gracias a los dioses por el milagro.
Un milagro, una odisea, una aventura, una experiencia de muerte, o una mentira. ¿Era capaz esta gente de engañarlos a tal punto de traer infantes y ancianos con ellos? ¿Era cierto la legitimidad que proclamaba Willy de su figura y familia? ¿La oferta de ser el mediador entre ambos reinos era genuina?
Hange estaba escéptica. Todo parecía muy surrealista. Ya sea que fingieran no tener algún conocimiento de la isla o hubiera intenciones ocultas, Hange necesitaba saberlo.
- Concuerdo – asiente Hange al recordar el fugaz brillo calculador que atravesó en un momento la mirada de Willy al observar la isla – Necesito que investigues.
Levi solo asiente a su lado, mientras maniobraba ausentemente con los dedos de su mano derecha una navaja con destreza. Era algo que no le era desconocido pero que no veía hacer desde los primeros años de Levi en la legión.
- ¿Solucionaste tus problemas? – pregunta con sincero interés Hange a Levi. Desde que se reencontraron ha sido poco el tiempo que han tenido para conversar. Entre tanta preparación, por nada.
- Estoy en ello. - Levi suspira y se guarda la navaja para poner su atención en ella - No tienes que preocuparte por ello, cuatro ojos.
- Solo preguntaba – Hange alza sus palmas en rendición, sabiendo lo poco que le gustaba a Levi abrirse a ciertos temas.
- Ajá. -Levi rueda sus ojos- Más bien, preocúpate de cómo vas a atender a esa gente y evitar que los viejos envíen un destacamento de soldados hasta acá.
- ¡Ja! – Hange no puede evitar jadear en fingida indignación – Ya pensé en todo ello. Envié a una unidad a las murallas para informar de la situación, ya lo que decidan hacer ellos… - Hange encoge sus hombros – Y ya tengo designado al grupo que se va a hacer cargo de atenderlos y vigilarlos. Me temo que tu no estas cualificado para ello. Tu expresión no es ciertamente acogedora y ni mencionar tu personalidad de ogro - comenta con burla.
- Entonces, ve a hacer de idiota anfitriona. – le expresa con fastidio Levi mientras se larga.
- ¡No te olvides de lo que te encargue! - le recuerda a grito Hange a su espalda – ¡De lo contrario te asignaré al grupo de anfitriones!
Levi la mira sobre el hombro para decirle una palabra no muy bonita a Hange, lo que la hace carcajear. De cierta manera, extrañaba irritar al ya irritable enano.
Con buen ánimo, olvido la posible amenaza que pendía sobre ellos y camino a lo largo del muro de ejecución. Willy, con su familia y parte de su servidumbre se habían instalado en uno de los pabellones de la costa, la otra mitad de la tripulación permaneció en el barco. Como le había dicho a Levi tenia a varias escuadras con un ojo sobre ellos. Cualquier comportamiento anómalo tenía que informarse a ellos.
- Eren – Hange no había advertido la figura inmóvil de Eren sentada, con los pies al aire a lo largo del muro y la mirada perdida hacia el mar.
- Comandante – Eren apenas gira el rostro al contestarle.
Hange advirtió el estado decaído de Eren y creía saber porque era.
- La exploración a Liberio tendrá que esperar. – Eren solo asiente – El lado positivo de esto es que podemos determinar la confiabilidad de la efectividad de la amnesia con ellos. Mejor comprobarlo acá, que en medio de una civilización de posibles agresores. – otro asentimiento por parte de él. Hange no estaba teniendo éxito en que Eren hablara – Me entere que fuiste a la capital para encontrarte con Historia. ¿Cómo fue?
Hange observa como esto si atrae la atención de Eren de vuelta para mirarla a ella. La intensidad de su mirada la sorprende.
- …Fue como se esperaba que fuera – lo expresa en casi un murmullo para girar nuevamente el rostro al océano esta vez con el entrecejo fruncido – Soy un extraño para Historia.
Hange advierte un tinte de amargura en las palabras de Eren. No puede evitar sentir compasión por él, y cuestionarse como seria estar en su lugar. Con solo un selecto y reducido grupo de personas sabiendo quien era y quien había sido. Para los demás, un completo aparecido. Además, fueron seis meses los que Eren estuvo en el olvido. Hange sabia como ella y los demás lo habían pasado durante ese periodo en busca de la verdad, pero no sabía lo que habrá sido para Eren pasar ese tiempo en el exilio total.
Hange tenía muchas dudas. Demasiadas. A pesar de que le había dado un final a su investigación seguía con muchos cuestionamientos sobre todo aquello. ¿Qué diablos eran Los caminos? ¿una realidad alterna? ¿una especie de limbo? ¿Cómo Ymir, el ser con el que había hecho el pacto Eren, ignoro la orden de un miembro de sangre real para seguir las de él? ¿era por eso por lo que el pedido de Eren haya resultado con tantas fallas? ¿Por qué se vieron ellos afectados por el fenómeno, si Eren los había excluido de ello? ¿Una malinterpretación del deseo o la voluntad de Ymir? ¿los poderes y titanes simplemente se esfumaron? Si fue así, ¿eso quería decir que las murallas, ahora eran muros huecos?...
También estaba la cuestión de que Annie y su padre fueran los únicos marleyanos que habían permanecido en la isla después del fenómeno de amnesia global. Hange recordaba a los marleyanos que habían capturado meses atrás de los buques exploradores y sin obviar qué, en el momento que se dio el fenómeno, la isla estaba invadida por todo un contingente de soldados marleyanos que estaban a la espera de la segunda ronda de ataque. Pero todos los marleyanos en la isla se esfumaron. Los invasores y los prisioneros, a excepción de Annie y el señor Leonheart… Aquella anomalía llamaba enormemente la atención de Hange. ¿otra falla en el deseo de Eren? ¿Annie era ya lo suficientemente "habitante de las murallas" para que el poder y voluntad de Ymir la dejara en la isla? ¿Pero que había de su padre? Él llevaba apenas unas semanas viviendo en la isla… no es el tiempo suficiente para identificarse como otro más de las murallas. ¿Fue por Annie? ¿Acaso las conexiones jugaban parte en esto? Annie, a su manera, había fortalecido su relación con ellos a pesar del pasado…
Y aunque nadie lo había expresado en voz alta aún, Hange localizaba otra mina de dudas en Levi y Mikasa. ¿Cómo se las había arreglado el deseo de Eren de afectar sus memorias cuando el anterior rey, Karl Fritz, no pudo? ¿Tenía algo que ver el voto de renuncia a la guerra que limitaba el poder de Karl sobre los Ackerman? Eso era serio, de alguna manera Eren los tuvo a todos en la palma de la mano, sin excepciones, concluyo Hange con gravedad. Pero seguidamente, sintió culpa al juzgar así a Eren.
- Las personas que te importan y a las que les importan saben quién eres. -Hange suelta con tono amable mientras coloca su mano sobre el hombro de Eren – Ten en mente eso.
La sonrisa que le devuelve Eren no alcanza a llegar a sus ojos.
