Psicofonia de amor
Summary: Ichigo no es un adolescente normal, él puede hablar con los muertos.
Era una fría noche de invierno. Ichigo se encontraba recorriendo las calles como acostumbraba a hacer, sin embargo había algo diferente en esa ocasión. Él no estaba solo, aunque si alguien lo viera pensaría lo contrario. Ichigo estaba acompañado de una mujer de cabellos naranja, de una tonalidad más intenso que los suyos.
Se habían "conocido" tiempo atrás, durante la primer nevada del año. Orihime estaba flotando cerca de su ventana. Ichigo no estaba seguro si ella había ido a despedirse de él o si solo estaba jugando y el encuentro entre ambos fuera solo una casualidad, tampoco le importaba. Orihime había sido una compañera de clases mientras vivía, una joven que había tenido una muerte lamentable recientemente y a quien quería ayudar, aunque no supiera por qué deseaba hacerlo.
En ese entonces Orihime solo era una conocida, pero había algo en ella que le hizo sentir una empatía mayor a la que sentía por otras almas. En ese momento quiso ayudarla a cruzar, ahora no estaba del todo seguro, quería a Orihime, quería que fuera feliz, pero también quería que se quedara a su lado.
La mirada de Ichigo se posó sobre Orihime. No sabía si ella podía sentir los copos de nieve, pero el brillo en su mirada hacía que Ichigo tuviera sus dudas. Ella sonreía con la inocencia propia de una niña e Ichigo la observaba a ella, sintiendo algo que nunca antes había experimentado.
—Gracias —le dijo Orihime e Ichigo tuvo miedo —, he soñado ver la nieve por mucho tiempo, pero...
Orihime calló e Ichigo decidió que lo más prudente era no presionarla. Ella tenía esa mirada triste, la misma que había visto cuando su padre le había dicho que Sora no había sobrevivido.
—¿Es esto lo que te ata a este mundo?
Orihime negó y su rostro recuperó su sonrisa además de adquirir un leve rubor.
—Quería hablarte. Pensé que sería lindo si pudiéramos conocernos mejor y ya sabes... ser amigos.
Ichigo había conocido a Orihime en una fría tarde de invierno, durante una Nevada y la había perdido durante una fría tarde de diciembre.