Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de AnnaDax y fue beteada por Jeffy Iha.

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—¿Tuviste algo que ver con la desaparición de Uchiha Sasuke?

Hinata miró a Ibiki Morino. La habían llamado para la investigación sobre el escape del criminal.

—¿Crees que liberaría al hombre que asesinó a mi padre?

El oficial de interrogaciones la miró por un momento, luego desvió la mirada.

—Gracias por su tiempo. Por favor, mantengan a sus hombres alerta, tenemos que encontrarlo.

La líder asintió, luego se levantó y se dirigió hacia la puerta.

Los hombres y las mujeres Hyūga fueron enviados y revisaron cada rincón de la aldea, con su kekkei genkai, intentando rastrear al usuario del Sharingan.

Hinata había ordenado el envío de los miembros de su clan ella misma. Estaba decidida a averiguar si todavía estaba en Konoha o no, sin embargo, la habían llamado para interrogarla sobre el repentino escape del Uchiha.

Los guardias de su clan habían confirmado que había estado en la cama toda la noche, por lo que su coartada era perfecta. En cuanto a los dos shinobi que custodiaban la celda de Sasuke, tras una investigación explicaron que estaban en sus puestos cuando aparecieron extraños sonidos desde el interior de la habitación donde se encontraba el delincuente. Resultó que de alguna manera se había liberado de las cadenas y los sellos y los había atacado, dejándolos inconscientes.

Hinata había comprendido rápidamente que el Uchiha había usado un genjutsu, borrando por completo el recuerdo de su presencia allí esa noche.

Konoha estaba en pánico. Por primera vez en semanas, la gente de la Hoja estaba estresada. Apenas si había personas en las calles. Todos se aseguraron de cerrar con llave sus puertas y ventanas y de no salir hasta estar seguros de que el criminal no estaba.

Uchiha Sasuke había logrado escapar de su prisión. Y todos temían que quisiera terminar su misión.

—¿Hinata?

La joven se dio vuelta para ver a Shikamaru. El hombre se frotó el cuello, parecía bastante cansado. Él fue quien creó el plan de búsqueda del Uchiha y era el que había estado manejando el procedimiento los últimos dos días.

—Shikamaru-san, ¿estás bien?

El Nara dio un paso adelante.

—Estaré bien. Naruto me pidió que te haga saber que él quiere verte.

Ella asintió.

—Iré ahora mismo.

El hombre asintió también y se dirigió a la torre Hokage, escoltándola. Los dos guardaron silencio, sin embargo, ella podía ver la mirada que él le estaba dando.

El Nara era uno de los hombres más inteligentes que había conocido. Era normal que él sospechara, e incluso hasta podría saber ya lo que había sucedido, no obstante, él no le había hecho ni una sola pregunta. Probablemente podría imaginar como sucedió todo, pero no iba a revelar nada, por el bien de ella y de Naruto. Después de todo Sasuke era el mejor amigo del Uzumaki y Shikamaru valoraba eso.

La acompañó hasta la puerta y se volvió hacia ella, sus ojos oscuros se concentraron en los blancos.

—Te veo luego, Hinata.

Él se alejó y ella se apresuró a caminar a la oficina. No había guardias allí, el Hokage estaba completamente solo. Al ver al rubio, entendió por qué. Él quería hablar con ella en completa privacidad.

El hombre estaba sentado en su silla, lo cual era inusual y solo sonrió al verla. Esta era la primera vez que los dos se veían después de que Naruto la había visitado en su casa.

—Por favor toma asiento.

Ella obedeció. El silencio cayó en la habitación. De repente, el hombre levantó sus brazos, colocando sus dedos índices en ambas sienes. Su mirada estaba fija en ella. Le tomó solo un segundo entenderlo.

Ella activó su Byakugan silenciosamente y lo miró. Sus ojos luego se movieron a la habitación y revisó todo el edificio. Para su sorpresa, estaba completamente vacío. Incluso Shikamaru lo había abandonado y ahora se dirigía a su casa.

Comprobando a fondo, estuvo absolutamente segura de que no había nadie que pudiera escuchara su conversación. Sin dispositivos, ni jutsus, sin espías, nada.

Desviando su mirada hacia él, asintió y desactivó su kekkei genkai.

Naruto sonrió de inmediato.

—Gracias.

Ella le devolvió la sonrisa.

—Shikamaru me dijo que querías hablar conmigo.

La sonrisa en el rostro del Uzumaki se desvaneció y miró por la ventana.

—Entiendo que tú y tus hombres no han podido descubrir ningún rastro de Sasuke después de su escape.

—Correcto. No podemos encontrarlo.

El hombre exhaló y cerró los ojos por un momento, luego la miró con una ligera sonrisa en los labios.

—Es tan extraño... el Raikage también ha enviado tropas para buscarlo. ¿Crees que podría localizarlo?

Hinata no pudo evitar sonreír. Ella podía ver lo que estaba haciendo el Hokage.

—Lo dudo. El Uchiha tiene bastante experiencia en la clandestinidad.

Naruto le mostró su brillante sonrisa. Parecía extrañamente vivo.

—Ah, un momento tan delicado para un Hokage —se rió y la chica lo imitó—. Por cierto, ¿los libros que te di te ayudaron?

La líder casi se rió.

—Sí. Aprendí mucho de ellos. Me ayudaron mucho en cierta tarea con la que estaba luchando.

El Uzumaki asintió. Utilizando la ayuda de Shikamaru, había logrado localizar algunos libros antiguos y pergaminos que revelaban técnicas secretas, jutsus para el bloqueo de chakra y diferentes sellos para limpiar las oficinas del anterior Consejo de Konoha.

También se describieron algunas técnicas Hyūga, que sirvieron como una perfecta excusa para que el Hokage se los mostrara a la líder. Casualmente, resultó que esos archivos estaban estrictamente clasificados, ya que contenían las técnicas utilizadas para encerrar a los prisioneros.

—Mira, lo sé... es un bastardo, un asesino, pero... no puedo evitar preguntarme si estará bien.

Miró a la joven y ella lo entendió. Eso fue en realidad una pregunta.

—Como dije, dudo que se deje encontrar. Es un hombre hábil. Será muy difícil localizarlo. Además, conociéndolo, se alejará mucho de aquí.

—Aah —murmuró el Hokage—. Eso hará las cosas demasiado difíciles para nosotros.

—Tal vez nunca podamos encontrarlo —agregó la chica, tratando de sonar enojada.

Los dos se miraron, sonriendo brillantemente.

—Gracias, Hinata.

—¿Por venir aquí a hablar?

—Sí —se rió el hombre—. Por eso también.

Ella se levantó.

—Bueno, no voy a mentir, fue un poco difícil. Pero logré hacerlo después de todo.

Naruto claramente sabía a qué se refería. Él también se puso de pie y caminó hacia ella, abrazándola.

—Lo entiendo —confirmó—. Tienes un horario apretado.

Luego dio un paso atrás, admirando cuán hermosa se había vuelto. Sonrió y dejó que la chica se fuera, viendo la forma en que su kimono blanco rozaba el suelo.

El hombre sabía que ella había gustado de él antes. Muchas veces había querido hablar de eso, incluso llevarla a una cita. Si él hubiera tenido el coraje de hacer eso, ahora podría ser su novia. Pero él era un cobarde cuando se trataba de mujeres y relaciones.

Y él estaba contento por esto. Si hubiera dicho algo que los hubiera llevado a ser una pareja, Sasuke podría haber muerto y el loco Uchiha también merecía algo de amor.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Hinata salió de la ducha y caminó hacia el espejo. Envuelta en una toalla, contempló su reflejo, los acontecimientos de las últimas semanas pasaron por su cabeza.

Habían pasado cuatro días desde que logró ayudar a Sasuke a escapar de la prisión y de Konoha sin dejar rastro. Ella estaba feliz de que él estuviera a salvo.

Entonces, ¿por qué no podía dormir? Noche tras noche, yacía despierta en su cama tratando de imaginar su rostro, la sensación de su tacto, pero no funcionó. Tenía problemas para concentrarse y ahora su pobre hermana tenía que ayudarla con las tareas más simples. Su hermana estaba empezando a preocuparse por su salud e insistía en que los médicos la revisaran.

Pero sus problemas no tenían nada que ver con la salud física. El dolor que Hinata podía sentir venía del corazón.

La joven suspiró. Después de la pelea con el espíritu demoníaco, después de derrotarlo y salvar a Sasuke, se sintió mal. Mareos y náuseas la atacaban esporádicamente.

En el momento en que la dejaban sola, Hinata activaba su Byakugan, mirando su reflejo por unos minutos. La parte inferior del abdomen era donde sus ojos estaban enfocados. Si hubiera un segundo chakra allí, lo notaría de inmediato.

Pero no había nada.

Al principio, se había sentido mortificada. Vivir en la mansión Hyūga, con ojos blancos constantemente mirándola, un posible bebé habría sido un gran problema. Era bueno que ella no estuviera embarazada.

Entonces, ¿por qué se sentía tan triste? ¿Decepcionada?

La chica activó su kekkei genkai y miró a la mujer en el espejo, su mano fue hacia su estómago. A pesar de todo el drama y los problemas, ella se habría alegrado de tener al hijo de Sasuke.

Suspiró y caminó hacia su cama. Sus palmas ahuecaron su rostro e intentó respirar.

Ella lo extrañaba, lo extrañaba demasiado.

Sus ojos de oscuros, su pálida piel, su cabello desordenado y sus hermosos labios. La forma en que la tocaba. La sonrisa en su rostro que aparecía cada vez que ella se sonrojaba.

La forma en que su Sharingan parpadeaba intermitentemente, la noche que habían pasado juntos en la pequeña cabaña del bosque. La increíble forma en que perdió el control de su kekkei genkai al tenerla.

Ella respiró hondo, luego exhaló lentamente, tratando de ignorar las lágrimas que podía sentir en sus dedos. La líder sabía que ella era la clave para asegurarse de que nadie lo encontrara nunca. Junto con Naruto, el Uchiha finalmente podría estar a salvo...

Hinata se inclinó hacia atrás y se dejó caer en la cama, su húmedo cabello mojaba las sábanas de seda.

Ella lo había dejado ir. No tenía otra opción, tenía demasiadas responsabilidades aquí. Su clan, su pueblo, sus amigos... finalmente obtuvo todo lo que siempre había deseado.

Pero se sentía muerta, completamente entumecida por dentro. El tiempo que había pasado con el Uchiha le había mostrado una forma de vida diferente, una de aventuras, de constantes sorpresas. Había logrado aprender mucho de ese hombre y se había dado cuenta de tantas cosas sobre ella que habían estado escondiéndose en lo más profundo de su ser. Por primera vez en su existencia y en solo una semana, se había sentido tan viva.

La líder no podía hacer esto. No podía vivir una vida de aburrimiento y monotonía, no después de lo que había experimentado con Sasuke. Especialmente cuando sabía que él estaba en algún lugar. Solo.

Él era un idiota, era imprudente e impulsivo como para preocuparse por su bienestar.

Riendo, la chica se sentó y hundió sus dedos en su húmedo cabello. ¿Cómo podía haberlo dejado escaparse solo?

Hinata saltó sobre sus pies y arrojó la toalla al suelo. Las puertas de su armario se abrieron de golpe y ella vagó dentro, finalmente encontró lo que estaba buscando.

Ella sacó un par de pantalones negros y una camisa negra, los mismos que Sasuke le había dado cuando estuvieron en las tierras occidentales. Había logrado arreglar los agujeros en la ropa y había sido lavados adecuadamente. Este era en realidad el mejor atuendo que jamás haya tenido. Su chaqueta holgada no era adecuada para luchar o viajar largas distancias.

También logró encontrar esa capa que le había dado, estaba hecha de ese extraño material que era ligero, pero la mantenía muy abrigada. Vistiéndose, se apresuró a atar prolijamente la capa en su cuello.

La chica se miró en el espejo otra vez, sonrió. Esto la hacía sentir mejor. Ató su cabello en una cola de caballo, se dirigió al pequeño escritorio en el otro extremo de su habitación y busco entre los documentos en la parte superior. Al encontrar una hoja de papel, la agarró y rápidamente tomó un bolígrafo.

Unos minutos más tarde, con tristeza miró fijamente la carta dirigida a su hermana, pero sabía que lo entendería.

Al abrir la ventana de su habitación, saltó y se fusionó con las sombras. Sabía cómo dejar Konoha y ella sabía cómo ir a las tierras occidentales.

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Fin Capitulo Treinta y siete

Notas: ¡Hola! ¿Cómo están? Finalmente, después de un pequeño, descanso he vuelto en gloria y majestad. Estoy super emocionada de volver a las pistas, no tienen idea de cuanto los extrañe. Aunque me encantaría explayarme mucho más en esta nota, la verdad es que no lo hare, ya que estoy terriblemente cansada. Mi sobrino pequeño comenzó con las clases virtuales y nuevamente yo soy su cuidadora/madre/profesora y este primer día me dejo molida.

Espero de todo corazón que disfruten de esta actualización. Y nos estamos viendo el próximo mes. Los amo.

PD: Este fue el penúltimo capítulo.

Guest kitty lory: Bueno, sí, los personajes van a ir cambiando con el tipo, ya que si no lo hicieran la historia seria plana y aburrida. ¿Lees Negro y Púrpura? Que extraño, no recuerdo haberte visto por allí.

Guest Leslie: Me alegra mucho que te guste la historia.

Guest Guest: ¿De verdad? Aww… Me alegra saber eso.

Link historia original: www . fanfiction s / 8914719 / 1 / The-Madness-of-an-Enchanting-Obsession

Naoko Ichigo