Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.


Ted desvió la mirada cuando sintió que alguien llevaba rato mirándolo, sabía que no era Lily, ya que la chica se había sentado a su lado por órdenes de Harry Potter, con quien Ted estaba hablando en ese momento, le sorprendió bastante toparse con la mirada azul cielo de la hermana mayor de Hugo, parecía que, al igual que a su hermano, no le había caído para nada bien, y no sabía la razón.

La risa de Lily llenó el lugar, así que Ted desvió la vista hasta la chica a su lado, y su mano sujetó la suya, haciendo que ambos se tensaran en ese momento.

—Yo-Yo, lo lamento –comentó incómoda, soltándolo.

—No te preocupes –se aclaró la garganta.

La mirada de Lily fue hasta su padre, que se había inclinado a decirle algo a su esposa, así que al parecer, no se había percatado de lo que su hija había hecho.

La charla de Lily siguió con la persona a su lado, y Ted se quedó aún más incómodo con la mirada de Rose Weasley en él.

—Creo que es momento de pasar a la estancia –informó Hermione Weasley.

Todos la siguieron sin decir nada, así que él se levantó también siguiendo a los demás, su novia se alejó y salió del lugar, así que se sintió bastante incómodo rodeado de Weasley, ¿cómo es que Ada podía sentirse tan feliz y a gusto estando entre toda esa gente?

—Fue a revisar a los niños –le dijo una voz suave y agradable, así que se giró.

—Ah, hola… Rose, ¿cierto? –Hizo una mueca.

—Sí –aceptó, viéndolo tan atentamente, que incluso inclinó la cabeza a un lado.

—De acuerdo –informó.

—Ah, lo lamento, sé que te parece incómodo, y posiblemente no comprendas mucho la razón por la cuál te veo tanto.

—Bueno, la verdad, es que no quería ser grosero y descortés, pero sí, digo, no es un secreto que a tu hermano no le caigo bien –se encogió de hombros –pero desconozco la razón por la que no te caigo bien, si apenas si nos presentaron.

—Bueno ¿cómo es que conoces a mi hermano? Tengo entendido, que Lily era la niñera de tu hija, y que eras muy estricto al respecto a tu vida personal, no por nada le caes tan bien al tío Harry.

—Bueno, tu prima Victoire trabaja también para mí –sonrió, incómodo.

—Claro –se cruzó de brazos y sonrió –dime ¿también le mandas fotos tan íntimas a ella? –Elevó una ceja.

—Ah ¿de qué hablas? –Cuestionó incómodo.

—Vi tus fotos en el teléfono de Lily –admitió –mientras me mandaba fotos de mi hija.

—Ya veo –sonrió, había sido un estúpido por enviarlas y no pedirle que las borrara, bien, no es como si él hubiese borrado las de ella.

—No sé porque le caes mal a mi hermano, él es muy acertado con las personas generalmente, pero te diré porque me caes mal a mí –se acercó a él, intentando lucir amenazante –eres un tipo claramente mayor que ella, quizás con mínimo 10 años –señaló –le envías fotografías de ti casi desnudo, tienes una hija…

—No comprendo cuál es lo que no te gusta ¿Qué soy mayor que ella por diez años o que tengo una hija? –Sonrió enfadado.

—Tu hija, sin duda no es el problema, Ada es encantadora –admitió la pelirroja –voy a suponer que sabes la realidad de Lily ¿no es así? Sabes cómo es mi tío Harry, y supongo que sabes lo que pasará con ella si él llega a sospechar que están saliendo.

—Bueno, por lo poco que ha dicho tu tío, no creo que le llegue a molestar el hecho de que salga con ella.

—Edward –pronunció su nombre en un tono tranquilo y dulce –las cosas siempre tienen que ser en el modo de mi tío, no hay otro, así que claro, le agradas porque eres un hombre mayor, con una hija, emocionalmente estable para una joven como Lily, un buen futuro para ella, le agradaría cualquier tipo que cumpliera todas y cada una de esas especificaciones, y no tendría problema, porque piensa que fue ideado por él, si le dicen que salen desde tiempo atrás, antes de que él te conociera, sería la última vez que verías a Lily, te lo puedo asegurar, mi prima vive bajo un régimen familiar, y aunque muchos hemos hecho cosas para ayudarla a salir, se ha negado; porque no hay cosa más importante para ella que su familia, y ha sufrido mucho porque James tiene prohibido acercarse a ella, y su hermano Albus, prefiere cualquier lugar, antes que su casa –suspiró –y no es que me desagrades, es solo que… dudo realmente que comprendas del todo a mi prima, y que si algo sale mal, ella lo perderá todo y tú… bueno, conseguiste buen sexo, al menos eso espero.

—Quizás no tengo porque darte explicación alguna, pero estoy enamorado de ella, por eso estoy aquí, pretendiendo que no tenemos una relación.

—Al final de cuentas, es su relación, yo solo te pongo en perspectiva la clase de familia que te echarías a la bolsa, de aceptar los términos de mi tío Harry.

—Gracias por la advertencia, supongo.

—De nada –le guiñó un ojo y se alejó.

Ted suspiró, al parecer, no le caería bien a muchos de la familia de Lily, eso explicaba porque seguía solo en un rincón, para su fortuna y buena suerte, llegaron personas que sí conocía.

—Pero mírate aquí, todo abandonado –sonrió Victoire, yendo hasta él, y besándolo en la mejilla –de saber que estabas aquí, hubiese sido mi mejor argumento para que Sebastian aceptara venir conmigo.

—Eso hubiese sido bueno, como puedes ver, soy el alma de la fiesta.

—Sí –observó a su alrededor –dime ¿dónde está tu noviecita? –Cuestionó, susurrando la última palabra.

—Fue a ver cómo estaban los niños, según tu prima Rose.

—La perdimos –afirmó –pero ven, salgamos de aquí –abrazó su brazo –bien, les robaré a mi jefe unos momentos –les informó –para que dejen de acapararlo.

—Vamos –agradeció Ted.

Victoire sonrió al verlo respirar profundamente, como si no lo hubiese estado haciendo durante un buen rato, no lo culpaba, sabía lo complicada que podía ser su familia, y más para alguien como Ted, la joven rubia avanzó hasta uno de los camastros y se sentó, encendiendo un cigarrillo.

—Ahora comprendes la doble vida que algunos tenemos ¿cierto? –Le sonrió triste.

—Lo comprendo –admitió –aunque sigo pensando que tus primos tienen aventuras demasiado extremas, como Hugo Weasley, debiéndole dinero a un gánster.

—Ah, eso para la familia sería nada, deja que mi tío Harry, se entere de que mi primo James, se entendía con Scorpius Malfoy –sonrió.

—Son amigos al final ¿eh? –Se burló.

—Claro, de la clase de amigos que tú y Lily –elevó una ceja rubia.

—No le encuentro lo malo a eso.

—Ted, mi tío cree que el fin del mundo comienza cuando tienes sexo fuera del matrimonio, ahora imagina ¿qué pensaría de su hijo si se entera de su bisexualidad? –Negó –sería el fin de James.

—Los padres solo queremos lo mejor para nuestros hijos.

—No, muchos padres, no tolerarán jamás que sus hijos no vivan conforme a lo que ellos quieren, mandan y estipulan, digo, está bien cuando son criminales, pero… ¿Qué le gusten los chicos también?

—Y ¿qué opina Lily de esto?

—Ella no lo sabe, yo los vi, besándose entusiastamente en un bar, lo último que supe, es que Scorpius se fue a Norteamérica.

—Pobre James –murmuró Ted.

—M—

El lugar donde se quedó era bastante tranquilo, y aunque pensó que tendría el lugar para él solo, no fue así, tenía un par de personal de la servidumbre de la ex ministra, Hermione Weasley, así que por esa razón, cubrió la boca de Lily, que había reído un poco fuerte, lo que menos querían, era que su padre se enterara.

—Lo siento –se disculpó Ted.

—Me hiciste cosquillas –informó Lily –dime ¿sabes lo incómodo que es que te hagan cosquillas durante el sexo? Cuando estas no son de las que provocan ganas de comerte a besos, y sí golpearte –sonrió.

—Me acabo de disculpar ¿no es así? –Comentó.

—Cierto –admitió, suspirando.

Pasaron la noche juntos en ese lugar, esperando porque Harry Potter lo notara, Ted se quedó despierto gran parte de la madrugada, observando a su novia, acariciando su lindo rostro mientras dormía, pensando en las palabras de Rose Weasley, tenía que dejar de hacerse el tonto y arriesgarlo todo por Lily, así como ella lo hacía con esa relación, claro que tenía que hablarlo primero con Lily, si tomaba decisiones solo, ella podría enfadarse, y no se trataba de eso, sonrió cuando la chica buscó su calor, hundió el rostro en su pecho y aquello pareció sumirla en un sueño más tranquilo y relajante.

Su móvil sonó, así que se estiró a tomarlo, tenía que ser una emergencia, o trabajo, de lo contrario, nadie lo molestaría al menos en esas horas, era un número desconocido, con un mensaje claro "tenemos que hablar".

La pantalla volvió a iluminarse, así que contestó de mal humor, posiblemente era trabajo.

—Hola –contestó Ted, en un tono neutral.

—Pensé que no me contestarías –la voz de Maya Clarke sonó bastante distinta a lo altanera y prepotente.

—Ciertamente, pensé que era de trabajo –admitió –bastante astuto usar un número desconocido ¿no?

—Mhm, Teddy ¿con quién hablas? –balbuceo Lily.

—Shhh, tranquila, vuelve a dormir, es solo trabajo, cariño.

—Son las tres de la mañana –soltó observando el reloj de la mesa de noche.

—Lo sé, sigue durmiendo, iré afuera a contestar.

—Bien.

Lily se giró a seguir durmiendo, mientras él se levantó de la cama, ya le diría en una hora más prudente y con ella más despierta quién era la persona de la llamada, no quería arruinar su sueño, y comenzar una pelea tan temprano.

—No sabía que estabas con alguien –comentó Maya.

—Estoy con mi novia –informó.

—Me alegra por ti –río dulce –no estoy llamándote como amante ¿eso te deja más tranquilo?

—Sí, pero me desconcierta al mismo tiempo.

—Tampoco quiero meterte en problemas, desconocía tu relación, pero... Estoy sentada sobre mi retrete, sola, con un momento en mi vida en que me siento perdida, y recordé tus palabras, de que podía contar contigo, como un amigo, siempre.

—Si lo que buscas un amigo, entonces por mí está bien ¿qué ocurre?

—Estoy embarazada –informó.

Ted se quedó callado, la mujer al otro lado de la línea se dedicó a llorar, Maya era una famosa modelo, con su carrera en la cima del estrellato, un bebé en ese momento arruinaría su carrera, por decirlo de alguna manera, sumando que siempre había externado su decisión de no tener hijos, sabía también, que ella no podía someterse a ninguna clase de operación por contrato a menos que su vida dependiera de ello, y los tratamientos hormonales estaban prohibidos por el mismo contrato, que ella subiese medio gramo del peso establecido de su contrato le traería problemas serios, podía perder peso, pero no superar los kilos marcados.

Esa era la razón por la que se habían llevado muy bien, y el sexo entre ellos era bueno, él, contrario de otros hombres, no tenía problema con usar protección, al contrario, lo prefería, incluso estando con Lily, y que ella tenía un buen control anticonceptivo, él usaba protección, por si alguno de los dos fallaba, el otro ayudaría.

—No sé qué decirte, la verdad –admitió.

—No tengo que decirte lo que hizo el padre en cuanto le conté las sospechas ¿o sí?

—Mierda –bufó furioso –tengo serios problemas con esa clase de parásitos, no quieren compromiso, y son los primeros en huir cuando hay resultados en sus propios descuidos.

—No sé qué hacer –lloriqueo –firme mi contrato hace un mes, Ted, no puedo cancelar así como así, son 10 millones de libras por la penalización, no gano tan bien –chilló –no puedo renunciar, y es obvio, que no puedo pedir permiso en el trabajo para un aborto, automáticamente, me penalizarían.

—Honestamente, ya te había dicho que firmaras con otra agencia, sus exigencias realmente van fuera de este mundo, Maya.

—Sí, ya sé que es mi culpa por firmar esa clase de acuerdos.

—No creo que sea tu culpa, para nada en absoluto, el problema de esto es la industria, las modelos tienen que ser como sacadas de otra galaxia ¿siguen matándote de hambre?

—Sí te refieres que el peso máximo es 50 kilos, sí, pero de preferencia 45.

—Mierda –gruñó –lo cierto es que no puedo aconsejarte mucho, May, lo que puedo hacer, es intentar encontrar a alguien que te ayude con el contrato que firmaste.

—Gracias por escucharme –admitió –no sabía a quién llamar en cuanto la prueba dio positivo.

—Está bien, no te preocupes, mi chica es comprensiva.

—No vayas a decirle la razón, solo dile que tuve un problema, pero no del embarazo, por favor.

—Descuida, no lo haré.

—Dejare que vuelvas a sus brazos, descansa y gracias.

—Trata de dormir un poco ¿bien? En cuanto la reunión familiar en casa de mi novia termine, iré a verte ¿de acuerdo?

—Sí.

Ted volvió a la cama, se acercó a Lily, besó su espalda y acaricio su brazo, pero no pudo dormir ni un poco, fingió dormir cuando ella se levantó a las seis de la mañana y huyó en dirección a la casa de sus tíos, Ron y Hermione, para que nadie sospechara nada.

—M—

Ted se unió al resto de la familia Weasley y Potter, su hija estaba en el comedor para niños, bastante moderno para evitar que los niños escucharan pláticas de adultos, se sentó junto a Victoire que le sonrió encantada y lo besó en la mejilla.

—Buenos días, mira qué cara, tal parece que no te dejaron dormir –le pegó con el codo.

—Victoire, por favor, compórtate un poco ¿puedes? –la reprendió Harry Potter.

—Ah, tío Harry, como diría el buen Gandalf, tú no tienes poder aquí, al menos no respecto a mí, mis padres no son unos carceleros, además, Ted es mi amigo desde hace años.

—También es tu jefe –le informó.

—No todos los jefes y/o padres tienen régimen dictatorial –le sonrió.

La pelea iba a seguir, hasta que la ex ministra apareció para interrumpir la pelea, puso orden y para enfado del patriarca Potter, Victoire fue exhortada a continuar con su trato normal con él, posiblemente fue la razón por la que se comportó más cariñosa, enfadando a su tío más de lo que parecía normal.

—Buenos días –saludó Lily, entrando perfectamente arreglada al comedor.

—Para ser alguien que se escabulle a su habitación a las seis cuarenta de la mañana, te ves cansada –soltó Harry Potter.

—Bueno...

—Le pedí que se quedara en mi habitación –informó Victoire –en lo que yo me escabullía a la cama de Ted –le sonrió encantada la rubia –espero no haber sido tan escandalosa, tío, y si pudieses dormir, o quizás no nos escuchaste sobre los de tía Ginny.