La niña de los ojos perla
Summary: Sasuke estaba lleno de prejuicios, Hinata lo cambiaría sin saberlo.
A Sasuke no le gustaban las kunoichis. De hecho no le gustaban las niñas en general y la única excepción era su madre. Todas las mujeres le parecían ruidosas, molestas, histéricas e hipócritas. Odiaba lo mucho en que se esforzaban por conseguir su atención y aún más que lo hicieran sentir como la atracción principal de un zoológico. Sasuke creía fervientemente en que serían mejores kunoichis si usarán al menos una parte de esa energía en entrenar.
Por eso cuando Iruka le dijo que debía trabajar con Hinata se lo tomó como lo peor que le podría pasar. Ambos debían presentar un informe escrito sobre distintos jutsus de sellado y la forma en que podrían emplearlos dentro de una misión por lo que debían pasar horas investigando, juntos, siendo esto lo que más le irritaba.
Sasuke temía que Hinata aprovechara esa ocasión para coquetearle y que no descansaría hasta conseguir una cita con él. Experiencias pasadas había hecho que se formara esa opinión y dudaba que Hinata fuera la excepción.
—¿Crees que deberíamos incluir información sobre los Uzumaki?
Sasuke miró a Hinata con severidad. Si bien era cierto que ella no le había coqueteado también lo era que había encontrado un motivo para encontrarla molesta, su tartamudeo. Muchas veces tenía problemas para entender lo que decía y encontraba esa timidez como sinónimo de debilidad. Sasuke odiaba la debilidad porque le recordaba la impotencia que sintió cuando Itachi le confesó ser responsable de la masacre del clan Uchiha, porque le recordaba su incapacidad para vengar a su clan.
No fue lo que pasó.
Hinata se presentó de manera puntual a la biblioteca. Sasuke se vio tentado a llegar tarde, pues deseaba evitar ese encuentro lo más posible y fue ese el único motivo por el que acudió. Sasuke quería terminar con esa tarea cuanto antes y no quería que sus calificaciones se vieran comprometidas.
Después de una hora comenzó a dudar. Hinata solo le había hablado sobre la tarea y en ningún momento había hecho el intento de coquetearle. Ni siquiera le había sonreído de manera coqueta y eso era lo que más le extrañaba. Su experiencia le había enseñado que a las mujeres solo les importaba el romance y que las chicas solo lo veían como un premio, pero Hinata no se veía interesada, siquiera un poco.
La opinión que Sasuke tenía sobre Hinata cambió con el paso del tiempo. Llegaron las pruebas chuunin y con ello la oportunidad de demostrar de qué se estaba hecho. Hinata se enfrentó a Neji y, aunque perdió, Sasuke vio en ella cierta fortaleza. No obstante ella seguía sin ser de su agrado, fueron las palabras de Naruto lo que la impulsaron a no rendirse y veía en ello una debilidad más que una fortaleza.
Para Sasuke era claro que Hinata no lo amaba, pero estaba interesada en Naruto y eso la hacía despreciable ante sus ojos. Para Sasuke era aborrecible el que alguien utilizara el amor como motivo para hacerse más fuerte. La venganza y el odio le parecían motivos más válidos. Hinata estaba enamorada de Naruto y eso la hacía, ante los ojos de Sasuke, igual a las otras mujeres que tanto le fastidiaban.
Sasuke no pensó demasiado en Hinata. La venganza y el poder se convirtieron en el centro de su vida. Al principio fue Itachi, quería hacerle pagar por todo el dolor que le provocó, por cada gota de sangre que fue derramada por la gente de su clan. Luego fue Konoha, querían que pagaran por el sufrimiento de Itachi, por el dolor de su gente.
Naruto cambió eso. Su amigo le había hecho ver lo poco que sabía del mundo y de la vida en general. Borró el odio y la oscuridad que había en su corazón, mas no lo ayudó a encontrar la redención, eso era algo que, Sasuke sabía, dependía únicamente de él.
Regresar a la aldea y enterarse de que Naruto tenía novia fue algo que lo tomó por sorpresa. En un principio creyó que se trataba de Hinata, había notado la admiración que ella sentía por Naruto, pero no era así, Naruto estaba saliendo con Ino, una de sus admiradoras más entusiastas.
No era algo que le molestara. Ino había demostrado ser fuerte, sus aportes fueron fundamentales en la guerra y ella, contrario a muchas de sus admiradoras, había sido una kunoichi excepcional, la estudiante que tenía las notas más altas en general.
—¿No te molesta? —le preguntó Sasuke en cierta ocasión. Ambos se encontraban haciendo una misión y Sasuke, quien no estaba acostumbrado a callarse lo que pensaba, hizo esa pregunta.
Hinata se mostró confundida.
—¿Qué cosa?
—El que Naruto esté saliendo con Ino, creí que lo amabas.
Hinata se río, algo que provocó el enojo de Sasuke. Mentalmente se reclamó por haber hecho esa pregunta y se dijo que nada de lo que hiciera Hinata debiera importarle. En el fondo sabía que no era cierto y que la niña de los ojos perla había deshecho muchos de sus prejuicios, incluso cuando no se lo hubiera propuesto.
—Es solo que no entiendo por qué algunos piensan eso. Admito que lo admiro, pero es todo. Naruto es mi ejemplo a seguir, la prueba de que incluso un perdedor puede volverse fuerte si lo intenta y que el esfuerzo vence al talento natural. Todos creían que era una perdedora, ver a Naruto me inspiraba a ser mejor, pero no llegué a enamorarme.
Sasuke se quedó sin palabras, nunca lo había visto de ese modo. Simplemente había creído que Hinata era otra chica superficial a la que solo le importaba conseguir novio. Esa fue la primera vez que Sasuke realmente disfrutó de la compañía de Hinata, pero no fue la última.
