Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.
Todos en la mesa observaron a Victoire, haciendo que Ted se tensará, como podía llegar con Harry Potter después a decirle que estaba saliendo con su hija, si Victoire hacia esa clase de comentarios.
—La discreción no se inventó para todos –comentó Hermione Weasley, observando a su mejor amigo, haciendo que Victoire Riera, encantada.
—Sabía que eran ellos y no tío Ron y tú.
—La vida sexual es algo que debe disfrutarse plenamente –informó la castaña –no estamos en la Edad Media, donde se estigmatizaba a las mujeres por disfrutar el sexo, se hace por amor y placer, no por compromiso ¿estás de acuerdo, Harry? Le preguntaría a Ginny, pero me imagino que sigue demasiado cansada por lo de esta noche.
Ted observó a Lily, que había permanecido al margen por completo, ni un chiste, ni una broma al respecto, nada, por un momento, olvidó que estaba ahí, presente, se distrajo cuando vio que Harry Potter lo observaba, el hecho de que observará a Lily, pareció colocar una sonrisa bastante discreta en su rostro.
—Buenos días –saludó Rose Weasley en un tono cantarín, bastante feliz –todo está listo para la fiesta está tarde.
—Me alegra –sonrió Hermione Weasley.
—Por cierto mamá, gracias por prestarnos tu casa, pero es que la remodelación se atrasó, odio la falta de compromiso, tendría que haber estado lista hace dos semanas.
—Te dijo tu padre que no pidieras ese piso, que tardaría en llegar por la cantidad que pediste.
—Como sea –le restó importancia –el próximo año será en casa, por fin.
—Esperemos poder entrar en tu casa minimalista, Rosie –soltó Victoire.
—Sí 280 habitaciones no son suficientes para ti y tus invitados, no sé qué lo será, prima.
—Cierto, además, así como vamos, Lily jamás me dará un sobrino.
La mirada de todos fue a la aludida, que se atragantó con un pedazo de pan tostado, Ted se levantó apresurado al notar que su sonrojo no era por el comentario, sino porque realmente se le había obstruido la garganta.
—Tal parece, que siempre tendremos esta pelea, Lily Luna –soltó irritado Harry –tienes que comer bien, primero se mastica y se pasa, no sólo se traga, como si fueras un animal –la riñó.
—Lo-Lo siento, papá –se disculpó con él, su voz sonó ronca y un poco rasposa.
— ¿Segura que estás bien? –Preguntó Ted, todavía preocupado.
—Sí, gracias, señor Lupin –sonrió –lamentó el espectáculo.
—Descuida, lo importante es que estás bien –el castaño acaricio la espalda de Lily, y no pasó tan desapercibido como se suponía que lo haría, aunque como nadie dijo ni hizo nada, él creyó que sí, y Lily igual.
—M—
La fiesta de la hija de Rose Weasley estaba siendo una maravilla para los niños, Ted veía a su hija reír completamente feliz mientras corría y gritaba con los demás niños, para su sorpresa, nadie parecía reprimirlos por gritar, reír y hacer escándalo, al parecer, esa reprensión iniciaba en la adolescencia, o algo así.
—Los ves con demasiado asombro –soltó Rose Weasley, a su lado.
—Por lo poco que he notado en tu familia, son muy controladores con el comportamiento social, así que...
—Ese régimen inicia a los once –informó la chica, con una sonrisa –y cómo puedes ver, no todos son tan estrictos como cierto Potter.
—Me sorprende que sea el mejor amigo de tu madre, ella es una mujer admirable.
—Claro, tienen más cosas en común de lo que piensas, claro que mi madre está del lado de liberación femenina, el empoderamiento de la mujer...
—No tengo problema con eso –la observó.
—No, claro que no, soy una mujer, sus ideales me respaldan, pero educa a mi hermano, como lo hubiesen hecho con una mujer en 1700, yo tengo las libertades que él no.
—Vaya –admitió.
—Tío Harry reprime a todos en su casa, mamá solo a los hombres, papá incluido, es el esposo modelo, para la primera ministra.
—Me sorprende.
—Sí, por eso agradezco haber nacido mujer en la familia que me tocó –río –aunque es complicado romper el patrón de enseñanza, me disculpo por la idea que te di con esa charla.
—Creo que yo tampoco me comporté de la mejor manera.
—Pero para ser justos, te acababa de ver en ropa interior un segundo antes de que tío Harry te presentará, y vaya, todo esto –le señaló el abdomen –es lo que se come Lily, cuando se supone que está en ayuno.
Ted rió divertido completamente, ya tratando a Rose Weasley, no parecía tan odiosa como su hermano, aunque comenzaba a comprenderlo un poco al saber la clase de educación que le forzaban a tener.
—Pero dime, Rose ¿a qué te dedicas? Lily no me ha dicho mucho sobre su familia que no conocía.
—Soy abogada –sonrió divertida –un adorado trabajo soñado, quizás escuchaste de la firma Ro&St.
—Vaya, ciertamente sí, llevaron un caso de uno de los clientes que tenía, lo destrozaron por completo.
—No hay caso que tome que pierda –admitió –y, me enorgullece decirte que no es por mi apellido, o por mi madre.
—Siempre es bueno saberlo –aceptó.
—Claro, por ser el novio de mi prima, tendrás las primeras 7 horas completamente gratis, si quieres que te llevemos algún caso –le guiñó un ojo –y, mejor, piérdete un rato.
Ted frunció el ceño, pero desvío la vista hasta donde la pelirroja le señaló, Lily se estaba escabullendo de la fiesta, así que gracias a la distracción que creo Rose, él pudo seguir a su pelirroja.
—Te ves hermosa, perdón por no decirlo antes.
—Bueno, no sé para ti, pero para mí, esto es la estadía del terror –rió, irritada.
—Bueno, si quieres, puedo intentar algo para que te pongas de mejor humor.
—Muchas cosas vienen a mi cabeza en este momento –sonrió.
—Bien ¿cómo cuáles?
Lily lo sujetó de la solapa del saco, y lo atrajo a su cuerpo, así que Ted la sujetó de la cintura de manera firme, apretando la quijada, con una gran expectativa en mente.
—La mayoría son posiciones sexuales –susurró al oído de Ted –o, simplemente, tú, en mí, con rudeza –sonrió.
—Me agrada esa visión.
Lily sonrió cuando los labios de Ted fueron hasta su cuello, sus manos comenzaron a acariciarla, de forma apresurada, después de un momento, volvió a besarla vorazmente, con la intención de brincarse el previo, e ir directamente a la penetración.
—Teddy –gimió cuando él liberó su boca, para besar su barbilla.
—Lily, me vuelves loco, eres mi mundo entero –gruñó.
— ¿Papá?
La pareja se separó rápidamente cuando la voz suave de Ada llegó a sus oídos, Ted traía todo el labial de Lily en los labios y parte de su mentón, mientras ella estaba igual, con el labial manchando su barbilla y un poco de su cuello, y su cabello un tanto revuelto.
—Ada...
—Creí que ustedes...
—Ada, mira, lo que ocurre es...
—Tú no puedes estar con ella –señaló a Lily.
—Cariño, lo lamento tanto, pero estoy enamorado de Lily, quería decirte que estoy saliendo con ella, pero quería saber primero la razón por la que no quieres que salga conmigo.
—Que sea mi niñera es una cosa, pero de eso a que... A que este contigo, no, papá, no puedes estar con ella.
—Siento que te enteraras de esta forma, Ada, pero yo soy el adulto, y tu padre, y mi relación con Lily, tendrás que respetarla.
—No, tienes que elegir, papá, Lily o yo.
—No Theo por qué elegir, tú eres mi hija, y ella mi novia –le informó –y las cosas seguirán así.
—No, no lo harán, no quiero estar en tu vida si ella también va a estar –la señaló.
—Ada –Lily se acuclilló para quedar a la altura de la niña.
—No, si él no elige, hazlo tú.
—Amo a tu papá, Ada, y a ti...
—Bien –aceptó, acaricio la mejilla de Lily y sonrió –espero que seas muy feliz con él, sabiendo que gracias a ti, yo no estoy más en su vida –claro, puedes darle más hijos –se burló la niña –pero tú jamás serás mi madre, tú nunca lo harás ser más feliz de lo que lo hizo mi madre.
—Ada –la reprendió Ted.
—No, déjala, está en su derecho de decir lo que piensa.
—Te quiero, Lily –le informó la niña –pero si estás con papá, prefiero estar con mi madre.
Ada se dio media vuelta, y se fue corriendo, Ted fue tras su hija de inmediato, limpiándose los rastros de labial, por fortuna alcanzó a la niña antes de que hiciera un escándalo enfrente de la familia de Lily, le pidió ayuda a Victoire y se marchó antes de que alguien se diera cuenta, después hablaría con Lily al respecto.
—M—
Lily esperó pacientemente a que Ted se comunicara con ella, pero no lo hizo durante dos días, por un momento pensó que seguirá él ultimátum de Ada, y no lo culparía si accedía, solo quería saber que todo estaba bien entre ellos.
La puerta se abrió de golpe, Ted sonrió mecánicamente al verla, suspiró y se hizo a un lado para dejarla pasar, a esa hora Ada estaría en el colegio, así que no había mucho problema por qué se reunieran.
—Perdón, pero charlar con Ada, y algunos asuntos que tengo pendientes, me distraje.
—No, está bien, descuida, solo quería saber que todo está bien, incluso si tú decidiste que Ada... Bueno, sabes a qué me refiero.
—Lily, ella es mi hija, mi vida, pero, te amo, y no voy a ceder a sus caprichos, si te adora.
—Bueno, yo adoraba a mi niñera, pero de ahí, a que se volviera mi madrastra, bueno, es una brecha muy, muy grande –sonrió, acaricio su mejilla y lo beso –piensa las cosas un poco, y me avisas, no quiero ocasionarte problemas con Ada.
—Te amo –la besó Ted.
—Te amo, y descansa, te ves fatal.
—Que dulce, pero lo haré, ve con cuidado.
—M—
Lily recibió una llamada de Ted al día siguiente, invitándola a cenar a su casa, le sorprendió bastante ver que Ada cenaría con ellos, y eso a la pelirroja le encanto, y aunque intentó animar a la niña, se mantuvo con una expresión seria, comportándose educadamente, como cuando inicio a cuidarla, sin participar a menos que se le preguntara algo directamente.
A pesar de eso, Ted no ocultó sus muestras de afecto, acariciándole la mano de vez en cuando, o besándola en la mejilla, sonrojando a Lily, jamás pensó que se mostrarían así delante de Ada, aunque fue ella la que puso límites al notar el lenguaje corporal de la pequeña.
—Gracias por la cena ¿puedo retirarme?
—Ada –soltó irritado Ted, resoplando.
—Sí, claro, ve a descansar –soltó Lily.
—No te ofendas, pero tú no tienes autoridad aquí, no eres mi madre o en su defecto, mi madrastra, solo eres la nueva novia de papá.
—Nueva novia –soltó Lily, aguantándose la risa.
—No eres la primera que trae a cenar, aunque sí la primera que presenta como su novia –observó a su padre –incluso trajo a Victoire, y a otras dos mujeres más, ¿puedo retirarme ya?
—Sí, Ada –soltó irritado Ted.
—Sí tengo que elegir, Maya Clarke es mucho más guapa y elegante, de la talla de mamá, ella sí sería una buena madrastra, toda la gente pensara que Lily es mi hermana mayor.
Ted negó frustrado una vez que la niña se marchó, Lily no hizo pregunta alguna, reclamar por lo que Ada había dicho estaba fuera de lugar, principalmente porque eso había pasado antes de que ellos salieran, además, Ted jamás ha reclamado por las chicas con las que ella estuvo antes, o los chicos con los que lo intento, o por Jarvis.
—Va a entenderlo –comentó él –sólo hay que darle tiempo.
—Lo sé –sonrió.
—M—
La vida sexual de Lily y Ted ya no era tan prolifera como antes, principalmente porque tenían que pasar sus citas con Ada, que permanecía como si estuviera atada con una cuerda invisible para que se quedara con ellos.
—Oye, oye –la detuvo Rose.
—Tengo prisa, mi padre organizó una cena masiva, al parecer, firmar con la compañía de Ted, le ha incrementado los números gracias a la publicidad de calidad –puso los ojos en blanco.
—Es sobre él, de hecho ¿por qué está en problemas?
—No sé de qué hablas.
—Los Flint me llamaron, querían que los asesora respecto a la compañía de Ted, si podían quitarlo del frente, y, de paso, a su hija, si tu padre escucha estos rumores...
—Pero ¿pueden hacerlo?
—Sí tiene bases legales, desde luego, te estoy diciendo esto, porque no son mis clientes todavía, y solo fue una consulta, al parecer, la niña ha sido la que les ha pedido a sus abuelos ayuda, te lo digo, los Flint no tienen buena reputación respecto a sus juegos en la corte, así que, adviértele.
—No vas a tomar el caso ¿o sí?
—Yo no decido eso.
—Es tu maldita firma, claro que lo haces, Rose –le gritó.
— ¿Tiene que ver algo contigo?
—Sí Ada fue, supongo que sí, no me quiere con Ted.
—Hablare con los Flint, son inteligentes, no irán a la corte por un capricho.
—Ellos quieren quedarse con Ada...
—Lily, voy a decirles que Ted sale contigo, ellos no irán a la corte si saben que tu padre puede tomar esto como un ataque personal. Así que. Mejor informado de tu relación.
— ¿Cuándo vas a hablar con los Flint?
—En realidad, ya lo hice, hace una hora.
El teléfono de Lily comenzó a sonar, el nombre de su padre apareció en la pantalla.
—Gracias por avisarme a tiempo, ya lo sabe –gruñó –hola, papá ¿qué ocurre?
— ¿Dónde estás, Lily Luna?
—Con Rose –respondió –dime, ¿quieres que te la pase?
—Ya te puso sobre aviso, en ese caso.
— ¿Respecto a que de todo?
—De que los Flint me llamaron, para informarme que si eras tú, con quien Edward Lupin estaba teniendo una relación sentimental, por ellos no había problemas, porque sabían el alto estándar de nuestros valores y principios.
