Descargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon.
Aclaratoria: Lo que está dentro de un guion es diálogo y lo que está dentro de comillas es un pensamiento o similar.
Capítulo 35, A instantes antes del fin, el legado permanece.
¡TRASSSHHH!
La gigantesca cola del dragón metálico destrozó uno de los muchos pilares de cristal que soportaban a la enorme habitación.
Un gran disparo de mana se dirigió hacia la criatura, desgraciadamente, a pesar de impactar directamente sobre esta, la armadura del golem no sufrió mayor perturbación.
¡Crashhh!
Una de sus garras descendió salvajemente en dirección al pelirrojo que se movía con gran velocidad para esquivar los colosales ataques de la criatura.
«Merlín, sabes algo… ¿¡sobre lo que sea que sea esta cosa!?». Preguntó el chico.
El mago le había explicado anteriormente como él era capaz de trasmitir sus pensamientos a otros, y tampoco era como si fuera la primera vez que él tenía una conversación mental con otra persona.
Era una lástima que él, por su propia cuenta, no fuera capaz de trasmitir sus pensamientos a otra personas. Hasta ahora solo había podido conversar mentalmente con seres como Merlín, magos habilidosos como Manaka, o con Altrouge, debido a su contrato.
El mago de las flores frunció el ceño al ver que su ataque no tenía el más mínimo efecto.
«Para resumir: Es un golem modelado de un dragón con atributos de varias criaturas. Sus elementos probablemente sean el fuego y la tierra, y parece medir alrededor de 20 metros de largo. Hmn… no creo que tenga ninguna debilidad elemental. Como pudiste ver, mi ataque no le afectó, así que su resistencia mágica debe ser extremadamente alta. En cuento a su forma de ataque, es lo que parece, ataca con sus garras, su cola, su mandíbulas, y alas… Tal vez escupa fuego o algo así…».
«¡Sí, lo sé! ¡Todos esos ataques han venido dirigidos hacia mí! ¿¡Hay algo que hayas descubierto que pueda ayudarnos a derrotarlo!?». A pesar de que Shirou no era alguien que se enojaba con facilidad, el hecho de tener a un monstruoso golem intentando matarlo y a Merlín tomándoselo con calma era una gran fuente de estrés.
«Bueno, ¿sabes por qué se crearon las armaduras?».
Shirou se arrojó al piso evitando por poco los colosales colmillos de una de las dos cabezas del golem. «¡No te hagas el sabio en este momento!». Gritó el chico mientras se levantaba y seguía corriendo alrededor de la criatura.
Merlín se rio ligeramente ante la respuesta desesperada del chico.
«¡Es muy fácil reír cuando tú no eres el que está siendo atacado!».
Merlín lo desestimó con un gesto de mano. «Tranquilo, tranquilo. Las armaduras se hicieron para proteger las cosas frágiles que hay en su interior, si esa cosa tiene una armadura tan poderosa, significa que esconde algo muy frágil en su interior».
«¿Un punto débil?».
«Probablemente».
¡CRASSSHHH!
Otro zarpazo…
«Afortunadamente, es bastante lento. Gracias a tu apoyo y a la magecraft de manipulación temporal, no creo que sea capaz de golpearme».
Merlín asintió mientras el pelirrojo retrocedía e intentaba tomar distancia de la criatura. Una vez más, a él le tocaba ser la vanguardia mientras Merlín se mantenía en la retaguardia.
«El problema es como destruir su armadura. Los ataques físicos no le hacen daño, si su resistencia mágica también es muy alta, entonces…».
«Solo tenemos dos opciones: atacarlo con una fuerza monstruosa que sea capaz de destruir su armadura, como Heracles con el león de Nemea…».
«¡Es imposible que adquiera una fuerza como esa con mi nivel de refuerzo actual!».
«Probablemente nunca obtengas una fuerza como esa sin importar cuanto te refuerces…».
¡SHHHRRIIIIISSSHHH!
Las alas del golem comenzaron a moverse, batiéndose con gran fuerza, y provocando un gran vendaval en dirección hacia el chico. Shirou no perdió el tiempo, abrió su bolsillo de números imaginarios y, tomando a sus Gasp, utilizó una de las espadas gemelas para abrir un espacio de números imaginarios frente a él, este comenzó a tragarse el aire impregnado por mana, protegiéndolo.
Por otro lado, gracias a su construcción de territorio, el terrible vendaval no hizo más que convertirse en una brisa para el mago de las flores.
«¿¡Entonces!? ¿¡Cual es la segunda opción!?».
«La misma que la primera, pero cambiando la fuerza física por poder mágico».
«¿¡Es en serio!? La única forma en la que puedo destruir esa armadura sería liberando todo el poder de Neocaliburn. Pero, si lo hago, no podré seguir combatiendo, ni siquiera con tu ayuda».
Merlín asintió. «Sí, en este momento, no tenemos ninguna forma de derrotar al golem sin sacrificar la futura batalla; pero, afortunadamente, no tenemos por qué hacerlo».
«¿Eh?».
«Ya llegaron…».
Un sonido metálico resonó en la habitación y, con una gran velocidad, una luz plateada destelló en dirección hacia el golem.
Un chirrido metálico resonó en todo el lugar cuando el brazo plateado chocó contra el golem. Sin embargo, este no logró atravesar la armadura de este.
Bedivere retrocedió al ver que, incluso con un ataque sorpresa en el lugar en el que él creía que la armadura sería más débil, no pudo atravesarla.
Merlín negó con su cabeza—. No es un enemigo que sea fácil de derrotar, su armadura no tiene un punto débil.
El caballero plateado retrocedió sin perder de vista a su enemigo, detrás de él estaba Merlín, se había apresurado por orden de su maestra, así que ella también llegaría dentro de poco, por otro lado, a su lado, a unos metros, se encontraba un joven pelirrojo.
—Sí, lamentablemente, Lancelot, Gawain, Mordred, o Palamedes, serían mejores opciones para derrotar a este enemigo.
—Llegados a este punto, es imposible derrotarlo con ataque normales. Será necesario que utilices tu tesoro heroico.
Bedivere frunció ligeramente el ceño. A lo cual Merlín sonrió.
Él sabía que su preocupación no era hacia sí mismo, sino hacia su maestra. Sin embargo, el mago de las flores desestimó estas preocupaciones con facilidad—. Puedes estar tranquilo, no pienso dejar que Gray-chan continúe luchando en la vanguardia; sin embargo, al no contar con ella, tendrás que esforzarte un poco más…
El caballero asintió un poco más calmado.
El mago de las flores se giró hacia el pelirrojo—. Shirou, este es Bedivere, fue el sirviente invocado por Gray-chan. Ahora él será la vanguardia, tú y yo lo apoyaremos desde la retaguardia.
Aunque él chico ya se lo imaginaba, él no pudo evitar observar con cierto asombro y admiración al caballero. Después de todo, Bedivere fue el caballero que, a pesar de no tener la misma fama que tenían algunos de sus compañeros de armas, fue el más leal hacia Altria.
Shirou asintió y se retiró, permitiendo que el golem centrara toda su atención en el sirviente. Él no se colocó muy cerca de Merlín, sino en diagonal a este y al caballero, teniendo un punto de vista bastante amplio tanto de sus aliados como de sus enemigos. Por un momento, Shirou analizó cual sería el mejor método para apoyar al espíritu heroico, obviamente, él tenía que ayudarlo atacando a distancia; sin embargo, ¿cómo? ¿El Black Barrel o la Thompson Contender? El chico negó con su cabeza, no, ambos serían inútiles. El Black Barrel no podía imponer el concepto de vida natural a un ser que, bueno, no estaba vivo, y, por otro lado, sus balas, a pesar de que estas sobresalían en cuanto a penetración, después de la explicación de Merlín, él intuyó que, probablemente, la armadura del golem era tan buena como la de un vehículo blindado, cosa que sus balas no podían atravesar. ¿En cuanto a la Thompson? El mismo problema. Esto solo significaba que solo podía contar con su arco y con sus espadas.
Shirou proyectó su arco, luego se encargó de reforzarlo al máximo de sus capacidades, por un momento, le temblaron las manos al recordar la sensación de como se le había desgarrado un musculo con su último disparo, sin embargo, en este momento, no tenía tiempo que perder.
¡CRASSSHHH!
Una vez más, el dragón atacó, esta vez a Bedivere; sin embargo, el caballero esquivó con gran agilidad, y se dispuso a atacar a su enemigo.
—Bedivere, la única forma de derrotar al dragón es destruir el reactor que mantiene al golem en funcionamiento. Este debe encontrarse por debajo de su armadura —habló el mago mientras se encargaba de apoyarlo.
—Probablemente se encuentre detrás de su pecho. Solo ataca con una de sus garras y mantiene la segunda cerca de este —complementó el chico.
Bedivere asintió y se dispuso a atacar, su objetivo era acercarse tanto como le fuera posible al pecho del golem. Si el desataba su tesoro heroico desde lejos, el dragón podría apartarse, cubrirse, o contratacar, él sabía que estaba en contra del tiempo y que su maestra podría llegar a perder a alguien muy importante para ella si no derrotaban a este enemigo rápidamente. Desgraciadamente, el golem no se lo iba a poner fácil, una vez esquivado su primer zarpazo, tuvo que utilizar su lanza para desviarse a sí mismo del camino de las fauces del dragón.
¡SHHHRRIIIIISSSHHH!
La lanza del espíritu heroico rozó contra la armadura del golem, él siguió avanzando tan rápido como pudo; pero este dragón no tenía una sola cabeza, peor aún, tenía dos grandes alas.
Una vez más, el golem desató un terrible vendaval en contra del espíritu heroico, Bedivere hizo todo lo posible por resistirse; pero esto produjo que el caballero no pudiera avanzar ni esquivar con facilidad el ataque de su segunda cabeza. El caballero frunció el ceño, al no tener más remedio que dejarse llevar por el vendaval para salir del alcance de las mandíbulas del dragón.
En ese momento, Shirou entendió que debía hacer. Él comenzó a moverse alrededor del golem, intentando rodearlo. No obstante, una vez más, el dragón volvió a atacarle con sus alas; sin embargo, esta vez el chico no solo tenía a Merlín apoyándolo. En ese momento, estaba luchando junto con Bedivere y, para su fortuna, una de las habilidades de este se activó para apoyarlo: Juramento de Protección, una habilidad que aumenta la defensa de todos los aliados en el campo de batalla por un tiempo limitado.
Afortunadamente para el pelirrojo, él no cargó directamente en contra del golem, sino que, al intentar rodearlo, el vendaval tampoco lo golpeó con todas sus fuerzas, permitiéndole sobreponerse.
Como si el golem entendiera que dejar a alguien fuera de su vista sería demasiado peligroso, este se dispuso a atacarlo con sus cabezas; no obstante, en el momento en que estas se giraron hacia el chico, dos destellos interrumpieron su campo de visión. El primero, fue la lanza plateada de Bedivere, el segundo, un disparo concentrado de mana por parte de Merlín.
La lanza perforó uno de los ojos de una de las cabezas del dragón, mientras que, si bien el ataque de Merlín no dañó al golem, si lo cegó el tiempo suficiente para que Shirou pudiera colarse detrás este.
¡SSSLLLAAASHHHH!
El golem respondió agitando con fuerza su cola en un intento de golpear a sus tres enemigos, para su desgracia, al parecer, Shirou pudo esquivarlo, pues no fue arrastrado por el ataque, Bedivere logró también esquivarlo y, antes de que la cola pudiera golpearle el mago, este desapareció en un remolino de flores. Bedivere volvió a intentar atacar al golem, pero este se defendió una vez más con su alas.
Merlín reapareció cerca de la entrada de la habitación, en su rostro se vislumbró una sonrisa al ver que el chico si había atendido a varias de las lecciones que él había intentado trasmitirle de forma apresurada. No atacó de frente y de cabeza, tal y como había estado luchando contra todos sus oponentes hasta ahora, y decidió observar hasta encontrar algo en lo que pudiera ayudar.
—¿Hmn…?
El mago de las flores escuchó leves jadeos y unos pasos pesados detrás de su persona, aun así, él ni siquiera se volteó para observarla, a fin de cuentas, tenía un gigantesco golem intentando asesinarlo. Sin embargo, sonrió alegremente—. ¿Etas bien, Gray-chan?
La sepulturera alzó su mirada hacia la voz que ya había oído varias veces en su cabeza. A ella siempre le había parecido extraña la forma con la que Merlín se dirigía hacia ella, sabía más o menos lo que significaba, gracias a sus compañeros, pero, ella no era tan cercana al mago de las flores como para que él se refiriera a ella de esa forma ¿Verdad? Ahora que lo pensaba, ¿por qué un mago europeo usaba honoríficos japoneses? ¿Tal vez le gustaba la cultura de ese país como a Flat? Ella negó con la cabeza, estaba divagando, a pesar de que había descansado, todavía sufría de los efectos por los cuales su cuerpo estaba pasando. Se sentía débil y le costaba respirar, su cara estaba cubierta de sudor y, a pesar de que no tenía fiebre, su temperatura era un poco alta.
—¿D-Disculpa, eres Merlín?
El mago asintió—. Sí, por lo que veo, no te encuentras en buen estado. Será mejor que descanses, déjanos a nosotros encargarnos de ahora en adelante.
—P-Pero yo…
—Morirás —la calló el mago—. Si entras en un campo de batalla en ese estado vas a morir, no solo eso, probablemente, solo estorbes. Debes aprender cuáles son tus límites, y también aprender a confiar en tus compañeros.
Gray, por un momento, se quedó muda, el mismo mago que hasta ahora le había hablado de forma tan despreocupada, ahora actuaba de forma seria y tajante.
—Tú cuerpo a sufrido un gran cambio que todavía no ha finalizado, estás proporcionándole mana a Bedivere, al mismo tiempo que se lo proporcionas a Avalon y, además, acabas de liberar parte del poder de Rhongomyniad. En este momento, no estás en condiciones para luchar.
¡CRASSSHHHH!
Un nuevo estruendo resonó dentro de la gigantesca habitación. Gray dirigió su mirada hacia el lugar de donde había provenido el estruendo y pudo observar sorprendida al gigantesco golem moldeado para parecer un dragón. También logró ver como una de las alas de este cayó en pedazos mientras que la otra permaneció semi destruida.
—Será mejor que lo traiga de vuelta, debió haber tenido que esforzarse bastante para destruir las alas… —susurró el mago.
Gray quiso hablar, pero el rugido del dragón la obligó a callar y a hacer todo lo posible para sostenerse de su guadaña ante los temblores que generaba el golem al atacar frenéticamente a su sirviente.
En otro el lado de la habitación, Shirou apretaba los dientes tragándose su dolor, llegados a este punto de su vida, había comenzado a ganar bastante resistencia en contra de este. Fue herido cuando luchó contra Shinji, contra Altrouge, contra Ainnash y, básicamente, contra todos sus enemigos. Gracias a Avalon siempre se las arreglaba para sobrevivir; sin embargo, el dolor era algo con lo que siempre tendría que lidiar.
Una vez más se había desgarrado un musculo para ser capaz de herir a su enemigo en turno. Él podía haber lanzado la "flecha" con menos poder, utilizando el double accel en vez del triple, o pudo haber utilizado espadas no tan poderosas como las que utilizó, contra el lobo utilizó a Merodach y, en este momento, acaba de proyectar a la versión original de Caliburn; sin embargo, principalmente porque sus enemigos eran tan resistentes, a él no le quedó de otra que arriesgarse.
El chico observó como el dragón atacaba de manera frenética al sirviente después de haber perdido sus alas, él hizo todo los posible para alejarse del rango de ataque del dragón, para así no estorbarle al caballero; no obstante, parecía que el golem no había olvidado quien había sido el culpable de que hubiera perdido sus alas.
¡SSSLLLLASSSHHHH!
Con un rápido y veloz movimiento, el golem había atacado moviendo su cola en su dirección, a diferencia de la otra vez, ahora una cabeza lo observaba a él, mientras que la otra ataca a Bedivere. Shirou hizo todo lo que estuvo en su mano para evitar el ataque, pero el amplio alcance de la cola del golem lo superó totalmente. A unos instantes de que la cola lo golpeara, el pelirrojo solo pudo intentar cubrirse con su brazo no herido en un vano intento de protegerse del impacto y, justo antes de recibir el golpe, lo único que pudo ver fueron… Flores…
Los ojos de Gray se iluminaron al ver la que, probablemente, fue la escena más hermosa que jamás había visto en su vida. Justo antes de que esta se hiciera presente, ella pudo oír el cantico que el mago de las flores había utilizado para manifestar este paraíso.
—Permíteme hablarte sobre una nueva odisea… Desde las estrellas del mar interior, desde la torre de la visión, desde los cuatro rincones del paraíso, les haré saber, nuevos héroes de este mundo, que ruego porque vuestra historia esté llena de bendiciones. Sólo aquellos que estén libres de pecado pueden pasar... ¡Jardín de Avalon, la utopía por siempre sellada!
El espacio fue alterado parcialmente, Gray alzó su mirada y observó como el techo parecía haber desaparecido, encima de ella y de todos los demás una enorme torre se manifestó. Después, una pequeña flor cayó desde esta y, al tocar el suelo, un vasto jardín de flores cubrió toda la habitación. Un cálido sentimiento llenó el corazón de la chica, lo que veía en este momento era una tierra de esperanza, como si ninguno de los males del mundo fuese permitido en este lugar, algo que no debería de existir en el mundo en el que se encontraban.
La chica se sorprendió por la maravillosa escena que se desarrollaba ante sus ojos, incluso el gran golem ya no parecía tan amenazante a sus ojos. De un momento a otro, ella escuchó un grito y, aun consternada, alzó su mirada para ver a su compañero de clase apareciendo de la nada en un remolino de flores muy cerca de donde se encontraba ella, y un poco alejado de donde se encontraba el mago.
—¿Shirou…?
Justo después de aparecer, el chico se precipitó hacia el suelo; pero su caída fue amortiguada por las flores del jardín. Sin pensárselo dos veces, ella se acercó para ver cómo se encontraba.
—¿G-Gray? ¿¡Estás bien!? Merlín me contó que te encontraste con Saber, y… —Shirou se calló al sentir una oleada de dolor proveniente del brazo que se había lastimado, para su mala suerte, había caído sobre este.
Por alguna razón, Avalon estaba actuando con mucha menos velocidad que antes, ¿fue esto porque había sido herido en el mismo lugar dos veces? O, ¿por haber estado alejado de Gray desde que se separaron en la entrada del laberinto? O, quizás… ¿fue debido al cansancio que Gray debía estar soportando?
—¿E-Estás bien? —preguntó la chica preocupada.
Shirou iba contestarle que solo se encontraba un poco lastimado en su brazo; pero, para su sorpresa, el dolor causado por el desgarramiento de su musculo comenzó a disminuir rápidamente—. Y-Yo… Creo que estoy bien. ¿Y tú, te encuentras bien?
—Y-Yo… —Gray se sorprendió, iba a decirle que solo estaba un poco cansada; pero, para su asombro, a pesar de que todavía sufría los efectos de su batalla contra Saber, estos habían disminuido de un momento a otro—. C-Creo que, sí…
Shirou observó por un momento el ambiente del lugar donde se encontraba, y se maravilló al ver la escena que se manifestaba enfrente de él—. Estas flores… Dan un sentimiento de tranquilidad, es como si el dolor desapareciera solo por estar junto a ellas…
Gray asintió—. Es casi irreal... Como si te llenaran de nuevas fuerzas…
¡Clink; Clank! ¡Shiirrrsshhh!
Los dos chicos vieron como, en la distancia, la batalla de Bedivere contra el golem continuaba y, para su sorpresa, el caballero estaba atacando de forma más ofensiva. Pero no era solo eso, parecía que el efecto de las flores también había afectado de alguna manera al caballero plateado, pues parecía estar lleno de energía. Además, Shirou volteó su mirada hacia el mago de las flores para verlo realizar múltiples hechizos, uno tras otro, y estos parecían potenciar aún más al espíritu heroico.
¡CCCRRAASHHHH!
Una de las garras del dragón fue destruida por el brazo plateado del sirviente, más temprano que tarde, el espíritu heroico comenzó a abrumarlo con mayor velocidad y fuerza.
«¡Bien! Ahora solo debo…». Bedivere se precipitó hacia el golem, con una de sus garras destruidas, al dragón solo le quedó su otra garra para intentar defenderse; sin embargo, Bedivere la esquivó con gran agilidad llegando extremadamente cerca del pecho del golem. Sin dudarlo, él comenzó a liberar el poder de su tesoro heroico; pero, justo antes de que llegara hasta el golem, retrocedió apresuradamente, unos instantes antes de que un oleaje de descargas eléctricas rodeara al dragón.
Desgraciadamente, eso no se detuvo ahí, la electricidad se expandió más allá de cuerpo y, a pesar de que él retrocedió, no fue lo suficientemente rápido como para alejarse de esta. Bedivere se preparó para recibir y aguantar el golpe, para así después reposicionarse; no obstante, y para su fortuna, uno de los hechizos de Merlín lo rodeó creando una barrera y negando el ataque del dragón de forma momentánea. El caballero pensó en retomar la ofensiva; pero, aquella habilidad que le permitía mantenerse calmado en todo momento hizo que él decidiera mantenerse cauteloso, lo que le permitió darse cuenta del movimiento del ala semidestruida del golem.
Con un feroz movimiento, mucho más que lo anteriores, el dragón intentó desatar otro vendaval; sin embargo, al hacerlo con una sola ala, y una que estaba dañada, este no resultó tan fuerte como el anterior. Aun así, Bedivere intentó moverse rápido, no para protegerse así mismo, sino a los demás, el ataque iba dirigido hacia los dos chicos, más específicamente, estaba destinado a separarlos de los demás. Gray y Shirou intentaron evitarlo, pero la chica se tambaleó al intentar correr, lo que hizo que ambos quedaran a merced de este; no obstante, el mago de las flores actuó con rapidez utilizando las flores para proteger a los dos chicos y, aunque estos no sufrieron ningún daño, no pudo evitar que estos se alejasen de él.
Al ver que había logrado su cometido, el golem emanó una enorme cantidad de energía mágica desde su interior que rápidamente comenzó a ser transformada en electricidad. Toda esta se concentró en su boca en dirección a donde los chicos habían caído. Un poderoso ataque estaba a punto de ser liberado en contra de ellos…
Al notar esto, Bedivere sopesó sus opciones con gran velocidad, tanto si atacaba como si defendía sería golpeado en menor o mayor medida por las descargas; sin embargo, si atacaba, y no llegaba a tiempo para detener el ataque enemigo, entonces era casi seguro que su maestra moriría. Bajo este razonamiento, él decidió su curso de acciones y, no obstante…
«¡Detente, Bedivere! ¡Tenemos que concentrarnos en atacar al golem y acabar esto rápido!».
La voz de Merlín resonó dentro del subconsciente del caballero.
«¿Huh? ¿¡De qué estás hablando, Merlín!? ¡Si no llegamos a tiempo, ellos dos…!».
«Lo sé, pero ellos pueden protegerse solos, confía en mí. Te ayudaré a aumentar tanto como pueda tu poder ofensivo, concéntrate en destruir al golem. Tu maestra tiene a su vaina a su lado para protegerla, en este momento, ¡tú deber es derrotar al golem!».
El eterno comandante frunció el ceño, él confiaba en las palabras de Merlín y este parecía estar totalmente confiado en sí mismo y los dos jóvenes; pero, aun así… No obstante, por un momento, Bedivere recordó las palabras de su maestra…
"Gray esbozó una pequeña sonrisa—. Él es otro de los alumnos de mi maestro. —Un poco avergonzada también dijo—. É-Él también es… mi vaina."
«Su vaina… Avalon…». El caballero no lo tenía del todo claro; sin embargo, si realmente su maestra poseía a Avalon, entonces él no tenía por qué dudar sobre su bienestar, mientras la vaina estuviera a su lado, nada sería capaz de dañarla.
El caballero se giró hacia el golem y observó como el oleaje de electricidad se concentraba en su hocico, él no sería capaz de derrotar al golem antes de que este atacara, pero no se impacientó, confió en las palabras de Merlín y de su maestra. Bedivere reforzó su resolución y sintió como los hechizos del mago de las flores empezaron a potenciarlo y, tal y como había intuido, antes de que pudiera acercarse y atacar, el golem liberó su terrible ataque…
Todo había pasado demasiado rápido…
Shirou sabía que, en el campo de batalla, todo podía cambiar en cuestión de unos simples instantes; sin embargo, hasta ahora, no lo había experimentado por sí mismo. Había prestado atención a las lecciones de Merlín, y él le había contado como todo podía cambiar de un momento a otro; pero nunca pensó que fuera tan literal.
Con el ala que todavía le quedaba, el dragón decidió desatar otro vendaval; sin embargo, gracias a que solo tenía un ala, y que esta se encontraba destruida, este no fue lo suficientemente grande para abarcarlos a todos, ni tampoco lo suficientemente fuerte; no obstante, el dragón golem dirigió este ataque directamente hacia ellos. Ambos reaccionaron rápidamente, sin embargo, cuando intentaron esquivar Gray se tambaleó, y al no querer dejarla atrás, los dos fueron impactados por el ataque.
Afortunadamente, este no fue lo suficientemente poderoso como para acabar con la vida de ambos y, sin embargo, este los mandó a volar alejándolos de Bedivere y de Merlín.
Una vez más el dolor regresó. Ya no por el desgarramiento del musculo, sino por los cortes provocados por el afilado viento y el golpe en su espalda causado por el pilar que detuvo su vuelo. Por su lado, Gray tuvo un poco más de suerte, si bien sufrió los cortes provocados por el vendaval imbuido con energía mágica, fueron las flores quienes detuvieron su caída; no obstante, debido al ataque repentino, ella no sujetó con la suficiente fuerza a Add y ambos terminaron separándose.
El golem rugió y desató un oleaje de chispas que impidió que Bedivere acabara con este. Gray alzó su mirada y observó como las chispas se reunían en el hocico de la criatura, ella intentó levantarse apresuradamente, solo para sentir su cuerpo pesado y el dolor de los cortes sufridos por el afilado vendaval. Al ver que sería improbable que pudiera esquivar el ataque, ella busco a Add rápidamente, tal vez con su forma de escudo…
Sin embargo, su código místico había caído demasiado lejos, cuando se dio cuenta de donde se encontraba, ella supo que no sería lo suficientemente rápida como para alcanzarlo y bloquear el ataque.
¡SHHSHSSHIEEIHEHS!
El sonido de las chispas aumentó, al mismo tiempo que la cantidad de energía eléctrica que se concentraba en el hocico de la criatura aumentaba.
Gray miró impotente como el ataque enemigo se volvía cada vez más feroz, por un momento, ella creyó que, incluso si era capaz de recuperar a Add, no sería capaz de bloquear el ataque.
En ese momento, ella observó como Bedivere hizo el intento de ir en su ayuda; no obstante, se detuvo a medio camino y se centró en la bestia. Ella no le entendía, pero en este momento no tenía tiempo para pensarlo, debía encontrar una forma para salvarse. ¿Debía ordenarle a Bedivere que detuviera el ataque de la criatura? Podría hacerlo; pero entonces arruinaría el ataque que su sirviente estaba preparando, ¿Tal vez él atacaría antes de que el dragón atacara? A pesar de que ella tenía confianza en las habilidades del caballero, no creyó que esto fuera posible; sin embargo, tampoco creía que Bedivere la abandonaría a su suerte contra un enemigo contra el que ella no podía defenderse. Ella sabía que si había una palabra que definía al caballero era lealtad, y si bien ella creía que esta lealtad ciega podría resultar en una espada de doble filo, precisamente por esta, Gray no creyó que él la abandonaría. Entonces, ¿por qué?
Una vez más, la chica intentó levantarse apresuradamente para esquivar el ataque; no obstante, en ese momento, escuchó unos pasos por sobre las chispas y vio como Shirou se le acercaba.
Hacía unos minutos, el pelirrojo veía como el dragón estaba preparando un segundo ataque directamente hacia ellos. Primero, el ataque con la cola, y ahora esto, por un momento, pensó en utilizar sus Gasp para intentar absorber el ataque; pero… ¿Podría el espacio de números imaginarios absorber todo el ataque? No, no solo eso, ¿la brecha podría protegerlos a ambos? En este momento, Shirou se arrepintió enormemente de no tener ningún tipo de escudo en su arsenal, ni tampoco de haber forjado alguno hasta ahora.
Por un momento, todas sus dudas se disiparon, al ver como el caballero se movía hacia ellos con intención de protegerlos, pero volvieron cuando este se detuvo abruptamente.
«Hazte cargo tú».
«¿Merlín? No, espera, ¿¡Cómo que me haga cargo!? ¡No puedo detener un ataque como ese, no tengo ningún tipo de escudo!».
Merlín se burló. «¿¡De qué hablas!? ¡Tienes una reliquia defensiva que fácilmente puede igualar a una de esas verdaderas magias que se han creado en esta era! Ya descubriste como utilizarla adecuadamente, ¿no es así?».
Ante estas palabras, el chico no necesitó que se lo dijeran dos veces, entendió rápidamente las intenciones del mago y, después de asentir, él corrió hacia donde Gray había caído. Ignoró el dolor, y las flores lo protegieron de las descargar eléctricas emanadas por el golem.
Tan rápido como le fue posible, el pelirrojo se reunió con la sepulturera—. ¡Gray, tu mano!
La chica lo observó confundida creyendo que él quería que volvieran a correr juntos—. No puedo correr, mi cuerpo no está respondiendo como quiero.
—¡No es necesario, solo dame tu mano!
Aunque confundida, la guardiana de tumbas extendió una mano hacia el pelirrojo y él la tomó con fuerza—. Bien, mientras estemos juntos, puedo hacerlo.
Shirou extendió su otra mano hacia donde se encontraba la criatura, quien estaba a punto de desatar su aliento eléctrico en contra de ellos—. Antigua reliquia, escucha mi plegaria.
Una luz pura comenzó a ser emanada desde el interior del chico…
—Dulce misterio de la antigüedad, encarnación de la utopía que el rey persiguió, ¡contesta mi llamado!
Hilos de luz y esmalte azul comenzaron a hilarse entre ellos y a rodearlos ambos.
¡SHHSHSSHIEEIHEHS!
El aliento eléctrico brilló con una fiereza sin igual antes de ser disparado…
—El rey ha partido, pero su legado permanece. Para que no sea dañada, para que ni una gota de su sangre sea derramada en el campo de batalla.
La chispas inundaron toda la habitación, el ataque fue liberado, un gigantesco aliento relámpago se desató en contra de los dos. Pero Shirou no tenía miedo al ver que el ataque se acercaba, mientras estuviera junto a Gray, podía hacerlo. Por otro lado, si las flores le calmaron, la luz emanada desde el interior de su compañero fue un oasis perpetuo de tranquilidad para la chica. Ella sujetó con fuerza la mano de su amigo y no apartó la mirada de lo que, en un principio, le parecía una muerte inminente.
—¡Aleja toda la suciedad de este mundo! ¡Nada jamás podrá dañarla! Pues esta es la bendición de la utopía por siempre distante, ¡Avalon!
Los hilos y el esmalte se convirtieron en innumerables partículas diminutas de luz que volaron en el aire, y estas los envolvieron a ambos para convertirse en un campo delimitado, una fortaleza portátil, que negó cualquier tipo de interferencia desde el mundo exterior.
El aliento relámpago chocó en contra de la barrera de luz y en solo cuestión de segundos este se dispersó en múltiples direcciones, al no poder atravesarla. El dragón golem persistió tanto como le fue posible, manteniendo el feroz ataque eléctrico por varios segundos; no obstante, todo esto fue fútil. La barrera no se movió ni un segundo, y ni una mínima grieta se reflejó en esta.
En solo cuestión de un instante un feroz ataque había sido liberado y detenido en su totalidad. El dragón golem intentó reposicionarse para volver a atacar, sin embargo, este no tuvo tiempo, una tercera y última luz brilló en la habitación. Bedivere ya estaba preparado para liberar su tesoro heroico y este había sido potenciado por los hechizos de Merlín. Sin dudarlo, y al ver como el ataque del dragón se debilitaba hasta desaparecer, él se precipitó contra el golem. Su brazo brilló con una gran luz blanquecina y la lanza de la deidad celtica fue liberada.
El dragón casi no tuvo tiempo para responder, en cuestión de segundos la lanza ya estaba sobre él, lo único que pudo hacer fue utilizar su garra restante para proteger su pectoral. Sin embargo, esto no sirvió de nada, la lanza del sirviente atravesó la garra y, sucesivamente, también atravesó el pectoral del dragón, dañando el reactor de energía mágica y forzando a que este se apagara, lo que ocasionó que este terminara derrumbándose al lado del caballero.
Al ver que su enemigo había sido abatido, Bedivere retiró su brazo del interior de este y, al fin, pudo relajarse. Merlín, por su parte, finalmente pudo disipar su tesoro heroico y el jardín de flores se desvaneció. Por último, después de que el último atisbo de electricidad desapareció finalmente, la barrera desapareció y, desde dentro de esta, Shirou y Gray se mostraron total y completamente ilesos.
El pelirrojo dejó escapar finalmente el aire que mantenía atrapado en su pecho al ver al dragón derribado en medio de la habitación. Por su parte, Gray también se relajó visiblemente.
—Me gustaría dejarlos descansar un rato; sin embargo, el tiempo no está de nuestro lado. —Merlín se acercó lentamente hacia ellos, seguido de cerca por Bedivere.
—¿Se encuentra bien, maestra?
—Sí… —Gray asintió con una pequeña sonrisa cansada.
Después de escuchar su confirmación, el caballero se giró hacia el mago—. Merlín, por qué nos llamaste tan preocupado, ¿qué está ocurriendo?
—Se trata de Rider…
—¿Rider? ¿Cuál espíritu heroico fue invocado como Rider?
— Vánagandr —respondió el mago.
—¿Vánagandr? —preguntó la chica.
—Fenrir… —dijo el chico.
—¿¡F-Fenrir!? —preguntó ella preocupada, una vez más, Gray intentó levantarse, y una vez más, Merlín la detuvo.
—Creí haberte dicho que no estás en un estado donde puedas combatir —le reprendió el mago.
—¡Pero mi maestro!
—Él estará bien, no está solo y tiene a un y medio espíritu heroico con él.
—¿Un y medio? —preguntó el chico confundido.
—Lo entenderás después —respondió el mago—. Además, ahora que hemos derrotado al golem, podremos enviar ayuda. Pero tú te quedas aquí…
—¡No puedo!
Para sorpresa del chico, era la primera vez que veía a Gray contestarle a alguien con tanto ímpetu.
—Merlín, aunque estoy de acuerdo en que mi maestra no está en condiciones de seguir luchando, tampoco estoy de acuerdo en dejarla aquí sola —respondió Lancer.
Gray sonrió levemente ante el apoyo de su sirviente.
—¿Dejarla sola? ¿Quién dijo eso? En específico, dije que ella se quedaría aquí, nunca dije que estaría sola, y también dije que enviaríamos ayuda, en específico, ustedes dos irán a salvar a Waver e Illya, Shirou, Bedivere.
—¿Nosotros dos? ¿Te quedarás aquí? —preguntó el caballero sorprendido.
Shirou fue el más preocupado por esto—. Estoy de acuerdo con que no podemos dejar a Gray aquí sola; ¡pero tampoco podemos prescindir de tu poder, Merlín! ¡Tú y yo vimos como esa cosa destruía todo a su paso! Sin ti será mucho más difícil, tal vez… ¡Yo me quedaré con Gray, ustedes dos deben de ir!
Esta vez Gray apoyó a su compañero,
El mago sonrió y se mostró confiado y orgulloso de sí mismo—. Por supuesto que tienes razon. —Y, sin embargo, esto solo duró unos segundos, después la mirada del mago se volvió mucho más tranquila; pero un poco triste—. Sin embargo, eso no es posible…
—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó el chico sin entender.
—Los sirvientes requieren de energía mágica para mantenerse y, si bien yo todavía sigo vivo, estoy atado a las reglas de esta guerra. A los sirviente que no son invocados por un maestro se les da un brazalete con una cantidad limitada de mana, una vez que la consumen, desaparecen. Soy un candidato al título de gran Caster, el mana necesario para mantenerme activo no es específicamente poco, de hecho, solo pude auto invocarme después de que Gaia irrumpió en el ritual fortaleciendo a la subcategoría del grial. En pocas palabras, he agotado casi todo el mana que tenía disponible para mantenerme materializado, incluso si fuera junto con Bedivere, no podría hacer mucho.
—¡En ese caso!
Sin embargo, Shirou no pudo terminar de hablar, Merlín negó con su cabeza—. No tiene sentido.
—¿No puedo? —preguntó el chico intuyendo que Merlín conocía su propuesta.
—No es que no puedas, pero tú también has estado peleando desde que entraste al laberinto. Si formásemos un contrato en este momento, todo el mana que te queda se utilizaría para mantenerme y, debo recordarte que el verdadero objetivo de Fenrir no soy yo, ni Waver, ni tampoco Illya, ellos son solo extras en su camino a cumplir con su objetivo, el cual es asesinarte. Si las cosas se salieran de control y Fenrir lograra evitarnos y alcanzarte, estarías completamente indefenso, no podrías hacer nada contra él, ni siquiera hacer tiempo para que pudiéramos rescatarte, es un riesgo demasiado grande. Al menos con el mana que tienes ahora puedes apoyar a los demás o actuar de cebo y escapar, permitiéndole a los demás atacar libremente al lobo, eres más útil de esta forma.
Finalmente, las escaleras al siguiente piso se abrieron…
Merlín se mostró bastante serio mientras declaraba—. Este es nuestro mejor curso de acción. Bedivere, tú y Shirou deben descender al siguiente piso y reunirse con Waver e Illya, y, con la ayuda de Archer y de los demás, deben derrotar a Fenrir, o ganar suficiente tiempo para que el grial sea destruido por Manaka o por Rouge. Cualquiera de las dos opciones será nuestra victoria, ¿entienden?
Shirou asintió todavía un poco preocupado.
Bedivere entendió la situación y, al saber que Merlín se quedaría con su maestra, se tranquilizó. Incluso si él estaba en el límite de sus fuerzas, sabía que el mago la protegería. Él se giró hacia su contratista y observó la mirada baja y el ceño levemente fruncido de su maestra. Bedivere se acercó a esta y le sonrió, intentando trasmitirle su confianza—. Maestra, deposite su confianza en mí, por mi orgullo y honor como caballero, no permitiré que sus seres queridos mueran.
Gray observó sorprendida la sonrisa llena de confianza de su sirviente, y ella no pudo evitar sonreír también—. Por favor, Bedivere.
El caballero asintió—. Déjemelo a mí, estaré a la altura de sus expectativas.
—En el caso de que necesiten un hechizo de comando, basta con que lo pidan, os estaré observando y le trasmitiré a Gray lo que necesiten —dijo el mago.
Shirou asintió he intentó levantarse para proseguir su camino con el caballero; sin embargo, una gran fuerza lo mantuvo en su lugar. Por unos segundos, los cuatro se quedaron en silencio sin saber que decir…
Cof… Cof…
Bedivere disimuló una tos falsa para aligerar el ambiente, por su lado, Merlín fue menos amable…
Con una sonrisa burlona, él dijo—. Gray-chan si sigues sujetando la mano de Shirou con tanta fuerza, él no podrá irse… Se que no quieren separarse, pero…
—¿Huh? —Ante las palabras del mago, la chica giró su mirada hacia su mano y observó como tenía la mano del chico agarrada con fuerza, tal vez con demasiada fuerza. Ella alzó su mirada para ver la expresión del chico, solo para verle desviando su mirada con un ligero sonrojo.
Sin embargo, después de que la chica lo mirara estando tan juntos, él no pudo evitar darse cuenta de algo, sin pensárselo mucho, acercó su rostro hacia el de ella, provocando que un sonrojo adornara las mejillas de la chica. Él colocó una mano en su mejilla para acercar su rostro al suyo, y ella cerró sus ojos de forma instintiva.
Por unos instantes, ella no vio ni sintió nada y, de repente, la mano del chico se deslizó hacia su cabello—. Gray… Tu cabello…
—¿Huh? —Gray abrió sus ojos y su rostro estaba a centímetros del rostro del pelirrojo, su sonrojo aumentó aún más, sin embargo, ella notó que su mirada se dirigía hacia su cabello. Curiosa, Gray giró su mirada hacia uno de los pilares de cristal y se vio a sí misma reflejada, ahora podía entender la sorpresa del chico.
Entre su cabello de color grisáceo, varias mechas de color rubio comenzaron a hacerse presentes. Adornando su cabello casi como si fuera una corona.
Por un momento, un sentimiento de preocupación surgió dentro del pecho de la chica y su rostro perdió todo su color; no obstante, para su sorpresa, Shirou agarró su mano con fuerza.
—Puede que te veas un poco diferente, pero sigues siendo tú, y… te ves muy bien… Tú…
Las últimas palabras fueron dichas en forma de susurro; pero ella pudo oírlo al estar tan cerca, el sentimiento de preocupación fue remplazado por un sentimiento cálido en su pecho mientras el sonrojo regresaba a su rostro.
—Gracias…
Por un momento, el ambiente cálido entre esos dos parecía ser eterno; pero Merlín sabía que no tenían tiempo que perder. El mago de las flores colocó una de sus manos en el hombro del caballero y suspiró de forma exagerada—. Aaaaahhh, el amor entre los jóvenes, ¿no te parece hermoso, Bedivere?
El caballero fue tomado por sorpresa por la pregunta del mago, puede que su maestra y su reina no fueran la misma persona; pero era indudable que tenían alguna conexión, después de todo, su rostro y complexión era iguales. Al ver a alguien tan similar a su impasible reina sonrojarse de esa forma y esbozar la sonrisa de una joven avergonzada, fue algo que lo conmocionó por unos momentos. El sentimiento de alegría al ver una sonrisa de felicidad en el rostro de su maestra se mezcló con el sentimiento de culpa al no haber sido capaz de ver esa misma sonrisa en el rostro de su reina, y ambos lucharon dentro del caballero intentando destruirse el uno al otro. Al menos, hasta que Merlín lo sacó de su ensoñamiento.
Ante esa pregunta y debido a su conflicto interno, el caballero no pudo hacer otra cosa más que asentir un poco incomodo, aumentando la vergüenza de los dos adolescentes.
—Vamos, vamos, no tenemos tiempo que perder, podrán estar juntos todo el tiempo que quieran después de que esta guerra se termine.
Los dos chicos no pudieron evitar separar sus manos apresuradamente, como si uno fuera combustible y el otro fuera un comburente y, al tocarse, ambos se encendieran hasta quemarse. Lo cual no era del todo incongruente considerando el color rojizo que los adornaba a ambos.
—Cuídate… —dijo el chico antes de partir con el caballero.
Gray no alzó su mirada, todavía estaba rojiza; pero asintió—. Ustedes también. Asegúrate de volver a salvo.
Luego Merlín sonrió—. Mis lecciones para ti acaban aquí, debido a que el reverso del mundo se está alejando cada vez más de la realidad, es probable que no volvamos a vernos. Espero que haya sido suficiente…
Shirou asintió y sonrió, un poco triste; pero agradecido—. Lo fue, me ayudaste mucho, gracias Merlín. —Luego él se mostró decidido—. Aunque no nos encontremos más, sigue observándome, te mostraré una historia como ninguna otra que hayas visto antes, una que abrirá paso a muchas otras más.
Merlín asintió sonriendo—. Lo estaré esperando… —Luego el mago se dirigió hacia el caballero—. Bedivere, mi parte en su entrenamiento ha terminado; pero estoy seguro de que él podrá aprender algunas cosas de ti. Llegados a este punto, él también ya forma parte de su legado…
El caballero asintió y se dirigió hacia Gray—. Cumpliré con sus expectativas, maestra. Cuídala bien, Merlín. —Luego su mirada se dirigió hacia el chico—. Vamos, no tenemos tiempo que perder.
Shirou asintió—. Solo dame un momento, todavía hay algo que tengo que hacer.
El pelirrojo se acercó al "cadáver" del golem y sacó a Neocaliburn, con cuidado, intentó aumentar el hueco que la lanza del espíritu heroico había ocasionado.
—Merlín, esa espada… —preguntó el caballero anonadado.
El mago no contestó y simplemente sonrió y asintió.
Cuando el agujero fue lo suficientemente grande, el chico entró dentro de este y, durante unos instantes, ninguno de los otros tres supo cuáles eran sus intenciones, hasta que…
—¡Bien! —Shirou salió desde dentro del dragón sosteniendo un objeto esférico en sus manos.
—Eso es… —dijo el caballero.
Merlín asintió—. Un núcleo espiritual, parece que se lo dieron al dragón de forma provisional para que actuara como el núcleo de su reactor de mana.
Shirou se acercó con una sonrisa—. Aunque la lanza dañó el reactor, el núcleo espiritual se mantuvo intacto.
—¿Para qué necesitas ese núcleo? —preguntó Gray.
—Es un material necesario para alcanzar mi objetivo, y no es uno fácil de obtener.
—Y más uno como ese, seguramente le fue arrancado a un espíritu heroico. No obstante, no se mantendrá durante mucho tiempo si no está atado a algo… —dijo el mago.
—¿Desaparecerá? —preguntó el chico preocupado.
Merlín sonrió—. Déjamelo a mí. Abre uno de tus bolsillos de números imaginarios, me encargaré de colocar algunos hechizos para preservar el núcleo hasta que le des uso. No obstante, solo tendrás una oportunidad, una vez que lo saques del bolsillo, solo se mantendrá por unos minutos a menos que lo ates a algo. ¿Entiendes?
Shirou asintió y abrió uno de sus bolsillos vacíos mientras Merlín se encargaba de rodear el núcleo espiritual con hechizos que permitieran su preservación.
—Esto debería bastar… Ahora, será mejor que se vayan, Fenrir está cerca.
Los dos asintieron y se precipitaron hacia el siguiente piso. Dejando solos a la sepulturera y al mago.
Por un momento, el silencio los rodeó a ambos hasta que Merlín decidió romperlo—. Bueno, mi tiempo para entrenar a Shirou acabó, ahora te toca a ti, Gray-chan.
—¿Eh? —exclamó la chica sorprendida—. Entrenarme, ¿a mí?
El mago asintió—. Así es. Tenemos muchas cosas de que hablar; pero primero, quiero darte un regalo.
—¿Un regalo...?
Una vez más, Merlín asintió—. Si, pero primero te devuelvo esto. No lo pierdas.
—¡Ah, gracias! —Merlín le devolvió a Add a la chica.
—¡Gray, se supone que soy tu compañero y me dejaste tira- mnmnm!
El código místico empezó a parlotear, pero Gray lo guardó en su abrigo para no tener que oírlo.
—Toma esto… —Merlín le ofreció un pequeño objeto a la chica.
—Esto es… ¿Una daga?
Gray la observó, era mucho más pequeña que su guadaña, como del tamaño de la jaula de Add, tal vez un poco más grande, esta era recta y de un color verde azulado
—Depender del poder de la lanza no está mal, pero a veces es mejor prescindir de este. Su nombre es Carnwennan, te será de utilidad de ahora en adelante…
—Es hermosa…
Merlín asintió—. Solo falta la última arma para completar la triada; pero… Esa espada es diferente, no es algo que se trasmita como tu lanza o que se entregue como la daga, tan poco es algo que le pertenezca a una sola persona, es la espada del mundo, la persona que la porte debe ser elegido por este para protegerlo. —Después de mostrarse solemne, el mago volvió a sonreír de forma relajada—. Aunque, con el poder de estas dos, no creo que necesites de más armas realmente…
—¿Y sobre mi entrenamiento…?
—Oh sí, por donde debo empezar… Supongo que primero te contaré la situación actual del mundo y después te explicaré porque estoy aquí. Así que, escucha atentamente…
Gray asintió y Merlín comenzó con su explicación…
—¡Puedes apresurarte! —Manaka se volteó y observó a Norma caminando a varios metros de distancia de ella.
—Y-Yo… —Norma quería huir de ese sitio, quería alejarse lo más posible tanto de la chica como de la sirvienta; pero el geis que había firmado con la chica le impedía alejarse de ella hasta que salieran del laberinto, entre otras cosas.
Manaka suspiró de mala gana—. ¡Norma! ¡No tengo nada en contra de ti, no pienso hacerte daño, y si te amenacé antes fue porque en este momento la persona más importante para mí se encuentra en peligro y no tengo tiempo que perder! ¿¡Podrías apresurarte un poco!?
—¿L-La p-persona más importante? ¿T-Te refieres al chico del que tú y la otra tú estaban hablando?
Manaka asintió—. Como debiste oír cuando hablaba con ella, Fenrir fue invocado como clase Rider, y su objetivo es asesinar a Shirou, para detenerlo, necesito destruir la subcategoría del grial…
—D-Dijiste que fue por no tener tiempo; pero, ¿A qué se refería la otra tú con que seguramente enloquecerás? —Norma estaba muy preocupada de que a la chica se le fuera la cabeza de repente e intentará acabar con su vida.
Manaka frunció el ceño—. Eso es solo su creencia. No enloqueceré de repente para hacerte daño, si eso es lo que te preocupa… Al menos camina por delante de mí.
Norma frunció el ceño, ella negó con su cabeza, delante de la chica se encontraba la sirvienta y, después de escuchar las habilidades de esta, ella quería estar lo más alejada posible de la niña. No obstante, al ver como la chica se veía bastante preocupada, y al saber que no podía alejarse de ella, Norma, cabizbaja, se colocó al lado de Manaka.
Manaka suspiró por segunda vez, ella agarró la mano de la chica y ambas caminaron a paso rápido por el laberinto.
La maga frunció el ceño, pronto todo terminaría, ella ya estaba cerca del sub grial; pero el problema es que Fenrir se precipitaba hacia Shirou y él también decidió precipitarse hacia este. Además, parece que sus planes sufrirían una pequeña modificación; pues, sin importar la amenaza que Altrouge representara, Faustus no parecía querer salir de su habitación.
Altrouge también estaba a punto de encontrase de nuevo con el minotauro, todo pronto acabaría; pero debía darse prisa. Fenrir no era un enemigo que pudiera ser derrotado con facilidad, para asegurar la vida de su enamorado, ella tenía que destruir el sub grial lo antes posible.
Un gigantesco temblor azoló el piso, Illya y Gil detuvieron sus pasos…
—¿Eso fue…? —preguntó Waver.
Gil asintió—. Sí, ya llegó a este piso.
—¿Tenemos alguna oportunidad? —preguntó el mago.
—No por nuestra cuenta, pero los refuerzos están por llegar y, si tenemos suerte, tal vez no tengamos que derrotarlo para ganar…
—Shirou, ¿puedes continuar peleando? —preguntó Illya.
El oso asintió decidido.
—Esta vez no huiremos, zanjaremos este conflicto de una vez por todas —respondió lady Einzbern.
—El poder de las diosas será sin duda de ayuda; sin embargo, no se extralimite, lady Einzbern, un caso donde un cuerpo humano puede soportar a varios espíritus divinos es ya en sí un milagro… —contestó el lord.
Illya asintió—. Lo sé; pero Fenrir no es un enemigo al que podamos enfrentar mientras nos contenemos.
—En ese sentido, ella tiene razon… Prepárate Waver, esto será una verdadera lucha digna de una guerra del grial.
¡GRRRRRRRRRR!
Un gigantesco rugido resonó por todo el piso, el lobo del ragnarök había llegado…
Notas de autor:
Bueno, listo el capítulo. Si mis calculos no me fallan, dos capitulos más serán suficientes para finalizar el arco y dar paso al siguiente. Nunca creía que se alargaría tanto, no diré nada sobre el proximo, pero debería ser más corto, o al menos eso espero. Bueno, al menos me sirvió para desarrollar bastante a los personajes, aunque ahora es que falta...
Ariadne Venegas: El desarrollo de las relaciones de Shirou será algo con lo que me tomaré el tiempo para desarrollarlos, porque, como dices, casi el futuro del mundo depende de como salga, por otro lado, habrá cierto punto de inflexion al final de este arco.
Supongo que eso es todo por ahora así que, agradezco vuestros comentarios y espero que hayan disfrutado del capítulo, nos vemos en el siguiente.
