Perdón por reaparecer después de 84mil años, dejando atrás mis múltiples dramas, la historia quedo así:
Serena ataco a Seiya hasta matarlo, pero solo para traer a los asesinados de regreso, la consecuencia fue que ella quedo atrapada por voluntad propia en la dimensión de Cronos, Yue con sus últimas fuerzas encierra a Caos, pero aún no está vencida, mientras que Zagato y compañía se esconden después de que Haruka y las demás le quitan los cristales que tenía. Seiya intento buscar una manera de sacarla, y mientras eso pasaba, Serena recordó como conoció a Seiya en su primera vida, y el horrible pasado que tuvieron, mientras que Lita y Zafiro deciden casarse y se organiza una fiesta, Seiya por supuesto no está de humor, pero es convencido para animarse un poco, y fue a la despedida.
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-Canción-
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Hacía mucho tiempo que Seiya no dormía tan bien, exactamente el tiempo que Serena tenía desaparecida de su vida, los brazos de Morfeo ciertamente lo llevaron a un sueño profundo, donde no existían las pesadillas de Serena asesinando a su madre del pasado, de hecho, los brazos de Morfeo parecían ser más reales de lo que se esperaba.
Seiya sintió un poco pesado el pecho, ¿por alguna culpa? ¿por no poder rescatarla?, no quería abrir los ojos, y además, no sabía porque comenzó esa competencia de quien tomaba más con Diamante, eso era lo último que recordaba de la despedida de soltero de Zafiro, y ahora que estaba más despierto pero aun en la cama y sin ganas de abrir los ojos, sintió el golpe de la resaca, la garganta seca y algo haciéndole cosquillas en la barbilla, era cabello fino, delgado, medio abrió los ojos: platinado, brillante platinado y un brazo sobre su pecho, como acurrucándose, murmurando "esos ojos verdes", o algo así, hizo una mueca de espanto al notar a Diamante en su cuarto, ¡en su cama!, ¿no era Fighter en pleno desliz, cierto? Seiya se tocó el pecho sintiendo sus pectorales fuertes y firmes, de una patada se sacó a Diamante de encima.
- ¡Qué demonios! - grito el rey de Nemesis al tocar el piso.
- ¡El demonio aquí eres tú! ¿Qué hacías encima de mí?, ¡¿abrazándome?!
Diamante entre enojo y vergüenza, se puso rojo.
- ¡No te abrazaba! - cruzo los brazos como repudiando por completo la idea.
- ¡Te vi con estos ojos que ya quisieras comerte! - exclamo Seiya confundido, enojado por semejante situación bizarra.
- ¡No me comería tus ojos, ni nada, estúpido! -respondió enojado Diamante.
- ¡Entonces responde!
- ¡No sé cómo llegue aquí!, yo…estaba durmiendo bien, demasiado bien…-termino en un susurro, Seiya iba a replicar algo, pero siendo sincero, el también tuvo un muy placentero descanso.
Ambos hombres se estudiaron, camisa y pantalones arrugados, pero bien puesto eso sí, respiraron aliviados.
- ¿Qué pasa ahí dentro? - toco la puerta desde afuera Taiki.
-Deberían dejar dormir un poco más- se quejó Terius desde afuera, con un fino pijama de seda verde- yo sigo recuperándome de tremenda fiesta.
- ¿Alguien vio a mi hermano? - pregunto Zafiro.
Diamante miro a Seiya, Seiya miro la puerta, como si tuviera miedo de que esta hablara y les comentara maliciosamente a todos que ambos habían compartido cama. El platinado miro a Seiya intensamente haciendo una fina con sus labios de que "chitón".
- ¿Seiya estas bien? - cuestiono Taiki intentando abrir su cuarto.
-Si, solo tuve una horrible pesadilla- miro a Diamante - un pervertido, venia por mis huesitos -el aludido rodo los ojos molestos- pero todo ok.
-Bueno, al rato nos vemos en el desayuno- comento Taiki.
-No se preocupen por mí, quiero, tomarme un rato a solas.
Las voces comenzaron a alejarse.
- ¿Recuerdas lo que paso anoche? - pregunto Seiya masajeando su cabeza.
Diamante se quedó pensativo un momento.
-Ahora que lo preguntas…- contesto sonrojado por el recuerdo.
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Si, recordaba como Healer mecía su hermoso cuerpo entre copas de cristal, y a su lado, chicas muy voluptuosas, Terius se trajo la artillería más pesada que encontró, pero la música y las luces parecía que eran solo para la platinada, o por lo menos eso sintió Diamante, y algo más que comenzó a crecer entre sus piernas, es que Healer en verdad sabia mover esas piernas, finas curvas, delicadas, tal y como a él le gustaban, estaba embelesado, extasiado, hasta que alguien lo volvió a la realidad.
- ¡Oye no la veas así! - amenazo Seiya a Diamante- ¡Y tú, bájate de ahí!
- ¡No quiero! - le grito Healer.
- ¡Tai, pon orden acá! - busco apoyo del castaño, pero este estaba en tremendo lio, tres chicas prácticamente estaban encima de él, una muy hábil se le había logrado sentar encima, y el que no quiso ser grosero, solo decía cortésmente "que por favor tuvieran más recato", Seiya bufo, mientras regresaba a Diamante y su baba casi escurriendo.
-Deberías ayudar a Zafiro, apenas logra verse entre tantos senos encima- replico Seiya.
-Oh, el, sabe cuidarse solo- contesto Diamante sin poder quitarle la mirada a Healer, quien estaba muy complacida por ello.
-¿T-te gusta?- pregunto algo temeroso.
La pregunta de Seiya logro sacar nuevamente del trance a Diamante, ¿le gustaba? ¿Podría contestar sinceramente eso?
-Kou, ayúdame.
Haruka se veía algo apurada, algo muy extraño en ella, Seiya la miro confundido.
-¿Qué sucede?
-El general Fanel, no logro ponerlo a raya, con una sola copa se ha puesto loco y me… ¡me toco! ¡Que Michiru jamás lo sepa!
-Vaya, pues lo felicito, que valiente.
-No seas idiota.
-¿Cómo te ayudo?
-No se, inventa algo mientras escapo de aquí.
Y ahí estaba, el general abriéndose paso entre chicas con escasa ropa y los invitados, Endimión ya se había fusionado con el rojo de una pared, una chica le hacia un baile sensual mientras varias lo tocaban por aquí y allá.
-General- lo distrajo Seiya- debería… ¿Por qué no se toma una copa con nosotros? - jalo a Diamante quien lo miro confundido.
-Su majestad- dijo medio ebrio Fanel- claro que tomare una copa con usted.
Seiya asintió con la cabeza para que Diamante le siguiera el juego. El pelinegro sirvió tres copas.
-Brindemos por Zafiro y su futuro matrimonio.
Los nemukianos alzaron las copas, solo Fanel se tomó la suya. Seiya al terminar de beber acuso a Diamante.
-¿Por qué no has bebid….?
Y justo antes de poder terminar la pregunta, el general Fanel cayó al suelo, llevándose dos mesas y copas voladoras, y de paso, salvando a Taiki de varias chicas que se movieron por el desastre.
-Nosotros no nos llevamos bien con el alcohol de la tierra- confeso Diamante avergonzado.
-Claro, seguro en esa copa que siempre cargas, bebes coca cola- comento Seiya burlón.
- ¡Vino, vino de Nemesis, muy diferente al de aquí!
-Aja, bueno ordenare unos juguitos para ti y Zafiro.
-La verdad nunca lo he intentado, sería interesante intentarlo- admitió Diamante envalentonado mirando desafiante a Healer, ella respondió con una sonrisa y hasta beso soplado- veremos quien toma más.
-Pondremos unos cojines alrededor de ti, para que caigas en blandito-dijo Seiya estirando sus brazos.
Haruka se acercó confiada ahora que Fanel parecía muerto en el piso, Terius ordeno a varias chicas que lo acomodaran, por supuesto ellas aceptaron encantadas por tocarlo. Después de la primera copa y que Seiya se hiciera tres pasos hacia atrás de Diamante, este pidió más vino, maravillado por la sensación en su boca, que se encontraba seca, deseaba más de eso, y de una vez pidió dos tragos, Healer se molestó que Diamante ya no le prestara atención, así que simplemente se bajó y salió del casino, aunque no enojada, porque vio con claridad que había provocado bastante al hombre.
-Su majestad- dijo Kaitou- ¿está seguro de continuar?
-Claro, pero mantente cerca por si salgo malparado.
-Así será alteza.
Y comenzaron una batalla de bebidas, pidiendo tragos sin parar, al cabo de un rato, la fiesta comenzó a animarse, incluso Endimión se encontró relajado bailando con una chica en bikini, no es que le estuviera siendo infiel a Rei, ¿verdad? Terius y Zafiro también hacían lo mismo, y la fiesta prometía más placeres, pero quien sabe, como se enteraron las chicas, y les cayeron encima a sus parejas, y ahuyentaron a todas, incluso a Terius se le corto la breve borrachera que ya tenía cuando lo vio Setsuna con reprobación, porque Haruka lo acusó de ser quien llevara a todas esas mujeres.
- ¡Zafiro! - grito Lita buscándolo, aventando a cuanta chica encontró en el camino, dado también su estado etílico, pues bebió demasiado en su fiesta.
Y por algún milagro del dios de Nemesis, este ya había desaparecido del lugar, pero claro la castaña no era tonta, era su despedida de soltero, tuvo que estar en alguna parte y salió del casino para buscarlo, enojadísima.
Ami y Rei parecían volcanes a punto de explotar y Endimión y Taiki se hicieron pequeños, minúsculos.
-Nunca lo imagine del nuevo tú- se quejó Mina con Kaitou, pues una chica casi colgaba de su espalda, este simplemente desvió la mirada avergonzado.
-Yo tambien pensé que eras un hombre serio- recrimino Galaxia atrás de Mina.
-Pero nosotros estábamos celebrando de una forma inocente- se defendió Endimión- hasta que cierta persona llego con todas estas…señoritas de poca ropa- dijo tratando de cubrir a una con la capa.
-Ya me imagino quien es el culpable- puntualizo Michiru buscando a Terius, y también a Haruka, que afortunadamente ya no estaba.
"Sabe lo que le conviene", pensó satisfecha Michiru.
-Pensé que usted había madurado- regaño Setsuna al pelirrojo- ¿en verdad usted organizo este bacanal?
-Pa que te digo que no si, si- contesto Terius sonrojado por la bebida y abochornado por la acusación, agacho la cabeza cual niño regañado.
Todos comenzaron a abandonar el casino por su lado, pero solo Diamante y Seiya se fueron juntos, parecían dos alegres compadres sosteniéndose después de una buena noche de copas.
-Nooo, hip, no eresh tan mal tibo- dijo Seiya.
-Tú tampoco, eresh, un travesti- respondió Diamante acariciando el largo cabello de Seiya.
-Vámonos ya chicos- Kaitou se apiado de ellos y los llevo a la mansión en su auto.
-Mejor nos hubiéramosh apareguido, ji ji ji- rio Diamante.
-En su estado majestad, podríamos haber acabado quien sabe dónde- dijo Kaitou manejando.
-Cabesha de cebolla, ¡hip! yo, creo, que podríamosh llevarnos bien, nada mash no vuelvash a milar a mi bombouon.
-No, Sheita, ya no me gutan mas los bombones, ji ji ji, creo que shoy admirador de...ay, no me vayas a pegar.
-No, no…mi eshtimado rey Cebolla, ¿i o, por…que haría esho?
Kaitou reprimió una risa al escucharlos medio hablar, ¿Cómo se estaban dando a entender?
Al llegar a la mansión quedo en medio de los dos mientras los ayudaba a subir las escaleras.
-Mi estimado Kayito- dijo el pelinegro llegando por fin al piso de sus habitaciones- usted también esh mi amigo, ¿shi?
-Claro Seiya, Alteza, ahora descansen, ¿pueden llegar solos a sus habitaciones?
¡hip!, fue la contestación de ambos y fue lo ultimo que vio Kaitou de ellos.
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-Yo te segui a tu cuarto- confeso Diamante- trataba de…
"Decirte que me gusta tu hermana, o eso creo."
- ¿Pelear? - cuestiono Seiya.
-Eso.
-Me imagino, bueno aclarado el tema, ¿podemos comer algo?, además tengo mucha sed.
Diamante respiro aliviado que no le cuestionara nada, y lo siguió al comedor.
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Una hora después, Seiya salió a respirar aire fresco, lo necesitaba, el ambiente en la mansión era pesado, las mujeres estaban enojadas, pero algunos hombres también, al enterarse de que ellas se divirtieron bastante en la despedida, Haruka de alguna manera filtro esa información, pero no peleo con Michiru, aun sentía la nalgada de Fanel, se llevaría ese secreto a la tumba.
El pelinegro se iba a sentar en el verde pasto, cuando Yue lo encontró en el jardín, llevaba un pequeño conejo blanco en sus brazos, le acariciaba las orejas.
-Te voy a enseñar un poder especial, te enseñare a quitar una semilla estelar.
- ¿Perdón?
-Debes recordar que esta guerra aun no acaba, y debes estar preparado para todo, me imagino que conoces algo de este poder.
Seiya apretó los puños, claro que lo conocía, casi acabo con su planeta en el pasado.
-Es un formidable poder y por lo mismo debes poseerlo.
-Preferiría que me ayudaras a salvar a bombón.
-Aunque quisiera no puedo, ella dreno mi poder, pero eso no me impide enseñarte este ataque.
"Debo aprovechar la oportunidad mientras mi hermana no está".
Muy a su pesar Seiya acepto, Yue le pidió que fueran a un lugar alejado, pues como sabia el pelinegro el ataque era letal, así que ambos se subieron al deportivo del pelinegro, quien miro nuevamente al conejo.
- ¿Lo llevas?
-Por supuesto, necesitamos algo vivo para que practiques.
Seiya quiso negarse a usar animal tan indefenso, pero no tuvo otra mejor idea.
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Mina estaba buscando un lugar tranquilo en la mansión, su primera idea fue irse de compras con Miku, pero estaba tan trasnochada que descarto la idea, así que pensó que una buena opción seria la biblioteca, pero ahí se encontró a Yaten, estaba acostado en uno de los largos sofás, con un libro en el rostro, hasta le recordó al chico en su época de estudiante, avanzo unos pasos, había otro sillón libre, pero igual no era buena idea, se dio la vuelta para salir.
- ¿Ahora me tienes miedo? Creí que ya todo estaba superado.
Yaten la miraba con tranquilidad.
- ¿Miedo? ¡Por supuesto que no! Solo que no quise molestarte, te veías muy en paz.
Claro que estaba en paz, después de ver la erección que le había provocado a Diamante, estaba muy satisfecho.
-Entonces siéntate, si no quieres no tienes que hacerme la plática.
Mina se dejo caer en el sillón aliviada.
-Pues te lo agradezco, estoy agotada, acabo de hacerla de mediadora entre Lita y Zafiro, casi cancelan la boda.
-Me alegro por ellos.
-Si, si te veo muy contentito ¿Quieres contarme?
Yaten recordó la razón de su alegría, y se sonrojo.
-Uy, debe ser una muy buena travesura, ¡dime!
-La verdad debería de avergonzarme, pero no me arrepiento- y se quedó callado.
-En verdad no me quieres decir, ¡que malo!
-No lo quiero ser, no sé, tal vez en un futuro lo haga.
Mina sonrió al pensar en el futuro.
-Pero tu si puedes contarme mucho, ¿Cómo es organizar una boda? - pregunto Yaten con una sonrisa.
La rubia se sintió feliz porque parecía que Yaten también lo era. Por un momento pensó que le gustaría que todo fuera como antes, pero de algo estaba segura, ya nada lo seria, y eso ya debía aceptarlo, y tal vez así atraería por fin el amor a su vida.
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Al siguiente día, Setsuna platicaba animadamente con Galaxia, parecían amigas de siempre, estaban contentas por una nueva línea de joyería que estaban diseñando, cuando entro Seiya a la joyería, afortunadamente para él, no se encontraba el tío de Serena, y podía conversar con ellas.
- ¿Qué te trae por aquí? - pregunto Setsuna amablemente.
-Son unas lindas joyas- miro Seiya los anillos de compromiso.
-Gracias, aunque creo que no viniste a verlas, además, te veo diferente- comento Galaxia.
De pronto se tapó la boca espantada.
-Ah, te diste cuenta- dijo Seiya, la mujer le tomo ambas muñecas, pero ahí no había brazaletes dorados, claro que ella reconocía ese poder, después de todo alguna vez lo tuvo.
- ¿Cómo es posible? No tienes un artefacto mágico que te ayude.
- ¿De que hablan? - pregunto interesada Setsuna.
-Ahora, Seiya es capaz de tomar tu semilla estelar- respondió Galaxia.
- ¿Es cierto?
-No me siento orgulloso por ello, pero es verdad, apenas logre dominarlo, nos servirá para la batalla, recuerden que Caos, Zagato y sabrá quien más sea nuestro enemigo allá afuera, no podemos relajarnos. Y menos con bombón atrapada en la dimensión de Cronos.
Ambas agacharon la cabeza, sintiendo como si les recriminaran algo, pero inmediatamente Seiya se disculpó.
- ¡No me malentiendan! Ustedes hacen bien ocupándose de sus asuntos, además sé que ustedes son confiables, yo vine, es decir, es obvio que no dejo de pensar en bombón, y se me ocurrió preguntarte- dijo mirando a Setsuna- ¿Qué se siente estar completamente en soledad?
Ella conocía del tema, así que rápidamente respondió.
-Bueno yo fui entrenada para ser la guardiana solitaria, y a pesar de eso, nunca me sentí realmente sola, siempre supe que, si necesitaba de alguien, ese alguien vendría a por mí, pero no te preocupes, Serena siempre ha sido fuerte, y ten por seguro que cuando menos lo esperemos estará de regreso, tan optimista y sonriente como la conocemos.
-Opino igual que Setsuna, ella es muy fuerte, y no tiene nada que ver que sea Sailor Cosmos.
- ¿En verdad lo creen?
Ambas asintieron apoyándolo con una leve sonrisa, Seiya se sintió más animado también, creía pronto la vería, se despidió de ellas y partió rumbo a la mansión, sentía la necesidad de tomar una guitarra y tocar, tocar y cantar, quería que todos sus sentimientos llegaran a Serena, hacía mucho tiempo que no cantaba, porque parecía de pronto que ya no había razón para ello, pero para la música no hay razón, y a él le encantaba cantar, estuvo tanto tiempo preocupado por muchas cosas que se le olvido lo que mas le gustaba, y sin pensarlo dos veces comenzó a cantar con todo su corazón.
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El largo cabello de Serena era mecido por la brisa estelar, en medio de la dimensión de cronos, sus ojos azules reflejaban el brillo de miles de luces a su alrededor, titilando en la oscuridad que la rodeaba, pero la voz de Yue, la saco de lo que fuera que estuviera pensando.
- ¿Cuándo piensas regresar? - pregunto su hermano.
-Sabes la respuesta.
-Se que no deseas regresar, el sello fue roto, y pronto todos sabrán el origen de su vida.
-No es la razón, ¿quieres que te diga lo que ya sabes?
-Se que no tiene que ver con Fighter de Osiris, y menos con que Seiya tomara su lugar como sailor. Sabemos que él te perdonaría cualquier cosa.
-Lo sé, y eso lo hace aún peor.
- ¿Por qué eres tan obstinada?
-No quiero aceptarlo.
-Comprendo, no deseas aceptar que tu amor por Seiya ha condenado al universo…
-Calla por piedad.
-Ya suenas como la de antes, no te molestare más.
...
Serena, Cosmos, agradeció que por fin todo estuviera en silencio, tal vez si imaginaba que estaba muerta, por fin esta la tomaría de los brazos hacia el inframundo, es lo que sentía que merecía, pero de pronto, una melodiosa voz inundo el lugar, llenado todo de color.
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"Extiendo mis manos hacia el cielo de noche,
Pero mis ojos no pueden mirar,
Ya que mi alma no para de llorar,
Porque solo soy polvo en la oscuridad."
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Era Seiya cantando, una canción que nació de lo más profundo de su ser, una canción creada hacia eones en el tiempo, la letra vino de lo más profundo de sus recuerdos, pero en este momento el solo le llamaba: inspiración.
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"Pero las estrellas son polvo,
Y brillan en la oscuridad.
Quisiera pensar,
que igual yo puedo brindar
Esos mágicos destellos
en la soledad"
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Era una melodía triste, pero a la vez cargada de amor, de esperanza, ella comenzó a llorar, su corazón latía, latía por Seiya.
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"Una luz al cosmos yo quiero otorgar
¿Voltearías a verme?
¿Me escucharías?
¿Te parezco cálido?
atravieso el firmamento,
¿sientes frio?
Creo que te falta calor,
Te ofrezco un el mío, mi amor,
Tómalo, acércate Cosmos,
no me ignores por favor…
Dame un poco de tu brillo,
y yo te daré mi calor"
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Ella trato de resistirse, no merecía a Seiya, estaba convencida de ello, pero no pudo evitar, ser arrastrada por la melodía, cada nota la envolvió, pero ya nada podría ser igual, no ahora que lo recordaba todo.
"…tu amor por Seiya ha condenado al universo…"
Las palabras de Yue resonaron en su cabeza, pero fue más abrasadora la voz de Seiya, quien finalmente la llevo de regreso a la Tierra.
…
Comentarios.
¡Regrese! Para quedarme, siento que por fin el hiatus he podido erradicarlo, la verdad puedo con todo, menos con la depresión, y estos tiempos han sido horribles, pero gracias a Dios aun tengo a mis padres, se que muchos han tenido seguramente algun enfermo o perdida, en mi caso si tuve familiares hasta en hospitales, pero gracias a Dios salieron, espero tu igual no tengas ninguna perdida, y si fuera asi, te mando un abrazo, pero aun no pasa, ya quiero que todo sea como antes…
Se que fue un capi corto, y en verdad estoy enojada conmigo, recuerdo que me reia mucho de pensar en las cosas que deseaba que pasaran en la despedida de Zafiro, pero todo se evaporo de mi cabezota, por mas que intente recordar no pude, pero bueno, ya estamos a punto de comenzar la recta final.
Gracias a todos los que han comentado, aunque fueran jalones de orejas, los leia con alegría, a veces con temor de que me abandonaran.
¡Gracias por leer mis locuras!
¡No leemos muy, pero muy pronto!
Expresión que se usa para hacer callar a alguien. '¡chitón!'
