Ben aún no se recuperaba del susto que le había provocado el experimento de su mujer, él, que por tantos años había mantenido sus emociones bajo control ahora era incapaz de contenerse, ese temor de perderla estaba arraigado de tal manera en él que no quería perderla de vista ni siquiera un segundo.

- Estás molesto - Rey se encontraba hecha un ovillo en el sofá y podía sentír el enojo de su esposo, se sentía culpable de verlo andar de un lado a otro sin poder tranquilizarse.

- Si, pero no contigo, si no conmigo mismo - Ben se sentó junto a ella y le tomó las manos en las suyas.

- ¿Por que? Tú no tienes la culpa de lo que yo hice.

- En parte si, yo te dije que tenías que aprender a desconectarte de la fuerza pero con tanto que ha pasado también se me olvidó advertirte acerca de las consecuencias.

- Pero cuando fuiste a buscarme a Ahch-To tú...

- ¡Si! - se levantó y se alejo de ella - ¡Y me sentí igual de mal que tú! - exclamó perdiendo el control.

Lo intenté varias veces Rey, tardaba horas en acostumbrarme al dolor de no sentirte, el día que fui a buscarte estuve varias horas desconectado hasta que mi alma y mi cuerpo te reclamaron, abrí mis sentidos a la fuerza y se estableció la conección pero antes de llegar a Ahch-To me desconecté otra vez, no podía arriesgarme a qué Luke me descubriera, solo quería verte, estar contigo, tocarte, quería ver si tus ojos me decían lo mismo que veía en nuestras conecciones, quería saber si sentías lo mismo que yo - terminó de decir en voz baja.

Rey se acercó a él estaba sorprendida, jamás imaginó que Ben se hubiera sentido igual que ella, lo había visto tan tranquilo ese día que creyó que era fácil.

- Tal vez para otros usuarios de la fuerza sea fácil por qué están completos pero tú yo yo no.

- Otra vez estás leyendo mi mente.

- No me voy a disculpar por eso en adelante no te vas a quedar sola, eres muy impulsiva.

- Ya te dije que me voy a quedar quieta hasta que tú me enseñes cómo hacerlo.

- No mientras estés embarazada.

- ¡Ben! - fue tras él para tratar de convencerlo.

- No Rey, no sabemos si sea peligroso para el bebé.

Esa frase fue suficiente para que Rey palideciera al comprender la magnitud de lo que había hecho, cubrió su vientre con las manos y miró a Ben asustada.

- Tranquila - la abrazó al ver que se le llenaban los ojos de lágrimas - él está bien puedo sentirlo.

- ¿De verdad? Yo no siento nada - dijo con tristeza.

- Es solo una pequeña perturbación en la fuerza pero aquí está - puso sus manos sobre las de ella que seguían sobre su vientre.

- ¿El? ¿Es niño? - preguntó emocionada.

- No se, es solo una manera de hablar ¿Quieres que sea niño?

- Sea lo que sea ya lo amo con toda mi alma pero si es un niño quiero que sea igual a ti.

- No digas eso, pobre de mi hijo.

- ¿Por qué?

- ¿No me ves? - Rey se separó de el y lo miró de frente.

- Todos los días y lo que veo es a un hombre extremadamente atractivo - le pasó un brazo por el cuello y con la otra mano en su mejilla lo atrajo a ella y le dió un beso que fue interrumpido por Anakin Skywalker estaba frente a ellos muy molesto.

- ¿Me pueden explicar por que deje de sentirte niña?

- ¡Ay! - Rey al ver al abuelo tan molesto por primera vez se escudó tras Ben dejando que el diera las explicaciones.

- Abuelo.

- ¡Nada de abuelo! - ¿Que fue lo que pasó?

- Bueno - volteó a ver a su esposa que estaba sonrojada y con los ojos cerrados - Rey estaba aburrida y para entretenerse se le ocurrió la brillante idea de tratar de desconectarse de la fuerza.

- ¡Pero como se te ocurrió semejante insensatez!

- No pensé que fuera a causar semejante alboroto - murmuró Rey detrás de Ben.

- Mala elección de palabras niña.

- Lo siento maestro Skywalker, ya entendí que no se debe hacer solo por que si.

- Sal de ahí, no tienes por qué esconderte de mí.

Ben se hizo a un lado dejando a Rey frente a su abuelo que la examinó de arriba abajo.

- ¿Como te sientes?

- Estoy bien maestro.

- ¿Estás segura?

- Muy segura y le prometo a usted también que no voy a hacerlo de nuevo.

- Voy a confiar en ti pero la próxima vez que hagas algo parecido me voy a convertir en tu sombra hasta que ese bebé nazca.

- ¿Que?

Anakin se acercó a la chica y la tomó de las manos.

- Rey tienes que entender que este bebé que viene en camino no es un bebé normal como todos los demás.

- No me asuste maestro ¿Como que no es normal?

- ¿De que hablas abuelo?

Ben y Rey hablaron al mismo tiempo.

- Este bebé es hijo de dos personas muy poderosas, es sencible a la fuerza y tú puedes sentirlo hijo.

- Es verdad abuelo puedo sentirlo ¿Pero eso que tiene que ver?

- Que su mamá no puede andar jugando a desconectarse de la fuerza en primer lugar por que en estos momentos él depende de de ella para estar bien y segundo por qué a ti te afecta también.

- Está bien - dijo Rey levantando las manos - ya entendí, nada de entrenamiento hasta que el bebé nazca.

- Es por tu bien niña, los veo después.

Y así como llegó, el fantasma de Anakin volvió a desaparecer dejando a la pareja más tranquilos.

- ¿Que andará haciendo? - se preguntó Ben mientras abrazaba a Rey.

- Lo más probable es que ande espiando a alguien.

- ¡Rey!

- ¿Que? Tú también lo piensas no digas que no, además no sé si no te has dado cuenta pero siempre aparece cuando estoy en tus brazos.

- Es verdad - Ben sonrió y volvió a abrazarla - tengo una ligera sospecha de lo que anda haciendo.

- ¿Ah si? - ¿Y que es?

- Te lo diré cuando esté seguro.

- ¡Ben!

- Es un castigo por haberme asustado.

- Lo siento mi amor no pensé que fuera a pasar todo ésto.

- Lo que importa es que estás bien y el bebé también.

- ¿Ben? - la voz de Hux en el intercomunicador los interrumpió.

- ¿Que pasa Hux?

- Ya estamos llegando.

- Vamos para allá gracias Hux.

- ¿A dónde llegamos?

- Vamos - al ver que iba a seguir preguntando la besó profundamente abriéndole la boca con la lengua para enrredarla con la de ella, Rey gimió y se entregó gustosa al apasionado asalto, cuando sintió la necesidad de respirar él liberó sus labios y dejo un reguero de besos en el esbelto cuello.

- ¡Ben!

- ¿Que mi amor? - le mordisqueo el lubulo de la oreja haciendo que ella soltara otro gemido.

- Eres malo - le dijo con la voz temblorosa.

- Te amo, ahora ven conmigo y no preguntes - le puso un dedo en los labios y ella fue con el tratando de controlar su curiosidad.

Leia Organa tenía sentimientos encontrados estaba en Theed el lugar que había sido el hogar de su madre y dónde años atrás había luchado contra el imperio, el senador la había recibido en nombre de la actual Reina de Naboo Eider Ptah quien se encontraba en Coruscant.

Descendió del Halcón Milenario en compañía de Maz y Poe y detrás de ellos iban Finn, Rose y Trudy.

- Sea bienvenida Princesa soy el senador Khnum Bes.

- Gracias senador pero dejé de ser una princesa hace mucho tiempo.

- Usted fue princesa de Alderan y su madre la senadora Amidala fue Reina de este planeta así que para nosotros siempre será una princesa.

- Aceptalo Leia no sirve de nada discutir además tú hijo no tarda en llegar - Maz le puso fin a la discusión que empezaba Leia siempre que alguien le decía princesa.

- ¿Su hijo? ¿Pensé que estaba en Coruscant? - el senador estaba claramente confundido.

- ¿Sabe usted algo que nosotros no senador?.

- Bueno escuché rumores de que algunos de los senadores quieren plantearle una alianza al nuevo líder supremo mediante el matrimonio, precisamente con la Reina de este planeta Eider Ptah.

- ¿Pero por qué el matrimonio cuando solo puede ser una alianza política?

- Por favor acompañeme este no es un buen lugar para conversar.

- Poe, Trudy vengan conmigo, Maz tu y los demás esperen a Ben por favor.

- ¿Que estás pasando? - le preguntó Trudy a Poe en voz baja.

- Creo que quieren casar a Ben Solo con la Reina de este planeta.

- ¡Pero el ya está casado! - la rubia chica miro con espanto a Poe.

- ¡Shhhhh! ellos no saben eso.

- Espero que esto no se salga de control o Rey la va a pasar muy mal.

- ¿Tu crees que Ben quiera dejarla por...? - Poe se detuvo de pronto pensando en esa posibilidad.

- ¡Claro que no! - respondió Trudy molesta - antes de hacerle daño preferiría morir, el amor que le tiene va más allá de cualquier entendimiento por algo se casó con ella antes de ir a Coruscant.

- ¿Ustedes dos que tanto murmuran?

- Perdón General - Poe tomo a Trudy de la mano por primera vez y por ir apresurado tras Leia no vio el sonrojo en las mejillas de la chica.

Muy lejos de Naboo en otro punto de la galaxia un fantasma fisgón vigilaba a su confundido hijo.

- ¿Que tramas Luke? ¿Por qué no quieres entender que Ben y Rey deben estar juntos?

CORUSCANT:

- Cuando nos dijeron que se acercaba el legendario Luke Skywalker no lo podía creer, soy Eider Ptah Reina de Naboo no es que no me agrade conocerlo pero esperábamos a la General Organa y al líder supremo.

- Majestad vengo a ofrecerles mi ayuda.

- ¿Y en que nos puede ayudar un Caballero Jedi?

- Al nuevo líder supremo le interesa sentimentalmente la última Jedi que existe en la galaxia.

A la Reina le cayó esa información como un balde de agua fría pues ya se veía como la nueva emperatriz.

- Tengo entendido que los Jedi no pueden tener relaciones sentimentales.

- Y así es - Luke al ver la expresión en el rostro de la Reina supo que tenía en ella una aliada para separar a Ben de Rey - por eso le ofrezco mi ayuda, usted se casa con mi sobrino y yo recupero a mi aprendiz ¿Que dice? ¿Acepta?.

- Está bien voy a confiar en usted acepto su ayuda para separar a el líder supremo de la Jedi.

- Sobre mi cadáver Luke Skywalker, bueno ya estoy muerto pero no importa no vas a separar a mi nieto de su mujer.

- Joven Skywalker.

- ¡Maestro Yoda no me asuste!

- Muerto estás asustarte no puedes.

- ¿Que hace aquí?

- Lo mismo que tú ¿La joven Rey como está?

- Bien solo le dió un buen susto a mi nieto.

- Bien ¿Y el? - Yoda señaló al que había sido su aprendiz.

- Es necio no quiere aceptar el vínculo que existe entre Ben y Rey.

- Es un rasgo de familia creo yo.

Anakin le lanzó una mirada de reproche al antiguo maestro.

- Irme debo, al joven Ben y a la joven Rey no descuides

- Si maestro Yoda - cuando se volvió a quedar solo Anakin suspiró con melancolía - te amo Padmé pero nuestro hijo es un cabeza dura.