Capitulo 39: Juré protegerte

Mi señor!- se acercó un espectro vestido con una armadura completamente negra y una mascara de hierro.

-¿Qué sucede, general? - le preguntó Thanatos con los ojos cerrados hastiado ya de toda la situación de su sobrina, su hermano, el emparejamiento, la vida y todo lo demás.

-Hati a regresado, señor! - le dijo haciendo una reverencia. -se encuentra en la entrada del castillo.

Su mascota había vuelto luego de años de no saber de él, sin duda la mejor noticia que había recibido en los últimos días o semanas o lo que fuera el tiempo que hacía que su hermano estaba refunfuñando porque su hija se había casado con un semi demonio, que según su insoportable hermano, como padrino de la chica debía de importarle. No, claro que no lo hacia, por él Seraphine podía elegir a quien más le complaciera. En el fondo solo deseaba que este conflicto se resolviera y el podría mandar a su hermano al lugar de donde había salido.

-y déjalo pasar, mi buen general...- le suspiró al general pesadamente.

-Señor trae consigo un regalo...- le comunicó el espectro.

- ¿A que te refieres?

-trae consigo al marido de la señorita...

-¡Ni se te ocurra llamarlo su marido! ¡A ESE SUCIO DEMONIO JAMÁS LO ACEPTARÉ! - espetó furioso Hypnos al general.

-Aoi...- murmuró asustada Seraphine. Tenía miedo que algo le pasara. Ella nunca quiso esto, de verdad que ella la hacia feliz, ojalá pudieran verlo.

El puente cayó en frente de ellos. Crimson poseído tenía a Aoi en brazos. mientras que detrás de el se encontraban las chicas tocando los lazos de Evelynn para ser envueltas en su invisibilidad.

-Bueno recuerden el plan al entrar, síganme hasta entrar al castillo, con suerte no nos atacarán los soldado, una vez dentro encontremos a Seraphine y luego nos hacemos nuestro camino de salida.

-Adelante, cariño...- le correspondió Evelynn y luego se dirigió a las chicas- Pase lo que pase no se suelten de mis lazos o salen de mi invisibilidad, ¿esta bien?

Todas asintieron y empezaron a caminar detrás de Crimson poseído.

Se había abierto un camino que comunicaba al salón, rodeado por los soldados de Thanatos, quienes se movían erráticos y olisqueaban como perros.

-Esto me da mala espina- murmuró Aoi.

-Cállate o harás que nos descubran...- le dijo Hati a la guardiana.

Antes de entrar al castillo un perro enorme que superaba la altura de Crimson con creces, los esperaba. Estaba hecho de sombras, tenia seis ojos de color rojo y su boca se abría de manera vertical, tenía un enorme collar de metal en el cuello con una cadena atada a una pared.

Olisqueó al recién llegado y luego olisqueó atrás de este a donde Evelynn iba adelante.

-no te muevas Eve... - le pidió Ahri en silencio.

La diva ni respiró teniendo el hocico del bicho gigantesco a nada de su rostro, lo miraba directo a los seis ojos. El bicho expulsó aire por su nariz y mostró sus colmillos. Evelynn sabía que el bicho no la estaba viendo pero sí suponía que las olía, si llegaba a decir algo era muy probable que la bestia atacara.

Desvió la mirada a donde el Hati estaba y este solo caminó como si ellas no estuvieran atrás, pero el bicho le puso la pata adelante de su avance y le gruñó como dando a entender que había algo sospechoso.

-¡Abajo! - ordenó el general al ver la forma en que el perro infernal se comportaba. -Lo siento mucho, Hati. Suele desconfiar del olor humano...- le explicó este.

-No me insultes, yo no soy humano...- le contestó el demonio que poseía a Crimson.

-Estas en un envase humano, no hay nada que se pueda hacer...

Hati lo miró de reojo severamente.

-¿Por qué no rompe ese caparazón y libera su verdadera forma...? - le sugirió el general mientras caminaban por el pasillo hasta el salón del trono.

-¿Tiene algo de malo mi apariencia? - indagó Hati mirándose tratando de encontrarse algún defecto.- Creo haber encontrado un buen envase, es fuerte y atractivo, al menos para las hembras humanas... Puedo conseguir más así que en mi forma original.

El general hizo un ademán como dando a entender que iba a continuar insistiendo en algo que claramente no iba a tener solución, entonces prestó atención a Aoi.

-Así que... ¿ese es el semi demonio esposo de la hija de Hypnos? - le preguntó señalándolo.- pensé que sería diferente... tiene un envase bastante frágil.

-Pues, tal vez lo parezca pero es muy fuerte...- dijo Hati mirándola.- me costó traerla... imaginé que si traía algo, Thanatos me perdonaría por haberme escapado.

-El señor está bastante enfadado con toda esta situación, verte le agradará.- le dijo el general abriendo la puerta del gran salón.

Dentro estaba Thanatos sentado en el trono que se levantó al verlo entrar, Hypnos a su lado y a un costado con soldados sosteniéndola estaba Seraphine.

-¡Hati! - el dios de la muerte se acercó.

El demonio se arrodilló y dejó en el suelo el cuerpo de Aoi, la verdad que estaba haciendo un excelente trabajo de actuación al quedarse totalmente inmóvil.

-Mi buen chico... - le dijo el dios acariciándole la cabeza como a un perro.- Me alegra que hayas vuelto.

- Imaginé que sería agradable que volviera con un presente...- dijo este.

-¡Aoi! ¡Aoi! ¡¿Qué le hiciste a Aoi?! - Seraphine estaba desesperada y trataba de soltarse de los soldados que la sostenían para ir al encuentro de su amada pero no podía.

Hypnos se acercó a ellos y se dirigió a su hermano.- desaparécelo de una vez- le ordenó a su hermano.

-No puedo, todavía no a cumplido su contrato por lo que está atado a la vida hasta que eso termine.- le contestó el dios de la muerte suspirando.

-El centinela puede hacerlo de todas maneras.- le contestó. - ¡AITOR!

De adentro de una columna envuelta en sombra apareció el mencionado con un dejo de cansancio.- ¿Qué demonios quieres ahora?

Hypnos señaló a Aoi en el suelo.- matala, así podremos dar por finalizado el contrato.

-Creo que no lo entiendes...- se escuchó una voz en off. Ikal estaba acercándose del otro lado.

-¿Y que hace aquí el mandadero del Centinela? - Le preguntó el dios del sueño a Aitor.

-Lo mismo me pregunto yo...- Afirmó en un murmullo.

-Ellos están unidos por mas que solo el pacto, Hypnos... - comenzó a hablar obviando las preguntas, y tratando de generar una distracción.

-¿A que te refieres? - se enfadó el dios del sueño.- ¡Solo hay un pacto de emparejamiento que los une!

- ¡Eres un idiota! ¡Incluso para ser considerado Dios!- le contestó Ikal corriendo y subiéndose al hombro del Centinela. - si realmente estuvieras viendo te darías cuenta! ¿Acaso te crees que esa alma vivió tantos años solo por un maldito pacto de venganza?

Aitor se sorprendió y volvió sus ojos completamente negros.- el hilo rojo del destino...- dijo al verlo. -¡Están unidos por el destino!- se dirigió al dios de los sueños.- no hay nada que yo pueda hacer... Por mas que la mate, volverán a estar juntos, sin importar las veces, las formas... no puedes separarlas.

-¡Eres el Centinela, puedes ir en contra de todas las reglas! - Le insistió el dios.

-¡No! Puedo ir en contra de todas las reglas exceptuando el destino y el libre albedrío.- le contestó y formuló una sonrisa.- ¡acostúmbrate a tu nuevo yerno, Hypnos, porque lo será por la eternidad!

-¡Entonces perseguiré su alma y la atormentaré por siempre para que jamás pueda encontrarla! - dijo el Dios yendo al encuentro de Aoi, metiendo su mano en su pecho para retirarle el alma y comenzar con la maldición.

-Lamento decepcionarte, Suegrito...- le dijo la guardiana tomando la mano de Hypnos y sonriéndole de costado.

-¡¿Qué...?! - Hypnos se sorprendió e intentó retirar la mano pero le fue imposible.

-¿Qué tal si nos conocemos mejor, Eh? - le dijo pegándole una piña en la cara que lo hizo volar contra el trono.

Aoi se paró.- vine a buscar a mi esposa, no pretendo entregársela a nadie, ni siquiera a su padre...

-Eres un...- Hypnos se levantó del lugar y sacó su lanza, corrió para atravesarla con ella pero se detuvo al ver que Seraphine se interpuso entre ambos. -¿Como? - el dios miró al costado y los soldados que se encontraban custodiando a su hija estaban muertos en el suelo atravesados por dos lazos.

-Cariño... debes buscar mejores guardaespaldas para tu hija...- le dijo Evelynn saliendo de las sombras con una sonrisa lasciva de haber probado la sangre de ambos.

-¡GUARDIAS!- Thanatos gritó y de inmediato llegaron al salón del trono miles de soldados dispuestos a detenerlos. Pero de inmediato la primera línea cayó ante los ataques mágicos, disparos y kunais de Ahri, Kai'sa y Akali que hacían de barrera.

El dios de la muerte miró a Hati con desprecio.- me traicionaste de nuevo...

-¿Qué puedo decir...? Tómalo como mi rebeldía adolescente... - le contestó sonriendo agarrando a un soldado que lo iba a atacar, aplastando su cabeza con solo su mano para luego tirar su cuerpo muerto hacia otros soldados.

Aoi abrazó a Seraphine y le sonrió.- perdón la tardanza, mi amor...

-Sabía que vendrías a buscarme...- le dijo buscando sus labios para darle un beso suave.

En ese instante para ambas el mundo alrededor desapareció, estaba solo ellas y nadie más.

-¡Aoi! Todo muy hermoso, pero ¿y si cooperas un poco...? - le exigió Hati mientras que defendía a la pareja de tortolos.

-¡Centinela haz algo! - le ordenó Hypnos al verlo parado.

-¿Como qué? - sonrió él, caminando a donde se encontraba el dios mientras se transformaba en una criatura escuálida de color violeta sus manos se agrandaban y se hacían deformemente grandes y largas. Su boca se deformaba formando una sonrisa con dientes de piraña y sus ojos completamente negros.- Mi trabajo está hecho, me pides algo que no puedo cumplir por lo que eso invalida nuestro contrato... ahora... devuélveme mi sueño, maldito desgraciado.

El dios del sueño caminó para atrás mirando la transformación del Centinela con pavor, había cosas que le daban miedo a un dios pero alguien que puede borrar tu completa existencia realmente es una de ellas- Thanatos... ayúdame...

-Acepta la relación de tu hija...- le dijo el dios de la muerte.

-¿Qué?

-¡Acepta la maldita relación de tu hija con el semi demonio, devuélvele el sueño al Centinela y terminemos con esto! - le dijo Thanatos señalando a Aoi.- ¡la persiguió hasta el lugar más peligroso existente solo para buscar a tu hija! ¡¿Me vas a decir que eso no merece tus respetos?!

Hypnos no contestó, encontraba repulsivo que el amor verdadero de su hija sea un semi demonio como Aoi pero debía darle un premio por no haberla dejado y haber llegado tan lejos para encontrarla.

-Lo pensaré...

-¡Hypnos! - Le gritó su hermano.- ¡deja de ser tan cabeza dura!

-Si te sirve de consuelo, suegro... - le dijo Aoi abrazando a Seraphine por la cintura mientras le sonreía de costado, en una clara provocación al dios.- no serás abuelo...

-¡Hija de puta...! - espetó notando la incitación y la forma en que tocaba a su hija en frente de él. La máxima provocación fue el ver como su querida criatura abrazaba y ocultaba el rostro en el cuello de la guardiana.

-Ella es mía, ahora... Hypnos, ¡Es mi mujer! ¡Iré hasta el fin de los reinos, los quemaré a todos de ser necesario para encontrarla! - declaró Aoi a los gritos.- ¡Lo juro!

-Aoi...- Seraphine se sonrojó al escucharla hablar así, tomó suavemente el rostro y buscó sus labios no sin antes decirle.- te amo...

La guardiana la abrazó con fuerza y profundizó el beso, pero lo cortó unos segundos después.- todavía estamos en "luna de miel" y esta situación me parece por demás excitante... - le susurró contra los labios mientras acariciaba la mejilla de la chica con su dedo pulgar tratando de controlar sus deseos de tocar y besar la piel de su amada.

Seraphine la miró a los ojos sonrojada, por algún motivo ella también se encontraba excitada. - ¿Me harás el amor cuando volvamos?

-Todas las veces que quieras...- le contestó volviendo a besarla.

-Mi Aoi...- jadeó contra los labios y la abrazó.- te amo...

- Te amo, mi Sera...- le correspondió.

-Ju ju ju...- Aitor se rió ante la escena y miró a Hypnos que se encontraba a unos pasos.- ya no es mas tu hija... ahora le pertenece a ese demonio. Tu hija ya fue corrompida por él, no los podrás separar jamás...

-¡No! ¡No! ¡No!- Gritó Hypnos.

-Hermano para de una vez... esto es un caso perdido... déjalos ir...- le insistió su hermano.

- ¡No lo permitiré! - creó otra lanza y se las tiró. - ¡si mi hija está corrompida entonces purificaré su alma!

Aoi vió la lanza, giró y empujó a Seraphine lejos del camino, dejándose atravesar por ella.

-¡AOI! - Gritó entre lágrimas la idiol viendo como se caía al suelo de rodillas y atinó a sostenerla antes de que cayera por completo.

-Juré protegerte...- le dijo al escupir sangre y manchar a la chica con la misma.

-¡Aoi!- Gritaron todos y al distraerse fueron sobrepasados por los soldados. Y las detuvieron llevándolas hacia su amo, Hati incluido.

Seraphine se levantó y tomó la lanza para retirarla, estaba dura pero juntó todas sus fuerzas y pudo retirarla.

-Aoi, ahora podrás regenerarte...- le dijo Seraphine acostándola en su regazo.

En ese momento, Thanatos mostró su oz y una cantidad de energía negra lo rodeó.

-Esta vez no será así...- le dijo el dios de la muerte.- una vez que eres herido por un arma Divina, esta te llevará a la muerte... incluso siendo inmortal... lo siento, pequeña pero debo cumplir su hora.

-¡No! - le dijo abrazándola.- tiene que haber una solución.

-No la hay...- le dijo Thanatos mientras levantaba la Oz para terminar con el trabajo.

Al momento que la Oz descendió para arrancar el alma de Aoi, una enorme mano violeta la tomó desde el filo y la detuvo.

-¿Qué haces? - Le inquirió el dios de la muerte al Centinela.

-Mi maldito trabajo...

N.T de Autor: Hola gente linda! como están?! Espero que bien!

Les traigo de nuevo esta historia que estamos en los momentos de más acción y emoción.

Espero que les guste!

Como siempre Lean, compartan, voten, favoriteen pero por sobre todo DISFRUTEN!

Nos leemos en el próximo!

Saludos!