Descargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon.

Aclaratoria: Lo que está dentro de un guion es diálogo y lo que está dentro de comillas es un pensamiento o similar.


Capítulo 36, La indomable colera de Vánagandr.

—¿Oh? Así que realmente ella tenía razón…

Altrouge había perseguido al minotauro por gran parte del piso del laberinto y, al parecer, la mocosa tenía razón. Este se había escabullido para devorar varios núcleos mágicos, seguramente proporcionados por su maestro.

La princesa de los apóstoles observó como la desagradable criatura devoraba al último núcleo que había dentro de la habitación, luego, la bestia se giró hacia la apóstol.

—Bien.. ¿Listo para un segundo round? —sonrió ella.

Sin pensárselo dos veces, el minotauro se lanzó en contra de la princesa y, utilizando su contrato con Gaia, ella envió un potente vendaval en su contra.

El minotauro lo esquivó a gran velocidad, mucho más que la que poseía antes, él corrió hasta alcanzar a la princesa y, a una velocidad pasmosa el sirviente balanceó sus dos grandes hachas de guerra en contra de la maestra de los contratos.

Sin embargo, gracias a esos instantes que perdió esquivando, ella fue capaz de esquivar el golpe de las hachas. Sin detenerse, en vez de huir, ella se lanzó en su contra con un potente golpe, utilizando sus garras vampíricas imbuidas con una enorme cantidad de mana, justo donde estaba su corazón.

El minotauro poseía una resistencia de grado A++, además de la habilidad conocida como, demonio natural, que es una habilidad otorgada a aquellos que nacieron como un monstruo, en lugar de a un héroe o a un dios que ha caído al nivel de uno y, básicamente, aumenta la resistencia de su usuario. Todo esto combinado con el encantamiento de mejora enloquecida de la clase Berserker, y los núcleos devorados, debió haber sido suficiente para que este golpe no le hiciera prácticamente nada y, aun así, este lo arrojó hacia atrás a varios metros de distancia, causándole un daño considerable.

Altrouge era mitad verdadero ancestro, y trabajaba para proteger al mundo como uno de estos, al punto de tener a PM bajo su control. Una cualidad de los verdaderos ancestros es que estos son apoyados por la contrafuerza de Gaia, que les brinda la capacidad de aumentar su poder de lucha a un nivel por encima de los que enfrentan, siempre que recurran a este soporte claro está, y se dice que este es virtualmente ilimitado. La princesa del crepúsculo no era como Arcueid, que era un monstruo capaz de soportar una absurda cantidad de poder de la contrafuerza con tal de elevar su poder a un nivel por encima de cualquier enemigo, su cuerpo tenía limites mucho más bajos; sin embargo, soportar el respaldo de la contrafuerza para superar a un único sirviente era algo sencillo para ella.

Así que, a pesar de la fuerza monstruosa del sirviente, la princesa se mantuvo en su contra con relativa facilidad. Ella estaba pensando en cómo debería encargarse de este, puede que sea capaz de luchar contra el poderoso sirviente como una igual, pero su resistencia sin duda era inferior a este, ella no aguantaría en una lucha de desgaste, y tampoco sería capaz de derrotar al sirviente rápidamente solo usando fuerza bruta, tendría que usar otro método.

Los golpes resonaron por toda habitación, cada balanceo de las hachas del minotauro fue detenido por las garras de Altrouge, pronto, toda la habitación se llenó de grandes grietas.

La princesa se preguntó si debía liberar su canica de Ilusión (Marble Phantasm). Desde que la había obtenido, había experimentado con ella, y había descubierto algunas cosas:

Ella había realizado sus contratos con Gaia para imitar en cierta medida las canicas de ilusión que los verdaderos ancestros podían utilizar y que ella no. Después de poder utilizar una, ella experimentó como utilizarla, de modo que la manifestó de forma parcial contra Manaka, transfigurando un aspecto del mundo circundante para transformar el aire en un huracán de cuchillas. Ella también podía realizar este tipo de manipulación con sus contratos, si bien estos no le permitían un nivel de transfiguración del espacio al mismo nivel que una canica de ilusión, algo tan pequeño como eso le era posible y, más temprano que tarde, se dio cuenta de que, para ella, no valía la pena manifestar su canica de ilusión de forma parcial para cosas tan pequeñas, pues el esfuerzo que ella debía poner para manifestarla parcialmente era mucho más considerable que simplemente utilizar su contrato para manipular estas pequeñas cosas a su voluntad.

Después de pensarlo un poco, negó con su cabeza, el minotauro era fuerte y resistente, pero era solo eso, nada más. Manifestar su canica de ilusión requeriría de tiempo y esfuerzo que ella no estaba dispuesta a desperdiciar contra este oponente. Además, no es como que la necesitara…

Finalmente, la princesa decidió terminar con la batalla, puede que los espíritus heroicos tuvieran una ventaja debido a una mejor compatibilidad en contra de los de su especie, sin embargo, eso no importaba mucho si lo único que podía hacer el minotauro era atacar con fuerza bruta. Ella pisoteó el suelo con gran fuerza y este se hizo pedazos, producto de la fuerza de Altrouge y de las numerosas grietas causadas por la batalla.

Con el piso destruido, el minotauro cayó junto con la princesa, ella podía flotar si así lo quería pero prefirió lanzarse contra el sirviente. Este respondió arrojándole sus hachas en un intento de dividirla por la mitad; pero, a diferencia de él, la maestra de los contratos podía moverse con facilidad en el aire, esquivando sus hachas, y antes de que cayeran contra el suelo, ella se acercó al minotauro, lo agarró por la cabeza y, a pesar de que él se zarandeó para intentar quitársela de encima, ella no se lo permitió, después de estrellarse contra el piso, una luz rojiza los cubrió…

Sabiendo que iba a tener que enfrentar a sirvientes en un futuro, Altrouge se dispuso a investigar sobre ellos más a fondo, y el minotauro se convirtió en su conejillo de indias. La relación entre el maestro y el sirviente era un contrato, y ella era la maestra de los contratos…

El núcleo de un espíritu heroico se encontraba ligado a su cabeza y a su corazón, así que ella colocó sus manos en este punto tan especifico y empezó a rastrear la energía mágica del sirviente que lo unía a su maestro mediante el contrato. Para esto ella tuvo que captar el complejo flujo de la energía mágica del minotauros en su totalidad; pero, para alguien que era un verdadero ancestro conectado a la contrafuerza de Gaia, la cual podía brindarle un flujo absurdo de energía mágica, captar el de un simple sirviente con una estadística de mana de rango D, era un juego de niños.

Después de captarlo, y de poder sentir los sellos de comando, ella sonrió. Mientras caían de un piso a otro, ella comenzó a alterar el contrato entre el sirviente y el maestro, a través de pequeños agujeros en el flujo del mana.

Ambos impactaron contra el suelo y el minotauros intentó quitársela de encima, pero era demasiado tarde, la luz rojiza comenzó a ser emanada desde el sirviente, y la princesa de los apóstoles declaró—. Berserker, por este hechizo de comando, ¡Suicídate! —Después de decir esto, la princesa se alejó del sirviente y admiró su obra…

El minotauro, que estaba resistiéndose con todas sus fuerzas, por un momento se quedó tranquilo, después de la orden, él sintió como su cuerpo se movía fuera de su control, intentó resistirse; pero el misterio cristalizado lo obligó a obedecer.

Sus manos actuaron fuera de su control, dirigiendo sus hachas en su contra y, sin que él pudiera hacer nada para evitarlo, se atravesó el pecho y cabeza con estas. La sangre brotó como un rio, manchando todo a su alrededor y pintándolo de un bello rojo, ni siquiera tuvo tiempo de gritar, de suplicar o de llorar, ni siquiera de rugir en ira, la bestia cayó muerta instantáneamente.

Altrouge sonrió—. No está mal para una primera vez… Tendré que practicar, no todos los sirvientes tendrán un flujo de mana tan bajo como este…

Después de esto, la princesa decidió dirigirse hacia el lugar del cual varios temblores habían estado originándose dentro del laberinto...


El lobo del ragnarök se acercaba cada vez más…

Shirou corría lo más rápido que le era posible, en su espalda llevaba tanto a Illya como a Waver, por otro lado, Gil flotaba a gran velocidad al lado de ambos.

—Realmente es un enemigo problemático… —susurró Gil.

—¿¡Problemático!? Si lo que me dijiste es cierto, entonces no tenemos ninguna oportunidad. ¡Esa cosa fue invocada por intervención de Gaia, y está recibiendo soporte de esta mediante el grial!

—Por mucho que odiemos admitirlo, no es conocido como el gran lobo del ragnarök por nada, a fin cuentas, no fue nadie más que él quien asesinó a Odín. Y, ahora con Gaia de su lado… —respondió Illya.

A pesar de la precaria situación en la que se encontraban, Illya no parecía estar para nada aterrorizada, era irónico, ella esperaba poder desarrollar tanta confianza como Sitonai; no obstante, al convertirse en un pseudo sirviente, lo que ganó fue otra cosa…

Congelación emocional de rango B: En resumen, permitía congelar sus propias emociones. Si bien era cierto que ella podía actuar fría y despiada cuando quería, cuando su vida estaba en peligro, o cuando Shirou estaba involucrado, ella no podía evitar estar intranquila o hasta entrar en pánico; no obstante, gracias a esta habilidad, lo estaba manejando bastante bien.

Gil sonrió—. No tenemos que ganar. Si lo hiciéramos sería fantástico; pero es realmente complicado, lo que si tenemos que hacer es aguantar.

—¿Esperar a que destruyan el grial? —preguntó Waver.

El rubio asintió—. Es nuestra única opción viable.

—Pero no aguantaremos nada por nuestra cuenta, tenemos que acercarnos a la entrada de este piso tanto como podamos.

Waver asintió—. Tener a otro espíritu heroico como Bedivere y a Shirou, peleando de nuestro lado aumentará nuestras posibilidades, aunque sea solo un poco.

—¡Deténganse!

Gil gritó y se dejó caer contra el suelo apresuradamente, después de escuchar el grito, Shirou se detuvo velozmente y se acercó tanto como pudo al suelo de forma instintiva, Waver e Illya bajaron sus cabezas y se aferraron al oso.

Tuvieron suerte… No, tuvieron al rey de los héroes con ellos, en cuestión de instantes los muros que los rodeaban y que se encontraban adelante del grupo fueron completamente destruidos por un feroz zarpazo.

Escombros volaron por los aires chocando contra otros muros y dañándolos gravemente. Roca, cristal o mármol, nada de eso detuvo al lobo del ragnarök. Aun con la advertencia de Gil, Shirou, Waver, e Illya salieron volando debido al área de impacto del ataque, separándose.

Illya alzó su mirada y una vista tan conocida como terrorífica se hizo presente, a unos metros, uno de los más grandes causantes de que la era de los dioses en Escandinavia llegara a su fin se hizo presente.

Fenrir observó con una mirada aguda a las ratas que tenía que cazar y, cuando su vista se posó sobre Illya, una macabra sonrisa llena de filosos colmillos se hizo presente. Sin dudarlo ni un instante, un segundo zarpazo fue lanzado a gran velocidad directamente hacia ella.

La chica todavía no se había levantado cuando las garras de la bestia divina ya se alzaban en su contra, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar…

¡CRRRRRASSSHHHHH!

Las garras se encontraron con un pilar de hielo que apareció automáticamente para protegerla, ella, sin pensárselo dos veces, se alejó tanto como le fue posible del lobo.

Esta era otra de las habilidades que había obtenido como pseudo sirviente, hada de hielo de rango Ex. Esta es la capacidad de congelar arbitrariamente a objetivos en el entorno. Contra seres con intenciones hostiles o seres dañinos, se activa automáticamente.

Al estar en peligro, hada de hielo se activó para congelar el aire entre Illya y el lobo. Generalmente, la habilidad apuntaría directamente a Fenrir; sin embargo, el lobo del ragnarök había devorado al reino de la oscuridad y de las tinieblas, Niflheim, la materia fría, y ganado una poderosa autoridad sobre el hielo, congelarlo a él no era más que una vana ilusión.

¡PUM! ¡CRASHHH!

Solo un golpe, fue lo único que pudo aguantar el robusto pilar que la chica había creado.

Fenrir volvió a posar sus ojos en Illya, solo para encontrarse con una flecha imbuida con magia de hielo directo hacia su rostro; no obstante, a él solo le bastó con abrir su inmenso hocico para tragarse la flecha como un pequeño entremés. Sus huesos, sus músculos, y su corazón, ya habían sido congelados, ¿qué podría hacerle algo tan patético como esa flecha?

El lobo del ragnarök sonrió una vez más—. Esta firma mágica, incluso si es débil puedo reconocerla con facilidad, pensar que sobreviviste al ragnarök solo para ser asesinada por mi más tarde. El destino realmente tiene sus cosas, ¿no lo crees, Freyja?

Illya esbozó una sonrisa cínica y fría—. ¿Para morir por tu mano? ¿O para que tú mueras por la mía? Fenrir, disfrutaré aplastar tu mandíbula tal y como lo hizo Vidar hace siglos. Esta vez no huiré, pienso tener mi venganza.

El lobo rugió con ira—. ¿¡VENGANZA!? ¿¡De qué venganza estás hablando!? ¿¡Quién fue el que estuvo encadenado durante siglos hasta el ragnarök por cumplir con su palabra!? ¡Fui yo al que los dioses engañaron!

Mientras el lobo hablaba con la chica, Shirou se levantó y fue corriendo hacia su ama, por otro lado, Gil sacó unos discos dorados desde su puerta de babilonia, estos flotaron y rodearon a Waver.

Auto-Defensor, una serie de discos dorados que flotan en el aire para interceptar los ataques que se encuentren dentro de su alcance. A veinte metros de distancia, envía automáticamente una innumerable serie de pequeños rayos para derribar al objetivo.

—Sal de aquí y quédate fuera de su alcance —ordenó el joven rey.

Después de eso, Gil sacó un gorro negro desde su bóveda y, al ponérselo sobre su cabeza, desapareció.

Este era el prototipo del casco de invisibilidad del dios Hades. Usando magia óptica para bloquear todas las formas de detección mágica y cualquier presencia de emanaciones mágicas del usuario, este tesoro heroico es increíblemente efectivo contra aquellos que dependen únicamente de la magia para detectar enemigos. No oscurece el sonido, el olor, la temperatura corporal o las huellas del usuario, por lo que su uso es principalmente situacional. Sin que tales indicadores sean evidentes, es posible caminar fácilmente junto a los enemigos mientras se mantiene en silencio, y permite el secuestro fácil de otros a través de campos delimitadores.

Contra Fenrir a corta distancia no sería efectivo, era un lobo al fin de cuentas, pero a larga distancia, con la bestia divina centrándose en Illya, podría tener su utilidad. Aunque solo bastaba que el lobo usara su olfato para descubrirle…

Waver hizo lo que se le pidió y se alejó rápidamente del lugar, él sabía que no tenía una mínima oportunidad de luchar contra Fenrir, ni siquiera creía que sus trucos sirvieran contra este. El lobo del ragnarök no era como Faker, no era un simple espíritu heroico de bajo nivel, era una bestia divina con el poder para enfrentar y derrotar a un poderoso espíritu divino como lo fue Odín. Simplemente no era su papel enfrentarse a un enemigo que lo superaba en todas las formas, aunque, por un momento, pensó que, tal vez con alguna de las armas del rey de los héroes, pudiera hacer algo; no obstante, él dudaba mucho de tener las capacidades para poder utilizar cualquiera de estas...

—¡Esta es mi venganza! No la de todos los dioses, juzgaste a todos los dioses por igual, los Vanir éramos, en su mayoría, dioses de la fertilidad y la prosperidad, ¡No éramos dioses de la guerra! Y, aun así, no dudaste en atacarnos por igual.

Illya se mantenía hablando con Fenrir mientras Shirou se acercaba a ella, la chica quería alargar tanto como le fuera posible la conversación, dándole a su hermano y Bedivere la oportunidad de llegar antes.

—¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Entonces, si eráis tan buenos, contéstame, ¿¡Por qué ninguno de los tuyos detuvo a Odín y a los suyos cuando fui encadenado injustamente!? ¿¡Por qué nadie intentó liberarme!? —Fenrir gruñó con ira—. Te lo diré, ¡Porque son iguales que los Aesir! Me temían, tanto que hicieron la vista gorda, ¡contéstame Freyja! ¿¡Es el secuaz inocente, y solo el criminal culpable!?

—¡No es justificación para asesinar a todos los míos!

—¡Basta! —Fenrir rugió—. No he venido aquí para conversar contigo, ¡Sino para desgarrarte con mis fauces!

Fenrir llegó al tope de su paciencia, sin dudarlo ni un instante, saltó una vez más sobre Illya con sus fauces abiertas. Illya tampoco perdió el tiempo, ella reforzó su cuerpo y saltó hacia Shirou, cayendo encima de este, y, en el mismo momento en el que el oso sintió el peso de su ama sobre su espalda, comenzó su carrera.

Shirou corrió tangencialmente hacia donde se había lanzado la bestia divina, esquivándolo por poco. Illya sabía que la magia de Louhi no sería muy efectiva contra Fenrir, así que tuvo que volver a recurrir a las runas de Freyja y al Kamuy yukar de Sitonai. Para su fortuna, a diferencia de cuando tuvo que enfrentarse a Hati, ella ya estaba por sobre aviso sobre su lucha contra Fenrir, gracias a Gilgamesh, así que la chica ya había tenido el tiempo suficiente para preparar tanto sus runas como el hechizo.

Shirou comenzó a correr alejándose tanto como pudiera de la bestia divina, pero Fenrir no perdió ni un segundo y se dispuso a perseguirlos a ambos.

Una secuencia de runas brilló en el aire a gran velocidad dibujadas por Illya, entre estas se podían ver algunas runas ignífugas como, Ansuz, Kano, y Sowilo, que se sincronizaron entre ellas para crear una potente llamarada que, aumentada por el poder del Kamuy de las llamas ardiente, fue lo suficientemente poderosa como para desatar un increíble torrente que llenó la mayor parte de la habitación, golpeando a Fenrir de frente.

El salvaje lobo no se esperaba que un ataque tan repentino y poderoso fuera desatado de la nada y lo golpeara de lleno con tanta potencia, lo suficiente como para detener su carrera, y al punto donde tuvo que utilizar su autoridad para congelar las llamas.

El hielo se expandió congelando todas las llamas a su alrededor y creando grandes estalagmitas que cubrieron todo el piso del laberinto. El lobo alzó su mirada y, para su desgracia, no pudo divisar a Illya.

Con cuidado, el lobo comenzó a intentar rastrear a la diosa por diversos medios, el seguir su firma mágica y su olor, lo llevó a hacia un pilar de mármol, sin ni siquiera dudarlo, él se dispuso a destruir el pilar. Sin embargo…

¡Slash!

Proyectiles volaron en dirección hacia la bestia mientras este estaba distraído. Lanzas, albardas, y hechizos, volaron en su contra y, si no fuera por sus muy desarrollados sentidos, él no hubiera podido esquivarlos y, aun así, debido a su gran tamaño, no pudo esquivarlos todos.

El lobo se sorprendió al ver como varias de las armas pudieron traspasar su gruesa y resistente piel, al parecer, casi todas estas, poseían efectos sobre las especies fantasmales.

Un terrible rugido resonó por todo el piso del laberinto y Fenrir se giró para ver quién era el que se atrevía a atacarlo por la espalda; pero, para su sorpresa, no había nadie desde donde se había disparado los proyectiles, solo algunos portales dorados desvaneciéndose en el aire.

Fenrir intentó rastrear la firma mágica de su segundo atacante, sin embargo, no había nada…

Totalmente enfurecido por tener que jugar al gato y al ratón, la bestia divina utilizó su olfato una vez más y, después de identificar que había alguien oculto, él desató un enorme oleaje de estalagmitas en todas las direcciones con la intención de atacar a cualquier cosa que se estuviera escondiendo a su alrededor y, para su fortuna, funcionó…

El pilar de mármol fue destrozado y Shirou tuvo que moverse rápidamente para evitar que las estalagmitas los ensartaran a él y a Illya, revelando así su posición. Por otro lado, a Gil no le quedó de otra que sacar un enorme escudo de su bóveda, que se manifestó enfrente de él, protegiéndolo. Waver, que se encontraba mucho más alejado, estuvo en menos peligro y el auto defensor prestado por Gil fue suficiente para eliminar los pocos carámbanos que se le acercaron.

Desgraciadamente, Fenrir tuvo éxito, el oleaje de carámbanos reveló la posición de todos sus enemigos, él estuvo tentado a atacar al molesto niño, pero su enemigo más cercano, y al que más odiaba, así como el que estaba casi acorralado, era la niña y su oso. Fenrir creó pilares de hielo uno tras otro, impidiendo que Shirou se moviera libremente y, al mismo tiempo, el lobo se movió para cazarlo…

Illya preparó flechas grabadas con runas y las disparó hábilmente en contra de la colosal criatura. Sin embargo, estas no fueron lo suficientemente fuertes como para ser un impedimento para Fenrir. Al final, pasó lo que tenía que pasar, e Illya y Shirou fueron acorralados. Gil intentó desviar la atención del lobo; sin embargo, bastó con que él creara estalagmitas y pilares de hielo para que los disparos del joven rey de los héroes fueran bloqueados.

La joven Einzbern se dispuso a intentar resistir o bloquear el ataque de la bestia divina, sin embargo, Fenrir ni siquiera se acercó, por un momento, algo cambió en la naturaleza del lobo, súbitamente, su hocico comenzó a llenarse de llamas y, más temprano que tarde, toda su mandíbula emanaba potentes flamas tan calientes que afectaban a su propia autoridad sobre el hielo…

Sin pensárselo dos veces, el lobo regurgitó las potentes llamas hacia Illya y, esta vez, fue la chica quien tuvo que enfrentar el terror de un oleaje de llamas.


Norma estaba aterrada, ella sabía que la chica que la acompañaba era un verdadero peligro, alguien que podría matarla con facilidad. Pero no se imaginaba que tan peligrosa era…

La habitación estaba pintada de rojo, la sangre lo cubría casi todo, pero no había ni rastro del cuerpo de quien esta había emanado, porque no quedaba ni rastro de este…

Ella ni siquiera tuvo que utilizar a su sirviente, la pequeña Jack, ella solo observó como su mamá se encargaba del chico malo, una vista realmente aterradora a los ojos de Norma.

Cada hechizo, cada ataque, todo fue bloqueado o destruido por Manaka, ella no era una peleadora de vanguardia, pero eso no importaba si ni siquiera te podías acercar.

Wolfgang sin duda era alguien extraordinariamente poderoso a los ojos de la investigadora. Él poseía la fuerza, la velocidad y los reflejos sobrenaturales de una especie fantasmal. Además, poseía capacidades de regeneración de alta velocidad que lo hacían virtualmente inmortal, y también demostró la capacidad de lanzar hechizos poderosos. Pero nada de esto sirvió contra la chica, Manaka era… Norma no sabía cómo describirla, la única palabra que se le venía la mente era una: monstruosa.

Masacró al lamyros de diferentes formas, una tras otra y, mientras lo hacía, le ordenó a ella que, con ayuda de Jack, destruyeran la sub categoría del grial. Ella obedeció por puro temor, y después de que el trabajo estuvo hecho, Manaka no se detuvo, siguió torturando al lamyros sin piedad.

Cuando este pidió misericordia, ella esbozó una sonrisa gélida, declarando que este era su justo castigo por poner en peligro a la persona que ama, y que agradeciera que si no estuviera ocupada, esto no sería nada en comparación con lo que le haría…

Después de esta declaración, Manaka tuvo piedad con Faustus y lo asesinó definitivamente sin oportunidad de recuperarse, no sin antes revelarle que, el apóstol muerto al que estaba intentado suceder, siempre estuvo con vida y, por ende, nunca tuvo oportunidad de tomar su puesto.

Ella se estaba conteniendo desde hace bastante, y estaba bastante frustrada por esto, pudo haber detenido este estúpido ritual desde mucho, pero con Gaia y Alaya presentes, y ella sin estar al máximo de sus capacidades, quien sabe que podría ocurrir si lo intentaba. Fue por eso que no se teletransportó directamente a la habitación y destruyó al grial, fue por eso que tuvo que tomar el camino largo; pero, en el momento en que vio a Shirou acercarse a Fenrir con la intención de enfrentarlo y no de huir, lo mandó todo al caño y se dispuso a destruir al grial sin importar las reacciones de estas dos fuerzas.

Solo esperaba haberlo hecho a tiempo…


Varios minutos atrás…

Bedivere y Shirou corrían por las escaleras a punto de alcanzar el siguiente piso.

—Tu nombre es… ¿Shirou? ¿No es así?

—¿Eh? —exclamó el pelirrojo, esta era la primera vez que el caballero le dirigía la palabra, por lo que él se encontraba un poco nervioso, incluso si ya habían combatido juntos—. Sí…

—¿Tienes la determinación necesaria?

Shirou lo miró confundido—. La determinación… ¿Para qué?

—Para convertirte en rey, por supuesto.

«¿También él…?». Se preguntó el chico.

—No sé exactamente cuál es la relación entre mi maestra y mi reina; pero las intenciones de Merlín son obvias; sin embargo…

—¿Sin embargo?

—Para convertirse en rey y mantener su reinado, mi reina y nosotros, sus caballeros, hicimos cosas de las cuales no nos sentiríamos orgullosos de contar. Muchas veces usamos todo tipo de tácticas sucias, desde cortar los suministros de nuestros enemigos, hasta tomar rehenes para forzar a estos a rendirse.

«Los romances de caballeros rescatando princesas son solo eso, romances fantasiosos. De las leyendas solo se cuenta, en su mayoría, las partes más bonitas. En resumen, no todo lo que brilla es oro». Pensó Shirou y asintió—. Lo sé, debido a sus acciones muchos civiles de su propio reino murieron, a veces tuvo que drenar todos los recursos de aldeas locales para abastecerse para la batalla y poder proteger el país, y eso causó que muchos civiles murieran de hambre. Debido a estas acciones, se comenzó a decir que el rey no comprende las emociones humanas.

Bedivere frunció el ceño, esa frase lo atormentaba hasta el día de hoy, si hubiera sido otra persona, él hubiera reaccionado encolerizado, desgraciadamente, fue precisamente él quien sacó el tema a relucir.

—Sí, tienes razón, para conseguir la victoria, para detener la invasión sajona, para estabilizar la situación de nuestro país, hicimos muchas cosas de las cuales ninguno de nosotros se siente orgulloso. Pero tuvimos que hacerlo, de otra manera, tal vez no hubiéramos podido detener la invasión y salvar al país. —Bedivere suspiró—. Lo que quiero que entiendas es una cosa: Grandes logros requieren de grandes sacrificios. Y esos sacrificios vienen con decisiones muy duras y difíciles que muy pocas personas tiene el valor de tomar.

—Lo que sugieres es, que a mí me tocará tomar ese tipo de decisiones.

El caballero plateado asintió—. Sí, tendrás que hacerlo, tarde o temprano y, cuando tengas que tomarlas, incluso si no estás seguro, no dudes, porque en momentos como esos las dudas conducen al inminente fracaso. —Finalmente, los dos terminaron de descender y empezaron a cursar los pasillos del nuevo piso—. Mi maestra es demasiado blanda, si bien a veces puede mostrar la misma terquedad y decisión que mi reina mostraba al liderarnos, no es algo que pueda hacer siempre, al menos por lo que pude ver. Así que, para nivelar la balanza, tú tendrás que cubrir esa parte.

«¿Está hablando de Gray? ¿Ella también tendrá que tomar decisiones difíciles? Espera, no me digas que, ¿Merlín? Entonces, ¿Realmente va en serio con todo esto…?». Pensó el chico, incluso si ya conocía la respuesta, todavía no había podido asimilarla.

—Espero que Merlín sea capaz de inculcarle más coraje; sin embargo, de no ser el caso, ese papel recae sobre ti.

Las dudas que había tenido hasta ahora volvieron a salir a flote, el pensamiento: No puedo ser un rey, volvió con fuerza a su cabeza; pero entonces, las palabras de Merlín también resonaron con fuerza. Él ya no tenía control sobre esto, simplemente estaba siendo arrastrado y, llegados a este punto, solo tenía dos opciones: Dirigir la ola, o morir ahogado.

Shirou apretó sus puños con impotencia y frustración, estos sentimientos se habían comenzado a volverse normales para él en las últimas semanas, porque era por su falta de poder por la que estaba en esta situación. Había estado trabajando duro para estar a la altura de la situación, sin embargo, era bastante obvio que esta lo superaba en todos los sentidos. Si quería recuperar el control de su vida, no podía permitirse seguir así…

Pero, en este momento, no le quedó de otra que asentir—. Para cumplir con los sueños y esperanzas que han sido depositados en mí, para poder asegurar un futuro para todos, haré todo lo que este en mi mano para alcanzar la victoria.

Bedivere sonrió y asintió; no obstante, después le advirtió—. No cometas los mismos errores que nosotros, u otros reyes del pasado, cometimos. Un rey debe poder abandonar su humanidad para tomar las decisiones más difíciles, tal y como nuestra reina, pero un rey no puede ser realmente inhumano, pues aquellos a los que gobiernas son humanos. Esta es una dualidad que podría ser casi imposible de alcanzar para ti; pero deberás hacer tu mejor esfuerzo.

—Lo sé. Gracias por recordármelo, Bedivere…

«Me gustaría haber podido tener esta conversación con mi reina, cuando aún podía cambiar algo…». Pensó el caballero antes de continuar—. Una recomendación, rodéate de personas que te sean leales, pero que dicha lealtad no los ciegue. Los consejeros y la reina deben de poder señalar los malos caminos y decisiones que el rey puede estar tomando… —Por un momento, parecía que las palabras en la garganta del caballero se atoraron. La imagen de su reina pasó fugazmente por su cabeza, él cerró sus ojos con fuerza por un instante, no obstante, los abrió rápidamente y finalmente declaró con decisión—. Un rey totalmente perfecto… ¡No existe! «Y si nos hubiéramos dado cuenta de esto, podríamos haberla ayudado a lidiar con su carga».

—¿No existe…? Sé que la perfección es algo imposible de alcanzar; pero, ¿A qué te refieres exactamente?

Bedivere sonrió levemente, y le dijo unas palabras muy similares a las que Merlín le había dicho—. Significa que, cuando la carga sea muy pesada, apóyate en aquellos que te hayan confiado sus espadas. Y confiar una espada, no es diferente a confiar una vida…

—Lo entiendo…

«Lamento interrumpirles, pero hay algo que tengo que contrales…».

La voz de Merlín resonó en la cabeza de ambos.

«Dinos Merlín, ¿qué ocurre?». Preguntó el eterno comandante.

«Usando mi clarividencia, logré averiguar las estadísticas de Fenrir como sirviente, y… Bueno, será mejor que las vean por ustedes mismos…».

Súbitamente, las estadísticas del sirviente fueron reveladas en la mente de los dos…

Clase: Rider.

Maestro: Ninguno, invocado por Gaia a través del laberinto.

Mitología: nórdica/escandinava.

Nombre verdadero: Vánagandr, también conocido como, Fenrir.

Alineamiento: Legal Malvado.

Altura/ Peso: …? (Cambia debido a su Soul Eater y tesoro heroico)

Atributo oculto: Cielo.

Estadísticas: Estas varían dependiendo de la liberación de su tesoro heroico.

Fuerza: A ~ A++

Resistencia A ~ A++.

Agilidad: B ~ A.

Suerte: E.

Mana: A+.

NP: A+.

Habilidades de clase:

Resistencia mágica, A: Cancela los hechizos de rango A o inferior, sin importar qué alta taumaturgia sea. En la práctica, el sirviente es intocable para los magus modernos.

Habilidades personales:

Divinidad, B+: Al ser hijo de Loki, una deidad nórdica, y por ende, ser una bestia divina, Fenrir gana la habilidad divinidad de rango B+.

Devorador de escarcha, A: Al haber devorado la mitad de Niflheim, y al haber nacido de un dios y de un gigante de hielo, Fenrir posee una poderosa autoridad sobre este.

Devorador de almas, A: Al comer sirvientes, se vuelve más fuerte, pero es posible volverse tan fuerte que el maestro sea incapaz de controlarlo.

Manada B: En muchos mitos y leyendas, Fenrir, Skoll, y Hati, eran confundidos de varias maneras, a veces llegando a ocupar el puesto del otro. Esta habilidad le permite acceder a las habilidades de sus dos "hijos", sin perder las suyas, siempre que estos se mantengan vivos.

Tesoro heroico:

Cacería en manada, B: La habilidad le permite a Fenrir invocar tanto a Hati como a Skoll, y darles órdenes.

Leding, Dromi, y Gleipnir, A+: Fenrir fue apresado por tres cadenas hechas por los dioses, incluso invocado como sirviente, esos tres grilletes se mantienen drenando su fuerza y subordinándolo a su maestro. El maestro puede liberarlos en el orden en que estas le fueron impuestas, cada liberación aumentará en gran medida el poder de Fenrir, pero cada una a un costo. Al ser liberada Leding (Costumbre), las costumbres que atan al sirviente se deshacen, podrá desafiar las órdenes indirectas del maestro si este lo desea; sin embargo, todavía puede ser sometido con una orden especifica. Al liberar a Dromi (Ley), no obedecerá ninguna ley, ninguna orden, y se necesitará de hechizos de comando para mantenerlo bajo control. Gleipnir (Conciencia) al liberar esta, todo el poder del lobo del ragnarök es liberado, pero a costa de su conciencia, se convertirá en un completo berserker que lo destruirá todo a su paso, no obedecerá a nada ni a nadie, la única manera de devolverlo a la normalidad sería volver a colocarle el grillete (Cinta).

«¿E-Esto es…?». Se preguntó el caballero preocupado.

«¡Es un Berserker disfrazado de Rider!». Exclamó el chico.

Merlín asintió, aunque ninguno de ellos pudo observarlo. «Supongo que fue invocado como Rider para ser la montura del maestro, de otra manera no me explico cómo es posible que sea invocado en esta clase, porque obviamente, todas sus habilidades son dignas de un Berserker».

«No creo que podamos ganar contra esa cosa…». Dijo el chico.

«Para nuestra fortuna, no debemos. Ellas dos están cerca del sub grial, solo debemos resistir hasta que este sea destruido, este es el tipo de batalla que se te da mejor, Bedivere».

«Una batalla defensiva para ganar tiempo, lo entiendo». Asintió el caballero.

«¡Apresúrense! Fenrir ya se ha encontrado con el grupo de lord El-Melloi e Illya. Ellos, junto con Archer, están resistiendo como pueden, pero es solo cuestión de tiempo para que el lobo los acorrale».

Los dos apresuraron el paso, en su recorrido pudieron sentir como el piso temblaba de vez en cuando.

«Están a la vuelta de la esquina, ¡Bedivere, adelántate y ataca a Fenrir para llamar su atención, él ha acorralado a uno de nuestros aliados!». Les informó Merlín.

Ambos salieron del túnel y el espíritu heroico pudo ver por el lateral al gigantesco lobo, sin dudarlo, el brazo plateado comenzó a iluminarse al ser llenado por energía mágica. Utilizando sus cualidades como sirviente, él se movió mucho más rápido que Shirou y, por un momento, él pudo ver como la gigantesca bestia divina se encontraba regurgitando un enorme mar de llamas que es estrellaba contra un vasto pilar de hielo en un intento por derretirlo. Adelantándose y, de un salto…

¡Slash!

La lanza plateada cortó el hocico de la criatura dejándole una marca en la mandíbula, y provocando que este cerrara su hocico; sin embargo, no fue capaz de hacerle suficiente daño como para herirlo de gravedad.

Fenrir se agitó furioso y, en cuanto notó al caballero, lanzó un poderoso oleaje de hielo en su contra.

Bedivere no poseía ningún tipo de escudo, así que tuvo que apoyarse en sus habilidades para esquivar y en sus habilidades defensivas. Para su desgracia, Fenrir no se detuvo ahí, en cuanto Bedivere esquivó el hielo, fue mandado a volar por un fiero zarpazo de parte del lobo.

Un poderoso impacto sonó cuando el caballero de plata fue enviado hacia atrás, no obstante, en medio del lanzamiento, él logró recobrarse y recomponerse en el aire. Utilizando su brazo plateado, clavándolo en el suelo, Bedivere pudo detenerse, y alzó su vista para ver al lobo rugir en su contra, mirándolo con odio palpable.

Bedivere observó su armadura ligeramente golpeada, afortunadamente, juramento de protección se activó para aumentar su defensa y la de sus aliados.

Por un momento, el lobo pareció sopesar sus opciones y estuvo a punto de voltearse para volver a atacar a Illya. Al parecer, a sus ojos, Bedivere no era una prioridad. El eterno comandante no necesitó que tranquilo y sereno se activara para entender que no podía permitir que el lobo despegara su vista de su persona, no solo porque él era quien debía ser quien soportara los ataques, al ser literalmente el único que podía, sino porque Shirou estaba moviéndose hacia el pilar de hielo, y el eterno comandante sabía lo que Fenrir haría en el momento en el que lo viera.

Para su buena suerte, no tuvo que apresurarse en atacar, pues proyectiles y hechizos volaron por sobre su cabeza y forzaron al lobo a mantener su atención en su dirección.

El caballero giró levemente su cabeza y pudo ver a un joven niño con portales amarillos rodeándolo—. ¿Archer?

Gil sonrió—. Te cubro, Lancer.

Bedivere no se lo pensó mucho y volvió su atención hacia la bestia divina, él no sabía si el chico que tenía detrás realmente calificaba como Archer, se imaginaba más al típico arquero, pero, por otro lado, él era un Lancer cuya lanza se manifestaba a través de su brazo prostético, una excepción a la regla, e imaginó que lo mismo pasaba con este chico. No es como si la mayor parte de la clase Archer no utilizara arcos, ¿verdad?

Con Gil apoyando al eterno comandante, Fenrir pareció pensárselo dos veces y decidió fijar su atención en estos dos.

Mientras tanto, con el pelirrojo…

Shirou vio como Bedivere llamaba la atención del lobo y aprovechó para escabullirse hacia donde este estaba atacando, sí lo que Merlín dijo era cierto, entonces alguno de sus aliados debería de estar detrás del pilar.

—¿Eh? —exclamó el chico sorprendido, al ver a su hermana mayor, literalmente, montada sobre un enorme oso blanco azulado y, para su sorpresa, parecía ser ella quien había creado y mantenido el pilar—. ¿Illya?

Illya estaba sudando y jadeando, tuvo que utilizar una gran cantidad de mana para detener el ataque de Fenrir. De hecho, ella agradeció que el ataque se detuviera, pues su cuerpo era humano, y utilizar en extremo la magia de Louhi podría llegar a ser perjudicial. El que el ataque se detuviera fue una gran, y grata, sorpresa para ella; pero más impactante fue ver a su hermano menor acercarse a ella después de que este se detuviera.

—¿Eres tú? —preguntó él, confundido.

—S-Sí… —contestó ella todavía cansada y consternada—. ¿No me reconoces?

—Es que… tus ojos…

—¿Eh? —Illya giró su mirada hacia el pilar que ella misma había creado y se sorprendió al ver como sus ojos escarlatas se habían pintado de un bello azul gélido.

«Debe ser un efecto segundario de mi magia sobre ti, aunque no parece ser un efecto perjudicial.». Habló Louhi.

Illya se calmó ante sus palabras.

«¡Oh! ¡Así que ese es nuestro Otouto-chan! ¡Hey! Déjame tomar el control del cuerpo durante unos segundos!». Dijo Sitonai.

«¿¡Qué!? ¡No!». Respondió la joven Einzbern.

«¿Ehhhh? ¿¡Por qué no!?». Preguntó enojada la ainu.

«Porque harás cosas malas». Respondió la chica.

«No haré nada que tú no quieras hacer...». Dijo ella burlándose.

«¡Dejen de hablar tonterías, estamos en medio de una batalla!». Las calló Louhi.

—¿¡Hermana, tú hiciste esto!? —dijo el chico refiriéndose al pilar de hielo.

—Ah, s-sí —dijo ella volviendo a la realidad.

—¿Puedes hacer más? —preguntó el chico.

—¿Eh? Sí, sí puedo.

—¿Podrías utilizarlos para encubrirme?

—Puedo, ¿Qué harás?

Shirou giró su mirada y vio como, por muy poco, Bedivere y Gil lograban mantener la atención de Fenrir, luchando completamente a la defensiva. Pero, ¿Por cuánto tiempo podrían mantenerse?

—No puedo luchar contra esa cosa de frente, la única forma que tengo para lograr hacerle daño es atacando desde la distancia, pero, si me ve, irá directamente hacia mí. Por eso necesito encubrirme.

«Esa no es una mala idea, si eso es lo que necesitas, también puedo darte una mano». Una voz resonó en la cabeza de los dos chicos.

«¿Eh, quién eres?». Preguntó el pelirrojo.

«¿Gil?». Preguntó Illya.

«¿Gil?». Volvió a preguntar Shirou.

«Soy Archer, Shirou. Estoy utilizando uno de mis bastones para transmitir mis pensamientos». Respondió el joven, sabiendo lo que el chico iba a preguntar, él se le adelantó. «No hay tiempo para explicarme, toma esto y asegúrate de darle un buen golpe».

Un portal dorado se abrió y, de este, el prototipo del casco de Hades se hizo presente.

Shirou lo observó y, por un momento, sufrió una terrible jaqueca. El prototipo del casco de Hades no era algo fácil de comprender, a fin de cuentas, era uno de los mayores tesoros de uno de los tres dioses principales del panteón Greco-Romano. Además, este no era una espada, ni siquiera era un arma con filo, podría ser descrito más como un armamento defensivo, lo cual hacía que el comprender su estructura fuera más difícil para el chico. Sin embargo, él no se rindió he intentó analizarlo y, tal y como había ocurrido antes, sus ojos místicos comenzaron a funcionar para facilitarle el proceso, la jaqueca disminuyó, y él fue capaz de analizarlo, al menos, hasta cierto punto, tal vez podría hacer una versión menos poderosa de este…

Si era sincero, él no tenía ni idea de cuáles eran las verdaderas capacidades de sus ojos híbridos, sabía que estos eran mucho más poderosos que sus ojos originales, o que los Glam sight antes de ser modificados; pero no tenía ni idea de cuánto. Aunque, había un rumor sobre los ojos híbridos, se decía que aquellos ojos místicos de rango arcoíris, los cuales no se sabía si existían realmente, los ojos místicos de la percepción de la muerte, eran, de hecho, ojos híbridos, nacidos de la combinación de ojos puros y místicos, al igual que sus ojos.

«No soy muy dado a prestar mis tesoros, mucho menos a dejar que los copien; pero contigo haré una excepción. Toma el gorro y úsalo para ocultarte, así tendrás una mayor oportunidad de agarrar al lobo por sorpresa, mientras tanto, Illya puede utilizar su magia para modificar el terreno a nuestro favor».

«Estoy de acuerdo, creo que es el mejor curso de acción». Luego, el chico se giró hacia su hermana. «Hermana, ¿sabes dónde se encuentra el maestro?».

«¿Oh, ¿Waver? Le dije que huyera y se ocultara, también le otorgué un escudo en el caso de que se encontrara con residentes desagradables. Pelear en el campo de batalla no es su deber, así que puedes despreocuparte». Respondió Gil.

Illya asintió, confirmando las palabras del chico.

«Bien, en ese caso, me esconderé y esperaré el momento adecuado». Shirou tomó el sobrero y, antes de colocárselo, dijo: «Ten cuidado hermana». Y, con eso, el chico desapareció de su vista.

Illya se quedó en silenció por unos instantes, hasta que la voz de Gil la trajo de vuelta a la realidad. «Illya, un poco de ayuda nos vendría bien…».

La chica salió de su estupefacción y volvió a la realidad—. Shirou, por favor.

El gran oso se había mantenido callado desde que Shirou había entrado a la conversación, ya que no quería causar confusiones entre sus nombres. Sin embargo, ya que el chico había desaparecido, era obvio a quien se refería su ama.

Shirou avanzó e Illya pudo divisar el campo de batalla…

Fenrir se mantenía atacando con gran ferocidad, mientras que, Bedivere y Gil, se mantenían a la defensiva. El eterno comandante era un buen sirviente defensivamente hablando, no lo suficiente como para luchar contra el lobo del ragnarök; pero gracias al soporte de Gil, había sido capaz de mantener a la bestia divina a raya. Cuando él era acorralado, o cuando estaba a punto de ser golpeado de forma inevitable, el joven rey intervenía disparando un gran número de proyectiles para forzar al lobo a retroceder o a esquivar y, ahora, un tercer atacante a distancia se había unido a la batalla.

Las flechas marcadas con diferentes runas volaron en dirección hacia el lobo, flechas llameantes, algunas cubiertas con magia de hielo, o rodeadas por el viento como torbellinos, las runas les otorgaron multitud de efectos y la bestia divina se vio obligado a esquivar.

El colosal lobo gruñó con ira fría, ahora entendía cuál era la estrategia de sus enemigos. Gil e Illya se mantenían a una distancia prudencial de él, de modo que este no pudiera atacarlos con facilidad, podría atacarlos con sus autoridades, la del hielo propia de él, y la obtenida por parte de su hijo; sin embargo, en el momento en el que este se centrara en atacar a cualquiera de estos dos, Bedivere aprovecharía para atacarlo desprevenido. Y, por último, los tres se mantenían girando continuamente a su alrededor, de modo que él no pudiera atacar a más de uno al mismo tiempo.

Esta era la forma más realista para poder lidiar con el lobo del ragnarök, de otra manera, era muy probable que los tres fueran asesinados. De esta manera, podrían resistir contra el lobo… Desgraciadamente, no es como que Fenrir se los fuera a permitir…

¡CRASH!

Uno de los tres enormes grilletes que lo ataban cayó contra el piso, Leding había sido liberado, y con ello, parte del poder de Fenrir también se liberó. El imponente lobo se hizo más grande, más fuerte, y más feroz, el fuego y el hielo se reunieron en él, en grandes oleajes, tanto en sus garras, como en su mandíbula.

Arto ya de los ataques a distancia de Gil, Fenrir saltó hacia este a una gran velocidad. Bedivere pudo seguirlo, más no pudo detenerlo, las garras del lobo del ragnarök descendieron contra el joven rey.

Al ver que no sería capaz de esquivarlo, Gil abrió su bóveda y el mismo escudo que usó la última vez para protegerse de la autoridad del lobo se hizo presente.

Este tesoro recibía el nombre del escudo de los dioses, un enorme y ornamentado escudo-domo contenido en la puerta de babilonia, que se usa para bloquear ataques mágicos extremadamente poderosos y poderosos tesoros heroicos, sin recibir un rasguño.

Contra el imponente lobo, el inmovible escudo se hizo presente, la garras golpearon al escudo pero este se mantuvo contra la ferocidad del lobo sin moverse un ápice.

Bedivere aprovechó la oportunidad y saltó una vez más contra el lobo; pero Fenrir ya se lo esperaba, con un rápido movimiento, este giró su cabeza y abrió su hocico dándole la bienvenida al caballero. Cuando observó el movimiento de su oponente, Bedivere supo que se trataba de una trampa, apresuradamente, él intentó utilizar su lanza para desviar su trayectoria del hocico de la bestia divina, desafortunadamente, el lobo del ragnarök no se quedó simplemente esperándolo, él se movió para devorarlo.

¡CRRRASSSHHH!

Sus dientes lo desgarraron; pero no hubo sangre, porque las llamas solares lo quemaron todo a su paso. Con un rápido movimiento de la bestia, Bedivere había perdido uno de sus brazos, completamente arrancado y calcinado por Fenrir, solo le quedaba su brazo prostético.

Bedivere apretó lo dientes tragándose el terrible dolor que lo asolaba, esta no era la primera vez que perdía un brazo y, aunque el jamás podría acostumbrarse a algo como esto, en este momento no podía permitirse ser cegado por el dolor y demás emociones, la batalla no había terminado y él no iba a permitirse perder un brazo sin nada a cambio.

¡Slash!

Fenrir movió su cabeza apresuradamente, en un intento de esquivar la lanza del caballero que, aprovechando su cercanía con la bestia divina, utilizó su lanza para intentar perforar su cabeza.

¡Shop! ¡GRRROOOOOOWWWWW! ¡CRASSSHH!

Fenrir tuvo éxito y evitó que la lanza atravesara su cráneo; pero no salió impune de este intercambio, una marca ahora se vislumbraba en su rostro, una que lo atravesaba en línea recta en medio de su ojo derecho. Bedivere había conseguido cegar parcialmente a la bestia divina. Encolerizado por el dolor y por la falta de visión, Fenrir contratacó con un zarpazo, con su garras imbuidas por las llamas solares, enviando al caballero a volar por los aires a gran velocidad, quien, finalmente, terminó estrellándose contra uno de los pilares de cristal.

El lobo del ragnarök no perdió el tiempo y, con su ira y furia a niveles mucho más altos que antes, continuó atacando ferozmente al escudo de los dioses, con el único objetivo de romperlo en pedazos y acabar de una vez por todos con ese molesto niño. Al perder un ojo, su ira había llegado hasta el punto donde ignoró por completo las flechas con runas que Illya continuaba disparando a su espalda, mientras se movía hacia donde había impactado el caballero.

Uno tras otro los ataques del lobo fueron detenidos por el escudo, aumentando la frustración de este, al ver que no sería capaz de romperlo, un nuevo Crash resonó dentro del piso del laberinto. Dromi fue liberado. La apariencia del lobo cambió una vez más, volviéndose más salvaje y bestial de lo que ya era. Un golpe tras otro, esta vez el escudo comenzó a temblar, con Dromi liberado, con una garra imbuida por la autoridad sobre el hielo y la otra cubierta por las llamas solares, con golpes continuos, poco a poco, el escudo comenzó a resquebrajarse, apareciendo numerosas grietas a lo largo de este.

Al ver que su escudo no aguantaría durante mucho tiempo, Gil abrió su bóveda una vez más y sacó una pequeña poción…

Las dos garras se alzaron por sobre el escudo y, con una enorme brutalidad, descendieron contra este.

¡CRRRASSSSSHHHH!

El escudo se retorció, su forma fue deformada cuando numerosas grietas nuevas aparecieron, sumándose a las que ya había provocado, destruyendo su estructura. Finalmente, el escudo de los dioses había caído.

Fenrir observó con ansia lo que se encontraba detrás de los restos del escudo, abriendo su hocico saboreando ya el núcleo espiritual de Archer. No obstante, detrás del escudo, no había nada…

Lleno de furia y confusión Fenrir observó todos los lugares cercanos a él, en un intento fútil por encontrar al sirviente, creyó que este se estaba aprovechando de su punto ciego. Al no divisarlo, giró su mirada hacia donde se encontraban los otros dos, pensando que, tal vez, estos habían intervenido de alguna forma, desgraciadamente, lo único que vio fue a Illya intentando tratar de curar las heridas del caballero. Sin entender que estaba sucediendo, él intentó rastrear la firma mágica del sirviente y su olor; sin embargo, en ese momento…

¡BUUUUMMMMM! ¡CRRASSSSSHHHH!

Fue por solo un instante, pero Fenrir pudo divisar un brillo negruzco ser emanado desde una parte de la gigantesca habitación que él había creado con sus destrozos. Él no sabía qué demonios era esta especie de energía, pero no necesitaba saberlo, el gran lobo del ragnarök sintió miedo por su vida ante lo que fuera que fuera esta cosa, sus instintos le gritaron a él y a los cuatro vientos que, si no lo esquivaba, sería su final.

Ni siquiera dudó, no perdió ni un instante, Fenrir saltó en lateral con todas sus fuerzas, sin importarle cuanta fuerza utilizaba en ese salto, sin importarle si chocaba contra el techo del piso del laberinto y lo hacía pedazos con el impacto, en su mente solo debía hacer una cosa: Debía esquivar ese ataque.

El laberinto tembló una vez más, el ataque atravesó el piso y salió disparado atravesando un piso tras otro. Shirou frunció el ceño al ver como su ataque no había dado en el blanco. El lobo del ragnarök destruyó parte del techo y del piso superior con su propio cuerpo, pero logró esquivar el disparo del Black Barrel; no obstante, no salió impune, el ataque lo rozó, y el Black Barrel era un arma que, a mayor sea la cantidad de ether, más daño infligirá al enemigo. En pocas palabras, mientras más grande sea el misterio que represente el enemigo, más daño hará. Y Fenrir era una bestia divina legendaria nacida en la era de los dioses, su nivel como misterio era simplemente enorme, y por eso, un simple roce con el ataque del rifle fue lo suficientemente efectivo como para destruir aquellos músculos congelados, mellar sus enormes garras, traspasar su dura piel, y dejar una gran herida en su costado.

¡CRAASSHHH!

Fenrir cayó tropezándose por su herida, pero no se detuvo ahí, salió corriendo a gran velocidad contra el pelirrojo, con su ira incontenible y, después de haber divisado a su presa, ya no había nada que lo detuviera, o bueno, casi nada….

Varios portales dorados se abrieron en su camino hacia el chico y, de estos, una cadena salió, manifestándose a través de los portales, y creando una red que detuvo al lobo. Esta ató sus patas, torso, cuello, y cualquier otro lugar que pudiera inmovilizar. Las cadenas se retorcieron y tensaron continuamente con suficiente fuerza en un intento fútil por arrancarle la cabeza y las extremidades al lobo, intentando doblarlas más allá de sus límites en direcciones imposibles.

Esta cadena es uno de los tesoros más preciados en la bóveda del joven rey de los héroes, al punto de que fue nombrada en honor al que, en un futuro, se convertirá en su mejor y único amigo, Enkidu.

Enkidu tiene una propiedad especial, está hecha para atar a los dioses, para que no puedan escapar. Esto la convierte en una de las pocas armas con propiedades Anti- Divinas, que sostiene el concepto de, "reinar sobre los dioses". La fuerza y la durabilidad de la cadena aumenta mientras mayor sea el rango de divinidad de su objetivo y, para desgracia del lobo del ragnarök, este tenía una divinidad de rango B+, un rango bastante alto de divinidad que lo hacía muy vulnerable al sometimiento de Enkidu.

El lobo fue inmovilizado momentáneamente por las cadenas, y la voz del joven rey resonó en la mente de Shirou, quien se había quedado momentáneamente paralizado al no tener forma de huir o de detener al lobo, pues, el Black Barrel tenía dos debilidades:

El primero es que su disparo tarda mucho tiempo en cargarse y, el segundo, es que, una vez iniciado el proceso de disparo, era difícil cambiar la dirección del ataque. Por lo que, él sabía bien que no le daría tiempo para disparar por segunda vez, tenía que huir; pero no tenía forma de hacerlo, el lobo no le daría la oportunidad.

Shirou observó la situación y, con su análisis estructural, más sus ojos híbridos, fue capaz de comprender las propiedades de la cadena y entendió porque esta pudo detener a la bestia divina. Así, el chico se dispuso a intentar dispararle una vez; no obstante, fue detenido por Gil…

«¡Espera, Shirou! Enkidu solo puede retenerlo por poco tiempo, su nivel de divinidad es alto; pero no se encuentra en la cúspide y, más importante, su fuerza es simplemente absurda. ¡No te dará tiempo para disparar!».

«¿Entonces, qué hago?».

«Tal vez esto esté algo por encima de tus capacidades, pero intenta imitarme».

«¿Eh?».

«Solo proyecta el arma que voy a utilizar y ataca a Fenrir junto conmigo».

Shirou observó como el rey de los héroes aparecía de la nada, al hacer que la poción de invisibilidad que tomó para esconderse del lobo cesara su efecto, y un gigantesco portal dorado apareció sobre él. Desde este, una gigantesca arma se hizo presente.

Shirou se quedó aturdido al ver el arma, él ni siquiera intentó analizar el arma sin sus ojos híbridos activos, era obvio que esta cosa debía ser una creación divina o similar. Así que, preparándose para lo que vendría, él utilizó su análisis estructural y se preparó para atacar junto con el rey.

Sentía como sus nervios le ardían, como sus circuitos se calentaban a niveles que nunca antes había sentido hasta ahora, esto era una proyección de gran tamaño y alto nivel, sabía que algo así lo dejaría sin Od, pues la tendría que crear desde cero y no simplemente sacarla desde su canica de realidad.

«Juzgando el concepto de creación…. H-Hipotetizando la estructura básica… Duplicando los material de su composición…».

A pesar del ardor, él no se detuvo y llevó su análisis a lo que, él creía, eran su límites, junto con su proyección, y los hizo ir incluso más allá…

«I-Imitando las técnicas de su fabricación… Simpatizando con la experiencia de su crecimiento… R-Reproduciendo los años acumulados…».

Esto era una cuestión de vida o muerte, tenía que hacerlo, su temperatura aumentó a niveles que nunca había sentido antes pero, aun así, no se detuvo…

«¡F-FINALMENTE! ¡Sobresaliendo en todos los procesos de fabricación!».

Una luz azulada gigantesca comenzó a manifestarse y a tomar forma donde Shirou estaba apuntando con su mano, justo encima del gigantesco lobo, cuando esta dejó de brillar, una gigantesca espada irregular se había hecho presente.

Al ver la espada, Gil tampoco perdió el tiempo y lanzó la suya como un proyectil.

Al ver la espada disparada hacia él, y a su copia cayendo sobre este, apresuradamente, Fenrir actuó rápidamente, a pesar de que acaba de sentir como su conexión con el grial había sido cortada, decidió abandonar lo último de su raciocinio por la única esperanza de ser capaz de sobrevivir, al liberar todo el poder de su tesoro heroico junto con todo el mana que Gaia le había brindado. Incluso si esto lo haría desaparecer más rápido…

El último grillete, Gleipnir, cayó al suelo suavemente, y el lobo del ragnarök liberó todo su poder, a pesar de tener que abandonar cualquier atisbo de conciencia, con tal de sobrevivir al ataque.

Justo antes de que las espadas impactaran, su nombre fue revelado por Shirou y Gil—. ¡SUL-SAGANA, EL HORIZONTE DEL AMANEZER QUE PURIFICA LOS MARES!

Las construcciones divinas que queman incluso a una miríada de mares, moldeadas como un pico que se asemeja a un cumulo de lava y a una espada hecha de fuego puro, se encendieron en llamas para desatar todo su poder en contra de la bestia, para fundirlo en el horizonte de un nuevo mañana.

Y las espadas cayeron, y el infierno ígneo se desató poco después, todo debió haberse quemado y reducido a cenizas, nada debería ser capaz de sobrevivir a tal ataque. Pues el piso, paredes, y techo, que se encontraban en el rango del ataque, fueron calcinados y fundidos también y, aun así…

Entre las llamas, con la lava fundiendo sobre sus huesos y músculos, en una última acometida de ira ciega, ignorando el dolor, ignorando el paupérrimo estado en que se encontraba su cuerpo después del ataque, con su mana prácticamente agotado, el lobo cargó contra su presa en un ataque suicida.

Shirou había caído contra el suelo, no por miedo, sino por agotamiento, proyectar algo como Sul-Sagana lo había hecho superar sus límites, en este momento ya no tenía fuerzas, ni siquiera para correr, solo pudo intentar arrastrarse por el piso. El chico vio como enormes pilares de hielo surgieron para intentar frenar en vano el último avance del lobo, sin embargo, Fenrir los arrasó a su paso y se acercó a gran velocidad.

Justo cuando estaba a punto de llegar hacia donde Shirou se encontraba, una figura se planteó en su camino, en un último intento por detener a la bestia, Bedivere se plantó contra este. Él había prometido que estaría a la altura de las expectativas de su maestra, había prometido que no permitiría que ninguna de sus personas amadas muriese, y no estaba dispuesto a faltar a su palabra, incluso si para cumplirla debía pagar con su vida.

Él había sido golpeado brutalmente por el lobo y, a pesar de ser un sirviente bastante defensivo, un golpe de lleno dado por la bestia divina era algo que superaba con creces sus defensas. Su armadura estaba gravemente dañada, el peto de esta estaba totalmente deformado, sus hombreras, brazaletes, y rodilleras, se encontraban resquebrajadas o directamente destruidas. Su único brazo había sido arrancado en su totalidad, y sufría de graves quemaduras en varias partes de su cuerpo.

Él le agradeció a lady Einzbern por haber reducido el dolor de sus heridas mediante su alquimia, y haber tratado sus quemaduras con su autoridad sobre el hielo. Al ver su estado, Merlín le preguntó si debía decirle a Gray que usara un hechizo de comando para curarle; pero él se negó, le pidió al mago que no le dijera de su estado actual y que, en cambio, utilizara los dos hechizos de comando para otra cosa…

Él no hubiera podido alcanzar a Fenrir y colocarse enfrente de Shirou en su estado actual, así que el segundo hechizo de comando fue utilizado para transportarlo a este lugar y, el tercero, al igual que el primero…

El eterno comandante alzó su único brazo restante, y este se encendió con luz blanquecina, cada gramo de mana que poseía lo iba a utilizar en este último ataque, así, cargó la lanza mágica con cada onza de poder que aun poseía, la luz blanquecina rápidamente creció y creció y, de un momento a otro, su poder aumentó aún más con el último hechizo de comando utilizado para reforzarlo.

Contra la última acometida del lobo del ragnarök, Bedivere liberó su último ataque. La luz blanca tomó la forma de la lanza mágica del dios celta y se disparó en contra del lobo con el único objetivo de atravesarlo. Fenrir no intentó esquivarlo, cegado por la ira, avanzó imponentemente en contra de esta, había recibido todo tipo de ataques, estaba prácticamente muerto, pero nada de eso lo detendría, con un último esfuerzo, rodeado por el fuego y el hielo, avanzó en contra de la lanza, un paso a la vez.

El suelo tembló bajo el caballero agrietándose por la fuerza que él estaba ejerciendo sobre este, pero él no se movió, siguió perseverando y, al ver que no era suficiente, obligó a su brazo a liberar todo el poder de la lanza. Su brazo plateado empezó a resquebrajarse al no poder soportar tanta energía; pero al caballero no le importó y siguió presionando. Finalmente, su brazo estalló por la sobrecarga de energía y la luz blanquecina se liberó en un último y gran destello que colmó toda la habitación…


Notas de autor:

Al fin terminé este capítulo, no es el más largo que he escrito pero sentí que no acabaría nunca. Bien, con esto practicamente termina este arco, el siguiente será un epilogo y dará paso al arco de Japón, donde volverán personajes que ya introduje y se introducirán muchos nuevos, ya quiero escribirlo, pero, por ahora, esto es todo.

Ahora, las preguntas..

huese81: Bueno, el tema de Shirou como ejecutor de Lorelei es algo que el mismo Shirou tocará en el siguiente capítulo, en cuanto a Van-Fem, hay un arco donde aperecerá y bueno, pasarán cosas.

En cuanto a Gawain, considerando su personalidad, es muy probable que le jure lealtad a Gray si llega a ser invocado.

En cuanto a Gil, bueno, no será un simple enemigo, pero tampoco un simple aliado, su actuación irá más hacia una escala de grises, hará lo que él cree que debe hacer, pero su personaje también es algo que voy a desarrollar aun más, incluso antes de que comience la guerra, así como las relaciones con otros personajes que este tendrá. Gil tocó el barro, pero, es Gil, así que ya sabes. Amakusa no lo tocó, y su existencia esta siendo mantenida por Ciel. Sobre Angra, no es un gran misterio ni nada, pero lo revelaré en el siguiente arco.

Sobre la espada, es un poco debatible por lo que ya hablamos, depende de donde corte con la espada y de a quien esté cortando. No es lo mismo cortar a Merem que cortar a Altrouge, que es medio verdadero ancestro y su humanidad viene de su parte apóstol muerto, además de que su alma debe ser más poderosa que la de un ser humano o un apóstol normal. Pero a la mayoria debería hacerles un daño grave al ser una acumulación de 5000 maldiciones, con la excepción de ORT y ese tipo de seres.

Sobre lo de EA, ya lo veremos…

Sin más que decir, agradezco todos vuestros comentarios y espero que hayan disfrutado del capítulo, nos vemos en el siguiente.