Mi mejor amigo. Part. 2


Se le quedo mirando fijamente con el rostro sin expresión mientras que en su interior ocurría lo inimaginable. Su mente giraba en círculos entre lo que sucedía, lo que había sucedido, su despedida, las citas con Darien, las conversaciones con Luna, las noches que había pasado mirando el balcón de su casa, cuando se conocieron, las citas no citas… más y más y más.

Él se removió mirándola cada vez más nervioso

Se quedaron mirando, cada uno con una gama diferente de emociones solo que las parecían aflorar como anuncios y los de ella se iban apagando cada vez más hasta que solo un pensamiento quedo rebotando en la locura de su mente.

" Solo serán unas semanas"

Seiya carraspeo mientras que ella comenzaba a fruncir el ceño y como si le leyera le mente la miro algo asustado.

-Sé que dije que estuvieron unas pocas semanas, - comenzó metiéndose las manos en los bolsillos- pero una cosa llevo a la otra y… - se encogió de hombros algo incómodo mientras ella escuchaba en silencio sin dejar de mirarlo, hasta que no pudo mantenerse quieto

- ¡Vamos Bombón, di algo, estas matándome aquí! - Finalmente exploto sacando las manos de su confinamiento levantándolas exasperado y mirándola con angustia.

-Eres un idiota- espeto con voz rota. Nunca lo admitiría, pero si no hubiera sido por el estúpido apodo tal vez ella hubiera olvidado como hablar.

Seiya sonrió de lado, mirándola tan feliz que sus hoyuelos se marcaron.

-Lo lamento dulce, pero había muchas cosas que arreglar- la miro con una disculpa y un ruego para que lo entendiera y agrego de pronto un puchero logrando que Serena sonriera, aunque fue una sonrisa muy pequeña. No se la pondría tan fácil

- ¿Y ahora todo está listo? - pregunto mirándolo a los ojos y sabía que entendía la pregunta real. ¿Todo estaba bien entre nosotros ya? ¿Significa que ya no me amas? ¿Que tus sentimientos han cambiado?

Seiya la miro un segundo y luego sonrió algo tenso.

-Por eso estoy aquí- respondido firme y ella movió la cabeza de arriba debajo de forma robótica.

-Eso es bueno- susurro sintiendo de pronto los ojos aguados, lo que era sorprendente considerando que llevaba mese sin soltar una sola lagrima- Eso es muy bueno- repitió cubriéndose los labios con una mano temblorosa y Seiya abrió los brazos en una súplica silenciosa.

Por un segundo estuvo a punto de lanzarse a sus brazos, como hubiera hecho hace meses, sabiendo que sentiría el calor y confort de algo tan cómodo como tu ropa favorita.

El segundo, sin embargo, corrió a la velocidad de la luz y ella se contuvo.

Sabía que él lo sabía. No había duda de que sus hermanos se lo había dicho, pero no podía ser Seiya y Serena si mentiras u omisiones entre ellos, por lo que trago la bola de emociones en su garganta y se aferró al camino que había elegido.

-Tengo algo que decirte- murmuro aun con voz quebrada, deseando poder bajar los ojos, sin embargo se mantuvo mirándolo y Seiya bajo los brazos lentamente.

-Creo que ya se lo quieres decirme y no es ...

-Sí, si es- interrumpió suspirando de forma temblorosa y ambos respiraron hondo- Estoy saliendo con Darien- murmuro soltando el aire reunido y Seiya la imito, soltando el propio en una ráfaga.

No sabía lo que esperaba. Ella y Seiya estaban conectados de una forma casi mágica, pero por primera vez no podría ni siquiera decir que es lo que estaba pensando. Su rostro se cerró en banda sin mostrar nada y lo único que se movió fueron sus ojos buscando algo en los suyos.

- ¿Eres feliz? - pregunto clavándole los ojos y ella ladeo la cabeza mientras apretaba sus manos- Solo me interesa que seas feliz- agrego cuando ella no dijo nada y Serena sintió sus uñas escarbar en su piel de tan fuerte que cerraba los puños

-Lo soy- dijo con voz firme y Seiya volvió a dejar salir todo el aire que tenía en el cuerpo y abrió los brazos nuevamente.

-Entonces no sé qué impide que le des un abrazo a tu mejor amigo- dijo por fin con voz algo más ruda y Serena se estremeció sorprendida. Se quedó quieta sin saber que hacer por lo que Seiya gruño ya perdiendo la paciencia y avanzo los paso que faltaban, logrando que todo estuviera bien en el mundo.

Serena se quedó quieta por un segundo mientras los brazos la rodeaban y al segundo siguiente estaba aferrada a las solapas de su chaqueta, con su nariz en su pecho, respirando un aroma tan conocido como su propio perfume.

Seiya apretó gentilmente su cabeza contra su cuerpo y bajo la suya, poniendo su mejilla en su coronilla, pareciendo querer abarcar cada centímetro de su cuerpo con el suyo.

Serena hipo sin lágrimas apretando más fuerte su agarre.

-Eres un idiota- le dijo de nuevo lloriqueando en su pecho y Seiya soltó una carcajada ahogada moviendo su mano por su cabello.

-Lo siento Bombón- dijo sin más y se quedaron en silencio en mitad de la calle en un abrazo que ambos sabían que debían soltar pronto pero que ninguno se apresuró en hacerlo.

- ¿Volverás a irte? - pregunto apretando más fuerte su agarre en la ropa, como si eso impidiera que la respuesta fuera si y extrañamente Seiya la imito aferrando también el agarre a su alrededor.

-Espero que no- murmuro en su pelo- pero si he de hacerlo quiero que sepas que siempre volveré ¿De acuerdo? Me iré y arreglare las cosas tantas veces como sean necesarias- prometió y ella sintió una profunda tristeza, que la rodeo tan fuerte como el mismo abrazo de Seiya.

-Entonces espero que no haya nada más que arreglar- susurro en su pecho y Seiya acaricio su cabeza guardando silencio.

-Que estuviste haciendo todo este tiempo- le pregunto alargando el momento y sintió como se encogía de hombros

-Trabajando más que nada, pero fui mucho a la playa también. Era un lugar hermoso, me hubiera gustado que estuvieras ahí.

-Playa con este frio. No gracias- dijo estremeciéndose y haciéndolo reír.

-No hacia tanto frio y era el lugar perfecto para el ultimo comercial. Cuando lo veas cambiaras de idea y querrás que te lleve.

-Tal vez en verano. Estoy muy rehacía a sentir frio últimamente- respondido mientras sentía las palabras con sabor a mentira. ¿Cuándo la llevaría? Ahora estaba con Darien y no sería muy correcto. De hecho, sabia lo mal que se vería si los viera en la posición en que estaban, pero lanzo el pensamiento lejos por un minuto siendo egoísta. Solo un minuto más y ya

-En verano. De acuerdo- rio divertido y volvieron a quedarse en un silencio cómodo y reconfortante.

-Te traje un regalo- murmuro un minuto después, moviendo su cabeza hasta que su barbilla quedo en su coronilla y Serena suspiro en su pecho

-No me hagas golpearte tan pronto- gruño y Seiya rio divertido moviéndolos con las vibraciones.

-Es una tontera. Me dieron algunas cosas cuando termine el segundo comercial y bueno… - Serena se tensó retrocediendo un poco hasta que se miraron frente a frente

- ¿Cuál es ese comercial? - inquiero con sospecha- ¿El del perfume… o las joyas? - Seiya sonrió travieso haciéndola sospechar más, mientras su corazón retomaba el pulso previo a un ataque. ¿Qué pesaba con ella? No habían pasado ni cinco minutos ¿y ella ya quería arruinarlo? De los dos, Seiya era el que mejor se estaba comportando. Pero claro, ¿no se había ido precisamente para lograr eso?

-Bueno, considerando que el del perfume fue el primero en salir… debo decir que el de las Joyas

- ¡Seiya no! - gimió separándose definitivamente y su amigo le tomo la muñeca deteniéndola, riendo divertido.

-Vamos. No me costó nada. Fue un regalo del estudio- le dijo intentando engatusarla mirándola con ternura y ruego- Prometo que no me gaste un peso en el. Solo lo guarde porque pensé que te encantaría cuando lo vieras- De pronto soltó su muñeca y Serena vio como algo colgaba de ella.

Jadeo en silencio, viendo una hermosa pulsera de un extraño color entre blanco y plateado, que brillaba al girarla, con cuatro hermosas estrellas separadas entres ellas y con una hermosa quinta esfera, tan brillante como una estrella verdadera, que quedaba centrada justo en su muñeca .

Le quedaba perfecta y era tan hermosa como una galaxia.

-Es oro blanco, ¿Te gusta? - pregunto pareciendo nervioso y Serena solo pudo asentir atontada, sin poder evitar quedar hipnotizada por el brillo de la pequeña esfera, no más grande que la uña de su meñique, pero que atrapaba la luz casi de la misma forma que el castillo de Tokio de Cristal.

- ¿El oro puede ser blanco? Esta hermosa Seiya. muchas gracias- le sonrió maravillada y él se la devolvió increíblemente humilde.

-No son coderas y rodilleras, pero creo que funciona- bromeo y Serena rio dándole un corto abrazo.

-Siempre que los dejamos solos están, o peleando o abrazados- dijo Mina de pronto caminando hacia ellos y Serena se alejó del cuerpo de Seiya de golpe, con el rostro avergonzado y culpable, mientras que él ponía un puchero.

- ¡Es ella!- soltó con voz de niña quejumbrosa- No puede estar sin saltar a mis brazos. Es muy vergonzoso.

Serena dio un grito ahogado dándole un golpe en el brazo a su alcance.

- ¡Cállate! No es verdad- le grito y sus mejillas se tornaron tan rojas que sintieron incluso el sonrojo en el cuello y Seiya exploto en carcajadas tan fuertes que resonaron en las paredes.

Aprovechando que aún estaba a su lado, tiro de ella, haciéndola chocar con su pecho y la alzo por encima, hasta que sus pies chocaron sus espinillas, fingiendo que era ella quien lo retenía.

- ¿Lo ven? ¡Vamos Dulce, no de nuevo! - grito moviéndose y haciéndola girar en una lucha ficticia.

Serena grito hasta que de pronto sus alaridos se convirtieron en estruendosas carcajadas al ver como contorsionaba el rostro, totalmente en su papel de víctima.

La dejo en el suelo unos segundos después, solo porque sus propias carcajadas le impidieron seguir sosteniéndola y Serena jadeo soltando cortas risas, totalmente agotada, y miro a sus amigas sorprendiéndose.

Mina, Amy, Lita y Rei estaban mirándola pasmadas, congelas en su puesto y luego saltaron hacia los brazos de Seiya casi derribándolo y cortando sus carcajadas de golpe.

-Bienvenido- lloriqueo Amy en su pecho mientras que Lita aferraba su brazo y Mina colgaba de su cuello haciéndolo soltar un quejido- Tengo todos los trabajos de matemáticas para ti. No tendrá que hacer ni un cálculo si no lo desea- Amy hablaba tan rápido que apenas se le entendía, pero Serena deseo ese regalo para ella también.

-Yo también las extrañe chicas- le dijo Seiya con voz ahogada mirando a Serene con una adorable expresión de desconcierto y ella solo se encogió de hombros.

-Eres un idiota- murmuro Mina sorbiendo por la nariz y Seiya rio con una corta carcajada, demasiado apretado para hacer otra cosa y le puso una mano en el pelo.

-Ya me los han dicho- le dijo mirando a Serena que rodó sus ojos hacia él.

-Tendré que hacer una gran fiesta por tu culpa. Si hubieran sido solo unas semanas no habría sido necesario- lloriqueo Mina con voz gangosa y Seiya miro su coronilla.

Serena no sabía cómo un rostro podía mostrar tanto remordimiento.

-Te daré mi tarjeta. La más negra que tengo- prometió de golpe y Mina asintió aun sin soltarlo

-Estoy tan feliz de que volvieras- le dijo Lita escondiendo el rostro en su hombro, la única que lo alcanzaba, para ocultar sus ojos húmedos- Hare la comida que más te guste, lo que sea que desees.

Seiya pestaño confuso pero una gran sonrisa se desplego de su rostro y sus ojos brillaron.

-No sé qué les pasa, pero eso suena increíble. He comido solo en el hotel y la verdad no me agrada nada y eso de la tarea es casi tan bueno. La verdad estoy muy atrasado.

-Vamos chicas, si no lo sueltan no quedara nadie que coma ni haga nada- les dijo Rei unos pasos más allá, la única que no se había lanzado sobre él, pero que no podía esconder la emoción en sus ojos que brillaban al igual que los de Lita.

Taiki Junto a Yaten, unos metros más allá, los miraban con ojos agrandados sin entender nada de la escena.

Las chicas se despegaron de Seiya riendo avergonzadas y él soltó el aire de golpe tomándose las costillas

-Amy, tienes un apretón increíble- gruño acariciándose y todos rieron mientras ella enrojecía cubriendo su rostro.

Mina de pronto, salto abrazando también a Serena cortando su risa, y se quedó sorprendida sin entender.

- ¿Mina? No soy yo quien ha regresado- bromeo dándole unos golpecitos en la espalda, pero su amiga solo se alejó recogiendo una solitaria lagrima de su ojo

-Oh, si lo que lo has hecho- murmuro girándose, dejándola más confundida que a Seiya.

-Bueno, para decepción de Mina, solo tenemos Pizza y soda. La llegada de mi hermanito es una sorpresa- dijo Taiki poniendo orden- ¿alguien quiere?

Todos asintieron mientras corrían a la casa y Seiya sonrió estirando su mana hacia Serena en una muda invitación. Ella se la devolvió y la tomo sin pensar sintiendo el calor de su palma extenderse por su fría mano.

-Tienes las manos frías- respingo Seiya, sintiendo su temperatura, aunque ella estaba con guantes, apretándosela y poniéndole su otra mano encima y ella se encogió de hombros comenzando a caminar.

-Han sido unos meses muy fríos- murmuro sin pensar y Seiya sonrió con tristeza.

-No tienes ni idea


Saludos.