Buenas noches lectores. A lo mejor se pueden estar preguntando el porque de mi ausencia. Realmente hubo una situación en wattpad en la que tuve que dedicarle mucho tiempo y la verdad es que este mes han sido de vacas flacas en cuestión de capitulo, una disculpa por eso. Muchas gracias por su paciencia
Les gustaria? Pero bueno, ahora vamos con este capitulo que es donde empieza la gran batalla, dividido en tres capitulos!
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Y ahora sí, vamos al capitulo de esta noche que esta siendo publicado.
Sailor Moon le pertenece a Naoko Takeuchi y no lo hago para ganar dinero y esas cosas, solo para fines no lucrativos valga la redundancia.
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Relámpago Oscuro
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Capítulo 40: Imperia Júpiter vs Sailor Saturn I
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El ataque de las dos combatientes destruyeron parte del suelo del palacio e incluso fragmentos del suelo en el que estaban paradas, en el aire se sentía un aura electrificada y los escombros levitando de lo que fue el palacio. Imperia Júpiter lanzó varios relámpagos negros a diestra y siniestra solo para ser tragados por orbes que eran pequeños agujeros negros que la propia Hotaru había creado y realizar pequeñas explosiones en el lugar.
En uno de las explosiones las dos mujeres chocaron sus armas creando chispazos, Makoto usando su espada, el rayo cambiante con la guadaña de Hotaru, haciendo que la gravedad fuera pesada a su alrededor mientras ejercían su dominio.
-Estrella de Saturno- Susurró Hotaru haciendo brillar el suelo donde estaba parada Makoto y de la nada miles de estrellas púrpuras atacaron a la emperatriz por debajo de ella, haciendo un daño impresionante y elevando a la castaña hasta lo más alto del firmamento del planeta. La emperatriz apenas podía defenderse del ataque al protegerse con su espada y emanar su aura electrificada.
-¡Escudo de Júpiter!- Los rayos negros que salieron de la espada de Makoto impactaron con las estrellas, haciendo una fuerte explosión en el aire, Hotaru no bajó la guardia al observar a Makoto bajando a toda velocidad sosteniendo su espada a dos manos.
-¡Dragón negro de Júpiter!- La figura del dragón electrificado hizo su presencia, atacando a Sailor Saturn y haciendo que la tierra temblará y el cielo del planeta se tornará en un tono purpura con negro, una gran nube de humo se creó tras el ataque de la emperatriz e hizo que las dos salieran expulsadas, saliendo por extremos opuestos.
Imperia Júpiter estaba impresionada, uno de sus ataques más poderosos fue fácilmente neutralizado por Hotaru e incluso contraatacar sin problema alguno mientras Sailor Saturn no parecía lastimada ni inmutada, su poder era tan grande que podía verse a lo lejos, como una antorcha alumbrando una cueva.
El silencio se apoderó del lugar y algunos muros cayeron levantando más la tensión entre las dos guerreras.
-El poder de Hotaru es impresionante pero no ha llegado a su punto final, no, es como si no quisiera liberarlo. Aun así pudo hacer agujeros negros con facilidad.- Decía Makoto apunto de atacar.- El combate a distancia es lo más…
-Anillo cortante- Hotaru movió su guadaña para crear dos anillos púrpura que giraban cual sierras, saliendo disparados hacía la emperatriz a toda velocidad y dándole poco tiempo de reaccionar cuando uno de los anillos rompió una hombrera de la armadura de Makoto. La castaña generaría mucho relámpagos para protegerse de los anillos mientras se movía, los anillos eran imparables al momento de seguirle el paso de Imperia pero tu atención a los anillos le impidió ver que Hotaru corrió hacía ella y logrando hacerle una cortada algo profunda en su mejilla con la guadaña de Saturno y uno de los anillos golpeo el peto de la castaña para dejarle grietas, mandando lejos a Makoto.
La castaña por primera vez en cinco años como emperatriz se había encontrado con alguien igual o más poderosa que ella, incluso más que Setsuna, Hotaru no parecía cansada y los anillos estaban girando alrededor de ella Makoto se limpió la cortada de su mejilla, sintiendo como le ardía y empuñando la espada del rayo firmemente.
-Basta de juegos- El poder de Makoto hizo que desde el cielo cayeran más rayos oscuros, incluso muy cerca de ella y Hotaru, no podía verse superada cuando había llegado tan lejos y estaba dispuesta a todo con alcanzar su objetivo. Dejó a un lado su espada y levantó sus brazos por encima de su cabeza con una mirada de desprecio acumulando el poder de los rayos que caían del firmamento cual pararrayos, sus manos generaron un aura gris.
-¡Rayo imperial de Júpiter!- Makoto lanzó de sus manos un rayo gigante que a su paso destruía lo que quedaba del suelo del palacio, Hotaru lanzó sus anillos cortantes para contrarrestar pero fueron destruidos con facilidad y Sailor Saturn se protegió con su guadaña al recibir el impacto que la empujaba y al mismo tiempo le lastimaba al sentir la electricidad en su cuerpo, finalmente no pudo resistir más y fue empujada fuera del palacio para caer en los campos reales, ahora habían cambiado los papeles con Imperia Júpiter viéndose superior pero Hotaru no se iba a rendir tan fácil.
Aun con el impacto logró pararse mostrando en su cuerpo algunos rasguños y aun envuelta en electricidad observado hacía arriba el cómo Imperia Júpiter le miraba con desprecio, las dos sabían que no había liberado al 100% su poder.
-¡Rayo negro de Júpiter!- Imperia Júpiter volvió al ataque con dos relámpagos serpenteando el campo en dirección a Hotaru y fue cuando la joven Sailor Scout empezó a hacer girar la guadaña para crear un hoyo negro defensivo, absorbiendo los rayos y enviarlos al vacío infinito.
-La ira alimenta tus motivaciones para ocultar su tristeza, esto no va a reparar tu corazón roto Makoto, así que la muerte será lo único que purificará tu alma- Hotaru levantó su guadaña al cielo abriendo el cielo y mostrando más de cien meteoritos hechos de materia oscura.
-¡Furia cósmica!- Hotaru mandó a los meteoritos hacía Makoto, la castaña apenas lograba esquivarlos mientras los meteoritos destruían todo a su paso cual furia de Dios sobre Sodoma y Gomorra, no dejarían nada a su paso. En tanto Imperia Júpiter seguía esquivando los meteoritos y destruirlos pero las cosas iban de forma rápida, no le dejaba moverse como quería y constantemente perdiendo la ventaja.
Hotaru seguía invocando meteoritos a diestra y siniestra, cada vez eran más y el planeta sentía el poder de la mismísima muerte, la ira de una chica que había lo que fuese para destruir a sus enemigos y vengar a su maestra. Imperia Júpiter en un acto que no era propio de ella tuvo que resguardarse y evitar que los meteoritos acabaran con ella pensando en cómo romper esta ofensiva-defensiva que impuso Hotaru.
-No me queda otra alternativa que usar este ataque…con él destruir el planeta del régimen antiguo.- La castaña empezó a reunir todo el poder que tenía almacenado y de los rayos que caían del cielo. Las rocas se levantaban y la tierra empezó a desquebrajarse, los rayos negros y grises eran más notorios, sintiendo como su cuerpo era el catalizador para uno de sus ataques finales.
-¡Voy a mandarte al infierno Hotaru! ¡Ni siquiera la muerte va a detener mis planes!- Makoto gritó con todas sus fuerzas, alimentándose de su odio, dejando pasar los meteoritos a su lado.
-¡Serás juzgada por el imperio del rayo negro! ¡Rayo negro del caos!- Y fue en ese momento cuando Hotaru sintió que algo llegaba a toda velocidad, el mismo cielo donde invocaba los meteoritos apareció una luz brillante que se oscureció de inmediato y cayó encima de Hotaru con un rugido bestial, poco a poco perforando la superficie el planeta y liberando todo su poder en cada rincón del planeta.
Ya no quedaba nada de lo que fue el palacio de Urano, ni se sus campos ni ciudades cercanas, ahora sería un páramo donde el rayo dominaría por completo y donde Makoto puso en juego incluso su energía vital para darle más poder al rayo del caos.
-¡Muere Hotaru! ¡Muere maldita! ¡No te burlarás de mí!- Grito la castaña con mucha hambre de poder, forzando su cuerpo a lo imposible de acabar con la Sailor Scout más poderosa y lo estaba logrando…
-¡Tercer pilar de Cronos!-
La voz de Hotaru llegó a los oídos de Imperia Júpiter, esto debía ser un ilusión, Hotaru abrió un agujero negro debajo de los pies de la castaña y una luz púrpura atacó a la emperatriz con toda sus fuerzas, siendo juzgada por el poder de su planeta guardián, los dos ataques a su máximo potencial rozaron energía que mandó una onda explosiva por toda la vía láctea, pasando a través de las estrellas, pasando por Júpiter y Marte…hasta llegar a la luna y a la tierra.