Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.


Había buscado a Lily, pero no había dado con ella, incluso Victoire le había dicho que no sabía nada de ella, y le creyó, porque las veces que hablo con Rose, le dijo lo mismo, que no sabían nada de ella, que era como si se la hubiese comido la tierra.

—Ya ¿vas a decirme por qué visitas tanto a esa abogada, Weasley? ¿Vas a cambiar de pelirroja? Aprovechando que ya tiene un hijo también.

—No seas ridículo, está llevando el caso de mi amiga, Maya.

— ¿Maya Clarke? –Frunció el ceño Sebastian –no sabía que la conocías.

—Sí, salimos un tiempo, antes de que saliera con Lily.

—Ya veo ¿y qué?

—Está embarazada, y va a quedarse con el bebé, pero por su contrato, no puede.

—Y la mujercita Weasley cree que puede con eso –se mofó.

—Por lo poco que he escuchado, no hay muro lo suficientemente sólido, que logre detenerla.

—Alto ahí, suena a orgullo y admiración en tu voz, que bueno que Lily no está, sino, se encelaría, y no digo en el aspecto sexual.

—No tendría por qué, reconocer que su prima es una excelente profesionista, no tiene nada de malo –frunció el ceño.

—Pero ahora que volvemos al tema ¿por qué no te casas con Maya? Así tendrías contenta a Ada, y le darías un hermanito.

—Ese bebé no es mío.

—Ya lo dijiste, pero, Ada quiere que salgas con alguien. Que no sea Lily, específicamente, y dijiste que aduló a Maya, además, le darías una figura paterna a ese niño.

—Eso no va a pasar.

—Pues ya te comportas como el padre, pagándole a Weasley por llevar el caso.

—Ese asunto es algo que no te interesa, Sebastian.

—Uy, perdón, pero si no sabes nada de Luna, en un mes, deberías considerar, que no volverá, y se encontró algo mejor que tú.

—M—

Lily Luna Potter sonrió encantada cuando el chico de cabellos oscuros y piel bronceada la despertó con un suave beso, se acercó más a él, encantada.

—Tu cuñado no tarda en venir –pronunció, con su encantador acento italiano.

—No es mi cuñado, que mi hermano este enamorado de él, y él de mi hermano, no significa nada –sonrió.

—Así como nosotros, que solo pasamos un buen rato en la cama.

—Sí, algo así –sonrió.

—Me gustas, Lilian.

—Lily –soltó –mi nombre es Lily, y solo Lily, detesto que me cambien el nombre y me digan Lilian, es desagradable, y de mal gusto.

—Me gusta, suena bien.

—Sí, en las que realmente se llaman Lilian, pero yo no, y por favor, respeta mi nombre.

—Bien, Lily –sonrió.

Lily avanzó hasta la ducha, salió justo a tiempo cuando la puerta del apartamento sonó, por fortuna Pedro, su pareja sexual abrió, escuchó la voz de Scorpius, admirando el físico del italiano, que para ser honestos, sí era guapo, y sí estaba buenísimo, pero Lily solo lo veía de forma sexual.

Habían pasado cinco años desde que había llegado a Norteamérica, y seguía enamorada de Edward Lupin, y cada que tenía ese impulso por buscarlo, recurría a Pedro, y eso se estaba haciendo muy seguido.

—Tengo que ir a París ¿no quieres venir? –preguntó Scorpius.

— ¿Puedo decirle a James? –sonrió.

—Claro, y yo le marcaré a mi primo ¿qué dices? –Sonrió, logrando un ceño fruncido de Lily –sí, eso pensaba.

Lily se negó a ir con Scorpius, tenía trabajo que hacer, una vez que se mudó a ese país, y se encontró con Scorpius, buscando ayudar a su hermano por el préstamo, éste le ayudó con todo, pero no quiso saber nada de James Sirius, al igual que ella, ocasionalmente tenía distracciones, pero según una de sus amigas, sus encuentros sexuales se hacían cada vez más escasos desde que se mudó de Alemania ahí, Lily sabía él porque, pero nadie más, contrario de ella, que había tenido bastantes, hasta que conoció a Pedro, y con él tenía buen sexo, y solo eso, y tenían así dos años.

—No te muevas –ordenó el hombre, Lily sonrió para la fotografía.

—Vamos a comer algo, tengo hambre –se quejó.

—Diecisiete mil likes en dos minutos, sin duda eres hermosa –soltó Pedro.

—Eso no paga mis facturas –soltó ella.

—Scorpius lo hace.

—No voy a depender de él toda la vida.

—Aún estás pagando lo que el gobierno te presto por la universidad, más lo que Scorpius te presto, y eso que la terminaste en un año –le recordó Pedro.

—Sí, aún estoy en banca rota –admitió –te toca pagar.

—Deberías abrir tu propia cuenta, los pervertidos te volverán viral.

—No, gracias, lo haré, pero evita etiquetarme.

—Está bien, pero ahora una historia juntos.

—Todo porque pagues mi almuerzo –se burló.

—M—

Edward Lupin gruñó enfadado, Maya le había regalado a Ada un teléfono móvil por su cumpleaños número 13, y desde ese momento, no se había separado de él, desde que amanecía hasta que anochecía, y él era reprendido por Maya cada que decía algo al respecto.

—Adam –se quejó Ada.

—Bueno, al menos a alguien le haces caso –gruñó Ted.

—Tengo que ser una excelente hermana mayor, así que sí, tengo que hacerle caso.

—Con ese maldito aparato pegado a las narices, lo dudo.

—Ya, Ted, déjala en paz un momento –pidió Maya.

—Sí, además, dime ¿puedo subir esta foto de Adam, Maya?

—Claro –sonrió –y etiquétame.

—Claro.

Ted puso los ojos en blanco, su hija y Maya se llevaban muy bien, excelente, de hecho, casi todo el embarazo de Maya, Ada lo había vivido, había sido de alto riesgo, así que él le pidió que se mudara con él, al inicio había sido como amigos, pero en algún momento, Ada había comenzado a llamar a Adam, hermanito, y bueno, tanto Ted como Maya, tenían necesidades que satisfacer, y lo hacían, pero no era algo más allá que eso, aunque todo el mundo pensaba que eran pareja.

Y el hecho de que Ada llamara a Adam, hermano, no ayudó en nada, claro que ya estaban acostumbrados, habían pasado cinco años.

—Tú también deberías usar tu cuenta, papá, la abriste hace tres años, y solo tienes dos fotos.

—La abrí por cuestiones laborales –le recordó.

—No tiene nada de malo, Maya lo usa, Victoire lo usa, mi padrino lo usa, todo el mundo lo usa, hasta el primer ministro.

—Sí, sí, como sea.

—Yo lo usare por ti.

Ada tomó el teléfono de su padre y buscó entre las fotos, cuando eligió una se la mostró, para tener autorización, y como él no contestó, fue Maya quien lo autorizó, Ted observó la foto, era de hacía un año, llevaba un traje negro, se la había tomado, para enviársela a Maya, para saber si se veía bien o debería llevar otro traje.

—Te ves guapísimo ahí, papá –admitió la niña.

—Sí, claro.

—Es más, subamos una tuya con Adam.

Ada les tomó una foto, aprovechando que su padre estaba jugando en la isla, con el pequeño Adam, a su pesar y tras los regaños, posó para la foto, no quería hacerlo, solo porque iba a subirse a internet.

—Ya, es tarde, mejor ve a dormir, mañana tienes clases.

—Claro, descansen, nos veremos mañana –se despidió, besando tanto a Maya como a su padre en la mejilla y se fue a dormir.

—Se ve muy feliz, y tú cada vez más amargado.

—Perdón, no es mi intención –admitió y le sonrió a Adam.

—Ya pasaron cinco años, Ted ¿no crees que deberías buscarla, si sigues enamorado de ella?

—Lily es cosa del pasado, Maya, ella fue quien se fue, la que no regresó mis llamadas, ni mis mensajes.

—Pues sí, pero ¿Victoire no sabe nada?

—Supongo que lo hizo más por su padre que por mí –aceptó –Lily siempre dijo que su padre tenía ojos y oídos en todos lados, si alguien de ellos supiera, automáticamente su padre lo sabría.

—Horrible tener un padre así, y una madre que lo permita, iré a dormir a Adam, te veré en la habitación.

—Claro.

Ted rompió su propia regla de no pensar en Lily, al inicio, se permitía pensar en ella cada tercer día, con el paso del tiempo, solo dos tres veces por semana, una vez a la semana, y una vez por mes, había sido complicado, por supuesto, pero había pasado gran parte de su tiempo en el trabajo, y dedicándolo a Ada, Adam y Maya, como si fuesen la familia feliz que el periódico local había decidido retratar de vez en cuando, no por él, sino por Maya.

Después de que Rose Weasley ganara la demanda que su amiga puso, con todo ese dinero, la chica decidió abrir su propia agencia, dividiéndola en algunos sectores, pero ninguna modelo pesaba menos de lo que deberían pesar según su altura y edad, podían pesar más, pero ella quería romper con la cultura de que mientras más delgada y esquelética se es, más guapa deben considerarte.

Después de un rato, de pensar en Lily, y su paradero, decidió subir a dormir, su compañera estaba terminando de arreglarse para ir a la cama, le sonrió comprensiva, al saber que había estado retrasándolo un tiempo.

—Si tanto quieres volver a verla, búscala, paga a un investigador privado y que la encuentre.

—No puedo creer que Harry Potter haya sido tan… despreciable, como para hacer que ella se escondiera tanto.

—Las familias poderosas, son un problema –se encogió de hombros –así que… que bueno que no seas así.

—M—

El sonido de notificaciones era cada vez más constante, así que Ted se levantó enfadado y le quitó el móvil a su hija, que renegó de inmediato, quitándoselo de las manos, Maya había hecho un monstruo de Ada, y bueno, él había permitido que se comportaran más como madre e hija, que otra cosa.

—Estoy en medio de una plática –informó Ada.

—El sonido de tus notificaciones me van a volver loco, así que ponlo en silencio, o lo arrojaré por la ventana, Ada, es en serio.

—Lo lamento, debes trabajar más con tu paciencia, así como yo, cada que te frustras gruñes cada tres segundos ¿y te he dicho algo?

— ¿Con quién estás hablando? –Le volvió a quitar el teléfono –eres menor, tengo que revisar tus conversaciones, no quiero que te dejes engañar tan fácilmente.

Ted observó la notificación que le llegó.

yliLunaPortert.

Luces maravillosa en tus fotos, toda una hermosura.

Frunció el ceño, el mensaje no le agradó para nada, así que fue de inmediato a revisar la conversación, que había iniciado hacía dos días en comunicación, sin embargo, tenía una enorme cantidad de mensajes.

— ¿Quién es? –Le mostró el mensaje.

—Puedes ver la cuenta.

Ted tocó en el nombre al que no le prestó atención, la foto de perfil era de un mapa con gafas, el perfil tenía más de mil seguidores y simplemente tres seguidos, entre ellos, el perfil de Ada, y otras dos personas que él desconocía, la biografía decía: Es mejor que te mantengas tímido, escondido al otro lado y sin tocar. Las primeras seis fotos que se veían bien eran de posters sobre ciencia, y comida, así que tuvo que deslizarse más abajo, el rostro de Lily apreció en la foto más próxima, haciendo que el corazón de Ted se agitara, se veía que era una foto reciente, se veía completamente hermosa.

—Se unió hace como un mes –informó Ada –no me tomó mucho tiempo encontrarla, se volvió popular por su novio.

—Su ¿Su novio?

—Sí, mira –le quitó el teléfono y entró a otra cuenta, el tipo no era atractivo, o eso pensó Ted, sin embargo, tenía muchas fotos juntos, Ada puso un video.

La risa de Lily fue lo primero que se escuchó y después la voz del tipo.

—He estado intentando que esta preciosura hable en italiano, quiere tener un acento bonito, le he dicho que nada mejor que hablar el inglés con acento italiano, y he conseguido esto –la risa de Lily se volvió más clara, la enfocó, él estaba sentado sobre la cama, pero Lily estaba recostada, cobijando solo su torso con la sabana, la conocía, sabía que estaba desnuda –díganle algo ¿quieren? Italian Vs American.

—Creo que alguien tiene que decirle que es británica –comentó Ada, poniendo los ojos en blanco –si me preguntas, lo odio –informó la chica.

—Al parecer, no te gusta ninguno de los novios de Lily –soltó Ted.

—Claro que sí –soltó su hija –ella tenía el mejor novio de todos –el castaño levantó la vista a su hija y ésta levantó el teléfono de nueva cuenta –se reencontraron en Sicilia al parecer.

Ted vio la imagen de Jarvis Whisp junto a Lily, el tipo tenía el rostro oculto en el cuello de la pelirroja, sujetándola de la cintura contra él.

—Jarvis me gustaba para ella –sonrió.

—Me disculpo en ese caso.

—Si pensaste por un momento, que diría que tú, te lo reitero, me alegra que lo suyo no funcionara.

—Gracias por la honestidad, Ada.

—Maya es maravillosa, y siempre quise un hermano, aunque ya sé que Adam no lleva mi sangre, lo quiero como si la tuviese, ahora ¿puedo seguir hablando con ella? –le sonrió.

—Desde luego.

Lo primero que hizo Ted al estar solo, fue buscarla, para tener poco tiempo en esa red social, la pelirroja tenía muchas fotografías, él no podía quejarse, en la mayoría de ellas salía en traje de baño, las imágenes que tenía ahí no le pedían nada a las que en su momento le envió en privado.

Se odió a si mismo por revisar el perfil del otro tipo, al parecer, a muchas chicas él parecía de ensueño, pero para él, era un tipo como cualquiera, no entendía la razón por la cual Lily podría salir con él, como bien lo había dicho Ada, Jarvis Whisp era mucho más atractivo que ese.

Se salió del perfil del tipo, volviendo al propio, al parecer, Ada y Maya habían estado bastante ocupadas compartiendo cosas desde su cuenta, sonrió al ver las fotos de Adam que habían subido.