Una Excursión al Callejón Diagon I
Dos días después del funeral, una lechuza blanca como la nieve se había lanzado contra la ventana del dormitorio de Severus, haciendo que saltara de la cama.
La lechuza llevaba un mensaje de Damocles que contenía una receta, incluyendo notas al pie de potenciales ingredientes que parecían bastante similares a lo que recordaba de su vida anterior. Probablemente no era perfecta, pero constituía una excelente base sobre la que trabajar.
La lechuza no se marcharía hasta que obtuviera una nota de vuelta, así que Severus escribió en una breve respuesta que podría comenzar a trabajar en ello en cuanto regresara a Hogwarts.
Hoy era su cumpleaños, y si no fuera porque iba a comprar una nueva varita hoy, la receta podría haber sido el mejor regalo que había recibido hasta ahora.
Incapaz de dormir más, se duchó, se vistió y se dirigió a la cocina. Cuando abrió la nevera, descubrió una gran caja con una tarta de chocolate dentro. Tuvo la sensación de que podría ser para él. Así que cerró la nevera y fingió que no la había visto. Encendió la cafetera para que pudiera preparar café y se sentó en el sofá.
A juzgar por los suaves ruidos sordos en la escalera, Lily también debía haberse levantado.
'¡Sabía que estabas despierto!' dijo Lily alegremente cuando entró en la sala. Saltó sobre el sofá a su lado y le dio un abrazo. '¡Feliz cumpleaños, Sev!'
'Gracias, Lily,' dijo mientras le devolvía el abrazo, feliz de enterrar el rostro en su cabello.
'Es la primera vez desde que comenzamos Hogwarts que estamos juntos por tu cumpleaños,' dijo Lily con una sonrisa.
'Aunque ya sabes que nunca me importó mucho celebrar mi cumpleaños,' dijo Severus un poco de mala gana.
'Oh, ya lo sé, Sev,' gimió Lily. 'Al igual que nunca quieres un regalo que no puedas usar ni comer.'
Para el momento que el café estuvo listo, toda la familia se había reunido alrededor de la mesa a desayunar.
'Severus,' dijo Petunia mientras se dirigía a la nevera, 'porque sabemos cuánto te encanta el chocolate, te compramos una tarta de chocolate para tu cumpleaños.'
Petunia había puesto dieciséis velas en la tarta, las encendió con una cerilla y la sirvió frente a Severus.
'Gracias, Petunia,' dijo él sinceramente. 'No recuerdo tener nunca una tarta por mi cumpleaños.'
'Es mejor que pidas un deseo cuando soples las velas,' dijo Lily, mirando hambrienta la tarta frente a Severus.
'¿Eso es lo que se supone que debo hacer?'
Lily se quedó boquiabierta. '¿Me estás diciendo en serio que no sabías que tenías que soplar las velas?'
'Como dije, no recuerdo tener nunca una tarta de cumpleaños,' dijo con un poco de vergüenza. 'Pero si se supone que tengo que pedir un deseo, entonces deseo encontrar la mejor varita nueva en Ollivander hoy.'
Severus estaba a punto de soplar las velas cuando Lily dejó escapar un gemido ahogado. 'Se supone que no tienes que decir tu deseo en voz alta, tonto. ¡Ahora no se cumplirá!'
Severus levantó la mirada hacia Lily. 'Lo haré a tu manera,' dijo bromeando. Pidió un deseo entro de su cabeza y sopló las velas. 'Ya está, hecho.'
'No deseaste lo mismo, ¿verdad?'
'No, no lo hice.'
Como Severus había esperado, los ojos de Lily comenzaron a relucir. '¿Vas a decirme lo que deseaste?'
'Pensaba que se suponía que no debía decirlo.'
'Ahora estás picándome la curiosidad,' dijo Lily.
'Sé que estoy picándote la curiosidad,' respondió Severus burlón. 'Y no voy a decírtelo.'
'Mientras seguís discutiendo,' dijo Erwin, 'voy a servirme un trozo. No todos los días tienes tarta de chocolate para desayunar.'
Sin aviso, Erwin cogió la tarta de las manos de Severus y comenzó a cortarla en trozos iguales.
'¿Me lo dirás en privado?' dijo Lily, poniendo ojos grandes.
'No, se supone que no debo decir una palabra, así que no lo haré,' dijo Severus mientras tomaba el pedazo de tarta que Erwin le pasó.
Lily no volvió a preguntar cuando comenzó a comer su trozo de tarta, pero Severus sabía que iba a continuar intentando sonsacárselo a toda costa.
'Petunia,' dijo Severus. '¿Vas a venir con nosotros al Callejón Diagon hoy?'
'Pensé en ello,' dijo Petunia mientras dejaba su tenedor. 'Y sí, me gustaría verlo esta vez.'
Lily levantó la mirada hacia su hermana con sorpresa. '¿Dices eso en serio?' le preguntó alegre.
'Lo hago. Quiero decir, puede que no sea capaz de ser parte de todo ello, pero quizá me iría bien inspiración para algunos bocetos nuevos.'
Lily se veía como si fuera a llorar. 'Me alegro tanto de que vengas con nosotros, Tuney. De verdad significa mucho.'
'Y yo me quedo,' dijo Árnica. 'No es que no quiera ir, pero el viaje a Londres es un poco demasiado lejos para que cinco personas se apretujen en el coche.'
Erwin estaba mirando hacia adelante con expresión soñadora. '¿Alguna idea de si esa heladería está abierta en invierno, Severus?'
'No tengo ni idea,' respondió él. 'Pero creo que todas las tiendas permanecen abiertas a lo largo de todo el año, así que supongo que la heladería también debe estarlo.'
'Espléndido, y también deberíamos ir a la tienda de música y a Scribbulus y a esa librería y-'
'-estás parloteando, papá,' lo interrumpió Lily. 'Iremos a todos esos sitios, pero primero deberíamos comprar la nueva varita de Sev.'
'Y eso también.'
Después de que todos terminaron su tarta, se prepararon para salir hacia Londres.
Árnica siguió diciéndoles adiós con la mano hasta que doblaron la esquina de la calle.
'¿Trajiste tus galeones?' le preguntó Lily a Severus. Severus estaba sentado en el asiento del copiloto.
'Lo hice,' dijo él mientras sacudía la bolsa de dinero debajo de su capa. '¿Tú todavía tienes algo?'
'Yo tengo algunos,' respondió Erwin. 'No mucho, pero debería ser suficiente para comprarnos algo bonito si queremos.'
'Es un tipo diferente de dinero, ¿no?' preguntó Petunia con curiosidad.
'Toma,' dijo Erwin mientras se sacaba una faltriquera del bolsillo. 'Echa un vistazo.'
'Interesante,' dijo Petunia mientras los sostenía a la luz. 'Aunque, ¿por qué utilizáis un tipo de dinero distinto?'
'Porque el dinero es propiedad del gobierno,' afirmó Severus. 'Y como el mundo mágico tiene su propio gobierno, también tenemos nuestro propio dinero.'
'Eso tiene sentido,' dijo Petunia mientras le devolvía las monedas a Erwin. '¿Dónde está exactamente esta Diagonal?'
'¿Te refieres al Callejón Diagon?' preguntó Severus con una amplia sonrisa. 'Está en el centro de Londres, así que adivino que vamos a aparcar en algún lugar del oeste de Londres y coger el metro desde allí.'
'Eso es lo que hacemos habitualmente cuando vamos,' dijo Lily. 'Y recuérdame que deberíamos ir a buscar suministros de pociones mientras estemos allí.'
Con una punzada, Severus se dio cuenta de que todavía no le había hablado de la carta de Damocles. 'Lily, casi olvidé decírtelo. Recibí carta de Damocles esta mañana. Tenía una receta que podría funcionar para la poción contra la licantropía que estamos intentando crear.'
'¡Eso es estupendo, Sev! ¿Hay algo que tengas que comprar?'
'Nada que no tengamos en Hogwarts. Pero estoy emocionado por comenzar a elaborar y probar los resultados.'
'¿Cómo exactamente vas a probar los resultados?'
'Digamos que hay un hombre-lobo que-'
'-Wow wow, espera,' interrumpió Erwin. '¿Qué tipo de poción estás elaborando exactamente?'
'Estoy trabajando junto a un pocionista en algo potencialmente revolucionario,' dijo Severus despreocupado. 'Se supone que ayudará a personas que sufren licantropía-'
'¿Qué es licantropía?'
'Es una enfermedad que te convierte en hombre-lobo cada luna llena si has sido infectado por otro hombre-lobo. Estamos intentando encontrar una manera de que conserven su mente humana una vez se transforman, de modo que no sean dañinos para su ambiente.'
'Entonces, ¿los hombres-lobo existen de verdad?' dijo Erwin, mirando perplejo.
'Claro que lo hacen, al igual que los vampiros, los centauros y el monstruo del Lago Ness. Aunque Nessy es técnicamente un Kelpie.'
'Entonces, ¿conoces a alguien que es un hombre-lobo real?' preguntó Petunia alucinada.
'Sí, conozco personalmente a alguien que es un hombre-lobo.'
'¿Quién sería ése?' preguntó Lily con curiosidad.
'Lo siento, Lily, pero me temo que no soy yo quien debe decirte eso.'
'Está bien,' dijo Lily. 'Tengo más curiosidad por saber qué deseaste cuando soplaste las velas.'
'Aun así no voy a decírtelo,' dijo Severus con una amplia sonrisa.
Erwin miró a Severus, que ahora estaba mirando la carretera ante ellos.
'Creo que sé lo que deseaste,' le dijo Erwin a Severus con un centelleo en los ojos.
Severus miró a Erwin, y por un entendimiento tácito entre ellos, Severus supo que la sospecha de Erwin era correcta.
'Pero no voy a decir nada, desde luego,' añadió Erwin. 'Es cosa de Severus decírtelo.'
'¡Oh, esto es tan injusto!' se enfurruñó Lily. 'Tengo tanta curiosidad.'
'¿Por qué tienes tantas ganas de saberlo?' le preguntó Petunia a Lily. 'Si no quiere decírtelo entonces no lo hace.'
'Dice la chica que siempre está chismorreando sobre todas las cosas cuando nos vamos a la cama,' respondió Lily. 'Sólo tengo curiosidad. Quizá sea algo que yo pueda hacer que suceda si supiera qué es.'
'No creo que lo hicieras, Lily,' dijo Severus con seriedad.
'¿Me enteraré alguna vez?'
'Quizá, cuando sea al momento apropiado.'
Lily dejó escapar un gemido. 'Ahora estoy más confundida que nunca.'
'Bien, porque así es exactamente como quiero que estés.'
El resto del viaje en coche a Londres consistió principalmente en charla sobre cosas sin importancia.
Finalmente, llegaron a la vista del oeste de Londres y Erwin aparcó el coche cerca de una estación de metro. Cogieron el metro hasta Tottenham Court Road y, una vez salieron, caminaron hasta Charing Cross Road.
Encajado entre una librería y una tienda de discos, estaba el Caldero Chorreante.
'¿Qué estamos buscando exactamente?' preguntó Petunia. 'A mí me parece un muro de ladrillo.'
'Se supone que no debes sólo mirar. Se supone que debes creer,' le susurró Severus al oído. 'Justo frente a ti hay un pub llamado el Caldero Chorreante.'
Petunia encaró el centro del muro y, después de un momento o dos, sus ojos se abrieron más y más. El pub, ya visible para Lily y Severus (y para Erwin, habiendo estado allí antes), ahora apareció ante Petunia.
'Esto es maravilloso,' dijo emocionada. 'Entonces, ¿el Callejón Diagon está detrás del pub?'
'Acertaste,' dijo Severus, '¿Estás lista?'
