DECISIONES EN PUERTA
Sábado por la noche a inicios de junio en Hogwarts. Los exámenes finales estaban a punto de comenzar, lo que significaba especial presión para los alumnos de quinto y de séptimo grado. También para los profesores, quienes estaban llenos de trabajo.
Pero una pareja de enamorados había decidido olvidarse de esas preocupaciones y compartían un momento de intimidad en la cama.
- Eres preciosa…- suspiró Remus acariciando el rostro de la chica con la que acababa de hacer el amor. Ella sonrió con dulzura.
- Abrázame- le pidió- me encanta sentir el calor de tu piel… ¿sabes…?
Hermione comenzó a hablar, envolviendo a Remus en una dulce conversación que hizo que él desistiera de su intención de tocar un tema delicado que había surgido hacía un par de días.
********** Flash Back **********
Muy temprano por la mañana Hermione se encontraba en la enfermería, sentada a un lado de la cama donde se encontraba Remus. La noche anterior había sido luna llena y como ya era costumbre cada mes, ella lo visitaba mientras él se recuperaba de su transformación. Ahora la diferencia es que contaba con la autorización del director y ya no tenía que hacerlo a escondidas. Se encontraban charlando animadamente cuando él apareció en el lugar.
- Buenos días, tórtolos- saludó con ánimo mientras se acercaba a ellos.
- Buenos días, profesor Dumbledore- saludó Hermione.
- Hola Albus…
- Luces bien, muchacho- comentó el director dirigiéndose a Remus- pareciera que anoche hubo luna nueva en lugar de luna llena.
- Oh sí- respondió Remus animado-me siento bien. Creo que me dará tiempo llegar a desayunar y a la primera clase del día, no será necesario que Severus me cubra.
En ese momento la puerta se abrió y Madame Ponfrey se asomó en el lugar.
- Oh, Madamme Pomfrey… llega a tiempo- dijo Dumbledore. La enfermera entró cargando un maletín.
- Manos a la obra- dijo la mujer- ven hijo… siéntate en la orilla- le indicó a Remus.
Dumbledore y Hermione permanecieron en silencio mientras Madamme Pomfrey se disponía a hacer mediciones del estado de salud del joven licántropo.
- ¿Y bien?- inquirió Dumbledore una vez que terminó.
- Parece que todo está en orden. Su temperatura, presión, respiración y ritmo cardiaco están dentro de los parámetros normales; puede irse a trabajar sin problemas. De cualquier forma en un momento le traeré una poción revitalizante.
- Excelente. Muchas gracias, querida.
- Por nada- respondió la mujer tomando su maletín y dándole unas palmaditas a Remus en el hombro antes de retirarse.
De pronto Dumbledore parecía un poco inquieto.
- ¿Hay algo que me quieras decir?- le preguntó Remus al notarlo.
El anciano asintió y dirigiéndose cortésmente a Hermione dijo:
- Señorita Granger, ¿podría darnos unos minutos…?
Ella dio un respingo un tanto azorada. No esperaba tal petición, sin embargo contestó atropelladamente:
- Claro… me adelantaré a desayunar.
Tras dirigirle una sonrisa a Remus ella se retiró del lugar. Una vez que los dos hombres se quedaron a solas, el profesor Dumbledore se sacó un pergamino del bolsillo de la túnica y se lo entregó a Remus.
- Ayer por la tarde me llegó esta carta desde Grecia- Remus la tomó y el director añadió- es del doctor Yraclis Psihas.
Remus la leyó detenidamente. Un mar de emociones lo invadió al hacerlo.
- ¿Qué te parece?- le preguntó Dumbledore cuando hubo terminado.
Remus estaba incrédulo.
- ¿En verdad crees que él…
Dumbledore se encogió de hombros.
- ¿Qué te puedo decir? Él lleva más de veinte años estudiando la licantropía… los otros alquimistas y yo nos hemos basado en su trabajo para ayudarte en los últimos meses, así que…
Remus releyó en voz alta aquél fragmento de la carta que más ruido le había hecho:
- "Me he dedicado a experimentar con las muestras de sangre que le tomé al señor Lupin después de la luna llena de marzo, obteniendo diferentes resultados. Fui capaz de eliminar los lykógenos de una de ellas. Si mis teorías son correctas, estamos a punto de dar un gran paso en la alquimia… y Lupin sería la clave para ello." Cielos…
- ¿Te imaginas lo que eso significaría?- dijo Dumbledore con un temblor de emoción en la voz- Remus: estamos hablando de una cura para la licantropía…
El cerebro de Remus no alcanzaba a asimilarlo. Un antídoto para eliminar la licantropía… para curarse… y ayudar a muchos otros que como él, sufrían la maldición de ser un hombre lobo.
- Pero eso implicaría que…- comenzó Remus. Dumbledore asintió con la cabeza, sabiendo lo que el joven profesor diría.
- Sí, muchacho. Me temo que es indispensable que te vayas a Grecia, al laboratorio del doctor Psihas para que él avance con la investigación…
- ¿Por cuánto tiempo sería?
- Imposible decirlo. Podrían ser semanas o meses, no lo sé. El doctor Psihas lleva años trabajando en esto.
********** Fin Flash Back **********
Hermione se había quedado plácidamente dormida abrazada a él. Adoraba observarla, eso lo llenaba de paz.
¿Cómo se lo diría? Sabía que debía hacerlo. Sólo que, ¿cuándo? ¿Una vez que ya hubiera decidido qué hacer? O… ¿sería que ella lo ayudaría a decidir?
Suspiró y suavemente besó su frente. Ya hablaría mañana con ella; por lo pronto disfrutaría tenerla entre sus brazos el resto de la noche.
FIN
N/A: los invito a leer la nota de autor final en el siguiente capítulo!
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