Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.


Lily estaba recostada en el camastro, observando las fotos que había subido Ada, les dio me gusta, le sorprendía que siendo una niña, tuviese redes sociales, pero bueno, jamás en la vida iba a negarse a aceptarla en algo, que las cosas con Ted no funcionaran, no quería decir que el cariño que tenía por ella había muerto.

Sonrió cuando vio que inició una transmisión en vivo, así que fue de inmediato, la imagen era de un niño pequeño, tres o cuatro años, máximo, estaba comiendo tranquilamente.

Diles, a donde vamos a ir, Adam –soltó encantada la niña.

Paris –informó el niño.

Así es, mi hermano tiene razón, iremos a París.

El corazón de Lily se estrujó al escuchar la palabra hermano, el niño era su hermano ¿qué rayos? Se preguntó, vio los comentarios, a nadie parecía sorprenderle.

Papá, dice una amiga mía, que si puedes voltear a la cámara –se rió –aprovechando que no traes camisa.

Ada –la reprendió.

El corazón de la pelirroja se agitó aún más, su voz sonaba igual de sexy que años atrás, y ocasionaba lo mismo que en su momento, suspiró, observó la transmisión pero no le prestó mucha atención, una vez que la mujer que reconoció, como la que le envió esas fotos seductoras cuando estaban en Alemania, todo lo que provocó verlo, murió.

Por mucho que le juró que no le interesaba y que no veía las fotos, ellos estaban juntos, cuando embarazó a la mujer, o de inmediato corrió a sus brazos una vez que lo dejó, cualquiera de las dos, era una idea espantosa, no le importaría si el niño tuviese tres o dos años, pero… cuatro o cinco.

—Tengo que ir a París ¿quieres ir conmigo? –Preguntó Scorpius.

—No –soltó negándose de inmediato.

—Vaya, que mal, pero bueno, primero haré una escala a Londres ¿segura que no quieres venir a París?

—Me quedo en tu escala, quiero ver a James –sonrió.

—Claro, James.

—Aunque hubiese querido ver a quien insinúas, Ada me acaba de dejar saber, que ahora está con otra mujer y tienen un hijo.

—Eso no es cierto ¿o sí? –Scorpius se sentó junto a ella.

Lily lo observó buscarlo, las fotos de su perfil eran bastantes, la mayoría de él y su hijo, o de Ada y el niño, de él con Maya Clarke, y solo.

—Ah, pero sí que los años le favorecen a este idiota –se quejó Scorpius y se salió –me deprimo de solo verlo.

—Tú eres súper sexy, sino fueras gay, y no te gustara mi hermano, sin duda te hubiese seducido –sonrió dulce.

—Y de no estar enamorada de Ted, porque seamos honestos, si me gustaran las chicas, pero a ti te gustara Ted, jamás pondrías los ojos en mí ¿me equivoco?

—Si pongo mis ojos primero en ti, jamás los pondría en él –sonrió divertida.

—Bien, nos vamos en dos horas, te quedarás en mi apartamento ¿bien? ¿Tal vez quieres ir con tus padres? –Sonrió.

—Eres cruel –sonrió la pelirroja –por lo tanto, quiero que sepas, que, si James no me dijo nada de ti, no es porque no quisiera algo contigo, por el contrario, no me dijo, porque pensé que lo odiaría.

—Viviría escondido por él ¿eso es lo que quieres decir? –Se burló.

—Creo que más bien, James quería saber si lo suyo funcionaría primero, antes de dejarlo todo por ti.

—Dudo eso, Lily –se puso de pie.

—Una vez que mi padre se enteró que me acosté con tu primo, quiso usarlo, para obligarnos a casarnos –Scorpius se giró hasta ella –como me negué, me sacó de la familia ¿sabes que hubiese pasado de quedarme en Inglaterra? –Scorpius negó –me hubiese cerrado las puertas de todo, viviría y moriría en la calle, sin apoyo.

—Tenías a tu hermano –informó.

—A él también le estaba buscando una buena esposa, digna de los Potter, pero él estaba juntando y vendiendo todo, para poder venir a buscarte, Scor, y eso ya te lo dije, yo no puedo ir con Ted y decirle que aún lo amo, porque él está con otra mujer, y tiene una nueva familia, es feliz, pero… no creo que James lo sea, no sin ti, al menos.

—Nos veremos en el hangar –informó Scorpius, saliendo.

La pelirroja ya no quiso insistirle al rubio, solo ocasionaría más fricciones, pero sí podía hacer otra cosa, buscó el contacto de su hermano, y le mandó todos los detalles que encontró de la estadía de Scorpius en París, usó lo poco que tenía para pagar los boletos de ida y de regreso de James y el hotel, eso la dejaría en el borde de la bancarrota.

—M—

Ted observó a Victoire chillar de felicidad, frunció el ceño, pensó que no le diría la razón, pero le mostró la pantalla de su celular, era Lily, un jet privado se veía a sus espaldas, y lo único que tenía en la descripción, era un emoji de la bandera del Reino Unido.

—Está aquí –informó fascinada.

—Ah, ¿eso quiere decir que sabías donde estaba? –Elevó una ceja.

—Sí –admitió apenada –pero para que sepas, no le dije a nadie, ni siquiera a James.

—Y ¿por qué no?

—Lily ha estado al cuidado de Scorpius Malfoy todos estos años, y él no quiere que James sepa dónde está, así que decirle donde está exactamente su hermana, es… decirle donde está Scorpius.

—Como sea…

—Ted ¿en serio no te interesa verla otra vez?

—Ada me dijo que ella tiene novio, así que… lo mejor es que cada uno siga su camino.

—Si eres consciente de que Maya, está comenzando a salir con alguien ¿no es así?

—Desde luego que lo sé, ella y yo, solo somos amigos, pero nada más, la verdad, es la comodidad y la rutina lo que nos ha dejado juntos cinco años, pero nada más.

—Vayamos a comer –sonrió la rubia.

—Bien, pero llevaré a Ada y Adam, me toca cuidarlos a mí.

—Perfecto.

Victoire observó a Ada, que estaba en su teléfono móvil, escribiendo con una sonrisa en el rostro, hacía diez minutos, le había dicho a Ted que estaba charlando con Lily, pero la rubia era una mujer con experiencia, era mujer, al final de cuentas, sabía que la adolescente estaba platicando con un chico.

—Que tu padre no se entere que te gusta un chico, o se pondrá histérico –le sonrió Victoire, recargándose en la mesa.

—Yo no…

—Vamos, somos mujeres, sé lo que es que te gusten los chicos, es normal, pero los padres se ponen protectores respecto a sus hijas.

—Papá no es de esa clase de padres –informó Ada, lógicamente.

—No lo es, pero ¿recuerdas cómo te negaste a que él estuviese con Lily? –Le sonrió dulce –bueno, digamos que ahora llegó su momento.

—Se vengará conmigo porque no lo quería con Lily ¿no?

—En esa época, eras muy chica para comprenderlo, Ada, pero, ahora que comienzas a tener interés en los chicos, dime ¿te gustaría que tu padre se opusiera a que estuvieras con alguien que te gustara mucho? –Ada apretó los labios –no digo que lo vaya a hacer –informó –es solo que… él realmente ama a Lily, sí –la interrumpió –aun la ama, y conociendo a Lily, ella a tu padre.

—Yo… para ser honesta, Vic, realmente quería que papá se casara con Lily, así ella, podría pasar todo el tiempo en casa.

—Entonces, no comprendo ¿por qué rayos te opusiste tanto a eso?

—Celos, quizás –se encogió de hombros –ninguno de los dos me prestaba atención cuando estaba el otro, y si ellos salían, me quedaría sola, Lily fue la primera niñera que se interesó en mí, en lo que sentía sobre cómo papá me educaba, y… no quería que papá me la quitara, en ese tiempo, creí que Lily era mía, solo mía, no quería compartirla con papá.

—Espera, entonces, tus celos eran que tu papá te quitara a Lily, y no al revés –se burló –sí que vivimos engañados todo este tiempo.

—Vi que está en el país –informó Ada.

—Sí, vino a ver a James, su hermano, hablé con ella, y bueno, piensa que tu padre está casado, y que Adam es su hijo realmente.

—Vic, tengo una idea –le sonrió –pero dime ¿estás segura que ellos dos se aman realmente? Digo, después de tantos años –la observó apenada.

—Un amor como el de ellos, Ada, no se va con cinco años de separación, simplemente, ella te sigue adorando, a pesar de que te comportaste de forma cruel con ella.

—Tienes razón, no merezco que Lily me quiera –suspiró –pero… tengo una idea ¿quieres ayudarme a que papá y Lily estén juntos?

—Cuenta conmigo –le sonrió.

Ted observó a las dos mujeres que se quedaron calladas a mitad de la conversación en cuanto él llegó, aquello no le agradaba para nada, pero no dijo nada, se sentó de forma que alcanzara a ver a Adam jugando tranquilamente con otros niños.

—Ese silencio repentino, no me agrada ¿qué pasa?

—Le preguntaba a Victoire sobre si era normal que en el periodo menstrual…

—Ya –la cortó –está bien, si no me preguntaste a mí de primera instancia, o a Maya…

—No te pregunté a ti, porque no tienes periodo menstrual –le informó –no puedes saber si los cólicos son normales, porque tampoco estudiaste ginecología –informó la adolescente.

—Cierto, pero investigué mucho, tengo una hija, y era padre soltero –se encogió de hombros.

—Eras, ya no, por fortuna, tienes amigas mujeres, que pueden orientarme con esto de volverse adolescente y los cambios físicos y de humor –informó.

—Bien, bien, no me meto en lo que no sé, y dejo que las expertas hablen.

Ted sonrió al ver a su hija poner los ojos en blanco, y como su padre no puso cara de espanto, y no le pareció incómodo, la charla se giró en torno al periodo menstrual y las cosas comunes, que las chicas primerizas pensaban que no lo eran tanto.

—Papá, estaba pensando en tener una noche de chicas, con Victoire –sonrió –dime ¿me das permiso de quedarme en su apartamento?

—Si ella no tiene problemas, por mí está bien.

— ¿Por qué tendría problemas porque se quedara en mi apartamento? –Preguntó Victoire, confundida.

—Por qué claramente es ella quien se invitó sola, y si tú tienes compromisos…

—No tengo ninguno –le guiñó un ojo.

—M—

Lily sonrió feliz cuando Ada corrió hasta ella para abrazarla, estaba demasiado alta, al parecer, había heredado eso de su padre, porque estaba a centímetros de alcanzar a Lily, haciéndole sentir acomplejada, al menos un poco.

—Me alegra verte –sonrió la niña –pensé que no volverías.

—Descuida, estoy aquí, aunque no creo que sea muy seguido mi paso por Inglaterra.

—Pero dime ¿cuánto tiempo vas a quedarte?

—Una semana ¿por qué? –Preguntó Lily.

—Bueno, si no vas a volver pronto, quería ver si podíamos aprovechar tu estadía, si no es que me odias, por separarte de mi padre.

—Bueno, Ada, no tuviste mucha oportunidad, él solo arruinó las cosas, aunque he de admitir, que realmente, si no llegabas a tolerar la relación, en cierto punto, él no iba a elegirme sobre ti, y yo no tendría problema con eso, para mí, que tú y él estuvieran bien, era lo que más importaba e importa.

—Perdón por ser una mala persona –la abrazó.

—No eres una mala persona, solo eres una hija, protegiendo a su padre.

—Para nada –se burló Victoire, sacando la cuchara de Nutella de la boca –en realidad, no quería a su papá cerca de ti, no al revés.

—No comprendo –admitió.

—Tú, eras de ella, no de Ted, no podías ser de Ted, porque tú le pertenecías, no él.

—Ah –sonrió, abrazando más a la niña que la rodeaba de la cintura con demasiada fuerza, sí, incluso en eso, se parecía a su padre.

La noche de chicas fue asombrosa para Ada, claramente no le comentaron nada a la pelirroja sobre sus planes, la dejaron en total obscuridad, se tomaron fotos y las subieron a redes sociales, charlaron de cosas sin importancia, se contaron secretos, se pusieron tan al día como pudieron.

—Sigue durmiéndose temprano –sonrió Lily, al ver a Ada, dormida en el sofá.

—Sí, algunas cosas nunca cambian –se burló Vic.

—Bueno, adora a la esposa de Ted, eso es nuevo –bufó Lily.

—Ted no está casado –informó Vic –él y Maya, tienen lo mismo que tú y Pedro –informó.

—No, nosotros no tenemos un hijo en común.

—Ellos tampoco, Adam es Clarke, no Lupin –le informó.

—Pero Ada hace comentarios sobre él como "Hermano", y la mayoría de lo que Ted sube, es de Adam y…

—Lily, lo acosas en internet –la empujó emocionada.

—Cinco años, y aun cuando estoy con otro, pienso en él ¿qué tan sano es eso? –Puso mala cara.

—Bueno, diría esa famosa canción "Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida". ¿No es así? Digo, volviste a Londres.

—Sí, pero no por mucho tiempo, no quiero a papá, cerrándome las puertas, tengo un trabajo mediocre en Norteamérica, pero me ayuda a pagarle al gobierno lo que le debo, y a Scorpius lo que me presta para pagarle al gobierno –se burló.

—Hablando de él ¿qué hay con James? –Sonrió entusiasta.

—Lo envíe a París, supongo que en estos momentos, o están peleando, o están en la habitación de hotel, rompiendo la cama –las dos soltaron una carcajada divertida.

La charla entre Victoire y Lily se extendió casi toda la madrugada, cuando Ada abrió los ojos, la pelirroja apenas acababa de cerrarlos hacía diez minutos atrás, aun así, se desperezó y se levantó, junto con su prima que fue a ducharse, porque tenía que ir al trabajo.

—M—

Los días habían avanzado lentamente para Lily, aun así, Scorpius apareció en su puerta, anunciando el final de su viaje, se irían a primera hora del día siguiente, y bueno, la esperanza de que Edward Lupin tocara a su puerta se había evaporado, así como su esperanza porque James y Scorpius solucionaran sus problemas, no pudo preguntarle nada al respecto, porque lo conocía, sabía que no había aceptado las disculpas de James, por eso estaba ahí solo.

—Te llama el fabuloso Hugo Weasley –soltó Scor, dándole su teléfono.

—Es cierto, no le dije que estaba aquí, no es mi culpa si no me sigue en redes –bromeó.

Eres la peor prima, pero llegas como caída del cielo.

—Ah, claro, hola primero ¿no?

Hola, James y yo necesitamos verte ¿dónde estás? –Preguntó.

—Tú y James, quieren verme –Scorpius levantó la vista y negó –mejor dime ¿Dónde los veo?

Bueno, no tenemos tiempo para esto –soltó –verás, ¿recuerdas los favores que me hacías y salías con los chicos?

—Hugo, no hago eso más.

Sí, lo sé, pero tendrás que volver a hacerlo –informó.