Navidad
Serena frunció el ceño en concentración, mirando a su enemigo fijamente. Su contrincante, interperrito, pareció devolverla la misma mirada y ella le gruño amenazadora.
-Deja ya de mirar esa servilleta y haz la rosa Serena- La interrumpió Rei, mirándola con las manos en las caderas, en su papel de capitán de un barco transatlántico. Serena la miro molesta y luego hizo un puchero.
-No puedo hacer esta tonta rosa Rei, ¿no podemos solo poner las servilletas, como, no sé... una servilleta? - mostró sus dientes intentando ganarse la simpatía de su amiga, pero ella era implacable
-No- dijo de forma rotunda- Hemos planeado esta fiesta dos semanas, y la mesa de la cena de noche buena debe salir magnifica- le lanzo una mirada de láser haciendo que Serena se encogiera- y eso incluye las servilletas- le dio una última mirada penetrante y se giró haciendo que su vestido color rojo, con falda globo, se inflara al alrededor de sus rodillas y sus tacones se alejaron decididos, mientras Serena se desplomaba en la mesa lloriqueando.
-Serena, no es tan complicado- dijo Ami, llegando a su lado y tomando la arrugada servilleta que había sido doblada y contorsionada tantas veces que apenas y perecía ya un pedazo de tala. La hizo a un lado con una sonrisa de disculpa y tomo una nueva. Se sentó tranquila, doblando la falda de su vestido azul hielo, bajo su cuerpo, para que las capas de tul no se arrugaran y la hizo prestar atención- Solo debes doblar con seguridad los pliegues- y en lo que parecía un par de movimientos la maldita tela se convirtió de pronto en una hermosa rosa roja llena de pétalos.
Le hizo un último cierre y la dejo arriba del plato frente a ella sonriéndole. Serena la miro de ella a la rosa y viceversa.
-Oh Ami por favor podrías tu…
- ¡Ami no puede! - se escuchó la voz de Mina, la otra tirana esta noche, desde la otra habitación haciendo que Serena saltara- ¡Ella esta montando lo platos con Lita! - Ami sonrió con tranquilidad y el guiño un ojo
- ¡Lita está terminado una última salsa! - grito de vuelta hacia Mina- ¡Tengo cinco minutos! - tomo otra servilleta mientras un gruñido se oyó como respuesta y Ami miro a Serena con los ojos muy abiertos- Solo tengo uno- susurro con urgencia solo para que ella escuchara- Lita fue al baño. Así que apresúrate- Serena se sobresaltó y le paso otra tela con rapidez asintiendo ansiosa.
Trabajaron como un rayo mientras la casa de Seiya se llenaba, cada tanto, con órdenes de Mina o Rai a sus espaldas, mientras que afuera nevaba de forma acuciante. Seiya, sin embargo, dejando de lado sus reparos ambientales, había subido el termostato hasta una agradable temperatura por lo que todas pudieron haber podido esos lindos vestidos de coctel usar esta noche.
La casa estaba deslumbrante, brillando en cada esquina con las luces que Taiki, Yaten y Seiya Puesto toda la mañana y todo estaba bañado con las fragancias que salían de la cocina, logrando que una sensación de hogareña envolviera a Serena haciéndola sentir segura y reconfortada .
Una risa estruendosa se oyó desde la esquina donde Seiya estaba decorando el arco de entrada al comedor y Serena sonrió inconscientemente mientras doblaba la tela en un par de pliegues, los únicos que había aprendido, antes de pasárselo a Ami para que terminara la figura.
- ¿Qué tal se tomó la noticia Darien, sobre el regreso de Seiya? - pregunto de pronto, haciendo que ella fallara el movimiento y que su sonrisa cayera.
-Bien- respondió en silencio mirando la tela arruinada- De hecho, se lo tomo muy bien- suspiro tomando otro cuadrado estirando y doblando la tela sin ver nada en realidad - Dijo que estaba feliz de que mi mejor amiga haya vuelto, que eso debe hacerme muy feliz y él era feliz con eso- Dejando de intentarlo se echó hacia atrás en la silla mirando a su amiga intentando sonreír con despreocupación- Es un chico genial- y eso había sido peor que si se hubiera molestado y hecho una escena. Solo la hacía sentir más basura de lo que ya lo hacía.
Ami termino otra rosa y la miro con los labios fruncidos
-Si. Parece ser un novio genial- se quedará mirando entre ellas hasta que Serena bajo los ojos demasiado culpable. No podía ocultarle nada a Ami
-Se lo que piensas Ami, pero estoy bien con Darién- susurro apretando sus manos debajo de la mesa y su amiga se removió en su puesto- Me hace verdaderamente feliz.
-¿Pero no saliste casi toda la semana con Seiya? - pregunto sin malicia, solo intentado entender y Serena asintió de forma autónoma recordando los días pasados.
-Seiya tenía algunos regalos que comprar y me pido que lo acompañara. Resultaron ser más de lo que pensaba y debimos salir más días- miro a Amy intentando que entendiera- Le dije que regalar joyas era algo muy bonito pero un regalo costoso no se compara con un regalo elegido con verdadero cariño y terminamos recorriendo la ciudad entera- lo que les había llevado casi tres días- Pero también salí con Darien los otros días- dijo con rapidez justificándose- De verdad puedo hacer funcionar esto.
" Esto" si tan solo ella supiera que era "Esto" todos sería más fácil.
Ami le sonrió esta vez con ternura y le puso una mano en el brazo.
-Sé que podrás- le dijo apretándola- solo no quiero que te esfuerces. ¿si? Hay cosas que no se pueden forzar- Serena puso una mano arriba de la de su amiga sintiendo el cariño y agradeciendo en silencio su preocupación-Y ahora- dijo cambiando de tema inclinándose hacia Serena- ¿Qué me compro Seiya? - Serena se rio negando divertida.
-Lo siento, amenazo con torturarme si decía algo
-Y yo las torturare a ustedes- Dijo Mina apreciando de pronto a su lado asustándolas. Dejo caer su cadera a un lado y puso la mano en su cintura que parecía más pequeña con su vestido color dorado y entallado, con pliegues que se cruzaba en su torso, dejándole un espectacular escote en medio- Ami no le ayudes. Ella solo tiene este trabajo y tú tienes el tuyo- las regaño y Ami se levantó de golpe.
-Lo siento general- bromeo pasándola y se despidió de Serena con la mano, mientras que Mina la miraba con ojos estrechos.
-Vamos Mina, es difícil- se quejó con voz cansada pero su amiga solo sacudió el cabello con desprecio.
-Ami ya hizo cuatro rosas, así que solo te quedan cuatro más- respondió inmovible y se giró a mirar hacia Seiya y Yaten que comenzaba a discutir en el arco.
-Quien creería que fueras tan mala- murmuro Serena tomando otra tela frustrada.
-Tal vez tú tienes los ojos chuecos- espeto Yaten desde arriba de una escalerita, poniendo la imitación de follaje de pino en el arco de la puerta, mientras Seiya miraba desde abajo con los brazos cruzados.
-Que tan difícil puede ser Yaten. Solo debes seguir la línea de la estructura- le reprocho haciendo que su hermano se bajara enojado.
- ¿Es que esos dos no pueden estar sin pelear dos minutos? - refunfuño Mina yéndose, dirigiendo para suerte de Serena, su ira hacia ellos.
-Eso estoy haciendo- gruño Yaten con las manos repletas de follaje- ¿Por qué no lo intestas tu si crees hacerlo mejor?
-Serena- La llamo Lita desde la otra puerta del salón que daba a la cocina, con su delantal rosa, que cubría el elegante vestido de seda color esmeralda que se marraba en su cuello, haciendo que se desentendiera de la pelea - Necesita una bolsa de decoraciones para los pastelitos. Creo que Mina la dejo en la habitación de Seiya. ¿Podrías ir a buscarla por favor? Yo debo ayudar a Taiki a bajar las ultimas cosas del automóvil.
-De acuerdo- asintió Serena, feliz de retrasar el tema de las servilletas un poco más. Tal vez si lo hacia lo suficiente Amy regresaría a ayudar otra vez. No es que no hubiera hecho nada. Llevaba al menos una hora montando la mesa completa, con sus servicios, mantel, vasos, copas, botes de ensalada, canastas de pan, adornos… había ido y venido tantas veces que sus pies, enfundados en lindos tacones negro, a juego con su vestido tan entallado como el de Mina, ya comenzaban a doler.
Se levantó feliz, pasando tan disimuladamente como pudo por un lado de Yaten y Seiya, que estaban siendo regañados por Mina, y corrió por las escaleras.
Entro a la habitación de Seiya recorriéndola con la mirada hasta encontrar una gran caja con bolsas que sobresalían por la abertura.
Se agacho para rebuscar, afirmando su vestido demasiado corto para su gusto, pero que Mina había dicho que se le veía de infarto y que demás hacia relucir la pulsera de su muñeca como si fuera en realidad la protagonista de su vestimenta.
De pronto, la puerta se abrió de golpe, y Seiya entro como una trompa con el ceño furioso
-Estúpido Yaten- gruño sacándose los gemelos de su camisa blanca, que ahora estaba repleta de pequeñas hojas de follaje de pino verde cubriendo todo su pecho.
En dos movimientos tenía la camisa a medio sacar y Serena se paró de golpe carraspeando, dándole la espalda con las mejillas rojas y el corazón en la boca.
- ¿Bombón? ¿Qué haces ahí escondida? - inquiero sorprendido y ella levantó las bolsas en sus manos como evidencia,
-Me enviaron a buscar algunas cosas- murmuro mirando por su hombro con cuidado, solo viendo la espalda desnuda de Seiya perdiéndose dentro de armario, y se volvió a agachar para terminar su búsqueda, con manos temblorosas lo más rápido posible - ¿Qué te sucedió a ti?
-Ese idiota de Yaten me lanzo ese estúpido follaje. Tengo espinas hasta en la boca- despotrico desde el interior de la pequeña habitación mientras ella rogaba que las malditas decoraciones aparecieran.
Salió de pronto, abrochándose los puños de otra impoluta camisa blanca, dejando el torso descubierto, con ojos molestos.
-Juro que un día de estos lo matare- gruño terminado con los puños y comenzando con la camisa por fin, mientras ella seguía arrodillada, sin poder dejar de mirarlo embelesada. Se obligó a sacar sus ojos sintiendo el rostro caliente, tomando sin ver la primera bolsa que llego a su mano.
-Bien. Me voy para que termines de vestirte- soltó parándose y Seiya la miro de forma graciosa para luego volver a mirar sus puños, arreglando un desperfecto imaginario, con las mejillas rosas.
-Tu vestido esta algo… arriba- carraspeo, mirando su otro brazo y Serena se ahogó mientras sus manos bajaban el material elasticado por sus piernas, desde la mitad de sus muslos donde se había subido al estar agachada, hasta sus rodillas. Mina . La mataría algún día por esto-Espera para que bajemos juntos- comenzó a colocar los gemelos, del mismo material que su pulsera, y Serena suspiro a un lado de su cama, intentando ordenar sus emociones, hasta que logro dominar la mayor parte.
-De hecho, un descanso me vendría bien. Esas rosas me están derritiendo la mente, y mis pies ya están punzando- le dijo, mirando con más calma la bolsa en sus manos, viendo que en realidad eran de esos pequeños moldes de papel donde estaba segura había visto a Lita poner hace horas pequeñas trufas.
Suspiró resignada y volvió abajo.
- ¿Tus rosas no están quedando bien? - se burló desde su lado de la cama y ella le lanzo una mirada colérica
-Cállate- espeto y por fin, bendita sea, la bolsa con decoraciones para los pasteles aprecio.
- ¿¡Donde esta Serena !? - se escuchó desde abajo la voz de Mina y ella se levantó de nuevo, como si tuviera un resorte, asustada- Solo por escapar tendrá que hacer origami de cisnes con esas servilletas faltantes- gruño Mina seguido de sus tacones resonando por la escalera.
Sin pensar, Serena soltó la bolsa de decoraciones devuelta a la caja y antes de saber que pasaba su cuerpo se lanzó debajo de las mantas de Seiya, metiendo la cabeza debajo de la almohada intentando mover lo más mínimo.
Sintió de pronto un peso a su lado, apretándola hacia abajo quedando presionada entre el colchón, las mantas y el cuerpo, y dejo de respirar intentando no hiperventilar, cuando el aroma de Seiya debajo de la almohada salto hasta su rostro como una bomba.
- ¿Qué haces ahí Seiya? - inquiero de pronto Mina y Serena se la imagino parada en la puerta con las manos en la cadera.
-Me estaba cambiando la camisa y uno de mis gemelos se cayó en la cama. Estaba buscándolo- mintió Seiya moviéndose para que su largo cuerpo cubrirá lo más posible el bulto en la cama y Serena estaba segura que Mina entrecerró los ojos.
- ¿Acostado? - indago sin creerse nada y Seiya se encogió de hombros
-Estoy algo cansado y aproveche de recostarme un segundo, una molesta persona me ha hecho trabajar doce horas seguidas como si fuera un animal- le respondió y Serena se cubrió la boca evitando reír y Seiya le puso un codo en las costillas.
-De acuerdo- dijo Mina con voz calculadora alargando la palabra- Pero la próxima vez que descanses recuerda sacarte los zapatos… ¡En especial si son de tacón! -Exclamo más fuerte y Serena se encogió en su refugio.
Atrapada.
En su empeño en educarla su mamá había hecho un buen trabajo en inculcarle jamás meter los pies con zapatos a la cama. Bendita hora que venía a recordar eso su mente.
Se enterró más en la cama sin querer dar la cara.
-Son míos- dijo Seiya riendo.
- ¿Tienes un par de piernas extras, delgadas, depiladas y con hermosos tacones elegidos por una magnifica amiga? - pregunto Mina riendo también.
- ¿No te gustan? Las uso solo en ocasiones especiales- De pronto Serena sintió la mano caliente de Seiya en su tobillo y jadeo sin querer, aferrando la sabana bajo sus manos- Las guardare por hoy sin embargo. Ya estoy magnifico esta noche- su mano empujo sus tobillos obligándola a meter las rodillas hasta su pecho, escondiendo sus pies definitivamente.
-Bien- accedió Mina riendo en toda regla- Tú y tus piernas extras tienen cinco minutos. Pero luego de eso quiero todo en perfecto estado ¿Esta claro? - ordeno y Serena escucho sus tacones empezar a moverse.
-Como el agua- respondo Seiya y por fin se escuchó la puerta cerrarse.
Un segundo después la almohada estaba siendo levantada y el rostro de Seiya apareció a su lado estremecedoramente cerca.
-Te gane cinco minutos de descanso ¿no soy el mejor amigo de la historia? - bromeo con ojos chispeantes y Serena le sonrió embelesada.
-Heres el mejor amigo sin duda- le respondio y Seiya se le quedo mirando sin perder la sonrisa y una de sus manos tomo un mechón de pelo, acercándose otra pulgada a su rostro, de forma inconsciente.
-Tu, sin embargo, no has hecho ningún comentario sobre mi vestimenta de hoy. Tus puntos por mejor amiga están por debajo del estándar- murmuro entretejiendo sus dedos por el cabello, que estaba estratégicamente dejados fuera, en el complicado moño que Rei le había hecho y Serena lo miro con los labios fruncidos, sintiéndose cada vez más presionada entre su cuerpo estirado a su lado y las mantas que aun la cubrían, desde los hombros hacia abajo. Aunque en realidad no se había sentido tan cómoda en mucho tiempo.
-Lo lamento, la verdad es que casi no te he visto hoy- se disculpó sincera, sabiendo lo mucho que adoraba Seiya ser alagado cuando hacía gala de su vestuario importante. Seiya soltó un fingido suspiro de aire tibio, que alcanzo su cuello, poniéndole la piel de gallina y los sonidos del ajetreo de abajo comenzó disminuir, hasta acabarse totalmente.
-Mina y Rei me han tenido de allá para acá. Esas mujeres son un caso de investigación cuando de fiestas se refiere. Pero no podía decirles que no- Serena río bajito poniendo sus manos debajo de su rostro mirándolo con divertida lastima.
-Esa es solo tu culpa hablando, aunque creo que es lindo que las dejaras organizar todo esto- sus manos de manera inconsciente, se estiraron hacia su pecho y abrocho los botones que habían quedado sin cerrar, en su apuro por ayudarla, rozando la piel lisa de su esternón.
Seiya se estremeció poniendo su mano en su pecho deteniéndola, haciéndole sentir el latido de su corazón bajo su palma y su calor traspasar su fría piel.
- ¿Crees que los regalos que compré servirán para compensar? No podría con otra fiesta como esta- Serena lo miro desde abajo y negó divertida, sintiendo la barbilla de Seiya mover el cabello en su frente. ¿Cuándo se había acercado tanto?
-Lamento decirte que estas atorado con nosotras de por vida- susurro, sintiendo como su corazón se aceleraba y su respiración se agitaba, al sentir el calor del rostro de Seiya irradiar sobre el suyo, mientras sus ojos conectaban con los azules, que perecían de pronto más oscuros, debido a que su pupila se había ampliado.
-De por vida suena bien- respondió lentamente, bañando sus labios con su aliento, mientras se acercaba hacia ella hipnotizado.
- ¡Ahhh! -El grito de Rei se escuchó por toda la casa, seguido por un estruendo de platos estrellándose en el piso de abajo.
Serena dio un grito ahogado, abriendo los ojos que no sabía cuándo los había cerrado, y antes de que terminara su jadeo, Seiya hizo un despliegue de su impresionante coordinación y salto de la cama, llegando cerca de la puerta en un solo movimiento.
Respiraba agitado y retrocedió otro par de pasos, mientras ella salía de la cama temblando como una hoja, y busco a tientas la manija de la puerta sin dejar de mirarla, como si de pronto estaba envuelta en llamas.
-Creo que los cinco minutos terminaron- dijo de forma entrecortada, encontrando por fin la palanca y abriendo la puerta, haciendo que los sonidos de la casa volvieran a introducirse en la habitación
Serena se arregló el vestido, bajándoselo por las piernas nuevamente, con las manos temblorosas
-Sí, si- balbuceo caminando y Seiya espero a que pasara por la puerta dándole un gran margen de espacio. Salió un momento después de ella con una bolsa en sus manos.
-No se te olviden las decoraciones- murmuro con voz ronca y ella asiento tomándola con rapidez y ambos corrieron por las escaleras.
- ¿Qué paso Rei? - estaba diciendo Mina, corriendo hacia la morena, que estaba arrodillada frente a un pequeño grupo de piezas de losa sueltos y Taiki detrás de ella ya barría otro tanto.
-Lo siento… yo creí ver una araña- se disculpó agitada y sus ojos de pronto miraron disimuladamente a la pareja que venía bajando las escaleras- Me asusto mucho, perdón- murmuro sacando sus ojos rápidamente para que nadie se diera cuenta la dirección de su mirada y Serena y Seiya se quedaron clavados en su puesto.
-No sabía que le tuvieras miedo a las arañas- dijo Mina ayudándola a recoger con cuidado las piezas más grandes
-No les tengo- respondió sin pensar y todos la miraron sin entender haciéndola sorrajar- Pero esta era muy grande, muy, muy grande- balbuceo y tomo un gran grupo de piezas en sus manos levantándose.
-Yo no veo nada- dijo Yaten mirando alrededor y Rei le paso las piezas mirándolo fríamente.
-Ya se fue, debió aprovechar de escapar mientras gritaba- Yaten recibió los fragmentos con el rostro temeroso asintiendo
-Claro, eso debió ser- salió rápidamente alejándose de Rei, perdiéndose hacia la cocina seguido por Mina y Taiki.
Antes de seguirlos también, Rei miro nuevamente hacia las escaleras, con una sonrisa rígida
-Tengan cuidado- les aviso mirándolos, nivelando sus ojos con los ellos- puede que la araña este por ahí aun y estoy segura que es de esa espacie peligrosa… de esas que causan muchas complicaciones- se giró definitivamente y su cabello bailo en su espalda mientras caminaba lejos.
-Tengo que hacer esa rosas- tartamudeo Serena tragando, sin dejar de mirar la silueta de su amiga y Seiya paso por su lado.
-Y yo debo terminar las decoraciones. Te veo luego Bombón
Salió casi corriendo lejos y ella camino tambaleándose hasta la silla donde la pila de servilletas la esperaba y comenzó a doblar la tela con la mente puesta en una sola idea
¿Cómo podría ella saber lo que pasaba arriba? No podía… ¿Verdad?
-El árbol está listo, solo falta la estrella- dijo Mina terminando de colocar la última pieza- Serena sé que te gusta ponerla ¿Quieres hacerlo tú? - Serena dejo la rosa, que por fin había terminado sola, en el plato y sonrió feliz hacia su amiga.
-Claro- respondió feliz, corriendo hacia el gran árbol de navidad puesto en una esquina del salón, que media al menos dos metros y se quedó con la boca abierta asombrada.
- ¡Es un árbol asombroso! - exclamo mirándolo impresionada por lo que sus amigas podía hacer en un día completo.
-Bien, vamos a hacerlo más asombroso ahora- le dijo Seiya viniendo detrás con una hermosa estrella dorada en las manos, sonriéndole como si nada hubiera pasado entre ellos hace solo cinco minutos.
Se la paso en las manos y ella la giro con mimo en entre sus dedos.
-Es preciosa- murmuro viéndola brillar atrapando la luz, irradiando alrededor.
-Aquí vamos- Gruño Seiya poniéndole las manos en la cintura y alzándola por encima haciéndola jadear, y las risas de todos los rodearon- Pon la estrella Bombón, ya guardamos la escalera y no puedo estar así todo el día- Serena salió de su pasmo y se movió entre sus manos alzando sus brazos hasta alcanzar la cima. Puso la delicada estrella en el soporte con cuidado con manos trémulas, sintiendo el calor de las manos de Seiya traspasar la tela de su delicado vestido
Cuando quedo por fin derecha y segura, Seiya la bajo con cuidado dejándola abajo y Mina corrió a disminuir las luces de la sala, mientras Ami encendía los miles de titilantes y pequeños focos dorados y rojos del árbol.
Era lo más magnifico que ella hubiera visto. Casi parecía un sueño
-Ahora eso si es hermoso- dijo Seiya y Serena se giró de acuerdo con una gran sonrisa deslumbrada con el espectáculo.
La sonrisa se congelo al ver que en realidad él la miraba a ella, con los ojos tan brillantes como la misma estrella de la punta.
-Feliz navidad Bombón- susurro tomando sus dedos en la oscuridad y ella los aferro entrelazándolos, deseando tantas cosas que apenas podía respirar.
-Feliz navidad Seiya-, respondió por fin sacando las palabras más inofensivas que tenía atoradas, sintiendo el peligro asechar su planeada vida, mientras su corazón sentía un ramalazo de calor casi olvidado y el dolor que tan bien ya conocía.
Un capitulo mas cerca del final. Me da cosita pero así las cosas deben ser. Espero sus mensajes diciéndome que creen que pasara entre ellos dos. Las cosas se ponen peligrosas y el dolor esta a la vuelta de la esquina si alguno cae en ese agujero de tentaciones.
saludos.
