Es momento


Ella estaba muy feliz sosteniendo las manos de sus papás que la conducían por el pasillo de ese lugar, no entendía exactamente que pasaba, su mamá le había explicado que vería a su hermanito o hermanita con una máquina a través de una pantalla, ella no tenía muy en claro exactamente como funcionaría, pero estaba feliz de por fin acompañar a sus padres a esas citas a las que iban para ver al bebé.

– Buenos días, la señorita Erza Scarlet – Vio a una mujer de largo cabello blanco como el de su tía Mira salir por una de las puertas de los consultorios

– Soy yo – Sonrió la peli escarlata levantando la mano llegando justo a tiempo y aproximándose a la puerta con su hija y prometido

– Bien señorita Scarlet – Sonrió con amabilidad la obstetra invitándolos a pasar – Recuéstese en la camilla por favor

– De cuando aquí tan propia – Bromeó Jellal tomando a la pequeña peli azul en brazos

– No creo que quiera que lo retire de la consulta señor Fernandes – Soltó divertida seguida por una risa de Erza que se descubría el abdomen

– No puede porque mi hija está aquí – Sonrió viendo a la niña – Saluda a la doctora, Wen

– Buenos días – Le dio una sonrisa como solo ella podía

– Hola Wen – Saludó de vuelta sentándose al lado de la camilla en la que estaba recostada la peli escarlata – Jamás dije que ella podría irse, pero tú sí – Continuó con la broma tomando el líquido para hacer la ecografía – Esto estará frío, ya sabes… solo relájate Erza – Sonrió poniendo el gel en su abdomen

– Eres cruel Sorano – Rio un poco

– Ya déjala hacer su trabajo – Habló la peli escarlata mientras su doctora tomaba la máquina para hacer la ecografía

– Tu prometida ya habló – Rio levemente moviendo el aparato – ¿Ya dieciocho semanas?

– Diecinueve – Contestó con una sonrisa tomando la mano que le ofrecía el peli azul

– Okay… veamos el corazón y… – Unos zumbidos procedentes de la máquina sonaban al compás del corazón del bebé dentro de su vientre – Está fuerte y sano como la última vez – Sonrió examinando un poco más alrededor – Y justo como lo suponía... – Soltó frunciendo el ceño levemente mientras veía el monitor

– ¿Es algo malo? ¿El bebé está bien? – Habló Jellal con total preocupación

– Sí, tranquilo – Rio un poco viendo de reojo al peli azul

– Él siempre es así de preocupado – Emitió la peli escarlata acariciando su mano con cariño

– Me imagino – Ladeó la cabeza un poco para ver mejor la imagen – Pero me refería a que al fin se puede ver si será una niña o un niño – Los vio

– ¿Y qué será? – Preguntó Wendy con curiosidad

– Bueno… felicidades Wen, tendrás una hermanita – Contestó con una sonrisa dejando la imagen congelada en la pantalla

– Una niña… – Sonrió Erza sentándose un poco – Es una niña – Sintió como lagrimeaba un poco – Perdón – Se llevó una de las manos a los ojos – Son las hormonas

– ¡Una hermanita! – Exclamó Wendy con una sonrisa abrazando más a su papá, quien parecía no reaccionar

Jellal no cabía de la felicidad teniendo a su pequeña hija en brazos sumado a la bebé que venía de la mujer que más amaba en el mundo.

Entraba a su casa un día después de llegar del viaje con el Master, no había ninguna diferencia entre ella y Laxus acerca de su relación antes de que se haya ido, en cierta parte lo único bueno es que parecía que el rubio se había olvidado del divorcio, aunque le entristecía internamente, ella ya no podía simplemente seguir siendo la Mira que él conoció.

– Sí, me encantaría… – Escuchó la voz de su esposo desde la cocina, frunció el ceño no entendiendo que pasaba, parecía que hablaba por teléfono

– ¿Pero está seguro, joven Dreyar? – Escuchó la voz de una mujer a través del teléfono de la cocina, no sabía si para su fortuna o mala suerte ese teléfono estaba descompuesto desde que llegaron a la casa y solo funcionaba como altavoz

– Muy seguro – Decía él con algo de insinuación en la voz, no le gustaba para nada a dónde iba a la situación – Quiero el paquete de viaje para dos, más o menos como para mediados del próximo mes – Se quedó escondida en la entrada de la cocina

– ¿Y quién sería su acompañante? – Soltó con el mismo tono que él, Mira apretó su bolso hasta que los nudillos se le pusieron blancos

– Aún no lo decido – Contestó – Tal vez hasta podrías ser tú…

– Joven Dreyar… – Hablaba con una risa que pareciera que le coqueteaba, a la albina no le importó y entró a la cocina viéndolo fijamente

– Justo ahora arreglaré un asunto – Su marido le dio una mirada como si no le importara nada su presencia, tapó el la parte baja del teléfono por donde hablaba para decir lo siguiente – Los papeles de divorcio están en la mesa, ya los firmé, pero revísalos si gustas – Soltó con tanta simpleza que le fue simplemente hiriente

Mira se sintió mal al instante, pero eso era lo que quería ella ¿No? La albina asintió con rostro neutro sentándose en el pequeño desayunador para ver la carpeta que estaba ahí, intentó no reaccionar.

– Termino un trámite y te devuelvo la llamada ¿Te parece? – El rubio continuaba su conversación por teléfono

– Está bien, hasta luego – Habló con una risa coqueta – Cuídese, joven Dreyar

– Igualmente, Kyria – Sonrió

– Mi número personal se lo mandé al correo donde está la información del viaje por si se le ofrece cualquier cosa – Mira no sabía cómo reaccionar, lo único que sabía era que estaba enojada

– Seguro que sí – Contestó Laxus – Hasta luego, tenga buen día – Colgó y por fin volteó a ver a la albina

El rubio hizo sonar su cuello tomando su celular para poder irse de ahí a la oficina.

– Entonces… ¿Para ti soy solo un trámite? – Escuchó la voz de Mira

– Eso fue prácticamente nuestro matrimonio – Se encogió de hombros tomando su saco – Ya solo fírmalo Mirajane, esto se acabó – Apoyó ambas manos en el desayunador

La albina no entendía porque su cerebro pensaba en abrir la carpeta y firmarlo, pero sus manos no le respondían, mientras tanto su boca se moría por decir mil cosas más.

– ¿Y así es cómo será? – Alzó la mirada de los papeles al rostro de él – Coquetearás con otras mujeres en mi cara por más que aún ni haya firmado los papeles

– Y cuando los firmes también – Contestó como si estuviera aburrido de la situación – A menos que claro te decidas ir de Fairy Tail, lo cual tampoco es relevante porque al menos yo sí me iré – Bajó la vista a los papeles – ¿Será que ya puedes firmar? – Tamborileó los dedos

Y por primera vez desde que Lisanna se fue la vio llorar, al fin dejaba de ser ese robot sonriente, esa persona fría y sin sentimientos que claramente no era su esposa.

– ¡Eres increíble! – Exclamó con frustración, no solo de esa situación si no toda la que tenía desde hace tiempo – ¡No puedo creer lo estúpida que fui para poder casarme contigo! – Se levantó caminando hacia él – ¡Quisiera al menos un mínimo de respeto por parte tuya! – Intentó calmarse – Sabes.. – Respiró por más que las lágrimas salían y parecían no parar – No creía que me harías algo como esto… tú no sabes por lo que estoy pasando – Ya no razonaba simplemente decía lo que sentía – No entiendes ni por un segundo que no puedo ser la misma, no puedo sonreír normal, no puedo aparentar que todo está bien, porque no lo está y te odio por hacerlo más difícil, se supone que tu deberías de estar para mí, pero simplemente… – Se limpió las lágrimas de un manotazo – No te importo, nunca te importé, pareciera que solo te quieres deshacer de mí y en serio era lo que me faltaba, empezando porque los idiotas de mis padres se creen con el derecho de venir y joderme la vida, de elegir a Lisanna, de doblegarse ante ella cuando a mí solo me daban una exigencia tras otra y ahora tú que te pones a planear viajes y cosas, queriendo que te firme el estúpido divorcio, que sabes que… – Se volteó para ir por los papeles – Lo haré ahora mismo

– Mira… – La abrazó por detrás con una leve sonrisa, se moría por dentro con cada palabra y cosa que hacía, pero sabía que era necesario que ella se rompa para que al fin pueda expresar lo que verdaderamente sentía

– Suéltame – Intentó quitarse los grandes brazos de él con la voz rota – Suéltame – Dijo más suave hasta que simplemente se escuchó un llanto, un gran y fuerte llanto

El rubio la soltó, rápidamente su esposa se volteó y se abrazó a su cuello, la paz que sintió en ese momento no se podía explicar, acarició el largo cabello de Mira consolándola, escuchando ese llanto al que tanto ella se había negado a hacer caso alguno.

– Yo… – Intentó hablar la albina después de un largo rato – Yo no siento que sea una persona que es capaz de tenerle envidia o algún resentimiento a su propia hermana, no soy así – Negó alzando un poco la vista, Laxus asintió comprensivo quitándole las lágrimas de sus mejillas – No quiero culpar a Lisanna de nada de esto, pero no me parece justo que mis padres le hayan dado todo lo que a mi me negaron justamente por estar en las mismas condiciones que ella, es decir… aun no puedo superar que me haya tenido que escapar, para que años después se lo den todo a mi hermana, no es justo, yo era una niña y me querían casar, no les importó ni por un segundo si me sentía cómoda, si quería o no algo, no, les daba igual mientras haga todo lo que ellos digan – Las lágrimas volvieron – Pero yo no soy así, no puedo tener celos de mi hermana, porque no tiene la culpa y a la vez siento que esto de mis padres es más grande que yo, los he llevado literalmente odiando desde hace mucho tiempo, y cuando Lisanna y Elfman simplemente los abrazaron como si no hubiera pasado nada me dolió, porque yo estuve ahí para ellos, yo fui quien los atendió cuando estaban enfermos, los vi crecer… yo los vi crecer – Otro llanto prolongado se escuchó, Laxus solo volvió a acariciar su cabello e intentar calmarla – Y tú… – Volvió a alzar la mirada minutos después – ¡Estúpido! – Le palmeó el pecho algo fuerte

– ¡Auch! – Exclamó alzando un brazo

– ¡Rico! ¡Mimado! ¡Egocéntrico! ¡Inmaduro! – Exclamaba mientras que con esa delicada mano lo golpeaba en el pecho con algo de enojo – ¡Te atreves a coquetear con una mujer enfrente mío!

– Mira – La tomó de la muñeca para evitar más palmadas, su pecho seguro ya estaba lo suficientemente rojo

– ¡No me digas nada, patán! – Exclamó volviendo a tener la fuerza de hace unos minutos

El rubio se escabulló y tomó la carpeta encima del desayunador abriéndola frente a ella – ¿Ves? – Emitió con la voz algo baja – Está vacía

– ¡¿No existen los dichosos papeles y aún así te atreviste a coquetear con otra en mi cara?! – Se abalanzó sobre él

– Perdón – La tomó esta vez de ambas muñecas – Pero no había otra forma de que vuelvas a confiar en mí – La soltó un poco – De que vuelvas a ser tú – Acarició una de sus mejillas liberando ambas manos de ella

– Lo planeaste – Afirmó frunciendo el ceño

– Absolutamente – Rio un poco llevando su mano libre a la cintura de ella – Este era mi último recurso, hice de todo para que pudieras hablar conmigo, pero tu simplemente te cerrabas, no puedes aparentar que todo está perfecto cuando no – La vio con seriedad – No quiero que vuelvas a tener desconfianza de contarme algo así – Le rogó con los ojos – Yo sé la persona que eres, soy de las pocas personas, si no es que la única que sabe todo de ti al cien por ciento, sé que no eres rencorosa o vengativa, te hicieron daño, te dolió tanto ver escena tras escena que la sentiste como traición pura, no te culpo, pero por favor no vuelvas a fingir que todo está bien cuando no – Determinó, ella solo asintió

Después de compartir su usual mirada de complicidad empezaron a besarse lentamente, ambos habían extrañado en profundidad los labios del otro, se amaban, y a veces solo había que romper algo para componerlo en buena forma.

Ya habían pasado algunos meses, la celebración más esperada por todos, bueno por Juvia, el cumpleaños de Gray al fin había llegado, la peli celeste se había esmerado, habían un diferentes actividades, era un día completo de diversión, toda la mansión Fullbuster estaba decorada con muchas imágenes en caricatura de Gray con diferentes aditamentos que justamente había pedido la peli celeste de favor que le lleguen a su amigo, los exteriores eran una locura, habían diferentes tipos de juegos, en primera y para disfrute del cumpleañero estaba el clásico tiro al blanco en el cual si justamente le das al centro con la pelota acciona un mecanismo que hace caer a cualquier persona a una pequeña piscina en forma de círculo, y a pedido de Juvia y obligación de sus respectivas parejas, empezaron a caer de uno a uno, empezando por Natsu, después Gajeel, también Laxus y por último Jellal, todos por mano del pelinegro; el juego que continuaba se llamaba ponle la ropa a Gray-sama, una variación del clásico ponle la cola al burro, solo que más vergonzoso y con una gigantografía de un mini Gray en caricatura desnudo el cual mostraba el trasero, sus padres estaban encantados con la imagen mientras el chico no hacía nada más que avergonzarse por el hecho y así como esos habían más juegos con muchos premios diferentes alrededor del jardín, el que más llamaba la atención de todos era una resbaladera inflable gigante, todos estaban disfrutando en serio ese día.

Juvia tenía planeada una celebración extraordinaria, había contratado un DJ que aparecería antes de que oscurezca, el pelinegro no podría estar más feliz y no por la fiesta sino por cómo su novia se había dedicado tanto tiempo a planificarla e intentar que todo sea una sorpresa, en especial le encantaba el traje que llevaba puesto, era un conjunto con una mezcla de morados que consistía en un top con la letra "G" en medio y una falda del mismo color, no hubo un día en el que se haya mostrado más enamorado que ese, pues no se quejó ni una sola vez por ningún aspecto de la celebración por más vergonzoso que fuera.

Una ya avanzada en su embarazo peli escarlata pensaba que se veían adorables juntos, aunque sí estaba fastidiada de no poder hacer muchas de las actividades por la bebé, acarició su ya muy notorio vientre con cariño estaba encantada con su embarazo.

– Hola – Sonrió Erza viendo a su amiga peli verde sentarse al lado de ella en la mesa en donde se serviría el almuerzo más tarde – ¿También te unes al club? – Rio levemente

Bisca suspiró con una sonrisa apoyándose en uno de sus brazos – Asuka y Alzack fueron al inflable y ya sabes, es lo que me toca – Sonreía mientras veía a su esposo e hija en la cima a punto de resbalarse

– Wendy y Jellal también tuvieron la misma idea – Rio un poco

– ¿Y cómo vas con el embarazo? – Preguntó curiosa

– Muy tranquila la verdad – Contestó con una sonrisa – No he sentido casi nada de nauseas y los antojos que siempre he tenido, pero ya – Se encogió de hombros

– ¿Y Wen, cómo lo está tomando?

– Está muy tranquila y feliz con la idea la verdad, adora ir conmigo a las citas e intentamos darle la mayor atención que podamos, no queremos que se sienta apartada o algo así – Respondió viendo hacia arriba – ¿Y Asuka?

– Pues no creo que esté entendiendo del todo lo que pasa – Rio levemente – El bebé tiene pocas semanas y creo que no nota la diferencia – Se encogió de hombros

– ¿Y cómo vas con los síntomas? – Cuestionó curiosa

– Las primeras semanas eran terribles, demasiadas nauseas, antojos, lloraba por todo, era un desastre la verdad – Rio negando con la cabeza – No podía, pero ahora estoy tranquila – Sonrió levemente viendo el vientre de su amiga – ¿Cuánto tiempo te falta?

– Aún como dos meses y algo – Emitió con felicidad

– O sea ya sabes si es niño o niña… – Habló con emoción

– Sí – Sonrió asintiendo – Es una niña

– ¡Es hora de cantarle "Cumpleaños Feliz" a Gray-sama! ¡Todos a la mesa! – Exclamó Juvia con emoción corriendo en dirección a la carpa que cubría toda la longitud de la mesa

La peli escarlata se encogió de hombros acomodándose en una de las sillas viendo como Bisca se alejaba para ir con su esposo e hija después de decirle que hablarían después, ella solo asintió viendo como Jellal se acercaba a ella junto a la pequeña Wendy, los dos se acomodaron en la mesa esperando a que todos los presentes tomen su lugar.

Después de cantarle a Gray por su cumpleaños, empezó el almuerzo, todos compartían con tremenda alegría la celebración o era así hasta que vieron a alguien llegar en dirección a ellos con grandes sonrisas.

Una mujer de largo cabello negro caminaba en dirección a la mesa igual de impactada que todos, pues no sabía que se haría una fiesta tan grande, pensó que sería netamente familiar, se aproximaba en dirección a su primo de hecho, sus tíos la veían realmente impactados.

Pues nadie se esperaba que Ultear llegaría y menos con un vientre de embarazo tan avanzado, un embarazo que a todos tomó por sorpresa, en especial a una peli escarlata al darse cuenta que el vientre de la pelinegra se veía más grande que el suyo propio.

Y ni hablar del peli azul que conectó directamente su mirada con la de Ultear, haciendo la pregunta muda que pareciera ser respondida por la sonrisa algo satisfecha que le dirigió la pelinegra exactamente a él.

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Hola! Al fin vuelve este fic que la verdad si me está tomando muchas ganas terminar… aunque ya falta muy poco para el final, de hecho el próximo cap es el final de este fic

Mi primer fic Jerza terminado 3 es un sueño

Me encanta que le hayan seguido dando apoyo a la historia por más que no haya actualizado en tanto tiempo, las views han seguido ahí

Muy pronto actualizaré mi fic El año perdido no sé si antes o después de terminar este fic pero será pronto, espérenlo por favor :3

Bye...

Agradecimientos:

Pilikali

Arual17

Olivia1415