¡HOLAAAAAAAA!

AQUÍ OS TRAIGO EL CAPI DEL DOMINGO.

ESPERO QUE LO DISFRUTEIS.

*****NO OS PERDAIS CON LAS FECHAS*****

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Adriu: ¡Jajaja! Si ha sido muy de película... Muy "Crepúsculo" ;-) Me alegra que te guste.

nydiac10: Es una super valiente. Me encanta "mi Bella".

PanchiiM: "¡es jodidamente genial!" jajajajajaja... Yo no podría haberlo dicho mejor. Me encanta que te encante.

PaolaValencia: Me alegro de que leáis los comentarios que os pongo antes de los capis. Plantéatelo así: Imagina que escribes. Que te esfuerzas en hacerlo bien, buscando información, tomando notas... sacando tiempo de donde sea... publicas un capi, y otro, y otro... y nadie te pone nada. O un simple "me gusta" "gracias por el capi"... y nada más. ¿Cómo te sentirías?

Recuérdame que no te presente nunca a Bella... ante peligro de que le arranques la cabeza... ¡jajajaja!

Nancygov: He releido el capi un par de veces, y puede que si que fuese todo un poco fácil... Lo retoqué varias veces antes de publicarlo, para darle un poco más de emoción, pero lo único que hacía era rellenar el capi de adjetivos de sufrimiento... y resultaba pedante. Edward está que "muerde". El no tener noticias lo tiene agobiadísimo, el que ella no se comunique de ninguna forma. Tranquila... No te preocupes por el reencuentro.

.10: ¡Bienvenida, guapa! Te sumas al grupo "anti Bella"... ¡jajaja! No es que sea psicosis... es que Bella no encuentra valor para hacerles cara; y no solo valor... si no que sabe que su vida dejará de ser suya, en cuanto ellos aparezcan. Todo siempre, gira en torno a sus preferencias, aunque lo hagan por bien. En este capi, lo explica la propia Bella.

mrs puff: Gracias a ti.

Jade HSos: De nada... Un placer poder mimaros con capítulos extra. Para los 600 reviews, otro. Bella está asustada, agobiada. Edward enfadado y dolido. Edythe tiene muy poco veneno. No puede convertirla.

sollpz.1305: ¡Siiii! Sobrevivió. Edythe, tras morderla varias veces, consiguió cortar la hemorragia de su madre y salvarla. Es inteligentísima. Peor mucho es por su don, que aunque parezca sutil, es muy fuerte. Yo también siento mucho que Edward se perdiera el embarazo y el parto, pero... Era la trama del fic. Me alegra muchísimo que seas "TEAM BELLA" ¡Al fin, una que la apoya!

: No te imaginas lo feliz que me hace leer tu comentario... Así que, ¿desde la escuela? Pues si que ha debido llover, pero claro, el primer fic que subí aquí, fue en el 2011... hace casi 10 años! Eres una seguidora desde mis orígenes. Espero leerte a menudo por mis nuevos fic`s. Pues aquí te traigo otra "liberación" para tus agobios de universidad.

alicecarolina11: ¡De nada, guapa! Me alegro de que te superencantara ;-) Edythe es un encanto. Lo de Edward... ¿Una videollamada? Todavía ahora, leyendo los comentarios para responderos, se me escapa la risa... fue, ¡buenísimo! Emmet es... ¡genial! (Mis Emmet´s son muy tiernos y divertidos) Tendrá un punto "importante" de protagonismo.

Ya ten contesté por privado... Pero lo digo aquí. Cambié la pronunciación del nombre, a propósito: "Aydith"

Wenday 14: Me alegra saber que te gusta tanto. Por supuesto que salió bien... No iba a dejar morir a Bella...

piligm: Gracias a ti.

cavendano13: Un gran resumen... pero puede que te equivoques en el final.

DanitLuna: ¡Exacto! Es una chica más humana de lo que tenemos siempre en mente por la Saga. Alguien normal, se hubiera tomado la situación así (o parecida), bajo mi punto de vista. La Bella "real"... bueno... La Saga era una historia de amor, y punto.

ori-cullen-swan: ¡Noooo! No te mates, por lo menos no antes de que acabe el fic... (emoji sacando la lengua) ¿Edward la encontrará... o... ella se presentara ante ellos? Quién sabe.

NO OS GUSTA COMO ESTÁ ACTUANDO BELLA, PORQUE ESTÁIS CENTRADAS EN EL PERSONAJE DE EDWARD (TODAS ESTAMOS ENAMORADAS DE ÉL), Y NOS SACA LA VENA SENSIBLE A SU FAVOR. PERO SI TUVIERÁIS UNA AMIGA EN UNA SITUACIÓN DELICADA CON SU PAREJA (ELIMINAR LO DE LOS VAMPIROS), TODAS... REPITO... "TODAS" LA AYUDARÍAIS A ESCAPAR DE SU PAREJA. ¿VERDAD?


CAPÍTULO 43


10 semanas + 3 días

73 días

1752 horas

Portland 13 de Marzo de 2020

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Al despertar el tercer día, Bella se encontraba mucho mejor; percibiendo dentro de si misma una fuerza y energía extrañas.

Tras morderla la noche anterior, le preguntó a Edythe, de forma que pudiera comunicarse, sobre esos "mordiscos" y le había quedado más o menos claro, que no solo por morderla, el efecto "curativo" de su saliva, entraba en su madre. Aunque de alguna manera "algo" había echo para curarla, más bien revivirla, cuando se desmayó tras parir.

Lo que le parecía extraño, es que Edythe supiera tantas cosas, sin haberlas escuchado, sin que nadie se lo dijera. Pero llegó a la conclusión que era algo biológico, igual que un bebé humano sabe que tiene que mamar del pecho materno, sin que nadie se lo diga, sino porque es algo instintivo.

Ese tercer día, Bella comenzó a buscar su nuevo hogar.

La noche anterior había revisado el móvil viejo, y volvía a tener un par de mensajes de Jacob, diciéndole que los Cullen no habían regresado a Forks.

Y eso solo significaba que seguían tras ella.

Recordando el aviso de Jake, no podía evitar pensar en cómo había conseguido burlar el poder precognitivo de Alice; suponía que de alguna manera, Edythe, la ayudaba con eso, pero ahora que estaba fuera de su cuerpo, se tenía miedo.

Miedo de pensar.

Pero, ¿Quién en su sano juicio, no piensa?

Así que tomó la decisión de marcharse ya. Esta vez, irían algo más lejos. Ahora que Edythe había nacido, y ella se encontraba "bien", pondría más tierra de por medio.

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Era sobradamente consciente de que ese sería el momento de regresar, de presentar a Edythe a su familia, a la que debería conocer para saber más de su parte vampírica, pero… No era el momento.

No se sentía preparada para volver. No estaba segura, del recibimiento que tendría cuando llegara con su hija en brazos. Y, sobre todo, no estaba segura de Edward; o siendo más sincera, de ella misma cuando lo tuviera delante.

"¿Qué pensará Edward cuando la vea? Lo bueno de esto, es que no tendrá dudas de que la niña es suya" El pensamiento iba repleto de sarcasmo.

"Un poco más de tiempo… Solo un poco más…"

- Edythe, nos vamos de viaje. - le sonrió a la niña, intentando transmitirle entusiasmo. - Nos vamos a un sitio un poco más cálido. ¡Una aventura juntas! - Exclamó alzando los brazos. Edythe la miraba sorprendida, aleteando sus espesas pestañas, del fervor de su madre ante esa idea.

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Intentó tocarla en varias ocasiones, para conocer los sentimientos reales de su madre, ya que tenía la leve sensación de que no estaba siendo sincera.

Su poder era débil, ya que era un simple bebé, y necesitaba del tacto para percibir los sentimientos. Pero su madre, suponía algo así, por lo que no dejaba que la tocara.

Bella lo tenía todo empacado, ya que lo había dejado listo antes de dar a luz, así que solo recogió alguna cosa más, limpió la casa y vistió cómoda a Edythe.

En ese momento, no pudo evitar tocarse con la niña, y entonces pudo captar los nervios y la tensión de su madre, la cual ocultaba bajo oleadas de efusivo entusiasmo.

Metió a la niña en la sillita porta bebés para el coche, le dio una última mirada a la casa, y se fueron.

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Antes de tomar rumbo a su nuevo destino, pasó por la agencia donde había arrendado la casita de Portland, a que le devolvieran parte del pago que había adelantado.

Se iba varias semanas antes, por lo que era bastante dinero. Y aunque no tenía falta de él, tampoco quería tirar el que tenía consigo, en efectivo.

Porque, sabía perfectamente, que en cuanto sacara un solo dólar en cualquier banco, los Cullen se presentarían allí de inmediato, y sería darles pistas de donde estaba.

"Es absurdo… - Gruñó - parezco una delincuente… O que ellos son asesinos… Pero… No estoy lista para encararlos, aun no"

En el momento en que pensó eso, y aun si falta que Edythe la tocara, la niña fue consciente del miedo que emanó de su madre.

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Recuperó parte, no todo, del dinero pagado. Con eso, tendría más que de sobra para compensar el pago del próximo apartamento, más los gastos del viaje.

Había unas cuatro horas de coche hasta Medford, dos hasta Salem, donde quería parar a comprar algo de ropa para Edythe. Dio gracias de no haber comprado mucha ropita de recién, ya que aunque solo tenía tres días de nacida, estaba usando el único conjunto que había comprado de talla 3.

Parecía que a Edythe le gustaba el balanceo del coche, ya que se durmió al poco de comenzar el viaje; eso hizo que no se viera obligada a parar en todo el camino hasta Salem, donde llegaron un poco antes de que abrieran las tiendas en su horario de tardes.

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Parecía una tontería, pero le hizo una tremenda ilusión el poder estrenar el cochecito de paseo. Le había comprado un saquito en blanco, con unos lazos en beige. Era realmente precioso.

Al depositar a Edythe en el cochecito, la niña captó los sentimientos de felicidad de su madre, haciéndola gesticular extrañada.

- Estoy contenta por sacarte a pasear en tu cochecito - le explicó - Ahora entiendo porque todas las madres, aun estando convalecientes del parto, están tan deseosas de salir con sus bebés. - Sonrió - Es una sensación… ¡fantástica! - Bella irradiaba un brillo que Edythe no había visto en los últimos tres días. - Edythe - solo por la forma de llamarla, la niña entendió que su madre iba a decirle algo importante - Cariño, debes intentar no gesticular. En un bebé tan pequeño, no es normal. - La miró intensamente - Vamos a parar en varios establecimientos, y posiblemente, alguien se acercará a mirarte. No debes hacer gestos ni muecas, ni mirar fijamente ¿de acuerdo? Solo sonríe, un poquito, y sin enseñar los dientes - le alzó las cejas y los ojos.

Definitivamente a su madre, le había sentado bien salir de aquella casa. Estaba conociendo de ella una faceta que estaba encantándole. Sus sentimientos, cuando se relajaba, eran iguales a algunos que captó cuando estaba dentro de su vientre, y estaba así, despreocupada. Se sentía contagiada por la alegría de su madre.

Tras comer y comprarle alguna ropita a Edythe, repostaron gasolina y siguieron rumbo a Medford.

Allí estarían unos días, disfrutando del buen tiempo que por esas zonas ya tenían. Así podrían salir, pasear, hacer turismo… Como una madre y una hija, normales.

Y… aunque no quería darle vueltas al tema, el tema entraba en su mente sin permiso: se iría haciendo a la idea de presentarse a los Cullen.

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10 semanas + 4 días

74 días

1776 horas

Medford 14 de Marzo de 2020

Llegaron justo para tomar algo de cenar Bella, antes que cerraran la cocina. Se subió un ligero menú al apartamento, ya que prefirió tomarlo tranquilamente, y en privado, para estar más cómoda con Edythe, ya que le gustaba probar algún alimento.

Tras eso, se dieron un baño juntas, para quitarse el malestar del viaje, y como estaba comenzando a ser una costumbre, se acurrucaron juntas en la cama, mientras Edythe tomaba su bibi antes de dormir.

El apartamento que había rentado por internet, resultó ser mucho mejor que en las fotos. Era una propiedad que unía una sección de hotel y otra de apartamentos; no eran para vivir, sino para pasar una temporada. Cuando vas a estar demasiados días, como para pagar hotel, pero menos como para alquilar un apartamento "normal", además, disfrutaba de algunos servicios hoteleros.

Era perfecto para pasar allí, de vacaciones, unos días.

El desayuno del complejo, era sensacional. Incluso Edythe se aventuró, ayudada por su madre al estar en público, a chupar una naranja, que resultó encantarle.

Pero mejor aun, era la piscina, de la cual se podía disfrutar, ya que el calor comenzaba a hacerse presente.

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Cuando Bella bajó con Edythe a la piscina, se sintió tremendamente agobiada y asustada, ya que su niña tenía una fuerte parte de vampira y no tenía ni idea de lo que el sol, pudiera hacer en su piel.

Cuando llegaron, la llevaba en el cochecito, al cual le había comprado e instalado una sombrilla de bebé, y no se atrevió a sacarla.

Tras un rato, y justo cuando iba a recoger para irse, se percató de que se habían quedado solas, así que pese a que le daban nauseas solo de pensar en que algo le pudiera ocurrir a su bebita, la sacó y la expuso al sol. Necesita comprobar qué podría pasarle, antes de que se mostrara, sin querer, delante de alguien y ella no supiera que hacer, ya que no sabría qué esperar.

Al principio solo enseñó un pie, para observar lo que pasaba. Miraba atentamente entre el pie y su cara, para comprobar cualquier daño; pero tras un minuto de exposición, se alegró de verificar que a la niña, el sol, no la dañaba.

Al contrario, parecía agradarle bastante, dada su cara de satisfacción.

No era friolera, pero cualquier cosa que tuviera que ver con el calor, parecía complacerla de una forma encantadora.

Bella también comprobó que ella había dejado de serlo, siendo consciente de ello cuando despertó tras el parto, pero era algo que le llamaba la atención, ya que siempre había sido dada a tener frío.

"Será un efecto de la "curación"" Pensó, convenciéndose de ello.

Tras su aventura en la piscina, se cambiaron y se fueron a dar un paseo por los alrededores, descubriendo, con gran satisfacción para Bella, un restaurante italiano.

Bella cenó allí un plato de pasta mientras le hacía muequitas a su hija, la cual reía, soltando suaves carcajadas.

Cuando esa noche se acostaron, acurrucaditas las dos en la cama, sintiéndose mutuamente, se transmitieron, gracias al don de Edythe, lo felices que se encontraban en ese momento.

"Así será siempre, mi vida. Te amaré y protegeré siempre; con mi vida."

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10 semanas + 5 días

75 días

1800 horas

Medford 15 de Marzo de 2020

Tras desayunar, Bella visitó a Edythe con uno de los trajes nuevos que le había comprado en Salem; estaba igual que una muñeca.

Su pelo había crecido un poco tanto en largo como en volumen, pero era insignificante para nadie, excepto para ella misma, que la observaba con ojo crítico. Así que le compró, a juego con el trajecito, una banda para la cabeza, con un gran lazo.

¡Monísima!

Ver a su niña tan preciosísima, le hizo alzar el ánimo y ella misma se vistió mejor de lo habitual; incluso se maquillo un poquito.

Edythe sonrió, enseñando todos sus pequeños dientes, al ver a su madre tan hermosa.

Por supuesto, hubo varios "selfis" del momento.

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Salieron, y tomaron el autobús, que las dejaron en el centro. Desde allí, fueron conociendo el lugar. Encontrando tiendas preciosas y unos sitios encantadores para comer.

Cuando estaban acabando de comer,, a su lado se sentó una familia. Una niña, de unos 3 años, junto a su padre y su madre.

Bella, que estaba disfrutando de la comida, de la suave brisa y de los rayos de sol que se filtraban a través de los parasoles de la terraza del restaurante, no se percató en ellos, pero Edythe si. Sobre todo en el padre.

Observaba desde su cochecito, donde Bella la había inclinado, dejándola casi sentada, como aquel papá, le hacía carantoñas a su hija, ante la mirada amorosa de la madre.

La sensación fue tan intensa para Edythe, que Bella comenzó a sentirte triste, aun sin estar tocando a su hija.

Giró la cabeza, buscando lo que tenía a Edythe con la mirada tan fija, y sobretodo, que la hubiera puesto en ese estado de pesar:

Entonces lo vio. Vio a la familia que comenzaban a almorzar a su lado. Una niña, una mamá y… un papá.

"No puedo creer que añore a su padre, sin tan quiera conocerlo"

Bella pagó la comida, dejando el postre que tan animadamente estaba disfrutando, a medias, y sin alzar la mirada, tomó el cochecito de Edythe y comenzó a caminar.

Notaba como sus ojos le escocían, por estar reteniendo las lágrimas, que como una presa, estaban atrapadas en ellos.

Edythe miró fijamente a su madre, y su cara cambió de expresión. La pena, e incluso la culpa, se hizo clara en su rostro.

- No te preocupes Edythe… No debes sentirte mal por mi. Quien no está haciendo las cosas bien, soy yo. - Murmuró acongojada.

Se fueron al hotel, ya que parecía que ninguna tenía ánimos para seguir su tarde de compras, por lo que un día que había comenzado tan perfecto, se volvió gris y tormentoso.

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Una vez solas en su pequeño apartamento, Bella sentó a su hija en el sofá. Era un bebé, y le parecía casi ridículo tener está conversación, ahora, con ella. Pero visto lo ocurrido en el restaurante, Edythe necesitaba una explicación.

- Cariño… Tu, tienes un papá - Edythe asintió - Y es bueno, y tus tíos y abuelos, también, y te querrán muchísimo cuando te conozcan. Pero… - Bella tomó la mano de su hija, para que captara sus sentimientos. Edythe miró compasiva hacía su madre, sintiéndola - Te prometo que te llevaré a conocerlos. - La voz de Bella se tornó segura y firme. - Te lo prometí estando dentro de mi tripa - Edythe asintió - Y lo cumpliré, pero… necesito un poco más de tiempo. Tu papá y yo, nos queremos mucho - decir ese en voz alta, le hizo inspirar profundo - pero, también hay mucho de lo que hablar… - Suspiró - Cosas de mayores. Cuando tengas más capacidad, te explicaré todo detalladamente, pero ahora, es demasiado complejo… Incluso para mí. - Edythe sonrió, con un deje divertido. Bella sonrió igual - Si… enredos de adultos. - Alzó los ojos al techo.

La niña parecía haber entendido la explicación, pero su rostro seguía teniendo un fondo triste, que a Bella le partía el alma.

Necesitaba un gesto por su parte, para que el ánimo volviera a su hija. Necesitaba verla feliz… Sabía que la forma era llevarla con su padre, pero… Entonces, se le encendió una bombillita en la cabeza.

"¡Dios santo! No le he dicho que el bebé ha nacido. Soy una perra sin sentimientos. Las cosas no se hacen así… ¡Maldita sea! Odio que sea lo que es, pero… no puedo dejarlo de lado en esto… No puedo porque es su padre… ¡Mierda Bella! No puedo porque en el fondo, sigo amándolo... ¡Noooooo! Ni tan siquiera debo pensar en eso. Sácate de la cabeza y del corazón esos sentimientos, ¡ya!"

- Edythe, haremos una cosa. - La bebé giró la cabeza expectante, al ver el cambio en su madre. - Le mandaremos un email, informándole de tu nacimiento, ¿te parece? - Edythe abrió los ojos, con entusiasmo, mientras asentía enérgica con la cabeza. - Bien. - Sonrió intentando mostrar un gesto alegre.

Pero sabía que haciendo eso, debían marcharse ya.

Por supuesto, lo enviaría con su antiguo teléfono, el cual rastrearía con facilidad, sabiendo en cuestión de minutos, donde estaban.

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Empacó todas sus cosas, y volvió a meterlas en el coche. Ella y Edythe se dieron un relajante baño, y Bella escogió para las dos, sendos conjuntos cómodos. Iba a ser un viaje largo, y cuanto más cómoda fuera la niña, más dormiría y así adelantaría kilómetros. Aún quedaban horas de luz, y quería aprovecharlas para viajar.

Le dejó darle un "mordisquito" extra en su muñeca, para que fuese llena y ella se tomó un zumo de naranja, para compensar la pérdida de sangre.

- Entonces, ¿Te parece que le diga a tu papá que has nacido? - Le preguntó sonriente Bella, una vez acomodadas en el coche. Edythe sonrió pletórica. - De acuerdo. Vamos a ya.

Bella tomó el móvil viejo, lo configuró como le había dicho el chico que le dio su documentación falsa y, sin pararse a pensarlo más, escribió:

"El bebé ha nacido"

Escribió el nombre de Edward… el cual se quedó mirando durante unos segundos, sintiendo como su corazón tronaba bajo su pecho.

"Y si en vez de esto, le mando… ¡NO! Siento ser tan egoísta, porque se que lo estoy siendo, pero no puedo. No puedo volver con ellos, como si tal cosa. Me es… imposible."

Sabía que estaba siendo irracional, porque su hija era medio vampiro, realmente, tenía más de "medio vampiro"... Sería un 60 vampiro, un 40 humano; aproximadamente. Pero no podía darles cara; no por vergüenza si no porque sabía que en el momento en que volviera, todo se haría según lo dispusieran ellos. Todo serían preguntas, momentos incómodos y ella estando en alerta constante… Tema a parte, era presentarse delante de Edward. Sus sentimientos estaban a flor de piel por él; necesitaba estar más… inmunizada.

Pensando en eso, condujo de un tirón hasta Redding.

Al llegar, se miró la muñeca. Contempló el reloj que Edward le había regalado, el cual volvió a usar, para tapar la pequeña marca en forma de media luna que su niña le dejaba cada vez que la mordía.

Suspiró... Un gesto cargado de pesar, cargado de lamento. Cargado de... desamor.

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Ya era de madrugada, pero había avisado en el hotel que llegarían sobre esa hora, y no tuvo problema para entrar en la habitación; más aun, al llevar un bebé.

Tomó a Edythe entre sus brazos y se tumbaron juntas en la cama. Estaba agotada. Pero no del viaje, si no de estar casi 4 horas pensando… Pensando en Edward.

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10 semanas + 5 días

75 días

1800 horas

Seattle 15 de Marzo de 2020

Mientras Edward y Emmet discutían, Rosalie se puso a teclear, hasta que consiguió rastrear el móvil de Bella.

- Tengo dos ubicaciones - Rose alzó un poco la voz, para romper el momento un tanto tenso que se había creado entre Edward y Emmet.

Aunque Bella había sido muy hábil no configurándolo estando en Portland, y aunque fue buena estrategia mandar un sms, los móviles actuales están diseñados para conseguir una red móvil, de donde sea.

Fue una señal muy leve, pero lo suficiente para que Rosalie, una experimentada hacker, con un sistema informático de lo más avanzado, consiguiera rastrearla.

- Hay señal en Portland, de hace tres días y la del e-mail, es de Medford - Anunció Rose. - La de Portland, es muy tenue; debió usar el móvil para algo, pero aunque tuviera desconectada internet, la señal del móvil ha debido tomar un punto de wifi cercano. - Explicó a una audiencia de lo más atenta. - La otra señal, es fuerte. Ella activó internet, a propósito, para enviarte el mensaje. - Miró exclusivamente a su hermano.

- ¿Qué quieres hacer, Edward? - Le preguntó Jasper, encontrando silencio por respuesta - Podemos dividirnos para ir a la vez, a los dos sitios.

- No va a estar en ninguno - Alice le puso palabras, a lo que todos estaban pensando. - En Portland daría a luz, y en Medford, estaría de paso.

- ¿Por qué? - Edward soltó esa pregunta, a la nada. Con su mirada perdida, y el rostro roto de dolor.

Todos se miraron sin entender a qué se refería Edward. Todos menos Alice.

- No te culpes exclusivamente - Se acercó a él y le acarició el hombro. - Todos tuvimos culpa. - su voz rota - Ella… se asustó. Debimos prever eso. Pero nadie quería tener esa reacción tan desmedida, en mente. - El siempre alegre rostro de Alice, era la pena personalizada.

- Y el descubrir que estaba embaraza, solo hizo aumentar ese miedo. - Añadió Carlisle, frotándose la frente - Debí estar más atento, cuando Emily nos dio la pista - Su rostro era un reflejo de su desolación y rabia por si mismo. - Pero… ¿Quién iba a suponer…? ¡Y a la primera! - Expresó asombrado. - Vuestra compatibilidad genética, es asombrosa - Murmuró maravillado. Pero su entusiasmo duró lo que tardó en posar su mirada en la de su hijo, que lo contemplaba con pesar. - Lo siento, hijo. Perdona mi falta de tacto.

- Vamos a Portland - Sentenció Edward - Se que no estará allí, pero necesito ver donde estuvo. Carlisle, coméntale al piloto, que lo tendremos de chofer unas horas más.

- Claro, por supuesto.

- De ahí, volaremos a Medford… Allí encontraremos un rastro más reciente. - Toda la familia asintió a sus ordenes; deseos más bien.

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Teniendo un brote de suerte, acabaron en la misma agencia de renta de coches a la que fue Bella. Aunque habían pasado días, su olor era inconfundible.

Edward se llenó de su fragancia, de su exquisito aroma, estremeciéndose.

Le hizo un par de preguntas certeras al chico que atendía en el renting, y su mente, habló claro para él, dándole el modelo y dejándole ver un vistazo a la matrícula.

Con esos datos, Rosalie solo tuvo que hackear el disco duro que todos los coches de alquiler llevan incorporados, y seguir la ubicación.

- ¡El gps! - Exclamó Edward, mostrando vida en su rostro, tras 10 semanas de parecer un alma en pena. - Este es el despiste que estaba esperando. - Murmuró mientras le relampagueaban los ojos. Rose asintió con una mirada conspiratoria.

- Es nuestra. - Su voz sonó malévola.

En 15 minutos, estaban parados delante de la puerta de la casita de Bella.

Nada más abrir la susodicha, todos, se vieron obligados a dar un paso hacía atrás debido al olor tan fortísimo a sangre que invadía la sala.

- ¡Dios mío! - Exclamó Carlisle entrando el primero. - Aquí ha habido una carnicería. - Murmuró enajenado, con su frente repleta de arruguitas de preocupación.

- ¿Cómo… Cómo ha podido sobrevivir a esto? - Edward, que entró siguiendo a Carlisle, se quedó en mitad del salón, observando a su alrededor con la cara desencajada.

- La mayor concentración de sangre ha sido aquí. - Jasper era el que más olfato, por decirlo de alguna manera, tenía de entre todos. - El olor es fortísimo. - Arrugó la nariz.

- Perdió muchísima sangre - Carlisle comenzó a andar alrededor de donde se concentraba más el olor. Se inclinó al suelo y levantó la alfombra.

Había un pequeño charco de sangre reseca que había calado toda la protección que Bella había puesto.

- Algo había encima de la alfombra - Murmuraba Carlisle - Ella estaba prevenida en que algo así, pudiera pasar, pero sufrió una hemorragia tan intensa, que caló la protección que debió poner.

- Si… Pero… - Edward ya había perdido la paciencia con tanta conjetura - ¿Queréis decirme de una santa vez, cómo ha podido sobrevivir a esto? - Gritó, alzando los brazos, señalando la zona "ensangrentada".

- El bebé. - Soltó Rosalie. - El bebé, la ha salvado. - Todos la miraron con los ceños fruncidos, alucinados. - Si, no me miréis así. Aunque cuando nacen, no son del todo venenosos, tienen dientes y una pequeña cantidad de ponzoña en su organismo. - Rosalie miró a Carlisle - Nos lo explicaste hace tiempo, y otra vez cuando pasó lo de los Denali. - Carlisle asintió.

- No hay otra explicación. - Soltó él, perplejo. - El bebé tuvo que ser consciente de que su madre moría, y morderla. Varias veces, - recalcó - para que la hemorragia parara y Bella sobreviviera.

- Pero, entonces… Bella tiene parte de ponzoña en su organismo… Es, una híbrida. - Esme, no sabía si preguntar o asentir.

- No creo que note diferencias - Contestó Carlisle - Puede que alguna cosa puntual, pero nada que llame la atención. Los bebés no tienen ni fuerza ni el suficiente veneno para convertir a un humano. Su cantidad de ponzoña, es mínima.

- Si, pero es la única explicación que tiene sentido. - Volvió a insistir Rose sobre su teoría. Emmet frunció los labios, molesto, ante las "atenciones" que estaba tomándose Rose.

Sabía que este, era un tema delicado para ella; y que Bella, hubiera tenido al bebé sin avisarlos, sobre todo a Edward, era un sacrilegio y una ofensa para su esposa.

Ahora ella, se había convertido en una fiel y leal defensora de su hermano.

·

Edward siguió olfateando, descubriendo otro aroma; uno que lo dejó casi sin sentido. De ser humano, se hubiera desmayado en el acto: El olor de su hijo.

- Yo también lo he notado - Carlisle apoyó su mano en el hombro de su devastado hijo. - Ese ligero aroma… es una mezcla perfecta entre tu olor y el de Bella. - Edward asintió, bajando la cabeza. Se sentía tan derrotado, que no encontraba fuerzas para levantar ni la vista. - Siento muchísimo que todo haya tomado un rumbo tan… dramático. - La cara de Carlisle no distaba mucho de la de su hijo. Era la tristeza y el abatimiento, hecho rostro.

- Si le hubiera dado el espacio que pedía… Si no hubiera estado tan encima de ella… Bella no está haciendo las cosas bien, - meditó Edward, frunciendo los labios - pero la culpa fue mía. Exclusivamente mía. Como dijo Alice, nadie quiso tener en cuenta que ella nos temiera de esa forma. - Suspiró agotado - Jasper me lo avisó varias veces, que ella nos tenía miedo. Uno mucho mayor de lo que demostraba, él la captó perfectamente, y yo, hice oídos sordos. - Se maldecía a sí mismo.

Carlisle no sabía qué más decirle a su hijo. Pasó su brazo por los hombros de Edward, apretando, reconfortándolo. En esos momentos, no había nada qué decir; nada que pudiera calmar el alma rota de su hijo.

Tras revisar la casa, sin hallar realmente nada de los planes que Bella pudiera tener, se fueron al aeródromo, donde la avioneta los esperaba para tomar rumbo a Medford.

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No sabían por donde empezar, ya que Medford era un pueblo muy turístico, repleto de hoteles, y ya estaba comenzando a amanecer, dejando entre ver un día soleado.

Pero si tuvieron una gran pista:

El coche alquilado.

Todos llevaban un GPS, como seguridad. Y a Edward no le pasó por alto ese detalle al rastrear el coche en Portland; Que era el mismo con el que fue a Medford.

Sabía, que antes o después, tendría un despiste, y ellos lo aprovecharían.

- Rose… - Edward no necesitó decir más.

- El coche está moviéndose - Anunció exultante Rose. - Lo tengo hackeado - Sonrió de forma orgullosa - Está dirigiéndose al sur. El coche estuvo parado en Redding unas horas. Y ahora está en la autopista I5.

- Ha vuelto a cambiar de estado. - destacó lo obvio Jasper, interrogativo, ya que no entendía a dónde quería llegar Bella.

- Quiero ver donde ha estado alojada. - comentó Edward con calma. Rose lo miró frunciendo el ceño, casi con molestia - Quiero saber sus movimientos.

- ¿Para qué? Te estoy diciendo donde está, ahora. - Lo miró con los ojos abiertos repletos de asombro. - Estoy rastreando su coche, en tiempo real. Nos saca una ventaja de unas 5 horas. Hemos conseguido recortar el tiempo de distanciamiento, y ahora… - Edward la cortó.

Rose miraba aturdida a su hermano, no entendiendo que no quisiera salir de estampida a por Bella.

- Antes de encontrarla… Quiero… - Edward inspiró hondo, manteniendo sus ideas firmes - Necesito - Remarcó - verla. Verla a ella y al bebé, antes de tenerla cara a cara. - Rose frunció el ceño aun más, no entendiendo ese "antojo" de su hermano - Rose, estoy acostumbrado a guiarme por mi don, a saber, a ver… Es mi mayor sentido. - Explicaba con énfasis - Tengo que intentar ver alguna imagen de ella, y del bebé.

- Rose - la llamó Alice - Ahora Bella está controlada. Teniendo la ubicación gps del coche, sabremos en todo momento donde está. Comprueba sus paradas, así, sabremos en que hotel se alojaron ella y el bebé.

Rose, enfurruñada, bufó varias veces antes de volver a teclear en el portátil y comprobar las paradas del coche.

- Rogue Regency Inn. - Anunció. - Es un complejo hotelero.

- Vamos. - Apresuró Alice.

Carlisle, que era el que conducía, miró hacía Edward, que iba de copiloto; el cual asintió con un leve movimiento.

Habían alquilado un monovolumen en Medford, al lado del aeródromo donde aterrizaron. El resto del rastreo, prefirieron hacerlo en coche, por petición de Edward.

·

Todos iban conversando, bastante animados por el giro de los acontecimientos. Todos, menos Emmet; que sentía que estaban dando caza a Bella.

Él sentía tanto como los demás que se hubiera marchado, y le dolía que les temiera, pero la entendía. La entendió desde el principio, y aunque no lo decía, por no herir y rabiar a Edward, estaba contento y muy orgulloso de Bella, de como estaba evadiéndolos.

Hasta ahora.

Que tuvo un despiste tonto. Despiste que Edward estaba esperando.

Su hermano tenía parte de razón, ya que ella se fue embarazada y había tenido el bebé sola a riesgo de morir; pero ahí estaba el punto clave:

Prefería morir, antes que regresar con ellos.

Y eso, era lo que ninguno estaba teniendo en cuenta. Ninguno, menos él.

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¡Pillada!

Estaba claro que algún despiste tendría que tener, ¿no?

OPINIONES¿?¿?¿?¿?¿?

¡BESOSSSSS!