CAPITULO 44

Esa misma noche en la habitación, Kailo y Isaac trataban de conciliar el sueño con un incomodo silencio, pero ninguno de los dos era capaz de dormir, ciertas inquietudes les incomodaban, y fue el lince quien rompió ese silencio.

—Tampoco eres capaz de dormir, ¿verdad?.

—Si, han pasado bastantes cosas en tan solo poco tiempo.

Kailo recordó con preocupación ese momento en que Isaac confronto a los bandidos que rodearon la carretera, aquel humano que luchaba con admirable fuerza contra monstruos, no tuvo piedad contra los forajidos Sapien. Su amigo mostro una faceta oscura y sádica contra esos criminales, y aunque estos se lo merecían, sentía que ese Isaac era otra persona.

—Cuanto enfrentaste a esos bandidos, y torturaste a uno de ellos para sacarle información… tenía miedo, mucho miedo -El lince expreso con sinceridad —Sentí como si actuaras como alguien diferente a ti, alguien siniestro… quería detenerte, pero me acobarde, soy tan patético, que ni siquiera merezco quejarme de ello.

Isaac abrazo a su amigo, quien reacciona llorando y también le devuelve el mismo gesto.

—Lo siento tanto, me deje llevar por el odio, ver a esos bandidos… el que quisieran esclavizarnos, me trajo recuerdos desagradables -Confeso el humano.

—¿Recuerdos desagradables?.

—Perdí a un querido amigo, fue el primer y sincero amigo que hice en mi mundo de origen, luego ocurrió ese día…

Recuerdos desordenados resuenan en la cabeza de Isaac, viviendo la imagen de un joven de pelo largo rubio, hombres encapuchados sosteniéndolo, un auto blanco marchando a toda prisa, una explosión intensa y un grito desgarrador masculino. La respiración del humano se torna agitada, sudor empapa sus mejillas y frente, llevo sus manos a la cabeza como si experimentara un dolor insoportable.

—Isaac, ¡Isaac!, ¡ISAAC!...

Todo vuelve a la normalidad para el humano, los recuerdos desaparecen y retorna a la habitación, su respiración se tranquiliza, secándose el sudor y quitando sus manos de la cabeza.

—Te veías sufriendo mucho, lo siento, te hice revivir recuerdos horribles… -El lince se disculpa con las orejas bajas.

—No tienes que disculparte, Kailo, no es tu culpa -Le reconforto el humano —No puedo simplemente olvidarme del pasado, me desagrada y duele recordarlo, pero forma parte de mi y debo aceptarlo, pero… la verdad es que lo rechazo, porque trato de evitarlo en lo posible, fue un día muy doloroso para mí.

—Lo apreciabas mucho, ese amigo tuyo.

—Axel -Pronuncia un nombre —Si hubiera sido más fuerte quizás…

El lince se acurruco en su cuello, ronroneando y teniendo un efecto relajante sobre su amigo, calmando aquellas inquietudes emocionales, aliviando esos dolores del pasado que aun siguen atormentando al humano de vez en cuando.

—Gracias Kailo, gracias por ser mi amigo.

—Soy yo quien debería darte las gracias, sin ti, habría muerto aquel día en ese bosque.

El dúo se mira con mutua afecto, el felino agita su cola emocionado, dejándose llevar por la situación, sus labios chocan en un pasional beso y se revuelcan sobre la cama movidos por sus sentimiento.

[—]

Fue a la mañana siguiente que los dos partieron hacia la herrería de Torke, en la entrada fueron recibidos por su aprendiz, Tiqulis, quien contento los invito a entrar, allí el maestro herrero les saludo con su reciente creación, el dúo quedo fascinado de solo verlo.

Una espada de bronce con una hoja teñida de rojo, el lince podía sentir como magia emanaba de esa hoja, no era una magia débil, el herrero realmente se había esmerado y fabricado un arma mágica de envidiable calidad.

—Como lo prometí, un arma mágica y no les cobrare ni un solo Divity -El oso hace entrega del arma a su nuevo dueño.

El humano sostiene el arma en sus manos, con solo sostenerle en su empuñadura podía sentir la confianza de usar todas sus fuerzas con tal creación, sin el temor a que se rompa.

—La espada mágica que sostienes no fue creado para disparar proyectiles de fuego o imbuir la hoja en llamas -Aviso el maestro herrero —Use las propiedades mágicas del fuego para fortalecer la dureza del bronce del que está hecho la hoja del arma, normalmente el mejor elemento para crear armas o armaduras con mejor resistencia y duración, es la magia de tierra, claro que con el fuego puedo hacer lo mismo, pero en una magnitud menor.

—Entonces, ¿el arma no se romperá si uso todas mis fuerzas?.

—Tiqulis me describió la impresionante fuerza que ejerces al luchar, puedo asegurarte de que no se romperá tan fácilmente, pero… como todas las armas, incluso las mágicas tienen un estimado de vida -Aclaro Torke —Cuando más se use, más se desgastará y eventualmente en algún momento se romperá, por supuesto, me es imposible calcular cuando llegaría ese momento exacto.

El arma mágica puede ser mantenida con aceites y afilar la hoja con un amolador, esto permitirá reducir el desgaste de su uso, Torke le regalo a Isaac un paño y una vasija que contenía el aceite necesario para darle ese mantenimiento, incluso también le dio permiso para usar cuando quisiera el amolador de su herrería.

—Ahora que tienes una nueva espada, ¿no es hora de probarla?.

Cuando Torke le planteo esa pregunta, Kailo e Isaac se miraron fijamente entre sí, y una sonrisa se hace en los dos al mismo tiempo.

[—]

Una hora después, en un campo merodeaban unos 4 lobos de pelaje oscuro, ojos rojizos y largos colmillos que sobresalían de su boca, las criaturas voltean al mismo tiempo avistando a dos individuos acercarse a ellos, el lince y el humano hacen acto de presencia, este segundo blandiendo su nueva arma para desafiar al cuarteto de monstruos lupinos.

—¡Cuando quieren perritos! -El humano exclamo con el señalarles de su arma.

Los lobos gruñen y coordinados, se desplazaban para rodear al humano, los cuatro enfocaron toda su atención en Isaac, ignorando a Kailo por completo, sentían que él era la amenaza mayor y que solo después de lidiar contra el con todas sus fuerzas, podría ir sin complicaciones por el Sapien.

Uno de los lobos da el primer ataque a espaldas de Isaac, dando un brinco con sus garras en alto y el abrir en grande de su hocico, pero el humano lo ve venir, usando aquellas habilidades sobrehumanas, se voltea rápidamente y abate al lobo de un espadazo en el cuello. Acto seguido toma el siguiente ataque y apuñala en el pecho al siguiente abatiéndole, solo restaban dos.

Mientras retiraba su arma del pecho de la bestia asesinada, los dos que quedaban le atacan por sus flancos izquierda y derecho, Isaac propina un espadazo eliminando a uno de ellos, mientras el ultimo es golpeado por un potente proyectil de agua que hace al monstruo lupino interrumpir la trayectoria de su ataque fallando en el proceso.

El monstruo cae al suelo luego de recibir aquel proyectil elemental, el daño no lo lastimo en sí, solo hizo que fallara su ataque, aun se encontraba en perfectas condiciones y al ponerse de pie, ignoro al humano y miro al Sapien con evidente desprecio, por haberle arrojado aquel ataque mágico.

La bestia enseña sus fauces y arremete contra Kailo, el felino se sentía en parte intimidado, no le daba el tiempo suficiente para lanzar otro ataque mágico de agua como el que uso recientemente. Pero el humano se interpone en el camino del lobo, a gran velocidad logra llegar primero a su amigo y bloquearle el camino del lobo, pero la bestia no se detuvo y continuo su ataque ahora contra el humano.

—Y contigo, eres el ultimo.

La bestia salta y carga contra Isaac, el humano agita su espada, partiendo a la criatura en dos en forma vertical, la fuerza que aplico en ese ultimo movimiento fue mayor a comparación de los demás lobos subyugados.

—¡Lo lograste Isaac! -Kailo le felicito.

—Querrás decir, lo logramos -El humano corrige —Me cubriste la espalda, Kailo, no infravalores tu participación.

Los dos habían aceptado el encargo de eliminar 4 lobos coléricos, bestias semejantes a los lobos tradicionales, con la diferencia de que eran un poco más grande, más fuertes y tenían una letal agresividad contra todo el que se acercara, siendo un peligro constante para viajeros y comerciantes.

—El encargo también menciono la posibilidad de que esa manada de cuatro lobos coléricos fuera liderazgo por un monstruo más fuerte -Expone Kailo a modo de recordatorio —Aunque por suerte, ese ultimo monstruo es solo un objetivo secundario, dado a que su existencia no está del todo confirmada.

—No me extraña que fuera un caso secundario, no veo ningún otro monstruo a la proximidad.

Pero las palabras del humano son calladas cuando hacia ellos se aproximo otra criatura, más grande que los lobos coléricos, más robusta y feroz, Kailo reconoció el tipo de ser que era.

—¡Un lobo demoniaco!.

De un grueso pelaje negro, ojos rojos, colmillos que sobresalían de su boca y un par de cuernos, aquella monstruosidad tenia el tamaño de un león, gruñendo con hostilidad hacia los dos aventureros.

—La paga es mayor si se elimina al monstruo secundario, ¿verdad?.

—Es correcto, si se confirma su presencia y además se elimina, la paga es mayor.

—En ese caso, ¡a cazar!.

El humano tomo la iniciativa, brincando sobrehumanamente y con el caer en picada, depositando todas sus fuerzas en un solo ataque, las venas de sus brazos sobresalen a la vista y carga con un poderoso tajo. La cabeza del monstruo es rebanada de ese único golpe, fue la victoria inmediata para Isaac.

—¡Esta espada es lo máximo! -El humano elogio su nueva arma —No tiene ni un rasguño, las armas mágicas son la onda.

—El trabajo fue un éxito y pudiste probar tu nueva arma, todo ha salido mejor de lo esperado.

—Si, pero nuestra aventura no ha hecho sino comenzar.

La odisea de este dúo seguirá continuando, aún quedaban muchos monstruos que subyugar, muchos bandidos que eliminar y quien sabe cuántas aventuras más que experimentar, si bien, el humano aun tenia que averiguar el misterio de como termino en Gaia, pero mientras tanto, seguiría desempeñando su papel como aventurero, en la fiel compañía de su mejor amigo, el Sapien lince Kailo.

Continuara…