Este capítulo se basa en la escena de la reconciliación oficial de Sehrazat y Onur en "Las Mil y Una Noches", el tan nombrado "beso del bosque" Espero que les guste!
Capítulo 44 "No puedo vivir sin ti"
Sehrazat intentó sin éxito arrancar su auto y cuando levantó la vista, vio a Onur golpeándole su vidrio y pidiéndole que se bajara. Quería escaparse, se culpó por haberle hecho caso cuando le pidió reunirse por última vez por ese proyecto.
Habían logrado arreglar las cosas como para que ella dejara el trabajo ya casi terminado en manos de un reemplazo. Y ella creyó que se había liberado, pero el auto la había traicionado…
-¿Quieres que lo intente? - le dijo cuando ella bajó la ventanilla.
-No hace falta, llamaré para que lo arreglen…- le contestó ella cortante.
-¿Te llevo a casa? - le preguntó cuando se hizo a un lado para que Sehrazat pudiera bajar.
-Tomaré un taxi…
-Sehrazat, estoy intentando ser amable como cualquier ser humano…- le dijo y le abrió la puerta del auto.
-Ella lo miró con fastidio y decidió que no quería seguir discutiendo.
-Estuve esperando tu llamado…- le dijo mientras conducía.
-Lo se…- ella quería mantenerse distante y seria- lo siento mucho…
-¿Eso es todo?
-¿Qué más quieres que diga?
-No se… pensaba que estarías preocupada por mi…
-Me asusté, pero me alegré de que estuvieras bien… de verdad lo siento…
-Palabras vacías…- dijo él molesto- sin emoción…
-No esperes que muestre emoción Onur… ya te dije, no puedo vivir con el recuerdo de esa noche, no lo puedo olvidar…- él la miró y no dijo nada más.
El aire se tensó aún más y él aceleró. Sehrazat vio que había cambiado el rumbo y se alejaba un poco de la ciudad.
Llegó a un lugar boscoso y detuvo el auto, se bajó y dio la vuelta para obligarla a bajar a ella.
-Baja… baja Sehrazat...- le dijo y tiró de su brazo para que ella lo obedeciera.
-Onur… ya basta… Onur…- dijo ella y bajó.
Él la sujetó del brazo y la arrastró a su paso por entre los árboles.
-Onur… ¿qué haces? - le dijo mientras él seguía caminando- ¿qué es lo que quieres? - preguntó y él se detuvo y la miró a los ojos.
-Tienes razón… toda la razón… nunca voy a olvidar esa noche que pasé contigo y la voy a recordar cada vez que te mire porque te amo desde esa noche, ¿sabes? Desde ahí te convertiste en un regalo para mí… Estaré celoso hasta que me muera, de cualquiera… eso no va a cambiar, si vamos a estar juntos discutiremos por esto…- dijo y ella no podía dejar de mirarlo, comprendiendo su estado- no porque no confíe en ti, al contrario… soy tan celoso porque no puedo creer que te merezca, soy tan celoso porque tengo miedo de perderte…- dijo y un relámpago los iluminó y comenzó a llover- soy yo Sehrazat… yo era quien no confiaba en las mujeres hasta aquella noche, lo que siento por ti me ha cambiado y si no quieres que esté a tu lado, toma las llaves y vete…- le dijo ofreciéndole las llaves del auto y ella bajó la cabeza.
Llovía torrencialmente y él la escuchó llorar. Sentía deseo de estrecharla entre sus brazos, pero había hecho esa última jugada. Sinceridad brutal, ahora todo dependía de ella y de cómo reaccionara.
Sehrazat levantó la mano y él sintió que su vida dependía de ese gesto. Sin embargo, ella solo tomó su mano y la acarició con suavidad, no tomaría las llaves.
Cuando Onur tomó conciencia de ello, sintió los labios de ella buscando los suyos y no pudo evitar dejarse llevar. Ella lo besó tentativamente, pero no bien sus labios tocaron los suyos, se estremeció al sentir la respuesta de él, que se abandonó a ella unos instantes para finalmente comenzar a responderle con tanta intensidad que ella creyó que moriría allí mismo…
Onur la tomó de la nuca mientras ahondaba el beso, el deseo de ambos evidente, finalmente estaban en la misma página, la de la pasión, el amor, el entendimiento, la resignación de no poder vivir uno sin el otro…
Ella lo atrajo a su cuerpo mientras sus bocas seguían batallando para imponerse a la otra y sintió que su cuerpo estaba en total sintonía con el de él. Nunca en el tiempo que llevaban juntos, ni siquiera en esa tan nombrada noche negra, habían compartido un beso así…
Sehrazat lo tomó de la cara y lo sintió ir calmándose de a poco… finalmente separó su boca de la de ella y se perdió en sus ojos a través de la cortina de agua.
Ambos cayeron en cuenta de lo que ocurría casi al mismo tiempo y ella sonrió sin fuerzas, sus labios hinchados de la intensidad de los besos de él...
-Ven… vámonos de aquí... no quiero que te enfermes…- dijo y corrieron hacia una edificación que no estaba demasiado lejos de allí. La lluvia se veía cada vez peor, pero a ella lo único que le importaba era sentir los dedos de él entrelazados con los suyos… ¿sería ese el fin de todos los problemas que tenían?
No bien entraron, él la ayudó a quitarse el abrigo y se acercaron al fuego…
-¿Tienes frío?
-Un poco…
Onur la tomó de la cara, ambos estaban empapados, pero él no podía dejar de mirarla, porque no podía creer tenerla otra vez a su lado…
-¿Me perdonas? - le dijo y la vio sonreír.
-Sí… ¿y tú?
-No estaba enojado contigo…- le dijo mirando sus labios con deseo.
-Onur…- le dijo ella en el mismo estado- ¿tienes idea de cómo han sido mis días lejos de ti?
-Y tú los días sin ti…- dijo él con desesperación.
-Onur… mi Onur…- le dijo ella y él no pudo evitar volver a besarla.
-Sehrazat… te amo…
Sus manos soltaron su cabello mientras sentía la suave exploración de ella en so boca. Sehrazat lo atrajo a su cuerpo y aunque el beso fue un poco más tranquilo, ambos experimentaron la complicidad por el que habían compartido momentos antes…
Finalmente, él abandonó su boca y la abrazó, hundiendo su nariz en su cuello y ella suspiró con alivio, sintiéndose segura en sus brazos como hacía tiempo no le sucedía…
Se quedaron allí un buen rato, abrazados, mirando el fuego, renovando sus promesas para volver a estar juntos, sin segundas intenciones, solo con el amor que se tenían… no hablaron de boda, ni de proyectos, solo del deseo de no estar nunca más separados…
Doña Nadide se comunicó un rato más tarde, cuando él le hablaba con suavidad al oído, pretendiendo que ese momento no terminara nunca…
Le avisó que Kaan estaba en su casa y que Mihriban se había ido sin decir adonde…
Sehrazat le prometió pasar a buscarlo en un rato…
Se puso de pie y él la tomó de ambas manos.
-Dime que esto no es uno de esos sueños de los que al despertar me hacen sentir que vivo en el eterno infierno de tu rechazo…- le dijo él sus ojos en los de ella.
Sehrazat sonrió y lo tomó de la cara.
-No lo es… yo también sueño contigo… sueño que me pierdo en esa mirada cristalina… que me besas, me acercas a tu corazón y me dices que no me dejarás de amar nunca…
-Es así… tus sueños son realistas, mi vida… no dejaré de amarte nunca…- le dijo sonriendo- ¿qué hay de ti?
-Yo tampoco…- le dijo ella con una sonrisa y él besó su frente.
Onur se inclinó y capturó sus labios otra vez. Era como si no tuviera suficiente de ella y Sehrazat sonrió con dulzura una vez que él se separó.
-Kaan nos espera…- dijo él y ella asintió.
-Estará feliz de verte…- le dijo y él entrelazó sus dedos con los de ella para salir.
Ya no llovía tanto, la tempestad había dado paso a la calma… en todo sentido…
Espero que les haya gustado. Pronto seguiré con esta historia! Gracias por leer!
