Sin entender que pasaba se giró para salir del avión, pero se encontró con unos ojos verdes mirándola con una sonrisa.
-¿Qué? – negó con la cabeza, no entendía nada
-Hola, vamos siéntate – la invito a sentarse.
Quinn abrió el asiento que usualmente usan las azafatas en esa área del avión
-¿Por qué traes uniforme? No me digas que me das a dejar aquí para irte a trabajar, por eso tanta llamada misteriosa – dijo dispuesta a salir del avión
-No me voy a ir a ningún lado, de hecho mi intención es jamás irme de tu lado-
-No sé de qué va todo esto, pero tengo que entregarle a Luna esto – le mostro la cajita – alguien olvido esto aquí –
Dio unos pasos
-Esa cajita es mía – su esposa se giró para mirarla - ¿No recuerdas verdad? – pregunto con una sonrisa, la otra negó – Vamos siéntate –
Rachel la obedeció
-Verás la primera vez que nos vimos fue unas filas adelante, cuando pediste…¿unas papas? Creo que eran unas papas…pero la segunda vez fue exactamente en estos asientos, en este avión…-
-¿Es el mismo avión? – pregunto incrédula
-Así es, en este avión hace ya algunos años fue nuestro primer encuentro, en donde casi rompes mi mano- dijo divertida, Rachel hizo un gesto de estar apenada – y esa misma mano que casi me rompes quiero que la tomes para toda la vida…y ya sé que dirás que ya estamos casadas, pero como te dije quiero hacerlo bien…por eso…- le extendió la mano – me puedes dar la cajita, por favor –
Rachel un tanto insegura se la dio
La ojiverde tomo la cajita entre sus manos, un poco temblorosas, y la abrió
-Rachel Berry, ¿te volverías a casar conmigo? –
La morena intercambio su mirada entre el rostro de la ojiverde y el anillo
-Es el anillo que vimos en Las Vegas – dijo asombrada
-Lo es, ese mismo día regrese a comprarlo, no cambies de tema y dame tu respuesta – le pidió nerviosa ante la falta de respuesta
-Claro que si me volvería a casar contigo –
Quinn se levantó del asiento para colocarle el anillo y sellar la promesa con un largo beso.
-Dios, comienza a sentirse caliente el avión – susurro Quinn deteniendo el beso
Rachel protesto
-Tenemos que parar ahora, sino no me detendré – dijo alejándose de su esposa
-Vale, no es el lugar indicado, pero deja que lleguemos al hotel – dijo picara – y no se te ocurra quitarte el uniforme – le dio una mirada intensa
-Apenas me queda – se quejó mirándose la zona del vientre
-Para mi estas muy apetecible – se acercó para robarle un beso
-Mejor bajemos –
Tomo su mano para salir del avión y llegar de nuevo al área de descanso de la compañía. Cuando entraron Luna y demás compañeros gritaron un "Felicidades".
La ojiverde, un poco tímida, se escondió detrás de Rachel que enseñaba orgullosa su anillo de compromiso.
-Espero que de nuevo me inviten a ser su dama de honor – dijo Luna acercándose para abrazar a la pareja
-Claro que si – dijo la rubia con una sonrisa
El trayecto de regreso al hotel, Rachel no dejaba de admirar su nuevo anillo.
-¿Lo has tenido todo este tiempo guardado? – pregunto la morena
-Yep, no sabía cómo dártelo o en que momento, esa misma noche que lo compre nos casamos – hizo una mueca
-Creo que tu forma de pedirme matrimonio fue mucho mejor y más romántica que la mía–
-Yo creo que la tuya fue la mejor, en medio del lobby del hotel, después de llegar de ver chicas desnudas, medio borrachas…esa historia le contaremos a nuestros hijos –
-¡Jamás! Nuestra historia de compromiso oficial será esta, en el avión donde nos conocimos – dijo decidida
-¿Y de la boda cual será? –
Rachel lo medito un poco
-La que organizaremos no puede ser peor que la de Las Vegas – hizo una mueca
-La de las Las Vegas fue linda, a mí me gusto –
-Vale, dejemos abierta la historia oficial de la boda para esperar –
Al llegar al hotel, fueron directas a su habitación.
Dejaron sus pertenencias y Rachel no perdió tiempo en colocar contra la pared a la ojiverde, pero en un movimiento ágil por parte de la rubia, intercambiaron lugares.
-Ahora es mi turno de tomar el control – dijo antes de morder el cuello de la morena.
Quinn estaba dormida hasta que se sintió algo incomoda del estómago, lo que hizo que se levantará.
Llevaba varias horas sin comer, y al parecer su bebé le reclamaba, por lo que pidió servicio a habitación.
Se puso su bata blanca para salir al balcón para hablar con Santana.
-Hola San –
-Hola, ¿Cómo te fue? – pregunto emocionada
-Muy bien, estoy comprometida – dijo alegre
-Vamos, eso no es novedad, era lógico que te dijera que sí, lo que quiero saber es ¿salió todo bien? –
-Sí, todo pareciera que fue planeado con minutos y segundos, el avión no se retrasó, nosotros todavía estábamos cerca cuando Luna me llamó…Luna y las chicas lograron despejar el avión justo cuando llegamos al aeropuerto y lo más importante el uniforme apenas me quedo, todo fue perfecto – suspiro
-Te dije que no tenías que estar nerviosa, todo iba a salir perfecto –
Por la ventana Quinn vio como Rachel empezaba a despertarse buscándola.
-Gracias por ayudarme, quisiera platicar más, pero mi prometida está despertando – dijo con una sonrisa
-Aprovechen los días que les quedan, porque cuando vuelvan van a tener mucho que planear-
Quinn sólo dijo un adiós y colgó, ingreso a la habitación.
-Buenas noches, ¿Cómo dormiste? – dijo mirándola
-Pude dormir hasta el día siguiente pero ya no te sentí- se quejo
-Tuve que pedir servicio al cuarto porque muero de hambre, no creo que tarden en llegar– se mojó los labios al ver a la morena levantarse desnuda
-Calma esa hambre, hasta después de comer alimentos – dijo divertida caminando al baño.
En Houston, Santana se encontraba cenando con Russell y Judy en su departamento.
-Judy, esta hamburguesa vegetariana esta deliciosa – halago
-Eso es cierto, confieso que cuando dijiste que las harías estaba bastante nervioso – Russell le dio una mordida a su hamburguesa
-Gracias, son de las clases que estoy tomando con Rachel, tampoco estaba muy segura de asistir, pero me convenció y ya tenemos varios talleres agendados para ir juntas – dijo alegre
-Por eso ya no tienes tiempo para irnos al spa – se quejó celosa Santana
-Ehh…tengo tiempo para ambas – le dijo con cariño
-Claro, ya me dirás cuando tengan que organizar la boda – susurro Santana haciendo un pequeño berrinche
-¿Boda? ¿Qué boda? – dijo Russell
-¿Quién hablo de boda? – dijo Santana tratando de salir – Tal vez debería de ir con ustedes alguno de esos talleres –
-Santana López, ambos escuchamos claramente que mencionaste una boda…- dijo Judy
-Organizar la boda exactamente – intervino Russell
Santana se encogió en su silla ante la mirada de los señores Fabray, sabía que no tenía escapatoria
-Quinn le acaba de proponer volverse a casar – confeso
Al día siguiente las chicas se despertaron algo tarde, era su último día de vacaciones y querían disfrutar.
Después de desayunar, caminaron un poco por la playa.
-¿Por qué estás tan pensativa? – pregunto Rachel
-Estoy cayendo en cuenta que les tenemos que decir a nuestros padres sobre la boda y de nuestro bebé, y no sé qué les diremos primero –
-Lo había olvidado por completo…quizás podemos decirles de la boda primero para que cuando les digamos del bebé no se molesten o al revés…– propuso la morena
-No sé…ya se nota…creo que primero les tendríamos que decir del bebé- acaricio su vientre- esto no lo podemos ocultar más tiempo –
-No lo pienses demasiado, haremos lo que tú quieras, yo te apoyaré – beso sus labios
En Houston, Santana terminaba de arreglarse cuando sonó el timbre del lugar. Al abrir se encontró con la madre de Quinn y Rachel.
-Hola San, espero no interrumpir nada, pero tenemos que organizar la fiesta de compromiso de nuestras hijas – dijo Judy entrando seguida de Shelby
-Ehhh…Judy, ¿sabes que a Quinn no le van mucho las fiestas? – pregunto viendo cómo se adueñaban de su comedor
-Claro que lo sé, por eso siempre sus fiestas son sorpresa, así no se puede negar y ya nada puede hacer – dijo orgullosa
-Igual sólo seremos la familia y unas amistades- aporto Shelby
-Primero, deberíamos comenzar con la lista de invitados para ver que comida vamos a dar – dijo sacando su libreta – Vamos Santana, toma asiento…-
Santana cerró la puerta y suspiro, Quinn la mataría.
Era casi de noche y las chicas estaban a punto de abordar el vuelo, era la tercera vez que Rachel regresaba del baño.
-Todos pensarían que tú eres la embarazada – dijo bromeando acariciando su vientre
-Son los nervios, me sigue sin gustar los aviones – se sentó a lado de la ojiverde
-Pueden no gustarte, pero ya no te he visto que la pases tan mal -
-No la paso mal, porque estoy más drogada que nada – dijo riéndose, la ojiverde se le quedo mirando
-No me mires así, la dosis está aprobada por el médico…igual no estoy drogada porque todo lo que siento aquí – toco su estómago – se llama nervios, ansiedad y miedo – suspiro frustrada
-Y todo lo que yo siento aquí – tomo la mano de la morena – se llama nuestro bebé – dijo con una sonrisa
-Hola bebé, soy mamá – Rachel se agacho para hablarle al vientre
A la ojiverde se le humedecieron los ojos.
En el departamento Santana y Britt seguían las órdenes para colgar el letrero de "Felicidades" con unos anillos y una foto de las chicas que había mandado hacer Judy.
Shelby acomodaba los aperitivos en la barra de la cocina.
-Ahí está perfecto chicas…ahora sólo falta que comiencen a llegar a los invitados y las chicas – dijo orgullosa viendo el resultado.
En el avión, Quinn notaba que Rachel se movía nerviosa en su asiento, estaban a punto de despejar.
-Hey, ¿Cuándo me vas a cumplir mi fantasía del avión? – le susurro
Rachel volteo a mirarla
-Le puedo pedir a Luna que nos despeje el baño por unos minutos – susurro en su oído
-Dudo que las dos entremos en el baño – miro nada disimulada el vientre
-Hey…¿Qué estas queriendo decir? – dijo realmente ofendida
-¿Todo bien aquí? – pregunto Luna acercándose a ellas
-Sí, bueno tengo un poco de frío me puedes traer una cobijita de esas que regalan aquí – pidió amablemente
-¿Frio? Estamos en la costa, si sabes ¿verdad? – pregunto Luna
-Lo sé, pero me da frío por los nervios –
Luna miro a su amiga que asintió con la cabeza. La azafata se retiró y a los segundos regreso.
-Te la puedes quedar, es un regalo para su bebé – dijo divertida
Rachel sonrió, tomo la cobija en sus piernas, el piloto aviso que estaban por despejar.
-¿En verdad tienes frio? – pregunto Quinn
-Toma mi mano y espera – dijo sosteniendo su mano con los ojos cerrados.
Ya que el aviso de Cinturón se apagó. El avión permaneció un poco oscuro, sólo algunas luces estaban prendidas. Rachel extendió la manta sobre sus cuerpos
-No tengo frio – quiso quitarse la manta, pero un suave manotazo de su esposa la detuvo.
-Te dije que esperes…-
Rachel acomodo la manta para cubrir hasta el cuello a la rubia ante su mirada interrogativa.
-Me voy a morir de calor – se quejo
-Esa es la intención – le susurro
La ojiverde la miro molesta. Estaba por protestar ante el silencio de su esposa cuando sintió como las hábiles manos de su esposa abrían su pantalón.
-¿Qué haces? – susurro deteniendo sus manos debajo de la manta
-Cumplir tu fantasía y la mía…sólo tu encárgate de que la manta no se caiga y de no hacer ruido –
La mano de Rachel fue bajando hasta llegar al centro de su chica.
-¿Qué haces? – susurro, mirando a los lados nerviosa
-Es bastante obvio lo que hago, separa las piernas para que pueda moverme – pidió
Aunque le parecía una completa locura obedeció.
Rachel comenzó a mover sus dedos acariciando esa zona tan delicada. La respiración de la ojiverde aumentaba.
La monera se acercó para besar y lamer el cuello de la rubia.
-Me vas a matar – suspiro, tratando de controlar las sensaciones que le estaba otorgando su esposa
-Shhh…a mí me parece excitante – susurro con voz ronca
Quinn tuvo que morderse el labio para no soltar un gemido.
La mano de Rachel se movía cada vez más rápido y a la vez Quinn apretaba el descansabrazos más fuerte
-Ne..necesito besarte- dijo Quinn
Rachel se acercó para hacerlo. Cuando llego al orgasmo mordió el labio de su esposa tan fuerte que le saco un poco de sangre.
-Joder – suspiro la ojiverde dejándose llegar por el climax
Rachel limpio su labio con una sonrisa.
En ese momento las luces del pasillo se prendieron, era hora de que pasara el carrito de los alimentos y bebidas.
Cuando logro controlar su respiración, la ojiverde miro a su esposa, específicamente su labio.
-Te lastime – dijo preocupada girándose hacia ella para tocar con cuidado su labio
-Estoy bien…¿tú como estas? – pregunto con una gran sonrisa
-Literalmente me llevaste al cielo en el cielo- con cuidado la bese
-Hola, ¿desean algo del comer o beber? – pregunto Luna – Quizás un poco de hielo – ambas se hicieron las desentendidas – lo digo por sus rostros rojos…y sospechosos – dijo después de mirar como estaban las chicas
-Ahora si voy a querer una botella de agua por favor – dijo Rachel
-Qué sean dos – dijo Quinn
Al llegar al aeropuerto Luna les insistió en que las llevaría al departamento de Quinn, y para evitar buscar un taxi, aceptaron.
Querían llegar pronto a casa, sobre todo la ojiverde que aún se sentía bastante caliente después de lo del avión.
En el departamento, ya se encontraban Russell, Kurt, Blaine, Lauren, Britt, Hannah, Judy, Maddie, Jake, Shelby y Santana
-Me acaba de enviar un mensaje Luna, vienen para acá –
-Muy bien, ya todos saben que hacer – dijo Judy aplaudiendo para llamar la atención
En el auto Luna trataba de que la invitaran a subir
-¿Por qué no me quieren invitar a cenar? Llevo todo el día trabajando – se quejo
-Porque estamos cansadas – dijo Rachel
-¿Cansadas? Estuvieron de vacaciones, descansando…eso es imposible –
-En realidad siempre necesitas unas vacaciones de las vacaciones – dijo Rachel
-Vale, subimos a su departamento, pedimos algo de comer, ustedes descansan y yo les hablo cuando llegue, es un excelente plan – propuso
-Es un excelente plan pero….-
-Queremos tener sexo Luna, por eso no puedes subir – lo grito Quinn ya cansada
El auto se quedó en silencio
-Vale, eso lo puedo entender –
Al llegar al edificio, la ojiverde noto que Luna se estaba estacionando y la miro
-Tu no me habrás invitado a cenar, pero Santana si lo siento…prometo poner música alta – dijo bajándose
Quinn suspiro frustrada
-Anda, bajemos – dijo Rachel divertida
Durante el camino hasta la puerta la ojiverde le hizo saber su inconformidad a su amiga, Rachel sólo escuchaba divertida.
Ella tenía un plan, tomarían algo de ropa limpia de la rubia e irían a su departamento, el cual les ofrecía la intimidad que necesitaban.
Quinn abrió la puerta y vio todo oscuro, esto indicaba que Santana no estaba en casa
-Listo Luna, muchas gracias, Santana no esta – dijo Quinn evitando que su amiga pasará
-No estaría tan segura – dijo con una sonrisa Luna
Rachel las esquivo, cuando prendió la luz de la sala se escuchó un grito
-¡Felicidades! -
Tanto Rachel como Quinn brincaron del susto.
Quinn se giró para ver a toda su familia y amigos reunidos
-Alguien se va a quedar sin sexo esta noche – Luna le canto a su amiga suave
Rachel miraba a Quinn sin entender
-¿Qué es todo esto? – pregunto la ojiverde a Santana
-Muchas felicidades chicas, nos enteramos por un "pajarito" de la nueva buena, y estaba queremos celebrarlo juntos, todos JUNTOS – dijo Judy reprochándole con la mirada a su hija
-Mamá te juro que te iba a contar del bebé – dijo asustada acariciando su vientre
-¿Bebé? ¿Cuál bebé? – pregunto Judy
-¿Dijo bebé? – pregunto Shelby a Russel y a su esposo
Santana se golpeó el rostro con la mano, Rachel apretó la mano de su chica y señalo el letrero, una clara felicitación por la boda, Quinn perdió todo el bronceado logrado en un segundo.
-Lucy Quinn Fabray me explicas ahora mismo – dijo cruzándose de brazos mirando a su hija
N/A: Espero que les haya gustado el nuevo capitulo. Gracias por leer y comentar :D
