Son las siete de la noche, una hora en la que probablemente todos sus amigos o al menos la mayoría estaría ocupado en sus propios asuntos importantes como acomodarse en sus habitaciones tipo Suit presidencial o pasar tiempo de calidad con sus creaciones.

Peroroncino por su parte estaba paseando sin rumbo por el noveno piso, de vez en cuando se encontraba con algún habitante de Nazarick y tenía que fingir ser un líder excepcional como Momonga. Le incomodaba fingir algo que no era, pero entendía que los habitantes de Nazarick tenían una visión enorme de todos los miembros de Ainz Ooal Gown, eran sus dioses.

Llevaba un contador mental; con esta, sería la séptima criada que se cruzaba. Pero la novena persona que miraba aparte de sus amigos.

—Peroroncino-sama. —Saludó la sirvienta con una gran sonrisa en su rostro. El arquero no tuvo más opción que repetir la frase que había inventado para esta situación.

—Uhm, buenas noches. ¿Cómo vas con tu trabajo? ¿has tomado ya un descanso?

—Sí. Actualmente estoy yendo hasta las habitaciones de los invitados para hacer mi turno diario de limpieza, con respecto a mi descanso, acabo de tomar una pequeña siesta de treinta minutos tal y como Ainz-sama lo ordenó.

—Ya veo. Buen trabajo. Puedes seguir tu camino.

Ella asintió en silencio y sin perder su sonrisa se alejó a pasos rápidos pero elegantes. Peroroncino la miró por unos segundos, no era una mirada con doble intención, no; sólo quería verla para acordarse luego de ella. Era malo con los nombres, así que tuvo que hacer un esfuerzo para aprender las facciones.

Al seguir con su lenta caminata pensó en lo que debería hacer. Ya revisó el área de juegos, su favorita por cierto; el bar, las aguas termales y el área de comida. Sabía que tenía muchos lugares que visitar todavía, pero tenía la sensación de que aún si lo hiciera no estaría satisfecho. Necesitaba algo que no sabía que era.

"Podría visitar a Shalltear..." Se dijo en mente. Pero rápidamente lo negó. "Sé que es mi creación pero... Dios, ¿por qué le hice ese tipo de personalidad y fondo de historia? Es un total arrepentimiento lo que estoy sufriendo ahora, malditos fetiches extraños que elegí para mi tapadera... Uh, ¿mi hermana pasará lo mismo?"

La pregunta no era tan descabellada. Bukubukuchagama creó a Mare y Aura de tal forma que ambos sean una trampa, aunque Mare superaba por mucho lo de ser una simple trampa. Ahora Peroroncino prácticamente tenía una hija-no-realmente-suya y dos-sobrinos-no realmente-hijos-de-su-hermana. Cosas de la vida, que gracioso.

—Bien, ya tuve suficiente con caminar. —Exclamó para si mismo mientras soltaba un corto suspiro y movía sus alas en diferente direcciones— Vamos a probar estas cuatro preciosuras que de adorno no son.

No había tenido tiempo de practicar antes con sus dos pares de alas. Era un poco extraño moverlas con solo un pensamiento, se sentía tan natural... Al despegar de la lujosa alfombra no tuvo desequilibrio ni pensó que podría caerse. Al contrario de cuando fueron al Reino Enano utilizando el hechizo [Vuelo, esto se sentía muy diferente y mejor.

—Bien... jajaja, soy todo un experto en esto. —Siguiendo con su monólogo interno sin que nadie lo viera avanzó poco a poco, cada vez tomando más confianza en su escasa habilidad— Vayamos a... bueno, a cualquier lado servirá.

Y fue así como estuvo vagando otra vez. Cada cierto tiempo daba una pirueta en el aire no sin antes ver a los lados. Sería una vergüenza si algún habitante de Nazarick que no sean sus amigos lo vean en esa forma de niño probando sus juguetes de Navidad.

No le tomó más de diez minutos en sentirse cómodo y experimentado, hasta pudo volar con sólo dos alas pero necesitó un poco de esfuerzo para re-hacer las piruetas más extrañas y forzadas. Pospuso un entrenamiento en privado para fortalecer los músculos de sus alas y así poder cargar a dos o tres personas más en pleno vuelo.

Cuando decidió sería suficiente estar volando, nuevamente tocó el suelo con sus patas... eran sus patas ¿correcto? Bien, cuando tocó el suelo con sus patas, estiró nuevamente las alas y luego las dobló con suavidad en su espalda, se sentía bien.

—Oh... estoy aquí. —Dijo al mirar en donde se encontraba. Eran las habitaciones de los miembros del Gremio, y la puerta que estaba más cercana no era de otro mas que del GuildMaster, Momonga.

Su pico se formó en una sonrisa casi inconsciente, se acercó sin pensarlo dos veces pero cuando iba a tocar la puerta se detuvo de golpe. ¿Para qué iba a entrar? No tenía una razón para hacerlo. Si lo hacía, probablemente iría a interrumpir la concentración que Momonga ponía al tratar con documentos.

Él no tenía experiencia en trabajos reales, o sea, trabajó un tiempo como un vendedor y codificador pero no duró mucho. Estaba más concentrado en probar nuevos juegos H para subirlo a su canal siendo un personaje incógnito. Si entraba... ¿Cómo podría ser de útil? ¿ordenando las pilas de papeles? ¿haciendo cálculos? ¿dando ideas o tratando de darlas?

La puerta se abrió y no tuvo tiempo de esconderse. ¿Por qué esconderse?

—... ¿Peroroncino-san? ¿qué estás haciendo aquí? ¿necesitas algo?

—Ah, Momonga-san... —Miró atrás del Overlord, la criada homúnculo estaba firme en su lugar aunque parecía haber querido abrir ella la puerta, más atrás que ella, el escritorio de Momonga estaba un poco lleno con muchos papeles— No es nada, ¿interrumpo?

—Si te refieres a los documentos, te lo agradezco. ¿Quieres pasar?

—No, yo solo... —¿Qué estaba haciendo? ¿no era obvio la mirada que Momonga le estaba dando? Era algo como: por favor quédate y hazme compañía, no aguanto esta tortura llamada trabajo— Digo, por supuesto, gracias por darme un poco de tu tiempo.

Hubo un ligero cambio en Momonga, como si hubiera soltado un silencioso suspiro de agradecimiento. Se hizo a un lado y le dio el pase libre. Peroroncino ingresó y dio un saludo algo vago a la sirvienta que estaba a unos metros.

—Y... ¿Puedo saber lo que estás haciendo ahora? —Sin esperar invitación caminó hasta tomar asiento frente al escritorio.

—Gestión administrativa del Reino de Re-Estize, Aura y Mare han hecho un excelente trabajo con lo de recopilar información geográfica. —Respondió Momonga imitando sus gestos pero sentándose en el asiento contrario, el asiento de líder— ¿Qué estabas haciendo tú allí afuera?

—Salí a pasear un poco, no tenía un rumbo establecido hasta que llegué a tu puerta. Supongo que quería verte un rato sin darme cuenta... ¿Te ayudo con algo?

—No hace falta, estoy terminando con esto. Me gusta tomarme mi tiempo y contemplar diferentes posibilidades para cada acción que podría tomar, ya sabes, lo normal. También he estado contemplado opciones y estrategias aceptables para cuando vayamos a ese Castillo Flotante. Por ahora, creo que el aventurero Azuth ya está en manos del Lord Dragón de Platino o la humana nigromante Rigrit.

—Jaja, Punitto Moe-san tenía razón, te has vuelto más paranoico y calculador. Bien bien ¿qué puedo hacer por ti Momonga-san? ¿ordeno tu escritorio? ¿firmo papeles? ¿doy sugerencias?

—Mm... Fourth, necesito algo de privacidad con Peroroncino ya que hablaremos de acciones futuras clasificadas en alto nivel. Espera afuera por unos quince minutos, si alguien viene explica la situación y que esperen contigo si es importante.

—Entendido Ainz-sama.

La sirvienta hizo una reverencia a ambos Supremos y salió de la oficina a pasos rápidos. Pronto estuvieron solos, la carga invisible de ser constantemente juzgados se desvaneció sin dejar rastro.

—Ahora que estamos solos puedes decirme lo que realmente estabas haciendo allí afuera. ¿Pasó algo? ¿necesitas algo?

—No, nada. Te dije la verdad antes de entrar, no tenía rumbo y acabé ahí en tu puerta. ¿Cómo supiste que estaba ahí en primer lugar?

—Oh, sentí tu presencia. Bueno, no sabía que eras tú, simplemente sentí que había alguien en la entrada y como nunca había sentido eso antes, quise ir en persona. Fourth también te sintió pero fue un par de segundos después.

—Ya veo. —Su postura cambió, la espalda recta y los brazos cruzados en el pecho indicaban ahora que Peroroncino estaba serio— Si dices no sentirlo con otros habitantes de Nazarick quizás es porque nosotros soltamos un aura particular que nos delata... ¿Crees que debemos probarlo en nuestra forma humana? Sería un problema si es así.

—No estoy seguro, pero tengo la intuición de que no nos reconocerán en esa forma... ¡Oh, es cierto!

—¿Qué es? —La curiosidad le invadió un poco, ver a Momonga estando hablador, tranquilo y hasta feliz estando a su lado calmó el fuego de su interior.

—Acabo de recordar... Hace unos días, bueno, casi ya una semana, Actor de Pandora me encontró durmiendo cuando estaba en el papel de Momon, él dijo que no me reconoció en absoluto hasta que le llamé por su nombre y le pedí una explicación de porqué estaba en su verdadera forma cuando tenía que ser yo, el Rey Hechicero. —Aquí el Ovelord hizo una pausa y como si estuviese avergonzado de algo, bajó la cabeza mientras una de sus manos tocaba su afilada barbilla de manera delicada— Puede que no lo haya dicho pero sentí que incluso pudo haberme matado mientras dormía por el simple hecho de que era un humano durmiendo en la cama de su creador.

—¿Eh? ¿Por qué no lo dijiste antes? —Su pico quedó abierto de la impresión, pensar que Actor de Pandora, la creación de Momonga podía matar sin vacilación a cualquiera que ofenda o moleste a su padre fue... gratificante de oír.

—Fue un evento que se me pasó por alto, recuerda que acabábamos de reencontrarnos todos y pues, la emoción de eso me duró muchos días haciendo que se me pasaran los pequeños detalles jeje. Pero, hablando de creaciones, ¿has ido a ver a Shalltear? Ella al igual que todos los demás Guardianes está tan feliz sobre el regreso de su creador. ¿Por qué no la visitas ahora que no tienes cosas que hacer? Pasa tiempo de calidad con ella, ni que te fuera a comer jaja.

Momonga, Momonga, ¿por qué era así? Sus pequeñas indirectas siempre fueron un golpe bajo desde Yggdrasil. Peroroncino supo que Momonga ya lo sospechaba o al menos sabía sobre sus dudas de visitar a Shalltear Bloodfallen.

—... Sobre eso, no estoy seguro de querer visitarla ahora. Escribí muchas cosas en ella de lo cual me arrepiento en estos instantes, si hubiera sabido que seríamos trasportado a este Mundo, su fondo de historia y personalidad no sería como lo es ahora. Estoy seguro de que no solo yo estoy pensando en esto.

Momonga se acercó un poco, acomodó sus codos en la mesa y apoyó su cráneo en ambas manos para mirarlo fijamente. Era un poco inquietante con su ahora rostro esquelético, pero Peroroncino sabía que solo era su amigo, un buen amigo que lo apoyó y rió con sus bromas tontas.

—Escucha, sé como te sientes. Pasé y estoy pasando por lo mismo con Pandora... Pero dale una oportunidad, ve y dialoga con ella, verás que no es tan mala como creías. Sí, puede que tenga gustos raros gracias a ti pero eso la hace única ya que tiene una parte de tu propio ser.

—Esos no- —Iba a decir: "No son mis verdaderos gustos, no pienses así de mi", pero sería revelar su tapadera que le tomó mucho tiempo en construir. Cerró el pico y asintió como niño obediente— Bien, lo haré, iré a visitarla... ¿Pero podrías acompañarme?

Una risa suave y melódica se escuchó del GuildMaster a pesar de tener una voz de hombre mafioso y una apariencia que fácilmente sería confundida con la muerta encarnada. Peroroncino sonrió con él, eran pequeñas cosas como estas que Momonga le gustaba.

—Oh Dios ¿lo dices en serio? —Sin perder su gracia, Momonga se levantó de su asiento y rodeó la mesa para quedar al lado de su amigo— ¿quieres que te acompañe cuando todo lo que harás es ver a tu hija? Kukuku... Con mucho gusto, Pero-san, me encantará ver tus reacciones y las de ella.

"¡Sí! ¡Pasaré más tiempo con Momo-chan!" Gritó en internamente Peroroncino, sintió como si hubiese ganado una gran lotería. Su alegría fue tanta que su cuerpo reaccionando a sus emociones se levantó y tomó a Momonga por un hombro, abrazando de lado.

—...Momo-chan, entonces esto es... eh, ¿una cita? —Su voz sonó baja y avergonzada, lo suficiente para que solo la persona que estaba a su lado lo escuchara.

Peroroncino agradeció los años que pasó junto a Momonga en Yggdrasil, gracias a eso supo interpretar el silencio que se formó. Para cualquiera, pudo haber significado contemplación o confusión; sin embargo, para Peroroncino significó que el cerebro del Overlord estaba procesando la información de manera muy lenta. Solo esperó unos segundos más y ahí estaba. Una estruendoso risa que inundó toda la oficina.

El arquero no lo sabía, pero Momonga sintió el gran esfuerzo que la supresión emocional hacia para detener su inmensa alegría. Se necesitó un minuto entero para que se calme por completo pero aún mantenga la diversión en su voz.

—No me había reído así desde que llegué a este Mundo, te lo agradezco Peroroncino-san. Respondiendo a tu duda, claro, por qué no jajajaja. Será divertido~.

Nuevamente, Peroroncino gritó en su mente, esta vez, con mucha euforia "¡Toma eso señor Desastre Mundial Ulbert Alain Odle! ¡La primera cita de Momonga y fui yo, Peroroncino, el Rey Alado de los Ataques Explosivos, no tú! ¡JAJAJA!"

—¡Oh! Genial. E-entonces ¿iremos ahora? Estos pocos papeles pueden esperar ¿cierto?

—Hm, creo que si. Sólo tengo que sellar o firmar. —Con cuidado el Señor Supremo de la Muerte apartó el brazo lleno de pequeñas plumas suaves de su amigo— Le diré a Fourth a donde vamos, no tardo.

Momonga caminó hasta la puerta principal y Peroroncino le siguió de lejos. Tal y como dijo, no tardó mucho en informar a la sirvienta. Ella asintió, ingresó de nuevo a la oficina y sacó un plumero de quién sabe donde para comenzar a limpiar.

Ambos Supremos se dieron una mirada y activaron el anillo del Gremio a la vez. Sus siluetas desaparecieron de manera sincronizada asombrando a la sirvienta que por el rabillo del ojo los miró. Su señor Ainz fue tan amable con traer de regreso a varios Supremos, Fourth estaba bastante segura de que no solo ella sentía su fidelidad crecer hasta nuevos límites hacia el Supremo Uno.

Media hora más tarde llena de limpieza, sintió la presencia de alguien acercándose con pasos seguros, fue rápido y por lo tanto no pudo identificarlo al instante, no era tan habilidosa como los Guardianes de Área o Piso. La puerta se abrió sin invitación y por un momento Fourth sintió su corazón detenerse.

Frente a ella, metafóricamente porque estaba en una esquina algo lejos de la entrada, se encontraba uno de los Supremos más fuertes, temidos y respetados de todo el Gremio de Ainz Ooal Gown. Uno de los principales creadores del Séptimo Piso y creador del Guardián de Piso Demiurge, Ulbert Alain Odle.

—¿Hm? ¿Dónde está Momonga-san? —Preguntó con aquella voz cargada de poder y liderazgo, su mirada de indiferencia envió un ligero escalofrío a Fourth que inmediatamente había dejado de lim9iar para hacer una reverencia.

—Buenas noches Ulbert Alain Odle-sama, el Supremo Ainz-sama se encuentra en uno de los primeros tres pisos de Nazarick en compañía de Peroroncino-sama para visitar a Shalltear-sama.

—¿Con... Peroroncino? —Dijo y la oficina se sintió más frío de lo normal. Era extraño el hecho de que un Supremo basado en magia de fuego podía congelar cualquier habitación con su sola presencia.

—S-sí, Peroroncino-sama llegó aquí hace poco más de media hora, estuvo hablando con Ainz-sama durante un rato y luego ambos se fueron-

—¡¡Ese pájaro bastardo!! —Gritó interrumpiendo Ulbert sin ocultar un poco su ira, dio una vuelta y caminó hasta la salida sin verificar el estado de la sirvienta que temblaba— ¡Aprovechó el momento que pasé con mi creación para hablar con Momonga a solas! ¡Maldita sea!

Y desapareció usando el anillo. Fourth no tenía ni idea a donde se fue pero agradeció profundamente el hecho, ahora pudo respirar tranquilamente y calmar su agitado corazón. Fue necesario un par de minutos para estar de vuelta en su estado de ánimo normal.

Ahora que su cerebro estaba fuera de presión pensó sin dejar de limpiar en el porqué el Supremo Ulbert se molestó con el Supremo Peroroncino. ¿Era por Ainz-sama? ¿Por qué? ¿Es que acaso quería pasar tiempo con el Líder Absoluto de Nazarick sin ningún otro Supremo en su camino?... Si es así entonces... ¿estaba celoso?

—Oh... —Fue lo único que salió de su boca ligeramente abierta por la sorpresa. Si la blasfemia que acaba de pensar era aunque sea un poco correcta, eso significaba que ni Albedo-sama o Shalltear-sama tendrían oportunidad de estar con Ainz-sama.

Bien decidida y con las mejillas un poco sonrojadas, asintió en silencio. En ese instante, Fourth se hizo la promesa de no decirlo a nadie, ni a los Supremos de lo que acaba de presenciar. Primero, porque quería estar segura; y segundo, porque el Supremo Ulbert Alain Odle podría tomar represalias con ella con un castigo que bien podría ser la muerte definitiva.


FELÍZ DÍA DE SAN VALENTÍN ATRASADO JAJA.

No he dejado notas en tiempo pero quiero decirles que aprecio mucho los comentarios que dejan, ¡¡siempre los leo!!

Próximamente, tendré una cuenta en por si alguien quiere apoyarme con algo de sencillo :'3