Muy bien, ahora sí, solo publicaré de 6 a 10 capítulos mas y cerraremos este libro :c pero vayan a darle una vuelta a mi historia "What is love?", ya lleva 6 capítulos y se actualiza constantemente :3 No es un au moderno, pero está basado en los eventos canonicos de ambas películas y hay magia. Justo hoy la actualicé.
Después de terminar "What is love?" quiero subir otra historia moderna en la que la sinopsis es la siguiente: Jack Frost y Elsa Winters se conocen de toda la vida, ahora que han crecido y son adultos tendrán que enfrentarse a diversos problemas... entre ellos el hecho de que Jack se vaya a casar. Elsa, quien finalmente se ha animado a aceptar que está enamorada de su mejor amigo, sufrirá un golpe muy duro con esta noticia. Trama inspirada levemente en la Boda de mi mejor amigo y Quiero robarme a la novia.
–Jack, ¿has visto mis pendientes?– Elsa se movía de un lado a otro por el apartamento buscando sus accesorios teniendo cuidado de no arrugar su vestido rosa palo de chiffon adornado con un patrón de flores en la parte del top.
–Uh, ¿no los habías dejado preparados anoche?– respondió él desde su habitación en el segundo piso, se terminaba de arreglar frente al espejo con el smoking azul marino y se extrañó de que Elsa tuviera problemas, ella siempre preparaba todo lo que se podría con un día de antelación –¿Ya revisaste en tus orejas?–
Elsa rodó los ojos al escuchar esta respuesta tan insólita –Creo que si los tuviera puestos ya me hubiera dado cuenta, Jackson–
En ese momento Olaf entró a la habitación con Jack meneando la cola y pidiendo la atención del peliblanco –Hey, chico, ¿Qué tienes ahí?– se inclinó para ver que estaba masticando entre sus fauces el adorable perro.
Sus ojos se abrieron al momento que Olaf escupió en su mano los pendientes de Elsa, comenzó a entrar en pánico y corrió al baño del cuarto a enjuagarlos –Perro malo, eso no se hace– le regañó en voz baja para que Elsa no lo escuchara –Owww, ¿a quién engaño?, no puedo enojarme contigo– se volvió a agachar para abrazarlo al ver su carita triste
–Copo de Nieve, ¡los encontré!– bajó las escaleras.
Ella suspiro de alivio –¿Dónde estaban?, juraría que los había dejado en el peinador–
–Ahí estaban, pero estaban algo escondidos– mintió inclinándose sobre sus orejas para colocárselos.
–El nudo de tu corbata esta un poco mal, déjame ayudarte– ella comenzó a deshacer el nudo.
Jack soltó una carcajada –24 años y todavía no se anudarme la corbata–
Ella depositó un beso pequeño en su mentón –Algún día lo lograras–
–¿Llevas todo?– él miró el reloj en su muñeca dándose cuenta de que era hora de irse.
–Sí, debemos de estar en el hotel lo más pronto posible, nos necesitan– dijo ella al revisar su teléfono y al ver los cientos de mensajes que le enviaba Merida, la dama de honor principal.
.
.
.
–Perdón por la tardanza, perdí mis pendientes, pero ya estoy aquí... ¿Hay algo que necesites?– le preguntó Elsa a Astrid.
La rubia se mordía las uñas con nerviosismo –Chicas, no puedo hacer esto– soltó de inmediato poniéndose de pie en su elegante y blanco vestido.
Elsa junto con Anna, Merida, Rapunzel y Tooth enmudecieron.
Hipo y Astrid, al ser una pareja que llevaba años de noviazgo, habían sido presionados últimamente por la sociedad a casarse lo más pronto posible. Después de la terrible muerte del padre de Hipo a causa de una enfermedad inesperada, decidieron que era hora de hacerlo. Y ahora, 4 meses después, se encontraban en New York, donde residían desde hace un par de meses, a unas pocas horas de dar el paso más importante de sus vidas. Su familia y amigos habían hecho el viaje hasta allá solo para celebrar con ellos, incluso Tooth venía desde la India.
–Astrid, siéntate y respira– Rapunzel, ahora una pintora que estaba ganando reconocimiento en la gran ciudad y que vivía junto a Eugene en un apartamento no muy lejos del de Jack y Elsa, reaccionó de inmediato.
–¿Qué sucede Astrid?, ¿Por qué dices eso?– preguntó Anna, quien tenía ahora 22 años y se había graduado de la Universidad de Pensilvania desde el año pasado, desde entonces había dirigido con éxito la compañía de juguetes Arendelle e incluso se había aliado con su hermana y su cuñado para sacar una línea de juguetes inspirada en sus famosos libros infantiles... aunque este proyecto se había puesto en pausa desde los recientes problemas.
–Sí, explícanos que sucede, porque no me tomó toda una eternidad planear esto para que te retractes– Merida se había convertido en una deportista profesional del tiro con arco, aunque estudió como segunda profesión veterinaria. Ella se había mudado a Boston desde hace un par de años.
–¿No estas segura de querer casarte con Hipo?– Elsa tomó sus manos.
Ella negó con la cabeza –Creo que solo está haciendo esto por presión, no creo que él se quiera casar conmigo de verdad. ¿Y si estamos cometiendo un error?, ¿Qué tal si no estamos listos para esto?– la rubia se había graduado en educación y ahora impartía clases en una Middle school.
–Oh, Astrid, no creo que las cosas sean como tú piensas– opinó Tooth, la bien remunerada dentista que residía en la India y actualmente se encontraba comprometida con Aster –Hipo te ama–
La chica en cuestión asintió –Lo sé, pero eso no significa que esto sea lo que él desea–
–¿Te gustaría hablar con él?– preguntó Elsa.
Ella asintió eufórica –Lo necesito, necesito hablar con él y preguntárselo–
–Muy bien– Elsa hizo un gesto con la cabeza y salió de la habitación corriendo.
–¡Elsa!– divisó a Jack al final del pasillo, ambos se apresuraron a encontrarse.
–¡La boda está en peligro!– dijeron al mismo tiempo.
–Aguarda, ¿Qué?– volvieron a repetir al mismo tiempo.
–Hipo está dudando–
–¿En serio?– ella estaba sorprendida –Astrid también–
–¿Qué?, ¿Qué sucede con ella?–
–Cree que Hipo se está casando con ella solo por obligación–
Jack rio –Hipo piensa lo mismo– suspiró –Ambos son tan idiotas–
.
.
.
–Bien, ¿Qué sucede?– Hipo entró de forma torpe en la habitación –¿Dónde está ella?– las chicas señalaron el biombo.
–Hipo– Astrid le habló sin revelarse, ya que todas insistieron que era de mala suerte que el novio viera a la novia antes de la boda.
–Nosotras nos iremos un momento– Rapunzel las acarreó a todas hacia la puerta –Y nada de verse–
–M'lady, ¿Qué sucede?– preguntó preocupado Hipo. El muchacho se había graduado de ingeniería mecánica y ahora trabajaba para una reconocida empresa fabricante de autos.
–Hipo, ¿de verdad te quieres casar conmigo?–
El chico se quedó estático ante esta pregunta –Por supuesto que sí, creí que eras tú la que no quería hacerlo–
–Solo si no te estoy obligando a hacerlo– aclaró –Te amo Hipo– extendió su mano fuera del biombo buscándolo.
–Yo a ti– él la tomó y besó –Hagamos esto– sonrió seguro.
.
.
.
–Conozco a Hipo desde hace mucho mucho tiempo...– Jack hizo una pausa para reafirmar su agarre en el micrófono –La primera vez que lo conocí ambos estábamos comiendo nuestro almuerzo uno al lado del otro, todos los demás tenían ya formado su grupo de amigos y él y yo éramos los únicos que estábamos solos. Nos mirábamos cada cinco minutos hasta que finalmente nuestras miradas se cruzaron y fue como "Hey, deberíamos ser amigos". Y cuando llegamos a la preadolescencia y éramos los únicos sin pareja fue como Mhhh...– Miró de forma coqueta a Hipo quien estaba sentado junto a Astrid en la mesa de novios, el chico le lanzó un beso y los invitados rieron ante el chiste.
–Afortunadamente eso no fue necesario porque llegó Astrid y realmente me alegro por mi amigo, no me imagino a nadie mejor para él, aunque, tengo que decirlo Astrid... tu por otro lado pudiste haber conseguido algo mejor– la gente volvió a reír –Nah, es broma, en realidad Hipo es la persona más sensible, afectuosa y graciosa que conozco, no me he aburrido ni un solo día a su lado y sé que sin importar que tan oscuro sea el día... siempre puedo contar con él. Estoy seguro de que el matrimonio les sentará bien, chicos, felicidades– levantó su copa en dirección a ellos.
Al bajar del escenario fue recibido por los brazos de Hipo quien lo trató de derribar –Tuuuu, cuando te cases me aseguraré de hacerte pasar por la misma vergüenza– le alborotó el cabello.
–Hey, noooo, ¿sabes cuánto tiempo tardé en arreglarlo?– se apartó de él con brusquedad.
–Eso fue menos terrible de lo que creí– Astrid le ayudo a volver a acomodarse el cabello –Gracias, Jack– lo abrazó.
–Será mejor que nos quitemos de aquí, pronto lanzaran el ramo de la novia y no querrás estar en medio de eso– ambos chicos se apartaron de la pista mientras las chicas comenzaban a amontonarse en el centro.
–Vamos Elsa– Rapunzel y Tooth tomaban a Elsa de los hombros arrastrándola al centro de la pista. Jack y Elsa cruzaron miradas por un momento sonriéndose mutuamente, sabían que no necesitaban de un ramo para saber que algún día se casarían.
–1... 2... ¡3!– La rubia lanzó hacia atrás el arreglo floral y todas se arrojaron sobre este.
–¡No puede ser!– Eugene chilló de alegría al ver que Rapunzel había atrapado el ramo –¡Casémonos mañana!– brincó hacia ella. El castaño logró terminar la universidad, pero fue en ese entonces cuando descubrió su verdadera vocación... el modelaje, y ahora mismo se encontraba trabajando como modelo en la campaña publicitaria de su marca favorita de cera para cabello, quienes ahora estaban lanzando una cera para barbas y bigotes.
La morena estuvo a punto de decir Aun no, Yuyin como solía responder ante sus propuestas, pero esta vez se sintió segura y asintió –Está bien–
–¿De verdad?– Preguntó el chico de barba sorprendido.
.
.
.
–Lamento que no hayas atrapado el ramo– le dijo Jack a Elsa mientras bailaban una canción lenta.
–De todas formas, no creo que sea el mejor momento para nosotros–
Resultaba de Buddy si había cumplido sus amenazas, aunque no habían sido lo suficientes para llevar a la ruina a la editorial, si le causaron un golpe muy duro, sobre todo en las ventas de su libro más reciente, pero ambos trabajarían duro para sacar todo adelante de nuevo; aun así, si eso significaba que tendrían que emplear el dinero ahorrado y apretarse el cinturón.
–Te prometo que el próximo año te daré un anillo– él se sentía impotente e incapaz de darle lo que ella se merecía.
–No necesito un anillo mientras te tenga– le susurró apoyando su cabeza en su hombro.
–Tienes razón– él apoyó su mejilla contra la cabeza de ella mientras bailaban a ritmo suave y pacífico de la canción que seguramente bailarían el día de su boda en un futuro.
Oh y por si se preguntan qué fue de nuestroamado Kristoff Bjorman... ¡Se graduó de la academia de policías y ahora trabajacomo oficial en San Francisco!
