Ni Sailor Moon o sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de Naoko Takeuchi. La historia se escribe para entretener al lector.


LI

—¡Ey! ¿Cómo has estado?

Haruka no dejaba de sonreír al estar frente a la persona que más amaba en el mundo, quizá esa afirmación hubiera sido demasiado, pero era verdad. Se acercó a la cama de Hotaru y comenzó a acariciar su cabello, su pequeña permanecía dormida desde hacía mucho tiempo, según le comentaron sus amigos y eso la llenaba de tristeza, pero estar allí, junto a ella le hacía sentirse feliz.

Seguramente se debía a algún motivo egoísta de saber que al menos la conservaba o podía tocarla, no como con Michiru. Recordar a la mujer que había sido el gran amor de su vida le dolía, pero tener parte de ella en la tierra la reconfortaba y quizá estaba mal por ser tan egoísta, pero es que, aunque ella se esforzaba en querer cambiar las cosas, no podía regresar a su tiempo.

—Ya hace mucho calor, la primavera es demasiado imponente ¿no Hotaru? Me encantaría poder sacarte para que pudieras tomar un poco de sol. Estás muy pálida, pero sabemos que el doctor no me dejará hacerlo y por eso papá Haruka tuvo una brillante idea, dime qué te parece.

Dejó de tocar sus cabellos para tomar su mano, esperaba que la pequeña pudiera tomarla en algún momento, reaccionar… Algo.

—Te prometí que mientras estuviera aquí te cuidaría todo el tiempo, aunque el tío Seiya se enoje y diga que debería de regresar a la empresa, pero él hace un buen trabajo y la tía cabeza de bombón hace lo propio en la fundación. Pero bueno, regresemos al tema que nos trajo aquí. La idea que papá tiene para que puedas tomar el sol es llevarte a casa o que los doctores te pasen a otra habitación en el hospital. Sé que estoy mal al pensar en que los doctores accederán a que vayas a casa, pero… De cualquier forma, papá mandó a remodelar tu habitación para dejar que entre mucho sol y sea fresco. Así que… ¿Te gustaría ir a casa?

La respuesta que Haruka recibió fue la del pitido del monitor de signos vitales de Hotaru, se quedó callada porque en ese momento si decía algo más, seguramente rompería en llanto y según le explicaban las chicas, Hotaru escuchaba todo. No angustiaría a la niña por culpa de sus arrebatos nostálgicos o del dolor que la mataba todos los días.

¿Debía de escuchar a Seiya y aceptar que Hotaru ya no pertenecía al mundo de los vivos? No, le costaba reconocer que debía de dejar ir a la pequeña, por eso hacía lo mismo que sus amigas y se aferraba a esa pequeña esperanza de verla reaccionar, a pesar de que los médicos le decían que, a esas alturas, era completamente imposible y que lo mejor era dejar descansar el cuerpo de la niña.

—Ah, es cierto… Sé que eres una niña demasiado coqueta, como lo es mamá Michiru… Así que debe de molestarte que no te bañara ayer. La verdad es que tenía otra sorpresa para ti, sé que los doctores no desean que le ponga esencias al agua con el que te baño, pero… Al demonio lo que ellos digan ¿no? — sonrió — Tu madre me regañaría por enseñarte este tipo de palabras, pero ella no pudo venir, así que, papá Haruka puede hacer lo que desea, simplemente dejemos esto en secreto Hotaru.

Una enfermera tocó la puerta, Haruka simplemente la miró y con un movimiento de su cabeza le indicó que estaba bien que entrara.

—¿Cómo está nuestra paciente el día de hoy? — le preguntó.

—Bastante molesta porque no la dejan ir a casa.

—Señor Tenoh, sabe que no podemos dejarla salir del hospital, ya le hemos explicado que no se puede llevar todos los aparatos que su hija necesita para… — hizo una pausa, no deseaba decirle la palabra a Haruka, el pobre hombre apenas se recuperó de su lesión corrió al hospital y no se separaba de la niña ¿cómo se le podía decir a un padre que su hijo moriría? Además, lo hermosos ojos verdes que la miraban no deseaban escucharla y eso le partía el corazón, a pesar de que ella era muy profesional y mantenía la distancia con sus pacientes o familiares, este caso… Ese era el peor de todos los que le habían tocado.

—¿Estar cómoda? — dijo Haruka.

—Así es señor Tenoh.

—¿Entonces la dejarán ir a otra habitación? Supe que la habitación 5810 está…

—Desocupada y entre mucho sol, pero señor Tenoh… No es el piso en el que corresponden los casos especiales como el de la pequeña Hotaru.

—Yo sé que le haría bien escuchar el canto de las aves o sentir el calor del sol, aquí lo único que tiene mi niña es una mazmorra fría y gris, si se ve decaída es por eso. Simplemente por eso, una niña merece estar en un lugar con sol, no uno tan lúgubre como este.

Dijo el señor que miraba con desagrado todo, eso le pareció cómico a la enfermera, de verdad que se esforzaba por querer darle una mejor calidad de vida a la niña. Si es que a eso se le podía llamar vida, regresó los ojos a Hotaru, la niña de por sí tenía una piel de porcelana, pero el padre tenía razón al decir que estaba más pálida que de costumbre.

—Le juro que me encantaría poder interceder por ustedes, pero el doctor ya dijo que no es posible que llevemos a Hotaru a la otra habitación.

—¿No haría otro intento de preguntar?

—Deje de poner esa cara de ternura, no accederé al chantaje — dijo riendo.

—¿Ni por su paciente favorita?

—No señor Tenoh… Pero me haré la tonta con el tema de la loción de baño que trajo para bañar a la pequeña Hotaru. De hecho, le traje el agua tibia, ya sabe, sea delicado porque…

—Las llagas, lo sé… Sé que la movemos para que esto no pase así que quisiera…

—¿Saber la razón de su aparición?

—Sí.

—La movemos unas horas, pero la niña a este paso está por cumplir dos años en cama, es natural que su cuerpo manifieste este tipo de lesiones señor Tenoh.

—Sí… Tiene razón… Dos años que estoy aquí.

La enfermera sabía que ese no era un reclamo por estar con su hija en el hospital, porque el hombre se desvivía por la pequeña. Pero era un reclamo a él, se le notaba que estaba frustrado porque su puño se apretaba demasiado y eso la asustó, este hombre era el más sereno de todos y ahora estaba allí con ganas de matarse. Había mucho coraje contra él en esa pequeña frase, ¿cómo podía hacer que se serenase?

—¿Lo dejo para que bañe a la pequeña Hotaru o desea que yo lo haga?

—Eh… No, yo puedo hacerlo, desde hace un año y medio lo hago — volvió a ser cortés.

—¿Hoy que le trajo para leerle?

—Siempre le leo su cuento favorito "Los tres hermanos" — dijo el hombre —. Pero el día de hoy encontré entre las cosas de mi esposa un cuanto que tenía guardado, Makoto me comentó que este es el cuento favorito de mi esposa.

—¿Ah sí?

—Sí.

—¿Puedo saber el nombre del cuento?

—Sí, es "La mariposa blanca."

—Es un cuento muy bello.

—¿Sí?

La enfermera se asombró al ver que ese hombre no supiera de la belleza de ese cuento, sencillo quizá, pero con un gran mensaje. Haruka simplemente la miraba expectante, no comprendía el asombro de la mujer, pero es que a ella sus padres casi no le leían cuentos porque estaban ocupados con los temas de "Regala una sonrisa" y la forma en que la miraban era como si le llamaran idiota.

—Supongo que lo voy a descubrir cuando le lea el cuento a mi hija.

—Parece que sí.

Le sonrió de forma educada, seguramente los ricos no leían tanto como ella pensaba o ¿Tenoh sería el único que no leía? Algún defecto debía de tener ese hombre tan guapo, pero dejando a un lado el tema de lo guapo que era el padre de Hotaru, se notaba que la madre de la niña amaba la historia. El libro estaba desgastado, los bordes se veían un poco doblados.

—Los dejo, para que pueda limpiar a la pequeña.

—Gracias.

Haruka cerró la puerta de la habitación para poder limpiar a la pequeña. Ahora olía bastante bien, en su mente podía ver a la niña sonriendo por sentirse bien y fresca, y luego fijó sus ojos en el libro de su esposa.

—¿Quieres que ambas descubramos lo que le gustaba a mamá Michiru de este libro? — le dijo con mucha ternura — Sí, yo también siento que la enfermera no exageraba, se ve que tu madre leía y leía el cuento… Veamos… Es corto, seguramente se sintió feliz cuando naciste hija, no eres una mariposa, pero sí eres una hermosa luciérnaga que iluminó nuestras vidas… A ver, papá dejará de lado las charlas sin sentido y comenzará con la lectura.


—¿Diga? — respondió Seiya que acababa de despertar al escuchar el sonido del teléfono.

Hola…

—¿Pasa algo? — respondió tallando su ojo derecho.

Sé que es tarde, pero…

—¿Qué Mina?

¿Pueden arreglarse?

—¿Arreglarnos?

—¿Qué pasa? — preguntó Usagi un poco molesta.

Sí, nosotras pasamos por ustedes.

—¿Así de la nada?

Sí.

—Pero es que es muy tarde y no tenemos con quien dejar a Chibi Chibi, de hecho, sería una falta de educación despertar a mi suegra.

Ah, solamente despierta a tu esposa y dile que se vista, pasaremos por ustedes en unos 30 minutos.

"Hace mucho tiempo, vivió en Japón un anciano de nombre Takahama. El hombre, se había construido una humilde y pequeña casa junto al cementerio antiguo, en lo alto de una colina, y llevaba viviendo allí muchísimos años desde su juventud…"

Seiya suspiró y miró a su esposa con algo de cansancio, sabía que Minako no hablaría mucho de lo que necesitaba. Así que lo único que pudo hacer fue lo siguiente…

—Minako y Rei vienen para acá.

—¿Qué? — dijo con mucha pereza.

—No me quiere decir más bombón, simplemente quiere que nos arreglemos y nos llevarán a no sé dónde.

—Sin saber el destino no saldremos — dijo la de coletas y se tiró a la cama.

—Bueno ya escuchaste a bombón.

Dejen de ser tan huraños y hagan lo que les pido por favor.

—Al menos nos debes de explicar como debemos de vestirnos y lo lamento, deberíamos de llevar a nuestra hija.

Ah — gritaba Minako.

Simplemente diles a dónde vamos, o que Haruka nos pidió ir.

—¿Haruka? — saltó de la cama.

—¿Qué pasa con ella? — se alarmó Usagi.

Dame ese teléfono Mina — se escuchó a Rei.

Pero Haruka me dijo que yo les llamara a todos.

Y no sabes hacer bien las cosas, solamente estás haciendo que nos tardemos y ella necesita que estemos allí ya.

—¿Me dirán lo que sucede?

—¿Qué pasa Seiya?

"Takahama era un hombre muy amable y generoso, y todos los vecinos del lugar le apreciaban mucho. Sin embargo, se sorprendían de que nunca se hubiera casado y hubiera preferido vivir solo allá arriba…"

—Mamá… — decía Usagi — Ya sé que es tarde, pero hay algo urgente que debes de saber.

¿Pasa algo malo? — dijo angustiada.

—No, nada malo.

¿Entonces Usagi?

—Bueno… Necesito que te alistes porque pasaremos por ti, ¿de acuerdo?

¿A esta hora? Ay, hija, ya es demasiado noche y…

—Mamá por favor.

Ese tono no me agrada mucho, ¿segura que todo está bien?

—Sí, simplemente necesitamos alcanzar a Haruka en su casa.

¿Qué tiene mi Haruka?

—Al parecer necesita hablar con nosotros de algo importante y por eso es que debemos de arreglarnos.

Ustedes y sus misterios.

—Este no es un misterio mamá.

¿No?

—No, pero debemos de estar con ella en su casa.

"Durante un verano muy caluroso, el anciano se enfermó, y acudieron a cuidarle la viuda de su hermano y su sobrino, que le quería mucho.

Creo que mi vida se acerca a su fin — Takahama les dijo."

—Buenas noches — les sonreía la de ojos esmeraldas —. Gracias por venir, pero no me daba tiempo de llamarles a todos y por eso le pedí el favor a Minako de contactarlos.

—Mi niña — se acercó Ikuko a abrazar a la de cabellos cenizos.

—Está bien, te juro que está bien — se separó de ella y acarició su rostro —. Tenía que venir a casa por todos los papeles que necesito. Quería decirles el motivo de reunirlos tan tarde, pero por la reacción de la señora Ikuko, creo que ya deben de saber lo que deseo hacer.

—Haruka, ¿estás segura? — dijo Usagi que cargaba a Chibi Chibi.

—Sí, lo estoy.

—¿Cómo te decidiste a…? — se detuvo Makoto.

—Esto — le respondió mostrando el libro de Michiru.

—Ese es… — dijo Minako — El cuento favorito de Michi.

—Sí y luego de leérselo a Hotaru me di cuenta de que he estado estancada aquí dos años, parece que me di por vencida y decidí no intentar… Avanzar.

La única persona que no sabía el secreto de Haruka como viajera en el tiempo era Ikuko, así que los chicos entendieron que no fuera más específica con lo que contaba, a pesar de eso, entendían lo que ella estaba diciendo.

—Entendemos que quieras avanzar, pero… ¿Realmente estás segura de esto? — dijo Seiya.

—Sí, creo que, desde la tumba, Michiru me quiso recordar que lo que debo de hacer es pelear… o Al menos dejar de ser tan pasiva, por eso luego de esto… Debo irme de viaje, creo que lo que no me deja regresar a mi vida, es que no lo he deseado con todo el corazón, cuando mis padres murieron, deseaba tenerlos de vuelta, lo hice con todas mis fuerzas y creo que eso me dejó… Hacer cosas imposibles.

"Los dos le contestaron que no se preocupara, que iban a acompañarle en todo momento y a cuidarle durante el tiempo que lo necesitara…"

—Entendemos y si eso es lo que deseas hacer… — Rei le sonrió — Nosotros siempre estaremos a tu lado.

—Gracias, de verdad que ustedes son las mejores personas del mundo y yo no merezco tanto apoyo de su parte, a pesar de que los hice preocuparse tanto… De hacerlos sentirse mal por lo que ocurrió con mi familia, pero ustedes siempre tienen unas hermosas palabras de apoyo para mí y me consuelan en los peores momentos de mi vida… De verdad que me duele decirles que los voy a dejar, pero necesito recuperar mi vida.

—Entendemos — dijo Minako.

—Además el paso que vas a dar hoy es uno de los más difíciles que tendrás que dar en tu vida — dijo Ikuko.

—Doloroso— sonrió.

—Pero estoy seguro de que es parte del proceso de duelo que debes de llevar.

—Sí… Creo que sí.

—Entonces… ¿Vamos? — preguntó Usagi.

—Sí, ya es hora — se acomodó el saco.

"El sobrino de Takahama no se retiraba de su lado. Y una mañana, soleada y muy calurosa, una mariposa blanca entró en la habitación en donde se encontraba el anciano. El joven intentó espantarla, pero la mariposa regresaba una y otra vez. Al final, el muchacho se dio por vencido y la dejó revolotear al lado del anciano, admirando la belleza de sus alas. Hasta que la mariposa decidió abandonar la habitación y el chico, lleno de curiosidad, la siguió…"

—¿Quieren despedirse de ella? — preguntó el doctor.

Todos comenzaron a negar levemente, era demasiado doloroso decirle adiós a la pequeña Hotaru, además estaban alrededor de Haruka, porque de manera inconsciente deseaban protegerla del dolor de la despedida.

—Señor Tenoh…

—Sí… Yo… Yo quiero ir a despedirme… ¿De verdad no quieren tener unos minutos con ella?

—Si me dejas… — dijo Ikuko — Deseo sostenerla unos minutos entre mis brazos, como cuando Michiru me dejó cargarla por primera vez— se detuvo antes de romper en llanto.

—Mamá, hay que despedirnos de Hotaru con una sonrisa ¿te parece?

—Sí, nuestro angelito se merece una enorme sonrisa.

—Así es — animó Haruka —¿Alguien más? Porque si desean hacerlo yo desearía ser la última persona en estar con Hotaru.

—Yo — comentó Rei.

—Bien.

—En ese caso, es mejor ir todos ¿no?

—Ay Mina — se quejaba Makoto.

—¿Qué?

"La pequeña mariposa blanca entró en el cementerio antiguo y se dirigió hacia una tumba, en donde comenzó a revolotear hasta que desapareció. La tumba parecía bastante antigua, pero no tenía musgo ni hierbas, sino que estaba muy limpia y rodeada por preciosas flores blancas muy bien cuidadas

El joven, asombrado por lo que acababa de ver regresó a la habitación de Takahama y descubrió que acababa de morir…"

Haruka dejaba que sus amigos pasaran a despedirse de su pequeña, la verdad era que no sabía lo que le diría a su niña. No quería despedirse, no aún, no cuando la amaba tanto, pero la realidad era que no era correcto dejarla sufrir más tiempo y también sabía que en parte ocupaba la excusa de Hotaru para esconder su desesperación por no poder viajar en el tiempo.

Una y otra vez lo intentó a lo largo de ese par de años que tenía viviendo en el futuro, pero no había resultado, ni para regresar o viajar al futuro. Nada, estaba estancada y decidió que si no podía solucionar las cosas en su presente, haría lo mejor que pudiera en el futuro cuidando de Hotaru hasta que despertara.

La de ojos esmeraldas se sentó en uno de los sillones que adornaban ese piso, aún llevaba el libro en el que venía el cuento de Michiru. Lo miraba y lo miraba, buscando las palabras correctas para despedirse.

¿Cómo se le dice "adiós" a un hijo? ¿Dónde encuentras la fuerza para dejarlo ir? ¿Cómo se vive luego de semejante pérdida? ¿Podría despedirse con una sonrisa en los labios como le había dicho a Ikuko? La respuesta a eso era difícil de responder…

—Haruka — dijo Seiya —. Es tu turno.

—Sí — caminó a la habitación de su hija.

—Los dejo solos — comentó una enfermera.

—Gracias… — así Haruka se acercó a la cama de Hotaru y se sentó a un lado de ella — ¡Ey pequeña! ¿Lista para escuchar el final del cuento que tanto le gustaba a mamá Michiru? Tomaré ese silencio como un sí.

Los chicos miraban la escena a través de la ventana de la habitación de Hotaru, Makoto se limitó a voltear un poco porque no deseaba llorar cuando vio a Haruka tomar la manita de Hotaru y con la mano libre abrir el libro para comenzar con la lectura.

—"El sobrino de Takahama corrió a buscar a su madre para darle la noticia, y le contó lo que acababa de ver… Su madre, lejos de asombrarse, sonrió y le dijo "ya puedo contar el secreto de Takahama, supongo… Cuando era joven, tu tío se enamoró de una chica llamada Akiko. Decidieron casarse, pero días antes de la boda, ella murió y tu tío cayó en una profunda tristeza. Cuando se recuperó, decidió que jamás se casaría, y construyó esta casa junto al cementerio para visitar y cuidar cada día de la tumba de su amada.

El joven se quedó pensativo. Ahora entendía quien le había visitado en forma de mariposa. Al fin su tío se había reencontrado con ella."

Haruka cerró con delicadeza el libro de Michiru, luego juntó las manos de su hija y colocó el libro entre ellas. Le sonrió un poco, acarició de nuevo la frente de Hotaru…

—Estuve pensando mucho lo que estoy a punto de hacer Hotaru, me negaba a dejarte ir porque te amo mucho. Sin embargo, creo que hoy encontré el libro de tu madre por una razón y esa es que desea que las deje estar juntas… Hotaru, no sabes lo feliz que me hizo saber que venías al mundo, lo mucho que te planee y menos entenderás el gran amor que Michiru y yo tenemos por ti. Lamento no haber estado para ti como debía, te prometo que voy a cambiar todo… Ya no quiero seguir gastando tiempo sin ustedes y todo porque me siento una farsa, pero en este punto he dejado pasar dos años de tu vida. Debo volver y cambiar las cosas, además de dejarte ir con mamá en este futuro… No deseo que creas que no te amo, por eso papá va a correr por ti, las va a salvar ¿de acuerdo? Esta no es una despedida hija, es un hasta luego… Papá hoy estará a tu lado, voy a regresar, lo puedo sentir— tomó su cara —. Mientras tanto, te dejaré este beso y el libro de mamá Michiru para que nos recuerdes ¿sí?

Así Haruka se acercó a la frente de Hotaru y le dio un beso lleno de amor, tan delicado y el más doloroso. No pudo contenerse mucho tiempo y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

—Dile a mamá que no tardaré mucho, es una promesa hecha con el corazón. Ahora descansa y ve a los brazos de mamá Michiru, salúdame a la abuela Esmeralda ¿sí?

—¿Está listo señor Tenoh? — dijo el doctor.

—Sí… Hotaru ya está lista para transformarse en una bella mariposa blanca.

—¿Quiere sostener su mano?

—¿Sí puedo?

—Claro señor.

—Bien… ¿Escuchaste? Papá estará a tu lado hasta que te reúnas con mamá, no tengas miedo Hotaru, sé que eres la niña más valiente del mundo.

—Comencemos — dijo el doctor que deseaba terminar rápido en aquella habitación porque la estampa del padre, tomando la mano de la niña mientras le sonreía lo más hermoso que podía le estaba rompiendo el corazón.

Las máquinas comenzaron a apagarse y poco a poco Hotaru dejaba la habitación en la que había estado por años.

—Ten un buen viaje mi niña, papá jamás te olvidará porque siempre vivirás en su corazón. Te amo Hotaru — dijo Haruka antes de que el sonido del monitor fuera largo y constante.

Continuará…


Muy buenas noches, chicos, el capítulo de hoy fue corto por una razón, creo que es de los qué más me han costado escribir. Pero espero que igual lo puedan disfrutar porque la historia está a nada de terminar y como siempre se les agradece pasarse por aquí una semana más.

Roshell101216: Descuida, siempre hay que sacar todo lo que nos molesta. Como siempre, gracias por comprender y por el apoyo.

No, no los odio, simplemente que de alguna forma he buscado alargar un poco la historia, pero ya no hay mucho que hacer pues no creo poder llegar a los 55 episodios.

La próxima semana será más interesante porque si notas algo (Michiru del presente) no ha aparecido y debemos de regresar la en muchas formas ja ja ja.

Nos leemos pronto y saludos desde una galaxia muy muy lejana.

Ely Lopez: No hay forma de que podamos regresarles todo el cariño y apoyo que nos dan. En verdad muchas gracias por las palabras, por leer y porque por ustedes vale la pena animarse, de verdad.

Si tú estás con una revolución de emociones, imagina lo que nosotros llevamos en el pecho. Pero ya, dejemos el tema de esa persona tan grosera de lado y regresemos a lo que importa. Es decir, ustedes, muchas gracias por tanto y tanto cariño.

Setsuna M: Para nosotros eres parte de ésta familia que formamos, muchas gracias por el apoyo semanal.

Descuida, que si nos encontramos en este espacio, lo haremos eventualmente, simplemente debemos de tener la esperanza y prestar atención a todas las señales que nos juntaran.

Gracias por el cariño, por leer y bueno nosotros también te dejamos un afectuoso besos y abrazos.

Kyoky: a ti sería completamente loco y desagradable confundirte querida Kyoky, eres de las personas que más resalta desde que comenzamos esta jornada de historias.

Sí, te vas y todo se pone de cabeza, pero así son las cosas en este momento. No nos queda más que agradecerte por el cariño, el apoyo y el amor por las historias.

Hablando de ellas... Sí y este capítulo no ha dejado de ser completamente triste para nosotros. Para mí leerlo, para el autor es tremendamente duro de escribir. Pero es que el final está cerca y creo que ya es justo que todo se arregle porque las tres se merecen ser felices. Además de que esos dos paguen por lo que hicieron.

Chicos de verdad les agradecemos el cariño y comprendan las cosas. Les juro que ustedes me impulsan a seguir, quizá ya no por acá, pero sí a continuar con las historias que faltan.

Sé que me he adelantado unas horas con "Fuera de tiempo" pero es que tenemos que festejar el sábado a Michi y hay que hacer los comentarios de esa parte de "Secreto", estén muy pendientes del fin de semana que allí ya todo está listo para festejar a la sailor de las profundidades marinas.

Saludos a todos los lectores, incluidos los ninja y como siempre, pasen un excelente fin de semana.