El rey del mar no está feliz.
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RinMakoto. Un asunto, una guerra tan grande que se necesita a todos, incluso si eso significa interrumpir a esos dos en su momento, apuesto que no estarán nada felices jaja.
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El Redentor 777. La nueva amenaza es Poseidón y quiere hundir al mundo en destrucción. Joan no tiene en mente, por el momento, la boda, pero quien sabe, a lo mejor con el pasar de los días, lo hace. Y sí, Claudia y Ramón no pudieron tener su momento intimo jaja.
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oswaldo Enrique. Tengo muchas cosas para el nuevo arco, así que solo queda disfrutar y espero que lo disfrutes.
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Sin más, comencemos…
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Todos estaban reunidos en la sala del Consejo estudiantil e iban a hablar sobre la situación tan mala que estaban pasando ya que la gran cantidad de agua que caía no era para nada normal.
- ¿Por qué se tardaron? – preguntó Joan a su hermana y cuñado, los cuales, aunque se avergonzaron un poco, a la vez estaban algo molestos.
- Estábamos teniendo un lindo momento hasta que interrumpieron todo – dijo la morena algo molesta.
- L-Lo siento por eso.
- Ya no importa, solo dígannos, ¿Qué pasa aquí?
- ¿Tienes que ver con la enorme agua que cae?
- Sí, esa es la realidad Ramón-san – habló Nomi – la verdad es que con Kana-san ya presentíamos que algo pasaba y tenía que ver concierto dios que controla y reina los mares.
- ¿El dios que controla los mares?
- Sí, se trata de Poseidón.
- ¿Poseidón? ¿No que había firmado un tratado de paz con Athena? – preguntó Kudo sabiendo algo de historia de esto.
- Se supone, pero como sabemos, Poseidón es un dios que realmente haría cualquier cosa para apoderarse del mundo, sí que ayudó a los Caballeros legendarios para enviarles las Armaduras Doradas a los Elíseos, pero de igual forma, esto no puede ser causado por alguien más que él.
- ¿Y qué haremos? – preguntó Akira.
- Resulta que tenemos una confirmación de parte de la Academia responsable – la líder de las Saintias mostró lo que parecía ser un mensaje.
- ¿Qué es eso?
- Léanlo – la chica se lo pasó a Rafael el cual comenzó su lectura para que los chicos también escucharan lo que ocurrían.
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Academia Satogahama.
Adoradores de la diosa Athena, les informamos que en estos momentos se está llevando a cabo el plan de nuestro señor Poseidón, el cual consiste, como lo quiso hace muchos años, inundar el planeta bajo el agua. La lluvia es un bello momento que anuncia la llegada del nuevo mundo gobernado por nuestro señor Poseidón.
Espero ver que hacen al respecto, sino es que quieren morir ahogados, los estaremos esperando en los aposentos del reino submarino.
Alístense que enviaremos a todo nuestro ejército por ustedes.
Tsubaki Kousaka, General Marino de Caballo de Mar.
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- ¿Academia Kogetsu?
- ¿General Marino?
- Tsubaki… Kousaka – Hibiki apretó fuerte sus puños al recordar ese nombre ya que solo conocía a una chica con ese nombre y se trataba de alguien que formó parte de su vida, aunque este haya dejado todo eso atrás.
- ¿Significa que estamos ante una nueva guerra? – preguntó Akane.
- Es lo más probable – respondió Waka – solo me queda pensar en que lo más probable es eso.
- ¿Por qué justamente ahora decide hacer eso?
- Esperemos que no sea tan grave como hace siglos atrás.
- ¿Y cómo se supone que batallaremos esto? ¿Dónde queda el Templo Submarino o como se llame? – preguntó el hondureño.
- Si mal no recuerdo, había una ruta para entrar, pero eso quedaba en Asgard – dijo Shinonome que, al poseer a Armadura de Pegaso, tenía los recuerdos de Seiya en ella.
- Ahora que se me viene a la mente, Poseidón era un tipo de cabello celeste y usaba una…
- Armadura con forma de escama y un tridente ¿verdad? – Rafael y Ramón, al poseer los recuerdos de los antiguos Caballeros de Sagitario y Acuario, más sabiendo que los legendarios Seiya y Hyoga batallaron contra el dios de los mares usando las vestimentas doradas, estos tenían sus recuerdos.
- Hay que buscar la forma en la que debemos entrar al reino de Poseidón.
- ¿Y esa cual sería?
- No creo que lleguemos a Asgard tan rápido, además de que los vuelos están suspendidos por las lluvias – dijo Nozaki.
- ¿Asgard?
- Sí, el reino gobernado por Odín, esa región queda en lo más alejado del mundo, en el norte de Europa donde las condiciones de vida son bastante extremas por el intenso frio.
- Ya veo – Joan recordó algo – por cierto, cuando venía para acá, me atacó alguien que realmente me pareció muy extraño.
- ¿No te hizo nada? – preguntó Tsukumo preocupada.
- Descuida Kana, no era rival para mí, pero realmente me quedé muy dudoso cuando miré su apariencia – el chico mostró su celular, más específico la foto que le tomó al soldado que había derrotado - ¿lo ven?
- Lo sabía – dijo Nomi – es un soldado de Poseidón.
- Ya confirmamos que es Poseidón el que está detrás de todo esto, solo queda averiguar cómo entramos al templo de este.
- Iré mañana temprano a la Preparatoria Kogetsu para hablar las cosas, realmente necesito aclarar las cosas – la Saintia de Perseo solo miró de reojo a los demás – quisiera que los Caballeros Dorados me acompañaran.
- ¿Nosotros? – preguntaron Esperanza, Shinji, Yasmina, Joan y Claudia los cuales se quedaron viendo.
- Necesitaremos ayuda por si las cosas salen mal.
- Es cierto, no sabemos si ellos intentaran atacar a Nomi-san – habló Kurashiki – aunque no sería mejor si vamos nosotras también ¿verdad?
- Por el momento iré solo yo, aunque me hubiera gustado que también fuera Kana-san, pero debe cuidarse por su embarazo – la peli negra asintió – por eso, si vamos con los Dorados, no habrá problema, aunque siento que si van Rafael-san y Ramón-san sería mejor.
- Aunque no me lo pidieras, iría – dijo el peli azul.
- No dejarías a mi hermana sola ¿verdad?
- Por supuesto no, Claudia no debe correr peligro – dijo el chico sonrojando a su pareja.
- Bueno, entonces haremos como que vamos solo a una plática, por lo que debemos ir con sigilo.
- Yo también me uniré ¿verdad?
- Sabes Rafael-san, pensándolo bien, me gustaría que te quedaras en la Academia con las demás.
- ¿Por qué?
- Quien sabe si las de la Academia Kogetsu planean algo malo y envían tropas a lastimar a los estudiantes normales.
- ¿Tan bajo pueden caer? – preguntó Honjou a un lado.
- Sí, las tropas de Poseidón son bastante caprichosas y no dudan en ir por las tropas más débiles.
- Bien, nos iremos en la mañana, así que estense atentos.
- Muy bien – dijeron los demás.
- Les diría a los demás una cosa – Ramón se dirigió a los chicos – necesito que ustedes entrenen por el momento, aunque hayan alcanzado un nivel de cosmos bastante bueno, nunca se sabe cuándo vamos a estar en peligro, Rafael no es el único que deba proteger a los demás, las Saintias tampoco, ustedes poseen cosmos, así que deberían también poder enfrentarse a los enemigos que vengan.
- Ramón – Kudo miró fijo al hondureño - ¿podemos hablar?
- Sí, como…
- En privado.
- E-Está bien – el chico no entendió eso, pero decidió salir con el peli negro el cual parecía estar algo serio, cosa que Tsubasa sabía de qué se podría tratar.
Los dos chicos llegaron a un lugar algo aparatado. Ramón notaba a Kudo algo nervioso, aunque decidido por lo que dijera.
- ¿Quieres decirme que te agobia?
- Verás Ramón, te gradezco mucho la forma en que nos entrenas, pero hay algo que quiero hacer por mi cuenta.
- ¿Algo por tu cuenta?
- Verás, desde el torneo descubrí que el poder que tengo es muy oculto, por lo que me puse a investigar sobre esto y hay muchas cosas que descubrí, como que, por ejemplo, que poseo el poder de los Caballeros de Piscis.
- ¿Piscis? – el hondureño solo cerró los ojos tratando de recordar algo sobre los Caballeros de dicha constelación – creo que recuerdo algo sobre ellos, uno de ellos trató de matar al antecesor de Sagitario, aunque también hay uno que se sacrificó por vencer a un juez del Inframundo.
- Lo sé, por eso, quería pedirte que me dejaras entrenar por mi cuenta a partir de ahora, además… - el chico solo miró al techo – quiero poder controlar los poderes que poseía el antiguo Caballero de Piscis, no, todos los que han defendido esa constelación.
- Kudo – Ramón solo podía ver la determinación de su amigo en sus ojos, los cuales le daban a indicar que realmente lo decía en serio y que estaba poniéndole entusiasmo al asunto – bien, puedes hacerlo.
- ¿En serio?
- No soy nadie para impedirte que no lo hagas, solo soy tu amigo y entrenador, sin embargo, si quieres mejorar a tu modo, no te detendré, solo ten cuidado.
- Ramón – el japonés peli negro sonrió – gracias.
- Asegúrate de hacer las cosas bien, no te metas en problemas que no te iré a salvar – decía en tono de broma el peli azul – por cierto, ¿Qué harás?
- Iré a buscar la que se supone que es una rosa la cual contiene el poder de los Caballeros de Piscis – Kudo recordó lo que había estado investigando junto con Tsubasa – al parecer, el veneno que poseen ellos es tan potente que es considerado como el veneno más letal que jamás ha existido.
- Igual creo que es así, lo poco que poseo de conocimientos de parte de ellos es que en la sangre…
- Poseían un poderoso veneno.
- Sí, eso mismo – Ramón solo miró de nuevo al peli negro – haz lo necesario para poder lograr lo que tú quieres.
- Sí – ambos chicos solo se dieron la mano, aunque cierta castaña había escuchado la conversación que tuvieron. Tsubasa de Equuleus escuchó la plática de ambos chicos y esta vez, estaba algo preocupada por su amigo peli negro.
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Al día siguiente…
Como lo habían planeado, los Caballeros Dorados junto con Shiho se fueron directo a la Academia Kogetsu, aprovechando que era viernes, por lo que, en sí, fue llamado como una reunión entre consejos estudiantiles.
- ¿Estás segura que esto saldrá bien? – preguntó Esperanza a la Saintia de Perseo.
- Eso espero, realmente los soldados de Poseidón son bastante agresivos.
- Les damos en la madre y punto – dijo el mexicano.
- Así de sencillo – ahora fue su hermana la que siguió – vamos y acabamos con ellos y de paso vamos a celebrar con música de los Tigres del Norte y a lo mejor puedo ver mi partido del América.
- Claudia, por decir eso no iremos a ninguna cita por el siguiente mes – dijo Ramón – ¿estás de acuerdo Joan?
- Completamente.
- ¡¿Por qué son así conmigo?! – reclamó la morena mirando a su novio y a su hermano.
- Dios, realmente se llevan bien – dijo Yasmina – aun así, espero que haya chicas lindas allá dentro de esa Academia.
- Oye, son aliadas de Poseidón ¿lo sabes? – Shinji lo observó de forma retadora.
- Lo sé, pero siento que sería genial ver que tan lindas son, podrían ser unas bellezas marinas, aunque la verdad me gustaría que así fuera.
- ¿Por qué sueñas con eso? – preguntó Joan mirándolo.
- Ya hemos llegado – la Academia era algo grande, aunque llamaba un poco la atención por su maravillosa fachada. Cualquier persona común, no sabría la gran verdad que esconde la Academia y es el ofrecimiento a voluntad a Poseidón.
- ¿Y cómo haremos para entrar?
- No se preocupen, ya organicé la entrada con el Consejo Estudiantil, así que podremos entrar cuando…
- Así que se dignaron en venir – una voz se hizo presente en todos y estos solo se pusieron un poco en alerta – ¿no es así?
- Tu eres…
- Tiempo sin vernos… Kousaka – una voz de hombre llamó la atención de los demás, aunque con los de Satogahama fue mayor ya que sabían de quien se trataba.
- ¿Qué haces aquí Hibiki?
- Así que vuelves a tu antigua casa, ¿verdad Inoue? – exclamó la rubia la cual solo llevaba el uniforme de la institución, aunque el peli humo estaba de igual modo con el uniforme de Satogahama.
- ¿Por qué estás aquí Inoue-san? – preguntó Nomi.
- Yo le pedí que viniera – habló el hondureño – él me dijo que había estado en Kogetsu, pensé que lo sabrías Shiho.
- Bueno, por alguna razón debes estar aquí, ¿a poco en tu academia te abandonaron por ser débil?
- Eso lo veremos Kousaka.
- Bienvenidos, chicos de Satogahama – una chica de cabello rojo brillante y ojos morados estaba en la entrada de la academia – les doy la bienvenida, soy Yuko Katou, Presidenta del Consejo Estudiantil de Kogetsu.
- Shiho Nomi, Presidenta del Consejo Estudiantil de Satogahama, creo que debes saber porque estamos aquí ¿verdad?
- Sí – sonrió la peli roja – pero deberíamos esto en privado ya que estos asuntos deben tratarse con cautela, aparte de que no quieren seguir mojándose ¿verdad?
- La verdad no – con eso, todos pasaron al interior de la Academia, yendo directo a la sala del consejo en el que minutos después, todos estaban allí.
- Bueno, ahora que estamos libres de estudiantes que quieran escuchar esto, vayamos directo a los negocios – río Yuko – Nomi-san, o debería decir, Saintia de Perseo.
- También quiero hablar Katou-san, o debería decir… General Marino de Sirena.
- Ya nos conocemos bien – decía la peli roja para posteriormente mirar hacia Tsubaki – supongo que ya debes conocerla a ella.
- Por supuesto, Tsubaki Kousaka-san.
- General Marino de Dragón del Mar – siguió Hibiki impresionando a la peli roja y a varios de los presentes, aunque el hondureño parecía no estar tan sorprendido.
- Es mi título como sirviente Inoue, parece que aún lo recuerdas – sonrió de forma burlona la rubia de coletas - ¿o es que… no lo has olvidado?
- Más vale que no salga nada de tu boca.
- ¿O qué? – Tsubaki se acercó peligrosamente al peli humo – ¿acaso quieres quedar de vuelta como la vergüenza de los soldados de Poseidón?
- Más vale que cuides tu lenguaje.
- Vamos, no se peleen – Claudia hizo de intermediaria entre ambos.
- Kousaka-san, por el momento trata de guardar postura.
- Creo que nos desviamos del tema, lo mejor es que sigamos con lo nuestro – Shiho miró de reojo a la peli roja – Katou-san, ¿Por qué hacen que en el mundo llueva? Muchas de las personas que viven en las costas de los países que tiene fronteras con el mar están sufriendo mucho.
- Eso no es de nuestro interés, mientras sigamos las ordenes de nuestro señor Poseidón, estaremos en paz con nosotras mismas.
- ¡Eso es inhumano! – exclamó Esperanza – van a matar a miles de vidas inocentes.
- El mundo será el indicado para nuestro señor Poseidón, un nuevo mundo libre de humanos detestables y solo para personas en la que él pueda confiar.
- M-Malnacidas – maldijo por lo bajo Shinji mirándolas.
- No atacaremos aquí – ordenó Shiho mirando a los demás – estamos en una de las Academias, así que por ética no podemos atacar aquí o se armaría un escándalo y una tragedia.
- Ética mis ovarios, estas personas no poseen tal cosa – dijo Claudia.
- Por cierto, si quieren detener la inundación del mundo, solo hay una cosa que pueden ser.
- ¿Qué cosa?
- En los años 90 del siglo pasado, recuerdan que hubo una batalla de su armada contra el ejército del señor Poseidón, por lo que solo salvaron el mundo ya que el ejército marino no estaba completo, pero luego de varios años de eso, estamos completos, así que esta vez será diferente.
- ¿Y dónde se encuentra Poseidón? – preguntó Yasmina.
- Él se encuentra en estos momentos en sus aposentos en el Templo Marino, solo mirando como el mundo se inunda cada vez de agua.
- Esta vez no nos andaremos con rodeos tampoco – Nomi seguía seria – por si no lo sabían, ya hemos recuperado varios Caballeros, además de que poseemos del rango Dorado listos para batallar.
- De eso estamos muy sabidas – Yuko solo miró a los que habían venido con la Presidenta de Satogahama – varios Caballeros Dorados, aunque ese peli azul de ahí, no es uno de los del alto rango ni tampoco el peli humo.
- Efectivamente, Ramón no es un Caballero Dorado – decía Claudia abrazando por la espalda al moreno – pero él es más fuerte que todos nosotros, así que es mejor que no te metas porque te irá mal.
- Katou, este de aquí no es ni siquiera un Caballero, ni siquiera serviría como soldado – Tsubaki hablaba de Hibiki el cual solo se puso muy molesto.
- ¿Así? Pues me da curiosidad – sonrió la peli roja – pero de igual forma, les propongo algo, Caballeros de Athena.
- ¿Qué cosa?
- Si quieren resolver esto, hagámoslo como hicieron antes los Caballeros y los Generales – explicaba Yuko – una batalla en el fondo del mar.
- ¿En el fondo del mar?
- Sí, aunque pondremos condiciones, claro que, si no quieren que el agua continúe de forma más masiva, de ese modo, el mundo comenzara a sucumbir al exceso de agua – la peli roja se miraba bastante confiada.
- Dilas.
- Ya que ese chico es tan poderoso como dicen y siento que existe un cosmos tan fuerte dentro de ese otro joven – Yuko señaló a Ramón y Joan – ellos dos no pelearán.
- ¿Qué cosa?
- ¿Por qué no?
- Porque no sería divertido ver sus caras de sufrimiento mientras ven el mundo hundirse, por lo que solo propongo, las Saintias pueden pelear si lo desean, aparte de que los Dorados queden fuera de esta disputa.
- ¡No es justo! ¡Están poniendo todo en contra para que puedan ganar! – exclamó Esperanza y Yasmina al mismo tiempo.
- Aparte, quiero que Inoue pelee – exclamó Tsubaki mirando al peli humo - ¿o acaso tienes miedo?
- Por supuesto que no.
- Entonces Caballeros de Athena… ¿aceptan o no? – Yuko extendió la mano hacia Nomi la cual solo quedaba pensando en aceptar o no tal propuesta, todo dependería de su decisión.
Lo que la Saintia de Perseo decidiera, pondrían a la humanidad en juego.
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Continuará…
