Una sacerdotisa en Twisted Wonderland
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"El arte del descanso es tan importante como el arte de trabajar,"
- John Steinbeck
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Capítulo 48:
Las vacaciones de invierno
- ¿Un vasto desierto? – Dijo Shiori protegiendo su vista de las fuertes corrientes del lugar.
En una noche oscura, Una sacerdotisa de cabellos blanquecinos caminaba sin rumbo entre las arenas del desierto se detuvo abruptamente ya que su mirada escarlata capto la imagen de un hombre sombrío de rasgos árabes con un ave de plumas rojas posando en su hombro estaba montado sobre un corcel negro a la espera de alguien de tamaño bajito quien iba a su encuentro. Este nuevo misterioso hombre sostenía algo que tenía escondido entre sus turbantes.
- Llegaste tarde. – El dueño de esa voz familiar era Jafar.
- Un millón de disculpas, oh paciente señor. – Respondió Gazim.
- ¿La tienes?
- Tuve que cortar algunos cuellos, pero la tengo. – Gazim levantó su mano para mostrar la mitad de un escarabajo dorado.
Jafar iba a tomar ese dichoso objeto, pero, aquel hombre se rehusó a dárselo al instante ya que quería cobrar su recompensa pronto. Lo que nunca esperó fue Lago, el ave que iba en el hombro de Jafar, se lo arrebató de sus manos para entregárselo a su amo.
- Créeme mi mordaz amigo. – Dijo Jafar sacando la otra mitad del escarabajo. – Tendrás tu merecido.
Entonces Jafar, uniendo ambas mitades, lograron dar vida a dichoso escarabajo dorado que empezó a emprender vuelo dejando un rastro de polvo mágico como si fuera la cola de un cometa.
- ¡Rápido sigue el rastro! – Exclamó Jafar a su acompañante comenzando a galopar con todas sus fuerzas.
Shiori de alguna manera no tuvo la necesidad de correr ya que todo el escenario de pronto se empezó a desplazar hasta seguir el rastro de Jafar y los demás hasta detenerse en un gran montículo de arena en las que el escarabajo atravesó para despertar y edificar la imponente imagen de la cabeza de un tigre que mantenía abierta sus fauces se mantenían abiertas
- Por fin, después de tantos años de búsqueda. La cueva de las maravillas. – Sonrió satisfecho Jafar.
- La cueva de las maravillas. – Repitió Lago fingiendo ser solo un ave normal.
- Vaya, por Alá. – Susurró sorprendido el ladrón.
- Nunca imaginé que sería tan grande. – Comentó Shiori recordando pocos fragmentos de esta película.
En eso toda su paz se vio perturbada ya que Jafar rápidamente tomó los harapos del ladrón y lo empujó hacia la cueva de las maravillas.
- Y ahora no lo olvides, tráeme la lámpara. El resto del tesoro es tuyo, pero la lámpara es mía. – Recalcó el hechicero de las arenas.
- Pobre Gazim y pensar que esa sería su última noche. – Murmuró Shiori sabiendo muy bien lo que va a pasar ahora.
Ni bien Gazim intentó entrar a la cueva, de las fauces de la cueva, un resoplido poderoso se desató al mismo tiempo que levantó una gran cantidad de arena que cubrió todo el espacio hasta no dejar nada visible.
Todos los presentes, incluida Shiori, cubrieron sus ojos, pero en medio de toda esa tormenta se pudo escuchar algo.
- ¿Quién osa a perturbar mi sueño? – Dijo una voz profunda que se fue difuminando.
Cuando la tormenta se detuvo, Shiori por fin pudo abrir sus ojos para ver que ella fue la única que se quedó en todo el desierto. Ella se sentía rara ya que normalmente a estas alturas acabaría el sueño, pero nada pasó. O al menos lo fue hasta que algo se empezó a arrastrar hacia su cuello.
Así que volteando a su lado Shiori se topa cara a cara con una serpiente blanca que tenía unos brillantes ojos escarlatas como los suyos mirándola fijamente y sin pestañear. Uno hubiera tenido miedo dado a la aparición repentina de dichoso animal, pero Shiori hizo todo lo contrario ya que de alguna rara manera no sintió miedo o nervios. Era como si este hermoso animal emanaba una especie de aura que era tranquila y hasta casi divina como si se tratara de las mismísima Benzaiten pero al mismo tiempo no se sentía como la misma deidad sino como algo familiar.
Aquel contacto no duró mucho ya que aquella serpiente se deslizó por todo el cuerpo de la albina hasta terminar en el suelo para empezar a arrastrarse lentamente hacia otra dirección. Al inicio Shiori se quedó parada en su mismo sitio viendo como la serpiente se iba alejando hasta que el animal repentinamente se detuvo y la volvió a mirar.
Esto se le hizo muy curioso a la sacerdotisa, pero después de analizar la situación ella dedujo que la serpiente quería guiarla a un lugar, a lo que ella empezó a caminar a su lado. La serpiente, viendo que la sacerdotisa llegaba a su lado, empezó a arrastrarse guiando a la joven el camino hacia su destino.
Los minutos pasaron el cielo estrellado se fue adornando de más estrellas, las arenas parecían se volvieron como escarcha brillante y el sonido del agua corriendo empezó a sonar paulatinamente en el ambiente. Shiori quitando su vista de la serpiente vio que a la cercanía extrañamente estaba plantado un gran árbol de sauce al lado de un gran río de brillantes aguas celestes que emanaba una neblina que bailaban con el aire de las corrientes.
La sacerdotisa al instante entrecerró sus ojos a las aguas del río ya que había una especie de sombra oscura que estaba en el fondo. Dejándose llevar por su curiosidad empezó a acercarse al río dejando atrás a la serpiente tranquila. Sin embargo, lo que nadie se esperaba era que un ruido cercano al lugar puso en alerta al albino animal quien movió su cabeza por todos los lados hasta enfocar su mirada hacia un punto en específico.
Shiori, al sentarse al borde del río, acerca un poco su cabeza para ver con claridad como la sombra negra se iba aclarando un poco hasta lograse ver principalmente unas hebras negras que iban moviéndose de un lado a otro al mismo tiempo que la serpiente se iba acercando al lugar a donde el ruido se originó.
- Oye... oye... ¿Te encuentras bien? ¿Estás despierto? – Preguntó Shiori. – Si lo estas, intenta tomar mi mano.
Instintivamente La joven empezó a acerca mano tatuada a las aguas para extenderse a aquella sombra, inspiradamente la sacerdotisa cambio de imagen a su versión de cuando tenía seis años solo que esta ocasión no llevaba su clásico traje ceremonial Chihaya sino era un largo Gi de color rojo intenso sostenido con una cinta negra que abrazaba su infantil cintura cuyo logo de un loto negro cuyo interior tenía tres comas persiguiéndose en un círculo esta posado sobre su espalda.
De repente de las aguas una pequeña mano salió del agua para apoyarse en Shiori y salir del agua solo para revelar que quien salió del agua era un niño de cabellos azabache que portaba el mismo traje de Shiori, cuyos brazos tenían tatuados dos pentagramas negros y abría sus ojos verdosos que daba una pinta de que estuvieran mirando al vacío.
- Tu eres... - Murmuró la pequeña Shiori empezando a abrir sus ojos con sorpresa. - ¿Hermano Koichi?
El joven reaccionando a aquel nombre tan solo movió lentamente su cabeza hacia la niña y cuando vio su rostro el brillo de sus ojos verdes regresó como si hubiera despertado.
Volviendo con la serpiente blanca esta repentinamente fue atrapada en una gran cantidad de manos de diversas manos oscuras que salieron de la arena para agarrar todo su alargado cuerpo albino evitando así cualquier ruta de escape mientras el pobre animal de retorcía para liberarse y siseaba amenazantemente como si estuviera pidiendo ayuda para que nadie podía escuchar sus ruegos.
Shiori de algún modo estaba a punto de girar su cabeza hacia donde estaba la serpiente, pero el sonido de una campana de un cuenco tibetano resonó en el lugar provocando de que tanto Koichi como Shiori soltaran un respingón y giraran en cámara lenta sus cabezas rápidamente para ver quien originó ese ruido familiarmente temible.
Frente a ellos una la figura de un hombre en túnica roja con una máscara blanca cuya superficie tenía dibujado un ojo rojo que los miraba fijamente.
Shiori al instante se alarmó mucho al reconocer a ese sujeto y tomó la mano de su hermano para huir del lugar, pero cuando el hombre empezó a girar la baqueta de madera alrededor del cuenco está generó una vibración que al instante provocó que los dos niños detuvieran sus corridas abruptamente para caer al suelo.
¿Qué habrá pasado se estarán preguntando? Esa respuesta se respondió cuando ambos niños giraron su cuerpo lentamente para mostrar nuevamente sus miradas; pero sus ojos ya no tenían aquel brillo de inocencia ahora sus globos oculares se volvieron totalmente negros como el abismo y sus pieles se volvieron blancas como una porcelana que podría agrietarse fácilmente.
Una vista totalmente tétrica como para compararlo incluso con una muñeca vacía.
- Cálmense. Ahora están a salvo. – Dijo la voz carrasposa de aquel hombre sin dejar de girar la baqueta.
- Estamos a salvo. – Repitieron en trance tanto aquellos muñecos.
Pero no fueron los únicos ya que en un abrir y cerrar de ojos ahora había varias muñecas con formas de niños desconocidos en túnicas rojas con los mismo ojos negros y piel blanca estaban mirando desde el piso al mismo hombre enmascarado.
- Esto es... – Apareció nuevamente la Shiori de 16 años ahora mirando a su alrededor con preocupación en especial su cuerpo infantil.
Entonces de manera repentina una punzada en su frente y espalda empezó a martirizar mientras ella subía sus manos a su cabeza para tranquilizarla. Lo que nunca pensó fue que ella de repente sintió que sus pies ya no tocaban el piso y empezó a hundirse cada vez más en unas las aguas oscuras escenario mientras sus ojos no se quitaban de encima de aquella pantalla en al parecer era una imagen que se alejaba de ella como su recuerdo.
- No hay ningún problema aquí. – El hombre se acercó a los niños.
- Aquí no hay ningún problema.
- ¡Si hay un problema! ¡Suéltame! – Exclamó Shiori intentando mover un músculo para nadar hacia arriba, pero por más que lo intentaba no podía moverse se estaba hundiendo cada vez más caso como si alguien la estuviera arrastrando a las profundidades al mismo tiempo que su cuerpo no se movía.
A un lado de ella también estaba aquella serpiente blanca hundiéndose a su lado solo que este era jaloneado porque esas manos oscuras que la tienen rodeada en todo su cuerpo al igual que la sacerdotisa.
- No hay dolor adentro de estos muros.
- No hay dolor en estos muros.
- ¡Mientes! ¡Aléjate de ellos! – Replicó Shiori sintiendo como ahora era retenida por unas cadenas que se enrollan en su cuerpo.
- Aquí en el culto del loto rojo somos libres.
- Aquí en el culto del loto rojo somos libres.
La última imagen se mostraba era de aquel hombre deteniendo la baqueta del cuenco para que aquellos niños volvieran a tener el brillo de sus ojos y el de sus pieles, lo irónico de todo era que incluso sonreían inocentemente como si nada hubiera pasado. Luego todos los niños se levantan del suelo para entrar a un gran portón que parecía frente a ellos.
- Es hora de su entrenamiento futuros jóvenes marcados. – Dijo el hombre enmascarado viendo como todos los niños ingresaban uno por uno.
Entonces aquel hombre mira que no todos los niños no se han levantado ya que la única quien que quedó atrás era la pequeña Shiori quien estaba sumida en un sueño profundo, pero de su pequeña nariz un hilo de sangre empezó a caer lentamente.
- Otra vez se está revelando la muy insolente. - Dijo el hombre enmascarado acercándose a la niña.
- Eso es debido a que una pequeña parte del estado Satori la ha liberado. – Respondió un hombre viejo con túnicas rojas, de cabellos oscuros y ojos ciegos. – Cuando la mente de un portador entra en un estado de desligue total y no está en contacto con su energía áurica entonces se produce un golpe involuntario interno que puede provocar un leve sangrado, pero que al mismo tiempo es ese dolor más que suficiente para ayuda a liberar a alguien de la restricción mental.
- Esto es un problema ¿Qué pasará si ella llega a sospechar sobre nosotros Gran sacerdote Jun?
- Ese no es un problema ya hemos visto que junto con los otros sujetos de pruebas no va a recordar nada al despertar. Todos los datos están bien ocultados así que ella no los encontrará mientras está distraída con sus lecciones. – El hombre de los ojos ciegos se acercó a la niña para limpiar el rastro de sangre con su dedo. - Me han contado que es muy ingenua pero obediente, mientras su mente esté concentrada en perfeccionar su poder no hay nada que temer. Esa es nuestra primera carta de triunfo para nuestros planes.
- Pero esta niña no es capaz de ni siquiera matar a una mosca, dudo mucho que nos sea de ayuda con el proyecto de purgación absoluta.
- Idiota, ella lo tendrá que hacer, porque nosotros la obligaremos. – En eso el vejestorio tomó en cuenco que el enmascarado tenía y untó su dedo huesudo en el líquido rojo para mezclarlo con la sangre de Shiori.
- ¿No dijiste que es imposible controlar a un marcado? – Dijo el enmascarado.
- Dije que era difícil, pero no imposible si el portador no está inconsciente. – Jun solo sonrió tétricamente con sus labios arrugados. – He esperado mucho tiempo para al fin usar este sello, este será nuestro primer paso hacia el nirvana. Lo único malo es que solo tenemos una única oportunidad para escoger bien su orden sin que nadie del exterior ni siquiera nuestro mejor estudiante lo sospeche.
Entonces Jun se acerca a ella y empieza a dibujar el patrón de tres magatamas en la frente de la niña.
- ¡Alto! ¡¿Qué intentas hacerme?! ¡Libérame! – Exclamó Shiori en la oscuridad.
- Tú será nuestra mejor arma, pero aun eres débil para cuando llegue el día final. – Dijo Jun ahora levantando el cuenco metálico y comenzó a girar la baqueta a su alrededor generando otra vez ese molesto ruido vibratorio provocaba que la frente de tanto la Shiori pequeña como la adolescente doliera. – Recuérdalo sacerdotisa Nakamura tu destino como una marcada es la de exterminar a todos los pecadores de este mundo podrido para alcanzar la absoluta liberación... así que escucha atentamente cuando tu mente esté en un estado de absoluto trance junto con tu palabra clave... tú harás de nuestra voluntad una realidad.
- ¡No me obligaras! ¡No te lo voy a permitir! ¡Yo escogeré lo que quiero! – Shiori todavía seguía gritando, pero al mismo tiempo el miedo, de lo que estaba pasando, la estaba dominando. - ¡Soy una sacerdotisa libre!
- Eso es...tu palabra clase será...
- ¡Bastaaaaaasaaaaaa! – Fue lo que exclamó Shiori al instante que sus ojos, espalda y tatuajes se iluminaban en aquella luz lila al mismo tiempo que...
Pero entonces Shiori abrió sus ojos para ver tan solo a su ventana del dormitorio abandonado que reflejaba la mañana despejada.
Levantándose de la cama apoyó un brazo a un lado mientras que con su otra mano libre se sobaba los ojos para sacar todo rastro de sueño y masajear la frente. Todo su cuerpo se sentía un poco adolorido por el ejercicio contaste que estaba realizando estas semanas. Al parecer aprender a volar con las alas del Tengu Tennin aún era un proceso por el cual aún debe de mejorar para lograrlo.
- Esta vez el sueño fue un desierto. – Bostezó Shiori tratando de recordar retazos de su sueño, aunque esta vez algo raro pasó en ella – ¿Eh? Creo que vi a una serpiente, pero ¿Sobre qué era lo demás?... No lo recuerdo.
Ya cuando todo el desvelo se pasó ella posó su mirada al calendario que al parecer tenía un sello rojo marcado. Un sello en el que marca lo que iba a pasar dentro de pocos días.
- Ah, ya casi es el día. – Dijo Shiori recordando todo lo que tenía que hacer el día de hoy.
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Ya después de arreglarse para las clases, de desayunar con Grim y los fantasmas por fin Shiori pudo encontrar tiempo de sobra para terminar completar uno de los tantos cuadros incompletos que ella tenía hasta ahora por falta de tiempo, hacía mucho que esa casa le falta algún cuadro colgado para que la pared no estuviera tan desnuda.
- ¡Achu! – Estornudo Grim estando parado frente a la sacerdotisa. – Oye Shiori ¿Cuánto falta para que acabes esa pintura?
Realmente el cambio de estación también efecto un poco a la nariz sensible del felino.
- Salud. – Respondió Shiori haciendo una breve pausa. – Si no te movieras mucho ya la habría terminado. Estate quieto ya casi acabo los últimos detalles de tus ojos.
- Sabes que me es imposible. – Refutó Grim.
- Si. Si... - Sólo pudo contestar Shiori.
- ¿Oye y cómo va el otro cuadro enorme de esta en tu estudio? Ese que parece del tamaño de la pared.
- Aún tiene muchos espacios en blanco para rellenar así que todavía estará por el momento en espera.
Entonces luego de un par de pinceladas al fin Shiori pudo soltar una sonrisa de satisfacción.
- Ya la acabé. – Dijo ella.
- ¿Fgna? Ya tan pronto ¡Quiero ver! – Sonrió el Grim por fin estirándose un poco para mirar el resultado de la pintura. – ¡WOOOOOW lucimos geniales!
El cuadro que tenían enfrente era el retrato de Shiori sentada en uno de los sillones de la sala en las que Grim estaba posando sobre el brazo del mueble y a su alrededor estaba William, Billy y Bletcher, todos y cada uno de ellos fueron dibujados con sus clásicas sonrisas.
- ¿Te gusta? – Preguntó amablemente la joven.
- Gustarme sería poco ¡Está genial! – Luego el felino sonrió presumidamente. – Realmente supiste captar mi omnipotencia esencia en el cuadro.
- Hmmp gato presumido. – Bromeó la albina.
- No soy un gato – Grim solo infló sus mejillas en señal de puchero por el comentario de la joven.
- Jijiji es broma Grim, ya sé que eres un mago. – Shiori rio para luego acariciar su cabeza como de costumbre.
Aunque esta vez Grim no refutó nada, tan solo se quedó con su cara "malhumorada" mientras fingía que no le agradaba aquel mimo.
- Siempre haces eso con mi cabeza ¿Otra vez te estás burlando de mí? – Preguntó el felino.
- Para nada, digamos que es mi manera de expresarte mi aprecio. Ya sabes, como familia. – Shiori respondió deteniendo la acaricia para tomar el cuadro y colgarlo cerca de la sala principal.
- ¿Familia...? – Murmuró pensativamente Grim.
- Vaya, ¿Qué pasa con esa cara? – Preguntó Billy llegando a la sala.
- ¡Parece como si hubieras visto un fantasma, hihihi! – Dijo Bletcher apareciendo al otro lado del gato.
- A mí no me pasa nada. – Solo respondió el felino. – No tengo nada de qué preocuparme.
- Hoy es el último día del semestre de otoño. Prepárate para no terminar como muchos de esos otros jóvenes despreocupados ¿De acuerdo? - Agregó Willy también apareciendo
- Por eso digo que no tenemos problemas. – Ahora Grim se cruzó de brazos para alzar su cabeza con orgullo. – Porque el gran Grim ya adelantó todas sus tareas, con ayuda de mi secuaz, pero ya casi nos falta nada.
- ¡Oh, vaya esto sí es una novedad! – Los fantasmas se sorprendieron bastante ante esa noticia.
- Grim se ha estado esforzando mucho y lo ha estado demostrando. – añadió Shiori, acercándose al grupo. - Como ya casi comienzan las vacaciones de invierno, entonces decidimos avanzar todo lo que se puede para después terminar lo último y al fin darnos un tiempo de relajación como se debe.
- ¡Oh si! ¿Mañana es el comienzo de las vacaciones de invierno? ¿Ya tienes planes? – Preguntó William.
- ¿Hmm? ¿Qué son las vacaciones de invierno? – Grim inclinó la cabeza a un lado.
- Es a lo que llaman ese gran descanso que tienes en invierno. ¡Por lo general! Los jóvenes regresan a sus casas para celebrar con una gran fiesta por las navidades y el año nuevo con sus familias. – Dijo Billy.
- ¡Ffgna! ¿Una fiesta? – Sonrió Grim ante la idea y por fin entendiendo porque Shiori insistió mucho en avanzar las tareas temprano. - ¡Oh, así que por eso querías ya terminarlos! Tiene sentido.
- Así es. – Asintió William. – Pavo asado, pastel y una casa de galleta de jengibre... bueno, ninguno de nosotros puede comer eso.
- Nosotros, los fantasmas, usualmente regresamos al otro lado para ver a nuestras familias también. – Dijo Billy.
- Valla así que ustedes también pueden regresar voluntariamente al mundo de los espíritus. – Comentó Shiori.
- Aunque algunos nunca vuelven a este lado jejeje – Dijo Bletcher.
- Comer y divertirse con la familia... – Al instante Grim nuevamente se quedó muy pensativo mientras le seguía dando vueltas a esa palabra.
De alguna manera Shiori notó esa mirada distante de Grim y se le hizo muy peculiar el verlo de ese modo, pero ahora que ella lo pensaba había una duda que ella tenía acerca de su compañero de hogar. Un detalle que era un misterio para ella.
- ¿Grim, tú tienes una familia? – Preguntó la sacerdotisa.
- ¿Mi familia...? – Dijo Grim saliendo de su trance para luego tratar de rebuscar entre sus memorias. – Hmmm, realmente no los recuerdo.
- ¿Eh? – Shiori solo abrió sus ojos de par en par.
- Todo lo que recuerdo es que un día me desperté solo y con hambre. – Narró Grim. – hacía mucho frío y recuerdo haber esperado a alguien mucho tiempo... y luego ¿Qué pasó después de eso? No lo recuerdo mucho.
Puede que Grim en ese momento lo estuviera narrando como algo normal que no le debía afectar, pero dado a que Shiori era muy sentimental con todo el ámbito de los lazos familiares y de la importancia de uno, no puedo evitar que de manera casi silenciosa derramara una lágrima de sus ojos escarlatas ante los posibles momentos de hambruna y soledad a los que Grim tuvo que haber pasado en toda su vida hasta antes de conocerse.
- Veo que Grim también ha tenido sus propios problemas todo este tiempo. – Murmuró Willy con lagrimilla espectrales en sus ojos al igual que los otros dos fantasmas.
- Bueno, el pasado es el pasado ¿Saben? – Grim siguió mostrando su sonrisa presumida, mientras que a su espalda alguien se acercaba. - ¡Ya sé que no puedo cambiarlo, así que trato de pensar en mi futuro! ¡Después de todo estoy en camino de convertirme en un gran mago! ¡Gahahaha!
En medio de toda esa risa Grim de pronto sintió como unos brazos lo rodearon para abrazarlo con cuidado, pero con mucho cariño. Era Shiori quien acercó al felino a su pecho mientras le acariciaba su suave pelaje.
- Y lo lograras Grim. Yo estoy segura de que llegarás a esa meta. – Asintió Shiori aun lanzando un par de pequeñas lágrimas que eran ocultadas tras su flequillo.
- Señorita Shiori ¿Qué pasa? – Preguntó preocupado William al igual que Billy y Bletcher.
- ¿Estás bien? – Preguntó confundido el gato, aunque no puedo evitar bajar sus orejas ante la mirada de la sacerdotisa.
- Discúlpenme, es solo que me entró una basurita al ojo. – Dijo Shiori alzando una mano para limpiar rápidamente sus lágrimas. – Pero me enorgullece ver lo mucho que te has esforzado en tu camino, sigue adelante y no pares ¿De acuerdo?
- ¿Eh? Ah... sí lo haré. – Solo asintió Grim. - ¿Pero de verdad estás bien?
- Si, ya me siento bien. – Al instante Shiori mostró su suave sonrisa de siempre.
Pero los fantasmas de alguna manera no se vieron muy convencidos de las verdaderas emociones de la sacerdotisa por lo que para aliviar este estado de ánimo un foco espectral apareció sobre sus cabezas.
- Ya sé, ¿Qué les parece si ustedes dos pueden pasar las vacaciones junto a nosotros este año? – Propuso William.
Tanto la joven como el felino luego de escuchar la propuesta del fantasma se miraron mutuamente y empezaron su rutina de consulta previa, como ellos habían acordado después del incidente de Octavinelle.
- ¿Qué opinas Grim? ¿Te gusta la idea de festejarlo con los fantasmas? – Preguntó Shiori.
- ¡Nyahaha! ¡Un día festivo y me dan un festín, Sí quiero! – Exclamó feliz el gato.
- Entonces en un trato. – Asintió la sacerdotisa revisando el reloj de madera. – Faltan varios minutos para las clases ¿Te cepillaste los dientes Grim?
Al instante el felino solo que quedó de piedra mientras varias gotas de sudor bajaban de su cabeza.
- ¿Ffgna? C-claro que lo hice. – Afirmó dudosamente el gato.
- Entiendo, entonces yo supongo que no hay problemas si soplas un poco ¿Verdad? – Interrogó Shiori alzando una ceja blanca.
- "Oh oh, cuando da la mirada de águila acusadora, eso porque ya se dio cuenta." – Pensó Grim luego para salir disparado a cumplir con esa pequeña labor.
Ya con Grim fuera del esquema momentáneamente entonces Shiori pudo acercarse a los fantasmas para susurrar en sus oídos inexistentes:
- ¿Lo escondieron bien?
- Tal y como lo mandaste, está en el cuarto de ropa que su profesor Crewel le envió. – Asintió Bletch.
- Bien todo va bien según lo planeado.
- ¿Pero no hubiera sido más fácil esconderlo en el armario o el ático? – Preguntó William.
- Créeme, esos fueron los primeros lugares que pensé; pero...- Shiori enumeró sus motivos. – El armario ya está muy lleno y Grim podría verlo por ser nuestra habitación. Por otro lado, por más que esté bien escondido en el ático, si Grim ve todo "lo nuevo" de allí arriba podría deducirlo con facilidad.
- ¿Realmente Grim lo deduciría al instante? – Preguntó Billy.
- Ya una vez subestimé su lado detectivesco cuando intente esconder las galletas y esta vez pienso ser muy precavida con esta sorpresa, aunque... - Luego Shiori murmuró algo para ella misma mientras recordaba lo que el felino dijo. – Creo que no estaría de más agregar algo.
...
- Ya nos vamos. – Se despidió Grim saliendo primero por la puerta principal del dormitorio abandonado.
- No tardaremos en regresar. – Siguió Shiori tomando la perilla de la puerta para cerrarla, pero no sin antes mirar a una de las paredes del pasillo. – ya regresaremos pronto... papá, mamá.
Se despidió ella mirando el retrato de su padre al lado de su madre colgado en la pared.
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El tiempo pasó y al fin ya se encontraban en la última clase del semestre. Era la clase del profesor Divus Crewel por lo que todos aún estaban escuchando las últimas indicaciones de su tutor de clase.
- Escuchen, cachorros. Estoy seguro de que todos están ansiosos por pasar sus vacaciones en casa ¡Pero cada año hay quienes se la pasan todo el tiempo jugando y terminan por olvidar sus tareas! – El profesor Crewel ya tenía en la mira a varios estudiantes quienes al notar esa mirada solo pudieron tragar en seco. – Habrá mucha disciplina esperando a esos cachorros que no presenten sus deberes.
Río el profesor golpeando repetidamente su fuete en la mano mientras esa encantadora sonrisa provocaba que muchos de los estudiantes terminaran por inquietarse un poco, pero eso no evitó que el profesor frenará su comunicado.
- Se le ha otorgado un permiso especial para usar el espejo de la oscuridad con el fin de que ustedes puedan regresar a sus casas a las 1 en punto. ¡Cojan sus pertenencias y preséntense ante el espejo cuando estén listos!
- ¡Sí, señor! – Asintieron todos los jóvenes al mismo tiempo.
Dando por concluido la lección de hoy y el inicio del parloteo de los estudiantes que se agruparon en sus grupos comunes.
- Fiiuuu, ¡Finalmente no liberamos de los grilletes de nuestra vida estudiantil! ¡Somos libres! – Dijo Ace estirando todo su tenso cuerpo.
- Típico del Night Raven College, las tareas no parecen tener fin. – Murmuró Deuce recordando la cantidad de deberes que tiene que hacer.
- Nunca digas no, aun tienes tiempo para completar lo que tienes y descansar, solo trata de manejar bien tus tiempos. – Aconsejó Shiori.
- Si trataré de mejorar eso.
- Por cierto, Shiori, todavía no has encontrado la manera de volver a tu mundo ¿Verdad? – Preguntó Ace mirando a la sacerdotisa.
Tanto Deuce como Grim se quedaron un poco sorprendidos ante esa pregunta ya que recién se habían percatado de que habían pasado varios días desde que su amiga llegó a este mundo.
-Oh, sobre eso... aún el director sigue trabajando en buscar una manera. Ya me mostró todo lo que había averiguado, aunque lamentablemente todo terminaron en fracasos. – Dijo Shiori.
Ella todavía recordaba ese día en el que tuvo la oportunidad de hablar con el hombre de la máscara cuando ella estaba en sus prácticas nocturnas de vuelo.
...
Ya casi era de noche y a las afueras del dormitorio abandonado se encontraban tanto Shiori como el director repasando toda la última investigación de qué director hizo en todos estos días.
- Y ese es el intento número 98. – Dijo el director Crowley lanzando la manzana al otro lado de aquel círculo mágico.
Tal y como los otros intentos en esta ocasión la manzana terminó por ser enviada a unos pocos metros de ellos, pero ahora están hechas cenizas.
- Esa tampoco funcionó. – Murmuró Shiori observando a la pobre manzana quemada.
- Si le muestro esto es para no piense que aún no he parado de buscar. Seguiré buscando otros medios, pero sentía que al menos merecías ver un avance. – Comentó Crowley posando su mano en la cabeza de la joven.
- Muchas gracias por al menos intentarlo. – Agradeció la albina al menos un poco tranquila de ver que el director si estaba cumpliendo con parte de esta búsqueda.
– Ya es muy tarde y ya debes de estar agotada por tu entrenamiento deberías ir a descansar.
- ¿No necesitas descansar también director Crowley? Luce muy agotado. – Dijo Shiori en un tono preocupado.
En efecto la sacerdotisa tenía razón porque por más que el director estaba luchando por mantener su sonrisa por como sus plumas se estaban cayendo, las líneas del cansancio marcaban su cara y bajo la marca se asomaban las ojeras, el aura y cuerpo de Crowley pedía a gritos un descanso.
- Lucimos fabulosos. – Fue lo que comentó Crowley.
- ¿Lucimos? Pero si solo está usted... - Señaló la albina con una gota de sudor bajando por su cabeza, temiendo que el director estuviera perdiendo la razón.
Claramente el director se percató de su error por lo que hizo lo mejor que se le da, esquivar el tema.
- Ho jo jo jo... Es broma, es broma. – Rió el director. – Ah qué rápido pasa el tiempo y ya casi con las vacaciones de invierno así que nuevamente me pondré las baterías para continuar investigando.
Sentenció el director caminando casi hasta mecánicamente hasta la salida.
- ¿Eh? ¿Piensa trabajar incluso en sus vacaciones? – Dijo sorprendida Shiori.
- Bueno esa es la idea ¿Por qué? – Respondió el directo frenando su paso.
- "Pero las vacaciones de invierno son para que uno lo pase en familia" – Pensó la sacerdotisa empezando a imaginar toda clase de escenarios. – "No. no. ¿Qué dirá la señora Crowley? Creerá que su esposo se dedica demasiado a su trabajo y empezaran a discutir. Luego los hijos de Crowley verán esas discusiones y pensarán que él no quiere pasar tiempo con ellos y entonces lo verán como un mal padre. Espera un momento... ¿y si Fulano y Mengana lo ven como mal padre cuando ellos crezcan? desarrollaran un resentimiento y lo ignoraran dejando solo. Entonces cuando el director sea viejito y este con las canas entonces se la pasará desdichado por no haber pasado tiempo con su familia y luego pasará a la otra vida con resentimiento... y...y..."
Después de finalizar con aquella imaginación salvaje entonces la sacerdotisa decidió tomar una decisión.
- Director Crowley. – La sacerdotisa lo llamó. – ¿Y si por esta vez se toma unas vacaciones y se relaja?
...
- Y por eso acordamos en que vamos a descansar un poco en estas vacaciones así él tendrá tiempo para pasarla con su familia. – Comentó Shiori finalizando su recuerdo, claro que omitiendo la parte alocada de sus pensamientos.
- Ya veo, supongo que eso significa que ustedes dos estarán en la escuela durante las vacaciones. – Dijo Deuce.
- Sí, prometimos tener un festín con los fantasmas. – Anunció Grim mostrando nuevamente su emoción.
- Ah ya entiendo, con todos los fantasmas aquí, supongo que ustedes no estarán solos en absoluto. – Dijo Ace al menos relajándose un poco, ya que temía que Shiori se sintiera tan sola en estos días estando técnicamente lejos de su hogar.
Sin embargo, había un pequeño y minúsculo detalle.
- Un momento. Si la escuela está cerrada durante las vacaciones, ¿eso no significa que la cafetería y la tienda de estudiantes también estarán cerradas? – Preguntó Deuce al grupo.
- ¡Ffgna! Tienes toda la razón. ¿Cómo se supone que tendremos nuestra fiesta? – Ahora Grim mostró una cara de preocupación.
Pero lo que no contaban era que alguien ya se había anticipado para esto.
- No vamos a tener problema con eso Grim. – Respondió Shiori sonriendo al lado. – Con nuestra despensa de comida todavía podemos cocinar un par de días antes de las festividades, además gracias al huerto tenemos algunas frutas e infusiones extra para sobrevivir al invierno.
- ¿Te alcanzaran para su fiesta? – Pregunto Ace.
- Solucionado. He anexado un porcentaje de lo que gané en mis flores y en el Mostro Lounge al director ya que él me apoyara con el delivery cuando sea ese día y cuando nos falte algo. – Sonrió Shiori.
- ¿Y si alguien de afuera intenta robar en tu dormitorio? – Pregunto Deuce.
- Arreglado, tengo mis pergaminos. – Dijo Shiori.
- ¿Tus implementos de aseo? – Preguntó Ace.
- Organizadas en las gavetas.
- ¿Tú gato? – Preguntaron el dúo A-Deuce al mismo tiempo.
- ¡Oye! – Exclamó Grim con una vena roja en su frente.
- Vaya... - Dijo Deuce sorprendido por el nivel de organización de la chica. – Ya lo tenías todo planeado.
- No quería dejar cabos sueltos y estar al tanto de los mínimos detalles porque así puedo relajarme un poco. – Comentó Shiori ahora echando su cabeza y brazos a su pupitre.
- De todos modos, deberíamos ir preparándonos para empacar. – Comentó Ace llevándose de su asiento seguido de los demás. - No quiero llegar a olvidar algo.
En eso gracias a ese pequeño comentario Shiori recordó su última tarea pendiente.
- Es verdad, ahora que lo recuerdo también tengo que recoger y entregar algunas cuantas cosas. – Dijo ella.
- ¿Cómo cuáles? – Preguntaron al mismo tiempo Ace, Deuce y Grim.
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De ese modo el dúo A-Deuce prepararon sus maletas al mismo tiempo que Shiori equipaba con dos bolsos sus lados que lucían un poco abultados, pero sin dejar de verse tosco. Cuando todos llegaron a encontrarse en la sala del espejo de la oscuridad lo primero que ellos notaron fueron al gran tumulto de gente cargando varias maletas y haciendo colas para llegar al espejo.
- Ya hay un grupo de estudiantes que están reunido aquí. – Dijo Deuce mirando a su alrededor.
- Jaja, todos se ven tan ansiosos. – Rió Ace viendo como algunos compañeros se juntaban con sus amigos para contarles sobre sus planes en estos días.
- Hay una buena cantidad de auras positivas alrededor. ~ - Comentó Shiori sintiéndose a gusta con este tipo de entornos ya que le era mucho más calmado y relajante.
- ¿Por cierto Shiori para que son todas esas bolsas? – Preguntó curioso Deuce al igual que Ace y Grim.
- Ya lo sabrán. ~ - Solo respondió cantarinamente Shiori.
Los jóvenes tan solo miraron las bolsas con una gota de sudor, pero quiénes eran ellos para prejuzgar las acciones de su amiga, así que continuaron como si nada.
- Ahora que lo pienso ¿El director te dijo a donde se iba? – Preguntó Grim echándose al hombro de la albina.
- Hmm creo que dijo... - Shiori trato de recordar el nombre del lugar.
Pero, como si la pregunta hubiera caído del cielo, a un lado de ellos apareció un Crowley salvaje vestido en un traje casi hawaiano amarillo con su shorts y sombreros blanco listo para las vacaciones.
- Todos, tomen firmemente sus pertenencias después de conjurar frente al espejo de la oscuridad. Si los dejan a mitad de la teletransportación terminarán yendo a otro lado, ¿Entendieron? – Informó el director viendo a varios lados. – Aquellos que no tengan confianza, por favor siéntanse libres de dejarlas en la tienda de la escuela para que esas se las envíen por correo.
- ¡Está totalmente listo para relajarse! – Exclamaron los dos jóvenes y el gato ante tal pinta del director.
- ¡¿Una camiseta de playa en pleno invierno?! ¡Se está yendo totalmente al sur, Viejo! – Exclamó Ace.
- Definitivamente no está ocultando su emoción. – Añadió Deuce.
- Ohhh... Así que con que a eso él se refería con emigrar. – Murmuró Shiori recordando las palabras del director.
Casi al instante el director pudo visualizar la cabellera blanca de la joven y compañía.
- Ah, mi pequeña polluela. – Exclamó Crowley acercándose. – ¿Cómo te fue con tus clases?
- Me fue bien. Por suerte nada complicado. – Comentó la albina. – Veo que ya está listo.
- Ya sabes como dice el dicho "El quien madruga, dios lo ayuda." – Dijo el director.
- Algo me huele que se va a olvidar de tu encomienda Shiori. Si se olvidó su promesa con lo del torneo a último momento quién sabe qué más va a evitar. – Murmuró Grim mirando al director con una mirada aburrida.
Aunque ese comentario fue como empuñar una estaca atravesando al director.
- ¡Qué grosero! Para tu información ya estaba por dejar lista la orden de comida por internet así no pasaran hambre. – Comentó el hombre adulto. – De todas maneras, pensaba además explorar las tierras del sur para también investigar un poco más. Porque soy muy serio.
- Claro director... aunque nadie lleva puesta ese tipo de camisa para investigar. – Juzgó Ace.
- Por más que odio estar de su lado, es obvio que él se está yendo de vacaciones. No tiene que mentir. – Añadió Grim.
- Pero qué dices. Esta es la ropa formal del sur, sebo seguir sus costumbres – Justificó Crowley. – Mirar el cálido mar del sur mientras tomo jugo de coco en una hamaca... Unas vacaciones así... no es lo único en lo que estaba pensando hacer, Así es.
- ¡E-esos son datos demasiado específicos...! – Comentó Deuce.
- Ah, casi lo olvido. – Dijo Crowley omitiendo la presencia de los dos jóvenes. - Señorita Nakamura dado a que me preocupa mucho que puedas refriarte en este invierno, para evitarnos ese problema, en estos días debes cerciorarte de que las hadas de fuego estén bien alimentadas.
- ¿Hada de fuego? – Preguntó Shiori curiosa al igual que sus amigos.
- El fuego de la cafetería, de las chimeneas de la escuela y tu dormitorio es producido por las hadas de fuego. – Explicó el director. - Han vivido por mucho tiempo en la chimenea del salón comedor. Pero si no les dan madera seca todos los días, desaparecen. Si ellas desaparecen, la escuela se congelará por el crudo invierno.
- Ahora que lo dice, siempre me pregunte el por qué siempre estaba tan templado en todo el colegio, aún sin aire acondicionado. – Dijo Deuce.
- Así que era magia después de todo. – Añadió Ace.
- Hay un fantasma qué se supone está a cargo durante las largas vacaciones, pero parece que su hija tuvo un hijo este año y ha regresado al otro lado para encontrarse con su nieto. – Comentó Crowley. – Así que otros estarán tomando su lugar, pero siendo honesto me preocupa que uno de estos días ellos se lleguen a olvidarlo. Por eso si llegas a sentir mucho frio no dudes en acercarte a la chimenea a revisar por si acaso.
Hasta ahora todo parecía normal en la charla, ya saben cómo la típica conversación de una madre que va a dejar solo por primera vez solo a su retoño, aunque aquel detalle de que una fantasma tenga un hijo como dejó un poco confundida pero intrigada a la joven sacerdotisa y no solo ella sino a sus acompañantes que ahora veían al director con sus ojos hechos unos puntos.
- Si... lo haré, pero ... ¿La nieta de un fantasma? ¿Como rayos haces que un fantasma llegue a tener un hijo? ¿Adoptan almas? – Preguntó la albina arqueando una ceja por aquella duda existencial.
- "De todo lo que dije ¿Eso fue lo más importante que ella escuchó?" - Pensó Crowley con una gota de sudor bajando de su cabeza.
Aunque eso no impidió que siguiera aclarando las dudas de su protegida.
- Es un milagro creado por el amor, así que no deberías pensar mucho en ello. En todo caso esta será la única tarea opcional que tienen para que sobrevivan al invierno.
- Tiene razón. En comparación con tus otras solicitudes absurdas ¡Esta parece bastante fácil y además somos libres de hacerla! – Comentó Grim.
- De hecho, lo es. Esto es lo que me hace tan amable. – Sonrió el director. – Una última cosa. Como me estaré lejos, quiero darte esto.
En eso el director saca de sus bolsillos un pequeño aparato rectangular de color oscuro que fue depositado en las manos de la sacerdotisa.
- ¡Ah! - Dijo sorprendida Shiori al ver aquel objeto electrónico.
- Ah, es un teléfono celular. – Comentó Ace.
- Prométeme que me llamarás inmediatamente con esto si alguna vez hay una emergencia mientras estoy fuera – Dijo serenamente el director a la vez que la albina levantó su mirada para mirarlo. – Ten mucho cuidado con los datos a través de magicame trata de ahorrarlos bien jovencita.
De alguna manera ella pudo ver que muy a pesar de todo lo que dijo había un aura de preocupación que se mantenía cerca del director. Ya era costumbre de ambos esta rara relación, pero no le desagrada, es más se sentía muy afortunada y agradecida de recibir esta amabilidad. Eso tan solo hizo que la estima que le tenía a su tutor aumentara cada vez un poco más.
- De acuerdo. Muchas gracias por todo director. – Agradeció la sacerdotisa.
El director tan solo nuevamente acarició la coronilla de la joven.
- Ahora bien, todavía tengo que supervisar a los estudiantes en su camino a casa, así que dejaré el resto a los dos. – Comentó el director a punto de irse. – Quizás antes de irme le echaré un vistazo al folleto de turismo.
Pero antes de que él siquiera desapareciera entre el mar de gente, Shiori, lo llamó:
- Espere director. Antes de que se vaya le quería dar esto.
Girando su cabeza hacia el lado de donde vino el llamado, El director, observó como Shiori ahora le depositó en sus manos un mediano envase cilíndrico y una pequeña bolsita azul oscuro con bordados de plumas negras y unas extrañas letras que iban que formaban un carácter, aquella bolsa tenía una cuerda roja en el que había una inscripción con una pequeña frase.
- ¿Qué es esto? – Preguntó sorprendido Crowley.
- El envase tiene adentro polvo de té negro que proviene de mi jardín para usted y su familia lo puedan disfrutar. – Shiori indicó señalando dicho objeto para luego pasar al otro. – Y la pequeña bolsita es un omamori, es un amuleto de protección física y espiritual de mi mundo. Se que se va a un largo viaje y que es muy probable que esté bien, pero aun así quería darle esto para que le dé suerte además de un viaje seguro.
El director nuevamente se quedó sin palabras ante estos detalles de parte de la joven, nunca llegó a imaginar que él recibiría algo tan emotivo y especial y mucho menos por todo lo que pasó en estos meses caóticos. Aquella fortaleza, paciencia y amabilidad de Shiori seguía conmoviendo cada vez más al director a tal punto que él se quedó petrificado viendo como aquella niña le seguía hablando.
- ... Se que no es mucho por todo lo que ha hecho, pero esto es un modo para decirle gracias por todo lo que está haciendo por mí y... - Pero Shiori no pudo continuar hablando.
El motivo detrás de eso fue que de manera inesperada el director se acercó a la joven y la envolvió en un abrazo cálido y fraternal. Muchos de los estudiantes estaban tan metidos en sus conversaciones que no notaron aquella muestra de afecto que estaba sucediendo. Salvo Ace, Deuce y Grim quienes los veían estáticos y con los ojos bien abiertos
Shiori por otro lado en un inicio se quedó inmóvil ya que ella tampoco se esperaba este tipo de recibimiento, pero este tipo de abrazo al igual que aquella vez en que la llevó a la enfermería otra vez le generó otra vez esa sensación familiar y hasta calmada que tranquilizaba su alma a tal punto que ella, casi de manera automática, subió sus brazos para aceptar el abrazo de manera cuidadosa, pero reconfortante.
- Muchas gracias pequeña. Aprecio mucho tu regalo. – Agradeció el director para luego separarse de la joven para darle una suave sonrisa en la que se dibujó un pequeño hoyuelo. – Cuídate mucho.
Luego de escuchar esas palabras Shiori al instante tan solo asintió su cabeza y se despidió del director. Aunque, en todo el camino en el que el hombre adulto se alejó, ella nunca quitó su mirada escarlata de aquella gran espalda, o al menos lo fue hasta que se perdió en el mar de estudiantes.
- "Eso... fue extraño." – Pensó Shiori. – "Fue casi como si..."
- ¡Nyahaha! ¡Ahora si tenemos garantizado un gran banquete durante las vacaciones! – Exclamó Grim, rompiendo todo tipo de concentración.
- Bueno, supongo que está bien si ustedes ya lo han acordado antes. – Comentó Ace aun sintiéndose un poco extrañado por la situación. – Aunque Shiori, lo que sacaste en tu bolso fue...
- Ah, sí. creo que ya se los expliqué una vez, pero... - Shiori sonrió sacando una otra pequeña bolsita de su bolso. – En mi cultura se dice que para empezar bien el año nuevo una de las mejores maneras para llamar a la suerte es teniendo este talismán a la mano. La mikos o sacerdotisas como yo teníamos la tarea de fabricarlas a mano y bendecirlas para venderla a aquellos que buscan la fortuna.
- Alto, ¿las has hecho a mano? – Comentó sorprendido Deuce.
- Ffgna, ¿por eso había tantos retazos de telas en el dormitorio? – Comentó Grim.
Pero dicho comentario levantó una alerta roja en la cabeza de Shiori, a lo que ella miró a Grim, pero sabía que no podría mostrar una actitud sospechosa por lo que calmó sus emociones y uso al omamori como excusa para desviar el tema.
- Si, por eso compre muchas telas e hilos. – Mintió a medias Shiori.
- Y la segunda bolsa ¿Para qué es...? – Preguntó Deuce señalando el otro bolso.
- Este tiene... - Iba a explicar Shiori.
Pero nuevamente otra voz interrumpió su conversación.
- ¡Hey, hey! ¡No se paren en medio del camino! ¡cuidado, cuidado!
Cerca de ellos se acercaba Ruggie, cargando lo que parecía ser varias maletas y un cooler de comida, había que ser un experto malabarista para manejar el peso de tantas cosas al mismo tiempo.
- Bucchi... ¡¿Por qué tienes tantas cosas?! – Preguntó muy sorprendido Deuce al lado de unos boquiabiertos Ace, Shiori y Grim. – Tres bolsas Boston llenas hasta el borde y ¿Una nevera portátil grande también?
- ¿Oh esto? ¡Shishishi! – Ruggie dejó momentáneamente las cosas en el piso para descansar un poco sus músculos. – Conseguí todos los ingredientes y materiales de la cafetería y la tienda de la escuela que estaban a punto de caducar. Me lo dan todos los años durante las vacaciones.
- ¿Eh? Pero, no podrás comer todo eso, ¿Sabes? – Comentó Ace con una gota de sudor bajando de su mejilla.
- ¿De qué hablas? Algo como esto desaparecerá en un instante una vez que se los entregue a los mocosos del vecindario. – Explicó simplemente Ruggie.
Pero de alguna manera eso dejó muy conmovida y hasta embelesada a Shiori por tales acciones deliberadas de parte de Ruggie incluso sabiendo por todas las situaciones que él estaba pasando en su ciudad.
- Eso es un lindo detalle Ruggie, realmente eres alguien muy admirable. – Dijo Shiori mostrando un muy suave sonrojo.
Los amigos de la albina tan solo vieron esa cara como una señal de peligro porque eso significaba que ahora lo único que ella prestaba atención era a Ruggie. Obviamente no tardaron mucho tiempo en expresar sus muecas silenciosas de disgusto y celos. Pero no podían decir nada sin quedar como unos idiotas inmaduros.
Por otro lado, el joven hiena no tardó mucho en también sonrojarse por la mirada y las palabras de la joven. No era su intención decir todo esto para quedar bien frente a alguien ya que técnicamente le importaba un comino lo que los demás pensaran lo que él hiciera, pero al menos no negaría que le agradó mucho escuchar ese comentario honesto de Shiori.
- ¿Cómo se encuentra tu abuela? – Preguntó Shiori.
- Igual de siempre pero ya está mejorando, tengo que asegurarme de que ella pueda comer nuestra ración para las fiestas. – Sonrió levemente Ruggie rascándose un poco su mejilla.
- Espero que todos ustedes pasen unas felices fiestas. – Dijo Shiori empezando a sacar dos bolsas en su bolso, una tenía hierbas medicinales mientras que la otra contenía algunas frutas en buen estado que provenían de su huerto. – Tenía pensado darte esto, pero... veo que traes tantas cosas, ¿Podrás con un poco de peso extra?
- ¿Eh? Ah, no te preocupes yo me las arreglo... no debiste molestarte. – Comentó Ruggie recibiendo con sorpresa aquellos implementos extra. – Gracias Shiori.
- No tienes que agradecer. – Comentó la albina ahora sacando dos omamoris. – Ah, y estos también son para ti y tú abuela.
Ruggie tomó aquellas bolsitas amarillas en las que ahora el patrón era la silueta de cabeza de unas hienas, que al igual que la del director tenía la misma nota atada a la cuerda. Gracias a que él aún recordaba todo lo que pasó en torneo supo al instante el significado de dicha bolsita y no solo eso, sino que también le estaba dando algo para que su abuela pueda estar bien en esos días...eso lo cautivó aún más.
Realmente quería quedarse un poco más de tiempo con ella para seguir conversando, pero dado a que su Cooler estaba empezando a gotear un poco entonces se tenía que apresurar.
- V-vaya, las cosas congeladas se van a derretir. – Dijo apresuradamente el joven con orejas de hiena mientras recogía todas sus pertenencias. – Nuevamente gracias por los regalos... ¡Nos vemos el año que viene!
- ¡Cuídate mucho y ten cuidado al caminar! – Finalizó Shiori, despidiéndose de Ruggie.
El joven con orejas de hiena iba caminando rumbo hacia el espejo mientras que por momentos miraba con el reojo de su ojo gris azulado a la sacerdotisa que aún movía su mano de un lado a otro en señal de despedía era una suerte que el joven tuviera varias cosas tapando su cara porque de lo contrario alguien hubiera preguntado por su sonrojo.
...
- Ahí va... - Dijo Deuce viendo como Ruggi se iba alejando logrando calmar esa sensación de celos que su cuerpo disminuyó, o al menos un poco. – Me pregunto qué quiso decir con "mocoso del vecindario"
- El joven Ruggie viene de una zona pobre de su ciudad natal. – Comentó brevemente Shiori. – Allí uno de sus trabajos fue el de cuidar a varios niños.
- Un momento ¿tú cómo sabes eso? – Preguntó Ace alarmado que cuando ella sabía un detalle personal de Ruggie.
- ¿Eh? Bueno él es técnicamente me ayuda con el curso de lenguaje animal por lo que en nuestro tiempo de descanso charlamos un poco. – Simplemente ella respondió con una sonrisa. - Él me enseñó muchas recetas nuevas y también me habló de su familia, son unas personas muy simpáticas.
Pero nuevamente esa sensación de celos volvió otra vez, si bien eran conscientes de que tenían otros rivales tanto Ace como Deuce siempre pensaron que tenían una gran ventaja sobre todos los demás ya que técnicamente fueron los primeros jóvenes que formaron una "relación con la chica" pero ahora pareciera que ellos eran los que ahora se estaban quedando atrás.
- También escuche que hay muchas familias pobres cerca de la ciudad natal de Ruggie-senpai.
Al reconocer aquella grave voz todos ahora desviaron sus miradas hacia el nuevo personaje que ya llevan tiempo conociéndose y que además estaba cargando una caja que tenía encima una cantidad de macetas con plantas espinosas.
- Por eso recibe los ingredientes sobrantes y los reparte para ayudar a alimentar a los niños del vecindario. – Dijo el joven albino con orejas de lobo.
- ¡Jack...! – Exclamaron los tres jóvenes y gato presentes.
- ¿Por qué llevas muchas plantas, viejo? ¿Acaso intentas ser jardinero ahora también? – Dijo Ace.
- Estos son los cactus que cultivó por diversión. Se marchitarán si nadie los regará durante las vacaciones. – Explicó Jack, aunque nuevamente su lado tsundere salió a flote. - ¡No sigamos hablando de mí!
- Ese chico Ruggie sí que es un agradable sujeto si está repartiendo comida a extraños. – Comentó con mucha admiración el felino.
- "¡Hasta Grim ya lo ha aprobado!" – Pensaron con exclamación Ace y Deuce, ese fue otro golpe bajo.
- Las hienas son del tipo que comparten presas con los débiles o enfermos sin discriminación. – Dijo Jack.
- Estoy segura de que Ruggie también ha crecido con esos valores. – Comentó Shiori.
Aunque lo que no se esperaban era que alguien más de la casa de Savanaclaw se uniera a la conversación.
- Hmph, el solo pensar en estar rodeados de niños así me hace estremecer. Muchos de ellos son ruidosos.
- ¿Oh, Leona-senpai? - Dijo Jack ahora mirando a su líder de dormitorio. - ¿no vas a volver a tu ciudad natal?
- Ojalá pudiera, pero se molestarán mucho si no lo hago, así que me iré a casa. – Comentó Leona sin darle muchas vueltas al asunto. - Que problemático.
- Pero si no llevas nada contigo. – Mencionó la albina al notar que técnicamente Leona no cargaba nada o traía con él algo de importancia.
- ¿Hah? Tengo mi billetera y mi teléfono. y técnicamente tengo suficiente ropa en casa. – Comentó Leona para luego mirar burlonamente a la sacerdotisa. - ¿Qué? ¿De nuevo te preocupas de todo lo que hago, gatita?
- Si claro, mira lo cuan preocupada está cada centímetro de mi cara. – También se burló la albina señalando su rostro para nada preocupado.
- Ouch, eso fue jaque mate. – Leona tan solo fingió vagamente una molestia.
- Ju ju~ - Rió silenciosamente la albina.
- Por fin lograste tener una victoria después de varias pérdidas. -. Luego el hombre león se burló.
Como si una estaca se hubiera clavado en la joven Shiori empezó un duelo por ver quien era en quien ríe al último.
- ¡La última vez estuve cerca de ganar, pero terminaste huyendo! – Dijo Shiori haciendo un leve puchero.
- Recuerda que ese día me llamaron para coordinar algunos detalles del entrenamiento de mi dormitorio. – Dijo Leona viendo divertido las reacciones de la albina. – Además yo no lo hallaría huir fue una retirada inteligente.
Shiori solo se quedó callada mientras su cara sus orejas casi salían pequeñas nubes vapor por la frustración, pero al final Shiori tan solo terminó con soltar una leve risita. Esta era la típica manera en cómo ella y Leona hablaban así que tan solo ellos se estaban tomando el pelo el uno con el otro.
- Este tipo es extremo a su manera, incluso con ella. – Comentó Grim para nada sorprendido, ya que el parte siempre acompaña a Shiori a todas partes por lo que conocía bien su manera de ser con los demás.
- Ni siquiera se lleva los deberes... - Gruñó Ace en un tono bajo.
- Escuché eso. – Comentó Leona dejando a Ace casi de piedra al sentir sus ojos feroces sobre él, aunque por suerte no duró mucho. – Las haré cuando regrese. Las vacaciones son para relajarse ¿Recuerdan? Hasta luego herbívoros.
Él ahora terminó posando su mirada en la albina, pero antes de despedirse como se debe ella ya le estaba extendiendo otra bolsita omamori ahora con patrones de león junto con una caja rectangular con la superficie hecha de recuadros en blanco.
- ¿Y eso es? – Preguntó Leona sosteniendo la bolsita para luego abrir la caja.
En el interior de dicho objeto se pudo ver que había varias fichas en forma de pentágonos blancos con una ilustración negras de alfiles, torres y todas tenían otra imagen el reverso que eran de color rojas y que además venían con una hoja que era el manual de las piezas escrita a mano.
Eran piezas de Shogi.
- Realmente el señor Sam se lució mucho para poder fabricar uno de estos desde cero, pero no imposible. No es común encontrar este tipo de tableros o fichas así que tuvo que crear uno así que este es el resultado del primer tablero Shogi en Twisted wonderland. – Sonrió con orgullo la albina. – Ahora si ya no tienes excusa para aprender las reglas del juego.
Mentiría si dijera que Leona no se quedó asombrado por el detalle de la sacerdotisa o el porqué de todo esto presentes, si mal lo recuerda él no había hecho algo grande para que ella lo recompensará de esta manera. Pero viéndolo desde otro punto no se pudo quejar mucho ya que fue algo de lo que ella se tomó el tiempo de hacer además de ser el primero en tener este tipo de artefacto le halagaba.
- Hah, Incluso si eres experta en eso ya verás que el resultado es el mismo. – Dijo Leona.
- Entonces ¿No lo quieres? – Shiori arqueó una ceja de manera divertida.
- Lo siento, pero lo uno regala ya no tiene devoluciones. – Finalizó Leona palmeando suavemente la cabeza de Shiori. – Nos vemos, gatita... Gracias...
Fue lo último que él murmuró solo para ella mientras él se alejaba de la zona, Pero a medida que él se alejaba pudo notar que aquella pequeña bolsita que ella le entregó podía sentir como una pequeña energía similar al aura de la sacerdotisa yacía dentro del objeto.
- Él podría hacer lo que quisiera si realmente se esforzara ¿Por qué siempre es tan flojo? Es muy distinto cuando Shiori nos visita. – Murmuró Jack en un tono bajito.
- ¡¿Eh?! ¡¿Shiori los visita?! – Preguntó Deuce con los ojos abiertos.
- ¿Hmm? Pues no es seguido, pero de vez en cuando ella se acerca a Savanaclaw. – Comentó normalmente Jack como si estuviera hablando del clima. – Y más aún por que...
- Jack, antes de que te valla, toma esto también. – Interrumpió Shiori entregando un Omamori plateado con la silueta de un lobo junto con una mediana maceta de vidrio cuyo interior ya tenía tierra y piedras blancas.
- ¡Oh! No puedo creer que lo recordaras, justo estaba pensando ir a por una cuando regresara. Gracias Shiori. – Agradeció Jack dejando abajo la caja de sus cactus para tomar con cuidado las dos pertenencias. – Su anterior maceta ya le estaba quedando pequeña, ahora con esta tendrá mucho más espacio.
- Pues claro que sí me acordé, después de todo yo también estoy involucrada en esto. – Comentó Shiori.
- ¿De qué están hablando? – Preguntó Ace desorientado llamando la atención de ambos jóvenes.
- Oh, nos estamos refiriendo a este pequeñín. – Dijo Shiori señalando junto con Jack un Strombocactus disciformis que parecía querer sobresalir sobre la maceta, lo curioso de este cactus era que en vez de tener sus clásicas flores correspondientes esta tenía dos pequeñas flores blancas creciendo.
- Es una larga historia, pero les diré el resumen. – Dijo Jack. – Un día que fui a comprar un par de cosas para empezar a cultivar nuevos cactus y me topé con Shiori en la tienda, así que decidí ayudarla a cargar con algunas cosas para su huerto. Pero al momento de despedirnos algo habrá pasado y por error hemos intercambiado nuestros sobres. Mis semillas terminaron siendo enterradas en el jardín de Shiori.
- "No lo mal pienses... No lo mal pienses... ¡No lo mal pienses!" – Pensaron repetidamente Ace y Deuce tratando de controlarse.
- Y no podíamos deducir en donde estaban así que estuvimos esperando un tiempo hasta a que creciera bien para poder traspasarlo seguro a una maceta, así que entre Jack y yo nos turnamos en su cuidado para vigilar su crecimiento hasta la actualidad. – Dijo Shiori ahora mirando con una mirada de perrito triste al cactus. - Pero dado al frío del invierno se puede morir si lo cuido yo aquí, así que se irá con Jack durante estas vacaciones...
- "Siento que estoy viendo a una mamá dejando ir a su hijo solo con otra persona." – Pensaron Ace y Deuce
Entonces ella juntó sus manos para hacer una corta oración.
- Cuídate mucho Spike. – Dijo ella.
- "¡¿Hasta le puso nombre?!" – Gritaron mentalmente el dúo A-deuce.
- Lo cuidare bien, no tienes de qué preocuparte. – Comentó Jack tratando de subir el ánimo de la joven.
- Yo sé que lo cuidaras bien. Yo confió mucho en ti y en tus manos verdes... - Dijo Shiori con sus ojitos llenos de esperanza acompañada de un aura brillante.
Jack al instante abrió sus ojos por el cumplido y se rascó su nuca en señal de aceptar el cumplido a su modo de ser.
- No es para tanto. – Dijo Jack mirando a un lado para ocultar su sombra roja.
Pero a lo lejos de la escena Ace y Deuce notaron que la cola de Jack se estaba moviendo feliz de un lado a otro. No tardaron mucho tiempo en descubrir las verdaderas emociones del hombro lodo adolescente en estos momentos. Era hora de aplicar la estrategia de "Protocolo de activación Tsundere" es decir fastidiarlo con un simple comentario con el objetivo de hacer que Jack entrará en un modo de negación.
- Veo que su "relación" mejoró más de lo que esperamos. – Comentó Ace haciéndose el inocente a un lado.
- Tarde o temprano sabíamos que terminaría siendo manso. – Añadió Deuce imitando a Ace.
Como era de esperarse las orejas de Jack se movieron ante esos comentarios a la par que él casi se paró de golpe para dirigir su mirada desafiante al dúo de heartslabyul para refutarlos con su misma frase clásica.
- ¡No se hagan una idea equivocada! ¡No me estén confundiendo! ¡Nos vemos! – Con eso dicho tomó todas sus pertenencias y le agradeció brevemente por los presentes a la sacerdotisa para finalmente salir de la escena, no sin antes decir. - ¡Y ustedes dos no se relajen también y hagan sus deberes!
- Allá va nuestro señor serio. – Dijo Ace llevando una mano a su boca para aumentar el volumen de su voz. – Nos vemos el año que viene.
- Quién hubiera imaginado que el senpai Kingscholars fuera interesante. – Comentó Deuce recordando como Leona no temía a dejar todo para el final.
- Nuh-uh, no te lo recomendaría Deuce, es mucho más estresante cuando haces todo al último. - Comentó Shiori, hasta que luego revivió unos recuerdos de vietnam por la cartulina y terminó sentándose en una oscura esquina mientras se hacía bolita. – Uno nunca se espera que detalles que faltaron en un trabajo y de toda la velocidad que uno debe de tener para resolverlo a minutos de entregarlo.
- Porque de pronto el ambiente se tornó lúgubre alrededor de ella – Susurró Deuce a Ace, con una gotita de sudor bajando de su mejilla.
Entonces Shiori empezó a plantar honguitos en la zona oscura mientras repetía fantasmagóricamente:
- Esa cartulina debíamos de haberla hecho entre todo el grupo.
- ¿Acaba de empezar a plantar hongos en esa esquina? –Ace susurró.
En eso, otro par de pasos se acercan a ellos.
- Hey novatos~ tengan mucho cuidado en adoptar costumbres negativas, ¿De acuerdo? – Saludó un joven pelinaranja con el tatuaje de diamante en su rostro sonriendo a un lado.
Tanto Ace, Deuce, Shiori y Grim giraron sus cabezas para ver quiénes eran los que ahora le hablaban.
- Recuerden que Riddle les cortará la cabeza si no hacen sus tareas. – Comentó simpáticamente el joven peliverde con tatuaje de trébol.
- ¡Trey-senpai, Cater-senpai! – Dijo Ace al notar su presencia repentina de aquellos dos jóvenes.
- Yo también estoy un poco nervioso por volver a casa. – Suspiró Cater prediciendo lo que pasará si traspasa ese espejo. – Estoy seguro que mis dos hermanas mayores estarán en casa. Definitivamente voy a trabajar hasta los huesos...
En eso rápidamente abraza Cater a Trey mientras le imploraba con una carita de perro para suplicarle cómicamente:
- Trey-Kun, Déjame quedarme en tu casa. ~
- Por mí no tengo problemas. – Rio Trey con una sonrisita. – Pero si vienes también te haré trabajar hasta los huesos. El invierno es una época muy ocupada para una pastelería.
- Ah, es cierto. Tu familia tiene una pastelería. – Dijo "tristemente" Cater. – No hay escapatoria para mí... Boohoohoo...
En eso una persona más se acerca a un lado de Deuce, aunque este último notó a tiempo su presencia.
- Ah, ¡Líder Rosehearts! ¡Mis disculpas por estar de pie en medio del pasillo! – Dijo Deuce haciéndose un lado para darle campo a Riddle.
Pero el joven pelirrojo parecía casi distraído y hasta un poco preocupado al escuchar el llamado de su nombre recién se percata de quienes están a su alrededor.
- ... ¿Hm? Oh, son ustedes. – Dijo Riddle en un tono bajo. – Si planean seguir hablando entonces por favor muévanse hacia la pared.
Shiori se preocupó mucho ya que el aura de Riddle lucía casi triste y apagado; y ella no fue la única en notarlo.
- ¿Eh? Este tipo parece deprimido. – Susurró Grim.
- Oh, es cierto. – Ace también recordó un detalle. – El jefe del dormitorio tiene a su madre estricta esperándolo en casa. Eso seguramente deprimiría a uno.
Shiori, sintiendo el aura triste del joven, se acerca a Riddle para acariciar tiernamente su mejilla y mirarlo encarecidamente para preguntarle con mucha tranquilidad y dulzura:
- ¿Quieres hablar de ello?
Riddle, ante la visión de la chica, tan solo posó lentamente su mano enguantada sobre la gentil y cálida mano tatuada de Shiori para permitirse un momento de estar rodeado por esa aura amable por un momento. Luego de ello tan solo él pudo asentir con su cabeza.
- ... Riddle. – Llamó Trey apoyando levemente su mano en el hombro del joven. - Sé que tengo prohibido pisar tu casa, así que no puedo traer un pastel ni nada, pero... eres bienvenido en la tienda cuando quieras. Estoy seguro de que Che'nya también aparecerá.
- Gracias. – Dijo Riddle. – De hecho... creo que necesito tener una conversación con mi madre acerca de ese tema.
Riddle sonó un poco inseguro en lo último. Pero, por como lo conocía Shiori, sabía que él estaba yendo en serio.
- Entonces ya lo has decidido. – Habló Shiori viendo por donde iba la conversación.
- Si, Aunque, no estoy seguro de si ella va a escucharme. – Dijo Riddle bajando su mirada.
- ...Ya veo. Buena suerte. – Dijo Trey dándole fuerzas a Riddle.
Aunque Shiori, viendo que el estado del joven aún estaba decaído, entonces no duda en quitar su mano para ahora rodear sus brazos alrededor del joven pelirrojo quien abrió sorpresivamente sus ojos ante dichoso contacto.
- Sé que ella es tu madre y que lo que tienes enfrente no será fácil ya que es tu más grande desafío. – Susurró Shiori cerca de su oído. – Pero recuerda lo que te dije una vez, los padres tienen que escuchar el corazón de sus hijos. Eres fuerte, sé que lograrás demostrarle a tu madre lo que tú tengas que decir. Pero si ella, con todo lo que le expresaste, aun no quiere escucharte recuerda que al final eres tú al final quien va a tomar las riendas de tu camino a seguir... yo y los chicos te apoyaremos en lo más que pueda.
- Shiori... - Susurró Riddle.
Si bien muchos pudieron tener motivos para estar celosos ahora tan solo decidieron guardar silencio por una vez ya que comprenden bien la situación por lo que dejaron que la sacerdotisa aliviara un poco el estado de ánimo del líder de Heartslabyul.
Gracias a esa pequeña frase se pudo recuperar un poco el estado de ánimo del joven, pero para la albina no fue suficiente así que decidió usar su última carta sorpresa. Entonces cuando el contacto finalizó Shiori entonces hurga entre los dos bolsos para ahora entregarle su regalo a Riddle al igual que Trey y Cater.
- Por cierto, ya que se acercan las fiestas de invierno espero esto les guste. – Dijo Shiori.
El omamori de Riddle era de un tono rojo con patrones eran corazones cuyos colores eran la mitad rojo y mitad negras. Tanto las letras de elegantes y bordados elegantes estaban hechas de un hilo dorado que cuando lo movía lentamente hasta brillaba por momentos. Y el otro presente era una caja de madera negra con forma de mueble con libros, lo curioso de este objeto era que Riddle al sacudirlo un poco pudo escuchar que había algo pequeño adentro que estaba golpeando las paredes de la caja.
- ¿Es una caja secreta? – Preguntó Riddle examinado el diseño de la caja.
- Así es. Esa caja tiene un seguro, así que tienes que buscar la manera de descubrir cómo abrirlo. – Dijo Shiori. – Como sé que eres bueno descubriendo acertijos entonces pensé que a lo mejor esto te gustaría.
- ...Gracias, Shiori. Es un gesto muy lindo. – Dijo Riddle acercando la caja un poco cerca de su pecho junto con la bolsita.
Aunque esa fue una respuesta corta Shiori pudo ver cómo Riddle empezó a esbozar una pequeña sonrisa por lo que consideró una misión exitosa de alegrar el día al joven pelirrojo.
El siguiente talismán era el de Trey, su omamori de una tela cuyos patrones eran de cuadrados de color negro y verde oscuro en el que sus bordados eran tréboles de tres hojas. Con respecto a su presente, tan solo era un cuaderno casi medio que ya estaba escrito e ilustrado, pero con el detalle de que su contenido poseía las recetas de postres que provenían del mundo de Shiori.
- Oh, veo que incluso que agregaste la receta de la castella. – Comentó Trey reconociendo la ilustración este postre.
- Me acordé que querías que te pasara la receta, pero cuando lo escribí entonces la idea de darte este recetario llegó a mi mente así que decidí agregarle otras recetas para que las practicara cuando estés ocupado. – Asintió la sacerdotisa.
- ¿Así que por eso tardaste un poco en entregar la receta? – El peliverde levantó divertidamente una ceja.
- Uhmmm digamos que un poco... - Fue lo único que dijo Shiori jugando con sus dedos.
- Je je je ya veo. Aunque muchas gracias. – Agradeció Trey cerrando el libro de recetas.
El último talismán, el de Cater era muy similar al patrón que tenía el omamori de Trey solo que los colores de los cuadros eran naranja y blanco junto con los bordados de los diamantes del naipe y las letras hechas de un hilo rojo. Su presente consistía en lo que parecía ser un llavero para celular con la forma de la carta de cuatro de diamante, un llavero que iba anillo al dedo para el joven con el tatuaje de diamante.
Para Shiori este regalo le fue un poco difícil de escoger ya que no sabía que poder obsequiarle, pero para su mayor suerte y la manera en cómo los ojos verdes del joven estaban lanzando varios brillitos por el detalle supo que por lo menos le había atinado en algo.
- ¡Oh, esto se ve tan llamativo y tan estético como para subirlo al magicame! ¡Esto se hará tendencia! – Exclamó alegremente Cater empezando a sacar tantas fotos tanto del llavero como el del omamori.
- "Wow, si le gustó mucho." – Pensó Shiori, aunque viendo cómo de feliz estaba Cater tan solo ella sonrió.
Aunque una vez que sacó la foto que quería, entonces se acercó a la albina para empezar a rodear su cintura con sus brazos y darle un fuerte abrazo.
- Muchas gracias por el regalo Shio-chan. ~ - Dijo el pelinaranja.
- A-ah, n-no hay de qué. Ja ja ja – Respondió la sacerdotisa sintiendo como su ansiedad volvía.
- Cater, recuerda tratar a Shiori con respeto. – Comentó Trey en tono tranquilo pero que disimulaba bien sus celos.
- Tsc, no sean tacaños. – Murmuró bajito Cater.
- No es por ser tacaño, pero lo digo por tu cabeza. – Entonces Trey señaló con su pulgar a su espalda para mostrar a una versión casi pequeña de Riddle con su mirada fija en Cater, lo más preocupante era el aura oscura que estaba empezando a emanar de él lentamente.
- "Oh Jo~ Así que tengo competencia." – Pensó entre divertido y preocupado Cater.
Luego de aquella vista Cater tan solo suela a la albina por el bien de su cuello, pero aun así nuevamente le agradeció por el regalo.
- Ahora que lo pienso ¿estas bolsitas se abren o algo por el estilo? – Preguntó Cater mirando la cuerda del omamori.
- No se los recomiendo. – Informó rápidamente Shiori. – Nunca hay que abrir un omamori o de lo contrario el efecto del pergamino que tiene dentro se desaparece y ya no serviría el talismán.
- Aunque para tener solo un papel dentro siento que hay algo sólido adentro. – Comentó Riddle palpando un poco el talismán. - ¿Qué será? – Se preguntó en voz baja.
Ante ese detalle Shiori tan solo sonrió divertidamente mientras guiñaba un ojo para decirle no solo para él, sino para todos.
- Es un se-cre-to~, si lo que quieres es saber lo que hay dentro tienes que leer la nota.
- "Mi mayor pregunta es ¿Cómo Shiori logró poner tantas cosas en ese bolso?" – Pensaron Ace y Deuce haciendo cálculos mentales que amenazaban con sacar humo de sus cerebros.
En eso Shiori posa su mirada en Ace y Deuce, haciendo que ellos ahora sintieran las campanas de la felicidad. Desde que Shiori empezó a repartir todos estos regalos a los demás frente a sus ojos creyeron que su amiga los había dejado de lado, ya se estaban sintiendo melancólicos así que tan solo esperaron tranquilo a saber qué fue lo que Shiori hizo para ellos.
- Ahora... -Comenzó Shiori metiendo las manos al bolso.
- "Ahora..." – Pensaron al mismo tiempo Ace y Deuce, mientras que una sonrisa se dibujaba en sus caras.
Pero como si hubieran escuchado a un disco en pleno sonido rayarse en medio del momento la voz despreocupada de alguien apareció salvajemente.
- ¿Qué pasa, pececito dorado? ¿No quieres ir a casa? – Floyd lanzó una risa mientras se acercó sorpresivamente al pelirrojo. – No te vayas pececito dorado. Tampoco nos vamos a casa, así que deberías quedarte en la escuela con nosotros. Jaja.
- "¡Me lleva la...!" – Exclamaron mentalmente Ace y Deuce queriendo ahorcar al peliturquesa.
Al instante las antenas de Riddle se enderezan en señal de peligro y da un paso hacia atrás.
- ¡¿De dónde saliste, Floyd?! – Exclamó Riddle mostrando las primeras señales de irritabilidad.
- ¿Hmmm? ¿Quieres saberlo? Está bien. – Respondió Floyd mostrando su sonrisa afilada. – Veras, cuando una anguila macho ve a una anguila hembra entonces tienen sex...
- ¡No esa clase de pregunta! – Interrumpió avergonzado Riddle.
Floyd solo lanzó su clásica "bella" risa única mientras miraba a todo su entorno incomodo, pero justo cuando inspeccionaba las reacciones de los demás sus ojos hetero cromáticos se posaron en la imagen de Shiori quien cargaba con dos bolsas. Al ver que muchos de los presentes sostenían algo que era similar entre ellos, entonces su mente no tardó mucho en hacer dos más dos para entender lo que estaba pasando aquí.
- ¡Ah, Koebi, Koebi~! – Chilló feliz Floyd corriendo hacia la albina con los brazos extendidos para dar un gran salto en alto.
Grim sintiendo el miedo tan solo se traspasó a otro hombro rápidamente mientras que Shiori, viendo lo que Floyd iba a hacer, abrió muy grandes los ojos, puso las dos bolsas al suelo y rápidamente atrapó el cuerpo del gemelo que se apegó al de ella como un koala y la apretó con todas sus fuerzas.
Por suerte la joven sacerdotisa pudo nivelar su cuerpo después de un par de pasos logró cargar correctamente al joven con heterocromía.
- ¡F-Floyd, ten mucho cuidado pudiste hacerte daño! – Dijo Shiori intentando hablar con Floyd, pero este solo repetía su apodo repetidamente en un tono infantil.
- ¡¿Cómo es que ella puede cargar tanto peso?! – Exclamaron a casi toda la banda de Heartslabyul con los ojos abiertos.
- Ella levanta muchas cajas para limpiar el ático, no me sorprende. – Murmuró Grim para nada sorprendido.
- Oye. Oye. Oye~ ¿Dónde está el mío? – Preguntó Floyd esperando la respuesta de la joven.
- ¿Eh? – Shiori solo parpadeó sus ojos.
Los jóvenes no tardaron en alarmarse silenciosamente. Ya que toda persona, en todo el tiempo en que conocían el carácter de Floyd, sabían que si le dabas una respuesta incorrecta al estudiante más alocado tu vida se acabó. Así que tenían que pensar rápidamente en algo antes de que este reaccione y pidiera algo de ella.
Adiós mundo cruel a todo aquel pobre mortal que desencadenó el mal humor de este gemelo. Pero no había nada de qué preocuparse, todavía no era tarde.
- ¿Hmmm? ¿No me hiciste nada? – Floyd se bajó de la joven para luego inflar una mejilla en señal de puchero, aunque su heterocromática mirada de perrito triste decía otra cosa. - ¿Entonces eso significa que Koebi-chan me odia?
Shiori solo suspiró al ver por dónde iba esta conversación/chantaje emocional por lo que tan solo ella le siguió la corriente para no desencadenar el famoso "mal humor de Floyd".
- No Floyd, no te odio. – Respondió calmadamente ella tomando sus bolsos para buscar dentro de él. – Y tampoco te he olvidado, toma.
Entonces ella le extendió su omamori turquesa con el bordado de anguila y un frasco mediano con dulces, que por alguna extraña razón y que solo el dios de este mundo solo sabía, tenía forma de anguila en un tono morado.
- "¡¿Incluso tenía un regalo listo para él?!" – Pensaron muchos de los presentes.
Por unos segundos Floyd se quedó viendo detenidamente el regalo y después de un silencio sepulcral finalmente soltó su clásica risa tétricamente encantadora. Para Shiori eso significó que sus regalos pasaron por los protocolos del gemelo por lo que ahora está a salvo.
- Entonces Koebi-chan ¿Sabes por qué el pececito dorado no quiere volver? – Habló divertidamente Floyd picando y sobando suavemente las mejillas de la joven como si se tratara las umbrelas de una medusa.
Ante esa falta de caballerosidad ahora Riddle era quien estaba de mal humor.
- ¡¿Podrías solo dejar de irrumpir en cosas de las que no sabes nada? Es molesto. – Tan solo respondió fastidiado Riddle, viendo como Floyd estaba muy apegado a "su rosa blanca".
Pero antes de que la conversación continuara su otro gemelo llegó a la escena a tiempo.
- Efectivamente. Es mejor no meter el cuello en la vida familiar de otra persona. – Dijo Jade acercándose a su hermano.
- ¿Eh~? Ya sabes, es realmente aburrido pasar tiempo con las mismas personas todos los años, Jade. – Justificó Floyd con un breve puchero. – Estoy seguro de que Azul me dejaría mantener al pececito dorado ya que es tan pequeño.
Ahora fue un plato roto rompiéndose el sonido que se escuchó en el grupo abrumado de Heartslabyul.
De todas las palabras que Floyd dijo, aquella palabra, mucho peor que llamar bebe o idiota a alguien era una de las tantas palabras innombrables que uno nunca debe de evocar ya que en combinación al corto temperamento de alguien y su estatura baja hicieron que comenzara una cuenta regresiva en una bomba llamada Riddle.
- ¿Qué estás tratando de decir? – Siseó venenosamente Riddle mostrando como un par de venas empezaron a sobresalir de su frente y cuello. - ¡¿Cómo te atreves a hablar de esa manera con el prefecto de Heartslabyul?! – Entonces todo el rostro se tornó rojo al ritmo de una mirada llena de enojo. - ¡Te arrancaré la cabeza!
No estaba demás decir que todos los demás jóvenes y gato entraron en modo alerta al ver que el líder empezaba a buscar su pluma. Los gemelos tan solo veían la escena sin inmutarse mucho ya que sabían lo que estaba a punto de pasar.
- Ri-Riddle-Kun, ¡Pelear aquí no es una buena idea! – Argumentó primero Cater colocándose a un lado del pelirrojo.
- Cálmate Riddle. Estás dejando que nuevamente te saque de quicio, no le des ese beneficio. – Comentó Trey.
Riddle lejos de tranquilizarse ahora parecía que estaba botando espuma por su boca como si tuviera rabia. Por lo que la banda optó por usar la vieja confiable para estos momentos.
- ¿Shiori, Crees que puedes? – Suplicó Trey con la mirada.
La albina al instante asintió con la cabeza y rápidamente se puso atrás de Riddle para rodear sus brazos a su alrededor, colocaba sus manos cruzadas en los hombros del joven y descendía su cabeza a la altura de su oreja para hablar con parsimonia y serenidad:
- Riddle ¿Recuerdas lo que te dije sobre el control de tus emociones fuertes? ¿Recuerdas la frase que te enseñé? Cántala conmigo...
- ¡Nnnnnnngggggghhhhhhhhhh...! – Gruñó un Riddle tenso, mientras sentía cómo su cuerpo como el de la sacerdotisa se balanceaba lentamente de un lado a otro.
- "Na-mo~ A-mi-tu-o-fo~" – Shiori cantó armoniosamente silaba por silaba aquel mantra budista mientras masajeaba con mucho cuidado y suavidad los hombros del chico pelirrojo.
Los únicos que levantaron la ceja fueron los gemelos al ver las acciones pero que luego las abrieron un poco al ver como el rojo de la cara de Riddle junto a sus pobres venas a punto de explotar se relajaron para que él ahora tan solo se relajara un poco.
- Namo Amituofo. – Repitió Riddle ahora dejando de estar irritado, pero aun así estaba un poco molesto por Floyd.
- ¿Estas mejor? – Preguntó Shiori.
- Si... - Solo respondió Riddle en un suspiro mientras que la joven lo liberaba de sus brazos.
- Ummm, Floyd, eres del mar del coral ¿Verdad? ¿Por qué no te vas a casa? – Preguntó Cater en un intento de querer cambiar el tema rápidamente.
- La ciudad natal de Azul y la nuestra están realmente muy al norte. En esta época del año, la superficie está completamente cubierta por un glaciar. – Explicó Jade.
- Si...Moverse por el glaciar apesta. - Gruñó Floyd. – Y una vez que llegamos allí, no hay nada divertido que hacer. – Entonces rápidamente su rostro se iluminó. – Entonces volveremos durante las vacaciones de primavera después de que el hielo se derrita.
- Hmmmmh. Supongo que vivir bajo el mar tiene sus propios problemas. – Comentó Trey ante el detalle.
- Hmph ¡Nunca pasaría los años nuevos o las navidades con gente como Octavinelle! – Riddle solo desvió su cabeza a un lado ignorando totalmente a los gemelos para únicamente enfocarse en todo los demás. - Me iré. Les deseo a todos unas felices fiestas.
Riddle tomó sus cosas y se encaminó hacia el espejo, aunque en todo el camino hacia ese lugar él mantuvo aquella pequeña caja y el amuleto que Shiori le regaló cerca de su pecho.
- ...Dios mío, al menos ha vuelto a la normalidad un poco. – Suspiró Trey viendo que todo volvió a la normalidad, aunque eso no significó que dejara a un lado como vice-líder se olvidara de sus otros residentes. - Espero que no se dejen llevar durante el descanso. ¿Entendido? Nos vemos.
Con ese despido, Trey, también se retiró del lugar guardando con mucho cuidado el recetario y el omamori.
- Muy bien, yo también me iré a casa ~ - Comentó Cater viendo como el grupo se reducía. - ¡Oh, pero primero tomémonos una selfie antes de irme!
En eso el pelinaranja a la velocidad de la luz sacó su teléfono y se reagrupo junto a Ace, Shiori, Deuce y Grim, quienes los tres últimos salieron desprevenidos, y empezó a tomar varias fotos en distintas perspectivas, e incluso se tomó una con solo Shiori con el omamori.
- #ÚltimoDíaDeOtoño #ConLosNovatos #FelízAñoNuevo #ElTiempoVuelaJajaja #OmamoriDeLaSuerte – Cater escribió todos los hashtags que quería y subió la mayoría de las fotos al magicame. – Muy bien, felices vacaciones chicos~ - Se despidió Cater saliendo del lugar no sin antes guiñarle un ojo a la albina mientras nuevamente alzaba el omamori y moviendo sus labios para decirle "Nos veremos pronto"
Y así tan solo se quedaron Ace, Shiori, Deuce y Grim respectivamente frente a los hermanos Leech. Hubo un primer silencio y distancia entre los grupos que notaron Floyd y Jade por lo que en un parpadeo se abrieron campo entre Ace y Deuce respectivamente para luego mirarlos muy fijamente, generando así un ambiente incómodo.
- ¿Tienes algo que decir? – Preguntó Ace mirando con recelo a Floyd.
- ¿Qué? – Fue lo que preguntó Deuce a Jade.
Entonces los gemelos, con sus clásicas sonrisas dentadas, abrazaron repentinamente a la sorprendida albina sin quitar esas heterocromáticas miradas presumidas a los amigos de la sacerdotisa mientras que dijeron al mismo tiempo en un tono fastidioso y con inocencia.
- No es nada~
- "¡No es nada mi trasero"! – Exclamaron el grupo A-Deuce intentando separar a los gemelos, pero con las largas manos de esas dos anguilas sobre sus cabezas les impedía avanzar.
- Koebi-Chan, foquita con orejas, ¿Se quedarán ustedes dos aquí? Entonces deberías venir a Octavinelle~ – Dijo alegremente Floyd apegándose demasiado a Shiori para luego reír. – Con mucho gusto jugaremos contigo. ~
Una vena roja cayó sobre las cabezas de Ace y Deuce.
- Esa es una buena idea. Esto hará que sean unas buenas vacaciones. – Respondió Jade del mismo modo.
Otra vena más se añadió.
- A propósito Koebi-chan no te has olvidado de mi hermano también ¿Verdad?
- ¿Olvidar qué? – Preguntó Jade con un signo de interrogación sobre su cabeza.
- Ah, es verdad. – Recordó Shiori ahora también entregándole a Jade su omamori casi similar al de Floyd solo que la posición de las anguilas era opuesta y su regalo fue una maceta en geométrica con un asa negra que estaba pegada en uno de las caras del vidrio.
- ¿Esto es acaso lo que estoy pensando? – Dijo Jade viendo como poco a poco sus ojos se iluminaban un poco.
- Bueno me contaste que por accidente siempre votan tus hongos aún no nacidos, así que con esta maceta al menos podrás tener uno cerca de ti. – Explicó Shiori con una sonrisita.
- ¡Nooo, Koebi-chan! ¿Qué hiciste? Ahora va querer traer todos sus hongos a nuestro cuarto. – Chilló Floyd haciendo un puchero en su rostro. – Si eso pasa me iré a vivir contigo... quieras o no. – Resaltó lo último.
Dicen que los límites llegan a un punto de culminación, eso fue lo que pasó con Ace y Deuce quienes ya no podían más su paciencia que terminaron por explotar.
- ¡Ya lárguense! – Exclamaron los dos.
...
-No dudes en visitarnos Koebi-chan, gracias por los regalos. – Se despidió Floyd alejándose con sus cosas.
- Esperamos con mucho gusto su visita señorita Shiori. Disculpe. – También se despidió Jade.
Pero al final de esas líneas tanto los gemelos no pudieron evitar soltar su hermosa sonrisa tétrica mientras se perdían entre las personas.
- Ugh... ver sus caras me traen todo tipo de trauma del Mostro Lounge. -Grim regresó al lado de la albina, aunque por su cara blanca de verdad los recuerdos de aquellos días como sus anémonas pasaron por su cabeza.
- Sí, eso fue duro. – Añadió Deuce.
- No me lo recuerdes. – Gruñó Ace.
- Pero aprendieron una lección, con dolor, pero ya es algo. – Comentó Shiori palmeando sus cabezas.
Aunque luego de eso tan solo los dos últimos jóvenes se quedaron mirando frente a Shiori, nadie decía nada y solo escuchaban como poco a poco los estudiantes se iban reduciendo.
- ...Bueno la mayoría de los otros estudiantes ya se han retirado, Shiori. – Recalcó "inocentemente" Deuce.
- ¿Hmmm? Es verdad, a comparación de antes ya no hay muchos. – Respondió Shiori con su sonrisita, pero sin hacer nada.
- Es muy probable que nosotros también estemos a punto de estar en camino. – Añadió Ace en el mismo tono que Deuce.
- Lo sé, solo espero que tengan un buen viaje chicos. – Dijo únicamente ella nuevamente viéndolos sin hacer nada.
Con el pasar de los segundos las frentes de los dos jóvenes se volvieron morado y solo miraron desconcertados a la chica.
- "¡¿Ella se ha olvidado de nosotros?!" – Pensaron ellos ahora queriendo decir algo, pero ni sabían cómo comenzar.
Con todos los momentos que ellos han pasado hasta ahora no podían creer que Shiori les haya dado a todos una clase de regalo bonito, pero con ellos solo un adiós seco, eso es muy triste. Aunque si lo veían por otro lado tal vez quizás esto sea alguna clase de karma por todos los problemas que metieron a Shiori desde que comenzó el ciclo escolar.
- No pongan esas caras. – Dijo dulcemente Shiori extendiendo sus dos manos.
Lo que tenía allí eran dos omamoris blancos con elegantes bordados plateados pero cada uno era distinto del otro ya que uno tenía patrones de corazones rojos y la otra tenía el patrón de la pica del naipe. Ambas bolsitas estaban sobre lo que parecía ser una especie una especie de cartas plastificadas pero cuyo reverso eraban dibujadas lo que era un tablero de ajedrez cuyos colores eran amarillo y negro. Pero lo llamativo de esas cartas era que aparte de ese fondo la carta de Ace tenía dibujado la silueta de sus dos perfiles en la que la parte superior estaba su marca de corazón, pero toda esa imagen estaba encerrada en un recuadro negro cuyas esquinas tenían escrito el As de corazón, en cambio la carta de Deuce era similar a la que su compañero, pero con la diferencia de que era la silueta de su perfil con el lado correcto de su marca de pica de naipe y la impresión decía el dos de picas.
- ¿De verdad creyeron que olvidaría a mis dos amigos más cercanos? – Ella sonrió depositando los regalos correspondientes en cada mano. – Si estos fueron los primeros regalos que hice pensando en ustedes... pero la foto y el plastificado eso sí tuve que pedir ayuda.
- ¿Foto? – Ace y Deuce arquearon una ceja.
- Den la vuelta a sus cartas. – La chica disimulo un poco su emoción.
Los jóvenes haciendo caso a las indicaciones de la chica voltearon las cartas para revelar la mayor sorpresa que ocasionó que sus ojos rojos cereza y aguamarina se abrieran bastante. La cara de sus cartas tenía adhería copias de la primera foto que Shiori tomó con su cámara fantasma, La movible foto de los cuatro después de entregar la piedra mágica al director después de enfrentarse al monstruo de la cueva. El día en que su aventura en el instituto comenzó.
- Gracias Shiori... - la voz de Deuce se perdió un poco ya que ahora empezaba a sentir como el sentimiento de la gratitud y felicidad cautivaron aún más su corazón al recordar todos los momentos que pasaron juntos desde aquel día, fue tantas las emociones que lo golpearon a tal punto que empezaba a lentamente esbozar una sonrisa mientras que sus ojos empezaban a levemente a picar.
- Oye casi me hiciste creer que te habías olvidado de nosotros, loca. – Reprochó Ace ahora jalando las mejillas de la albina. Él intentaba mostrarse sereno y cool como siempre, pero por como lucía su cara hasta uno podría deducir que con ese sonrojo y ese puchero hasta él le gustó su regalo y hasta lo conmovió "un poquito".
Shiori tan solo pudo soltar una pequeña risita mientras miraba satisfecha las reacciones de todos sus amigos, así que podría decir que el tiempo en la dedicación para comprarlos y fabricarlos realmente valió la pena.
- Pero te gusto ¿Verdad Ace? – Shiori arqueó divertida la ceja esperando la respuesta del joven de pelo terracota.
- Pero tienes razón. – Al final Ace terminó soltando una sonrisa mientras liberaba los cachetes de la chica. – Oh sí, ahora que lo pienso Shiori deberíamos intercambiar identificaciones de Magicame. Desde que el director te dio ese teléfono. Será divertido enviarnos mensajes entre nosotros durante las vacaciones.
- Tienes razón. Mantengámonos en contacto. – Añadió Deuce sacando su teléfono.
Ante esa idea los ojos de la albina se iluminaron cada vez más y con una sonrisa tierna asintió su cabeza y empezó a ver la función del celular, por suerte en parte esto era similar a su celular anterior, aunque al momento en que ella se perdió contó con la paciencia y ayuda de Ace y Deuce para ayudarle a crear una cuenta en Magicame para tener a sus amigos en contacto.
- Agregar a amigos, añadir amigo y ... hecho. – Dijo Ace guardando el número de Shiori y Deuce.
- Muchas gracias chicos. – Agradeció ella guardando su teléfono.
- Y no lo olvides. – Ace rodeó su brazo alrededor del cuello de Shiori y mirarla coquetamente. - 'Puedes llamarnos en cualquier momento si te sientes sola durante las vacaciones, si sabes a lo que me refiero ¿De acuerdo?
Shiori solo lo miró fijamente con su mirada de cero expresiones a lo Ace ya empezaba a sudar balas de sudor mientras una sombra morada se apoyaba en su frente.
- Me vas a abofetear ¿verdad? – Dijo asustado Ace.
Rápidamente Shiori levantó su mano firme logrando anticipar al joven quien cerró los ojos esperando el contacto, pero en vez de eso tan solo sintió como un dedo índice golpeo su frente dejando una sombra levemente roja. Ace, abriendo con cuidado un ojo solo vio que Shiori le estaba devolviendo la mirada para decirle:
- Claro que los llamaré para que ustedes tampoco se sientan solos. – Respondió divertidamente Shiori.
Aunque esto terminó por devolverle la broma a Ace quien solo empezó a sonrojarse, aunque aun manteniendo su orgullo en pie como el terco que es.
- A-aquí vamos de nuevo, Shiori y sus respuestas serias. Era una broma. – Respondió Ace mirando a un lado.
- Lo se~ - Rió Shiori.
- Quitando el mal chiste de Ace, llámanos si necesitas algo. - Dijo Deuce sonriendo al grupo. – Bien, mi madre me debe de estar esperando así que me voy. Shiori, Grim, Que tengan buenas vacaciones.
-Cuídate mucho Deuce, pásala bien en estas fechas con tu familia.
- Lo haré, gracias por todo esto Shiori. – Agradeció Deuce. – Cuídate mucho.
- Sip, también me voy. – Dijo Ace volviendo a ser el mismo de siempre. – Shiori. Grim, nos vemos el próximo año~
- Hasta pronto. – Se despidió Shiori de los dos jóvenes.
Ya con eso dicho Ace y Deuce se aproximaron al espejo para regresar a sus casas correspondientes, dejando atrás tan solo a unos pocos estudiantes junto
- Y se fueron. – Dijo Grim viendo a la dirección del espejo. – Siempre creí que era fastidioso el que fueran tan bulliciosos, pero ahora que ya no están...
- Grim... - Shiori escuchó atentamente cada palabra del felino.
- Ahora sé muy bien que son muy ruidosos todos los días. – Comentó aburridamente el gato.
- "Ya me lo imaginaba" - Una gota de sudor cayó de la cabeza de Shiori.
Entonces ella junto con el felino salieron de la cámara de los espejos para dirigirse a otro lugar.
- Veamos ya se lo entregue a los profesores, mis amigos y ahora. – Dijo ella sacando un elegante omamori morados con el bordado de tentáculos negros de pulpo junto con un dije con una concha marina dorada casi similar a la de Úrsula. - Me preguntó si Azul está en Octavinelle
- ¡¿Fgna?! ¿Iremos a Octavinelle? – Preguntó Grim desconcertado.
- Solo será un momento. Le entrego esto y quizás en el camino nos encontremos a Tsunotaro. – Comentó Shiori guardando las cosas.
- hmmp, será un día largo. – Gruñó Grim.
- ¿Estás enojado por algo? – Preguntó la albina.
- No es nada. – Respondió él desviando la mirada a un lado.
Claramente estaba levemente enojado de ser el único que no recibió algo.
- Hmmm ya veo entonces supongo que no necesitarás esto.
En eso Grim mirando de reojo vio que Shiori tenía sostenido otro pequeño omamori Gris con bordado de huellas de gato junto con una lata de salmón, eso cambió rápidamente el ánimo del animalito quien retiró todo lo dicho mientras abrazaba con felicidad sus regalos.
- Sabía qué cambiarías de opinión. – Sonrió Shiori.
- Ay Shiori, como siempre tan burlona. – Respondió Grim mirando la bolsa. Si aún lo recordaba Shiori mencionó que había una manera de sacar una parte de lo que había dentro de la bolsita sin abrirlo, a lo que le preguntó. – Como puedo sacar lo de adentro.
Shiori viendo al felino sosteniendo el talismán tan solo le sonrió y respondió:
- Tienes que leer la segunda cara de la nota.
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Ubicando su maleta en su habitación, Ace se tiró a su cama para tomar un buen merecido descanso mientras se relajaba un poco, su habitación no había cambiado mucho desde que se fue al instituto del Night Raven por lo que hasta ahora todo iba igual.
Estaba listo para volver a dormir, pero cuando asomó su vista al talismán que está cerca de él entonces la curiosidad le ganó y tomó la bolsita para abrir la nota que tenía adherida. En su contenido una cara de la nota estaba en blanco mientras que la otra tenía escrita una oración, a lo que sentándose en el borde de su cama lo leyó en voz alta al mismo tiempo que otros jóvenes, que poseían este omamori, en otros intervalos de tiempo también leían la misma nota.
- El inicio de un camino ha comenzado. – Inicio Ace.
- Junto con un nuevo presente llenos de alegrías como el de adversidades. – Continuó Deuce.
- Que el equilibrio me acompañe. – Dijo Cater.
- Que la oscuridad sea disipada. – Dijo Trey.
- Aleja toda adversidad de mi camino de la rectitud. – Dijo Riddle.
A medida que ellos leían el texto no se percataron que la bolsita estaba empezando a brillar en una tenue luz lila al mismo tiempo que una energía en silencio entraba en contacto con el aura de aquellos jóvenes.
- A donde quiera que lo lleve, no sufriré ningún daño. - Dijo Jack.
- A donde quiera que vaya, no padeceré pesares y malestares. – Dijo Ruggie.
- Todo aquel que me desea el mal será repelido. – Dijo Leona.
- Lágrima de Amida que yaces en tu interior, despierta. – Dijo Jade.
- Guíame a través de la oscuridad y garantiza mi seguridad. – Dijo Floyd.
- Con tu ayuda. Estoy a salvo de la oscuridad. – Dijo Azul.
- Zen. – Finalizaron al mismo tiempo
Cuando la última palabra fue pronunciada entonces el omamori repentinamenteexpulsó unas suaves oleadas de energía de lo color lila que llenaron la habitación en las que los jóvenes se encontraban al mismo tiempo que sentían como una reconfortante y cálida brisa acariciaba todas sus pieles generando así un escalofrío acogedor que recorrió lentamente por sus columnas hasta finalizar en las manos cerradas en la que ellos sostenían el talismán.
Toda la vista era sumamente espectacular ya que a medida esa energía que flotaba en el aire del ambiente se podía ver como la energía lucía como si fuera retazos de fuego danzando sobre unas imágenes caleidoscópicas que poco a poco se extinguen en un rastro de escarcha hasta finalmente no dejar nada atrás.
Todos habían quedado sorprendidos sobre aquella vista mística, pero la sorpresa no acabó allí ya que de pronto ellos sintieron se sus manos muy apartes de seguir sosteniendo el talismán de tela también lograron sentir otra cosa más.
Bajando sus miradas abrieron sus manos lentamente para mostrar que lo que tenían sosteniendo era un cristal biterminado de color lila que emitía un suave brillo que iluminaba parte de sus palmas.
Era la primera vez que Riddle, Cater y Trey veían un objeto como este y hasta se les hacía curioso el querer saber más acerca de este objeto; Pero los demás jóvenes si pudieron reconocer el objeto al instante ya que tan solo tuvieron una oportunidad de verlo hace tiempo, aquel cristal era el mismo regalo que Shiori le había dado a aquella amiga mística que ella adoraba cuando se fue.
Era un cristal hecho a base del aura y alma de Shiori.
...
- Wow... - Solo pudo decir Ace ante la experiencia divina psicodélica que acaba de experimentar al mismo tiempo que la briza se tranquilizó.
Esa experiencia fue como si realmente hubiera entrado a un terreno espectral, pero fantástico.
- ¡Mamá! Ace otra vez está haciendo cosas raras en su cuarto. – Ese era el sonido de la voz burlona del hermano de Ace quien casualmente pasó por la puerta cerrada.
- ¡¿Y ahora qué hiciste mocoso?! – Retumbó la enojada voz femenina de su madre.
- ¡No es cierto! ¡Lo que te diga no es cierto! – Exclamó Ace saliendo de su habitación.
Continuará...
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Próximo capítulo: El estratega de las arenas calientes
