Aclaraciones: No hay POV definido.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial
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Advertencia: Ninguna
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Disfruten la lectura
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Capítulo 58. Reconocer
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Su mañana transcurría con normalidad, es decir con ella sentada en la sala de interrogatorios solo esperando a ver qué decidían hacerle ese día. La única diferencia es que no le habían puesto las esposas, demostrar que siempre había podido romperlas sin ningún problema al parecer causó que no consideraran necesario volvérselas a poner. No se arrepentía de haber atacado al ANBU que intentó propasarse con ella, ya les había advertido lo que pasaría si alguien lo intentaba y sabía que no permitiría que la volvieran a tocar sin su autorización. El despreciable sujeto se lo había buscado, y en un impulso de misericordia, una aparición fugaz de la Tenten vulnerable que abogó por tomar una vida sin siquiera parpadear fue que retiró la kunai, pero no lo haría de nuevo.
Dos golpes sonaron en la puerta y sin decir ninguna palabra el enmascarado frente a ella se puso de pie y salió. Ingresando ahora una persona que ella reconocía por completo y que parecía revisarla de arriba a abajo.
- Tienes diez minutos — esa era la voz de Ibiki a lo lejos — no responderé por tu integridad — no hubo palabras por parte del Hyūga, solo un asentimiento antes de cerrar y tras unos segundos en silencio las venas alrededor de sus ojos aparecieron. Tras apagar su dōjutsu se sentó, ella también lo analizaba detenidamente ¿era el real?
- Ryuuken desapareció por completo — le habló finalmente — me tuvo persiguiéndolo hasta la guarida a las afueras de Takigakure y simplemente se desvaneció del todo — ella no contestó, todavía dudando — necesito que me digas cuál será tu punto de encuentro con él
- ¿De qué hablas? no sé en dónde esté
- Tenten, esto es importante — ella se encogió de hombros, si no era el real al menos admitía que actuaba bastante parecido
- Lo he dicho todos los días, no lo sé. Que jueguen la carta de mostrarte de nuevo no cambia nada
- ¿Mostrarme de nuevo? — estaba confundido — ¿de qué hablas Tenten? — ¿de verdad era Neji?
- Genjutsu — admitió tras meditarlo un poco — y me hicieron creer que habías regresado hace varios días
- Regresé ayer antes del anochecer a Konoha — seguía dudando ¿qué podía preguntarle que solo supiera él y que no fuera revelador porque obviamente deberían estarlos vigilando? — ¿crees que soy una imitación?
- Sí, no puedo confiar en nada de lo que ocurre aquí pues solo quieren conseguir información sobre ti
- No comes hongos, lo olvidaste con tu perdida de memoria y los escupiste la primera mañana después que te rescatamos — le contó sin que le preguntara y ella sonrió ante esa historia
- Eso lo saben todos los que estuvieron ese día
- Tu primer escape fue a nuestro campo de entrenamiento antes del amanecer, querías conocer tu departamento y en este te asombraste por tus propias armas — ella parpadeó lentamente — hiciste piruetas con unas tonfas — podía sentir su respiración acelerarse por ese recuerdo — dijiste tu nombre seguido de mi apellido después de enterarte que no tenías — algo como una sonrisa ladeada se dibujó en el rostro de él — me obligaste a cocinar en Kumogakure
- Eres tú — se había sonrojado levemente solo de recordar esas noches en ese departamento, el Hyūga solo asintió con la cabeza
- Tenten, necesito que me des alguna pista para encontrar al fugitivo — volvió a encogerse de hombros — no puede desaparecer, tiene que responder por sus crímenes
- Me alegra que haya desaparecido, no tengo ninguna pista — él bufó y luego sacó algo de una de las mangas de su atuendo
- ¿Sabes que es esto? — sobre la mesa habían dos papeles, dos sellos que tenían en la parte superior en letra muy pequeña escrito un simple gracias
- Son buenas noticias — volvió a dudar, ese sí era Neji ¿estaba bien hablar con él abiertamente?
- Estamos solos — pareció leer su titubeo
- Es el sello que lo ocultaba del byakugan, ellos usaban uno en el frente y otro en la espalda porque Tuuli nunca consiguió que solo uno los cubriera por completo — una suave risa se la salió al tiempo que sentía algo de alivio — le dije a Ryuuken que si vendía ese sello lo mataría — el ceño de Neji se frunció — alégrate Hyūga, otra vez no hay nadie en el mundo que pueda ocultarle cosas a tu dōjutsu
- Muy considerado para ser un criminal — ella no reaccionó a esas palabras — así que ahora se desvaneció del todo y se debe estar dirigiendo al punto de encuentro que acordaste con él — ahora ella se mostró confundida, otra vez con lo del punto de encuentro — ¿dentro de cuánto tiempo quedaron de verse allí?
- No lo entiendo
- Lo ayudaste a escapar para que huyeran los dos, escaparás de aquí en algún momento — aseveró, ¿Qué?
- Neji — musitó bajo — ¿crees que quiero estar con Ryuuken? — él no respondió, pero evadió su mirada — nunca te he mentido cuando te dije que te... — no terminó la frase, casi le pareció que el ambiente se volvía completamente frío
- ¿Por qué otro motivo lo dejarías escapar? — fue casi un siseo acusador
- Neji... él tenía cuatro años cuando pasó lo de tu familia ¿te parece que decidió que quería seguir ese camino? ¿Que no merecía una segunda oportunidad?
- Decidió infiltrarse en la aldea, conseguir que te fueras con ellos, hay muchos reportes de crímenes cometidos por él
- Y también salvó mi vida, pudo dejarme morir cuando intenté suicidarme pero decidió ayudarme — aunque eso no borrara lo demás — por él logré escapar del campamento, gracias a él regresé a...
- Mí — fue esta vez él quien completó la frase e inhaló profundamente — sigo sin poder entenderlo, estás en prisión, la determinación que mostraste al defenderlo
- Fue... un nuevo intercambio con mi vida, el anterior funcionó — los dos guardaron silencio
- No tenías que hacerlo, pudiste confesarlo todo y Tsunade...
- Uryuu te habría asesinado, él... — suspiró y escondió sus ojos — él me dijo que te asesinaría frente a mí... que usaría mi propia mano para hacerlo — no quería llorar, no debía hacerlo — no podía dejar que eso pasara
- Y viviste un infierno por ese hecho
- Ya está muerto — muy muerto, ellos lo habían asesinado — y tú estás vivo, valió la pena
- Tenten... — se quedó callado de golpe y encendió de nuevo su byakugan — se acabó el tiempo
- Lo entiendo, no te miento cuando digo que no sé a dónde fue Ryuuken — él solo escondió los sellos en su manga de nuevo, se puso de pie y se dirigió a la puerta para irse
- Estás en manos de la aldea, ellos decidirán qué pasará contigo
- Lo sé — se mordió el labio mientras veía su espalda, nunca saldría de ahí, no valía la pena hacer lo que estaba pensando — Neji... — él estaba a punto de salir y solo se detuvo — lo que hicimos esa madrugada en la carpa... — su voz era un susurro, tenía que callarse, era lo mejor — sé que escuchaste lo que te dije en la mañana... lo dije totalmente en serio, nada ha cambiado en eso...
No obtuvo respuesta, solo vio lo que parecía un asentimiento y que la dejaba sola, una lágrima se resbaló por su mejilla y la limpió de una vez. Recuperó su compostura cuando un ANBU le dio la orden que se levantara, regresándola a su propia celda a pesar que era todavía la mañana. Se sentó sobre la dura cama y se dedicó a inhalar y exhalar lentamente, Neji estaba vivo, ahora tenía la certeza que Ryuuken estaba vivo. Todos los demás hermanos estaban muertos, claro que había valido la pena todo lo que había hecho y si tenía que pasar el resto de su vida en esa prisión lo iba a hacer sabiendo que todo estaba bien, había luchado del lado correcto y no se arrepentía de nada.
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Había regresado el día anterior a Konoha, de la guarida además de las hojas del cuarto decidió también tomar el frasco de la especia en un impulso que ni él mismo pudo entender, solo la empacó en su mochila y decidió salir para retomar su persecución. Había un rastro al oeste que decidió seguir, avanzó alrededor de cien metros cuando la casa estalló en llamas, el hombre no lo estaba atacando, lo había dejado entrar a propósito y ahora que ya había investigado allí destruía el lugar con todo lo que contenía. Era infructuoso esperar que las llamas disminuyeran, por lo que siguió adentrándose en la arboleda y de repente en un árbol grande había una kunai enterrada sosteniendo dos sellos, su instinto inicial es que había caído en una trampa, todo a su alrededor iba a explotar y se preparó para hacer su Kaiten y de esta forma protegerse, pero los minutos fueron avanzando y nada pasaba, por lo que encendió su dōjutsu.
No veía nada que le llamara la atención, forzó su visión para que se extendiera la mayor cantidad de kilómetros y giró su mirada en varias direcciones para estar seguro que nada quedaba por fuera, le llamó la atención que el árbol grande estaba creando un nuevo punto ciego por lo que apagó su byakugan y se todavía con desconfianza desenterró la kunai y sostuvo los papeles en sus manos, evaluándolos atentamente sin notar nada especial en estos, eran varios kanjis antiguos de los cuales solo reconocía uno que sabía significaba tornado pero los otros no, en la parte superior en letra normal y escrito casi a las carreras se veía un gracias y ya. Hizo una nueva revisión con su dōjutsu, el punto ciego creado por el árbol había desaparecido y se fijo que no veía su mano ¿esos eran los sellos que los habían ocultado antes? Los escondió entre su ropa, todavía tenía un criminal que encontrar.
Pero le fue imposible, tres días más pasaron y no había ni un solo rastro que seguir, nada, alcanzó a llegar hasta Iwakagure notando que definitivamente todas las pistas que había seguido hasta entonces le habían sido dejadas adrede, como migas de pan en el camino y el pan se había acabado. O mejor dicho, el último pedazo de pan había sido esos sellos y ahora el fugitivo se rehusaba a dejarse ver, maldijo un par de veces antes de decidir que volver a su propia aldea era lo mejor, con suerte Tsunade había enviado un nuevo escuadrón con la información que tuvieran de Tenten y ellos se encargarían de ahí en adelante.
Se presentó ante la Hokage nada más llegar, hubiera preferido tomarse una ducha primero pero consideraba prioritario poder hablar con la castaña y saber por fin qué era lo que había revelado de su familia, preguntarle si de verdad los sellos eran lo que parecían ser y de paso tener la información sobre Ryuuken para decidir si volvía a salir en su persecución.
- ¿Encontraste algo útil? — fue el saludo de la rubia
- Eso creo — admitió — pero debo consultarlo con el patriarca
- No me digas que es un asunto del Clan — la molestia en su voz era palpable
- Sí y no, sería mejor que estén los dos presentes y ustedes decidan cómo se solucionará el asunto — no iba a jugar otra vez a ser el mensajero — ¿Qué dijo Tenten de la ubicación del fugitivo? — una sonrisa ladeada se dibujó en el rostro de la mujer
- Nada — casi parecía a punto de reírse — absolutamente nada — él no veía lo gracioso, por mucho admitiría que era admirable que no hablara, pero era necesario conseguir información para saber ahora a dónde ir —tampoco ha dicho nada hasta el momento de tu familia
- ¿En serio?
- Hiashi ha venido a diario exigiendo respuestas así que le pedí a Ibiki un poco de celeridad al menos con esa parte, hasta ayer su respuesta seguía siendo la misma
- Necesito hablar con ella
- Es una prisionera
- Lo que encontré — aclaró — creo que ella podría confirmar o desmentir lo que es
- ¿Qué encontraste?
- Se lo mostraré, después que hable con Tenten a solas — no quería que los vigilaran ni que todo el mundo se enterara del sello
- Esa no es mi jurisdicción, sabes que Ibiki no permite foráneos — él asintió — te haré saber su respuesta, si es negativa tendrás que mostrarme igual lo que conseguiste
- Sí Tsunade-sama
- No vayas a tu Clan hasta entonces, retírate
Él solo hizo un movimiento de cabeza y tan solo paró en una tienda a comprar algunos víveres antes de llegar a su departamento, estaba limpiando el polvo acumulado por los días que estuvo fuera cuando golpearon su puerta, su solicitud había sido aprobada para el día siguiente a las nueve de la mañana. Terminó de asear y tras tener por fin un atuendo limpio comió algo y se metió a la cama a ver el techo, iba a ver a Tenten.
Muchas cosas pasaban por su cabeza, sintiendo de nuevo al fondo la punzada dolorosa porque ella estuviera en prisión por su decisión de defender un criminal, pero también estaba el hecho que se hubiera ido con el enemigo y que hubiera sido torturada primero por los malos para saber cosas que él le confío ciegamente por sus años de amistad y ahora lo estuviera siendo por su propia aldea para saber qué fue lo que dijo a los demás. ¿De verdad no había confesado nada? ¿Nada de lo que él le había contado sobre el Kaiten? ¿De lo que les habían dicho los ancianos sobre la aniquilación de esa familia años atrás? ¿En serio su Tenten era así de dura?
Sacudió la cabeza, no, no era suya. Debía pensar en ella como una prisionera, así se había referido Ibiki a ella y era lo correcto, porque eso era. Pero igual no dejaba de preguntarse cómo había sido su estadía en prisión hasta entonces ¿cuánto tiempo la habían hecho aguantar hambre? ¿la habrían golpeado, arrancado piel, alguna uña? Por todos los jōnin era conocida la técnica del jefe del escuadrón de torturas, la dama de hierro, un genjutsu tan doloroso que hacía confesar a cualquiera, y ni hablar del padre de Ino que era un interrogador de recuerdos infalible. Exhaló pesadamente, ella se lo había buscado, pero igual no podía pensar que la hubiesen hecho pasar por esas cosas.
Estuvo media hora antes de lo que lo habían citado en los cuarteles, había escondido entre sus mangas los sellos y no llevaba ningún tipo de arma con él, no quería que encontraran algún argumento para no dejarlo pasar. Ibiki solo lo observó con desgana y lo hizo pasar a una sala de interrogatorios vacía sin decirle absolutamente nada, por lo visto la llevarían a ella a ese lugar. Aguardó con calma y pasado un rato el sujeto le dijo que lo siguiera. Le señaló la puerta por la que había salido un ANBU y él entendió que la encontraría allí.
Tan pronto cruzó la puerta se quedó inmóvil, revisándola por completo. Había perdido peso pero no era algo alarmante, no veía ninguna marca en sus brazos más allá de la cicatriz un poco más clara que su tono de piel en la muñeca y ya, sus uñas se veían completas, ni siquiera tenía marcas de grilletes, de hecho no tenía ¿por qué la tenían sin esposas? Escuchó que le decían lo del tiempo, lo cual le parecía muy poco pero debía adaptarse a las condiciones que le impusieran y el comentario sobre su integridad no lo entendió, tan solo se aseguró que efectivamente estaban a solas.
Los orbes chocolate se veían tal y como los recordaba, con ese tinte de curiosidad que no desaparecía y parecían tratar de reconocerlo, hasta que le admitió que ya la habían engañado con él, un truco sin duda para hacerla hablar, hacer que la misma persona que le había contado las cosas se las preguntara pero eso dependía de la confianza que tuvieran los implicados y lo que se conocieran, por eso dio un par de anécdotas de situaciones en las que estuvieron a solas, no quería traer a colación nada demasiado íntimo. Con eso al menos pudieron hablar y él retomaba el hecho que le creía, ella no lo traicionaría.
Cerró la puerta tras él al dejar de hablar con la castaña, siempre había considerado que sabía controlar sus expresiones y exceptuando contadas ocasiones, sabía ser prudente y medir muy bien lo que decía. Pero aun así no estaba del todo seguro de lo que quería decirle cuando notó que 10 minutos podían ser muy poco tiempo, una parte de él quería disculparse porque ella se hubiera ofrecido para irse con el enemigo a cambio de su vida, también por dudar de ella, por haber llegado a siquiera pensar que ella había sido capaz de confesar algo de lo que alguna vez hablaron y estar enojado por eso.
Te amo eso le había susurrado Tenten esa mañana antes de la batalla, y su despedida había sido precisamente recordarle sus sentimientos independientemente que él no le contestara y que ya no estaban solos. Su destino estaba en manos de la aldea, de momento lo único que tenía por delante era la reunión que estaba citada para esa tarde con Tsunade y Hiashi.
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Son 60 capítulos, enserioestavezsínomáscambiosfinalizado. Técnicamente hablando 59 capítulos más 1 epílogo cortito.
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Les recuerdo que sus quejas, reclamos, papas bomba y tomatazos los pueden dejar en un review. Y que además pueden darse una vuelta por mi twitter (idamariakusajis) en donde he comentado como voy con los proyectos a futuro.
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En busca de lucidez y razón...
Att: Sally K
