Aclaraciones: No hay POV definido.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial
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Advertencia: Ninguna
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Disfruten la lectura
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Capítulo 59. Final
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Vio a la kunoichi estar a punto de llorar cuando se despidió del Hyūga, había cumplido lo de darles el tiempo a solas pero lo limitó a diez minutos y de hecho cuando habían pasado nueve empezó a caminar de regreso al cuarto de observación, perspicaz como se esperaba del chico lo había sentido de inmediato, igual no es como si estuviera escondiendo su presencia ni nada parecido. Tenía cosas más importantes que hacer ese día que esperar que un par de adolescentes terminaran de hablar, por ejemplo tenía que empezar el informe, sabía que Tsunade lo estaba esperando para poder hablar con el consejo sobre el caso y definir que pasaría con la joven ¿la trasladarían a la prisión normal? ¿la dejarían libre? A él le daba lo mismo.
¿Por dónde empezaba? Además de por el principio, lo cuál era obvio. Hizo unas anotaciones iniciales sobre el estado en el cual se veía el primer día y la primera prueba que fue el examen médico, el negarle un atuendo y el hecho que sin que nadie se lo dijera había arrojado a la basura la ropa que usaba hasta ese momento, luego todo lo relacionado con su quiebre físico y así fue relatando todo hasta llegar al interrogatorio del Yamanaka.
¿Su conclusión? A pesar de no haberla sometido a ningún tipo de tortura física real se veía que estaba dispuesta a soportarla, no había hablado sobre el fugitivo ni ningún plan para verse con este y en lo relativo a los Hyūga había demostrado ser capaz de guardar los secretos. Lo había dicho Inoichi el día anterior, no era un peligro para nadie y su lealtad hacia la aldea no se ponía en duda, o al menos no mientras Neji estuviera en esta. Sus habilidades eran remarcables, había derrotado a un ANBU sin ningún arma encima y no había confesado nada en su tiempo allí, una pena que enfocara la mayor parte de sus esfuerzos en un hombre, si luchara por ella misma sería muchísimo más valiosa.
A su mente acudía el recuerdo acerca que ella se estaba preparando para presentar el examen de ascenso a jōnin y contrario a lo que había pensado en su primera impresión, debía decir que la creía capaz de pasarlo, además de ser mucho más fuerte de lo que aparentaba. Escribió un par de cosas más y justo cuando cerró la carpeta le llegó el mensaje que era solicitado en la oficina de Tsunade, chasqueó la lengua y se puso de pie de una vez.
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La cara de Hiashi revelaba que no estaba complacido, pero no por el hecho de haber sido citado a su oficina sino por descubrir que su sobrino se encontraba allí presente también. En las semanas que habían pasado con Tenten prisionera lo había tenido prácticamente a diario en su despacho como si ella no tuviera nada mejor que hacer que estar dejando todo su papeleo y demás pendientes solo por atenderlo.
- Tsunade — fue el escueto saludo mientras tomaba asiento frente a su escritorio, en la silla que estaba libre — Neji
- Hiashi-sama — había hecho una inclinación, sabía que le esperaba una reprimenda — seguí al fugitivo por varios días, estuve en dos de sus guaridas y él mismo se encargó de destruirlas sin que nada útil quedara en estas — era mejor empezar de una vez — en la segunda que estuve era evidente que allí vivieron antes del ataque, tenían una habitación con unas mesas de las que tomé esto — dejó las hojas sobre el escritorio y los dos tomaron cada uno alguno de los papeles — al salir del lugar y después que fuera incendiado pude seguir un rastro por el bosque hasta esto — en cada mano sostuvo un sello — por favor Hiashi-sama, encienda su byakugan — así pasó
- Así que de esta forma se escondían los cobardes — dijo al apagar el dōjutsu y sostuvo ahora el sello para examinarlo más de cerca — estas letras en la esquina...
- Creo que están dirigidas a Tenten — nadie dijo nada, aunque el patriarca hizo un gesto despectivo — después de encontrarlos cualquier rastro del fugitivo se desvaneció por completo, estuve un par de días más intentando encontrar cualquier pista que seguir pero fue en vano, por eso regresé
- ¿Qué dijo Tenten al respecto? — cuestionó la rubia
- Confirmó que eran los sellos, cada uno de los hermanos usaba dos
- ¿Algo más? — él negó — bien, entonces es mi turno. Shizune ha encabezado la autopsia a los hermanos, y dentro del atuendo de todos encontró exactamente lo mismo — ahora fue ella la que puso unos sellos idénticos sobre la mesa — tenía mis sospechas que esta podía ser la forma en que se camuflaban pero no había podido comprobarlo hasta el momento. Ningún otro cuerpo tenía el sello, no le compartieron su secreto a nadie más
- Y desarrollaron esto gracias a la traidora
- No es una traidora — la defendió — de hecho, salvó su vida en más de una ocasión durante la batalla — ella optó por guardar silencio
- Una cosa no cambia la otra, reveló nuestros secretos y debe pagar por eso
- No lo hizo, fue secuestrada y torturada la primera vez por el simple hecho de estar a mi lado cuando me atacaron y ahora por intentar averiguar lo que sabía de mí
- Secretos que no debieron salir del Clan, no debí permitir que estuviera presente el día que te contamos lo que les pasó a esos criminales
- Ella merecía esa historia y aunque admitiré mi indiscreción, no permitiré que la acuse de algo que no hizo
- No puedes estar seguro, nos traicionó a todos en el campo de batalla
- Después de matar a cuatro de los hermanos, los cuales casi lo asesinan — los colores se estaban subiendo a la cara del patriarca, ella solo encontraba de cierta forma fascinante ver la convicción que había regresado a Neji tras haber hablado escasos minutos con la castaña
- Yo tuve que matar a uno de ellos porque ella no fue capaz
- Lo inmovilizó, después de defenderlo de su ataque — estaba segura que si los dejaba seguir podían estar allí discutiendo toda la tarde y la conversación terminaría con el patriarca usando el sello del pájaro enjaulado para doblegar a su sobrino porque no lo conseguiría de ninguna otra forma
- Es una traidora que dejó huir a uno de ellos, debe confesar lo que dijo sobre nosotros y el paradero del criminal
- No ha dicho nada hasta el momento — decidió meterse por fin — de ninguno de los dos temas — solo unos de los ojos blancos parecieron molestarse, como cada maldito día que había estado allí y recibía esa misma respuesta — Ibiki me informó que ya terminó el interrogatorio, haré que le digan que se presente — con un grito llamó a Shizune y le dio las instrucciones, la pelinegra asintió y se retiró de una vez — ahora, respecto a los sellos...
- Nos pertenecen, nadie fuera del Clan puede...
- Creo que no ha entendido la nueva situación en la que se encuentra su familia después de tantas bajas — estaba simplemente harta — solo tiene en su poder los sellos que recuperó Neji, los demás me pertenecen, a mí y MI departamento de investigación
- Tsunade eso es inaceptable — sí, lo había enojado aún más — los secretos de mi familia no pueden caer en manos de cualquiera
- ¿Desconfía de mí y mi criterio?
- No, pero sí de cualquier otra persona involucrada
- ¿Cuál es su propuesta entonces? — silencio — permitiré que haya dos Hyūga y que ustedes elijan personalmente a dos de mis investigadores
- Bien — accedió de mala gana, antes que pudiera decir algo más tocaron la puerta que conectaba a los cuarteles
- Adelante — Ibiki solo entró sin ver a nadie realmente — les contaba a los Hyūga que ya terminaste el interrogatorio
- Así es Tsunade-sama — extendió una carpeta hacia ella — este es mi informe sobre la prisionera
- ¿Qué confesó sobre mi familia? — ella rodó mentalmente los ojos
- Nada, los métodos usados están especificados en el documento ¿Necesita algo más Tsunade-sama?
- ¿Dijo algo sobre el paradero del fugitivo? — preguntó viendo de reojo a Neji
- No, desconoce su paradero y no tiene planes de encontrarse con él a futuro
- ¿Lo dejó ir porque sí? ¿Por llevarle la contraria a su propia aldea y ya? — no había sorpresa ni nada parecido en el Hyūga menor, ella por su parte hizo un asentimiento con la cabeza para que Ibiki contestara la pregunta
- Tuvo motivos netamente personales que la impulsaron a hacerlo
- Gracias Ibiki, puedes retirarte — el hombre hizo un movimiento de cabeza y desapareció por la misma puerta que había entrado — bien, entonces creo que eso es todo por el momento
- ¿Qué pasará ahora con Tenten?
- Con este informe iré a hablar con el consejo, ahí se decidirá si irá a juicio o no
- ¿A juicio? ¿Con testigos y eso? — ella asintió
- Neji, vendrás conmigo — el patriarca se puso de pie y se dirigía a la salida, el menor los observó a los dos
- Iré a los terrenos más tarde — era casi para enmarcar ese momento — tengo una última cosa que hablar con la Hokage — algo como un chasquido de lengua se escuchó
- No tardes, nosotros también tenemos que hablar — y sin más los dejó solos
- ¿Qué pasa Neji?
- Tsunade-sama... — agachó la mirada — sé porqué se fue Tenten de la aldea con el enemigo todo ese tiempo, no merece ser juzgada por tal cosa
- Te escucho
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Desde que la batalla había terminado y regresó a su oficina estaba sumida en un inacabable papeleo, por un lado tenía los mensajes con los otros kages y líderes de aldeas para estar al tanto de la situación, habían salido victoriosos y la prioridad era poder acabar con cualquier criminal sobreviviente al encuentro y por supuesto hacerlo antes que se reagruparan y volvieran a ser un problema a futuro, por otro lado tenía los reportes y bajas entre sus fuerzas, los equipos que debían ajustarse a la ausencia de alguno de sus miembros y las nuevas órdenes que recibirían o bajo el poder de quien estarían así como la disposición de los cuerpos, que fueran identificados y entregados a su familia, tenía también el asunto en el hospital, aunque no había colapsado igual tenían una cantidad importante de heridos, adicionalmente estaban las autopsias de los hermanos de las cuales se estaba encargando Shizune y su ausencia en la oficina le estaba pesando.
No había contado con el hecho que tuvieran un prisionero, ni hablar del hecho que dicho prisionero fuera un shinobi de su aldea o bueno, una kunoichi y que precisamente fuera Tenten. Después de todo lo que había pasado en la vida de la castaña a su escasa edad y ahora era una prisionera de guerra, paralelo a esperar el informe de Ibiki con la ubicación del fugitivo y tener que soportar a Hiashi, había pedido a uno de sus ANBU que empezara una investigación entre los otros ninja que habían asistido al campo, necesitaba que todos aquellos que se hubiesen cruzado con ella durante el combate hicieran una declaración ¿en algún momento había dado algún indicio de traición? ¿había obstaculizado de alguna manera a los demás? ¿había defendido a alguien más? Y de ser posible si alguien se había cruzado con el hermano menor que también rindiera indagatoria.
Así que una vez terminó de escuchar lo que Neji tenía que decirle, le esperaba una enorme cantidad de reportes por leer, ya que tenía el resultado del Morino lo cotejaría de una vez con lo recabado por el ANBU y así tendría un punto de partida para poder presentar el caso de Tenten ante el consejo y poder decidir qué hacer con ella. Alternó su mirada entre las dos carpetas, intentando decidir por cuál empezar.
Se decantó por la de Ibiki, que era más corta y concisa, tal y como era su personalidad. Leyó las diferentes pruebas que le habían sido hechas, sorprendiéndose porque hubiera reconocido un genjutsu hecho por el sujeto, el Morino tenía la habilidad de recrear a la perfección hasta el más mínimo detalle consiguiendo así que para la mayoría fuera imposible notar que estaban siendo engañados, incluso Hiashi les había mostrado la portada de algunos de los libros de su biblioteca que presumía su sobrino le había mostrado a la castaña para que pudiera imitarlos. También estaba allí plasmado el motivo por el que se había ido de la aldea, el mismo motivo que Neji le había dicho y que había sido algo impulsivo el proteger al criminal, pero defendía lo que había hecho y no mostraba ninguna señal de deslealtad hacia la aldea, había sido incluso una prisionera modelo que no se quejaba por nada más que por ser tocada sin autorización, lo cual en su caso era completamente entendible. La siguiente lectura era más extensa, no era un texto largo solamente, eran múltiples párrafos, cada uno un testimonio de alguien que se hubiera cruzado con Tenten durante la pelea.
Todos coincidían y decían más o menos lo mismo, ella y el Hyūga habían ido juntos todo el tiempo, los renegados parecían estar empecinados en atacarla y ella sin ningún tipo de piedad o consideración iba asesinando a todos los que se le atravesaran, recogiendo armas por doquier y con estas mismas continuando sus ataques, defendiendo en varias ocasiones a su compañero de equipo y posteriormente al patriarca. Los dos ANBU que pelearon contra ella por capturar a Ryuuken declaraban que había sido impredecible al hacer ese movimiento, pero su combate había sido defensivo, solo una forma de ganar tiempo y se había rendido voluntariamente al regreso de Neji.
Los que se cruzaron con el hermano menor durante la pelea tenían una cosa en común, estaban vivos, recordaban haber intercambiado un par de golpes con el hombre y luego todo se volvía negro. Solo había una muerte comprobada por parte de este y al parecer fue una vendetta personal, Katsuo era una ANBU que se había hecho una reputación por envenenar todas sus armas y usar diferentes tipos de venenos para dicho objetivo, unos de mayor o menor velocidad pero todos mortales. El hermano pelirrojo había muerto envenenado por uno muy potente que casi podía clasificarse como cruel, el cadáver de la mujer había sido encontrado muy cerca del cuerpo del hombre y algunos les parecía recordar haberla visto pelear con un hombre de cabello negro y largo. Ella había matado a su hermano y él la había asesinado con un corte limpio en la yugular, desangrándola en segundos. Había también dos párrafos de la declaración de Kumiko, la mujer decía haberse cruzado con él cuando estuvo en la aldea en dos ocasiones antes que Tenten se fuera y que se había presentado como Ghao, un comerciante, había peleado con él y lo siguiente que supo es que despertó en el área médica porque había sido sedada.
Así que tenía las evidencias que Tenten había peleado por la aldea, Ryuuken solo había asesinado a uno de sus shinobis a pesar de haber noqueado a varios y las palabras de Ibiki. Lo mejor era esperar un par de días más por si alguna nueva información aparecía y luego llevaría el caso al consejo.
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Hiashi lo había reprendido, sí, y probablemente con justa causa teniendo en cuenta que era el patriarca y él le había llevado la contraria en público. No le importaba, lo volvería a hacer y defendió ante él nuevamente cada uno de sus argumentos. De su conversación con Tenten había decidido que confiaba en ella, había sido un idiota demasiadas veces por dudar de ella pero iba a dejar de hacerlo ¡la castaña había ofrecido su vida por él! ¿de verdad en algún momento considero racional que podía traicionarlo? La verdadera forma de ser de la castaña se había mostrado desde su época de genins, cuando en sus entrenamientos ella descubrió el punto ciego de su byakugan y en lugar de sacar ventaja de este empezó a asegurarse de protegerlo y que ningún enemigo lo atacaba por allí, deteniendo varias veces kunais que lo atacaban desde ese lugar, incluso el día que conocieron a los hermanos, ellos apuntaron al único lugar que no veía y ella lo apartó del camino. Las cosas habían ido mal cada vez que había dudado de ella, cada vez que no seguía sus instrucciones por su testarudez y aunque no podía hacer nada directamente para sacarla del predicamento en que se había metido sola, por lo menos podía asegurarse que su nombre no sería manchado ¡ella había derrotado a cuatro hermanos! ¿se les había olvidado que eran seis? O sea, más de la mitad y además no había confesado nada de lo que él le había contado sobre su técnica a pesar de las circunstancias.
Los días fueron pasando poco a poco, el patriarca le había pedido que lo ayudara con los nuevos pendientes que habían surgido dentro del Clan, habían tenido más bajas de las esperadas y era mucho el trabajo interno que debían reorganizar, así como esperar a que hubiera resultados de la investigación sobre el sello para ellos mismo empezar a entrenar en una forma de vencerlo, debían retomar la infalibilidad de su dōjutsu y asegurarse que una situación así no se repetiría jamás. Él no era parte de los investigadores, esa no era su área. Casi recordaba sus días entre la biblioteca investigando a los Kazirga antes de todo eso o revisando informes en la oficina de Tsunade, pues ahora era un mar de papeles de la familia lo que lo rodeaba.
Lo tomó por sorpresa cuando le fue solicitado que se presentara junto al patriarca a la oficina de la Hokage, un presentimiento extraño lo recorrió y podía presumir que se trataba de Tenten y la decisión del consejo.
- Buenas tardes — saludó al entrar, les fue indicado que tomaran asiento
- El consejo está considerando hacer un juicio y tratar a Tenten como prisionera de guerra — su ceño se frunció de forma automática — están buscando testigos en contra de la castaña
- No — fue su respuesta al entender la pregunta implícita en ese enunciado
- ¿Hiashi?
- Mi sobrino me ha mostrado todos sus argumentos a favor de su compañera de equipo y la joven no confesó nada sobre mi familia, no tengo nada que decir en contra de ella
- Bien, eso era todo
- Tsunade-sama — se giró cuando estaba a punto de salir — si necesitan testigos a su favor, pueden contar conmigo
- Lo tendré en cuenta
Algo al fondo de su pecho dolía, si estaban pensando en un juicio significaba que no la dejarían salir de prisión jamás.
Ella solo sonrió en su escritorio, los ancianos del consejo se habían empecinado en el juicio pero no tenían ningún argumento sólido para acusarla, lo único a lo que se habían aferrado es que los Hyūga presentaran cargos por la información que ella tenía, que todavía quisieran su cabeza. Había contado con el hecho que Neji se negaría y se pondría a favor de ella, podía suponer una nueva discusión entre los ojiblancos, por eso la había sorprendido ver que el patriarca estaba en esa misma sintonía por lo cual no tenían nada para proceder por ese camino.
Así que la nueva disyuntiva frente a ella era ¿la regresarían al servicio activo o forzarían su retiro y que hiciera su vida como una simple civil? Personalmente tenía su respuesta que se fundamentaba en las ultimas palabras del informe de Ibiki.
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Ella respiró profundo, desde que había visto y hablado con Neji unos días atrás no habían vuelto a sacarla de su celda. Por lo que lo único que hacía era variar el lugar en el que se sentaba y comer cuando le llevaban puntualmente sus alimentos, al parecer habían terminado el interrogatorio o la estaban preparando para algo peor, no estaba segura. A veces intentaba desconectarse, o hundirse en sus propios pensamientos y recuerdos tratando de encontrar los que faltaban, sabía que sus padres habían muerto cuando ella tenía casi diez años, pero por más que lo intentaba no conseguía ver sus rostros ni ninguna imagen de su infancia, tenía algunos fragmentos de sus primeros años de la academia, nada más.
Bufaba frustrada, queriendo devolver el tiempo al momento exacto en que degolló a Jannos, debería haber hecho un corte menos limpio, algo que lo hubiera hecho sufrir más no solo por ser un sujeto desagradable sino por haberla dejado sin su memoria. Estaba nuevamente intentándolo cuando la puerta se abrió
- ¡Ponte de pie y levanta las manos! — ella obedeció sin decir nada — ¡sígueme!
Por dentro solo rogó que la estuvieran llevando al consultorio, habían pasado varios días desde la última vez y realmente anhelaba poder darse una ducha, pero no fue así. Pasaron frente a esa puerta sin detenerse y luego subieron algunas escaleras, otro largo pasillo apareció y tras lo que pareció una eternidad por fin se detuvieron frente a otra puerta. Detrás de esta había una habitación muy parecida a una celda, con una diferencia, tenía otra puerta en una de las paredes, le indicaron que entrara y así lo hizo, luego escuchó como cerraban y el claro sonido de un pestillo ser puesto.
Observó a todos lados sin entender nada inicialmente, sobre la cama había una muda de ropa y con curiosidad vio tras la otra puerta ¡era un baño privado! No esperó que alguien más se asomara a darle alguna indicación o llevársela a algún otro lugar, solo tomó el atuendo y se metió allí, disfrutando el correr del agua. Una vez estuvo limpia se sentó a esperar, notando que en otra de las paredes había una diminuta ventana con barrotes muy alta para poder asomarse pero por la que alcanzaba a ver entrar la luz del sol. En el momento que esté iluminó un pequeño rectángulo en el suelo cambió su lugar para hacerse en ese espacio, siempre había amado los días soleados y en el tiempo que llevaba en prisión era la primera vez que le permitían tener un poco de luz natural, no la iba a desaprovechar.
Algo más de una semana pasó, en su nueva celda sí podía llevar la cuenta del paso de los días, aunque no es que importara mucho. En las mañanas junto con su desayuno le era entregada ropa limpia y cuando entregaba la bandeja desocupada del almuerzo debía entregar también la ropa sucia. Un cambio agradable que le permitieran bañarse a diario. Esa tarde estaba asoleándose cuando le gritaron la orden de ponerse de pie y levantar las manos, no le dijeron nada más y ella solo quería pedir que si era un nuevo cambio de celda esta también tuviera sol, pero se equivocó respecto al lugar al que la dirigían. Finalizando el pasillo había una puerta y un hombre allí parado claramente esperándola.
- Supongo que sabes quien soy
- Sí señor — en todo el tiempo que llevaba era la primera vez que lo veía
- La aldea tomó una decisión respecto a ti — su corazón se aceleró — te la harán saber
- ¿De verdad? — no supo porqué tuvo la necesidad de preguntar eso
- Nunca miento — claro que no — si intentas algo contra alguno de los presentes o cometes la estupidez de intentar escapar serás asesinada ¿entendido?
- Sí se...
- Mi nombre es Ibiki, deja de decirme señor
Le permitieron el acceso y entró ella primero, no sabía qué esperar exactamente ¿el consejo y todos los ANBU allí presentes listos para ejecutarla? Casi, sentada estaba Tsunade quien la observaba de arriba a abajo y le señaló la silla frente a su escritorio y tras ella había dos ancianos con cara de pocos amigos.
- Tenten
- Tsunade-sama — contestó sin saber si debía decir algo más
- ¿Sabes por qué estás aquí?
- Sí Tsunade-sama — iba a terminar la frase diciendo algo del estilo porque ustedes por fin decidieron cuantos años estaré en la cárcel o si me matarán, pero al final prefirió morderse el labio. Dos golpes sonaron en la puerta
- Adelante — la rubia no le había quitado el ojo de encima, como analizando cada movimiento que hacía por minúsculo que fuera — Ah, Inoichi
- ¿Llego tarde?
- No, justo a tiempo
- Será exclusivamente tu responsabilidad Tsunade — el tono de la anciana fue despectivo, luego de eso los viejos se fueron por la puerta que todavía no se había cerrado del todo. Todos los ojos estaban fijos en ella y empezaba a sentirse incómoda
- ¿Todavía sostienes tu conclusión? — no entendía absolutamente nada, pero la pregunta no era para ella, era para el jefe del escuadrón de tortura ¿qué había concluido sobre ella? — Aquí falta una firma entonces — una carpeta fue extendida a Ibiki quien sin ninguna expresión tomó un bolígrafo y garabateó algo — bien, esto es tuyo — ahora el documento se lo extendían a ella, quería fingir que no le afectaba nada de lo que pasaba a su alrededor pero necesitaba que alguien dijera algo — ¿recuerdas tu salón de clase? — asintió — irás con Inoichi a ese lugar ¿o necesitas algo diferente?
- Será suficiente, estoy seguro que no tomará mucho
- Disculpe Tsunade-sama — ni siquiera había sido capaz de ver la hoja que sostenía, la rubia solo le hizo una seña para que leyera y sus ojos se fueron abriendo, viendo las rubricas al final de la hoja
- ¿Nos vamos? — parpadeó varias veces ¿estaba de nuevo en un genjutsu?
- ¿A dónde? — se había levantado para seguir el camino que le mostraba el Yamanaka, aunque por indicación de la mujer tuvo que dejar el documento
- A encontrar el recuerdo de tus padres
Decidido, o era genjutsu o estaba teniendo un sueño muy raro.
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A pesar de la insistencia del patriarca él se rehusaba a entregar su departamento y pasaba un par de noches por semana allí, con todo el trabajo que tenía dentro de los terrenos era poco lo que estaba saliendo y por eso mismo su tío insistía en que se mudara de regreso. Pero no quería hacerlo, había encontrado cierto encanto en tener su espacio personal. Lo que sí es que el tiempo se le pasaba volando y casi perdía la noción del mismo, desconectándose por momentos de lo que pasaba en la aldea. Había tenido que ir a la oficina de Tsunade porque la mujer lo había llamado, firmó sin dudar el documento que le mostraba y al principio esperó impaciente alguna otra información pero nada pasó. A pesar de estar casi tan ocupada como él fue Hinata quien le dio la noticia, había ido a la aldea y lo supo gracias a sus escandalosas amigas, dejó a un lado el libro que estaba revisando y sin importarle absolutamente nada de lo que estaba haciendo salió.
El campo de entrenamiento fue su parada automática, y allí la vio. Tenten estaba sentada en el pasto como si meditara, aparentemente tomando el sol con los ojos cerrados, por lo que a pasos lentos se acercó sin saber cómo saludarla o qué decirle para empezar.
- Supe que te ascendieron a jōnin — no se le ocurría nada más que rompiera el hielo
- Sí, al parecer cercenar a varios renegados, luchar contra dos ANBU al tiempo y casi matar otro en prisión mostré una habilidad excepcional que me hizo merecedora de ello — había abierto los orbes chocolate y lo veía con una sonrisa que no llegaba a sus ojos — y de alguna forma desde una celda me las arreglé para obtener las firmas de dos reconocidos jōnin que certificaron mi aptitud — él sonrió de lado
- ¿De quién fue la otra firma? Porque no me dejaron firmar dos veces — a su mente no venía la imagen de otro jōnin entre sus amigos ¿su sensei tal vez? Aunque no, hasta donde sabía Gai seguía en una misión y solo por eso no había hecho un escandalo porque su pupila estuviera en prisión
- No me lo creerías, creo que yo todavía no puedo creerlo — él enarcó una ceja y se sentó junto a ella — de Ibiki — dijo en voz baja como si su humor se hubiera nublado
- Vaya, una jōnin aprobada por Ibiki, eso no se ve muy seguido — de hecho, nunca, siempre que el hombre era juez de los exámenes de ascenso a ese rango los reprobaba a todos y de mala forma los enviaba a seguir entrenando
- Sí, un gran honor — su voz no tenía emoción, o no la emoción que otrora hubiera tenido — el consejo no me quiere en el servicio activo, una traidora en el servicio...
- No eres una traidora Tenten, nunca lo has sido — ella desvío su mirada para ver a la nada
- No, soy la kunoichi que drogó a su compañero para irse a vivir con el enemigo — eso le decían algunas miradas en la calle en los escasos dos días que llevaba de regreso en su departamento
- Sí, lo hiciste — era innegable esa parte — y con esa acción salvaste no solo la vida de dicho compañero de su propia terquedad sino una aldea entera de un ataque que pudo dejar muchas más bajas — ella no contestó, solo se quedó en completo silencio por un rato
- Neji... — musitó muy bajito — ¿me entenderías si te digo que no me hallo a mí misma en este momento?
- Tenten — exhaló pesadamente — fuiste un daño colateral muy fuerte, pero...
- No me siento un daño colateral, me siento un cabo suelto que no encaja en ninguna parte — limpió una lágrima que salió — no soy la antigua Tenten, la que era feliz en un festival y ya... tampoco soy la otra, la que rescataron, la asustadiza que quería poder defenderse sola... no sé qué soy ahora
- Eres una kunoichi muy poderosa — se acomodó y ella entendió su intención, así que se acercó para que él pudiera pasar el brazo por su cintura y ella apoyara la cabeza en su hombro — no te preocupes, lo resolveremos juntos — hubo varios segundos en silencio, era su turno de aclarar también cuáles eran sus sentimientos — si sirve de algo, tú sigues siendo lo más importante para mí
Levantó su cara lo suficiente para unir sus labios con los de Neji en un beso suave, esa respuesta le servía. Tarde o temprano ella se hallaría de nuevo y lo mejor es que aunque la versión de sí misma podía cambiar y adaptarse constantemente, lo que no variaba es que su lugar siempre estaba junto a él.
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¡Capítulo final! Después de estar diciendo como desde el capítulo 30 que estábamos llegando a los últimos capítulos ¡finalmente está aquí!
Con 5100 palabras es hasta el momento el capítulo más largo que he llegado a escribir, pero no lo quería dividir ni tampoco podía dejar nada por fuera.
Espero les haya gustado esta laaaarga historia, me falta publicar un epílogo cortito (y se siente más corto aún si se compara con este capítulo) con el cual daré el cierre definitivo a la historia y le pondré el "complete".
Muchas gracias por leer.
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PD: En la Tenten Week 2021 hice un one-shot que técnicamente se ubica entre este capítulo y el epílogo, es el capítulo 4 "Bonus Día 3: Pastel - Tinta" por si de casualidad lo quieren ir a leer.
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Les recuerdo que sus quejas, reclamos, papas bomba y tomatazos los pueden dejar en un review. Y que además pueden darse una vuelta por mi twitter (idamariakusajis) en donde he comentado como voy con los proyectos a futuro.
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Quiero buscar contigo un nuevo camino
Att: Sally K
