Holi Chicas y Chicos!
Lo prometido es deuda jajaja xd
Les traigo el capítulo 11: 3
Solo dire preparense que se viene el Lemon GaaINo, espero que les guste, es muy hot xD Gaara en serio me encantas!
Ahora habrá un ligero HaruSaku, pero les voy a informar que el capítulo 12 será todo HaruSaku, pero lloraran no se preocupen.
En este capítulo veremos la versión de Gaara sobre todo lo que vivio Haruto y lo que el esta viviendo con nuestra adorada rubia.
EL titulo del capítulo se llama Two People, la canta Park Jang Hyun, les recomiendo que escuchen la canción subtitulada ya que tiene que ver lo que piensa Gaara y lo que piensa Haruto. SI desean llorar haganlo: 3
Sin más que decir
¡A leer!
Capítulo 11: Dos personas
Pov Gaara
No podía dejar de verlos a ellos dos, mi mejor amigo tenía la pegado a su pecho con una mano en la barbilla de ella y con la otra abrazando su cintura, mientras que mi adorada prima lo tenía abrazado del cuello. Los dos se estaban besando como si no notaran que algunos los habíamos visto… ya que, aunque estuvieran lejos, la mayoría que pasaba caminando tan cerca del río que estaba cerca a los comedores de cada salón los había visto… comentando que el presidente y la vice-presidenta se estaban peleando por motivos extraños, ya que no se entendía de lo que discutían. Así que me dirigí para poder llamarlo y poder detener esa pelea que terminaría mi mejor amigo diciendo cosas crueles, pero cuando llegue los había encontrado besándose de una manera muy amorosa, estilo una pareja de novios compartiendo saliva y de tan solo verlo se me erizó la piel, me parecía extraño verlos a ellos dos así. Aunque supiera hace años los verdaderos sentimientos de Haruto hacía mi prima, aun me parecía extraño verlos de esa manera. Aun no podía negarlo que me alegraba por ellos, pero a la vez sentí incomodidad, como lo sentí hace años cuando ella le había robado un beso y sintió un poco de lástima por parte de Haruto, porque el realmente la amaba como no teníamos ni idea , hasta pensó olvidarse de ella, pero se metió con una chica que se parecía demasiado a ella y fue su peor error. A cada rato la llamaba por su nombre confundiendo a esa chica que poco a poco le comenzó a agarrar rencor por cambiarle de nombre. Pero aun no podía creer que un día mi mejor amigo iba a llegar a mi casa de Kyoto para contarme lo que le había sucedido y menos que iba a llegar todo mojado por la lluvia de esa noche.
No podía dejar de mirarlo, estaba todo mojado con su mirada hacia abajo, cargando una mochila en sus hombros. Se notaba que había tenido un tremendo viaje desde Tokyo hasta la ciudad de Kyoto, ya que se notaba toda su ropa desarreglada y mojada. Seguro al caminar hasta mi casa.
- ¿Haruto? –vi que levanto su mirada y vi en sus ojos que se notaban algo morados como si no hubiera dormido desde hace días. –¿Qué te sucedió?
- Esa maldita la encontré en la cama de mi Sempai. –abrió sus ojos mientras que apretaba sus manos con fuerza formándolo en un puño. –Se estaban revolcando en mis narices. –vi que golpeó la pared de mi casa con fuerza a cada rato, mientras que caía en cunclillas viéndolo como empezaba a temblar, ahí me di cuenta que estaba llorando. –Realmente no son para nada iguales, ella es una mierda y Sakura siempre fue una chica tan dulce e inocente.
- En verdad… ¿La llegaste a amar? –le pregunté viendo que asentía sin dejar de temblar, mientras que tenía la mirada hacia abajo mientras tenía sus manos apretadas en un puño. –Pensaba que solo amabas a mi prima.
- A veces los sentimientos cambian, pero eso no quiere decir que no piense a cada rato en ella. –suspiró llevando su mano a ese cabello rebelde que se notaba largo.
- Veo que te has dejado crecer demasiado el cabello. –sonreí divertido cruzándome de brazos apoyándome mi hombro en la pared. -¿Por qué te has dejado crecer el cabello de ese modo? Pareces muy terrorífico y con esa mirada. Es como si fueras a matar a alguien.
- Ella dijo que se me vería bien. –me respondió agarrando un mechón de su cabello que estaba largo y se lo amarraba en una coleta dejándome ver su rostro todo demacrado. –Lo hice para que ella estuviera satisfecha, pero eso no le importo meterse con mi sempai.
- Pues si fuera una mujer, no me fijaría en un chico que intenta ocultar su belleza con semejante cabello. –le dije sonriendo divertido mientras que cerraba mis ojos. –Mejor córtatelo, pareces Chewbacca de Star Wars.
- Tampoco exageres Gaara, tampoco estoy tan feo. –lo vi sonreír divertido, poniéndose de pie y mostrándome su verdadera altura, hasta me daba vergüenza ser tan pequeño para su 1.90 de altura. -¿Puedo quedarme unos días aquí en tu casa?
- ¿Tus clases? –le pregunté, mientras que me hacía un lago para que entrara y ver a mi madre que lo miraba sorprendida acercándose a nosotros.
- Hola, Tía. –saludo mi amigo dándole un abrazo a mi adorada madre que le acariciaba su mejilla y se quejaba por el cabello y el aspecto que traía. –Recién salgo de vacaciones de Invierno, así que no hay problema que me quede unos días en Kyoto, ¿No?
- No hay problema cariño, sabes que eres bienvenido a nuestra casa, cuantas veces quieras. –le dijo mi mamá agarrando un mechón de cabello de mi mejor amigo y tenía una mirada un poco enfadada, así que me reí cogiendo la mochila que mi amigo había dejado tirada en el pasillo. –Ven, voy a cortarte ese horroroso cabello que tienes, Haruto-kun.
- Tampoco está tan feo, Tía. –lo escuche quejarse, mientras que me reía por verlo siendo jalado hasta la sala y sentándolo en una silla para poder cortar su cabello negro.
- No puedes quejarte, ya que si lo dice ella mejor quédate callado. –sonreí dejando su mochila en el sillón y sentándome en el mismo sillón viendo como le cortaban el cabello. –Mejor te queda el cabello corto.
- Creo que fue mala idea seguir los consejos de alguien que realmente nunca te quiso. –lo escucha suspirar mientras que cerraba sus ojos. –Es la última vez que me enamoro.
- Bueno, a mi parecer y sin interrumpirlos chicos. –escuche a mi madre que cortaba aun el cabello de mi amigo que lo emparejaba mucho. –Esa chica nunca te amo de verdad, para dejarte así todo un vagabundo.
No pude aguantar y saqué una carcajada al escuchar a mi madre lo que tanto estaba pensando, en vez de decirle que se parece a ese animal de Star Wars, en realidad parecía un vagabundo buscando una casa para que lo alojaran, como un gato callejero. Sentí que él me estaba matando con la mirada, pero no podía detenerme al reír por lo que dijo mi amada madre hacía mi mejor amigo, que hasta me salían lágrimas de los ojos.
- Te estas ganando un golpe en la cara Gaara. –lo escuché mientras que no paraba de reír, hasta que pude detenerme limpiándome la lágrima que tenía en mis ojos.
- Vale, vale tranquilo hombre. –le dije sonriendo divertido, mientras que veía que ya habían cortado ese cabello rebelde que le quedaba mejor, aunque con su cara ya cambiada y maduro.
- Ya eres todo un hombre, Haruto-kun. –escuche a mi madre que sonreía sonrojada, mientras que mi mejor amigo se sonrojaba. –Los dos se han vuelto unos chicos muy apuestos.
- No es para tanto. –le dije a mi madre mientras movía mis manos negándole.
Solo escuche como ella se reía, mientras que se iba a la cocina a preparar la cena y mi mejor amigo se acercaba a mi desordenando su cabello corto. Entonces, él empezó a contarme lo que había pasado durante todo el tiempo que estuvo en Tokyo, en ningún momento se cruzó con mi prima, ni siquiera la vio, solo se encontró con esa chica que era la copia exacta de Sakura. Lo vi lamentarse de muchas cosas incluidas de esa chica… pero a la vez lo veía decidido en olvidar completamente en mi prima, se cansó de esperar y había decidido seguir con su vida.
- Pero… tanto que dijiste que pararías tu búsqueda. –suspiré viéndolos que se habían alejado y ella sonreía cerrando sus ojos, mientras que él acariciaba su mejilla con esa sonrisa que no veía hace tiempo. –Al fin la encontraste, pero no sabías que ella estaría sufriendo demasiado.
- Se ven bien juntos. –escuche una voz gruesa, mire a mi lado encontrándome a ese chico rubio que también los miraba y tenía una sonrisa. –Pensaba que ella sería feliz con la persona que consideraba como mi mejor amigo, pero lamentablemente no tuve que habérsela dado o haberle apoyado con ella… sabiendo que iba a acabar así.
- Nunca conocemos bien a la otra persona... –suspiré con mis manos dentro de mi bolsillo del pantalón. –Pensamos que los conocemos bien, pero siempre hay algo que nos demuestra lo contrario.
- Tienes razón… pensé realmente que conocía a Sasuke, pero veo que ni siquiera lo conocía bien del todo. Pensé que como siendo su amigo podía conocer todo de él.
- Pero, en realidad descubriste a alguien muy distinto a lo que tu pensabas que era ese chico. –lo mire de reojo viendo que cruzaba sus brazos. -¿Hablaras con él?
- Si te dijera que sí. –me miro serio con esos ojos azules. –Estaría mintiendo, lo que haga él ya será su problema. Lo hago más por Sakura-chan, porque ella es la que sufre… además ahora me doy cuenta que no conozco para nada a ese chico que era antes mi amigo.
Me quedé observándolo por un rato, realmente lo entendía, realmente lo hacía, ya que pensaba que conocía a Haruto en ese tiempo que lo vi llegar a mi casa todo empapado. Pero me di cuenta que hay algunas cosas que no conocía todo de él, si él no se hubiera abierto hacía mi contándome sus cosas, seguramente nunca lo habría entendido. Porque realmente nosotros nos quedamos callados en las cosas que sentimos, giré mi mirada viendo a esa chica de cabello rubia, que no la entendía, pero aun así me atraía en cuerpo y alma. Sé que ella está reteniendo sus sentimientos, porque, aunque tenga de novio a ese Sempai que conocía en el club de Arquería, ella realmente se notaba muy vacía que solo se dejó llevar por mi esa noche y al final se arrepintió cogiendo sus cosas y se alejaba del baño cubriendo su desnudes.
- Me preguntó. –escuche la voz gruesa de ese chico rubio que me quede mirándolo confundido. -¿Qué habrá pasado con ese gato?
- ¿De qué hablas? –le pregunté al escucharlo y el solo me miro serio. -¿Qué gato?
- Bueno… hace dos días el hermano de Sasuke, me llamo informando que, si me podía quedar con el pequeño gato que tenían en su casa, ya que Sasuke no lo quería. –suspiro desordenando sus cabellos rubios. –Por qué le recordaba mucho a Sakura-chan y no lo quería en su casa, dejándolo en la calle y el gato estaba maullando, así que Itachi-niisan, lo puso en una caja con comida, esperando que vengan por él otra persona. Pero, cuando fue a ver al gato, ya no estaba. Espero que una persona se lo haya llevado con buenas intenciones.
Me quede mirándolo sorprendido, ya que hace poco había encontrado aún gato en una caja que maullaba y maullaba. Quizás… era el mismo gato que encontré fuera de esa casa.
Había salido a la tienda a comprarme algo para beber, ya que el calor de este verano era insoportable y necesitaba algo frío, aunque sea comprarme un helado o una bebida que me relajara. Cuando estaba regresando a casa, había visto de lejos una caja y dentro de ella había un gato negro de ojos amarillos que me miraban con curiosidad, pero lo que llamo mi atención fue esa patita de adelante que parecía una bota de color blanco. Él me maullaba apoyando sus patitas en el filo de esa caja, así que lo tomé en mis brazos, a mí siempre me habían gustado los gatos, pero no pude cuidar de ellos, ya que mi madre era alérgica a su pelo. Cargué en mis brazos a ese pequeño peludo que se acurruco en mi pecho, lo cual sonreí divertido, ya que parecía muy acostumbrado al contacto humano. Mire la caja viendo que tenía en un envase comida para gato y en otro habían llenado agua para que se hidratara. Mire la casa y no podía creer que las personas… podía ser tan fácil deshacerse de un pobre animal. Agarré su cuello viendo que tenía un collar y tenía el nombre "Haruno", reí divertido.
- Creo que estás destinado a formar parte de nuestra familia. –acaricie su cabecita, viendo que el ronroneaba por la caricia que le hacía. –Ven, vámonos a tu verdadera casa, Haruno.
Suspiré, escuchando como ese rubio me hablaba del gato y pensando en el gato que había dejado en casa de mi tía, donde estaba viviendo cuando había ingresado a la preparatoria. Él gato se quedó tranquilo, ya que mi tía no tenía ningún problema en criar un gato, aun mi prima no lo había visto, por el motivo que estaba con sus amigas, pero esperaba a que llegara a conocerlo. Ella amaba mucho a los animales y esperaba que le encantara ese gato. Aunque… mire a esos dos que se habían sentado en el gran césped abrazados.
- Ya tienes un nuevo gato callejero. –sonreí divertido, mientras que escuchaba que el rubio me decía algunas cosas y me miraba con esos ojos confundidos. –No es nada.
Le respondí, girándome para volver a ayudar con lo que sería la pequeña parrillada que haríamos este segundo día de excursión. Cuando llegué varios me preguntaron sobre los dos encargados, lo cual sonreí divertido diciéndoles que ya estaban a punto de venir. Entonces escuche que se río ese rubio que lo miraba muy divertido con esa chica de cabello negro que la estaba ayudando con algunas cosas. Se notaba que es un buen chico por la forma en la que se preocupa por mi prima y al verlo tan enamorado de esa chica sería. Pero mi mirada se dirigió a esa chica de cabello rubio que la miraba como sufría al cortar algunas verduras que usarían como ensalada, así que me acerque a ella cogiendo la mano que tenía sujetada el cuchillo, que giro a verme sorprendida soltando el cuchillo haciéndolo sonar, mientras que los demás de nuestros compañeros se quedaron mirándonos. Pero no pude dejar de ver esas mejillas sonrojadas y esos labios carnosos abiertos de la sorpresa. Realmente cuando la miraba así me acordaba lo que había pasado esa noche cuando la escuche gemir mi nombre.
- Lo siento. –escuche su dulce voz soltándose de mi mano y ver que se agacho para recoger el cuchillo y seguir lo que estaba haciendo.
- Si deseas te puedo ayudar. –agarre su mano, pero se alejó de mí viendo esos ojos que se notaban asustados por solo haber cogido su mano.
- No me toques. –me quede sorprendido al solo escucharla, no sé qué le pasaba, no la entendía… ayer estaba demasiado pegada a mí y lo que había sucedido anoche se notaba que le gustaba que la haya tocado en todas partes.
- Ayer, me decías que no dejara de tocar tu cuerpo y ahora me dices que no te toque. –le respondí viendo como abría esos ojos verdes de la sorpresa y como se notaba incomoda.
- No volverá a suceder. –la escuché dejándome sorprendida y cogí de su mano para jalarla y llevármela, pero me alejo con todas sus fuerzas. –Olvídalo, fue un error, yo amo a otra persona, lo que sucedió solo fue un estúpido error.
Me quede sorprendido por sus palabras, como podría olvidar todo eso de la noche a la mañana, acaso no se daba cuenta que después de haber hecho eso, era muy difícil olvidarlo. Además, más que todo ella tenía novio y aun así se metió entre mis piernas solo para satisfacerse a ella misma. Golpeé un poco la mesa donde ella estaba viendo cómo salto asustada y pegaba sus manos a su pecho, mientras que nuestros compañeros se nos quedaron mirando sorprendidos, así que me cabreé más al verla así, no podía creer que tan solo la chica que me interesaba eran tan hipócrita de esa forma. Hacer como si nada hubiera pasado, como si fuera fácil entregarse de esa forma, además que no le importaba lo que yo pensaba si no más simple se preocupaba por ella misma. Chasqueé mi lengua y me alejé de todos ellos, para poder buscar un lugar y tranquilizar el comportamiento que tenía en ese momento. Caminé, pasando por ese lugar donde estaban ellos dos alejándome más del camino, hasta que encontré un lugar donde podía estar tranquilo que se notaba que era un mirador y donde podía ver como mis compañeros prendían la parrilla y vi que mi mejor amigo junto a mi prima se unía a ellos. Pero lo que me molestaba más era ver a esa rubia tan tranquila y riendo como si nada hubieras sucedido, así que golpeé de impotencia la baranda de ese mirador con mis puños y desordenando mi cabello soltando un suspiro bajando mi mirada mientras que cerraba mis ojos.
No entendía como habíamos llegado a esto, había visto a mi amigo saliendo del cuarto de baño de varones diciendo que iría al cuarto, lo cual yo estaba poniéndome la Yukata que usaría esa noche y cuando salí del cuarto de baño, me encontré como esa chica de cabello rubio entraba desesperada al cuarto de baño, hasta que escuche un fuerte ruido en ese baño, así que corrí abriendo la habitación de las duchas acercándome, pero el vapor del baño no me dejaba distinguir nada, hasta que tropecé y ahí la tenía mostrándome esos pechos desnudos y esos ojos verdes que me miraban sorprendida y con un rubor en sus mejillas rojas. No entendía aun como termino así, ella estaba tirada en ese piso blanco mostrándome sus pechos grandes y esos pezones que se notaban duros y la Yukata semi-abierta dejándome ver ese abdomen tan plano y blanco. Era una tentación tenerla así, esos labios carnosos que pedían que los devoraba y ese cuerpo tan hermoso y blanquecino. Acerque mi mano pasando por el centro de sus pechos delineándolo con mi dedo y viendo como ella se sonrojada y soltaba algunos gemidos de esos labios rosas. Me acerqué lentamente a ella y no pude evitar agarrar su barbilla y besarla, realmente era hermosa, demasiado hermosa. Hace mucho tiempo cuando iniciamos la escuela, había llamado mi atención y quería poder, aunque sea tocarla y probar esos labios que me volvían loco desde hace días. Sabía que estaba mal porque ella tenía novio, pero no me quería detener, no podía… ella era una tentación para mí. Sentí sus manos en mis hombros acariciándolos encima de la Yukata que estaba usando, así que no me detuve, le bajé completamente su Yukata hasta su cintura y comencé acariciar su espalda sin dejar de besarla, abrí mis ojos viendo que ella los tenía cerrados y tenía ese hermoso sonrojo en sus mejillas. Realmente me encantaba tenerla así, aunque me tenga que ir al infierno por tomar algo que no era mío no me importaba, me iba a quedar todo lo que ella le perteneciera. Así que no me detuve, baje mis manos hasta su cintura y pegándola hacía mi para que sienta lo duro que estaba, ya que me molestaba la tela del bóxer que usaba y encima el Yukata que tenía puesto me jodía más de la cuenta. Sentí como sus manos acariciaban mi cabello enredándolos en sus dedos, mientras que bajaba mis besos a su cuello sintiendo su respiración y gemidos en mi oreja poniéndome más duro de lo que estaba, así que mordí suavemente su hombro y lo lamía bajando lentamente hacía el centro de sus pechos, mientras que mis manos acariciaban sus senos y jalaban despacio esos pezones duros. Sus gemidos se escuchaban tan deliciosos que no pude detenerme, así que la tumbé en ese frío piso, mientras que me alejaba de ella, para quitarme la Yukata. Vi esos ojos verdes llenos de deseo, así que no pude soportarlo, desatando esa Yukata dejándola completamente desnuda y reí. Reí divertido al ver que no traía ni siquiera su ropa interior puesta, viendo que ella intentaba cubrirse con su mano y piernas ese dulce manjar donde podía darle la mejor sensación de su vida. Agarre sus manos poniéndolas encima de su cabeza y me acerque a ella dándole un suave beso en su vientre, viendo que ella saltó despacio por haber hecho eso, sonreí y comencé a lamer bajando lentamente a su entrepierna.
- Espera… ah… -no deje terminarla, porque le di un beso a esa entrepierna tan deliciosa, que sacaba un olor algo dulzor, así que no me detuve, que baje una mano para abrir más sus piernas y darle el mejor sexo oral que se pueda imaginar. –Uhmmm…. Ah… -la escuche gemir mientras que jugaba con mi lengua a esos labios y pude notar como movía sus piernas con tanta insistencia, se notaba que le gustaba, no solo por los gemidos que le salían si no por el movimiento de sus caderas. –Ah… Haruno-san… -gimió mi apellido, haciendo que riera y lamí su clítoris notando como se retorcía, así que la mire y vi cómo se mordía los labios y ese sonrojo que tenía en esas hermosas mejillas. –Tu lengua… ah… Uhmmm… está… muy húmeda ah…. –sonreí así que baje mi otra mano agarrando ese trasero tan hermoso y la levante para poder meter mi lengua dentro de ella viendo que se estiro arañando el piso como para poder sujetarse de cualquier cosa por el placer que le estaba dando. Hasta que no pudo más y sentí como sus paredes vaginales apretaron mi lengua, haciendo que soltara un gruñido y sintiendo que se había venido en mi boca. –Ah…
- Aún no he terminado. –agarre su barbilla viendo esos ojos brillosos y llenos de deseo, me quite el bóxer poniendo mi miembro en su vientre mientras que lo movía. Ella no pudo evitar mirarlo y se sonrojo mirándome a los ojos. -¿Quieres que te lo meta?
Ella solo se sonrojo y se acercó a mis labios para besarlos sintiendo sus brazos alrededor de mi cuello mientras que acariciaba la parte baja de mi cabello son sus dedos enredándolos. Baje mis manos por ese bello cuerpo hasta su trasero para levantarla un poco, mientras que acercaba mi miembro completamente duro a su entrada, así que con la punta comencé a sobarla a esos labios delgados, sintiendo como ella estaba tan mojada y no solo con los fluidos que salían de mí si no de ella, estaba completamente lista, así que empecé a entrar lento en ella, pensando que era virgen, pero me lleve la mala noticia que no lo era, ya que no sentía esa pared interna de ella que la hacía aun inocente, abrí mis ojos viendo como ella los tenía cerrados mientras que nos besamos, así que no pude detenerme, tampoco era culpa de ella no ser virgen. Ella tenía novio, claro estaba que no lo era, pero me moleste conmigo mismo, quizás hubiera llegado antes y todo lo de ella hubiera sido mío no de ese sempai. Así que entré de golpeé en ella mientras que no dejaba de besarla, dentro de ella era muy apretado y tan caliente que me sentía muy bien, así que empecé a moverme lento, pero profundo sintiendo como sus gemidos se callaban en mis labios. Pero no pudo evitarlos más dejando de besarme y gimiendo en mi cuello mientras que me abrazaba con fuerza, así que levanté un poco su trasero, para poder entrar más en ella, cerré mis ojos y solté un gemido, ya que estar dentro de ella, podía sentir como me apretaba mi miembro que no pude evitar morder mis labios al sentir lo deliciosa que puede llegar hacer esta mujer. Sentí como enredo sus piernas en mi cadera haciendo que entrara más en ella, así que agarre sus piernas y con mi otra mano de su trasero, para ponerme de pie y pegarla a un espejo que estaba cerca de nosotros sintiendo como ella enredaba sus manos en mi cabello y no pude evitar verla gimiendo.
- Gaara-san… ah… -la escuche gemir mi nombre, dejándome sorprendidos, pero sin detener mis movimientos. –más… uhmm… ah…
Apreté su trasero con mis dos manos, sin dejar de moverme, mientras que ella movía su cadera en círculos haciendo que soltara algunos gruñidos de lo genial que se sentía estar haciendo esto con ella, así que mordí despacio uno de sus pezones, escuchando como ella soltaba varios gemidos, mientras que le besaba los besos y los mordía cada uno sin dejar de moverme. No tenía idea de cuánto tiempo habíamos estado así, pero sentí como ella empezaba a apretarme, mientras que me movía más rápido y no pude más derramándome dentro de ella, mientras que ella tenía los ojos apretados y soltaba un fuerte gemido diciéndome que se había venido. Solté su trasero, mientras que ella pisaba el piso frío y me miraba con esos ojos que estaban medio cerrados y me agaché apoyando mi frente con la suya mientras que intentaba recuperar la respiración de la escena de sexo que tuvimos. Agarre su barbilla levantado su mirada y atrape esos labios rosas besándola sintiendo que ella me correspondía, pero no duro mucho… ya que ella me alejo con todas sus fuerzas y tenía una mirada de aterrada y sin decirme nada, había recogido sus cosas y se fue corriendo dejándome completamente desnudo en ese baño.
Suspiré golpeando la baranda al recordar todo lo que hice con ella… pero esa chica solo me dijo que lo olvidara… como si fuera fácil hacerlo, no mientras que estuviera tan enamorada de ella. Lleve mis manos a mis cabellos rojos y los desordene mirando al frente como las aves pasaban y volaban con tanta tranquilidad, y ahí me di cuenta lo que estaba viviendo mi mejor amigo. Enamorarse demasiado de alguien en verdad dolía cuando no correspondían a tus sentimientos. Fui rechazado después de acostarme con ella, Genial, ¿no? Fui bueno en el sexo, pero me botaron como basura. Me reí, metiendo mis manos dentro del bolsillo de mi pantalón, el amor si era complicado, pero eso no quiere decir que podría poder quitársela a ese sempai. ¿Debería hacerlo?
Pov Haruto
Las horas habían pasado tan rápido desde que Sakura y yo habíamos hablado, desde ese tiempo estábamos haciendo las actividades de la excursión escolar, donde estaba ayudando con los deportes de los varones y ella el de las mujeres. De lejos la podía ver reír como lo hacía antes y ese brillo en sus ojos estaban volviendo a relucirse, me alegraba… realmente lo hacía, ya que no quería verla de esa forma… como la vi durante estos días… realmente destruida. Ella necesitaba volver a vivir y la haría brillar siempre y cuando este a su lado. Gire a ver a mi grupo viendo el campeonato de tenis que teníamos en ese momento, vi como mi mejor amigo estaba que ganaba casi todas, pero lo note algo molesto, me imagino que será por el calor, ya que él no soporta este tipo de climas. Hasta que la escuche gritar, girando al verla que se estaba amarrando ese cabello rosa dejándolo en una coleta alta y esos ojos verdes jade con ese brillo, esas mejillas rojas por el calor y esos labios rosas carnosos que me llamaban para volver a besarla. Ella siempre fue hermosa, aun de niña mostraba su belleza, pero ya siendo una adolescente con ese cuerpo delgado, pero manteniendo esas curvas llamaba mucho la atención de los demás y siempre fue así. Escuche un grito que vi que volteó y miro hacia donde estaba, la vi dirigirse hacia donde estaba, pero paso de largo, así que agarre de su mano para girarla hacia mí, viendo que me miro sorprendida, pero a la vez preocupada.
- ¿A dónde vas? –le pregunté y vi que ella sonrío girando a ver a ese chico de cabello castaño que parece como si se hubiera caído y raspado la rodilla, ya que estaba cogiendo. –Se lastimo, así que voy a tratar su herida. –me mostró el botiquín de primeros auxilios, mientras que se soltaba de mi mano, pero le agarré y cogí el botiquín mirando como ese chico tenía las mejillas rojas al ver a mi pequeña.
- Yo lo hago. –le respondí suspirando y acercándome a ese chico para ponerme en cunclillas, viendo que se puso pálido al ver que sería el que lo iba a atender. –Ve a ver a tu grupo de chicas Sakura. –agarre el alcohol destapándolo y chorreándole casi todo a la rodilla de ese tipo escuchando que se empezó a quejar y gire a verla, que me miraba sorprendida. –Ve, Sakura yo me encargo de este enclenque.
Ella se río y asintió para poder irse donde sus compañeras que se estaban dirigiendo a una cabaña donde jugarían tenis de mesa. Tapé el alcohol y suspiré mirando a ese tipo que tenía los ojos con pequeñas lágrimas.
- Ella no está disponible. –le dije poniéndome de pie y tirándole un curita, agarrando la caja de primeros auxilios y alejándome de ellos. –Que les quede claro a todos, ella ya tiene a alguien. Idiotas.
Escuche como mi mejor amigo se reía junto a ese rubio que me miraba con una mueca como si hubiera disfrutado lo que había pasado. Lo entendía… sabía muy bien que era muy celoso, porque así es mi personalidad y ahora que ella está de nuevo conmigo, no iba a dejar que nadie se entrometiera en el medio. Ya esperé mucho para tenerla conmigo, que hacer que otro tipo la aleje de mí. Suspiré dejando la caja de primeros auxilios en la mesa donde estaban ellas reunidas y encontré una nota, así que la levanté.
"¿Tú crees que podremos ver las estrellas está noche? Te veo a las 19:00 horas cerca del río. Sakura."
Sonreí divertido al ver esa nota y lo que me dio más risa es ver que dibujo un telescopio, pero fue el peor telescopio que había visto en un dibujo. Sí que era tonta, pero eso me encantaba de ella, le dije que no la dejaría sola e iba a aprovechar todo el tiempo posible con ella. Apreté la nota y la guarde en mi bolsillo del pantalón y viendo por donde se iba encontrándome con esos ojos verdes jade que sonreía divertida, pero de ahí giro para hablar con su amiga de cabello negro. Estaba muy enamorado de ella, realmente lo estaba, llevaba años esperándola para encontrarla y estar juntos como fuimos de niños. Y ahora que la tenía aquí para mí… aunque no se acordaba de quien era, haría lo posible para que me recordara y podamos vivir nuestras vidas como lo habríamos hecho si no se hubiera ido en ese tiempo. Las horas había pasado muy rápido y mire mi móvil para ver la hora y solo faltaba cinco minutos para ir a verla en ese lugar que me había citado. Al terminar de cenar había cogido mi bandeja para darle a la persona que le tocaba hoy día limpiar las cosas viendo a ese rubio que se quejaba al lavar los platos y las bandejas. Él sabía que estaba en falta por haber hecho ese tipo de cosas en el autobús, pero no pude detener mi risa al verlo sufrir tanto por unos simples platos sucios. Camine fuera del comedor, pasando por los pasillos escuchando algunos compañeros conversando en las habitaciones y riendo pos juegos de mesa o escuchando música en sus audífonos. Los ignore y pase de largo hasta llegar a la puerta para ponerme las zapatillas y mi casaca porque se sentía un poco el aire frío. Bostecé llevando mis manos a mi boca para poder ocultarlo y dirigirme a ese río donde estábamos los dos hace unas horas disfrutando la calidez de cada uno y de lejos pude ver su figura y ese cabello rosa que lo tenía aun sujeto con esa coleta de caballo. Me acerqué a ella y no pude evitar abrazarla desde atrás sintiendo ese dulce olor a vainilla que desprendía de su cabello. Ella era realmente deliciosa, todo de ella es una delicia.
- Mira. –la escuche viendo que señalaba una estrella que brillaba con fuerza. –No son hermosas.
- Siempre han sido hermosas. –le respondí poniendo mi mentón en su cabeza escuchando como ella reía. –Si tuviéramos un telescopio, me gustaría enseñarte que algunas son planetas.
- Me gustaría verlas. –sentí que levanto un poco su cabeza para que la vea y me enseñaba esos ojos cerrados, mientras que me mostraba esa sonrisa que siempre tuvo desde niña. -¿Cuándo podremos verla?
- Tal vez cuando volvamos a casa. –le respondí apretando su mejilla con mi mano y como formaba un puchero. –Puede ser en el jardín de tu casa.
Ella solo asintió con sus mejillas sonrojadas y no pude evitarlo. Así que deje de abrazarla y agarre de su mentón para darle un beso a esos labios que me estaban llamando toda la tarde, ella era como una droga que necesitaba consumir, me abrazo del cuello enredando sus manos en mi cabello y le agarre de la cintura pegándola hacía mí. Hasta que escuche que se río.
- Gracias por todo, Haruto-kun. –sonrió cerrando sus ojos con un sonrojo en sus mejillas. –Gracias por ayudarme y espero poder olvidar todo de él.
Apreté sus mejillas con mis manos viendo que formaba un puchero en esos labios que los atrape en un beso, iba a ser de todo para borrar a ese tipo de ella, aunque tenga que salir herido por algunas palabras de ella lo iba a conseguir y cuando eso ocurra. Tomare lo que fue mío desde el principio. Ella siempre fue mía y no de él.
Ahora las preguntas!
¿Les gusto el Lemon GaaIno?
Solo dire nuestro Harunito, lo rescato Gaara!
¿Se alegran que Harunito se haya quedado con Gaara o querían que fuera Haruto?
¿Qué pasara más adelante con el GaaIno?
¿Haruto sufrío por culpa de Yun?
¿Gaara se paso de jodido al haberle dicho Chewbacca a Haruto? XD
¿La mamá de Gaara se paso al haberle dicho vagabundo? XD
¿Qué pasara con el Harusaku en el capítulo 12?
Solo dire preparense a llorar, que ese capítulo será muy triste. Por parte de Haruto y Sakura, ya que los dos van a sufrir.
Ahora les tengo una noticia, estare actualizando la historia lunes, miercoles y viernes. Pero este domingo les daré el regalo del capítulo 12, pero si no se puede estara para que lo lean el lunes: 3
Sin más nos vemos en el capítulo 12
Besos: 3
