Holis Chicos y Chicas!

Disculpen la demora ... lo que pasa es que tuve problemas familiares, lo cual estuve en modo cero de mentalidad y no pude escribir nada el domingo y el Lunes porque me tome esos días para poder estar bien y sin ningúna negatividad ya que estaba muy negativa estos días. Así que hoy me mate escribiendo este capítulo, ya que lo tenía listo, pero lo borre todo por el motivo que fue un asco y no pensaba subir eso, así que volví a escribirlo y solo dire, que llore en algunas partes, porque como dije este momento será HARUSAKU y tendremos el pasado de Haruto y lo que vivio cuando Sakura se fue de su lado.

Solo les dire la canción Lucid Dream que esta escrito como capítulo, debería escucharlo antes de ver el capítulo, ya que tiene explicado completo el sufriemiento de Haruto y Sakura. quien canta esta canción se llama el grupo Monogram - Lucid Dream. escuchenlo subtitulado.

Solo dire, espero que les guste el capítulo: 3

Nos leemos abajo.

Capítulo 12: Sueño lúcido

Pov haruto

¿Alguna vez se pusieron a pensar lo que realmente significaba borrar a alguien que alguna vez has llegado a amar tanto? Para mí fue lo más difícil que hice para poder continuar con mi vida, literalmente si intenté borrar todo de ella, pero fue tan difícil concentrarse en alguien que se parecía mucho a ella y además sus actitudes y personalidad eran muy diferentes a mi primer amor. Aunque se pareciera a ella… no tenían nada en común. Pase tanto tiempo viviendo en Kyoto, esperando, aunque sea una carta de ella, hasta me daba lástima que, a mis 7 años de edad, estaba fuera de mi casa viendo el buzón de mensajería, mientras que la nieve de este invierno caía encima de mi abrigo con mis mejillas rojas por el frío que sintió.

Días y mesespasaron con tanta rapidez… desde que se había ido esa persona que realmente era muy importante para mí… Cada día después de salir de casa de mi padre para ir a la escuela, siempre revisaba el buzón de correspondencia para poder ver, aunque sea una carta o cuando regresaba de la escuela con mis amigos, lo revisaba al llegar a casa, pero cada día que pasaba no había nada… ninguna carta de ella. Hasta llegar al extremo de pararme afuera de casa en pleno invierno mirando el buzón o esperando al repartidor de correos, mientras nevaba en esta temporada. Lleve mis manos a mi boca para poder agarrar calor o subir mi bufanda hasta mi boca para abrigarme, pero cada minuto y horas no aparecía ni siquiera ese repartidor. Pensaba que quizás ella… estaría ocupada por el tiempo que ya estaba cerca de la Navidad y su familia estaba ocupada.

- Haruto. –escuche la voz de mi Padre, así que gire a verlo viendo esos ojos negros como los míos. Se notaba serio y algo incómodo, ya que ahora vivíamos separados de mi Madre y mi hermano. –Es mejor que entres, pescaras un resfriado.

- Un poco más. –suspiré mirando otra vez las calles esperando por ese auto de correos.

- Ni siquiera tu Madre nos escribe y esperas por alguien que seguro ni se acuerda de ti. –baje mi mirada sintiendo su mano en mi hombro y dándome palmadas, quizás para poder calmarme, mi Padre nunca mostraba sus emociones hacía sus hijos, siempre era una persona que tenía una mirada seria y orgullosa. Él era así. Así era Haruto Kurosaki. –Entra, no volveré a decirlo.

Sentí que apretó mi hombro y junto con él ingresé de nuevo a casa con la familia que él tenía ahora. Si me dijeran… ¿Extrañas a tu Madre y hermano? Diría que sí, porque realmente estaba muy solo con una familia que no conocía y ni siquiera conocía realmente a mi Padre.

A ese hombre no podía ganarle, menos a la edad que tenía en ese momento. Él se había quedado con la custodia de cuidarme y mi Madre se quedó con la custodia de mi hermano mayor. Desde ese día que ellos decidieron separarse, todo mi mundo y el amor que sentía por mi familia se vino abajo. Después que ella se había ido lejos, toda mi vida se volvió un infierno…. Aun no puedo olvidar los días en donde éramos una familia feliz… donde toda mi familia era tranquila, donde compartíamos en la mesa y nos reíamos de algunas cosas. O a mi hermano que siempre me cuidaba por ser un año menor que él. Pero… mi Padre siempre veía a Sai como si fuera el mejor de todos, él hijo ejemplar, estudioso y el que representaba como el número uno de su primogénito, mientras que a mí me tenía siempre en segundo lugar, mientras que me hacía recordar que tenía que ser igual a mi hermano mayor por sus altas notas y por ser amante aun deporte elegante como es el Kyudo. Desde pequeño siempre fue así, hasta que mi padre cometió el peor de los errores, meterse con una compañera de trabajo dejándola embarazada…

Las hojas amarillentas del árbol cerezo que había crecido en mi patio empezaron a caer mostrándonos que el otoño ya estaba aquí en Kyoto, mientras que veía a mi hermano mayor dispararle a una tabla de arquería para practicar mostrándome una mirada seria y su cabello negro moviéndose mientras que el aire fuerte corría. Giré mi mirada y mi hermosa Madre venía con una bandeja trayéndonos un té caliente para poder abrigarnos, del pronto invierno que se estaba acercando en esta temporada. Ella siempre fue una mujer muy hermosa de cabellera negra larga, piel blanca como la nieve y esos ojos azules como el mar. Cuando mi Madre empezó a llevarme a mi escuela de primaria siempre se nos quedaban viendo por el motivo que siempre llamaba su atención, ya que no parecía una señora de familia, por el motivo que ella es una mujer de treinta años de edad. Parecía como si fuera mi hermana mayor, en vez de mi madre. Ella acaricio mi cabello, viendo como mi hermano se acercaba a nosotros cogiendo un vaso del té para poder beberlo tranquilo al igual que yo. Empezamos a reír, mientras que ella no paraba de admirar el arco de Niisan y acariciándolo mientras que sus ojos brillaban. En eso escuchamos que tocaban el timbre, lo cual mi Madre se dirigió dentro de casa dejándonos solos, mientras hablaba con mi hermano mayor que me contaba, que le gustaría ser el mejor arquero del mundo, bueno a nuestra edad teníamos muchos sueños, como el mío que quería ir al espacio y pisar la luna.

- ¡¿Dónde está?! –escuchamos un grito que venía de la puerta y miramos a mi madre que entraba con una mujer que aparentaba tener los veinticinco años y se tocaba su vientre que estaba hinchado. -¡¿Dónde está Haruto?! –me quede mirando sorprendido, así que me acerque a ellas junto a mi hermano.

- ¿Quién es usted, para entrar a una casa privada? –le preguntó mi Madre cogiendo del brazo para girar a verla. –Además, que quiere de mi esposo.

- Se tiene que hacer responsable de lo que me hizo. –toco su vientre, mientras que mi adorada Madre la soltaba y retrocedía con sus ojos sorprendidos que se notaba asustada y confundida. –Tiene que hacerse cargo de su hijo.

Vi como esa mujer se tocaba el vientre, mientras que no paraba de sonreír. Mi Madre, la persona que me dio la vida, solo callo sentada en el piso con una mirada asustada con sus manos en su boca sin dejar de llorar, hasta que escuchamos como en la puerta entraba mi Padre que nos miraba serio y se acercó a esa mujer cogiéndola del brazo para sacarla de la casa. Pero en ningún momento se acercó a mi Madre que estaba paralizada, solo nosotros pudimos abrazarla, mientras que ella no paraba de llorar y nos abrazaba con fuerza.

Desde ese día esa casa y nuestra familia no volvió a ser la de antes, cada día eran peleas y discusiones que hacían que mi Padre se fuera de casa dejándonos solos con mi Madre que se encerraba en su cuarto y siempre tenía una botella de vino en sus manos. Mientras que nosotros solo cumplíamos como hijos, llegábamos a casa, hacíamos los deberes y comíamos lo que podíamos prepararnos, ya que mi Madre no tenía ganas para nada…. Hasta que llego ese día en donde ella explotó dejándonos a nosotros completamente sorprendidos por lo que hizo y por lo que había decidido, lo cual empezó la guerra por quien se quedaría con nuestra custodia.

- ¡Ya estoy harta! –escuchamos el grito de nuestra Madre con el sonido de algo que caía al piso. -¡Te largas a acostarte con esa mujer, mientras que nosotros te esperamos a casa! ¡Qué mierda estás haciéndole a tu familia!

- ¡Basta, mujer! –escuchamos como gritaba nuestro Padre, lo cual salimos de nuestra habitación acercándonos hasta el pasadizo que llevaba a las escaleras para ver como mi Padre la tenía de los brazos y la zarandeaba con fuerza en la sala de la casa. -¡Siempre es la misma mierda contigo, Mei! ¡Estoy harto! ¡Me controlas todo el tiempo!

- ¡¿Por qué crees que lo hago?! –se soltó de él con fuerza para darle una bofetada. -¡Ella tiene un maldito bastardo en su vientre! ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡Me tenías a mí, a tus hijos! ¡Tenías todo Haruto! –mi padre solo se quedaba callado con su mano en la mejilla donde estaba colorada, sin poder responderle nada a nuestra madre que no dejaba de llorar. –Entonces… este es el final. Quiero el divorcio y me llevare a los niños.

- No…. –escuchamos a mi padre que giro a verla molesto y la pegaba hacía la pared con fuerza cuando ella se quejaba. –No te los llevaras, ellos son mis hijos.

- Eso lo hubieras pensando antes de meterte entre las piernas de esa mujer. –le dijo mi Madre, para empujarlo con fuerza y llevarse sus manos a su cara mientras que temblaba, supimos que ella estaba mal, así que corrimos hacía ella para abrazarla con fuerza. –Mañana llamare al abogado para los trámites de divorcio y la custodia de mis hijos… la tendré.

- Llamare a mi abogado. –respondió mi Padre para subir las escaleras y después de unos minutos salió con una maleta. –Te veo en la corte Mei y no te los llevaras.

Escuchamos como la puerta de la casa se cerraba de golpe viendo como mi Padre se perdía en las oscuras calles de la ciudad de Kyoto, mientras que nosotros nos quedamos con mi Madre abrazados escuchando como lloraba.

Desde ese día, comencé a odiar a mi Padre con toda el alma, por no importarle lo que le pasara a mi Madre o como se sentía ella al descubrir de su engaño y de su nueva familia que empezó a formar cuando se fue de casa. Mi hermano y yo no sabíamos cómo comportarnos al respecto de todo lo que empezamos a vivir a nuestra corta edad. Pero sabíamos algo sobre lo que era que "Custodia" esa palabra que la mayoría de jóvenes teníamos miedo de vivir cuando tus Padres deseaban separarse y tener la opción de irte con uno de ellos. Creo que para ellos era muy difícil o fácil deshacerse de alguien que era muy importante para cada uno, pero para Sai y para mi… fue lo más difícil que tuvimos que vivir, ya que cuando nos alejaron… cada uno vivió una vida completamente distinta a la otra… con otros tipos de comportamientos o la educación que fue muy distinta a la que vive actualmente mi hermano y la educación que me enseño mi Padre, la forma fría de controlar y comportarse con alguien. Creando a una copia igual que él… yo su hijo menor… Haruto Kurosaki.

Los años pasaron después de lo que sucedió con mi familia, donde el Juez había ya tomado la decisión mandando a mi hermano Sai y mi Madre lejos de mí, ellos se fueron a vivir a Tokyo, donde estaba la persona más importante para mí. Pero… yo me quede en Kyoto con mi Padre y su nueva familia, desde esos días que se quedó con mi custodia, mi vida fue un infierno al convivir con su nueva pareja y su nuevo hijo. Tenía un hermano… ¿No es genial? A la mierda no era nada genial en ese tiempo, donde solo paraba en mi habitación estudiando para poder ser el mejor de la clase, ya que competía con mi mejor amigo que actualmente tenemos la misma amistad… Gaara Haruno, el que siempre estuvo ahí conmigo apoyándome o jugando, aunque me sintiera mal por perder a mi Madre que amaba con todo mi corazón, él siempre estuvo ahí… pero, había algo que me dolía más… no estaba completo y era ella. Siempre fue ella, la que me hacía más falta en este momento siempre fue Sakura Haruno, mi primer amor y el único verdadero amor. Cuando pasaron los cuatros años de haber vivido con mi Padre, decidí tomar una decisión y fue el querer irme con mi Madre a Tokyo, realmente la extrañaba y necesitaba porque… no era feliz con mi Padre. Nunca lo fui, así que… había una petición a la custodia de un hijo, que cuando el niño tuviera los diez años de edad, podía decidir con quién irse y a mis casi doce años de edad tomé la decisión de irme con mi Madre. Mi Padre estuvo en contra de todo, pero el abogado de mi Madre junto al Juez decidió que yo tomara la decisión y lo hice… solo aliste mi ropa en una maleta grande y mis cosas como libros o algunas cosas que tenía de niño lo metí en unas cajas sellándolas con el abogado de mi Madre. Cuando termine de hacer el equipaje, solo salí de la casa viendo que mi Padre estaba en la entrada de la casa con las manos en los bolsillos de su pantalón, así que pase por su costado y me pare de frente de él, con mi altura le llegaba a la altura casi de su hombro y él solo desordeno mis cabellos como si aún tuviera los siete años de edad. Lo único que dijo ese hombre fue:

"Cuídate hijo, cualquier cosa le estaré pasando dinero a tu madre, para tus estudios y los de tu hermano, como siempre. Nada te va a faltar Haruto, de eso yo me encargo."

Después de decirle "Adiós", solo pude ver por la ventana, como el bajaba la mirada, supe en ese momento, que quizás él se arrepentía de haber cometido ese pecado y haber elegido mal a las personas alejando a su verdadera familia para siempre. Aunque el tiempo paso… y solo supe por las llamadas o cartas que recibía de él enseñándome que estaba feliz con su hijo y con esa mujer. Siempre en sus cartas venían con algunas fotos y con dinero que le daba a mi Madre, para la comida y los estudios de los dos. Ella empezó a trabajar como enfermera en un Hospital, cerca del centro de Tokyo, para ella fue lo mejor que le sucedió, ya que había dejado su trabaja para tener a Sai y dedicarse a ama de casa para sus dos hijos. El quedar embaraza de pronta edad, fue difícil para ella, acabar sus estudios le dificulto, pero aun así salió adelante. Aunque mi Padre la apoyaba con el dinero, ella lo guardaba para nuestros estudios Universitarios y ella pagaba lo de nosotros, ya que ganaba bien… aunque sea una enfermera. Pero no solo vine para estar con mi Madre en Tokyo, vine también para poder buscar a esa chica que era muy especial para mí. En ese entonces era un niño pensaba que las cosas eran fáciles… pero no fue así, Tokyo era una ciudad grande. Así que pase todas mis vacaciones de primavera buscándola cuando salía con mi hermano y con mi Madre, pero nunca la encontraba. Así fue por unos meses, buscándola en todos lados, hasta que entre a la escuela media, donde pensaba que quizás tenga la suerte de encontrarla, pero no fue así… ella no estaba en la misma escuela donde me había matriculado, si no que había otra chica que era idéntica a ella, era como ver su copia exacta, pensaba que quizás al haberla conocido seria el destino, que quizás Sakura no era para mí si no que el destino me guardaba con alguien mucho mejor, aunque sea idéntica a ella. Pero fue el peor error que cometí en mi vida, pero ya era tarde, le había entregado a ella todo, mi tiempo, mis besos, los abrazos, los detalles y hasta la primera sexualidad que tuve a mis trece años de edad, le entregue todo… hasta llego el punto en donde me estaba enamorando de esta chica, pero… ¿Acaso la vida era tan cruel? O ¿No estaba destinado a amar a nadie o que me amen a mí? Porque la persona que empecé a enamorarme y quererla, fue la peor escoria que conocí en mi vida. Quizás haya cometido un error… cada uno tenía sus errores y no me justificaba con eso. Sé que siempre le cambiaba de nombre y le decía el de ella, pero… era porque eran igualitas como hermanas gemelas y era imposible no pensar en Sakura, tenía todo de ella, su cabello, su sonrisa, sus ojos y el color de piel. Pero literal eran completamente distintas a la personalidad, ella era una chica muy suelta y divertida que sonreía a todos, mientras que Sakura era tímida, cariñosa y tan inocente a su edad. Pero… no tuve que haberla confundido y fue mi error, pero lo que no puedo personar es su traición y menos por él…. A ese hombre que considere como un hermano, mi sempai, el amigo de mi hermano mayor… Sasori No Akasuna.

Era de noche, ya era un poco tarde, pero mi hermano me había dicho que, si deseaba entrar al club de Kyudo, tenía que hablar con el sempai de la escuela media que era su mejor amigo. Así que antes de llegar a casa, pase por la casa de mi Sempai. Ya estábamos cerca el invierno, ya que se sentía el frío, así que empecé a caminar con rapidez para poder llegar rápido e ir a casa a abrigarme con el ramen que mi Madre dijo que iba a preparar. Vi esa casa de lejos, así que corrí hasta ella tocando el timbre, pero nadie contestaba. Me pareció extraño, porque veía que había la luz del patio prendida, así que entre por la reja, para poder acercarme al patio, quizás él estaba haciendo algo con su familia o estaba viendo una película, ya que era común con el Sempai.

- Oi, Sasori-sempai. –me asome por la baranda que estaba abierta, pero no había nadie en la sala, así que me quite las zapatillas que estaba usando para ir a la escuela, dejándola afuera y entrando con medías a su casa, me parecía extraño que no su familia estaba. –Sempai. –volví a llamarlo y caminé hasta la cocina, pero no había nadie y estaba la luz apagada. Suspiré y escuche un poco de ruido en la parte de arriba de su casa, quizás esté en su cuarto, así que desordené mi cabello negro y comencé a subir las escaleras para llegar a ese pasillo largo y ver una puerta cerrada donde venía los golpes, así que me acerque y tome la manija abriendo. –Sempai… -abrí la puerta de golpe y me encontré a la persona que empezaba a querer desnuda contra la pared y la persona que consideraba como un hermano mayor, estaba desnudo y la estaba penetrando. -¿Qué mierda…? –sentí que la mochila escolar que tenía en mi hombro se caía al piso dejándome ver a esos dos que me miraban sorprendidos. –Yun… tú…

- ¿No quieres unirte, Haruto-kun? –me preguntó dejándome perplejo al ver esa sonrisa como si se estuviera divirtiendo. -¿Por qué no hacemos un trio con mis dos novios?

- ¿Qué? –escuche sorprendido a ese chico de cabello rojo que la soltaba dejándola caer sentada en el piso. -¿Novios?

- Ah… no lo sabías Sasori-sempai. –sonrío esa chica de cabello negro, nunca entendí porque se tiño su hermoso cabello rosa, ni esos ojos que se puso unos lentes de contacto color azules, pero de ahí me di cuenta el motivo. –No sabía que Haruto-kun se conocía muy bien son Sempai. –la vi reírse con ganas y recogía su ropa mientras se cambiaba. –Bueno fue divertido, mientras duro… Haruto-kun, que se siente cuando te cambian por otra persona.

La vi irse, dejándonos a los dos solos… desde ese momento me di cuenta… que el amor era un asco y lo que me dolió más fue la traición de ellos dos.

Desde ese instante me acuerdo que Sempai intento hablar conmigo de muchas maneras, pero no quería escucharlo. Sai se había enterado el motivo de lo que había sucedido, él me veía decaído por lo que había sucedido, pero, aun así, mantuvo la amistad con ese sujeto, que solo me pedía disculpas, pero acaso… ¿Podía perdonarlo? Después de meterse con mi novia. Era un chico orgulloso, frío, cínico y una persona realmente explosiva. Todo eso lo había sacado de mi Padre, por la educación que él me brindo y por ser tan igual a él por la forma de reaccionar o solo responder las cosas con palabras directas o irme a los golpes. Pero nunca llegue hasta esa parte de golpear a alguien, aunque se lo merecía tenía algo de mi madre que era el respeto. Así que lo único que pude hacer fue irme a Kyoto en vacaciones de invierno, pidiéndole el permiso a mi Madre que me iba a quedar en la casa de un amigo de mi infancia, ella me dio el permiso si es que podía comunicarse con la familia, le dije que sí, que cuando llegara me comunicaría con ella. Y justo ese día el maldito clima me perjudico, ya que empezó a llover con tanta fuerza, lo cual no había llevado un paraguas, así que tuve que caminar hasta la casa de ese chico de cabello rojo, para que al final el me encontrara con esas fachas que tenía, el cabello largo, mis ojos todos hinchados por no haber dormido bien estos días y como había llegado todo mojado.

Después de haber saludado a la Tía que siempre me había recibido muy bien en su casa, cuando era un niño y me haya cortado el cabello dejándolo como era antes, me quedaba tranquilo, además que ella tenía razón porque me deje crecer el cabello de ese modo… ¿Lo hice por esa chica? ¿Tanto la quería, que no importaba dejarme el cabello así? A Yun… ¿Realmente si la amaba? Me quede pensando cuando escuchaba como Gaara me hablaba de algunas cosas, pero lo que me llamo más la atención, fue cuando me dijo… ¿Qué haría a partir de ahora?

- No lo sé. –suspiré llevando mis brazos en el respaldar del sillón grande y mirando al techo. -¿Qué debería hacer?

- Vas a seguir lamentándote de tu vida. –suspiró mi amigo de cabello rojo que venía con dos tazas de café, para ofréceme uno, así que lo agarre llevándolo a mis labios. -¿No creo que debas hundirte, por el hecho que tu ex novia de fue infiel?

- Uhm… -lo mire alejando la taza de mis labios. –Tampoco me podría considerar una persona realmente deprimida por ese hecho, si siento un poco de tristeza. –suspiré desordenando mi cabello con mi mano que estaba libre. –Realmente me enamore de esa chica.

- Sí, se nota. –lo escuche suspirar cerrando sus ojos y dejando su taza en la mesa de noche que estaba en su sala. –Pero… ¿Qué pasa con mi prima? ¿Aun la quieres?

- Fue mi primer amor. –lo mire haciendo una mueca de fastidio, mientras apretaba la taza en mi mano. –No es fácil olvidarme de ella, además la busqué por todos lados en Tokyo, pero nunca la encontré, lo único que encontré fue a esa chica que era una copia exacta de ella.

- Entonces… supongamos. –me dijo cruzando sus piernas y sus brazos mientras que me miraba con esos ojos turquesas. –"Estuviste" con esa chica porque se parecía a Sakura. –mire a otro lado chasqueando mi lengua, por lo que había dicho. –Patético. –sonrío divertido haciendo que me diera un tic en mi ojo izquierdo. –Realmente patético, si fuera tú hubiera buscado hasta por los lugares más pobres.

- ¡En serio, la busque! –le grite mirándolo enojado y viendo que me miraba serio. –Hasta en los lugares más angostos, la busqué, pero nunca la encontré. Es como que se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

- Tokyo es grande Haruto. –lo vi suspirar y claro que lo sabía, pero en ese tiempo era un niño. –Entonces… ¿Qué harás ahora? ¿La seguirás buscando?

- Deberías ayudarme.

- ¿Por qué, debería? –me preguntó mirándome sorprendido. -¿Acaso yo la busco con insistencia?

- Eres su familia.

- ¿Y? –me miro achinando sus ojos. –Puedo ser su familia, pero me gusta verte sufrir un poco. –lo vi reír divertido, mientras que soltaba un suspiro.

- Me voy a mudar en poco tiempo y estaré un poco lejos del centro de Tokyo. –cerré mis ojos bebiendo ese café amargo, como nos gustaba a los dos. –Estaré más lejos.

- Sigue buscándola. Quizás si llegues a encontrarla un día.

- Estoy cansado Gaara. –suspiré bajando mi mirada ocultando mis ojos con el flequillo de mi cabello. –Debería darme un descanso y dejar de buscarla.

- ¿Por qué?

- Estoy bajando en mis notas y debería concentrarme más en mí mismo que buscar un fantasma.

- ¿Tan rápido te das por vencido? –lo miré y vi que tenía una mirada seria. –Con la manera en la que me estás hablando, menos me dan ganas de decirte donde está mi prima.

- Déjalo… -suspiré dejando el vaso sobre la mesa de noche. –Mejor es que me dé un espacio a esa búsqueda y concentrarme en mi mismo y en mi futuro. Después la buscare.

- Haruto. –lo vi suspirar y desordenar sus cabellos rojos. -¿Qué pasaría si te vuelves a enamorar de otra persona?

- No pasara, después de lo de Yun, me doy por vencido de encontrar a alguien.

- ¿Sakura?

- Por el momento, dejaré de pensar en ella y me alejare de buscarla. –suspiré apoyándome mi cabeza en el respaldar del sillón. –Solo por un tiempo, no pensaré en ella. Si lo hago… siento que me volveré loco, hasta hundirme en mis propias metas, si algún día la encuentro… daré todo de mí para poder estar con ella hasta el final de mis días.

- Qué romántico… -lo escuche, pero cerré mis ojos para poder solo recordar cuando éramos niños, al verla correr y recoger hermosas flores con ese cabello rosa, su olor a vainilla que aún no podía olvidar y esos ojos jade que me sonreían en mis mejores días, antes que toda mi vida se vaya al infierno. –Eso… es lo que quieres Haruto.

- Sí, por ahora eso es lo que quiero.

Eso es lo que había decidido, hasta que, a mis dieciséis años, me volví a encontrar con ella, con ese cabello rosa largo y esos ojos jade que me miraban sorprendida por haberse tropezado conmigo. No pude olvidar esa mirada que siempre tenía cuando se quedaba sorprendida al ver a alguien que nunca había visto, quise decir algo, pero no quería volver a equivocarme, aunque el cabello rosa y esos ojos los puede tener cualquiera al teñirse el cabello o ponerse lentes de contacto. Siempre pensé que era otra como esa chica que piso mi corazón hace años atrás, pero nunca creí que la persona que miraba muy feliz con Akasuna, realmente era ella, la chica que siempre había amado. No me di cuenta, hasta que me encontré con Gaara en una cafetería que le mostraba la foto de la nueva novia de ese chico de cabello rojo y el me miro sorprendido diciendo que era Sakura, mi Sakura que tanto buscaba era la nueva novia de ese desgraciado. Quise salir de la cafetería y buscarla lo más rápido posible, pero algo no cuadraba en todo esto, ya que si era ella me hubiera reconocido o ¿tanto había cambiado? No sabía cómo acercarme a ella, pero a las pocas horas de haber hablado con su primo, ella estaba con otro chico de cabello negro azulado que la jalaba por los pasillos del hotel, le había tomado una foto como para poder destruir a Sasori al enseñarle lo que pasaba en verdad con su novia, pero a la vez me dolía por el simple hecho que no podía hacerle eso a la persona que amaba, así que solo fui algo directo con ese sempai diciéndole cosas que le dolían, aunque me gustaba torturarlo, ya que deseaba la venganza por lo que me hizo el un día con esa perra. Pero no pude hacerlo por Sakura, no pude… así que lo dejé pasar. Después del viaje que tuvimos a Kyoto al regreso, los veía mucho a ellos dos, hasta que después de invierno, la miraba muy feliz con ese chico de cabello azulado y ahí me di cuenta que Sasori se había dado cuenta que esos dos realmente se querían. Tenía que guardarme muchas cosas al verlos juntos a ellos dos, me dolía no podía negarlo, pero tenía otra meta, otros propósitos de los cuales tenía que hacerme cargo antes de poder ir por ella y eso fue… dar un paso hacia delante, para mi futuro, para lo que deseaba hacer después de terminar la preparatoria y eso era ingresar a una buena universidad, así que lo logre, entre como presidente del consejo estudiantil para ganar un cupo de beca para una universidad, lo cual mi Madre no gastara mucho, ya que la educación universitaria de Sai iba a costarle. Porque mi adorado hermano mayor había elegido la medicina, en otra ciudad y eso sería un gasto para ella, ya que tenían que buscar un buen departamento para él. Así que mucho antes… yo ya tenía las cosas pensadas a mi futuro, que no sean gastos para mi Madre, aunque mi Padre mandaba mensual un monto de dinero, quería hacerle las cosas más fáciles a la persona que amaba y era mi Madre. Cuando logre mi objetivo, la siguiente era… poder quitársela a ese tipo lo que una vez fue mío. Así que decidido lo iba a ser, pero no pensé que ese tipo me iba a dejar las cosas tan fáciles y menos al ver con quien se había metido, con la peor basura del mundo… Yun Mitarashi, la chica controladora y problemática, pero me valía la mierda que haga con su vida ese tipo al iniciar esas cosas con esa chica, lo que me preocupaba más era mi pequeña de ojos jade, que estaba muy destruida, hasta tuve que ir a pegarle a golpes a ese tipo por haberle hecho demasiado daño, ella se hundió como lo hice yo hace mucho tiempo y no quería que siguiera hundida, así que dije lo más fácil para tenerla conmigo… Olvidar a ese idiota. Sabía que me había metido en la boca del lobo, ya que no era fácil borrar u olvidar a alguien que estuvo en tu corazón y te enamoro demasiado. Yo la quería como novia, pero si le decía eso… ella se negaría, así que la única salida que tuve fue decirle que haría que lo olvide y cuando este ayudándola tendría la oportunidad de enamorarla y que vuelva a mí. Y nunca dejarla ir, porque Sakura era lo más importante para mí y esta vez como le dije a Gaara, no la dejaría ir nunca más hasta el final de mis días.

- Porque eres lo más importante que tengo en mi vida Sakura. –la abracé con fuerza sintiendo como ella descansaba en mi pecho cuando estaba sentado en el césped viendo las estrellas que quería ver conmigo, reí divertido al ver que ella fue de la idea, pero se quedó dormida. –Si tan solo no te hubieras ido de mí, las cosas serían muy diferentes. ¿no crees?

La escuche que se quejó, mientras que sobaba su cara en mi pecho, acaricie su mejilla y apoye mi mentón en su cabeza oliendo ese aroma a vainilla. Esta vez, iba a ser las cosas bien… soy el único que la puede hacer feliz. Baje mi mano hasta su mentón para levantarla y ver esos ojos cerrados con sus mejillas sonrojadas, así que me acerque a ella juntando nuestros labios en un beso.

- Te amo Sakura.

Pov Sakura

Sentía algo cálido alrededor de mi cuerpo, no entendía que era, pero me sentía muy feliz se sentía muy cómodo, así que no quería despertarme de ese sueño que tenía en este momento, quería quedarme así para siempre, sintiendo esta calidez.

- Sakura…

Escuche una voz que me estaba llamando, pero no quería hacerle casó por el simple hecho de que no quería despertarme, quería seguir aquí sintiendo esto.

- Sakura…

Volví a escuchar esa voz que se hacía más cerca y a la vez se me hacía muy conocida, así que abrí mis ojos encontrándome en un lugar muy oscuro. Pero hace un rato estaba con Haruto-kun viendo las estrellas… pero este no era el campo, gire a todos lados viendo que no había nada, ni siquiera el río, ni los arboles… no había nada. Todo era oscuro…

- Sakura…

Escuche de nuevo esa voz que era gruesa, pero que conocía muy bien, así que empecé a seguir esa voz, hasta que de lejos vi a dos personas que estaban mirándome con intensidad, me acerque un poco más y pude ver en realidad quienes eran…. Ese cabello negro azulado, con esos ojos negros como el ónix, esa piel blanca, ese era Sasuke-kun que tenía la mano estirada.

- Sakura. –me llamo con esa voz gruesa que siempre me gustaba y erizaba mi piel. –Ven, estamos de nuevo aquí en el reloj de Sankaku. –lo escuché viendo como estaba debajo del reloj donde habíamos quedado encontrarnos hace mucho tiempo, que no pude evitar derramar algunas lágrimas al recordar como vino la última vez.

- Sakura… -me giré detrás de mí al escuchar esa voz gruesa demasiado gruesa que hacía que mí corazón se acelerara por el recuerdo que pasamos hace unas horas atrás y lo vi a ese chico de cabello negro rebelde con esos ojos negros con toques grises, esa piel blanca que me sonreía con su mano estirada. –Ven, vamos a ver las estrellas y las nubes como a ti te gustan.

Me quede mirándolos a los dos no entendía lo que estaba sucediendo, sabía que estaba dormida, sabía que era un sueño, lo sabía, pero…. ¿Por qué no podía despertarme? No quería esto… no lo quería, aun no podía olvidar a Sasuke-kun, pero sabía que con Haruto-kun lo podría por la forma en la que él me dijo que lo haría. Pero… ¿Por qué era tan difícil?

- Date prisa Sakura y ven a mí. –los escuche a los dos mirándolos que tenían aun la mano estirada esperándome con esas sonrisas que me confundían más.

¿Qué podía hacer? Sasuke-kun me había hecho mucho daño, demasiado daño… me engaño… estuvo con otra mujer, me vio la cara de tonta, mientras que yo le daba solo amor, el empezó a tener otra sin importarle mis sentimientos, mientras que con Haruto-kun aunque era un chico muy pervertido, él fue sincero conmigo en las cosas que me decía, me estuvo apoyando en que me uniera con él al consejo estudiantil para un cupo de beca en una nueva Universidad, además que estuvo conmigo en los momentos más tristes de mi vida, donde empezaba a hundirme por culpa de Sasuke-kun. Esto acaso es una prueba… ¿Acaso ya debería decidirme? ¿El destino quería acaso que ya me decidiera de una vez por todas? Pues si era así… yo ya tenía una respuesta. Yo ya lo había decidido y sé que a partir de ahora… las cosas serían distintas por lo que había decidido ahora.

Lo único que pude hacer fue acercarme a esa persona y coger su mano, para después sentir esos fuertes brazos que me pegaban a su pecho con fuerza, no sé si al final podría arrepentirme, pero solo quería confiar en él, en su palabra y en lo que me dijo una vez. Que me amaba.

- Quédate a mi lado. –sonreí levantando mi mirada para encontrarme que él me sonreía y acariciaba mi cabello y sentí su pulgar pasando por mis mejillas. –No me sueltes… ya no hagas que vuelva a llorar. Solo quédate conmigo, justo ahora… Haruto-kun.

Ahora las preguntas!

¿El capítulo fue largo?

¿Valio la pena la espera?

¿Su escritora sufrio con el capítulo? Si sufrí mucho escribir este capítulo, me costo el borrar y volver a escribir.

¿Qué piensas de el padre de Haruto?

¿Les dolío lo de su Madre?

¿Lo que hizo Yun esta bien?

¿Haruto dejo ir a Sakura por cumplir sus metas?

¿Sakura podrá enamorarse de Haruto?

¿Qué pasara en el capítulo 13?

¿Sakura podrá enfrentarse a Sasuke sin caer en lagrimas?

Todo eso en el capítulo 13 ...

Que es la esperada confrontación del SasuSaku ...

¿En que quedara?

Se los dejo con la duda

Nos vemos en el próximo capítulo de Takane no Hana Sakura Second Seaosn, que ya esta con 4 hojas ya hechas.

Besos: 3